MALEDETTO CORONAVIRUS

 

Jorge Vibes

MALEDETTO

CORONAVIRUS

 

PALOMA EN RIVADAVIA Y AYACUCHO (14/4/2020).

 

 

 

 

 

Caos en la mesa de comedor del autor (15/4/2020).

Jorge Vibes es porteño, argento y sociólogo. Nació en Santa María de los Buenos Aires hace tres cuartos de siglo. Publicó trabajos de carácter académico en Argentina, Canadá (inglés y francés) y cursó becas de perfeccionamiento otorgadas por los gobiernos de Argentina (en CEPAL Chile) y Canadá (universidad de York – Toronto). Publicó diversos trabajos sobre la pobreza en argentina, la historia colonial de Canadá, la historia del movimiento obrero canadiense desde los orígenes hasta la firma de FTA y participó en Planes de Desarrollo de Argentina (1984-2016).

Se jubiló en 2012 en INdec, para entonces dependiente de la Unidad Ministro del Ministerio de Economía de la Nación. Desde su retiro escribe notas de naturaleza política y obras de ficción. Esos escritos están en su blog “Narrativa no convencional Jorge Vibes”, en su muro y en soporte papel.

Esta entrega “Porteños Argentos”, es, de alguna manera, una extensión de “Unas obras inconclusas de acá”, y precede, a su vez “Maledetto Coronavirus”, próxima a entrar en imprenta

 

 

 

 

 

 

Agradecimientos

A mi compañera y esposa Nancy. Primera lectora y correctora de los originales. Fan entusiasta y crítica severa. Siempre dispuesta a disimular mis depresiones y festejar mis ciclos maníacos.

A mis maestros Juan Carlos Portantiero, Torcuato Di Tella (h), Néstor Lavergne (asesor del Ché cuando fue Ministro de Industrias) y Miguel Murmis (uno de los traductores de El Capital en la edición de S.XXI).

A les homeless con que converso en las “Callecitas de Buenos Aires” y a los hombres y mujeres de a pie que entretengo en las colas del supermercado, los almacenes y kioscos, cuando espero pacientemente.

A los venezolanos/as que importuné en diversas colas, a los bolivianos que entrevisté mientras compraba verdura y frutas, a las putas que paré en la calle y a algunos amigos que ponderan lo que escribo.

Finalmente,

Al Covid19, por inspirar estos divagues.

 

 

 

 

 

PREFACIO

En realidad, el conjunto de relatos que aquí presento es una mezcla de proyectos inconclusos comenzados en 2013, 2015, 2017 y unos pocos que añadí ahora. Es decir que llevo tres años tecleando e imprimiendo hojas. Al comienzo redacté unos 30 que pensaba subir a mi blog bajo el título “Antibabushka”, que aludía a los políticos argentinos de entonces a través de la metáfora de las muñequitas rusas en las que se agrupan varias dentro de la mayor (en 2011, en París exhibían en una vidriera una que contaba con más de 800 piezas y abarcaba todo el escaparate). Las comunes son de 3 piezas). Como se sabe, estos adornos rusos consisten en muñecas de distinto tamaño que contienen otras más pequeñas. Las más simples subsumen tres, pero en París tuve oportunidad de contemplar un juego de alrededor de 800 piezas. Las abuelas son (por lo general) viejas, tiernas, astutas y sabias, atributos femeninos por excelencia. Garantía de la supervivencia y reproducción de la especie humana. Como la política. El arte de la política participa -mal que les pese a los neoliberales de antigua y nueva estirpe- de esas características, sea ejercido por varones, mujeres o gays. Sostengo que los cuadros políticos hacen esa jugarreta: mandan un speech, pero guardan para sí otra cosa. El discurso del político burgués viene en capas como la cebolla y con formas iguales, con decorados que pueden, incluso, ser distintos. Como las muñecas rusas citadas. En política pasan cosas.

¡Si lo sabremos los argentinos!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

REFLEXIONES SOCIOLÓGICO-FILOSÓFICAS

 

 


 

         Viernes 4 de abril de 2020

 

¿FIN DE CAPITALISMO REALMENTE EXISTENTE O FIN DEL CAPITALISMO?

 

Carlos Marx dijo, hace unos 180 años, que el capitalismo como modo de producción se derrumbaría sólo cuando haya agotado todas las formas en que es capaz de existir. Sostenía que una vez finalizado su siclo ascendente daría paso, como pasó en el caso del feudalismo, a algo nuevo en el que las formas de producción, distribución y cambio, serían novedosas. Mi hipótesis consiste en afirmar que la pandemia del Coronavirus 2019, está produciendo esos efectos. La crisis, por ahora en transición a no sabemos qué, ya generó cambios e interrupciones en las finanzas globalizadas, el comercio internacional y local, las relaciones de poder a escala planetaria, regional y de los Estados Nación.

 

Los Modelos de Desarrollo dan vueltas de campana y, en los de factura liberal, se privilegia el rol del Estado en el Estado Nación, cuco que hasta anteayer espantaba hasta los más moderados de esa corriente de pensamiento. Las relaciones sociales y los comportamientos sociales tienden a configurar los dos polos dialécticos. Los que eran generosos se tornan pródigos y los egoístas se contraen a su mínima posibilidad. Los dadivosos, entre los que me cuento, transitamos la peste como descartando que nos atrapará y moriremos. Como reza un refrán alemán: “El último traje no tiene bolsillos”. En estos momentos estoy regalando, dentro de los límites geográficos que marca la ley argentina, libros (en el edificio que habito y comercios de cercanía). Reviso mi biblioteca y selecciono los que tengo repetidos -muchos a causa de que compré las Obras Completas de los autores- y otros que leí y no necesito poseerlos. 

La plaga es, en los sentidos mencionados, progresista, pues no diferencia por clase social, ideología, credo, geolocalización, prácticas esotéricas, sangre azul o roja, género o edad. Todos somos potencialmente portadores asintomáticos. Las relaciones interpersonales se trastocan igualmente. Al menos en Buenos Aires, verifico una serie de contradicciones secundarias nacidas del encierro: hijos contra padres (tanto en primera generación como en las otras: abueles y bisabueles) y miembros de las parejas entre sí.

  

Los metrosexuales están preocupados por si llegan a faltar las cremitas con las que se embadurnan diariamente. Algunos, previsores, acumularon antiarrugas, humectantes, y, si te descuidás un poco, rouges para ponerse cierto rubor en las mejillas. Para mí que son putos que no salieron del closet.

 

Las parejas que se llevaban bien se siguen llevando bien, las que no lo hacían encuentran más motivos para separarse. Se sabe que el humor es excelente herramienta para curar casi todos los males, pero los que carecían de ese don, acrecientan sus espíritus vinagre. Las potencias mundiales siguen enfrentadas, pero y cada una de ellas adopta la respuesta que se le antoja. Israel, fiel a sus tradiciones nefastas, lustra su arsenal atómico, por las dudas. En América Latina y el Caribe, los países con gobiernos de izquierda (Cuba, Venezuela, El Salvador, etc.) capean el temporal con bastante soltura. En cambio, los de derechas Brasil, Ecuador, Chile, etc.)  que privilegian al Capital sobre los hombres y mujeres que los sufren, compiten en torno a las tragedias y desastres que provocan.

 

Los miedos y la angustia (según Sartre aparecía cuando se piensa en la Nada) están a la orden del día y comienzan a escasear antidepresivos y píldoras para dormir. Los Organismos Internacionales de Crédito revisan sus biblias y hasta es posible que los países en Vía de Desarrollo se beneficien en el corto plazo.

 

Hay los que mastican la comida 200 veces, y, los que, como yo, tragamos los bocados de una. En todos cunde el fatalismo y se entregan mansamente a su destino. Se exacerban las fobias y, por el temor a la muerte, se relajan las prácticas sexuales ordinarias y se experimentan placeres nuevos que rondan en el extremismo. Desaparece la noción del “Ahorro” y se potencia la prodigalidad. O, por el contrario, los odiadores odian más que nunca y llevan ese sentimiento a la acción. Todos repasan sus vidas previas y constatan la vigencia del “Nunca duele la verdad, lo que no tiene es remedio” de Antonio Machado.


Marx (y Engels) se refirieron a la sociedad comunista en muchas de sus obras (La ideología alemana, los Grundrisse 1857-1858, etc.) del siguiente modo:

 

…”Al paso que en la sociedad comunista, donde el hombre no tiene acotado un círculo exclusivo de actividad, sino que puede desarrollar sus aptitudes en la rama que mejor le parezca, la sociedad se encarga de regular la producción general, de manera que pueda por la mañana cazar, por la tarde pescar y por la noche apacentar el ganado, y después de cenar, si me place, dedicarme a criticar, sin necesidad de ser exclusivamente cazador, pescador o crítico, según los casos”…

 

Marx también observó que los modos de producción nuevos surgen cuando el vigente no puede seguir existiendo. Esas transformaciones son, por así decirlo, evoluciones naturales (secuencia esclavista al feudal, feudalismo al capitalismo, etc.). Surgen en forma larvada y van evolucionando hasta que se consolidan. En las transiciones ocurren cambios por efecto de las necesidades. La tecnología presente y futura permitirían un “ingreso universal global” que satisficiera las necesidades de todos, de modo que se abriría paso a nuevas formas de producción, intercambio y distribución del Ingreso. A su vez, la tecnología cibernética podría acabar con el Mercado como forma de distribuir en función de la oferta y la demanda. Con los programas que existen para procesar Grandes Números estamos en condiciones de calcular con total precisión el valor (y el plusvalor) de todas las mercancías. Podrían conocerse los Productos Brutos Internos (PBI) de las economías nacionales, regionales y de la “Aldea Global”[20]. Todo tiene que ver con todo, un de las primeras formas de globalización fue la de Internet. Desde que el canadiense publicó eso, las redes (principalmente Whatsapp, Twiter, Facebook, Messenger, etc.) han crecido en popularidad y capacidades.

 

Entre los clásicos de las Ciencias Sociales, también Emile Durkheim propuso una sociedad más justa (abolición de la herencia, gobierno de las corporaciones, etc.) y John Maynard Keynes está al orden del día.

 

Ciertamente, lo que muchos desprestigiaron como Utopía, bien podría suceder en después del cataclismo del Covid19. Si entendemos el curso de la pandemia como transición, el caos presente debe cesar en algún momento. Bien puede incluir esa transición, guerras locales, regionales o una guerra atómica total entre las grandes potencias. Es muy probable que no desaparezcan los seres humanos por el bicho, pero una es una posibilidad que no debe descartarse. Todo dependerá de las relaciones de fuerza que se verifiquen en el plano político.

 

El mundo entró a una guerra de 5ta. generación (contra el Covid19), por eso es preferible acudir a uno de nuestros grandes poetas, Pablo Neruda, que escribió:

 

Si nada nos salva

De la muerte,

Al menos que el amor

Nos salve de la vida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

       Martes 28 de abril de 2020

 

ESTERTORES DE LAS TRANSICIONES

Día tras día encuentro mejores argumentos para confirmar mi tesis sobre el fin del capitalismo. Para aclararlo, compararé dos transiciones. Una, la del feudalismo al capitalismo (FalC), es suficientemente conocida. La otra es la actual (TCaCV), que estamos aún, estudiando.

Durante la FalC, que ubicaremos entre la Alta edad Media y la Revolución Industrial, se verificaron cambios -tanto paulatinos como bruscos- que abonaron el terreno para el surgimiento y la consolidación del Modo de producción capitalista.

En la actualidad se registra un proceso similar de cambios paulatinos o bruscos, generados por distintos actores, pero coincidentes en la el cumplimento de una misma ecuación.

Aclaro con ejemplos para que no oscurezca.

Expondré una nueva aproximación a las previas, sintéticamente y con algunos pocos ejemplos, pues no es necesario extenderme a los innumerables que podría citar. En la FalC, se dieron (los nombro sin precisión) enfrentamientos inter europeos entre las principales naciones, guerras religiosas, levantamientos campesinos, la conquista de América, etc., etc., etc. Focalizando algo más, recordaré: la Ley de los mil y un días[4]; la conculcación del uso concreto, en pleno Renacimiento Italiano, del telar mecánico; la evolución de los talleres textiles domiciliarios en talleres colectivos, precursores de la Gran Industria; la aparición de la Reforma Protestante; la sustitución de los ejércitos de mercenarios por fuerzas armadas regulares a cargo del Estado.

Si se observa con atención, se verá que tomé –exprofeso-, hechos que se cumplieron en planos estructurales y superestructurales. Sobre la secuencia capitalista que recorre un largo trecho desde el capitalismo inicial, proteccionista y productivo, al capitalismo financiero globalizado del presente, no diré nada pues es bien conocida y discutida.

Toda transición se expresa en una crisis, que sólo finaliza cuando es consolidado un nuevo estado de cosas[5]. Durante esa época de inestabilidad, la sociedad está inmersa en la anomia (ausencia de normas) y todos luchan contra todos. La esfera de lo jurídico, entonces, es una de las principales formas en que se verifica la mutación. Si acudimos a la FalC, veremos que la propiedad comunal troca en propiedad privada de los medios de producción, distribución y cambio.

En TCaCV, para citar algo cercano, empecemos por Argentina, donde la oposición de algunas fracciones de Radicales y Proístas lucha a brazo partido para que se discuta el impuesto a las grandes fortunas. En Brasil, el ex ministro de justicia milita por la renuncia de Bolsonaro y en EE.UU. los Demócratas procuran la destitución de Trump.

Otro tanto presenciamos en el sustrato económico. Nacionalización de grandes empresas, transporte, de la mano de “ataques” a los Bancos. No por los vilipendiados populismos, sino por gobiernos neoliberales. Crecen las formas cooperativas, tan caras a los primeros socialistas (Berstein) y aplicadas tanto por Lenin como por Stalin (koljoses y sovjoses)[6] y los kibutz de los tiempos izquierdistas de Israel. En Argentina florecieron a partir de los Movimientos Sociales emergidos en el 2001. Digo, entonces, que tenemos formas larvadas de regímenes de propiedad y apropiación de la riqueza,

madurarán en su momento. Las fábricas recuperadas[7] aumentan en número por efecto del gobierno macrista y la Pandemia, y, seguramente, seguirán haciéndolo en el corto y mediano plazo, porque la desocupación llegó nuevamente para quedarse. Pinta bien a tu aldea y pintarás el mundo. No es una exclusividad argenta. Está apareciendo en diversas partes del Capitalismo realmente existente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

         Sábado 5 de abril de 2020

 

CATARSIS POR EL CORONAVIRUS

Mi nombre es Jorge y habito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Argentina), cumplo 75 el 25 de abril de 2020. Jubilado desde 2011.Tengo artrosis bilateral de rodillas, columna y escoliosis. A las que se agregan mis altibajos de maníaco depresivo medicado. Hasta mediados de marzo estaba hecho un trapo por la edad, los nietos en Madrid y otras yerbas del país, los compañeros que fueron al más allá recientemente y otros que están pidiendo pista. Tengo el culo cáido[13] y las nalgas paspadas. El Cornudovirus  (como llama al castigo Perro Mojado. Le decimos así porque llega a la casa por la noche y la mujer no lo deja subir a la cama) tiene en vilo a varios de mis amigos, parientes cercanos y lejanos. A Pedro (77) porque tiene ateroesclerosis y una esposa (75) a la que le amputaron una pierna a causa de un cáncer y se maneja con una prótesis que disimula con pollera larga; Horacio (77) luce un cáncer en la sangre (que no es leucemia), no tiene cura ni tratamiento y la única molestia que le causa es un gran agotamiento. El diagnóstico actual es de una sobrevida de entre 5 y 10 años. Adolfo (79) tiene un cáncer de pleura por el que se le acumula líquido en esas membranas. Enrique (66) dice que, al estar solo en su departamento, juega al truco con el Coronavirus; Alberto (Perro mojado) tiene la misma edad que Enrique, pero está algo más preocupado porque se está fundiendo. Soportó como pudo en su corralón de materiales de construcción los 4 años de macrismo y si el nuevo presidente Alberto Ángel Fernández no reactiva la obra pública en breve se cae. En la crisis del 2001 quebró fiero y pasó de tener tres camiones con acoplado y un galpón inmenso en Lugano a arrinconarse en el primigenio local que actualmente maneja. Se deprimió tanto que agarró el 38 y se quiso matar, pero la esposa y los hijos lo impidieron.

Yo guardo cuarentena como corresponde en compañía de mi jubilada esposa Nuria (63), que no las lleva todas consigo pues de las cinco vértebras lumbares tiene tres destruidas, picos de loro y artrosis en un hombro. Mi casa es, por ahora, una farmacia bien provista y un almacén medianamente completo que reponemos de comestibles una vez a la semana. Con mi hijo Federico (46), mis sobrinos Gabriel (47) y Julián (40) y mis amigos nos comunicamos telefónicamente o por Whatsapp. Vivimos en un edificio de 14 departamentos con semipisos de 100 m2. y un bar restaurante, a dos cuadras del Congreso de la Nación cuyo, dueño mantuvo cerrado el local durante meses por su enfermedad y cuya esposa anda en silla de ruedas. Desde ayer está con las persianas bajas por obligación ya que el Presidente Alberto Fernández decretó el aislamiento forzado. La mayoría de los consorcistas somos vejestorios: Luciana (83) es viuda, vive sola y baja a la puerta a atender al delivery de la farmacia con barbijo, guantes de cuero y la solapa levantada. Nuria (mi peor es nada) dice que se disfrazó de espía. Cinthia (sesenta y pico) es viuda, vive sola y padece de esclerosis progresiva. Tiene dos hijas, una en el extranjero y la otra a pocas cuadras, que se encarga de asistirla en todo. Por suerte, todo el consorcio tiene al día el pago de las expensas, cosa que no es menor en el Buenos Aires de hoy. En el tercer piso vive un matrimonio sexagenario (María Alejandra y otro) que sufrió dos internaciones hace dos años (él salió con varios bypass y ella zafó del cuore enfermo sin cuchillo). Los más jóvenes son Julio (cuarentón) el encargado, su mujer, sus hijos menores de edad (17 y 15); el médico (venezolano, colombiano, peruano, boliviano o jujeño), su mujer y su niño de jardín de infantes que alquilan. Nuestros vecinos de piso Miriam y Santiago (cuarentones ambos dos) son padres de Bárbara (22). El virus los hizo discutir fuerte porque él es abogado y no hay actividad tribunalicia y ella heredó campos de arroz en Corrientes de sus antepasados que guerrearon en la Guerra del Paraguay (Guerra Paraguá-Guazú para los paraguas). En orden creciente, en el semipiso del quinto se ubican Beatriz (59) y Ángel (que transita la sexta década). Él es psicoanalista y ella tiene mucha experiencia como contadora, cosa muy útil para controlar las expensas por que el administrador Carlitos (¿treinta y pico?) es, cuanto menos, incompetente. Hay un departamento vacío porque el dueño vive normalmente en Tucumán y en otro una de sesenta y más que perdió a su madre el año pasado y se encuentra en juicio con su hermana (que vivía en el otro semipiso y se mudó dejando a su hija y su yerno como ocupantes). No se hablan entre ellas y si se cruzan se evitan. En el sexto viven el ingeniero Alejandro (proxi 70) y su esposa (ídem), que tienen una casa en las Islas del Tigre donde pasan habitualmente los fines de semana y la cuarentena se lo impide. Su vecino de piso Roberto (70) es comerciante y su esposa (que anda por ay) tiene a la madre internada. Por último, en el séptimo vive Daniel (66), solo, pero con novia que suele pasar temporadas con él, pero con domicilio en algún lugar de la Capital Federal. Como tiene el campo visual muy estrecho debe girar la cabeza a izquierda y derecha. Se me queja porque sus anteojos especiales no le sirven al atardecer y a veces se cae en la calle. Asimismo, lamenta quedar tan cansado cuando sale a caminar y que lo hayan jubilado del Consejo Federal de Inversiones porque el trabajo ordena el día a día y ahora tiene mucho tiempo libre.

                                                  Domingo 6 de abril de 2020

CHICOS DE LA CALLE

Desde que el Visitante Horroroso se pasea por “Las callecitas de Buenos Aires” se ven pocos niños/adolescentes sueltos. Antes, solíamos encontrarlos limpiando parabrisas a los autos cuando regresábamos de la autopista CABA-Avellaneda y otros tantos lugares. Con el Covid19 suelto, vemos apenas bebés o infantes de corta edad, junto a sus padres o a alguno de ellos. Los mencionados al comienzo nos regalaban sus sonrisas aún cuando no les diéramos la moneda que nos solicitaban. Se peleaban entre ellos, un poco en broma y a veces en serio.

Rodolfo García Silva, que fue ayudante de 1ra. del autor en el CBC de la UBA, sede Avellaneda, escribió una excelente investigación, luego publicada como libro que tengo en mis manos: “Los chicos en la calle. Llegar, vivir y salir de la intemperie urbana”[1]. Nadie mejor, como presentador, que Riccardo Lucchini, redactor del prólogo a dicha edición. “La investigación de Rodolfo García Silva muestra que los niños en situación de calle (NSC) o out of place) no son simples víctimas de las condiciones socio-económicas y afectivas en que viven, ni delincuentes que amenazan el orden social. Muestra que los NSC constituyen una categoría social muy diversificada, y allí reside uno de sus grandes méritos…Una perspectiva sistémica e interaccionista [que] pone el acento en la comprensión más que en la explicación de los fenómenos observados, y permite la antinomia tradicional entre determinismo e indeterminismo”.[2]…”Los recursos del niño se corresponden con los diferentes tipos de capital (social, cultural, simbólico y económico) y de habitus de los que habla Bourdieu[3]. Es a partir de la interacción entre esos recursos y determinados campos (familiar, vecindario, grupo de iguales, escuela, etc.), que la acción toma forma y se construyen las biografías individuales”…”La cosificación del chico, como por otra parte la de todos los que son excluidos de un sistema social que reposa sobre los desempeños cuantificables, se apoya, entre otras cosas, sobre el biopoder analizado por Michel Foucault[4]. El biopoder constituye un instrumento de gestión de la población que permite a la sociedad intervenir sobre sí misma. Aplicado a los excluidos y, a los chicos de la calle en particular, el biopoder se nutre ante todo de la lógica de la seguridad”[5].

Dado que, en esta entrega me ocupo de la en varios cuentos Pandemia y sus blancos, encuentro adecuado comenzar por esta introducción de Lucchini. Tengamos presente que los out of place de principios de los 2000, son hoy, hombres y mujeres adultos que, al menos en parte (numérica y ética), han conservado sus tradiciones de antaño.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                          Lunes 7 de abril de 2020

VIEJOS SON LOS TRAPOS

Hace ya tiempo de padezco (como dijo J.L. Borges, el autor de La Milonga de las dos hermanas) la humillación de la vejez. Hace ya tiempo que tuve un cáncer de piel en la mejilla izquierda –que por suerte no desata metástasis- que fue quemado con criocirugía y me obliga a usar protector +50, sombrero y caminar por la sombra. Una vez curado, recuperé mis artrosis: bilateral de rodillas, con preferencia por vértebras cervicales y lumbares. Porto prótesis (parcial) de dentadura superior que hace que deba buscar posiciones incómodas en la cama. Suelo tener pesadillas ligth (antiguas novias, mi fallecida esposa, mi actual mujer, mis hijos en edades varias, mis nietos) y en todas soy el héroe de la película. Tengo la virtud de que me despierto a mear en la noche y retomo, continuado, el sueño interrumpido.  Cuando me asalta la depresión, duermo 12 horas más siesta, pero en la fase maníaca que la sucede, me reconvierto en un Speedy González. Ordeno biblioteca, videoteca y arreglo las cosas de la casa que esperaron pacientemente la resurrección.  En pocos días comenzaré mis tres cuartos de siglo. Llevo a mi mujer presente 12 años, pero ella está algo depre por cosas que pensábamos serían de otro modo: nietos en el extranjero, hijos con sus padres en Madrid y otras yerbas que mejor no cuento. Nos apoyamos mutuamente y pasamos la cuarentena por el coronavirus19 sin pelearnos.

Camino más lento y, poco a poco, me resigno a las malarias y sigo. Hasta diría que les he tomado afecto. Se me volaron las chapas (pelos), uso anteojos con corrección para leer, escribir y unos Cartier de cristales ahumados con marco de oro. Como me quemaron con criocirugía un carcinoma (que no hace metástasis) en la mejilla izquierda, tengo que andar con sombrero y protector solar. De casi nada me arrepiento de mi vida pasada. Como dicen los mexicanos “mejor pedir perdón que permiso”. Trato de seguir escribiendo mis ácidos y cómicos relatos (no dicho por mí sino por amigos). Mi actual esposa tiene la columna jodida y debe tomar unas gotas de opiáceos. Entre ambos gastamos una fortuna en remedios. A lo que se suma que también solventamos los de mi suegra actual (83). Porque aún vive, alimentada por sonda gástrica, mi suegra primera (94). Lo bueno de mi fase maníaca es que me devuelve el humor y hablo constantemente. Frases graciosas que hacen sonreír a mis circunstanciales socios de cola o en la mismísima calle: el otro día salí a comprar comida y un joven treintañero con barbijo se largó con el semáforo en rojo pues estaba abusando de su celular. Le grito el alto, retrocede, y le digo: “Si seguís así no te va a matar el coronavirus sino un auto”. “Gracias, el celular me tiene loco”.

Como soy casi analfabeto digital, aunque trabajé muchos años en computadoras con dos dedos en casa y en el ministerio (soy sociólogo) usando Word y Excel, tecleo lento y seguro en mi mini laptop. Me enojo con ella cuando no puedo subir una imagen. Tengo además una laptop que uso con mouse y la mini con teclado táctil. En ambas tengo archivos distintos y paso de una a otra para asegurarme de no perder nada. Me trabuco y olvido en cuál de ellas están guardados. Sigo luchando a brazo partido. Uno de mis sobrinos me pasó un tutorial pero no consigo abrirlo. No importa. Se me ocurren nuevos cuentos o refloto algunos que tengo guardados de proyectos anteriores. 

Entre ordenar mi taller, mirar los noticieros, escribir, dormir las 8 horas, ver películas en Netflix o flow, organizar las antigüedades que colecciono y hacer las compras, se me pasa el día volando. Calculo que para cuando pase el aislamiento forzoso después de Semana Santa (si todo sale como las autoridades esperan) habré finalizado 4 libros más para subir a otros tantos blogs. En “Narrativa no convencional Jorge Vibes” se podrán consultar. “Unas obras inconclusas de acá”, ya publicado, tiene más de 4.000 entradas desde muchos países. Espero que los próximos tengan un éxito similar.

El dolor de espaldas y rodillas lo ataco con una bicicleta fija, ejercicios y el ir y venir por el departamento (100 m2.). La depresión superada me significó la pérdida de unos 10 kg., que trato de recuperar comiendo bien. Sumé chocolate en barra a mi dieta y meriendo chocolatada. Como cuando era niño. Desayuno copos de maíz con leche porque descubrí que la miel pura me afecta los dientes. Me despierto y preparo la primera ingesta. Como cada cuatro horas. Por los medicamentos. 50 gotas de un preparado que me acercó una amiga, medio comprimido de un antidepresivo, el inhibidor de colesterol y una Aspirineta (otro regreso a la infancia). Mis comidas fuertes consisten en pastas, omelettes , atún con fideos, milanesas de pollo fritas en aceite de oliva, paté con champignones, morrón rojo, tartas de jamón y queso o verdura, purés de papa y batata y lomo picado en procesadora.

Sostengo que el covid19 cambió las relaciones de poder en Argentina y el mundo. En los hogares biparentales o multi parentales, el que antes tenía el poder (hombre o mujer) dominaba al que estaba sometido por su dependencia. Ahora, de ser el caso, los roles se invierten. De los infantes, ni hablar. El/la que detenta el mando los tiene carpiendo. Cuando el hogar es de una sola persona, no cambia nada porque no se puede. Deben recurrir a la masturbación (con o sin pornografía escrita o filmada). Las mascotas sufren a su manera la cuarentena. Si los sacan a pasear, su libertad callejera dura lo que un suspiro. Deben hacer sus necesidades en la puerta de casa y conformarse con ello.

 

             Martes 8 de abril de 2020

MALEDETTO CORONAVIRUS

 

Cuando escribí mi primer cuento de este volúmen (“Catarsis por el corona virus”), contábamos en Argentina con 2 fallecidos, ambos de muchos años con enfermedades crónicas preexistentes e importados por personas que llegaban de Europa. Hoy, a dos semanas y pico, estamos próximos a los cien. Nuestro gobierno, a diferencia de los de EE.UU., Brasil y Ecuador -que convierten la situación en una tragicomedia de mal gusto. Estaba transitando de la depresión a la euforia de un saque y retomé las computadoras. Obsesionado, -como todos con el tema- lo sublimé en palabras y sueños (Freud dixit) y el SIDA (hace 30 años), la gripe aviar, la gripe asiática H2N2, la gripe de Hong Kong H3N2 A medida que transcurre el drama, mi ansiedad aumenta y tecleo. Atrás quedaron los ataques a Irak, el fusilamiento del líder libio Muamar el Gadafi, los casi bombardeos atómicos a Corea del Norte. Muchos dicen que la naturaleza es sabia y otros lo asignan a la voluntad de sus dioses o fuerzas maléficas. Prefiero atenerme al presente y confiar en que la humanidad la peste superará en el mediano plazo. Todos los interesados en la política internacional suponíamos que la tercera guerra mundial que acabaría con gran parte de la población planetaria.

Por fortuna, nuestros gobernantes tomaron las medidas adecuadas con antelación y estamos morigerando el avance. La derecha de nuestro continente, más aferradas al acrecentar su dinero que en defender la vida de los habitantes se hundieron en la infamia. Trump, Bolsonaro, el traidorzuelo Lenin Moreno, Piñera, el golpista Añez en Bolivia y el presidente paralelo Guaidó en Venezuela (reconocido por U.S.A., Israel y unos pocos más). En los tres casos se verifica una caída de popularidad que puede llevarlos a perder sus investiduras. Doy fe de que el bicho estremece las hormonas mediante una anécdota. Días atrás me acerqué a la sucursal de Callao y B. Mitre para hacer una transferencia a la señora que viene una vez por semana. Decidimos girarle el dinero que gana en casa una vez a la semana. En la zona de cajeros automáticos estaba una mujer dormitando en su colchón. Rubia de 6 puntos en una escala de 10. Tuve que esperar dentro pues una señora demoró 20 minutos en el cajero para clientes. La homeless me miró desde su cama. Yo le ofrecí diez pesos y para tomarlos se incorporó lentamente de modo que pude ver parcialmente sus pechos. “Gracias, lindo.” No suelo jactarme de mi pinta, pero cumplo 75 pirulos el próximo 25. Se levantó y llevó la plata a su marido, que, al parecer, estaba mangando en la cuadra.

Cada vez que salgo regreso con unas novedades que divierten a mi esposa. Anteayer crucé a un almacén situada a media cuadra. Había una consabida cola con pocas personas. Llegó una mocosa preciosa y se ubicó frente a mí. Los esperantes respetábamos la distancia aconsejada, y debíamos hablarnos a viva voz. Miré a la niña. Estatura mediana y pelo castaño. Shorts muy cortitos y una trompa generosa. Le pregunto si es venezolana o colombiana. “No, soy brasilera”. “¿Dónde vivís?” “¿En Buenos Aires?” “Sí.” “Enfrente.” Señaló un edificio en el que deben alquilar piezas porque entran y salen muchos hermanos latinoamericanos. “¿Y en Brasil? ”En la capital de Mina Gerais.” “Conozco bastante: Salvador, Santa Cruz de Cabralia y Porto Seguro, Río, San Pablo, Uberlandia, Porto Alegre, Foz de Iguazú y Uruguayana”. Pasé a falar brasileiro. ¿Cuánto hace que viniste?” “Unos meses”. Le comenté que el día anterior había policías tocando timbre a la vuelta, en la calle Junín y que como tenían barbijos puestos, presumo que estaban por inspeccionar el lugar. Como la espera era larga se me ocurrió ir a joder a una policía que conversaba con la quiosquera justo a la altura del almacén. Pensaba preguntarle cómo se arreglaba los dealers para atender a sus clientes. Se lo dije a la brasileiriña y a los dos minutos se las piró.

A los venezolanos que encuentro (supermercado, almacenes, verdulerías) les digo que es mejor que se vuelvan a su país porque “El pajarito” (Maduro), en cierta oportunidad dijo en televisión que Hugo Chávez se comunicaba con él por medio de un pajarito que se posaba en su hombro. Que tiene interferón Alfa que llevaron de Cuba y lo fabrican internamente. Y que hasta instalaron en China una fábrica. Rió abundante por lo de pajarito. Seguro que es uno de los anti bolivarianos que abundan en estos lares, especialmente durante los cuatro años que gobernó Macri.

Otro blanco preferido son los bolivianos. En Buenos Aires la inmensa mayoría de las verdulerías son gestionadas por nativos de el país de Sucre o sus descendientes. Cuando compro algo apunto y digo, al momento de pagar, que están haciendo el agosto con el tema del Coronavirus. Siempre me contestan que a ellos les aumentan en el Mercado Central. Incluso uno que, según me enteré por infidencia de coterráneo, tiene un puesto en dicho lugar de concentración de abastos. Como conozco algunas partes de Bolivia y Perú, entramos en confianza mientras me seleccionan la verdura y la fruta. En una farmacia donde también hacía cola, me llamó la dependiente pues reconoció que pertenecía a una de las franjas etáreas de riesgo. Pasé salteando a dos personas y le agradecí. Al reconocer un acento no argentino le pregunté si era colombiana o venezolana. “No, soy boliviana.” ”¿De qué parte?” “De Sucre, que es la capital política de Bolivia pese a que todos piensan que es La Paz.”” Fui de luna de miel a tus pagos. En tren hasta La Paz y luego a Tiahuanaco, Copacabana y cruzamos el lago Titicaca en un buque inglés en el que nos sirvieron la cena con cubertería de plata. Al amanecer pude gozar del espectáculo antes de desembarcar en Puno. Continuamos viaje hasta Cuzco. Nos alojamos allí y tomamos el tren local hasta Machu Pichu. Había un convoy para turistas, pero era mucho más caro.” “Yo justamente soy de Sucre.” “¿En Santa Cruz de la Sierra?” “No. Pero está cerca.” ”Supongo que sos partidaria de Evo.” “Para nada. A ese lo odian todos.” .” “Bueno, todos no. Los del Alto y los de Oruro le apoyan.” “Los de Oruro, no.” “Los ponchos Rojos son de Oruro.”. Como era de tez blanca intuí un tufillo racista. Los santacruceños intentaron sesecionarse, pero fracasaron. Es la parte petrolera del país y podría sostenerse si se alía con otras provincias. La grieta boliviana es triple: serranos, costeños y departamentos situados al Este de Los Andes.

Cuando converso con estos hermanos lo hago respetuosamente y nunca me cortaron el rostro. Una vez que trajo los medicamentos, los pasó a la caja. Pregunté si tenían barbijos. Me dijo que sí pero que eran los mejores de plaza, pero eran un poco caros. Seiscientos pesos. Un verdadero afano porque los comunardos[18] cuestan ochenta. Le recuerdo que Evo Morales incluyó en la Constitución del Socialismo del S. XXI, el precepto “No mentir-no robar-no ser flojo”. Me contestó que ya no se acordaba porque había venido a Argentina muchos años atrás.

Para información del lego, incluyo lo que tomé de Wikipedia: Afirma el jesuita, lingüista y escritor italiano, radicado en Perú desde 1578, Ludovino Bertonio en su obra de 1612 “Vocabulario de la lengua Aymara” que la palabra ayllu, tiene ese origen y su significado es el de “comunidad”.

En el período preincaico, los ayllus eran grupos de población que conformaban los habitantes de la zona andina de Sud América, ubicados en distintos ambientes, como costas, selvas o altiplanos. Cada poblado, unidos sus integrantes por vínculos familiares, era un ayllu, que se autoabastecía y el excedente lo mandaban a otros ayllus, en un sistema de cooperación, reciprocidad y solidaridad, pues los que recibían estos productos a su vez les enviaban sus propios excedentes de producción.

 

Los ayllus, que eran una unidad económica, religiosa y social, estaban organizados en jerarquías, y tenían una divinidad tutelar. Las funciones políticas, económicas, militares y religiosas estaban a cargo del curaca, que era el descendiente del fundador de la familia. Además, elegían un jefe o “mallcu” que ejecutaba las directivas, asistido por un consejo de ancianos o amautas.

 

 

El eternaútico virus (ver El Eternauta, historieta con guión de Oesterheld y varios dibujantes en cada una de sus 3 partes) para apreciar lo anticipatoria que resulta el arte. En Baires flota un vaho des inhibitorio que hace que las personas se animen a decir cosas que antes no solían pronunciar o hacer. Una especie de borrachera ligth agradable. Tiende a provocar hipersensibilidad artística y afectiva.

 

 

 

 

 

 

 

 

        Lunes 13 de abril de 2020

 

LA PURGACIÓN CON CORONA

La pandemia que sacude al mundo desde hace unos meses tiene víctimas y beneficiarios. Entre los primeros tenemos a los infectados y los muertos, las productoras y distribuidoras de energía fósil, las putas, taxi boys, proxenetas, la población LGTV (pues se modifican sus modos de ganarse el pan y disminuyen sus posibilidades afectivas; los mayores de 60 analfabetos digitales que se aterrorizan con las noticias trasmitidas por los medios de comunicación masiva. Entre los que se frotan las manos (con o sin alcohol en gel) están, en primer lugar, los feos y las feas, los enanos, las pajeras/os; inválidos en general y los/las adolescentes -hayan o no visto la cara a Dios. En el segundo puesto está la industria farmacéutica, las fuerzas armadas y de seguridad, los productores y vendedores de alimentos, los trabajadores del transporte y los sistemas de salud privados. Agregar monopolios u oligopolios de todo tipo, los bancos legales e ilegales, los usureros y cartoneros y homeless haciendo la salvedad de que tienen más anti cuerpos pero están más expuestos. Como ya no hay “Solos y solas” el levante se complica. Es cierto que se puede recurrir a la amiga masturbación o practicar el sexo on line, o en su defecto, acudir a la imaginación o los recuerdos. La consulta a materiales pornográficos en soporte papel o páginas XXX, también está aconsejado por profesionales de la salud. El “a coger que se acaba el mundo” invade nuestras próstatas y clítoris; nuestros ojos y manos. La convivencia se complica y los golpeadores/as ejercitan sus malas costumbres. Los viciosos y perversos, con la sola excepción de los voyeurs, están de fiesta. El sadomasoquismo se renueva gracias a la imaginación de sus cultores, quienes, al estar cerrados los pornoshops, se castigan con cinturones vestidos con ropas negras y se atan a los picaportes con hilo sisal. Los desesperados consultan por internet las obras completas del Marqués de Sade y Memorias de una princesa rusa (de autor anónimo). Los/as exhibicionistas se muestran por ventanas y puertas balcón sin ninguna clase de pruritos.

Los que saben dicen que equivale a las crisis económicas de 1890 y 1929 (Crisis periódicas según la descripción de Marx), más la Gripe española y el Ébola juntos.

Se reduce el agujero de ozono y surge la piratería a cargo de Estados (ej: Francia con China, Turquía con Alemania) pero, a diferencia de los antiguos corsarios, lo hacen sin patentes de corso. Los que están jodidos son los piratas del Mar de la China porque no pasan buques de turismo que puedan abordar. El presidente de Filipinas, que se pegó la purgación y está al borde de la muerte, volvió a las andadas (terminó con la corrupción de funcionarios de la administración nacional y local y privados con una solución económica y sencilla porque los fusiló a todos en plaza pública) y ahora manda meter bala a los que no respeten la cuarentena. Las grandes perjudicadas son las industrias del entretenimiento, del ocio y del turismo.    

Está descripto por los psiquiatras y psicólogos que, en escenarios donde la Muerte es central (guerras, establecimiento de salud, refugiados y epidemias) aumenta la libido. Me animo a decir que en Buenos Aires todos los que somos activos sexualmente estamos calientes. Lo he comprobado en las calles cuando hago las compras. De lo que se deduce que habrá más nacimientos y menos abortos subterráneos. En cambio, crece el número de femicidios (que varían en cuanto a los medios empleados: en México los machos matan a las balas y en Argentina prefieren el cuchillo). La cuarentena (voluntaria y/o impuesta) quiebra los nervios de los golpeadores, y, en no pocos casos, pasan de fajar a matar. Las pocas veces que me mando a la calle saludos a quien se cruce con un Feliz año nuevo (estando en abril) 2021 porque todos confiamos en que se supere la pálida el año que viene.

En una excelente película española cuyo nombre no recuerdo pero que es protagonizada por Paco Raval, el actor asume el rol de un anciano cuyas últimas palabras son: “¡Qué linda es la vida cuando se acerca la muerte!”. Una suegra mía por parte de mi difunta esposa tiene 94 años y es alimentada por sonda gástrica. Cuando hace un mes tomé el té en su casa, me confesó: “a mis 94, habiendo pedido a mi hija y a mi marido con seis meses de diferencia, estoy segura de que encontraré a mi hija en el cielo. Vos sabés que mi existencia no fue fácil.  La plata que tengo y lo que me ofrece mi hijo me permiten sobrevivir con enfermeras y empleadas las 24 horas, pero si pudiera vivir hasta los 150 lo haría”. En “La conquista de Albania, película vasca excelente, uno de los cruzados ruega a Dios por saber morir: con el estómago lleno y la conciencia tranquila.

León Felipe escribió el poema SEGADOR ESFORZADO” en VERSOS Y ORACIONES DEL CAMINANTE (1917), que forman parte de POEMAS MAYORES.

Transcribo sólo unas estrofas.

 

¡He, Muerte…,escucha!

Yo soy el último que hablo:

 El miedo y la ceguera de los hombres

Han llenado de viento tu cráneo,

Han enchido de orgullo tus huesos

Y hasta el trono de un dios te han levantado.

 

Y eres necia y altiva

Como un dictador totalitario.

Tiraste un día una gran línea negra

Sobre el globo terráqueo;

Te atrincheraste en los sepulcros y dijiste:

“Yo soy el límite de todo lo creado”

¡Atrás!

¡Atrás, seres humanos!

Y no eres más que un segador,

Un esforzado segador…un buen criado.

Tu guadaña no es un cetro

Sino una herramienta de trabajo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PARA REÍR Y/O LLORAR

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Jueves 9 de abril de 2020

VENEZOLANOS

Ayer estaba haciendo cola para pagar dos celulares en el único lugar del barrio en que cobraban sólo con tarjeta de débito. Antes había peregrinado por las cercanías sin éxito. Delante de mí había unas cuatro personas y detrás las que iban cayendo al enterarse que ahí podían pagar servicios. Como la cola no avanzaba, pregunté el porqué. El primero de la fila, cuarentón en buen estado y con barba, me contestó que el sistema se había caído y que estaban esperando que volviera. Por su acento, percibí que era venezolano. Al preguntarle confirmó mi presunción. Decidí esperar un rato por si se componía el sistema. Recurrí al truco que les hago a los de la Patria de Bolívar (ver “Niñas bonitas” en este mismo panfleto). La tercera en la línea también era venezolana de mediana edad que, al parecer, conocía al anteriormente aludido. “No le dé charla a ése porque no lo va a dejar hablar.” “No se preocupe que no tengo apuro”. Y continué mi arenga. El “Venezuela” arrancó con todo: “¿Tú sabes que lo del interferón Alfa puede ser verdad, pero, como dijo esa chica, de seguro que los reservan para los colocados. Yo conozco a muchos argentinos que fueron a trabajar a Venezuela hace mucho tiempo y con mucho trabajo y sacrificios se hicieron de una posición. Un almacén, un tallercito, una tienda. Pero cuando vinieron estos hijos de puta se quedaron sin nada, repito, sin nada. Tenían su carro, su departamento, mandaban a sus hijos a escuelas privadas, y, de la noche a la mañana, se quedaron sin nada y tuvieron que volverse para Argentina.” “¡No me diga!” “Cómo se lo cuento. No podían cargar combustible para el carro, pagar los gastos de sus departamentos, pagar la cuota de los colegios ni nada y tuvieron que volverse.” “Mire usted.” “Que cómo se lo digo y se lo estoy diciendo. Fíjese que no podían cambiar los neumáticos porque uno, sólo uno, les costaba más que el propio auto.” “¿Y porqué pasó eso, por culpa del Pajarito?[23]” “Por obra y gracia del mismo Chávez, que dios lo tenga en el infierno friéndose en una sartén” “¿Te refieres al Comandante Hugo Chávez?” “Al mismo, maldito sea. Quieren mantener el Socialismo y el comunismo a costas del pueblo pero yo prefiero al capitalismo y me tuve que venir.”. Terció entonces su compatriota: “El capitalismo no es malo. A ti te habrán tocado patrones malos, pero no todos son así. Estamos viviendo en Argentina y el gobierno es capitalista y sin embargo cuida a las personas de abajo. Yo aplaudo al Presidente Alberto Fernández porque no teme a emitir dinero.” “Bueno, está muy bien que emita porque Trump también emite. Claro que como el dólar es moneda de transacción internacional, no tiene límites.”  “Sí, puede darle a la maquinita todo lo que quiera” Yo intervine y les recordé que La República Popular China era socialista en lo político y capitalista en lo económico.” El chantapufi se salía de la vaina por seguir hablando pero le gané de mano: “Pienso que el virus hace retroceder a la humanidad a tiempos de la Edad Media. Vuelven los piratas con nuevos bríos. Los turcos son robados por los alemanes. Los españoles por los franceses y la CIA desvía aviones para que lleven la carga de insumos críticos a los Estados Unidos y entrega a sus pilotos maletines llenos de dólares. Por suerte, el gobierno nuestro está emitiendo moneda como nunca antes se había emitido.” La fémina caribeña dijo: “eso está muy bien. Es un buen gobierno.“  ““Eso yo lo vi en la tele, pero me parece que no fue así. Creo que el asunto fue en Filipinas, cuando un aeroplano paró para abastecerse de combustible, el gobierno incautó la carga.” “Sí, puede ser. El dictador de filipinas, que tiene un 80% de aprobación, acabó con la corrupción de un solo golpe. Juntó a los funcionarios coimeros con los particulares que los coimeaban y los fusiló a todos.” “Pero ese es un Hitler, qué barbaridad.” “Ciertamente, mandó matar a los drogadictos, los homosexuales y las prostitutas. Si alguien deja un chicle usado en la calle, va preso”. El charleta[24] quería meter un bocadillo pero nosotros seguíamos hablando. Yo calé al vuelo al venezolano porque en su país la gasolina es la más barata del mundo y porque si los argentinos de que hablaba no podían tener generaciones y generaciones en el país. Sepamos disimular. No obstante, este tipo de intercambios me demuestra que estamos politizados o en vías de ello. Mis circunstanciales vecinos de fila están, pese a ser del pópolo grosso[25] están muy actualizados.

No todo es malo con esta pandemia. Todes[26] nos convertimos en farmaceúticos, economistas, filósofos, sociólogos, enfermeros y médicos de pies descalzos[27]. Como estamos todes estamos informados al minuto, enriquecemos nuestros vocabularios y cuidamos salud y hermosura (en el caso de que exista. Por otra parte, en las colas, pese al distanciamiento social, se pueden conocer nuevas personas y hasta realizar un levante.

Como el sistema seguía sin aparecer, decidí dejar el pago para otro día. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

       Martes 14 de abril de 2020

 

FARMACITY TALES

Farmacity es una cadena de farmacias cuyo dueño es Nicolás (Nicky) Caputo, integrante de la mafia de Mauricio Macri y condiscípulo suyo en el Cardenal Newman. Como atiende muchas Obras Sociales y tarjetas de crédito, suelo pagar algo más, pero financiarme con cuotas sin interés. Formo parte de la cola que debe hacerse por el Coronavirus (se ingresa a medida que sale alguna persona) y, como no éramos muchos, pasé a los cinco minutos. En el mostrador, en cambio, esperé bastante más debido a que una cajera estaba ayudando a sobrevivir a un anciano con consejos acerca de qué medicamentos eran más baratos y cómo tenía que presentar el reclamo al PAMI. Yo era involuntario testigo de una muestra de decrepitud humana que se hacía repetir las cosas varias veces. Tenía barbijo y audífono en un oído. Pequeño de estatura, encorvado y con bastón, salió finalmente airoso hacia la caja. Una vez que compré lo que necesitaba, fui a la caja. En la cola de las cajas estaba el pobre hombre esperando. Le grité desde dos metros de distancias “Yo también tomo alguno de los remedios que usa”. “Sí, ¿Porqué?” “Porque tengo una enfermedad preexistente.” “¿Cuál?” “Demencia.” “Mire usted. Qué lástima.” “No, hombre, es una chanza.” El viejo respiró aliviado. “¡Que lo dije en broma, tío, en broma, coño!”. Mientras esperaba mi turno, escuché como hablaba el tío, supuse que era homosexual, mi mente podrida se preguntó si no tendría SIDA.  

 

Me fui cantando bajito.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                 Martes 14 de abril de 2020

NIÑAS BONITAS

Volvía del Banco sin poder sacar plata porque estaba cerrado por la Pandemia y tenía problemas con mi celular (no lo puedo abrir porque pide una contraseña. La escribo y la revota) En Corrientes y Junín, doblo y me dirijo a Rivadavia. Por la segunda arteria mencionada caminaba un joven alta y bonita hablando por celular. Esperé que cortara y la paré. “¿Sabes leer inglés?” “Un poco lo puedo ayudar.” Yo llevaba un buzo con una leyenda: Compared to Einstein, I´m an Idiot. Compared to you, I´m a Genius (Comparado con Ainstein, soy un idiota, comparado contigo, soy un genio. Advertí que era una hermana latinoamericana e inquirí sobre su origen. “Venezuela.” ”Y entonces porqué no vuelves allí? “Porque vivo aquí y estoy bien. ”Pues si regresaras estarías mejor porque El pajarito (Maduro) relató en su programa diario en la televisión que el Comandante Chávez se comunica con él a través de un pajarito que se posa en su hombro. Tienen Interferón Alfa cedido por los cubanos y hasta instalaron una planta en China para fabricarlo.” “Mentiras.” “No, es verdad.” “Entonces, en todo caso, estará disponible sólo para los Enchufados.” ”¿Los bolivarianos?” ”Claro.” ”Te voy a contar una anécdota sobre lo que viví en Santiago de Chile poco tiempo atrás.” “Bueno.” “Resulta que estaba sentado en un bar en el barrio de Bella Vista y una señora compatriota tuya, con sus hijos adultos presentes. Era una exiliada como vos. Pienso que, dejando de lado la política, dentro de 50 años las mujeres nuestras serán muy hermosas por causa de la e mezcla. Hasta las chilenas “guasas”[19] , que son bien feúchas. Las de clase alta y media alta están buenas (como en todo el mundo. El hijo mayor me preguntó si también apoyaba a los Castro y  contesté que sí. “Lástima.” La señora habló nuevamente: “Lo que acaba de decir es bien bonito, bien bonito. Mi circunstancial contertulia -rápida como una centella- captó el piropo. Como íbamos en el mismo sentido caminamos juntos hasta la esquina. Ella partió hacia la izquierda y yo seguí derecho. Cuando nos saludamos me halagó con un “Eres un genio”

Una vez solo, reflexioné. En encuentro me recordó que, en días anteriores volvía yo de Corrientes por la Avenida Callao y divisé, de lejos, a una señorita alta, espigada y canosa. Estaba de espaldas a mí. Al llegar yo a Callao y Sarmiento, comprobé que no era una mujer cincuentona como yo calculaba sino una treintañera en su mejor esplendor. Estaba cruzada de piernas como las modelos en la mismísima esquina. Al pasar le dije: “Yo combato al virus con tabaco. Me sonrió. Era una cultora del oficio más antiguo del mundo y, probablemente, la venezuelanita que abordé también.

                                                                 Martes 14 de abril de 2020

 

LA CAJERITA VENEZOLANA

En uno de los locales de Farmacity cercanos a mi domicilio, llegué a la caja para pagar mi compra. Pregunté a la cajera si era boliviana o peruana. Me respondió que era venezolana. Apelé al archisabido latiguillo que empleo con los nativos de la nación caribeña gobernada por Maduro (esa que comienza con un ¿Porqué no te vuelves a tu país?). Es joven y bonita, veinteañera a lo sumo y simpática y amable como todas las hijas de Venezuela. Tiqueteó la compra, aboné con mi American Express Gold y tomé lo comprado. En el interín entre la confección del recibo me dijo: “Porque no encuentro quién me pague el pasaje”. Preferí morderme la lengua y no retrucarle que Maduro ya lo estaba haciendo y que, si se anotaba, regresaría en un avión de la Fuerza Aérea Bolivariana porque seguramente lo sabía y no quise hacer bardo. La aparición del Muñeco Maldito debe haber modificado la repatriación, pero si quisiera regresar, lo podría hacer cuando pase el huracán. Ayer miré en Telesur, un programa donde se trataba la invasión yanqui-colombiana-gusana en el que Maduro decía que las repatriaciones continuaban. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  

 

 Viernes 10 de abril de 2020

POBRES

 

Los pobres coleccionan problemas. Yoli, la señora que nos limpia el departamento los martes, vive en Merlo (tercer cordón de la provincia de Buenos Aires -culo del mundo si los hay-. Sobrevive a un cáncer gracias a nuestra amiga Alicia, cuyo derpa limpia no sé cuántas veces por semana. Junto a otros cumpas, le transferimos lo que le corresponde escrupulosamente. Tiene una nieta internada en "Casa Cuna" (hospital pediátrico de Barracas). Yoli se comporta como lo qué es. Guarda las cosas donde quiere y tenemos que reordenarlas cuando se retira. No hay forma de hacerle entender que la escalerita que hay en nuestro dormitorio no debe quedar sobre la caja del aire acondicionado del balcón. Carga con una culada de nietos de diversas edades. Uno de ellos no come dulce si no es de marca. Nancy le guarda los frascos vacíos de mermelada para que los llene de mermelada casera. Para colmo de males, al marido lo rajaron de la empresa en que trabajaba, con lo cual se quedó sin CBU. Por suerte, Yoli tiene el suyo porque es jubilada. Todos los martes le mando la transferencia.


Otro caso citable es el de Mirtha (con hache). Alquila dos ambientes en Flores, es evangelista, macrista y madre soltera de Rocío, quien, para no quebrar la tradición familiar, la munió con 5 nietos también sin papeles. Los “gurises” son de distintos padres. Los dos primeros fueron incubados con un compañero de secundario (también drogadicto perdido), otro, con otro homeless, que la embarazó y se tomó el buque, el cuarto con su primera pareja porque se habían reconciliado y el más pequeño, que Rocío se reserva para sí porque con un bebé en brazos factura más.


Un día, Rocío denunció a su padrastro por violación reiterada. El padre de alguno de sus hijos, que tenía prohibición de acercamiento, no la respetó, subió al departamento y le quebró varios huesos. Adentro mi alma por asalto y violencia agravada. Lo metieron en cana y se comió unas semanitas a la sombra. Salió por una recomendación que hizo un guardaespaldas de Macri. 


Como si esto fuera poco, era verdad que violó a Rocío, pero el desgraciado, en un vómito de sinceridad, adujo ante Mirtha, que, desde hacía mucho tiempo, desde que Rocío era menor de edad, le pagaba unos pesitos y eso no constituía violación.


La santa nona se resigna pensando que "Dios sabe lo que hace" o "Dios proveerá" (como los judíos ortodoxos, que se niegan a cualquier tipo de prevención para el Coronavirus19). Renunció al trabajo en nuestra casa porque somos kirchneristas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DE LAS PSIQUIS HUMANAS

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo 26 de abril de 2020

 

Día posterior al onomástico del nativo Jorge Vibes. Día posterior al onomástico del nativo Jorge Vibes. No recibió ningún regalo porque sus amigos y parientes están en cuarentena.

¡Snif!

 

ADRENALINAS


Marcos Peña Brown dijo, de la pandilla de Mauricio Macri, en una de las provocaciones que lo caracterizan, que La adrenalina es buena y que no hay nada mejor que estar sin trabajo y vivir en la incertidumbre. Pero Adrenalina es lo que me viene cuando me pongo el barbijo, los guantes, el calzado para caminar y el carrito para las compras. O cuando me miran en la calle porque soy un geronte y me atrevo a salir.


Cuando entro a mi casa y mi mujer me rocía con desinfectante, me ordena que me lave las manos. Cuando debo hacer cola en el súper y el empleado de la puerta me tira alcohol en gel a las manos.


O cuando tengo que ingerir antidepresivos y tranquilizantes, que compro dicendo "deme dos" como en tiempos de la "Tablita de Martínez de Hoz", ministro de Economía de la Dictadura Genocida, las clases medias viajaban a Miami y volvían con todo por duplicado.


Adrenalina es lo que me atrapa cuando tengo que escribir lo que escribo, en parte para pasar el tiempo y en parte para hacer catársis. Cuando releo libros en el inodoro para entretenerme. Cuando no llegaban las boletas de gas, luz y agua durante la presidencia de Macri y sabíamos que seguirían aumentando y no las podríamos pagar


¡Esas son adrenalinas que valen la pena! Doy gracias a la naturaleza por estar vivo para asistir a una guerra tan cruel e innecesaria como las I y II guerras mundiales, que dejaron millones y millones de muertos y heridos. Espero poder contarlo a mis nietos más pequeños.


Si mi esposa se empastilla, como yo, y duerme muchas más horas para evadirse y prevenirse de la úlcera que la atacaría si no encontrara remedio en el sueño y fumar menos. Cuando yo alterno pipas y cigarrillos para proteger mis pulmones.


 Adrenalina es lo que sentimos todos cuando, ante la sospecha de la muerte propia y ajena, recapitulamos la vida. Cuando nos tornamos generosos porque "el dinero no hace la felicidad" y gritamos "Salud y pesetas" como ironía.


Si estamos sufriendo por la cuarentena, reconfortémonos recordando la Guerra Civil española y su posguerra, los campos de concentración nazis donde, además de judíos, exterminaron comunistas, anarquistas, homosexuales y deformes. O evoquemos, al mismo fin, los campos de concentración israelíes donde confinaban a los palestinos. O los de la Guerra de Ruanda, la de los Balcanes y tantas otras. En todos esos ejemplos, la gente estaba abombada por el terror y se prostituía por una comida. Y nosotros protestamos por el distanciamiento social y las correctas medidas que adopta el gobierno. Traigamos a nuestra memoria el espanto que cundía en la Londres bombardeada por las bombas V1 y V2, en las trincheras cavadas en las fronteras europeas, en las guerras químicas y en las bombas atómicas.


Adrenalina se siente cuando el Pepe Mujica, Tupamaro que llegó a ser presidente de Uruguay, declara que vivirá mientras haya una causa por la que luchar. Y cuando todos los "grupos de riesgo" se defienden como pueden de la Pandemia. Y cuando Bolsonaro sale a abrazarse con sus seguidores y se pelea con su ministro de salud. Cuando Trump privilegia la economía estadounidense a la supervivencia de los habitantes del Gran País del Norte. En lugar del "sepamos disimular" argentino o el "Hazte el huevón" chileno, no disimulemos más, porque en ello nos va la vida.


Adrenalina es lo que me viene cuando me pongo el barbijo, los guantes, el calzado para caminar y el carrito para las compras. Cuando entro a mi casa y mi mujer me rocía con desinfectante, me ordena que me lave las manos. Cuando debo hacer cola en el súper y el empleado de la puerta me tira alcohol en gel a las manos.O cuando tengo que ingerir antidepresivos y tranquilizantes, que compro dicendo "deme dos" por si se acaban, como en tiempos de la "Tablita de Martínez de Hoz", ministro de Economía de la Dictadura Genocida, las clases medias viajaban a Miami y volvían con todo por duplicado.

 

Adrenalina dendeveras es la que genera el Coronavirus19 cuando salimos a las calles y encuentro un homeless que, cuando le deseo Feliz Año Nuevo...2021 me dice, temblando y tartamudo: 'No lo entiendo...no puedo hablar ni pensar...tomo 20 pastillas por día y estoy abombau...soy un vegetal, una ameba, un lagarto´". 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                            

Domingo 12 de abril de 2020

 

ANSIEDADES

 

Armando Manzanero primero, el Trío los Panchos y Cristian Castro después, cantaban un bolero llamado “Ansiedad”, con un estribillo que rezaba así:

 

Ansiedad,

 

Ansiedad de tenerte

en mis brazos,

 

y besarte en la boca

 

otra vez…

 

El que redacta este pedido de auxilio, tiene una ansiedad permanente que lo lleva a gritar: “Yo me quiero ir con mi mamá.” Tengo casi 75 e, inconscientemente, clamo por la teta. De vivir mi madre, tendría los pechos secos y no podría satisfacer mi deseo. La Pandemia es una mezcla de films y series de ciencia ficción: Alien; 2001 la odisea del espacio, Blod Runner; V invasión extraterrestre; Corazón Valiente y Highlander. Los protagonistas de esta serie tienen la capacidad de viajar en el tiempo y yo querría transportarme a la Edad Media, a tiempos de Luis Vives, filósofo y catedrático de la Universidad de Salamanca. Mi apellido de heráldica es Vives, pero a mi padre lo anotaron mal y nació un nuevo second name[1]. Mi progenitor nunca lo cambió, tampoco yo, ni mis hijos, y por lo tanto mis nietos, que -en el caso de los varones-, seguirán firmando Vibes.

 

Mi ansiedad está lejos de querer besar en los labios al Maledetto Virus. Más bien, trato de mantenerlo a distancia. No quiero abrazarlo ni tener que ver nada con él. Prefiero zafar de la pálida y esperar la guadaña mucho más adelante. El “chantavirus” tiene también sus ventajas: más de una jovencita, convencida de que La Muerte puede golpear a su puerta en cualquier momento, piensa en probar alguna experiencia novedosa. Lo que significa, en buen romance, que no tendría inconvenientes en curtirse algún viejardo inteligente. En el día de hoy, concurrí al Coto más cercano a mi casa. A una cajera amiga, que estaba conversando con una colega le espeté: “Cuando finalize esto del Coronavius19, ¿Tendrían inconveniente en que salgamos los tres?” Sonrieron pícaramente.

 

Mis ansiedades me hacen comer, fumar, beber y escribir en la laptop al mismo tiempo. Cuando me pongo loco por el Windows 10 que no alcanzo a dominar (la computadora en sí misma es generadora de ansiedad. Olvido las cosas que pensaba hacer, el celular, la lista de las compras, el dinero y las tarjetas de débito y crédito. En uno de los bancos, en el que cobro la jubilación, saqué el dinero y me fui dejando la tarjeta en el cajero automático. En la carnicería donde compro de a 2 lomos enteros, me hicieron cumplir con la cola y entrar con barbijo puesto. La cajera se esconde detrás de un plástico y con su barbijo, impide que vea su linda sonrisa. Se lo dije y no me dio bola. Siguió tecleando su celular hasta que salió el ticket y me pudo dar el paquete por una rendija.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                  Jueves 16 de abril de 2020

 

EN PANDEMIA, ELLO MATA A SUPERYÓ

 

En la noche porteña tenemos un dicho: “billetera mata galán”. Adapto esa sentencia a nuestro panorama actual. El famoso Edmund Freud, dividía a la conciencia en tres ámbitos: el Yo, el superyó y el Ello. Éste último es el territorio donde mandan los instintos primitivos (placer profundo, dolor absoluto, etc.). El superyó es la censura que controla los apetitos del Ello. Y el Yo, la conciencia presente.

 

Gracias al Fin del Mundo y la llegada del Juicio Universal del Covid19, las inhibiciones desaparecen y tod@s se animan a soltar a sus animales internos. Los largan a pastorear libremente. El obispo cristiano superyó se repliega y se esconde bajo la sotana o el traje de Pastor. Reconoce la derrota y se bate en retirada. Las fieras lascivas salen a cazar en las calles y obtienen sus presas. Presas y presos infectados, junto a civiles de todas las edades, pero los diminutos enanitos sólo medibles por la nanotecnología, se ensañan, especialmente, con los mayores de 70 en geriátricos y villas miseria.

 

Pruebas al canto. En relatos incluidos en este volumen, escribí acerca de mis experiencias con el sexo opuesto (y el no opuesto) en relación a las pulsiones eróticas, insatisfechas y satisfechas. Abono con estiércol humano esa pastura fértil, tal como hacían las aristocracias europeas del medioevo para que las perdices no tuvieran mal gusto.

 

En efecto, tod@s estamos prendidos fuego: Le@s homeless y le@s policías, le@s jovencitas, le@s maduritas y maduritos, el personal de salud (primero en la trinchera y que cae vuelta a vuelta en tierra de nadie. Los pendeviejos como el que escribe y los que esperan la llegada del Mesías. El nuevo mesías, queridos amigos, amados míos, es el Coronavirus. No lo digo yo, lo declaman, junto a mí, presidentes y fascistas de toda ralea.

 

Al caer las murallas de la Jericó cananea, sentimos tan cerca a la Muerte que exprimimos la vida a fondo. El decaimiento de prohibiciones internas conduce al hedonismo, el onanismo y, si me apuran, al istmo de Suez. La moral y las buenas costumbres ya no sirven para contener a los “argentinos derechos y humanos” (consigna de la dictadura genocida). La paja no es lo mismo que el trigo. La ingenuidad extrema cae como anillo a dedo a los inescrupulosos, que aprovechan la bolada para arriar sus manadas. “Propietarios del mundo, uníos” dice el Manifiesto Comunista de 1848. ¿O era proletarios del mundo…?

 

Hoy, paso frente a dos masculinos de la Policía de La Cuidad. Les deseo Feliz Año Nuevo…2021. Uno de ellos me contesta: “¡Felisa, me muero!” Alude a un chiste de circulación local, que cuenta que, un fin de año, estaban dos viejitos tarde en la cama. El anciano le dice a su mujer “Felisa, me muero” “Pero viejo, cómo me deseas Feliz Año Nuevo, si estamos acostados juntos aquí.” “Felisa, me muero”. Y se murió nomás.

 

Lo que antes del Ángel exterminador eran horribles pesadillas (incestos varios y otras yerbas), hoy son agradables sueños, pues desapareció el elemento culpógeno, y, con él, los remordimientos. De ahí, a llevar a la práctica esas ansiedades, hay un corto paso. El incesto es una construcción cultural e histórica (ver Emilio Durkheim- Las formas elementales de la vida religiosa) donde devela que, en algunos grupos de bosquimanos el rito iniciático de los varones, consistía en que…un tío los desvirgara.

 

Me considero un escritor libre, como antes que yo, se autodenominó Curzio Malaparte y, dos siglos antes, se comportó (en el manicomio, sin usar ese concepto), el Marqués de Sade.

 

Es tiempo de lavar la conciencia. De escarbar entre las ruinas, todas la acciones y omisiones que hicieron de nosotros lo que somos. De “Esa precisa manera” nos postramos ante el Juez Supremo que decidirá nuestro futuro próximo.

 

Nada tengo, nada temo. Iré donde mi destino mande. ¿Prodigalidad? No, realismo científico. Si Mario Bunge murió a los cien años en Montreal, este humilde escriba aspira a no ser menos.

 

 

 

 

                                                                        

                                                                           

                                                         

 

 

 

                                                                 Miércoles 15 de abril de 2020

 

DANIEL EL TRAVIESO

Mi vecino Daniel es un personaje de aquellos y ya hablé de él en “Catarsis por el coronavirus”, de modo que remito a ese relato. Vive solo y ya le regalé un libro de teatro de Jean Paul Sartre. Sigo organizando la biblioteca y aparto, para él, dos libros: Las elecciones internas en los partidos norteamericanos y uno que se usa en la carrera de Antropología de la U.B.A. que se centra en la historia de los indios ranqueles. Toco timbre y me observa por la mirilla. “Ah, sos vos. Pasá.” Paso. Le entrego los libros y me pregunta ¿Porqué estás sin barbijo? Los libros, que te agradezco, ¿no tendrán el bichito?”. Lo miro medio en serio y medio en broma. Me caga a pedos “tenés que cuidarte, somos personas de los grupos de riesgo”…“Yo agradezco tu amabilidad, pero me hice un barbijo casero”. Me lo muestra. “Vos perdóname pero a vos te atiendo porque somos vecinos, pero ahora tengo que desinfectar a los libros, la mesa, el picaporte de la puerta, la botonera del ascensor y estoy aterrado, estoy cagado en las patas.”…”Ya empecé a leer ese libro que me trajiste que ¿Cómo se llama?”…”Ah, ahora me acuerdo, es de Sartre”…”Estoy tan abombado que se me olvidan las cosas.” Le dije que yo no estoy preocupado y que ya vivimos lo suficiente y valió la pena. “Cumplo tres cuartos de siglo el próximo 25 y me arrepiento de muy pocas cosas. Afortunadamente salté de la depresión a la euforia y me lo tomo con soda.” “Yo estoy histérico, realmente histérico. Nunca me pasó.”…”Te pido mil disculpas porque sé que sos buena persona, pero no puedo controlarme.” “No te aflijas, ya me voy”. “Repito que quiero que me disculpas, porque lo tengo derecho a maltratarte, pero estoy histérico” Nos dimos los codos (la forma correcta de saludar) y bajé a mi departamento a buscar las bolsas para comprar comida. Fui al súper mercado y regresé con lo que necesitamos. Me meto en la computadora y escribo cuentos. A la media hora suena el teléfono y es Daniel. “Disculpame, pero estoy muy preocupado por la forma en que te traté hace un rato cuando me trajiste los libros, no te o merecés. Tengo culpa por que me comporté como un maleducado y nunca fui ni maleducado ni mal aprendido.” “Bueno, yo no me ofendí y te comprendo.” “Pero yo quedé muy abatido y tenía que llamarte.” “Ya te dije que no tenés que preocuparte porque considero que no me ofendiste.” “¿Seguro que no lo tomaste a mal?” “Seguro, no tenés que disculparte más, quédate tranquilo” “Me sacas un peso de encima, gracias.”

 

Colgué y seguí escribiendo.

 

 

                                                           

Miércoles 15 de abril de 2020

PÁNICO

Estoy redactando y suena el teléfono fijo. Es Daniel. Con voz angustiada me confiesa que está al borde de un ataque de pánico. “¿Porqué”? “Vos me mandaste un mail?” “Sí.” “Cuando lo abrí saltó un mensaje de alerta que me advertía que yo nunca había recibido un mail tuyo. Me asusté porque pensé en un hackeo y me sacan lo que tengo en mi caja de ahorros en el banco.” “Pienso que debe saltar por sistema. Antes de éste, nunca te mandé un mail” “Bueno, me tranquilizás, te pido disculpas por molestarte otra vez” “No hay problema, no es molestia. A propósito, el mail que te mandé decía Asamblea Ordinaria.” “Sí, pero nada más” “Bueno, eso es porque soy analfabeto informático y estoy tratando de mandar a todo el consorcio, pues Bibiana me redactó un escrito para consultarles sobre realizar la Asamblea en forma virtual y, como no sé cómo hacerlo, pese a que Bibi incluye los mails de todos, no me dí maña para incluir en el CC a todos. Tenemos tiempo. En la tarde voy a intentarlo nuevamente.” “No sabés cuánto me tranquiliza oírte eso.” “Me crucé con el administrador en el hall y le pregunté cuándo se concretará la asamblea. Me contestó que cuando el gobierno lo autorice.” “Es un caradura, trata de ganar tiempo porque tiene el culo sucio.” “Eso ya lo sabemos, nos toma por boludos, pero se equivoca. Se le acabó la cuerda.” “El pelotudo es él, además de chorro.”

Como conozco el paño y me divierte charlar con un buen tipo, seguí conversando. “Si pudo venir hasta aquí a casa de sus padres, bien podría aparecer para traer, al menos, el libro de actas.” “Antes vivía a veinte cuadras de acá y podía venir caminando. Tengo entendido que se mudó.” “Se mudó a Palermo Soho y tiene que rendir cuentas por el ejercicio pasado.” “Vamos a hablar con la administradora que convocamos el otro día y le preguntaremos que hacer en caso de que se retobe y no nos entregue el libro. Opino que, si un administrador muere o se fuga con una amante dejando la administración en banda, debe existir un procedimiento para subsanar el problema.” “Seguro.” “Lo importante es que estamos en marcha y no nos va a joder.” “El jueves fui a buscar una receta para un medicamento para los ataques de pánico. Mi médico no atiende en el consultorio, pero me llegué a su casa y me dio la receta. Este sinvergüenza nos quiere bicicletear.” “O teme que lo mandemos preso.” “Veremos.” “Perdoname, te pido mil disculpas por molestarte, pero me asustó lo del mail.” “En el fin de semana les mando el mail completo”

 (Vaffanculo).”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

       Martes 14 de abril de 2020

TEATRO BARATO

Escenografía: La acción transcurre un día hábil durante la tarde en CABA en abril de 2020. Iluminación acorde. Alto, en la pared hay un cartel que indica que se está en la Calle Pichincha. Como fondo, almacén de barrio. Tres personas, todas con barbijo, hacen cola en la vereda. Se acerca una cuarta (de género masculino) y saluda a la última de la fila (femenino de 50 años proxy). Él.- ¡Tanto tiempo sin verte!

Ella.- Desde la facultad.

Él.- Claro. ¿Qué es de tu vida?

Ella.- Me mudé la semana pasada, aquí a la vuelta.

Él.- Es por eso que nunca nos cruzamos.

Ella.-Yo me casé hace 12 años. ¿Vos tenés pareja?

Él.- Sí. Hace 8. Tenemos dos hijos, una nena de 12 y un varón de 10.¿Vos?

Ella.- Una señorita de 14. Paramos ahí.

Él.- Siempre me acuerdo de vos.

Ella.- Yo también.

Él.- Con esto del Covid19, creo que vamos a salir todos más rápidos.

Ella.- Y más limpitos.

Él.- Más ordenaditos con las cosas y más despelotados en la cuca.

Élla.- Sí. Lavo y plancho mucha ropa. La lavandina es la reina de la casa.

Él.- Tal cual.

Ella.- Supe que laburabas en TELAM.

Él.- La pasamos muy mal con el hijo de puta de Avelluto.

Ella.- A mí me agarró en el AFCA. Nos rajaron a todos.  Una masacre estos años de Macri.

Él.- Por suerte tenemos a GGG como mariscal en Salud, y a los Fernández en el ejecutivo. Si llegaba a ganar Macri, la Pandemia nos acuesta a todos.

Personajes secundarios intercambian palabras: “No se puede estar sin tapabocas” “Estoy por fumar un cigarrillo”, “No debe fumar, trae cáncer”.

Él.- ¿Sabés que Cristina se contagió? Se enteró cuando volvió de Europa y se tuvo que comer la cuarentena. Ahora está bien.

Ella.- Mis viejos murieron hace años. Con poca diferencia.

Él.- Ley de la vida. Allá vamos.

Ella.- Sí.

Él.- Yo me divierto jodiendo en la calle. Digo: “Sr. (o Sra.), se le cayó algo.” Mira para ver qué se le cayó. “Es un coronavirus. Pero no se preocupe porque está muerto. Se ahogó con las lluvias de la semana pasada.” El (la) aludido contesta: “Menos mal.” Y nos cagamos de risa.

Ella.- La verdad que la pasamos bien en la Facu. ¡Qué nochecitas!

Él.- Amanecidas dirás. Me decías Duracell.

Ella.- ¡Éramos tan jóvenes!

Él.- El tiempo pasa…

Ella.- Así es, pasa.

Él.- Yo tengo un buen rato porque Ana fue a visitar a la madre. La vieja tiene 83 y vive sola.

Ella.- ¡Qué casualidad! Luis está en el trabajo. Es médico.

Él.- ¡Querés conocer las instalaciones del telo del barrio?

Ella.- Bueno… pero por única vez.

Salen del almacén rumbo al Hotel Alojamiento con las bolsas de las compras en la mano.

 

 

 

 

                                                                  

 

                                                     Viernes 17 de abril de 2020

LA AMBULANCIA EN LA PUERTA

Habito en un edificio en Bartolomé Mitre al 2000, rodeado de sanatorios y clínicas. Días atrás, saliendo de ese lugar para hacer compras, me encontré con una desagradable sorpresa. Había una ambulancia con la puerta lateral abierta, dos ambulancieros desinfectando el interior y una médica en la puerta. Todos con barbijo, guantes y Tutti le fiocci [6]Me dirigí a la facultativa y pregunté si era para algún paciente del inmueble. Me tranquilizó (o mintió) diciendo que habían trasladado un apestado a un centro de internación. Por su acento, inferí que era una hermana latinoamericana de las que abundan en Buenos Aires porque existe la enseñanza universitaria es gratuita de excelencia. Resultó boliviana. Baja, tez blanca con rasgos incaicos y bonita. Aclaro lo del color de la piel porque las aimaras y quechuas son de tez cobriza. Le conté que conocía parte de su país: La paz, Tiahuanaco, Copacabana, el lago Titicaca (que cruzamos en luna de miel con mi primera esposa). La travesía se hizo de noche, en un buque inglés que nos sirvió la cena con cubertería de plata y pudimos gozar del amanecer arribando a Puno (Perú).

Íbamos a conocer Machu Pichu vía Puno. Conocía todos esos lugares y era oriunda de Sucre. Me desasnó sobre que Sucre es la capital político-administrativa del país, cuando todo el mundo piensa que es La Paz. Sucre queda cerca de Santa Cruz de la Sierra, una de las provincias que ensayaron la secesión durante la presidencia de Evo Morales. Los separatistas desprecian a los cholos[7] y se vanaglorian de su fenotipo blanco-español. Viene a cuento pues la médica pertenecía a esa fracción. Le pregunté que pensaba de Evo Morales y Álvaro García Lineras y me respondió que los odiaba, al primero por cocalero y al segundo por comunista. Nadie es profeta en su tierra. Rumbo a La paz desde Villazón, un universitario boliviano nos contó que presenció el ataque de bandas fascistas de coyas a una dependencia del gobierno.

Odio de clase y odio de raza. Así anda por la vida esa niña. Por lo respetuoso de mi abordaje, aceptó mis conceptos y, finalizada la desinfección, subió al asiento delantero de la ambulancia.

En el hall del edificio, llamé al ascensor. Llegaba en ese momento la hija médica de Cristina, que vive sola y padece esclerosis progresiva. Yo pensé, erróneamente, que era la paciente que venían a buscar. Portaba un bolso con las compras para su madre. No le conté mi falsa premonición porque era de mal gusto. Subimos a la máquina transportadora y nos despedimos amablemente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                      Sábado 18 de abril de 2020

SODOMA Y GOMORRA

Adán y Eva. La muerte de Abel a manos de Caín. La quema de balso ídolo de oro. El diluvio universal. El arca de Noé. Las siete plagas de Egipto. Moisés cruzando el Desierto del Sinaí llevando al pueblo judío a la Tierra Prometida, los incendios de la Torre de Babel y la Biblioteca de Alejandría, el Talmud y Kabbaláh o Cábala judía. La espera del nuevo Mesías (Antiguo Testamento). La resurrección de la carne, la vida perdurable, amén (así sea). Los pecados capitales y los siete pecados capitales. Los padres nuestros y las aves marías. San Agustín, San Francisco de Asís, los Borgia, el celibato y el aborto. Esta no me la pierdo. El día del Juicio Universal. Tomás Moro y Santo Tomás de Aquino. Eduardo VIII y la República católica de Cromwell en Inglaterra. Las incontables aperturas del cristianismo hacia agrupaciones protestantes. El Papa polaco Nazi. El Gheto de Varsovia y las cámaras de gas. Juan Pablo II, el Papa asesinado que redactó la encíclica Veratis Splendor y muchas otras.

El Opus Dei y los templarios, llamados también caballeros o soldados de La Santa Orden de Jesucristo (que aún existen). Todos ellos respetando el Nuevo Testamento. La encíclica Rerum novarum de León XIII y Pio XI (fuente de la doctrina Peronista). El Papa Francisco (asesor espiritual de “Guardia de Hierro”[8]). Bolsonaro y sus seguidores. El pastor Jones de Guyana, que murió y mandó morir a 800 seguidores (incluyendo niños) que espicharon con una sonrisa en los labios, seguros de ascender al paraíso. Trump, que apuesta por la recuperación de la economía y se niega a reflotar el Obama Health Care[9] mientras defiende a capa y espada la Sociedad Americana de Armas[10]. El Opus en Argentina y los Templarios en México. El Pastor Jiménez y su venta de alcohol en gel bendecido.

Hoy salí de mi departamento a pagar las expensas en un cajero automático. Frente a mi casa hay un almacén ecológico de cuyos dueños me hice amigo. Las regalé libros que me sobran y les compro leche descremada de campo. En la vereda me barajó una homeless con una botella de Licor de Huevo en la mano. Le di diez pesos y entré al local gritando “Sodoma y Gomorra”. De a uno, fueron diciendo: “Eso no. Eso no puede ser.”, y se cagaron de risa. Taimado, les dije: “¡A coger que se acaba y el mundo!” señalando a la homeless que me estaba esperando en la vereda. Para acentuar mi gesto hice un aro con mis dedos de la mano izquierda y lo traspasé varias veces con el dedo índice de mi mano derecha. Los chicos festejaron con carcajadas. Salí y le pregunté: “¿Vos estás caliente?” Se acercó su pareja o amigo y me espetó: “Estamos todos prendidos fuego. En Campana le partí la concha a un bombón que vive en la calle como nosotros.” La señorita de marras me dijo: “Hoy cumplo años, 33, la edad de Cristo.” Parecía de 60. “Quiero festejar con este licor mi cumple porque yo no me drogo, tomo bebidas sanas.” Ese latiguillo lo escucho cada vez que me pongo a charlar con algún homeless. El varón portaba una campera de cuero que debe provocar envidia en Barrio Norte – producto, seguramente, de algún choreo- y manoseaba a la novia.

Satisfecho con mi diablura, me encaminé al Banco pensando que esta catástrofe culminará con el nacimiento de “El hombre nuevo” del Che Guevara.

 

 

 

                                                                   Domingo 21 de Abril de 2020

ASSPERA

Los sobrinos de Jorge Vibes, Gabriel y Julián Barrett han recorrido muchos escenarios. Lo más popular que han hecho es acompañar como músicos de la banda solista de Adrián Barilari, cantante de Rata Blanca. Recorrieron varios países con su banda. El conjunto inicial fue Lorihen, que, con los hermanos e integrantes diferentes, ofició como telonero cuando Kiss tocó en el estadio de Vélez Sarfield en la capital argentina.

Visitaron, juntos o por separado la playa Ale Ivanova en la Federación de Repúblicas Rusas y Helsinski, capital de Finlandia (con Tarja Turunen). Con Asspera, tocaron en Argentina, México, Uruguay, Cuba, Paraguay, Bolivia y Perú.

En 2019, entusiasmados con los éxitos logados, se animaron a reservar el Luna Park (5.000 butacas) para el 18 de octubre de 2020. Con el Choque de los planetas, quedaron colgados del pincel. La producción del recital está a su cargo, de modo que, arriesgaban mucha plata. A principios de mayo, los llamó el gerente del Luna y les comunicó que se posponía para 2021. Transcribo dos de sus clásicos a continuación:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                                                  

Lunes 22 de abril de 2020

 

FUENTES LITERARIAS

Suelo usar los libros como fuente para mis escritos. Se habrá comprobado respecto de León Felipe, Pablo Neruda, Antonio Machado, etc. Tengo la suerte de contar con ellos en mi biblioteca. Leo más de una novela a la vez. Una de las que consulto en el inodoro es “Diario de un extranjero en París” de Curzio Malaparte[11]. Lo conocí a través de “Kapput” y siempre compro algo más (hoy, por medio de Mercado Libre).

 

Me cuesta elegir qué incluir en este artículo. Finalmente, me decido y trascribo dos párrafos del “Diario…”:

 

“En general, los hombres mueren por sí mismos. Tengo cierta experiencia de cómo y porqué mueren los hombres. En el fondo de la muerte de un hombre en una revolución o una guerra hay siempre un pequeño ʽYoʼ, un pequeño miedo o una pequeña vanidad. No se muere más que por una fe propia y por la propia cruz. No se muere más que por uno mismo…El amor patrio, la fe revolucionaria, el altruismo, todo está bien, todo eso existe, aunque en menor medida. Pero existe también la disciplina, el código militar, el espíritu de emulación, el amor propio, la vanidad, el afán de gloria y el valor. El valor desempeña un gran papel en la muerte de un hombre que cree sacrificarse por los demás. El deseo de mostrase a los demás y a sí mismo que se tiene valor y al mismo tiempo el instinto ciego del valor, esa fuerza ciega, instintiva, irresistible, que nos empuja al frente, hacia la muerte, y que es el valor”.

Me permito ser iconoclasta y afirmar que esas palabras, no pueden salir de otra boca que no sea de la de un heredero del Dante, Boccaccio y Petrarca. De un italiano valiente y orgulloso, que, en su juventud, adhirió primero al fascismo, fue preso a una isla como preso político, por cinco años, pues se atrevió a criticar a Mussolini, y que, luego de cumplir la condena, fue a Francia para juntarse con los antifascistas. Que, cuando el gobierno del Duce entró en guerra, regresó a su país y, con el grado de capitán del ejército italiano, trabajó como corresponsal de guerra en el frente oriental.  Los dos párrafos citados nos muestran, además, a un consumado poeta que no teme a las reiteraciones cuando están al servicio del verso. Un hombre que conoció a toda la nobleza italiana y al Conde Ciano en la República de Saló. Así como al General Patton, jefe de la ocupación norteamericana en Italia. Que sobrevivió a la catástrofe y sus lacras, pero contó sus andanzas maravillosamente. A medida que lo leo, asisto a las reflexiones de un ser profundamente escéptico, y, por ello, dotado de un profundo humanismo. Un anarquista en el buen sentido de ese concepto.

He escrito, reiteradamente, que pienso que la humanidad está en guerra contra el Covid19. En esta contienda se observan todas las conductas típicas de las guerras. Cuando salgo de compras (limitadas a lo posible), descubro situaciones impensadas. El otro día voy fumando por Ayacucho con el barbijo en el cuello, y una señora de mi edad, con el tapabocas puesto me dice: “Tiene que dejar el cigarrillo.” “Mire, le agradezco, pero el sábado cumplo 75 y estoy amortizado.” “¿Setenta y cinco? Yo tengo 78 y me cuido.”

“Estoy persuadido”[12] de que la epidemia aporta varias delicatessen: nos da oportunidad, a los vivos, de ser protagonistas de un episodio nunca visto o vivido por los seres humanos; disciplina a los pueblos latinos; beneficia a las economías emergentes (antes llamadas subdesarrolladas) y promueve la autenticidad -y su socia inseparable- la sinceridad, en muchas gentes que previamente no las practicaban. Hechos que demuestran, palpablemente, que la naturaleza es sabia. Morirán digo (y, no moriré) porque merezco que la Peste me posibilite continuar escribiendo sobre ella. Apelo a su vanidad.

Si bien a contrapelo, refuerza notablemente nuestras obsesiones. En lo que respecta a mi hogar, yo, que siempre fui obse, multiplico la atención a los detalles más insignificantes al punto que respeto todas las órdenes que recibo de mi esposa. La Bruja, que siempre fue una encantadora desbolada, se convirtió en una soberana y encantadora hincha pelotas. El que escribe oscila entre zapatear en el trapo con lavandina que colocamos en la puerta del departamento a salir sin barbijo a la calle. Hablo constantemente (nada nuevo) con cuánta persona tenga la mala suerte de compartir la fila conmigo en alguna farmacia o negocio de venta de alimentos. Mi “adorable tormento”, que A.C19. (antes del Covid19) dormía lo justo, ahora no baja de las catorce horas. Yo, que salo de una depresión de dos años, no alcanzo a apolillar cinco horas. Llevo mi libretita de apuntes a la mesita de luz, y cuando me asalta una idea, prendo el velador y la anoto para no tener que exigir a mi memoria al día siguiente.

Escribo mirando tele. Subo la estufa. Tengo calor. Bajo la estufa. Tipeo mirando “La Repregunta” en La Nación+, donde entrevistan a Juan Gravois. Mientras escribo, escucho las preguntas que hace Luciana Vázquez a un biólogo estadounidense en inglés. Como es mi segunda lengua, no preciso desatender la laptop. Subo la estufa. Bajo la estufa. Trato de recordar algo que me dijo mi mujer. Ah, sí, cuando me irrita y le canto “Maja”, ella me tira con un “Pues que eres chulo, Majo.”

Mi “duele, pero me gusta” procede como colimba[13] todo el día. Actúa como si su lavarropas fuera un piano de cola y mete constantemente pilchas,

                                           Miércoles 23 de abril de 2020

EL CINTO EN LA PUERTA

Reconozco que soy un poco ácido. Mediatarde en Bartolomé Mitre al 2000. Regreso de Banco Nación de arreglar un asunto. Trato de abrir la puerta. Sale mi vecino Santiago. Le pregunto porqué carajo deja un cinturón en el pasillo junto a sus pertenencias que invaden mi espacio. Sale mi esposa a dejar la basura. El invasor me dice que ellos dejan toda su ropa fuera. ¿Hasta cuándo? Hasta que termine la cuarentena. Revisa la luz vigía de su puerta y amaga a entrar. Se ve a María de las Mercedes detrás de su marido. Le digo que pensaba que ella había colocado el cinturón sobre el caballete porque Santiago la fajaba. Se caga de risa. “No, para nada, nos llevamos bastante bien” dice Santiago. Yo declaro ante el abogado que nosotros también y que, si escuchan gritos de cuando en cuando, son míos para la madre de mi mujer que porta 84 pirulos mal llevados.

 Mi “es lo que me tocó” para la oreja porque sabe que lo estoy gastando. “Le grito porque no entiende nada de nada y queremos saber si permanece viva o espichó”. Ma. de las Me. ríe ante mi humor negro. Mi esposa pone cara de culo porque cuento intimidades. Santi cierra la puerta y este sátiro le grita: “Departamentito de dos ambientes en Villa Crespo. No es mucho, pero ayuda.”  Ma. de las Me, detrás de su vago y mal entretenido dice: “¿Qué humor negro?”

 

 

 

 

 

 

 

Miércoles 23 de abril de 2020

           

3 PADRENUESTROS Y 5 AVEMARÍAS

En una novela que estaba escribiendo, uno de los personajes me condujo a investigar el tema de la pedofilia en la iglesia Católica Apostólica Romana de Argentina. Creyente o no, difícilmente haya una persona adulta a la que no le llame la atención la respuesta que ha dado esa institución al abuso de menores. En el occidente católico esa conducta es considerada delito, entre los musulmanes de ciertas zonas, es aceptado, incluso como rito iniciánico de ingreso a la adultez, como en algunos pueblos primitivos de Oceanía. Es raro que se practique en comunidades protestantes. Durkheim ha demostrado en "Formas elementales de la vida religiosa" (como Freud) que los tótems y tabúes son relativos (en relación con) al grupo humano que se observe. Las religiones mismas, se presentan a sí mismas como productos de la deidad, pero se puede verificar con facilidad su comienzo en el tiempo. Son temporales y, por tanto, alguna vez morirán. 

Hace un rato vi en La trama del Poder (canal La Nación +) el reiterado capítulo del abuso de poder en el terreno sexual. Digo reiterado porque lo pasan a cada rato. Para mí fue una suerte porque no había podido verlo antes. El entrevistado se llama Sebastián Cuattrona y fue abusado por un cura en el colegio marianista de Caballito cuando era menor de edad. A raíz de mi investigación me desayuné de que en el Derecho Penal Vaticano (Código Canónico) no es delito (pecado) el abuso a niños. Los curas, como los militares, no son juzgados por la Justicia normal sino por la propia. En el Código Canónico no hay un sólo artículo que pene ese proceder. Me pregunté porqué y, asociando fragmentos, concluí que: el hombre (Adán) es tentado por el diablo transformado en manzana y rechaza el ofrecimiento. Pero la mujer (Eva) no pudo contenerse y mordió el fruto prohibido del Jardín del Edén.

De allí la diferencia que hacen entre sexos. Hombre inocente y mujer pecadora, con la excepción de la Inmaculada Virgen María, sin pecado concebida. El dedo acusador de la Iglesia condena a la mujer y absuelve al hombre. Siglos de discusiones políticas bajo la forma teológica para llegar a una síntesis aún vigente. No es pecado el sexo entre hombres. De ahí la demonización de la puta y el ninguneo de María Magdalena, mencionada, tanto en el Nuevo Testamento como en varios evangelios apócrifos, como una distinguida discípula de Jesús de Nazaret. Bocatto di Cardinale [30]para las/os feministas.

Le entro a esto por las manifestaciones millonarias que acompañaron la media sanción de la Ley de aborto legal, seguro y gratuito en Diputados. En el programa citado Cuattrone, bastante ayudado por la periodista (que, como a todo invitado central en todos los canales) le pasó las preguntas previamente. El abusado contó su historia y el cómo su abusador terminó 8 o 9 años preso. Contó también que, allá por los comienzos del S.XXI (el hecho había sucedido en 1994) él y un amigo suyo se animaron a denunciar. Que las autoridades del colegio, que los obispados, que el arzobispado de Buenos Aires, nadie negaba el abuso. El Rector de la Universidad del Salvador (Jesuitas) Jorge Bergoglio, a poco de asumir como tal, rajó a los sacerdotes pertenecientes a la Corriente interna Curas del Tercer Mundo de la USAL. En sus tiempos mozos el tal Jorge supo ser guía espiritual de Guardia de Hierro (think tank del peronismo de derecha).

Acá entra El diablo y Dios, famosa pieza de Jean Paul Sartre. En esos tiempos, Monseñor Bergoglio y Néstor y Cristina se profesaban mutua antipatía. Cristina dejó de asistir al Tedeum del 25 de mayo en la Plaza y lo celebraba en provincias. Cuando Bergoglio llego al papado como Francisco, los actores de la zaga cambiaron de roles. De enemigos íntimos pasaron a ser, al menos, cordiales amigos. Razones: CFK es católica y Francisco orienta a uno de los movimientos sociales más importantes, el dirigido por Juan Gravois (hijo de Roberto "Pajarito" Gravois, notable dirigente del peronismo setentista).

Ahora Francisco es, para la derecha, el Papa piquetero, el golpista, y le pegan con cuanto tienen a mano. No es una labor fácil, porque el jefe del Vaticano deja en Argentina a compañeros. La Conferencia Episcopal Argentina eligió en noviembre sus autoridades para el trienio 2017-2020.  Mario Poli (Buenos Aires) como único cardenal activo y primado argentino. El que le dijo algunas verdades al oído a Macri en el Tedéum próximo pasado. En La Plata, el renunciado y fallecido este año Monseñor Aguer es sucedido por Monseñor Víctor Manuel Fernández, "soldado" del Papa Francisco. Es notorio que Francisco tiene preferencias por CFK y animadversión por MM. Política y religión en tiempos de crisis. 

Como corolario diré que la política está omnipresente en nuestras vidas. En la sociedad obvio. En la familia: padres empoderados e hijos obedientes. Padre mandón y madre fregona, etc. Es decir que todos somos objetos y sujetos de la política. Los autodenominados apolíticos son, por omisión, tan políticos como los militantes. Voten o no, sean ciudadanos o extranjeros radicados, están igualmente inmersos en la "caca" de la política. La sociedad argentina actual está tan altamente politizada por fuerza de las circunstancias. Compañeros y derechistas de niveles de conciencia desiguales. Jóvenes, maduros y viejos, todos en la misma olla. Bienvenidos sean estos tiempos "turbulentos". 

P.D. ¿Sabés qué? La inmensa mayoría de los setentistas no bailabamos tango y yo escribo esto escuchando la emisora 2x4 (compás del tango).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Viernes 24 de Abril de 2020

Noche previa al cumpleaños del autor. No puede conciliar el sueño pensando en los regalos que va a recibir. Se duerme a la cinco de la mañana.

 

PASILLO DEL SEMIPISO

Comparto, junto a mi mujer, el pasillo de los ascensores del edificio. Mis vecinos son Marta y Ricardo. Famosos, para todos los consorcistas (que escuchan por el aire y luz) por los alaridos que Ricardo lanzaba cuando le venía el gusto[28]. Es abogado y se pasa el día tirado en la cama porque en CABA no puede ejercer su profesión. Solía importunarnos con el ruido del taladro en la pared medianera a horas inapropiadas, mas, con “El Atacante Traicionero”, debe haber caído en una depresión que le impide salir de la catrera. Marta cuenta con secundario aprobado, pero compensa esa falencia con cursos de teatro, pintura y dibujo. Tienen una hija que estudia medicina en la UBA. El hogar se mantiene gracias a los ingresos de Marta, producto de la renta de muchas hectáreas de soja que heredó de sus antepasados. El aporte de Ricardo, exiguo ya antes de la Pandemia, pasó a ser Cero porque no atiende el buffet donde labura.

Los tres son macristas de paladar negro. En cierto momento sospeché que el cartel del Gobierno de la Cuidad instando a cuidarnos, lo había pegado Ricardo, pero el encargado me contó que debían ser, Carlitos, el administrador, o, su madre también macrista. La brecha argentina y mundial se expresa con plenitud en este edificio. Los hay que tuvieron padre preso en épocas de Perón. Por “contrera” (del Partido Radical); los que lo son por considerarse de gente bien y seguir a la manada, una católica fundamentalista, los que han pertenecido al radicalismo desde siempre y los que no se sabe muy bien porqué. O, mejor dicho, ni ellos lo saben, pero les parece que ser Nacional y Popular es mersa. En el otro polo, estamos mi esposa y yo (marxistas kirchneristas), la viuda de un subsecretario de DD.HH. en el gobierno de Néstor Kirchner, un comerciante y su esposa, el matrimonio de una contadora y un psicólogo, el encargado y sus dos hijos.

En relación con el pasillo, ya que me fui por la tangente, marcaré que, al comienzo de la Peste, mis vecinos avanzaron a marcha lenta pero segura como el General Alais[29]. Al comienzo no dejaron nada en el pasillo común. Posteriormente, fueron agregando elementos: un taburete, zócalos y un riel de cortinas. A medida que se extendía la cuarentena, sumaron más chucherías. Primero el calzado, después las bosas de compras y la cartera de Marta. Días después enriquecieron ese patrimonio con un sweater (por si refresca) y, por último, un changuito. Ayer sentí la tentación de esconderles el chango, pero no sabía dónde ponerlo. De hacerlo, comprometería a algún cumpa o a un “contrera” que se comería el garrón sin comerla ni beberla. Hoy se me ocurrió otra maldad: el lugar de ir a Coto con nuestro changuito, usar el de ellos. Claro que no tengo seguridad de que lo advirtieran antes de mi regreso. Decidí prohibirme ese gustazo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Viernes 24 de Abril de 2020

 

Noche previa al cumpleaños del autor. No puede conciliar el sueño pensando en los regalos que va a recibir. Se duerme a la cinco de la mañana.

 

SODOMA Y GOMORRA

Adán y Eva. La muerte de Abel a manos de Caín. La quema de balso ídolo de oro. El diluvio universal. El arca de Noé. Las siete plagas de Egipto. Moisés cruzando el Desierto del Sinaí llevando al pueblo judío a la Tierra Prometida, los incendios de la Torre de Babel y la Biblioteca de Alejandría, el Talmud y Kabbaláh o Cábala judía. La espera del nuevo Mesías (Antiguo Testamento). La resurrección de la carne, la vida perdurable, amén (así sea). Los pecados capitales y los siete pecados capitales. Los padres nuestros y las aves marías. San Agustín, San Francisco de Asís, los Borgia, el celibato y el aborto. Esta no me la pierdo. El día del Juicio Universal. Tomás Moro y Santo Tomás de Aquino. Eduardo VIII y la República católica de Cromwell en Inglaterra. Las incontables aperturas del cristianismo hacia agrupaciones protestantes. El Papa polaco Nazi. El Gheto de Varsovia y las cámaras de gas. Juan Pablo II, el Papa asesinado que redactó la encíclica Veratis Splendor y muchas otras.

El Opus Dei y los templarios, llamados también caballeros o soldados de La Santa Orden de Jesucristo (que aún existen). Todos ellos respetando el Nuevo Testamento. La encíclica Rerum novarum de León XIII y Pio XI  (fuente de la doctrina Peronista). El Papa Francisco (asesor espiritual de “Guardia de Hierro”[18]). Bolsonaro y sus seguidores. El pastor Jones de Guyana, que murió y mandó morir a 800 seguidores (incluyendo niños) que espicharon con una sonrisa en los labios, seguros de ascender al paraíso. Trump, que apuesta por la recuperación de la economía y se niega a reflotar el Obama Health Care[19] mientras defiende a capa y espada la Sociedad Americana de Armas[20]. El Opus en Argentina y los Templarios en México. El Pastor Jiménez y su venta de alcohol en gel bendecido.

Hoy salí de mi departamento a pagar las expensas en un cajero automático. Frente a mi casa hay un almacén ecológico de cuyos dueños me hice amigo. Las regalé libros que me sobran y les compro leche descremada de campo. En la vereda me barajó una homeless con una botella de Licor de Huevo en la mano. Le di diez pesos y entré al local gritando “Sodoma y Gomorra”. De a uno, fueron diciendo: “Eso no. Eso no puede ser.”, y se cagaron de risa. Taimado, les dije: “¡A coger que se acaba y el mundo!” señalando a la homeless que me estaba esperando en la vereda. Para acentuar mi gesto hice un aro con mis dedos de la mano izquierda y lo traspasé varias veces con el dedo índice de mi mano derecha. Los chicos festejaron con carcajadas. Salí y le pregunté: “¿Vos estás caliente?” Se acercó su pareja o amigo y me espetó: “Estamos todos prendidos fuego. En Campana le partí la concha a un bombón que vive en la calle como nosotros.” La señorita de marras me dijo: “Hoy cumplo años, 33, la edad de Cristo.” Parecía de 60. “Quiero festejar con este licor mi cumple porque yo no me drogo, tomo bebidas sanas.” Ese latiguillo lo escucho cada vez que me pongo a charlar con algún homeless. El varón portaba una campera de cuero que debe provocar envidia en Barrio Norte – producto, seguramente, de algún choreo- y manoseaba a la novia.

Satisfecho con mi diablura, me encaminé al Banco pensando que esta catástrofe culminará con el nacimiento de “El hombre nuevo” del Ché Guevara.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

      Sábado 25 de Abril de 2020

 

Onomástico del nativo Jorge Vibes. Se despierta a las diez de la mañana pensando en los regalos.

 

 

ODA A LA ESFERA ROJA CON ANTENITAS

 

El que tipea estas líneas medio graciosas y a menudo trágicas, se representa al Covid19 de acuerdo a lo que los productores de televisión muestran a los telespectadores de Argentina. De allí que titule con esa metáfora esta entrega.

 

Debo admitir que la pandemia deber ser reconocida como corresponde. En su defensa, allá voy.

 

Cuando estoy mirando algo interesante, como el video de Bartolomeu Payeras, el biólogo catalán en Youtube y deseo que finalice (repito que me fascina) para poder abrir otro de la entrevista al Pepe Mujica, que resulta complementario al anterior desde otro tipo de sabiduría.

 

Hasta los que viven en la calle andan con sus mejores pilchas encima como si a la Guadaña le interesara nuestro look. Especialmente los viejos y viejas, aunque estén en ruinas física y espiritualmente. La higiene personal es cuidada hasta los roñosos consuetudinarios y el maquillaje de las mujeres es del que usarían para concurrir a un evento importante. Gracias a los barbijos nos habituamos a comunicarnos por señas y usar el Oficio Mudo como cuando éramos niños.

 

Olvidamos al Fiscal Nisman y al falso ingeniero Juan Carlos Blumberg, que, en su momento, reunieron multitudes de apoyo en Buenos Aires. Hasta la voladura de la embajada de Israel y la AMIA dejaron de ocupar lugar en nuestros cerebros y los de los comunicadores de Mass Media.  Pasamos a archivo los brulotes del exministro de Trabajo Jorge Triaca hijo y la exvicepresidenta Gabriela Michelli (ambos en sillas de ruedas) debido a la vertiginosidad de las noticias locales e internacionales.

 

Releemos toda la gama de libros clásicos y publicaciones. Desde La Divina Comedia hasta la Revista Barcelona que titula en tapa: “La pandemia entra en una nueva fase CAGAZO TOTAL.

 

Los "cuervos"[1] se guardan de concurrir a los sanatorios y hospitales porque son núcleos de contagio masivo.

 

Salgo a la calle cuando es imprescindible, pero en cada salida vuelvo con jugosas anécdotas para reflejar en el papel cuando consiga una imprenta que los publique.

 

Ante el temor a lo postergable pero inevitable, algunos pasamos a restarle importancia al dinero y lo gastamos sin culpa ni control. Otros incrementan su avaricia y calculan hasta el gasto más insignificante.

 

Los homeless enriquecen su vocabulario y hablan como especialistas debido a su contacto televisivo con opinadores de distinta factura.

 

Todos estamos al día de los infectados, muertos y recuperados en nuestro país y el mundo de modo tal que ya somos estadísticos consumados, prestos a interpretar los números publicados minuto a minuto.

 

Si bien siempre fuimos jueces de los políticos de todas las naciones, hoy acusamos y juzgamos, en un sentido u otro, a los que están en escena en cada lado.

 

El “animal”[2] se ensaña con enfermos próximos al Más Allá o que padecen patologías incurables, con el consiguiente ahorro para el Estado y sus familiares.

 

Los escolares de primaria en España aprueban los niveles automáticamente y, como la necesidad tiene cara de hereje, se agudizan las imaginaciones más fértiles tales como usar ataúdes de cartón o bolsas plásticas de residuos para los difuntos (el Ecuador de Lenin Moreno).

 

La “bestia” es invisible, silenciosa y ataca de traición, evitando a niños, permitiendo la sobrevida de jóvenes sin enfermedades previas aún cuando hayan sido infectados.

 

Los animales no domésticos se animan a tomar sol en hábitats que hasta ahora les estaban vedados (lobos marinos en el puerto de Mar del Plata, etc.).

 

El agujero de la capa de Ozono se achica porque disminuyen los gases tóxicos que provocan el efecto invernadero.

 

Desaparecen los apoyadores (hombres que aprovechaban los colectivos repletos para pegarse al culo de alguna mujer y excitarse.

 

Los punguistas y los arrebatadores no tienen lugar para ejercer su oficio en el transporte público.

 

Los policías, salvo raras excepciones, tratan bien a la ciudadanía. Ayudan a cruzar la calle a los cieguitos y dejan de percibir externalidades.

 

Es seguro que aumentarán los embarazos por efecto de la cuarentena y disminuirán los abortos clandestinos. Sólo por estas dos causas, las consecuencias demográficas serán sin duda, positivas. Vaticino un nuevo “Baby boom” para los próximos tiempos. Es decir, dentro de la transición del CV, y la post transición. El ¡A coger que se acaba el mundo! Incide no sólo en los nacimientos sino, también, en los abortos (clandestinos y no clandestinos).

 

Podría extenderme mucho más, pero espero que los argumentos expuestos sean suficientes para convencer a muchos de que el Covid19 no es tan malo como lo pintan.

 

En lo personal, solía somatizar en el aparato digestivo. Parece que el chucho por el “Maldito” me cambió el metabolismo y morfo chocolate, fritangas y chupo “Fernandos”[3]. Me castigo con flanes, almendras y alfajores. Ninguna de las comidas que antes me caían mal lo hacen ahora.



[1] Seres despreciables que concurren a hospitales para convencer a familiares de difuntos para que contraten funerarias y/o abogados en caso de accidentes de tránsito fatales.

[2] Así llama el gobernador de California al Covid19.

[3] Mezcla de Fernet con coca cola. Trago inventado por los cordobeses.

 

Domingo 26 de Abril de 2020

 

 

Día posterior al onomástico del nativo Jorge Vibes. No recibió ningún regalo porque sus amigos y parientes están en cuarentena.

¡Snif!

 

 

HIPERKINESIAS

Mañana de lunes 20 de abril de 2020. Me encuentro frente a mi Laptop en la mesa del comedor. A mano tengo: la jarra de agua; mis antidepresivos; mi anticoagulante (Aspirinetas); mi pastilla para el colesterol, el mío relajante; el salero que olvidamos en la mesa anoche, cigarrillos y encendedor, cenicero, celular y su lápiz, un frasco con un preparado para aumentar las defensas, la libretita donde apunto ideas para escribir, diversos papeles de diferente tamaño con anotaciones de códigos, claves, direcciones de e-mail que me pasaron y, en el apuro, decidí registrar así, el trapito absorbente que traje de Italia, birome y mi soplamocos.

Mientras tecleo, estoy escuchando el noticiero en la tele, que miro de cuando en vez si oigo algo que me llame la atención. Detrás mío está la radio CD a pilas que utilizo cuando me voy a trabajar a otro ambiente. Los controles de la tele y el equipo principal de audio; varios Pen Drives; la zapatilla donde conecto todos esos aparatos y un velador de mesa para iluminar las cajitas de tarjetas personales y comerciales; un tubo con lápices y lapiceras; uno de los routers y el teléfono inalámbrico. En una mesita ratona a mi derecha, tengo una pipa; una tijera de costura; un pequeño cepillo de los que se usan para limpiar las lentes en fotografía; prensa papeles y mi servilleta. Este conjunto se completa, dignamente, con mi vaso irrompible francés.

El agente infeccioso que sufrimos me obliga a exagerar todos los mecanismos habituales con precisión de pájaro carpintero.

Leo en el inodoro mientras hago popó. Actualmente, disfruto “Diario de un extranjero en París” de Curzio Malaparte, uno de mis literatos de cabecera. Tengo en barbecho cuatro más.

Mi reto actual consiste en equivocarme lo menos posible en mis acciones. Suelo derramar bebidas sobre el mantel, volcar botellas de vino, tropezar con el cable de alimentación de la computadora y tratar de reducir la tasa de más torpezas.

Escribo. Bebo agua o vino según la hora. Ingiero las substancias psicoactivas que me prescribió el terracero[21]. Hago zapping con la tele. Escucho música de la radio o algún CD. Controlo el tembleque de origen incierto (medicamentos o stress). Apago el aparato de música y enciendo la tele. Apago la tele y camino un rato por el departamento. Voy regularmente al baño para ducharme o hacer chucherías. Limpio la ceniza con el trapito. Anoto alguna idea en la libretita para que no se escape. Atiendo el teléfono fijo. Sigo escribiendo. Hablo por Whatsapp desde mi celular. Abro las distintas aplicaciones de mis artefactos. Respondeo mensajes y pondero videítos que me gustaron. Mando y recibo e-mails. Procuro controlar el tabaco (20 cigarrillos y 3 pipas al día). Me peleo con la compu cuando no sé cómo hacer algo. Llamo a amigos por teléfono fijo o celular. Registro cuestiones en el calendario del celular. Consulto a uno de mis sobrinos o al Coach informático para salir de algún brete. Atiendo mi celular otra vez. Quito sonido de la tele. Para ejercitar la musculatura, voy a la biblioteca-videoteca-pinacoteca-taller para ordenar los títulos o utilizar alguna herramienta para componer algo roto. Tiro ropa al lavarropas. Me preparo el desayuno cuando mi mujer duerme. Acreciento mis obsesiones. Bebo alguna infusión, una cerveza Stella Artois o un fernet con cola. Mastico almendras, alfajores, vigilantes[22], galletitas dulces o saladas. Me mando la chocolatada de la tarde, ordeno las tarjetas de crédito y débito junto al carnet de la Obra Social. Consulto el calendario del celular. Llamo a mis hijos por Whatsapp. Comento con mi esposa las nuevas manías y mis sueños de la noche anterior. Regreso a la escritura.

Así de simple.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo 26 de Abril de 2020

 

Día posterior al onomástico del nativo Jorge Vibes. Día posterior al onomástico del nativo Jorge Vibes. No recibió ningún regalo porque sus amigos y parientes están en cuarentena.

¡Snif

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lunes 27 de Abril de 2020

ANSIEDADES

 

Armando Manzanero primero, el Trío los Panchos y Cristian Castro después, cantaban un bolero llamado “Ansiedad”, con un estribillo que rezaba así:

 

Ansiedad,

 

Ansiedad de tenerte

en mis brazos,

 

y besarte en la boca

otra vez…

 

El que redacta este pedido de auxilio, tiene una ansiedad permanente que lo lleva a gritar: “Yo me quiero ir con mi mamá.” Tengo casi 75 e, inconscientemente, clamo por la teta. De vivir mi madre, tendría los pechos secos y no podría satisfacer mi deseo. La Pandemia es una mezcla de films y series de ciencia ficción: Flash Gordon, Encuentros cercanos del tercer tipo, Alien2001 la odisea del espacio, Blood Runner; V invasión extraterrestre; Corazón Valiente y Outlander.  Los protagonistas de esta serie tienen la capacidad de viajar en el tiempo y yo querría transportarme a la Edad Media, a tiempos de Luis Vives, filósofo y catedrático de la Universidad de Salamanca. Mi apellido de heráldica es Vives, pero a mi padre lo anotaron mal y nació un nuevo second name[1]. Mi progenitor nunca lo cambió, tampoco yo, ni mis hijos, y por lo tanto mis nietos, que -en el caso de los varones-, seguirán firmando Vibes.

 

Mi ansiedad está lejos de querer besar en los labios al Maledetto Virus. Más bien, trato de mantenerlo a distancia. No quiero abrazarlo ni tener que ver nada con él. Prefiero zafar de la pálida y esperar la guadaña mucho más adelante. El “chantavirus” tiene también sus ventajas: más de una jovencita, convencida de que La Muerte puede golpear a su puerta en cualquier momento, piensa en probar alguna experiencia novedosa. Lo que significa, en buen romance, que no tendría inconvenientes en curtirse algún viejardo inteligente. En el día de hoy, concurrí al Coto más cercano a mi casa. A una cajera amiga, que estaba conversando con una colega le espeté: “Cuando finalice… esto del Coronavius19, ¿Tendrían inconveniente en que salgamos los tres?” Sonrieron pícaramente.

 

Mis ansiedades me hacen comer, fumar, beber y escribir en la laptop al mismo tiempo. Cuando me pongo loco por el Windows 10 que no alcanzo a dominar (la computadora en sí misma es generadora de ansiedad. Olvido las cosas que pensaba hacer, el celular, la lista de las compras, el dinero y las tarjetas de débito y crédito. En uno de los bancos, en el que cobro la jubilación, saqué el dinero y me fui dejando la tarjeta en el cajero automático. En la carnicería donde compro de a 2 lomos enteros, me hicieron cumplir con la cola y entrar con barbijo puesto. La cajera se esconde detrás de un plástico y con su barbijo, impide que vea su linda sonrisa. Se lo dije y no me dio bola. Siguió tecleando su celular hasta que salió el ticket y me pudo dar el paquete por una rendija.

 

 

 

 

                                                                                                                      

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                                           Martes 28 de Abril de 2020

 

SUCESOS ARGENTINOS

 

Los que peinamos canas, o vimos que el viento se llevó los pelos, estamos en condiciones de burlarnos del Covid19. Disculpas si te abrumo, lector, pero la ansiedad potencia mi memoria:

 

“La guerra de los mundos” es un episodio radial de la CBS (“The Mercury Theatre on the Air”), dirigida y trasmitida por Orson Welles. Cuando salió al aire en 1938, se suicidaron cientos de estadounidenses que creyeron que era verdad.

 

En buenos Aires, todos somos Hannibal Dexter, por los barbijos que portamos. Estuve a punto de preguntar a un Police de Buenos Aires City, que portaba barbijo color verde, si era pro aborto. Retrocedí en mi idea loca, por las dudas.

 

En Chile, cuando los tiempos de Allende, hubo un grupo armado, Vanguardia Obrera Proletaria (VOP), fracción del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que postulaba que los ladrones y asesinos que pueblan las cárceles, eran proletarios valientes que se revelaban contra el sistema.

 

El cinematógrafo está plagado de filmes asociables: Highlander, Calígula, Hace un año en Marienbad, Odisea, la aventura del Espacio, Teorema, Germania, anno zero, Metrópolis, Brasil, Apocalipsis Now, Lo que el viento se llevó, Alphaville, La guerra ha terminado, Outlander, Los cuentos de Boccaccio, Hiroshima mon amour, etc.

 

En la novelística clásica, comenzando por La Odisea (del Homero inédito), todo Platón y el inefable Aristóteles, San Agustín y Santo Tomás de Aquino, Thomas Hobbes, Macchiavello, etc., nos rememora a Opus Nigrum, (Margerite Youcenar), La guerra de los mundos (D.H.Wells), Kapputt (Curzio Malaparte) y todas las obras en que se basaron las películas asociadas.

 

El género de la historieta no se queda atrás: El Eternauta, Sherlock Time y todas las viñetas de Ciencia Ficción que abordan las catástrofes, etc.

 

Entre los grandes políticos tenemos, entre muchos otros, a Marx y Engels, Durkheim y Weber, Winston Churchill (sangre, sudor y lágrimas), Franklin Delano Roosevelt (New Deal), los Castro cubanos, el León herbívoro argentino (Perón), Néstor, Cristina y Alberto, Correa, Evo, el Pepe Mujica y este humilde escriba.

 

 Las féminas feministas revolucionarias del S.XX, dejaron grandes recuerdos, saco de la manga dos ases: Dolores Ibárruri (La Pasionaria) y Eva Perón -que, por otra parte, fueron contemporáneas-. Los reyes del mazo serían: Cristina Fernández de Kirchner y Lucía Topolansky (esposa del Pepe Mujica). En el mazo hay cuatro reinas: Rosario Murillo (esposa de Daniel Ortega), Delcy Rodríguez (vicepresidenta de Venezuela), Michelle Bachelet (ex presidenta de Chile y actual Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Secretaría General de Naciones Unidas.

 

Paso del mouse al dedo mayor en las compus, me pregunto si fumé o no fumé, si comí o no y cuándo. Si sigo regular en mis deposiciones sólidas, si tomé los antidepresivos, si guardé los alimentos perecederos en la heladera, si pagué las tarjetas de crédito y con cuál de las que tengo, si hay suficiente lavandina en casa, si hay efectivo en mi hogar, si es hora de ir a dormir o tengo que hacer como Newton, que escribía con una bola de plomo en su mano, pues al caer en el sueño, caía en una palangana de metal que tenía en el piso y se sobresaltaba. Asimismo, duermo poco y bien (satisfecho con haber recibido la buena noticia de que este libro se imprimirá en una veintena de días. Camino unos pasos para tonificar los músculos, salgo a la calle y me saludo con el codo con desconocidos, bromeo con mi eficaz chascarrillo: “Sra., se le cayó un Coronavirus. El/la mira hacia el suelo, no se preocupe, está muerto…se ahogó con la lluvia de ayer. Risas, sonrisas, caras de culo y algún “Siga nomás que no estoy para bromas”, etc. ¡Cómo me divierto en mis pastoreos a la fresca!

 

Se me cae el celular. Mi mujer me caga a pedos. Calla boca. Lleno la pipa par dar un respiro a mis pulmones. Me voy a dormir una siesta (horita o dos), tomo el té con chocolatada y galletitas Granix, vuelvo a escribir, me saco el saco y me pongo el pongo para salir a la calle. Nancy me pregunta si llevo documentos y llaves. Abro la puerta sin barbijo. Regreso a casa a por él. Doy unos pesos a los homeless que están en todas las veredas del rededor.

 

Atiendo al dueño del taller de marcos. Le doy una lámina de Carlos Alonso.

Visito a Mercedes Alonso, hija del famoso plástico y ella misma orfebre, pintora, dramaturga, directora de teatro y sensibilísima persona. Caigo por casa con antigüedades y “mi peor es nada” me dice “Otra vez sopa”.

 

Se acabaron las vestales de los templos (monasterios e iglesias de pastores degenerados), los abortos y entierros de fetos en los conventos de clausura. Las orgías en los harenes de los sheikhs de Medio Oriente.

 

Con la Pandemia, están de parabienes: pedófilos (on line), zoófilos en cuarentena, necrofílicos (cuidando que el/la difunta no porte Covid19).  El sexo virtual, aconsejado por la OMS, reemplaza al sexo telefónico que practicábamos antes. El padre Grassi pide prisión domiciliaria. Los genocidas presos aún vivos exigen salir de las cárceles y aceptan usar tobillera electrónica (sabiendo que no hay suficientes).

 

El gran pueblo argentino salud se defiende como en las invasiones inglesas y los londinenses cantan, frente a un geriátrico, la canción que rememora la rendición de los nazis. Los “contreras” argentos se prestan para salir a reclamar el fin de la cuarentena. Un juez santafesino se los prohíbe mediante una sentencia. Los PRO duros y los Radicales radicales de la Coordinadora se diferencian de los PRO blandos que votarán por el impuesto a las Grandes Fortunas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                                                                      Martes 28 de Abril de 2020

 

END OF THE ROAD

El título, en castellano “Fin del camino”, es, una famosa canción de los Beatles y un cartel que avisa a los automovilistas estadounidenses que no se puede avanzar más. Voy a tomar otra ruta. Afirmaré que el capitalismo está acabado. En verdad, numerosísimos científicos, políticos y militantes acuerdan en que la vida “después de CV19” ya no será la misma. Discuto con compañeros cooperativistas (peronistas) que dudan de la validez de mi aseveración. Menciono que tienen una cooperativa de consumo porque, en el fondo, son comerciantes y se manejan con lógicas de comerciantes. El contrapunto se da entre un sociólogo (Yo), una politóloga y un estudiante universitario avanzado.

Mi planteo posee muchos puntos fuertes y no los expondré por completo. Varios se pueden leer en relatos de este mismo libro. Los novedosos para el lector son:

a) En la etapa del capitalismo financiero, el dinero pierde uno de sus roles, el de “Equivalente general de todas las mercancías” y conserva su otra forma de expresión de valor. Retiene su valor como mercancía dinero, que, como toda mercancía, tiene valor de uso y valor de cambio. Seguimos, por ahora, usándolo como valor de uso, pero es más importante su valor de cambio. Es, precisamente en tanto esta forma, que EE.UU. tiene la batuta en la mano, porque es el dueño de la maquinita. Los argentinos comprendemos cabalmente esta forma. Se desconoce, desde hace mucho tiempo, la cantidad de dólares que circulan o están atesorados en el mundo. Dicho de otra manera, esto significa que el Tesoro fija el valor a piaccere. No es ese el caso argentino. Sin embargo, el gobierno Nacional y Popular emite a todo trapo pues privilegia la vida sobre la economía. Trump hace lo mismo, pero por razones diferentes. Si se emite de ese modo, el papel moneda pierde fuerza (en ambos ejemplos). Se trastocan los precios relativos y se resiente todo el aparato económico. Cuando vamos a comprar víveres nos damos cuenta, con independencia de nuestra posición social. Hasta la más modesta ama de casa, descubre que el dinero no sirve para nada.

b) Dejo fuera un análisis de lo que se viene dando en U.S.A., en parte porque no tengo suficientes elementos de juicio, y en parte porque es más útil focalizar en el caso argentino. Mi referencia a que el dinero no sirve para nada, nos conecta con otro fenómeno relacionado: la inflación. La puja distributiva entre nuestro gobierno y los grandes (y medianos) capitalistas que operan en Argentina, es tan feroz como debe ser. La patronal se opone a pagar costos, aún en escenario de Pandemia, y fuerza a la Administración a aplicar un alto subsidio para que las empresas puedan pagar los salarios. La medida es acompañada por grandes gremios como la UOM y FAECYS (Federación de Empleados de comercio), sindicatos de la educación, etc. De modo que la situación es altamente dinámica, y, dependerá de la relación de fuerzas. Esto no desdice lo que afirmo. Más bien, lo confirma.

c) La probabilidad de repercusiones sociales de envergadura está en agenda. Los motines en las cárceles es una muestra de lo que podría pasar. No en vano, la oposición de derechas está agitando para que no se produzcan liberaciones. La segura cantidad de internos muertos se facturará a nombre del oficialismo y la perversidad de Radicales y Proístas es asombrosa. De empeorar la precaria ayuda oficial en favor de la demanda de los desposeídos, sucederá lo que pasa en todas las guerras: no tendrán otro remedio que recurrir a los levantamientos. Nuestro gobierno lo sabe y hace lo que puede. Esperemos que ese escenario no se concrete. Al menos en CABA, el aumento de homeless es exponencial. Ellos no constituyen un peligro. Lo peligroso es el alineamiento de los “contras” que salen a cacerolear a las 20.00 hs. Echan kerosene al fuego a las órdenes de Macri y su Banda de Alí Babá.

Sufi. Espero que se haya comprendido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                                   Miércoles 29 de Abril de 2020

 

FARMACIA AZUL DE LAS HERAS

 

Ayer concurrí a la farmacia Azul de Las Heras casi Pueyrredón. Una señora, según supe, llamada Manuela, estaba completando el pedido y hablaba con el expendedor. Al parecer, la gordita fea y el empleado eran conocidos pues se llamaban por nombre. Yo aguardaba mi turno y le di a la lengua “Ave Caesar, los que van a morir te saludan”. Ninguno festejó mi dicho. Manuela, entre consultas al celular, correcciones al vendedor y consulta a las tarjetas que portaba, me presta atención. Le doy mi tarjeta personal donde paso el “chivo” de “Unas obras inconclusas de acá”. La recibe. Saludo con la vé de la victoria y el puño cerrado. Señalándose, me dice: “Esta solterona es medio comunarda”. Presto atención. Sigue: “Mi madre es devota de Juan Pablo II y del Papa Francisco”. Respondo: “¿Juan Pablo II, el Papa polaco que gobernó la Inquisición moderna (Congregación para la Santa doctrina de la Fe) y el Bergoglio asesor espiritual de Guardia de Hierro?” Añado: “Juan Pablo II, de nombre secular Karol Wojtyla, a los 14 años vistió uniforme de las juventudes hitlerianas?” “¡No me diga!” Esto sucedía mientras ella indicaba al empleado cómo completar una receta. Se llamaban por nombre, lo que indica que se trataban asiduamente. El despachante de botica suele ser amable conmigo. Esta vez no. Parece que lo del Ave Caesar no le agradó.

 

Me entregan el producto y paso a la caja. La solterona era la anterior a mí. Retomamos la conversa. “El asunto nos tiene a todos prendidos fuego, como en las prisiones y campos de concentración (según yo, eso explicaría, sin justificar, las violaciones de los torturadores a las prisioneras y, algún caso de Síndrome de Estocolmo).” “Eso es verdad.” “Los de la calle andan peleándose como gatos por hembra en celo. Los escucho todas las noches desde el primer piso.” “A propósito de los velorios. A un tío mío, Teniente Coronel en funciones, tuvimos que velarlo con el cajón cerrado.” Omití preguntarle si fue porque lo limpiaron sus colegas de armas, una bomba guerrillera o un accidente de auto que lo carbonizó. “Tengo que actualizar a mi madre”. “Más le vale.”

 

A los 75 recién cumplidos, trato de exprimir mi vida.

 

 

 

 

 

                                                                                                                Miércoles 29 de Abril de 2020

MEDITACIONES DE MEDIODÍA

Vengo de hacer un trámite en el Banco Credicoop de Corrientes casi Callao por la calle Ayacucho. En la vereda de números pares, entre Sarmiento y Gral. Perón, hay una señora sentada en el umbral de una casa. La puerta está cerrada. Calculo que ronda la quinta década. Se encuentra en posición de meditación. Le pregunto: “¿Meditando?” “No, estoy esperando una llamada”. Advierto que tiene un celular en mano. Me lo muestra. “Es un tiempo ideal para reflexionar sobre nuestra vida pasada.” “Sí, tiene razón.” “Yo tengo una teoría: después que pase el Covid19, los buenos vamos a ser más buenos y los malos van a ser más malos.” “¿Le parece?” “Estoy seguro. Creo que el sistema capitalista ha agotado sus formas de existencia y se abre un nuevo mundo. Fíjese, el dinero ya casi no tiene importancia, pues, no sólo en Argentina, sino en los mismísimos Estados Unidos, se está emitiendo moneda descontroladamente. No hay precios en ningún lado, pues los especuladores, ya sean formadores de precios o kioscos minoritas, aplican lo que se les canta. Los Estados gobernados por liberales nacionalizan o controlan empresas privadas, bajan las tasas de interés por préstamos a cero y el barril de petróleo cotiza negativamente porque se extrae y está, en aguas internacionales, en buques-tanque que no pueden refinarlo y Trump lo compra por millones para evitar la debacle. Parece que entendió porque me despidió con un “Gracias.”

Sigo mi camino y me detengo en el almacén ecológico sito en Bartolomé Mitre y Ayacucho. Las personas que atienden forman parte de una cooperativa de consumo de la Provincia de Buenos Aires y somos cumpas y amigos desde que me convertí en socio asiduo. Cuando entro, Emmanuel está atendiendo a un corredor que le ofrece artículos. Queda en mandarle una lista de precios. Se me ocurre que, como están solos, puedo compartir con ellos un versito italiano que, al menos para mí, es excelente: “Cuando il vigore e bene, avanti con il pene; cuando el vigore mengua, avanti con la lingua; cuando il vigore e nulo, avanti con il culo…má siempre avanti.” Ya lo conocían.

Pido mis consabidas 2 leches descremadas y, cuando comento a mi amigo que acabo de comprar un samovar ruso, me dice que con ellos trabaja un ruso que está en la parte trasera fuera del alcance de la vista de la clientela. Lo llama: “¡Serguí!” El convocado acude y nos presentan. Abre el diálogo y me dice: “En realidad no soy ruso porque nací en Varsovia, pero mis padres se mudaron a Rusia y cuando saqué pasaporte pusieron ruso, y así quedó. Pasé mi infancia y juventud en Moscú. Cumplí con el servicio militar de dos años en Siberia.” “¿Entonces te armaron con un Kalashnicov?” “Claro.” “Te cuento que colecciono armas blancas y antigüedades varias.“ “¡Lindo!” “Tengo bayonetas de AKA 47 soviéticas y chinas, y un revólver Smith Wesson 1881 calibre 32.” En ese momento se acercó a nosotros Mariana, otra militante del local, una rubiecita que me tira onda. “El anticuario que me lo vendió me dijo que perteneció a un agente del FBI, pero no puede ser verdad -a menos de que fuera enano- ya que es muy pequeño, debió ser de una prostituta o una pareja de un mafioso.” “La rubita afirmó: “Que andaba enfierrada.” “Ciertamente, pero está en muy buenas condiciones pese a que fabricado hace más de 40 años atrás.” Serguei continuó con su historia de vida. “Soy ingeniero civil y militar, porque en la Unión Soviética estaban en la misma carrera, no como en Argentina, que se cursan por separado.” “Sí, conozco porque el fallecido esposo de mi actual mujer era ingeniero civil.” “Cuando cumplí los dos años de servicio, me casé. Para progresar, embarqué en un pesquero de la U.R.S.S. que capturaba centollas en la costa argentina. Mi esposa, cansada de esperarme, se fue con otro.” “Mi mujer con papeles actual, porque yo también soy viudo, también me caga a pedos.” “La rucia[14] tenía los ojazos abiertos como una lechuza. No perdía palabra de lo que decíamos. “Per codere”[15], le digo: “Soy multilingüe y, a las jovencitas lindas como vos, las seduzco con la lengua.” Sonrió como hace habitualmente ante las barbaridades que digo. Emmanuel me entregó las dos leches. Pagué, aclarando que yo soy marxista-kirchnerista. Él dijo: “¡Qué mezcla!” “Sí, pero todos respondemos al mando de los jefes Alberto, Cristina y Axel” “Seguro”. Partí con las leches en la mochila saludando con el puño cerrado en la mano izquierda y la ve de la victoria peronista.

Tres días más tarde, salgo a comprar cigarrillos y veo a Serguei frente al edificio del MID[16], bendiciendo al inmueble, persignándose y efectuando reverencias. Sigue hacia Rivadavia, se detiene 6 metros después, y repite el rito. Apuro mi paso para alcanzarlo. Lo saludo. Con los barbijos puestos, hay que prestar atención para reconocer a alguien. “¿Nos conocemos?” “Claro, de SUMAK COOP, el otro día.” “Ahora sí. Usted es el sociólogo.” “El tóvarish.” “Sí. ¿Qué estabas haciendo?” “Yo hago bien, a todos.” “¿A las casas también?” “Sí, a personas y casas.” Vamos en el mismo sentido y conversamos durante el trayecto hacia Rivadavia. Serguei dice: “Estoy muy preocupado porque perdí el celular y no puedo comprar otro porque todo está cerrado. Yo soy técnico de motores recibido en la U.R.S.S. y trabajé en un buque de pesca de centollas” Nótese que en el almacén ecológico había sacado chapa de ingeniero naval. “Mis marineros, todas buenas personas, no se pueden comunicar conmigo. Muy preocupado.” Sacó un fajo de billetes en el que, al menos, había uno de 500. “No tengo plata para comer, estoy muy preocupado.” “Bueno, acompañame al kiosco que te voy a ayudar.” Compro los tabacos y le tiro cien pesos. “Pero ¿Cómo se los voy a devolver? No tengo su dirección.” “No hay problema, se los dejás a los chicos del almacén.”

Puse primera y regresé a casa.

Dos días después entré a hablar con mis amigos. Encaré a Lucy, la boliviana dueña de la verdulería que había antes y cofundadora de la cooperativa en los siguientes términos: “Vengo a cobrar mis dividendos como socio.” “Vuelva a fin de año.” Me cagó. Yo pensaba salir con las leches sin pagarlas.

 

 

 

 

 

 

 

                                                                   Miércoles 29 de Abril de 2020

TATIANA

Mediodía nublado del año de la Pandemia. Entro a un local que gestiona una rusa madura con su hijo, al que conozco de otras compras. Sospecho, es decir, supongo que ambos pertenecen, o padecen la extorsión de la mafia rusa del Buenos Aires 2020 (como todos los inmigrantes de todas las épocas que necesitan protección). Por su edad, se educó en la Unión Soviética.

Pregunto si tiene algún samovar chico. Contesta que tuvo uno, pero se vendió. En un estante descubro uno pequeño, de acero inoxidable. “¿Y ese?” “Ese es una réplica.” “¿Me lo muestra?”. Me lo trae. Me gusta. “¿Cuánto cuesta?” “Trescientos pesos.” Lo llevo. Como estábamos a comienzos del Corona virus, no había cuarentena y no se usaban barbijos. Nos ponemos a conversar, pago y me retiro.

Voy al Banco Credicoop a cobrar mi jubilación. En el trayecto, recuerdo que la saludé con un “Tovarich” y me contestó algo que no comprendí. Una vez finalizado el trámite, regreso para preguntarle qué me contestó cuando compré el samovar. Me lo dice y no entiendo. Pido que em lo escriba en un papelito (que aún conservo). Escribe: “Tovarish, hombre camarada o amigo y podrúga, mujer camarada o amiga.” Me permito pedir disculpas por mi ignorancia (Borges). Dice que, al contrario, que a ella le gusta que la corrijan y le gusta corregir. Le cuento que un judío amigo de un pariente mío, hizo Aliyá o aliá[17] y le dijo que la mejor forma de aprender un idioma ajeno, consiste en hablar con niños pequeños, porque ellos siempre te corrigen. Añadí que una inglesa, casada con un sargento de la British Army. En la Joya de la Corona (India). ¡Casi nada! Decía que en esos casos había que recurrir al Bed Dictionary, es decir al diccionario de la cama. Lo que significa, en buen cristiano, que te lo enseña tu amante nativa.

Le comento que, con el asunto de la Pandemia en China e Italia, todo el mundo anda caliente como una pava. Asiente. “Como en las cárceles, los hospitales y los campos de concentración. Esta última aseveración la hago a propósito para significar el Gulag. Se hace la tonta. Di en el blanco. “¿Hace mucho que vino a Argentina?” “Unos bastantes años.” “Yo nunca salí del país salvo para dar o asistir a cursos. ¿Lees en la computadora?” “Sí? Paso mi tarjeta personal donde figura mi blog. “Lo voy a abrir.” “Para mejorar el castellano.” “Sí, me llamo Tatiana.” El teléfono figura en la vidriera.

La saludo con un ¡podrúga! y me responde ¡tovarish! con una sonrisa. Decido llegar a casa e inmortalizarla en este cuento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LAS SIGUIENTES NOTAS PERTENECEN A MI MURO “ESCRITOS KIRCHNERISTAS”. SE INCLUYEN PORQUE LA INMENSA MAYORÍA DE LOS POLÍTICOS CITADOS ESTÁN HOY EN ACTIVIDAD.

¡AY VÁ!

“Síntesis por razones de espacio. En la Alta Edad Media, el desarrollo de las fuerzas productivas estaba trabado por la propiedad comunal feudal (relaciones de producción), es decir tierra en manos de los señores feudales defendidas por ejércitos privados. En criollo: el sistema feudal ataba a los súbditos (nobles y siervos) a la tierra de los señores de la guerra. Los reyes por obra de Dios gobernaban un conjunto de feudos. No había libertad de circulación, de domicilio y de prensa. Los comerciantes y artesanos de las ciudades (burgos) comenzaron a prosperar y necesitaron mano de obra para expandirse (fuerzas productivas) y nuevas relaciones de producción (propiedad privada plena) y convertirse en una nueva clase social: la burguesía. Los feudos eran autosuficientes y contaban con un escaso excedente para mercar. Cada cual tenía, además de sus campesinos, sus herreros, sus carpinteros, sus hilanderos y sus tejedores, imposibilitados de dejar la heredad. La proto burguesía de las ciudades requería de fuerza de trabajo libre para sus negocios. La ley de los mil días vino a subsanar ese inconveniente profundamente anticuado. Decretó que aquellos que permanecieran mil y un días en un burgo pasaban a ser libres, es decir, de estar sujetos a la servidumbre. Los que optaron por esa mudanza, dejaron el campo junto a sus familias y se urbanizaron. Así nació el capitalismo europeo, que, en sus tiempos, representó un gran avance.

“Machirulo”[18] hace justito lo contrario: trata de reconvertir un país débilmente industrializado pero industrializado al fin, en una extensa estancia que retome el modelo de desarrollo primario exportador del S.XIX. Pretende atrasar el reloj de la historia un siglo y pico por medio de los Medios y las Mañas. Por las buenas o por las malas. Medio Blanco Villegas por nacimiento, ignora -a propósito-, que el 75% de la población de Argentina vive en ciudades. Ignora -adrede-, que la monarquía absoluta fue barrida por las revoluciones inglesa y francesa siglos ha y que los imperios coloniales tienen dificultades de funcionamiento. Puede sospechar que, a lo sumo, le toca el triste papel de virrey, pero se conforma. Todos y cada uno de sus gestos y acciones marchan en esa dirección.

Es probable que Mauri se abrace a Marcos Peña Brown Menéndez, de ADN latifundista puro (no contaminado por la mezcla de sangre con mafia italiana) y eso explique su tenaz defensa del jefe de gabinete de ministros. O por otras cuestiones ignotas para el vulgo. El porqué es lo de menos. Lo que importa es el hecho. Su medio cuerpo oligarca delira por el granero del mundo y la peonada leal. Concesión graciosa a los exportadores: retenciones de mentirita. Un mar de commodities sazonado con pizcas de emprendorzuelos y tecnologías de punta para que aplauda la gilada. Los Cambiadores buscan expulsar a los trabajadores de las ciudades con la remanida fórmula de la falta de puestos de trabajo y que agarren la pala y el pico. La letra con sangre entra. Ya verán.

Lo divertido es que son tan transparentes que se la pasan hablando de que tal y cual (el Presi por ejemplo) apuestan por Argentina. Lenguaje de timberos. Apuesta, ganancia, pérdida. Saben que siempre gana la casa. Llámese Casino o USA.

Todo en mil días. Más bien que es demasiado. Me parece a mí...y a Maxi Montenegro, que escupió en Animales Sueltos que el Gato sumó nuevos rencores a su colección: los Fondos de Inversión Globales, que le juraron vendetta y lo hacen sufrir los peores cinco días de su vida, con excepción de los que estuvo secuestrado. Nadie asegura que esa tormenta pasó. Romina Manguel añade otro frente nuevo:  judiciales. Porque los ingresantes a la carrera tendrán que pagar ganancias. Piumato, secretario general de Judiciales pasa, de llevar la bandera de Nisman en primera fila a desafiar al Ejecutivo por tamaño pecado. Con todo el cuerpo tribunalicio detrás. Nunca es tarde para sumar enemigos. Macri lo hizo.

Quien se tome el trabajo de leer mis notas anteriores comprobará que vengo insistiendo en que la Mauricio Macri le quedan pocos días de ejercicio presidencial aparte de los mil que disfrutó. Recalculando, macho, recalculando. Veremos cómo y cuándo. Tictac tictac...”

(*) Publicado el 6/9/2018

                                                                                            Jueves 30 de Abril de 2020

NAIROBI

Ayer fuimos a contemplar "La vida a palos" con mi jermu. Emanuel Arias y gran gran elenco. Pieza imborrable para todos los que la vieron. Salimos tan conmovidos que apenas nos hablamos por un rato. Forte (fuerte) Cierra con Tristeza nao tem fin (Tristeza no tiene fin) lei motiv del film Orfeo Negro en una historia flamenca de España. Lo de Nairobi viene a cuento porque un amigo mío, arquitecto, trabajó para el Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas construyendo campamentos para refugiados de la guerra civil de Ruanda (1967/70), conflicto armado político-étnico causado por el intento de secesión de las provincias del sudeste de Nigeria bajo el nombre de República de Biafra. Cuenta el susodicho que la presión de estar bajo fuego era tan insoportable que papá ONU sacaba a los técnicos del campo bélico y los llevaba a serenarse en un hotel 5 estrellas en Nairobi. Añade que a veces salía a pasear por el centro. Y que las grandes tiendas, cerradas desde hacía años, exhibían en las vidrieras los maniquíes vestidos e inmóviles (como debe ser) cubiertos de polvillo atemporal. Tal como si hubiera explotado la Bomba Neutrónica (mata todo ser viviente pero respeta la propiedad material, que queda intacta). Pues bien. Al salir del Maipo a las 21.30 de ayer, caminamos hasta la parada del 6...en Nairobi. Saturday evening night (sábado por la noche). Calles vacías, restaurantes vacíos, pizzerías vacías, cafés vacíos, presumo que cines y otros teatros semivacíos en la otrora capital de la cultura de América Latina y el Caribe. Macri lo hizo. ¡Qué mishiadura, Man! ¡Macri lo hizo!

En el Maipo, 98% de setentistas, mayoritariamente del palo. Pullman a $ 600.00 (apenas un billete de 20 u$S). Barato para gente (K) como uno. ¿Caras? Ana María Picchio, Julieta Ortega, Luis Novaresio y algunas decenas de colegas alta gama nativos amigos de Emanoel. Penúltima función a teatro lleno. No me saqué la foto (la acomodadora nos dijo que él se presta) porque sentí que era una falta de respeto al (mío, nuestro) rito compartido. Prefiero llevarlo en la memoria sin pruebas.

Por la tarde, otra experiencia Forte (fuerte) Me entero por Telesur, que el gobierno bolivariano lanzó otra contraofensiva: la Revolución Económica capítulo moneda nacional. Responde así a la Guerra Económica que le declaró El Imperio. En Episodio 1 de la Guerra de las Galaxias: Contraataque de La Fuerza cuando la Federación de Comercio corta todas las rutas al planeta Naboo. Cualquier similitud con la realidad es producto de la fantasía y la imaginación creativa. Los quías petrolizaron. ¿Lo qué? En sencillo: el ministro de comunicaciones explicó que el Presidente Maduro petrolizó la economía. Creó el Petro, equivalente general de todas las mercancías en el territorio liberado de Venezuela. 1 soberano: 1 barril de petróleo. Única o principal riqueza transable internacionalmente de esa nación. Flotación libre del Petro en relación a otras monedas y sujeta al valor del barril de combustible fósil en el mundo. La nueva moneda física, el Bolivariano Soberano se espeja en el Petro, moneda virtual. Ergo, se acabó la inflación, se tiende a déficit cero, se acaba el contrabando de combustible hacia Colombia, el desabastecimiento y el agio. Los que tienen bolívares viejos tendrán que cambiarlos por Bolívares Soberanos. Se acabó el atesoramiento de u$s dólares. Si quieren seguir operando en el mercado local tendrán que cambiarlos por Soberanos. En 300 bocas de cambio entregadas en concesión a privados. Bajo control estatal. La economía de mercado seguirá funcionando junto a la estatal y se favorecerá al comercio, la industria, el agro, la tecnología nacional y el orgullo bolivariano. El salario mínimo aumentó considerablemente, impulsando así un mercado interno herido por la especulación de la derecha antichavista pro yanqui. Círculo virtuoso dinero-mercancía-dinero. ¿Te suena?

Ejercicio perverso de imaginación basado en nuestra historia reciente. Con la Convertibilidad Cavallo frenó la inflación. 1 peso: 1 dólar u$s. ¿N'est pas? (¿Cierto?) Cierto. La diferencia radica en que esa paridad estuvo referida a una moneda que Argentina no emite. Salvando las enormes diferencias de activos entre los dos países (multi commodities en el nuestro, bastante tecnología avanzada y materia gris ibidem. y sólo petroleum en Venezuela), si forzáramos una nivelación tendríamos, en esta lejana tierra mía, por ejemplo: el soja-peso. Peso atado al precio internacional de la soja. Cosa que arriesgo a decir no agradaría de los Dueños del Campo y los puertos privados.

Pese a los denodados esfuerzos de Cambiemos para que regresemos al paraíso perdido de "Argentina Granero de Mundo" de principios del siglo pasado. Conservas Swift entonces a lo sumo y poco valor agregado en el presente. A juzgar por las políticas industriales y de tecnología propia extra agropecuarias y mineras, de Investigación y Desarrollo, etc. la cosa está cantada. Para no insistir en las políticas sociales, tan manoseadas ellas. En efecto, el sistemático ninguneo efectivo total de lo nacional (pues popular-democrático-inclusivo ni pensar), acompañado por el grito del tero de los Cambiadores y sus cómplices del peronismo mimoso apunta a un futuro de factoría semicolonial en el mejor de los casos, o al remate a precio vil de todo lo realizable en las lides globales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo 1 de Mayo de 2020

Día del trabajador en Argentina

 

 FLAN, FLAN, FLAN...DAÑO, DAÑO, DAÑO...(*)

Las dos palabras del título provienen de frases hechas de gente del palo de los Cambiadores. La primera de boca de uno de los capo cómicos del gobierno, denominado Casero (el otro es Luis Juez). No son los únicos. Lo divertido es que la segunda salió de la lengua del mismísimo presidente de la Nación MM (alias El Gato). Que un primer mandatario tema en público a la locura no es moco de pavo. Como el que escribe es muy malintencionado, trata de sacarle punta al lápiz. Es decir, encontrar algún tipo de lógica a la inusitada frase. Hipótesis fruto de la razón: el asesor Star elucubra una salida al laberinto del tipo a las que nos tiene acostumbrados, una salida duranbarbista. Declarar al jefe de los Cambiadores insano. Inimputable y susceptible de ser destituido dentro de la Ley. En este hipotético caso el susodicho no saldría de la Casa Rosada en helicóptero sino en ambulancia y con chaleco de fuerza. Dicho lo cual asumiría la vicepresidenta. Renuncia vis en el mejor equipo por razones propias y ajenas. Pinedo llama a Asamblea Legislativa y se repite el 2001 en 2018. Ya lo dije y lo subí a Face. Escenarios probables, pero no imposibles: El oficialismo Cambiario junto al massismo de five o'clock tee sortean un presidente provisional (Urtubey, Morales, Schiareti, Heidi y siguen los nombres). Ganan 180 días. Elecciones presidenciales y...veremos.

En el mientras tanto, el verde no para su ascenso a los infiernos, la remarcación sigue su ritmo alocado (sin chaleco) Tudo goia, tudo legal (todo bien, todo legal, juro todos los días que reafirmo el rumbo). Sepamos disimular. Nosotros, los de la clase media mierda que nos están haciendo eso. Daño. ¿Hasta cuándo, mi vida, hasta cuándo? Vieja, andá preparando la cacerola que la vas a precisar. Los Medios magnetos tratan de emparchar el buco de tamaño del Titanic. Granito de arena en un bache machazo al que ni Rodríguez Larreta puede rellenar. La gente está rara. Un señor de barrio norte, del Campo él, preguntado sobre las retenciones, contesta que está desilusionado, aclarando que no está decepcionado y que lo va a votar a Macri nuevamente.

La micro está en llamas. Para la esperanzada media y media baja con delirios de grandeza "Ur Dió". Autos: caída; viviendas: caída; créditos Uvita, a la lona; colegio privado cada vez más privativo para la clase mierda; prepaga: no va más; las expensas para los que alquilan y los que son propietarios: morosidad creciente. Me eximo de pormenorizar sobre los laburantes con y sin trabajo, los jubilados y pensionados, los mono tributistas cuenta propia y fuera de la cancha y los homeless (sin techo). Alimentos dolarizados, medicamentos dolarizados y funcionarios Cambiadores dolarizados. Cóctel explosivo si los hay y que los hay los hay. Los del mejor equipo intervienen en el mercado cambiario para lograr que el dólar haga la plancha, pero los formadores de precios dolarizan los productos. La culpa es de la Historia. Décadas y centurias de cultura de grieta. Peligran los depósitos en verdes de los bancos. Ojo al piojo. De repente el asunto de los Cuadernos se mete en las cajas de seguridad y se contagian a las vecinas. "No me tires malas ondas. Prefiero cerrar los ojos y contener la respiración." "Pero si te pasás de rosca sin respirar te morís." "Oia, tenés razón."

De provincias inviables del menemismo y la Alianza a provincias chantajistas de la reunión de mañana. Martes 11/9 (aniversario del golpe contra Allende en Chile y de las Torres Gemelas) de marchas en la calle contra el ajuste fondomonetarista y el hasta Grecia no paramos en Metrobús última maravilla de la obra pública o por prometidas autopistas de PPP. MM impertérrito y con ojos celestes cielo de bandera patria. Dicen sus seguidores "Incapaz de hacer daño a una mosca". Mosca es la que tienen en paraísos fiscales. Canuta que se ve amenazada por un supuesto impuesto que afectaría principalmente a socios y simpatizantes. La Justicia no se rinde. Otro frente que provoca dolores en la frente del Presi. Que tiene miedo que dentre pá dentro y lo vuelva loco. Entonces, promete que hará daño no colateral. Directo al estómago de sus gobernados. Para este analista, el as que le queda en la manga es irse en ambulancia a un loquero carísimo con todas las comodidades como le corresponde. Truco quiero retruco quiero vale cuatro. Veremos dijo Lemos.

(*) Publicado en mi muro el 6/9/2018

 

                                                                                    Domingo 1 de Mayo de 2020

Día del trabajador en Argentina

 

LOS CUADERNOS DE MACRI (*)

 

En 1970 trabajé (junto a otros universitarios de toda Argentina) en la cosecha del té en el establecimiento donde se elaboraba el de marca Jamboreé como proletario(s) agrícolas(s). San Carlos (Misiones). Enero, verdes fuertes y tierra roja. Fue en el marco de los CUT (Campamentos Universitarios de Trabajo, motorizados por los Curas del Tercer Mundo). Jóvenes de clase media y media alta abocados a trabajo manual durante 1 mes. Jóvenes de buena voluntad y corazón generoso (30.000 detenidos-desaparecidos HLVS). Universitaries revolucionaries de todo pelo, aunque un seminarista del Colegio San Miguel. Después de cenar, los varones lavábamos los platos (¿o era rotativo? y nos juntábamos en fogón. De movida, los cordobeses contaban sus andares durante El Cordobazo (29/5/69) y en otras jornadas varias los ateos departíamos sobre teología con el seminarista. Empate técnico con respeto mutuo. Finalizado el programa, un grupo numeroso nos auto compensamos visitando Cataratas del Iguazú y otro grupo menos numeroso dentro del inicial que disfrutó la Garganta del Diablo definimos continuar ruta hacia el Carnaval de Río de Janeiro. Como debe ser. A dedo, mochila en espalda, como corresponde. En Foz de Iguazú conocí fugazmente a un universitario paraguayo que me dijo orgullosamente que Puerto Stroessner (hoy Cuidad de Este) competía con Hong Kong como centro del contrabando mundial. ¿Y esto con qué se come? Con patatas.

Hoy sintonicé a Jorge Lanata en PPT. Editorial. Cuadernos y Korrupción. Como si el tinto se me hubiera subido al tanque de agua, imaginé a mi tocayo abrir la laptop en la carpeta "Empresarios made in Argentina" y picar el archivo "Los cuadernos de Macri". Why? (¿Porqué?). Porque el gordo chanta ya tenía el guión y el Story board (guión dibujado) con la familia Macri como protagonistas y sólo tenía que reemplazar ese ilustre apellido por Kirchner. Entre las copiosas entrevistas aportadas, las hubo de hermanos latinoamericanos de la República del Paraguay, que se refirieron al Complejo Hidroeléctrico Yacyretá-Apipé. Carlos Saúl Menem, en una frase célebre, lo llamó «Monumento a la Corrupción. El Ente Binacional Yacyretá (EBY) nació en 1973, coincidiendo ese evento con la crisis del petróleo. Firmaron los cancilleres en presencia del dictador paraguayo y María Estela de Perón. A lo largo de la accidentada historia de la construcción del complejo, por la parte argentina, SOCMA sacó la mayor porción, ya que en cierto momento sumó dos empresas: Sideco Americana y Supercemento. Los otros integrantes del consorcio fueron Techint, SADE, Conevial, IMPSA, EACA, CODI, José Cartellone, Petersen, Thiele y Cruz, Polledo, Sollazo y Tecnomatter. También era parte de la sociedad IGLYS, que pertenecía a Impregilo, lo que convertía a la poderosa constructora de FIAT en el mayor tenedor, con el 27,13% de las acciones. Siguen la firmas. ¿Te suena? Gordo mentiroso y perverso.

El obeso fumador responsable de la quiebra de Página 12 y del despido sin indemnización de decenas de periodistas a su cargo no se esforzó demasiado en la compu: reemplazar y pegar. Cuando comparó la Korrupción con la dictadura cívico militar, omitió escrupulosamente mencionar a los milicos. Sabe de que lo que habla y calla. Es una de las principales plumas amarillas del Grupo Clarín y no es políticamente correcto citar que Papel Prensa fue adquirida al Grupo Graiver por Clarín, La Nación y La Razón en la mesa de tortura. Si los que leen desean profundizar, basta googlear como yo.

En el Panteón de los Héroes en París están depositados los restos de casi todos los que dedicaron sus vidas a Francia. Napoleón es la honrosa excepción. Tiene tumba propia al costado del Champ de Mars (Campo de Marte). Justificadamente. Los empresarios Made in Argentina nunca tendrán panteón propio. En mínima parte porque nunca fueron nacionales y en un mucho porque gustan de tomar sol donde más calienta. No les calienta si son civiles o milicos, genocidas o financieros.  En la noche de anoche, Lanata pareció ensañarse con Wagner, titular de la CAC (Cámara Argentina de la Construcción) en tiempos de K, puesto en valor por Néstor. Las empresas afiliadas no tuvieron nada que ver con esa designación. Son empresarios Naïf (ingenuos). Normalmente llega al sillón el "primus inter pares" (primero entre los iguales) por casualidad pura. Cargo generalmente rotativo, como en todas las corporaciones (patronales, profesionales, etc.) que se precien, aquí, allá y acullá. Capitalismo que le dicen.

La miríada de Korruptos expuestos con nombre, apellido y causa por el Gordo Infame dista, según su leal saber y entender, de ser la completa. Seguirán las indagaciones de "una Justicia que por fin se pone los pantalones largos", según su leal saber y entender. Promete más a medida que vayan pasando. Tufillo.

¿Será que el Tío Sam está implementando una mani pulite latinoamericana? En los '80 armó las "transiciones a la democracia" porque las armas no pueden perdurar indefinidamente en el poder y hay que cambiar algo para que nada cambie. Usó y tiró a los milicos como preservativo usado. En el hoy, los lavajatos en la superficie podrían gestar una nueva oleada de depuraciones. MM bien gracias. Serán que están pensando en democracias adictas consolidadas pero presentables. Michel Temer, bem gracas a deus. El problema es que las derechas tienen pocos candidatos presentables. ¿Es probable que la Democracia Madre Occidental y Cristiana empuje hacia un sistema transparente como el vigente en los EE.UU? Tan posible como que pululan en la tele juristas como Luis Gabriel Moreno Ocampo, primer Fiscal Jefe de la Corte Penal Internacional y colaborador de Transparencia Internacional. Como fiscal Luis Gabriel llevó a cabo una investigación sobre el titular de la SIDE de Fernando de la Rúa, Fernando de Santibañes y su Ministro de Justicia, Ricardo Gil Lavedra, por "tráfico de influencias" en beneficio de directivos del Banco Galicia en una causa judicial. Otro baluarte consultado con frecuencia por la prensa canalla es el citado Ricardo Gil Lavedra (UCR). Punto.

 

 

 

 

 

 

 

                                               

 

 

 

 

 

                                                                   Domingo 1 de Mayo de 2020

 

¡AL GRAN PUEBLO ARGENTINO SALUD! (*)

Algunos Cambistas alegan que los K inventaron la brecha. En su infinita ignorancia desconocen que la grieta está desde antes de la Declaración de la Independencia, a principios del S.XIX. Sin ánimo de mencionar a todos, les recordaré la Primera Junta (Saavedra y Liniers vs. Moreno y Castelli; Rivadavia por un lado y San Martín y Belgrano; unitarios y federales (Lavalle/Dorrego), federales y federales (Urquiza/Rosas, Rosas/caudillos); Felipe Varela contra la Triple Alianza, Sarmiento contra Alberdi; Buenos Aires vs. Interior, Roca contra los araucanos; 1880 como la "Pax Romana". Conservadores y radicales; radicales personalistas y antipersonalistas; FORJA, Braden o Perón, el laborismo y Perón; UCR y UCRI; azules/colorados en el ejército argentino; revolucionarios en armas/dictaduras cívico militares en los '60 y '70; Grinspun/Sourrouille; Menem/Cafiero; Rojos Punzó contra Celestes (menemistas de la primera hora enfrentados a Duhalde Malo); Macri/CFK. Tres siglos de puja por el poder. Con armas y urnas.

Avellaneda se presentó como el presidente de la reconciliación; Arturo Frondizi hizo algo parecido al pactar con El Viejo y traicionarlo; MM habla siempre de diálogo y margina a sus aliados en Cambiemos, mostrando qué piensa de todos los que no sean él. No puede conciliar al dólar con el peso, a la inflación con las paritarias, pacificar a la Mesa de Enlace + la UIA + las PyME's + las CTA´s + lebacs/otros bonos de corto o largo plazo + jubilados/inflación+ laboratorios de especialidades medicinales + fórmulas de actualización de haberes + fallos negativos de la Corte Suprema + internas en el PRO y Cambiemos, etc.

La ensoñación de una sociedad sin conflicto es tan vieja como las dictaduras en Roma. En realidad, la historia de la humanidad evoluciona superando contradicciones. El resto, es paja. Onanismo. Masturbación. Se llame Fin de la Historia, budismo o New Age. Las guerras de 4ta. Generación se libran, entre otros lados, en la nube intangible de los medios de comunicación.

Mariposas al aire (mariposas son los cuadraditos que los militantes lanzan en las manifestaciones). Nunca se sabe cuántas personas las recogieron. Como en Internet. Cuando replican una nota y el receptor la comparte. Es imposible mensurar el boca a boca en el colectivo o el subte. Yo practico eso y aconsejo a los kumpas hacer lo propio en la cola del banco o la feria.

Las PyME's ocupan cerca del 70% de los trabajadores (formales e informales) de nuestro país. Las leyes Nacionales Nº 25300 y de Fomento de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa y la Nº 27264 de Programa de Recuperación Productiva dividen a las empresas en Micro, Pequeña y Mediana Empresa. Micro empresa es la del cantautor callejero; Pequeña es la de menos de 250 empleados; Mediana entre 250 y 1000 empleados (zapatero y familiares sin remuneración) y Grandes (Nacionales e internacionales con más de 1000 trabajadores (automotrices, etc.).

A este analista se le ocurre otra tipología: Micro, media y grande: (limpiavidrios de semáforos o locales, taller textil con mano de obra esclava (emprendedores); taller de indumentaria con todo el personal en blanco (rara avis); Empresas (todos en blanco en gran cantidad) y Companías (con n) de propiedad extranjera. Todo tiene que ver con todo. En la Nación + dijeron ayer que, al menos 2 o 3 grandes empresas argentinas están presentándose a concurso de acreedores. ¡Qué me contursi!

Me parece que es tiempo de presentar en sociedad un glosario de lo que escucho a los economistas del establishment.

Crush: quebró o está por quebrar.

MIT: Massachusetts Institute of Tecnology. De cada 10.000 ingresantes egresa 1. Tenemos muchos argentos diplomados allí.

MBA: Master in Bussiness Administration (maestro en Administración de negocios). Se estudia en las universidades privadas.

ONG´s despolitizadas (¿?). Encargadas en cerrar grietas en múltiples actividades. Aterrizaron recientemente en Argentina. Vienen de EE.UU. (guerras de 4ta. generación).

Equema tóxico: dícese de una sociedad o grupo humano que se la pasa acuchillándose, que no se escuchan y ninguna parcialidad convence a la otra. Se sana con una ONG´s despolitizada.

Eyaculatio Precox: Eyaculación precoz. Santiago Kovadloff, entrevistado ayer por La Nación + dijo que los argentinos somos todos eyaculadores precoces (no tenemos paciencia). En esa charla exalta a Shakespeare en Hamlet. Pienso que se olvidó del Shakespeare que la cole tilda de antisemita. El de The Merchant of Venice (El mercader de Venecia, también considerada comedia de conflicto). En esta obra, la víctima es Shylock, el usurero judío.

Habiendo repasado historia, economía, sociología, estadística, arte, moda y brechas pasadas y presentes me despido con un: 

 (*) CABA, 9/7/2018 

 

                                                                                                                                Lunes 2 de Mayo de 2020

 

¡QUE VIVA AMLO, BUEY! (*)

Pos mira manito, que la vieja me dejó salir de la casa en el vecindario Nueva Roma y me fuí a festejar al Zócalo y allí me encontré con mi compadre Pancho que me invitó a conocer a Frida y Chabuca, unas estudiantas de no se cual universidad que pronto se van a convertir en licenciadas y quieren conocer pueblo y también a unas Guanajuatecas que están turisteando por el D.F. que estaban con sus con sus chamacos y entonces nos separamos el Pancho y las licens y nos fuimos derechito al "Sanborn de los Azulejos" porque mi compadre había cobrado la champa y estaba generoso y ahí mismito nos convidó con unos tacos bien picantitos que acompañamos con tequila con sal y limón y que al ratito salimos para la Plaza Garibaldi donde nos sentamos en una mesa a escuchar mariachi y beber más tequila con unas cervecitas bien heladitas que eran un primor y Frida que era la más bonita ya empezaba a entrar en una tranca padre y entonces el trompetista la comenzó a mirar con unos ojos saltones que se le saltaban de la cara y la susodicha respondió con una inclinación de cabeza y entonces a mí se me vino el coraje y me paré de la mesa para darle su merecido a ese cabrón y que si no en agarra Pancho saco mi pistola y lo mando a festejar en día de los muertos desde el otro lado y que gracias a Dios que los mariachi arrancaron entonces con vivas al licenciado Don Andrés Manuel López Obrador y ahicito nomás nos todos aplaudimos y nos hicimos hermanos porque los mariachi también son pueblo y trabajadores como los campesinos y los obreros pero que nomás se ganan la vida cantando y tocando hasta que a los 35 ya no les queda voz para alcanzar los agudos y tienen que retirarse a ofrecerse en las casas de comida barata por propinas de los turistas y yo que supe calzar ojotas de cauchos y pelarme las uñas en una hacienda porque soy campesino sin tierra en las afueras de Aguascalientes cuando Aguascalientes era la de antes del terremoto del '85 rodeada de desierto seco y que me cansé y me vine para la capital a trabajar en la construcción porque entonces se construía mucho y cada día se levantaba una colonia y ahí conocí a la vieja mía que venía de trabajar en la maquila en el norte y tenía un vestidito blanco con florcitas bordadas de todos colores y toditos los dientes y una risa fácil y era tan joven que se podía ver que era joven y no como ahora que no tiene edad como yo que le doy al tequila pa' no pensar en cómo estoy de viejazo a los treinta y uno años y que es muy buenaza pero casi me pega un palizón padre cuando llegué curadazo al nido porque era tarde de noche y me perdí aunque si fuera día que no me pasaba entonces salimos toditos de la plaza garibaldi y nos metimos en la procesión que marchaba por Insurgentes hacia el Zócalo con mariachi y todo porque uno no tiene muchas alegrías en la vida y cuando aparece una hay que aprovecharla y le dije a la chamaca Frida que total reciencito nos conocemos y que entonces no había problema en que se fuera con el mariachi y me senté en un banco y me quedé dormido por un rato pero al menos no me llevó la policía como otras veces y las gentes no cesaban de pasar porque esta vez ganó el pueblo y el licenciado ALMO que va a ser como me contaron que fue el general Lázaro Cárdenas y nos va a hacer felices a todos los mexicanos y no como "el guapo" de la tele que se puso a presidente por el PRI imitando a los gringos traicionando a la Revolución Mejicana.

¡QUE VIVA MÉJICO! ¡QUE VIVAN LOS CAMPESINOS Y TRABAJADORES MEJICANOS! ¡MUERAN LOS GRINGOS! ¡VOLVEREMOS EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE MÁS PRONTO QUE TARDE!

(*) CABA, 2/7/2018

 

 

 

                                                                                    Domingo 1 de Mayo de 2020

¡QUE LINDO ES DAR BUENAS NOTICIAS! (*)

El argento común (el que lee esto y el que lo garabatea), así como el resto de los mortales, prefiere recibir buenas noticias a asumir otras que no lo son tanto. Hasta ahí, todo bien. A mi dudoso y dudable juicio, ese fundamento explica tres triunfos electorales recientes, llamativos por lo inesperados: 1) Menem, 1989/1999; 2) De la Rúa, 1999/2001 y 3) MM 2015/... Rememoro: "Siganmé que no los voy a defraudar"; "¡Qué lindo es dar buenas noticias!"; "Vamos a mantener lo bueno y mejorar lo malo". En Fin...Si la crisis o la percepción de crisis (inducidas o no) calan hondo, la gente opta por los tiempos felices, reales o ficticios en la subjetividad profunda.

Según todo indica, estamos retornando al Horror (que es más feo que el Terror). Retrocedemos en la máquina del tiempo hacia 2001. ¿Exagero? Un tanto, pero no tanto. En efecto, acudamos a unos ejemplos verificables: la economía está dolarizada; se intenta privatizar todo lo privatizable, se recurre a un endeudamiento insostenible, vuelve a aparecer el Club del Trueque, pronto reverdecerán las cuasi monedas y se sepulta a los jubilados. Peor aún, se rebaja la AUH, condenando a millones de niños a la deprivación alimentaria, se recorta el número de beneficiarios de pensiones por invalidez, se hambrea nuevamente a docentes y servidores públicos, y hasta los ciudadanos de a pie que viajan (por ahora) en transporte colectivo tendrán que cumplir literalmente con ese sano ejercicio en lo sucesivo.

La misma receta, pero más intragable. De té de yuyos sin azúcar o mate cocido solo a carqueja amarga por un tiempito. Dizque el gobierno que es para deputar el hígado y las glándulas biliares. Sector Salud, ídem.; Sector Vivienda, ibid. Las "explicaciones/excusas/mentiras" del oficialismo fenecen de muerte natural. Naturalmente en agonía, están pidiendo pista para dejar esta tierra (en auto, en avión o helicóptero). En Las brujas de Salem, Arthur Miller evoca hechos que rodearon a los juicios de brujas en Salem, en el Massachusetts de 1692. Esas magas apóstatas - inocentes- terminaron en la hoguera por voluntad del pueblo y las autoridades. En Argentina modelo 2018, parece que la turbamulta ma non troppo tiende a proceder del mismo modo, pero por causas contrarias. En el primer caso, las señoritas eran inocentes, en el segundo, los beneficiarios son culpables. Aquí y ahora crecen las ansias de mandar al pasto al mejor equipo sin auxilio mecánico. Las declaraciones de ayer de D´Elía generaron comentarios fuertes de propios y ajenos. Tan fuertes como los dichos del modesto maestro que comanda el partido político Miles, quien acusó al gobierno de Cambiemos de fusilador (Calificativo irritante en nuestra historia de los siglos pasado y presente si los hay). Dijo fusilador de maestros, empleados públicos, empresarios PyMES, economías regionales, etc.

Nuestra historia del siglo antepasado es ilustrativa en este campo. El prócer de los oligarcas del Puerto Coronel Friedrich Rauch (el del pueblo del mismo nombre) era germano y no hablaba castellano. Entre otras delicatessen decía (en alemán) "A los indios hay que degollarlos. No merecen ni que se gaste una bala en ellos." En la Campaña del Desierto sembraron ropa infectada con tifus, erradicaron pueblos originarios enteros (Quilmes) y esclavizaron a los sobrevivientes. Botón de la muestra de lo que fue, es y será capaz la derecha argentina. Si los dejamos. La modernización que declama MM se cumple rigurosamente en esos términos, pero los parias actuales son los cabecitas negras del aluvión zoológico que se mojaban las patas en la fuente, negros, zambos, pardos y mestizos nativos y migrantes. Los muchachos de “Machirulo” se entretienen tirando bombas neutrónicas 24x7 (todos los días toda la semana). Las veinticuatro horas del día toda la semana. Esas que afectan o dan muerte a los seres vivos, incluyendo hombres y animales sin afectar seriamente a los edificios del lugar en que son lanzadas. Esa es la política que aplica hoy el oficialismo.

Mi tía Florinda tendría hoy 110 años. Si viviera, estoy seguro que no votaría Cambiemos en las próximas elecciones presidenciales. He practicado entrevistas sui generis a venerables ancianas gorilas que, ante mi pregunta respecto de su preferencia futura en las urnas, me contestaron: "Mi mascota". Blanco o nulo. Otra alternativa atractiva es que se queden en casita. Otro tanto para los morochos/as que aportaron lo suyo para concretar la catástrofe que padecemos. Mejor para nosotros. Se viene el cambio. Ésta sí que es una prognosis. ¡Una paponia!

(*) CABA, 26/7/2018

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ORIENTACIONES Y ENSOÑACIONES

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                             Lunes 2 de Mayo de 2020

LÁGRIMAS Y SONRISAS (*)

A ver. Nunca, que yo recuerde, se juntaron, para los argentinos, tantos fenómenos contradictorios pasibles de ser analizados desde Freud, Durkheim, Hegel y Marx. El conflicto odio/amor descripto por el fundador del psicoanálisis en varios escritos como "Análisis de un caso de neurosis obsesiva", "Análisis de la fobia de un niño de cinco años", etc. Ese tema es permanentemente abordado por sus continuadores. Sintéticamente, se trata del conflicto hijo/padre, hija/madre presente en los seres humanos. Placer y dolor alternando en nuestras vidas.

Hablo ahora del partido Argentina-Francia jugado en el día de hoy. Lágrimas-sonrisas-lágrimas que vivimos todos en 95 minutos. Hablo de ira y perdón de los comentaristas. De chevaliers y gauchos en los saludos posteriores al partido. De pulmotores y desfibriladores. De "¡Alé le cocq!" (adelante el gallo francés) y de "¡Vamos Argentina!". De guapos cuchilleros de Borges con valentía por la valentía misma en el duelo y su mezcla de respeto por el adversario que se animó a desafiarlo. Y del brillo y el filo letal de ambas armas.

La selección mereció salir del campo con las armas al hombre, como salieron las derrotadas tropas francesas cuando el asalto a la fortaleza de Quebec, homenajeadas por los británicos victoriosos en la guerra anglo-gala por el control del actual Canadá. Para nuestros muchachos ¡Chapeau! Esperanzas que no cristalizaron. Frustración sí, fracaso no.

MM dijo que si no volvían campeones no los iba a recibir. Más bien pienso que en su mesa chica se debe estar discutiendo si es mejor ir para obtener algo de rédito político, o, como en el día de la bandera, esquivar el abucheo del pueblo. En estos días de efervescencia y odios a flor de piel en las calles, suelo conversar con grupitos mixtos de Colombianes y Venezolanes. Los provoco y terminan riendo conmigo. A los venezolanes les tiro ¿Chavistas? ¿Maduristas? Se calientan,  y ahí empiezo a bajar línea. En una de esas recorridas por Callao, estoy charlando con cuatro o cinco colombianes y pasa una morocha madura argenta. Les grita "¡Colombianos, todos narcos, vuelvansé a su país, aquí no los queremos, narcos de mierda!" Las “colombias” le contestaron como corresponde y me contaron que la loca había pasado antes, llegó a la esquina y regresó para tirarles una segunda andanada.

Aprovecho la ocasión para complementar lo que dije sobre la vicepresidenta en "Gestiones y trayectorias" (ver escritos kirchneristas 2018 Jorge Vibes). Allí fui generoso con la paralítica porque omití parte de su historia antes del accidente. Silo fue recibido por miles de seguidores en Uspallata allá por 1969. Bajaba del Aconcagua el día de su cumple 33 (como Cristo). El rito iniciánico en su movimiento consistía, entre otras fórmulas, en formar en un gran círculo a los iniciados. A las mujeres le hacían romper sus elementos de maquillaje con los pies para que demostraran que renunciaban a su vida pasada. En la rotonda humana cada uno recibía un bofetón del que tenía a su lado derecho y debía cachetear a quien tenía a su izquierda. Claro, si te ligabas una palmada no pasaba nada, pero si el choque era fuerte, multiplicabas el impacto al siguiente aumentado. Eran formas de entrenar en parapsicología a los acólitos. De allí proviene Gabriela Michetti, fundadora del Partido Humanista convertido en Partido Humanista Popular. Etc. Vincular esta info con las aristas evangelistas, budistas y New Age de Mauricio Macri.

Mencioné a Hegel y Marx porque Freud aplica la dialéctica al conocimiento de la psiquis. Y Durkheim se focaliza en el aspecto irracional (emotivo) de las conductas sociales grupales. Soy un comunista hermenéutico atípico. Un García Lineras gramsciano en argentina.

Con motivo del Mundial, se ha hablado hasta el hartazgo de la unión del equipo, de conducción, de táctica y estrategia (todos conceptos salidos de la teoría militar). Carl Philipp Gottlieb Von Clausewitz (1792-1831) decía que la guerra es la continuación de la política por otros medios. Pensá en la brecha actual y busca las diferencias. ¿Qué tul?

(*) CABA, 30/6/2018

 

 

 

                                                                                                                                Lunes de Mayo de 2020

 

 

LECCIONES DE MACROECONOMÍA PARA PRINCIPIANTES (*)

Buenas noches. Como profesor invitado a esta Cátedra Libre, voy a introducirlos en un tema apasionante: la Macroeconomía. No se asusten, no voy a enseñarles cómo se desagrega la Ley de Presupuesto. Pese a ser licenciado en Sociología, me jacto de contar con una fuerte formación en Economía Política. Tiraré sólo algunas puntas. Dicha ley se envía al Congreso anualmente y contiene la previsión de gastos del Estado Central para el siguiente ejercicio.  Debería ser aprobada o desestimada antes de fin de año. Si es rechazada, no pasa nada, el oficialismo prorrogará la actual sometida a ajustes.

Titulo la nota para principiantes (todos los habitantes de nuestro suelo) pues, en la calle predominan las charlas sobre sociología, economía, política, filosofía y otras yerbas relacionadas que afectan nuestro diario padecer. Al voleo, en principio me referiré a las explicaciones oficialistas sobre las causas de las crisis presentes aquí y ahora. Hoy, Marcos Peña Brown describió las que -a su juicio- son las causas principales: 1) Shock externo: apreciación del dólar a escala global y depreciación de las monedas locales en distintas proporciones; 2) Aumento de las tasas en la Fed (especie de Banco Central de USA), que llevó las tasas anuales del 1% con Obama a 2.75% en la administración Trump, atrayendo capitales de todas las latitudes y obligando a las economías emergentes a ofrecer tasas inusitadas. Este punto explica en parte el fracaso de la lluvia de inversiones prometida por MM y 3) La sequía (para mí de cerebro en el mejor equipo de los últimos 50 años). En efecto, la seca es de una magnitud enorme dentro de una secuencia de varias décadas (soja -30%). Esto compromete seriamente las arcas públicas y tiene graves consecuencias políticas y sociales. Pero curiosamente, los Propietarios del Campo niegan auxilio.

Las excusas de los más altos magistrados (con MM a la cabeza reconociendo errores propios) suenan a cómicas. Los dueños de consultoras devenidos en periodistas en la tele traducen esas fórmulas para la videoaudiencia. Ej.: Raúl Timerman, ingeniero, sobrino de Jacobo y primo de Héctor (ex canciller de Cristina), dueño de una consultora. Raúl, radical de toda la vida, responde con el latiguillo de Peña cuando debe aclarar la caída de imagen del gobierno. Hace malabares para disimular que "pasaron cosas". Lo traté personalmente durante muchos años y le tengo estima. No es ese el sentimiento que me provoca Carlos Rodríguez (CEMA/Roque Fernández-ex ministro de economía). En "La mirada de Roberto García", llama "muchacho" al Gato Macri. Le pega por derecha: "que no tiene idea de dónde se metió, está rodeado de inútiles, habría que ir urgentemente a la dolarización, etc." y otras gentilezas y barbaridades (con perdón de Julio Bárbaro, ex Guardia de Hierro).

Uno de los titánicos esfuerzos del gobierno para bajar el déficit público consiste en un conjunto de medidas que suenan a poco para todos. Economistas del establishment y de los nuestros. Grande Kici. Dicen que van a bajar el déficit el año próximo en unos 20.000 millones de pesos. Estimando un dólar de $ 28 serían unos u$s 750 millones. Frente al endeudamiento macrista (u$s 140.000 millones) es una hormiguita en la selva del Amazonas. Los veinte mil palos de ahorro llegarían vía: prohibición del canje de viajes por pesos en el Congreso; mandando a viajar en clase turística a la mayoría de los funcionarios; venta de rodados (usados) del Estado no imprescindibles, retiros voluntarios, no revocación de contratos de Ley Marco y Planta Transitoria; caducidad en diciembre de los contratos con universidades, etc. En orden creciente de gravedad están el ralentamiento de la obra pública (nacional y provincial) y la probable reprivatización de YPF y las jubilaciones y pensiones (volver a las AFJP). El Titanic pretende esquivar el iceberg con remos de palo. Imposible sin que el pueblo reaccione como debe.

Doy vuelta la hoja. Trabajé en el INdec y se de lo que hablo. Es probable que muchos de Uds. no sepan que significa congelación de vacantes dejadas por los empleados bajo Ley Marco y planta transitoria (despedidos encubiertos) ni contratos con las universidades. A ver. Los empleados de Estado Central pueden ser: planta permanente (juegan en primera), Ley Marco y transitorios. Los privilegiados son los de planta permanente (no los pueden echar sin causa, gozan de Obra Social paga, aguinaldos e indemnización si los rajan); los de Ley Marco juegan en segunda. Disfrutan de todos los beneficios de los citados menos indemnización; los transitorios (tercera) carecen de Obra Social paga e indemnización. Como son contratados, se puede prescindir de ellos a la finalización del contrato.

Contratos con universidades. Como la planta permanente del Estado Central está congelada desde hace décadas, las diferentes administraciones desde Alfonsín recurrieron a distintos subterfugios para ajustar el número de técnicos y administrativos. Con excepción de las gestiones K, todas emplearon copiosamente las modalidades de contratos de Obra y Contratos por Prestación de Servicios. Los contratos con universidades son triangulaciones. La universidad x presenta un proyecto (obra o servicio). La dependencia que necesita tal o cual personal aprueba el proyecto y lo financia. El trabajador presta servicios en la dependencia o trabaja en su casa u oficina de una consultora, pero cobra a través de la universidad x. No aparece en la nómina salarial de la dependencia, pero cumple con un trabajo específico dentro de un programa. No son ñoquis.

En la planilla de cálculo macrista se suman: los jubilables, los que optan por la jubilación anticipada, los que se retiran voluntariamente, los de Ley Marco que quedan fuera, los de Planta transitoria que se van a sus casas y los de contratos de Obra o Servicios que dejan de servir a su contratante. Miles y miles sólo en la Administración Central. Los cálculos para provincias y municipios corren por cuenta de esas jurisdicciones. Otros miles y miles en los planes de Cambiemos y sus aliados. Durante el Mayo Francés se popularizó la consigna "La imaginación al poder". En la Argentina actual se concreta, desde los gobiernos no K, una novedosa: "La impotencia en el poder". MM pegado con moco, los gobernadores apretados desde arriba (MM) y desde abajo (sus votantes). Esto es laboratorio. Masturbación de tecnócratas liberal-conservadores.

La macroeconomía trata, entre otras cosas, de magnitudes observadas en las Cuentas Nacionales (especie de balance del erario público), el Índice de Precios al Consumidor (inflación); el balance de pagos (comercio exterior e interior), el empleo formal e informal, el impacto de las migraciones (hacia y desde Argentina); la Cuenta Turismo (viajes desde y hacia), y mucho más de lo que está en todos los oídos atentos. Les he presentado meramente algunos de los capítulos para que los profundicen con su profesor habitual (la realidad cotidiana).

Espero haber cumplido con sus expectativas. Hasta la próxima.

(*) CABA, 11/7/2018

 

PARÍS BALVANERA

Josephine es una sexagenaria francesa de París de pura cepa. Javier es un argento porteño que comenzaba a transitar la séptima década de su vida y habita con su consorte un departamento situado a dos cuadras del Congreso de la Nación. Se conocieron allá por 2017 en Bartolomé Mitre y Río Bamba porque ambos querían asistir a una multitudinaria marcha contra las políticas represivas de Macri.

La del país de Asterix conversaba con un poli en su castellano ininteligible y el quía capitalino se acercó a ver si podía darle una mano. En ese lugar había un cerco de metal que impedía pasar y la franchuta alegaba que tenía que encontrarse con unos amigos en la manifestación. Javier domina el inglés y se defiende con el idioma de Voltaire. Se presenta y le dice a ella que podía oficiar de traductor. Al trasmitir el mensaje al uniformado recibe por contestación que tienen que caminar hasta la avenida Independencia por Ayacucho y tratar de meterse por alguna de las calles que cruzan Avenida de Mayo. Veinte cuadritas, fácil, a patacón por cuadra.

La –según ella- colega de Simone de Beauvoir, pues era egresada como licenciada en filosofía en la Sorbona. Y por tanto prima de profesión de Javier, que es Sociólogo, lo invitó a tomar un café. Como todo estaba cerrado, él la llevó a su departamento, sito a dos cuadras de Congreso de la Nación. Una vez sentados a la mesa, la dueña de casa preguntó: “¿Té o café?” “Té, pog  favog”. Estaban sentados, ella a derecha del sociólogo y su jermu a la izquierda. La recién llegada peló pasaporte francés sin que se lo pidieran y dijo (en inglés) que su ex marido estaba preso en Ezeiza junto con sus hijos porque viajaron para ayudarla en su misión. Que era la de organizar la visita del Papa Francisco a Buenos Aires. La pareja se miró y preguntaron, casi al unísono, que Francisco no vendría a Argentina mientras Mauricio Macri gobernara. “Por supuesto que lo oculta y me manda a mí, que soy del Servicio Secreto del Vaticano, a organizar todo”. Comentó que se alojaba en un Hostel cerca del Congreso pero que debía cambiar a menudo de vivienda (como buena espía). El matrimonio sospechó que se estaba tirando el lance para que la invitaran a quedarse en el departamento. Le hicieron ¡Holé! y acusó recibo. Siguieron charlando en francés/inglés/castellano de las manifestaciones que se producían casi a diario en la zona y llegada la despedida, Monique sacó de su bolso-cartera tipo banana con motivos peruanos bien progre, un rubí (de plástico) de unos 4 cm. de diámetro, que -según sus palabras- fabricaba su hijo. Dijo que se los regalaba porque habían sido muy gentiles con ella.

Al día siguiente comenzó la tortura telefónica para Javier. La francesa lo llamó al celular para contarle que la habían rajado del Hostel por falta de pago y que necesitaba plata y la dirección de otro albergue. El sociólogo le dio un negativo y la saludó cortésmente. La molestia se repitió por la mañana posterior. Javier tenía que asistir a una conferencia de un profesor chino de la Universidad de Beijing a la que lo invitó Fortunato Malimaci porque en la facu había militado con los maoístas. La charla se efectuaba en el CONICET (Consejo Nacional de Ciencia y Técnica) donde Fortunato es Investigador Senior. Antes de salir llamó a la viuda de Eduardo Duhalde (el bueno) para pedirle el tubo del SERPAJ (Servicio de Paz y Justicia) que preside el premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel y algún otro lugar al que pudiera dirigirse Monique.  Llegó al CONICET y comprobó que el pekinés estaba realizando una investigación sobre el maoísmo en América Latina. Para su sorpresa, escuchó que en la República Popular China hay una provincia que mantiene las costumbres de la época de la Revolución Cultural. Entre los concurrentes había ex montos, en erpios (ERP), un sacerdote del Tercer Mundo, un integrante del Movimiento Evita, dos maoístas y varios cursantes, en total unas 20 personas. El profesor chino aclaró que no es miembro de PCCH (Partido Comunista Chino) y en la ronda de intervenciones del público saltó que durante la dictadura genocida de Argentina había una sucursal de la editorial Lenguas Extranjeras desde la que enviaban el material a Buenos Aires. Javier aprovechó la ocasión para pedir a Fortunato el teléfono del SERPAJ aunque ya lo tenía y consiguió el particular de Pérez Esquivel. Ya en casa, se lo pasó a  Josephine, quien le dijo que su ex y sus hijos estaban detenidos en una comisaría de Ezeiza y temía que los fueran a torturar.

Por la noche, la francesa volvió a llamar. En ese momento llovía a cántaros y le contó que podía ir a dormir a la Ciudad Universitaria (media hora en colectivo). Javier le aconsejó que buscara algún policía de la Policía Federal porque esa fuerza tenía alberges. El sociólogo sabía que cuando lo hiciera, el cana la llevaría a la comisaría 5ta, se comunicarían con la embajada francesa y la repatriarían como demente.

Javier ignora qué es de la vida de Josephine porque con La ola de vómito negro que se abatió sobre el mundo, tanto puede estar en un correccional para mujeres, en la Villa 31, o, en su país de origen.

 

 

 

 

 

EL HOMELESS DESPIERTO

 

Un mediodía de mayo, Ricardo fue al Banco ICBC (industrial and Comercial Bank of China) sito en Callao al 300. Debía hacer un depósito para abonar el resumen de su tarjeta American Express. Se bajó el barbijo y, con el resumen en mano, se ubicó en uno de los cajeros automáticos y buscó la opción que necesitaba. Estaba Ingresando el dinero y entró un homeless con tapabocas en el lugar. Seguro que estaba espiando al vejete desde la vereda y pensó que tenía una palomita a mano. Dijo: “Tío, dame alguna moneda para comprar una pizza en Pizza Hut.” “Esperá que termine y te veo en la vereda”. Ricardo finalizó y salió. El despatarrado lo estaba aguardando. “Amigo, dame algo para que podamos comer”. El depositador peló los billetes que tenía en el bolsillo derecho de Jean de corderoy, pero carecía de billetes de 10 pesos. Sólo varios de 100 y uno de 20. Le preguntó: “¿Tenés cambio de cien?” “Tío, dame uno de 100 y te doy el vuelto.” “Bueno, pero antes sacá el vuelto.” “Pero no, amigo, yo no soy ningún choro, no te voy a robar, dame el de 100 y te paso los 80 que tengo”. “No, primero dame los 80 y te doy los 20.” ”Pero…amigo, yo no me voy a escapar, dame los 100.” “Primero dame los 80.” “Tengo 70, amigo, dame para la Pizza Hunt.” Ricardo cazó la mosca al vuelo. Empezó mangando una moneda, pasó a un billete de 100, de ese pedido se saltó a uno de 20 y, por último, a uno de cien. Todas triquiñuelas para salir corriendo porque sabía que el anciano no lo iba a correr. Cansado del tira y afloja, Ricardo le pasó el papel de 20 y se fue. Un joven que asistía al espectáculo, para salir en defensa del viejo, se convirtió en el próximo mangado. Lo sacó carpiendo.

 

 

 

 

 

 

VELORIO DE UN SUICIDA

Introducción

En la edición que tengo a la vista del Nuevo Manual de Urbanidad y Buenas Costumbres, publicado en 1902, subtitulado "para uso de la juventud de ambos sexos en la escuela y en el hogar", sub subtitulado "en el cual se encuentran las principales reglas de civilidad y etiqueta que deben observarse en las diversas situaciones de la vida; con un breve tratado sobre los deberes morales", se lee, en la Sección Quinta -de los duelos, entierros y honras fúnebres- lo siguiente:

"...V.- La puntual observancia de estas reglas ahorrará á las personas que sufren la pérdida de un miembro querido, el tormento de ver en su casa, en los momentos más terribles de su dolor, una reunión numerosa y llena de indolencia que conversa, ríe y celebra los chistes de cada cual, y que ofrece el chocante y horrible contraste de la alegría y los placeres de la mesa, dentro de un recinto enlutado y tétrico, en medio de una familia llorosa y desolada, y á veces aun al  lado de un cadáver!".

Los hechos

Velatorio en Av. Córdoba al 5000. Primer piso compartido con otro finado. A esa hora de la noche están presentes (vivos) casi todos los vecinos del consorcio, el peón del taxi que acababa de licenciar el finado por haber tenido que vender el “tacho” y los amigos más cercanos (pocos). La madre (85) no pudo asistir por prescripción médica. Están Daniel, Horacio y Cristina, más David, el único amigo y ex camarada del PC que se animó a seguir dándole pelota cuando volvió al país. Escenografía parca: atriles negros de los que se usan como porta coronas pelados, porque ya casi no se estila mandar flores. Ambientes sin ventanas y paredes mustias. La madre, respetando el agnosticismo de Pedro, se negó a que colocaran crucifijos. Los asistentes se mueven despacio y conversan en voz baja. El ambiente está frío y piden que enciendan la estufa de la sala y traigan café. Daniel presenta a Cristina a David porque no se conocían personalmente. Los tres primeros se sientan en sillas ubicadas en una esquina, contra la pared. David está parado y se sostiene en su bastón.

Daniel dice "Recuerdo todos los suicidas que conocí, tocaron de cerca a amigos o velé por compromiso. Hugo y el pollo (como la llamaba él) se suicidaron juntos. Juan tocó mi portero eléctrico a altas horas de la noche. Bajé a abrirle. ‘¿Qué pasa?’ ‘Hugo se suicidó…con su mujer.” “Pasá.” “No puedo, estoy avisando a los gomías.” El suceso nos partió la cabeza a todos y anduvo rondando por allí durante mucho tiempo. Parece que Hugo, pese a estar enpastillado[19], vaciló a último momento. Ella le pegó el tiro de gracia y después se metió el bufoso[20] en la sien y disparó. Estaba Fulano, un conocido. Fulano espantado, Policía. Drama. Como tenían previsto viajar, sobre la mesa había 20.000 dólares. Nunca se supo quién se los había llevado. Repensando el hecho, lo que más me impresionaba por lo perverso era que hubiera estado Fulano de testigo. Pero me planteo la eventualidad de que Fulano hubiera pasado por casualidad de visita y hubiera quedado pegado. Desde luego que para quienes tienen decidido matarse el hecho de que haya alguien más presente carece totalmente de entidad”

“También rememoro a Rosemary, pelo negro, lacio y largo con ojazos del mismo color, a quien apodábamos en la adolescencia ‘la dama del perrito’ porque paseaba con su caniche de pedigree por todo Mina Clavero en los veranos, y llegó a los treinta tan consumida por la falopa que se alimentaba y alimentaba a su hijo exclusivamente con huevos duros, a raíz de lo cual pasó a ser conocida como ´huevo duro´; al Santa (santiagueño), campeón de bromas y chistes del mismo grupo, que se coheteó pisando los 40, probablemente porque ya no aguantaba la impotencia sexual provocada por el chupi y la certeza de que la cirrosis lo llevaría muy pronto a la Chacarita.”

Se detuvo porque había llegado el café y lo necesitaba. Horacio preguntó si tenían coñac. El empleado le contestó “Ya le traigo uno.”

Daniel prosiguió: “A Miguel, alguna vez ayudante de 1a. A mi cargo en el CBC de la UBA, que conocí Posadista (Partido de la 4ta. Internacional dirigido por el camarada Posadas) en “Filo”, después que cambió Sociología por el Seminario abandonado cuando estaba a punto de ordenarse cura y con quien llegamos a Profesores Regulares Adjuntos en el mismo concurso, que después hizo todo el periplo interno y al momento de la boleta ocupaba aún esa posición, que salió al patiecito trasero de su casa en el segundo cordón del conurbano, de mediodía, con su esposa e hijos todavía en la mesa, y se prendió fuego a lo bonzo; al gordo -se me escapa el nombre (promediando la treintena), Jefe de Trabajos Prácticos en la misma unidad académica, que vivía solo y fue descubierto cuando los vecinos de piso sintieron un mal olor tan intenso que llamaron al encargado y éste llamó a la policía, que tiró la puerta abajo y encontraron un cadáver en avanzado estado de descomposición pues llevaba muerto muchos días.”

El mozo trajo el coñac y preguntó “¿algo más?” y ante la respuesta negativa se retiró. Como suele pasar en todo velorio que se precie, comenzó la tanda de chistes, clásico recurso para cortar momentáneamente la angustia que provoca el confirmar que somos mortales, a la que se suma la certeza de que ya nunca tendrán contacto material con el ser querido.

Daniel abrió fuego: “Resulta que había un sociólogo que, como muchos universitarios que debían cumplir con el Servicio Militar Obligatorio, pedía prórroga hasta recibirse. Cuando no tuvo otro remedio que alistarse, se presentó al cuartel que tenía asignado. Una vez en el patio estaba con todo el contingente en el patio y un sargento dijo ‘Levanten la mano todos los que vienen con prórroga’. Lo hicieron. Se dio destino, uno a uno, de acuerdo a su especialidad. Al sociólogo lo mandaron a reportarse con uno de los tenientes de la guarnición. Llegado a la oficina se presentó “permiso mi teniente T., me reporto por orden del sargento S. “Ah, vos sos el sociólogo.” “Sí.” “Bueno, mirá, te voy a dar una tarea simple pero delicada.” “A la orden, mi teniente.” “¿Viste ese campito que se encuentra pegado al norte del cuartel?”…”Me lo vas a tener que arar todito. Tenés una semana para completar el trabajo.” El sociólogo fue y, a los cinco días, se cuadró ante su teniente y le comunicó que había cumplimentado el encargo. “Muy bien felicitado 10. Lo terminaste antes de que venciera el plazo.” “Gracias.” “Ahora, vas y abonás lo arado dentro de un plazo de cinco días.” “A la orden, mi teniente.” A los tres días vuelve el colimba (corre-limpia-barre) presentar los resultados. “Fenómeno, no tengo palabras, sos un excelente soldado.”... “Ahora, debido a tu eficiencia, te voy a mandar a cumplir una tarea decisiva para la compañía.”... “Al sur, detrás de la caballeriza, hay una montaña de papas. Vas y me las seleccionás por tamaño. Grandes, medianas y chicas.” “Tenés una semanita para terminar.” Parte el conscripto en pos del objetivo señalado. Pasa la semana. Otra más. Y, transcurrida la mayor parte de la tercera. el teniente T. llama a su subordinado. “Pero ché. ¿Qué te pasa? Te mando a arar y a abonar el campito y lo cumplís antes de tiempo, pero te mando a seleccionar las papas por tamaño y todavía no terminaste.” ”Disculpe, mi teniente, pero resulta que los sociólogos somos especialistas en mover el piso y tirar mierda, pero cuando hay que tomar una decisión, estamos jodidos.” Todos rieron casi al unísono. Alguno en tono demasiado alto para la circunstancia.

David quiso incorporar el humor judío en el aparte del cuarteto: “Cuando se declaró la epidemia de SIDA, no se sabía muy bien de dónde venía, si era contagioso o no, y si lo era, cómo se propagaba. Una mañana, se encuentran Sarita y Raquel en la calle Pasteur. Se saludan y Sara pregunta “Raquelita, ¿es cierto que tu Samuelito tiene SIDA?” ”Es cierto.” “Y ustedes ¿cómo se las arreglan?” ”Mirá Sarita, el secreto está en tratarlo con amor, con mucho amor y matzele?”. ”¿Porqué matzele?” ”Es lo único que pasa por la rendija de la parte de abajo de la puerta.” “Muy bueno.” dijo Daniel. “Entonces te tiro otro: resulta que venían por un camino, en dirección opuesta, un catalán y un judío. Al cruzarse, descubren simultáneamente una moneda en el suelo. Se abalanzan y la toman. Ambos tiran con igual entusiasmo y fuerza.” ”¿Y quién ganó?” ”Ninguno, pero inventaron el alambre.” Cristina dijo: “Este es mejor que el anterior.”

Daniel disparó nuevamente “Un puto va de visita al departamento de un manflorón[21] amigo. Toca timbre. El dueño de casa abre la puerta ataviado con un quimono dorado y unos zapatos puntiagudos color piel. Intercambian besos en las mejillas y el recién llegado dice: ¡”Qué lindos zapatitos! ¿de qué son?” ”De  cuero de pija.” ”¡ Ay, loca!, ¿no me das una patadita? Lisa apunta “Sos un homofóbico de aquellos. ¡Qué tremendo hijo de putas! (sabiendo que no era así y que su marido entraba en la provocación para llamar la atención nomás).

Cristina, como la inmensa mayoría de las mujeres, carece de memoria para los cuentos, recurrió a una anécdota. Recordó que dos años atrás, estaban en Madrid con Joaco, picando algo en el Museo del Jamón cercano a Plaza del Sol, ubicados en una mesa del entrepiso. Hicieron el pedido de lo que preferían comer y el susodicho preguntó a la camarera que cervezas tenían "Bueno, tenemos Heineken y de la otra" "¿Y qué diferencia hay?" "Hombre, la Heineken es Heineken y la otra es la otra ".

La esposa Daniel, inspirada por lo que acababa de contar, recurrió a otra anécdota que contaba un amigo. “Un primo mío, gallego migrado a estas tierras de adolescente, hizo fortuna y, ya casado, decidió visitar “sua terra galega” (su tierra gallega) con sus cinco hijos y su esposa. Era verano. Alquiló una van en Madrid y partió a las montañas de su provincia natal. Manejó por caminos de cornisa hasta el mediodía, momento en que sus descendientes clamaron de hambre. Estacionó su camioneta en una posada amable y se sentaron todos a la mesa bajo la sombra de un castaño centenario. El posadero acudió presto y preguntó qué apetecían los señores. “Por favor, traiga Ud. siete emparedados de jamón.” “¿Y para beber?” “Siete Coca Colas” “Mire Ud. señor, me parece que les conviene pedir, en lugar de siete Coca Colas chicas, dos de dos litros y medio.” “Perfecto, traiga entonces dos grandes.” “No tengo.”

Danny, después de aplaudir sin ruido la ocurrencia, retomó su relato: “A Rubén -alguna vez dueño de la principal casa de artículos regionales de Mina Clavero- quien, a los cincuenta, solísimo y arruinado por su adicción a la “rula”, eligió como punto de partida a un borde de la montaña cerca de Copina. Auto mirando al valle, una botella de whisky vacía, somníferos y pistola; al Conejo (49) -ex compañero de partidas de póker, pase inglés y "chuchos" al que dejé de frecuentar añares atrás pero tenía y tengo presente su risa de dientes grandes. Una vez me invitó al hipódromo de Palermo porque tenía una “fija”. Le contesté que andaba seco. No importa, mi padre me dio plata para mi cumpleaños y, en lugar de comprarme la Penguin y te pago lo que te debo del poker. Vamos a las carreras y el dato era bueno. Yo me compré el reloj Tissot caro. Terminó sus días abriendo el gas”.

Daniel señaló que en esos días se viralizó en las redes sociales un diálogo extremadamente gorila. “Voy a matar cinco mil kirchneristas y un perrito”. ”¿y por qué un perrito?.

Cris había aceptado café y Daniel bebió un primer sorbo antes de continuar: “También recuerdo a Jorgito, compañero de 5to. del Nacional y dos años en la facultad de Derecho, que una vez recibido se estableció en Bariloche con su esposa (también boga), que, según su hermano, era proclive a avanzar machos en presencia de su marido –cosa que me consta personalmente- ejecutó su elección última sellando el dormitorio con el brasero encendido y terminó sus días acostado en la cama matrimonial con un frasco de somníferos en la mesa de luz; al compañero del Servicio Internacional de ENtel -edificio viejo-, que en su veintena, no hablaba con nadie, se fumaba 3 cigarrillos en cada 10 minutos de descanso, recorría en ida y vuelta el palier del ascensor a donde salíamos con paso vivo, y del cual supimos un lunes que se había tirado del balcón del décimo piso a la calle.”

“Otro caso terrible fue el del hijo del titular de Antropología, que, según supe por el propio padre, se ahorcó a los 20. Pese a que mi colega docente no alcanzaba a explicarse el porqué, yo, que conocía el paño, me aproximé a una hipótesis. El progenitor de marras era alcohólico perdido y andaba por el cuarto matrimonio. Brillante, ocurrente y divertido, pero como suele pasar, difícil. Al momento de este encuentro acababa de casarse de nuevo con la segunda y lo proclamaba a cuatro vientos. Criado en ese contexto, no es riesgoso pensar que el hijo padecía de una fuerte inestabilidad afectiva.”

“¿Pedimos otros cafés?””; “Para mí no.” “Paso.” “Bueno.”

Daniel continuó con el macabro recorrido: “A la madre de una de las mujeres de Santiago en su etapa ginebrina, que de repente entró a regalar cosas de su casa. Objetos de valor y sin él (el piano, joyas, pocillos para café y lápices). Uno de los hijos la fue a visitar y encontró el departamento prácticamente vacío. Llamó a sus hermanos y les contó. Pocos días después, la madre se despojó de lo último que le quedaba -la vida-, metiéndose en el lago Lemán después de recorrer el laberinto sin salida de su insania.”

Horacio dijo: va otra: “También lo que pasó Adriana, compañera socióloga en la Secretaría de Programación Económica del MECON, cuya madre, presa de una depresión de larga duración, se mandó de una por el pozo de aire del edificio." Hizo una pausa y continuó: “Comentando la actitud final de la madre, dije a Adriana y a nuestro jefe ‘yo, la única forma de muerte que respeto, es la muerte heroica’.”

David agregó: “Pedro era antisemita, como casi todos los estalinos. Yo, pese a mi ascendencia, me quedé en el Partido para dar la lucha interna. Dejé de lado lo que considero una contraposición secundaria y reconozco al PCA no pocos aportes: popularizó la literatura marxista en ediciones baratas; formó a buena parte de la intelectualidad de los ‘60 y ‘70 que, luego, por oposición, digamos edípica, hacia el Partido como padre opresor, generaron opciones abiertas de raíces marxistas.  Boris Spivacow, emblema de ese intelectual comprometido y pluralista, había sido expulsado de la Fede en 1966 y toda su carrera de editor estuvo signada por ese ideario izquierdista no dogmático. Junto a otros expulsados de la Fede o del Partido, erigieron las columnas de parte del edificio del pensamiento social argentino de izquierdas. La otra parte pertenece al PCA. En conjunto, esas tribus enfrentadas políticamente estuvieron detrás de la editorial Centro Editor de América Latina; de los Cines Lorraine, Cosmos 70 y Arte, salas que conectaron a los entonces veinteañeros con el cine italiano (desde el neorrealismo a la comedia dramática de los ‘70), la Nouvelle Vague[22], la cinematografía rusa y de los países satélites de la URSS; la New Wave inglesa y el cine crítico latinoamericano.”

Daniel dijo: “Reconozco que el PCA sostuvo a la Revolución Cubana y mantuvo relaciones subterráneas con la guerrilla no peronista (a la que criticaba en público, etc.). No obstante, metió la pata muchas veces. Como cuando trenzó con Viola considerando que, de esa manera, impedía que la dictadura pasase a degüello a miles de militantes comunistas. En fin, no todo es del color de que lo pintan.” “Cierto, pero todas las expresiones del arte contaban con células (en algunos casos frentes) del Partido.” Horacio se sintió obligado a terciar: “Recordar que el FATRAC, el frente de teatro del PRT-ERP contó en sus equipos a Norma Aleandro, Alfredo Alcón y otros varios.” “Sí, pero el Partido tenía al teatro IFT, templo del teatro independiente de esa época”. “Piensen que, para nosotros, el Partido era la vida. Familia, amigos, trabajo, militancia. Todo giraba en torno al Partido y el Partido era la Dirección.” ”Una especie de catolicismo mundial comunista bajo la bota de la URSS.” “En lo existencial eso se relativizaba. Uno se entregaba totalmente a su deber militante. La disciplina partidaria era todo y los díscolos se convertían en muertos, ni siquiera los saludábamos en la calle.” Cristina se indignó: “Ese enfoque de la militancia es una mierda.” “No tanto, siempre nos daban una justificación atendible.” Daniel dijo: “Bonita interpretación del centralismo democrático.”

David prosiguió: “Pedro y yo supimos tener un camarada -responsable de finanzas del PCA para una gran parte de la zona sur- que fue injustamente acusado de malversación y al regresar a su casa expulsado, cazó la 45 y se voló los sesos. Después se comprobó había sido una falsa denuncia efectuada por otro camarada, pero ya era tarde”. Emocionado por la evocación murmuró “No merecía terminar así.”

Daniel acotó: “Tu anécdota me recuerda a Milcíades Peña (padre), que se suicidó cuando solo tenía 33 años (en 1965). Entre los militantes del PRT La Verdad circulaba el dato de que lo hizo cuando no encontró salida a la contradicción que lo presionaba: su producción teórica y la guita que le estaba dando su floreciente empresa de investigación de mercado.” Prendió su último cigarrillo y continuó: "Cuando saltan estas cosas no puedo evitar poner en el tapete las muertes inesperadas que viví de cerca o me llegaron por personas conocidas. La de Laura, compañera de facultad y madre de gemelos, que terminó como los desgraciados muertos-vivos de los campos de concentración nazis devorada por un cáncer agudo de mama a los 42; el de Elinita, alguna vez noviecita de vacaciones, que pasó por el mismo incendio interior de células malignas cuando tenía esa edad.”

El relator de turno cambió de tema porque David se había retirado al baño. Al regresar “el ruso” volvió al anterior: “El de Mariana, de treinta y pico, para entonces pareja de un amigo que la doblaba en edad, que fue al médico para un chequeo de rutina y de allí, inmediatamente a internación porque le detectaron un cáncer extendido imposible de parar que la fulminó en una semana, y el de un tocayo mío, que, preso de una honda depresión originada en la estafa de un amigo-socio traicionero y que seguramente lo conduciría a la bancarrota, en vísperas de ir al juzgado en el que le fallarían sin dudas en contra, cayó seco en la cancha de tenis por efecto de un infarto masivo antes de cumplir 38.”

Daniel terminó su coñac y prosiguió: “A Alejandro, el subteniente de caballería veinteañero destinado en el regimiento de Chajarí (Entre Ríos), que cayó del caballo en un partido de pato y se quebró el cuello; al primo hermano de mi amigo Raúl, cadete del Colegio Militar que, en sus veinte exactos, estaba de guardia nocturna en un polvorín que estalló vaya a saber porqué, y se lo llevó puesto; al batero de la banda de unos sobrinos que, sin llegar a los treinta, calculó mal la dosis; a los hermanos Daniel y César (44 y 38), los archimillonarios que exigieron a sus venas más de lo que podían dar y se fueron con pocos meses de diferencia."

Daniel había asociado con otras muertes inesperadas y retomó la palabra diciendo: "También el hermano de Nelson, que, volviendo tempranito de un asado que se prolongó hasta bien amanecido, salió despedido de la caja de la chata cuando el conductor se comió los taquitos del puente sumergible de Nono y terminó en el lecho del río con la cervical rota."

Cristina, seguramente por necesidad de sublimar la angustia, acotó: “Pálidas trágicas fueron las que presencié o me contaron algunos allegados. “Estando en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez a raíz del accidente del hijito de una amiga (nueve años) al que le pasó un colectivo por encima y afortunadamente fue salvado, pasó en una camilla rumbo al quirófano de cirugía cardiovascular, un niñito de no más de cinco que se comía con ojos ávidos el entorno girando su cabecita en todas las direcciones. Como si supiera que se estaba despidiendo del mundo; y la del adolescente de doce que vivía en la Villa 31 que, perseguido por la cana[23] en las vías del ferrocarril San Martín en virtud de un “achaco”, cayó abatido. Cuando fue velado, se disimuló el hecho diciendo que lo había pisado el tren.”

Horacio, tan movido como Lisa, dijo: “Me disparás otros dos, tuve un jefe que, estando de finde en el campo de un amigo, tuvo que sufrir la muerte de su hijita de seis años, que jugando a las escondidas se metió en un silo, hecho ignorado por el operario que descargó el grano y la tapó; el del hermano menor del “alemán” y unos gomas (todos en plena adolescencia), que estuvieron esperando en un boliche del bajo de Vicente López que pasasen los autos del Gran Premio de Turismo de Carretera y matizaron las horas chupando fiero. Finalizada la pasada bien tarde en la noche, se subieron al auto y el conductor, sintiéndose émulo de Juan Manuel Fangio, pisó el acelerador hasta que en la curva de Libertador que hay después del puente de la Lucila, en lugar de seguir por el trazado del pavimento, fue derechito a clavarse en un poste de alumbrado (por ese entonces de madera). Lo dejó colgando en el aire y acometió dos más. El tercero también se cortó de cuajo y terminó por convertir al auto en descapotable y a sus seis ocupantes en seres sin cabeza”.

Como para cortar la mala onda, Horacio cuenta que días atrás concurrió a la manifestación de "Ni una Menos" en Plaza Congreso. Había ido a buscar a una ex compañera a la que le tenía que pedir el celular de otra, abogada de profesión, a la que quería interesar para que tomara el caso de un trámite sucesorio de un conocido. “Me acerqué a María y le pregunté por Fulana. Me la señaló. Como siempre que me encuentro con María le tiro alguna pulla, le digo que tengo una hipótesis a la que titulo: Ley de la Compensación de la Naturaleza en relación a la cuestión de género.” “¿Y en qué consiste?” “Muy simple. He comprobado que, desde hace algunos años, las mujeres se presentan más apetitosas que tiempos atrás.” “¿Entonces?” “Entonces que es por obra de la sabia naturaleza. Porque como cada día hay más hombres ambiguos en sus respuestas a la seducción femenina, no tienen otro remedio que entretenerse entre ellas, o, en su defecto, tratar de atraer a los machos con propuestas más explícitas y llamativas. De acuerdo a mis deducciones, la naturaleza hace eso para asegurar la reproducción de la especie.” Una señora que estaba con María dijo: ¿No te parece algo provocador eso que decís?” Significando que ese comentario era impropio para un acto impulsado por mujeres que denunciaban al machismo. “Horacio es un provocador.” "Aclaro que con María nos cruzábamos esos metamensajes porque ambos sabíamos de las reiteradas maldades que me había hecho cuando compartíamos militancia y de las maldades con que yo solía responderle. Que, como hipócrita que es, disimulaba con su mejor cara de ‘Yo no fui, soy incapaz de proceder así’ o, sin más, haciéndose la boluda". Finalizó: "Satisfecho con mi reciente tocada de culo a María, fui en busca de Fulana y le pedí los datos que necesitaba".

Cristina se puso de lado de María y su amiga, no porque María le cayera bien, todo lo contrario, pero ante el relato, hizo causa común con las agraviadas que organizaban el acto. Daniel, en cambio, le hizo notar que Horacio es defensor de las mujeres pero que usa la ironía para practicar un humor negro sutil. David emitió juicio sobre el fondo y la forma. Para él, miembro de una minoría, era un humor negro poco feliz.

Cristina pregunta “¿Alguien tiene un pucho?” “No”. “Entonces bajo a comprar.” Deja la sala y los tres hombres siguen charlando de política. La muchacha regresa y se prende en la conversación. Agotados los comentarios sobre la situación nacional, pasan a hablar de música –se aproxima la visita de un famoso cantante lírico al Teatro Colón- y cine. Daniel y Cristina recomiendan alguna peli a los otros. Tratan de matar el tiempo.

Todos tenían ganas de irse porque habían llegado con el cajón y las horas hacían lo suyo, pero como en parte todavía no aceptaban lo sucedido y en parte no quedaba nadie, tuvieron que seguir en continuado hasta que terminó el entierro. Se les pasó el sueño porque, como es sabido, pasado un punto de inflexión, el noni[24] ya no se percibe. Sentían un cansancio físico y anímico enorme y cuando llegaron a sus casas durmieron veinte horas de un saque.

 

 

 

 

Miércoles 3 de junio de 2020

TRAQUEOTOMÍA

Hoy se cortó la luz en el edificio por tercera vez en las últimas 24 horas. Salí de compras a Coto aprovechando que contábamos con fluído eléctrico y, al volver, tuve que acarrear los bolsos a pulso. No es grave porque habitamos en el primer piso, pero Daniel el travieso vive en el séptimo y no se anima a salir a la calle. Repito otra vez, es decir que reitero: salí con luz y se cortó mientras estaba en el súper. Mi tip del día de la fecha es “¡Penitenciagite!”[25]. Vuelvo locos a dios y maría santísima con ese tip. Me asombra que la mayoría de los interpelados hayan visto el film “El nombre de la rosa”, basado en la novela de Umberto Ecco, pero no hayan leído el libro. Lo recomiendo.

Formo la fila. Suelto el tip a una pareja (varón y mujer) de policías de civil de CABA. Como interrumpo al hombre que le hacía la corte a la mujer, me dan bola por cortesía y luego siguen en lo suyo. Un señor que está delante de mí, mueve las piernas nervioso. Le largo: “¡Eshtás nerviosho, qué te pasa, Clarín que eshtás nerviosho!”[26] En rigor de verdad, yo estoy nervioso y todos estamos nerviosos por La ola de bichitos negros invisibles. Constato que las manos me tiemblan de cuando en vez. Entramos en grupos de a diez personas porque la sucursal es grande. Cambié de local porque aquí se avanza más rápido.

El otro tip que utilizo en este día es: “¡Y yo que me la llevé a río creyendo que era mozuela pero tenía marido!” (Federico García Lorca. Romancero gitano). Poco antes de entrar, sale un señor munido de barbijo, máscara y uno de esos aparatos que usan los que tienen traqueotomía. El pobre, o rico, o bromista, se abría paso diciendo ¡Graacias! Con esa voz de ultratumba que lucen esos operados. Tres pasos y un nuevo ¡Graacias!, mediante un micrófono que llevaba bajo la máscara. Tenía mi celular a mano pero no se me ocurrió filmarlo. Esas cosas pasan tan rápido que uno no las graba por prurito o temor a que se tome a mal o porque vaya a saber porqué. La custión (cuestión) es que se me escapó la tortuga.

En llegando a las casas, abrí la puerta. Mi Dulcinea del Toboso sacó su culo de la silla desde dónde miraba una serie en su Tablet. Lo advierto por el ruido que hace al correr la silla. Como se dijo, la luz estaba sin luz y la e emergencia había interrumpido su mortecina luz, pues tiene una duración limitada. Sudando como negra en baile, transporté la carga en tres ocasiones. Mi esposa me fumigó como hace cada vez que entro. Me embola porque rocía mis anteojos y los tengo que limpiar. Me ordena que me lave las manos. Le digo: “¡Encontré un tipo más bizarro que yo!” “¡Imposible!” Le cuento. Nos quedamos con la duda sobre si era digno de lástima, inconsciente o un hijo de mil putas que quería contagiar a cuantos pudiera.

 

 

 

 

 

 

 

 


 

                                                           

Ya dije que ganamos por afano. Si fuera una encuesta, 90% a 6 con un 4 de indecisos. Desde hace relativamente poco hablo-entrecortado-como- los locutores-de la tele- y la gente cool. Me rompe las pelotas que esté de moda esa forma de comunicación audio-visual. Así no se vale. Todos han adoptado esa manía para llamar la atención. Si las comunicadoras son bellas o graciosas como la de Muy liebre, mi ira se apacigua.

En un principio pensé en escribir esto en el estilo de fluir de la conciencia (sin puntuación) como James Joyce en "Ulises" y yo en "Que viva AMLO, buey". Después caí en la cuenta que hay demasiados signos de interrogación en nuestra actualidad y no sería posible porque no soy Cortázar para que se me entienda.

(*) CABA, 8/7/2018 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                               

         Lunes 5 de mayo de 2020

 

A VECES SE ME LENGUA LA TRAVA

Saliendo de la verdulería. Hoy. Encontré, a punto de entrar, a un judío ortodoxo. Lo saludé así: “Rosh Hashana.” Me miró con asombro. Insistí: “Feliz Año Nuevo…miércoles 8 de setiembre de 2021, porque el del 2020 ya fue”. Asintió detrás del barbijo Hannibal Dexter y contestó: “Larga vida.” Para no ser menos, me despedí con: “Talmud, Jehová, Jabad”. Creo que se quedó pensando si yo era Sefaradí, pro palestino o agnóstico/ateo con ganas de joder.

 

Con La Lepra Invisible, me convertí en loco asintomático no contagioso. Preveo una futura Democracia Digital, sin trabajo alienado, sin dinero y sin géneros. Dos viejas de clase alta, en Coronel Díaz y Santa fe, son únicas asistentes al llamado libertario cacerolero de Spert, Boggiano, Milei (el del sexo tántrico), a los que se suma Domingo Felipe Cavallo, Mariano Grondona (con ACV, accidente cerebro vascular en 2020).

Cago como los aborígenes machos y hembras, niños o adultos, herederos del incario. Como los guerreros Tchatogas de H.G. Oesterheld, los de Verano Indio de Hugo Pratt. Todos ellos corren o trabajan y, cuando el vientre llama, bajan el taparrabos, y deponen. Siendo yo un Porteño Argento, civilizado en Occidente, me despojo del lompa[27], me siento en el trono, y leo “Diario de un extranjero en París” de Curzio Malaparte. 

Me digo y digo: “¡Pico y pala contra el Coronavirus!”…”¡No pasarán (grito de los Republicanos en las batallas de la Guerra Civil Española”. Incorporo nuevas palabras y modismos de moda: ¡Ay vá!, ¡Últimas noticias!, ¡Nano microbio!, ¡CEO´s de fondos de inversión que defienden a sus jefes (vaya a ver quiénes son) para asegurarse el bonus de fin de año!, ¡Economía proto financiera!, ¡Democracias complejas!”, ¡La restricción externa, concepto amado por los jóvenes viejos de la Coordinadora!”, “Las leliq, lecop, la neoconvertivilidad y el regreso de las cuasi monedas!”. La pregunta del millón que todos nos hacemos: ¿Cómo será el mundo post Covid19?

El Virus Chino (como gustan decir Chump (los periodistas latinos en U.S.A. lo pronuncian así), el Vox español y su padre el PP, Bolsonaro, Lenin Moreno y otros buitres regionales y mundiales, Daniel Innerarity, filósofo de la patria de Cervantes y Quevedo, las derechas todas) está en las mentes y lenguas de todos los que tienen micrófono o cámara a disposición. Marina Dal Poggetto, economista senior de la derecha dura argentina, habla de los flujos de los pagos que se vienen, las complejidades de la economía argenta, las dead lines que aguardan al gobierno central y al de la Provincia de Buenos Aires. Sigue con el canje de bonos por bonos y cómo y cuándo. Junio es el S.XXII, menor margen de negociación, Default virtual o real.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Martes 6 de Mayo de 2020

 

LA HUMANIDAD EN APUROS

Desde una aproximación dialéctica, la incertidumbre, como estado cognitivo y espiritual, se contrapone con el fatalismo. Estas dos circunstancias, tan crudamente humanas, nos cobijan gracias a la Gran Amenaza. Estoy analizando constantemente mi estado presente y puedo asegurar que estoy compelido a un apuro sistemático. Mientras tecleo me pasan por la cabeza incontables ideas. Apelo a mi libretita y las anoto. Dejo la tele prendida, pero sin sonido, ojeo de cuando en vez, la pantalla por si aparece algo interesante en el zócalo.

Siento, y actúo en consecuencia, como si estuviera condenado a que me partiera un rayo en el curso de la próxima hora. Recupero el sonido televisivo cuando voy al baño, a la cocina o a la biblioteca. Traigo un libro que voy a usar como fuente, escucho algún CD. Tropiezo con el cablerío de las computadoras, la lámpara de pie que me ayuda por la noche, el teléfono inalámbrico. Puteo. Doy sonido para saber cómo está la situación en Brasil. Capto lo esencial de la noticia. Quito sonido y reanudo la escucha con el CD de Tracy Chapman. Me pregunto si estaré volviéndome loco. Me contesto que no, porque en la calle confirmo que todos están histéricos.

Cada vez que salgo a comprar víveres, regreso con alguna anécdota jugosa. Ayer mismo, camino por Ayacucho en dirección a Rivadavia. Una septuagenaria, con barbijo, mira atentamente lo que sucede en la puerta de la verdulería de enfrente. Se me prende la lamparita y le digo: “Espíe nomás, señora, antes estaba mal visto, pero ahora se acepta como medio para constreñir el aburrimiento”. Se ríe -debajo de la mascarilla- y contesta: “Cierto, además, con los tapabocas, estamos todos de incógnito.”

Creo haber aclarado que soy un analfabeto digital y me trabuco con mis aparatos informáticos. Bueno, resulta que, vaya a saber cómo, abrí varios muros a mi nombre en distintas fechas con fotografías diferentes pero el mismo perfil. No sé cómo solucionarlo y resulta que yo, Jorge Vibes a), contesto a Jorge Vibes b), o a Jorge Vibes c), y hasta me doy el lujo de likearme a mí mismo. Esquizofrenia total acentuada por el Covid19. Temo resolverlo pues intuyo que puedo perder archivos.

Soy un gran admirador del sexo femenino, lo que ya era una desgracia AA.CC. (antes Coronavirus), porque la belleza de las argentinas es famosa en todo el orbe. El asunto del barbijo viene a empeorar las cosas. Veo (o imagino) a todas las jovencitas como preciosuras y comprendo a las islamitas fervientes que usan Hiyab. Creo que es una excusa de los esposos para ocultar la fealdad de sus esposas o, de ellas para aprovechar la bolada. Adicionalmente, refuerzan el misterio con túnicas enormes. El hecho es que vuelvo a casa más alzaú[28] de lo que estaba. Mi esposa me rocía con Lisoform, pregunta si me lavé las manos apenas traspongo el umbral, me caga a pedos constantemente por todo. La comprendo. Mejor dicho, no me interesa entenderla porque la quiero y es imposible comprender a las mujeres. Así como a ellas les resulta igualmente imposible comprendernos. Ni te cuento con los géneros -112 según alguna clasificación extraoficial- cada uno con su propia lógica.

Claro que el humor salva y perpetúa nuestra unión. Infidencias: insiste en que me aplique gotas oftálmicas. Agacho la cabeza y dejo que me las aplique. Toma el prospecto, lo lee, y me dice: “Aquí, en contraindicaciones dice que no pueden usarlo los que padecen trastornos de conducta. Ciclotímicos, los que sufren exceso de ansiedad, bipolaridad, etc.” Entro como un corcel y retruco: “Como ex valija, te cuento que los laboratorios se cubren por las moscas y agregan contraindicaciones inventadas.” “Boludo, es una joda”.

A mi edad, se achican los espacios intervertebrales. En mi caso, eso se agrava por una escoliosis. La turra me dice que voy a terminar como la jueza de la Corte Suprema de La Nación. Elena Highton de Nolasco, la torcida que parece estar diciendo “Acá tá”.[29]

A esta altura del partido, permanecemos juntos gracias a las pullas que intercambiamos. Cuando me tira un penal, le escupo: “¡Guapa!”. Contesta “¡Majo! Quiero retruco: “¡Digáme Licenciado!” “¡Licenciado!” Ahorita mesmo, está en Youtube con Los Luthiers y nos cagamos de risa mientras yo escribo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Miércoles 7 de Mayo de 2020

SIN FILTRO

Comencé a fumar a los 14 años. Saratoga rubios, sin filtro. En los sesenta no había cigarrillos con filtro en nuestro país. El primero que fumé me produjo asco y mareo, más tenía que probar (y probarme) lo macho que era. De allí pasé a los negros: Galois y Gitanes (fuertes como sabaco de negro), volvía a los rubios con una marca egipcia, que traía boquilla como la de los rusos. Desde entonces, probé todas las marcas, hasta cigarros cubanos. Ignorando que no debía tragar el humo, degusté uno durante una rata al Tomás Guido de San martín. Me agarré un pedo de aquellos. Cuando viajamos con mi padecer con gusto a Europa, llevamos cartones de Marlboro y Pall Mall suaves, pues en el viejo continente cuestan entre 5 y 7 euros, según el territorio de que se trate.

Voy a referirme a otra acepción del “sin filtro”, la que alude a un estado de la conciencia que sale por la lengua. Propia de los cocainómanos, la que genera un acelere que desemboca en raptos de sinceridad involuntaria. No es mi caso. Jamás recurrí a otra aventura química fuera del néctar de Baco. Leo y escribo. De la lectura, recibo enseñanzas constantemente, y, además de provocarme placer, me sirven para escribir. Escupo lo que siento en el papel o mis blogs. La mayoría de las respuestas son afirmativas, pues comprenden mi autenticidad. Abordar lo literario como autor, en cualquiera de sus géneros, debe respetar, ante todo, un solo principio: No temer a exponerse más allá de lo necesario. Pienso que el ocultar, más allá de lo necesario o posible (nadie se conoce tanto como para no errar) es nocivo.

Por el Covid19, estoy sometido a estados mentales y físicos, en los que no me reconozco. Para sublimar esa adrenalina, camino y digo, a muchos de los que cruzo: ¡“Ave, Caesar, morituri te salutant”! (¡Ave César, los que van a morir te saludan! La mayoría lo acepta como la ironía que es, pero no faltan los que me mandan, educadamente, a la puta que me parió. Un joven, que entra dentro de la primera categoría, me retrucó con una salida inteligente: “No es necesario porque todos los días nos estamos suicidando.”

Con la más sana intención, corto una pelea de pareja. Les pregunto si hubieran pensado alguna vez que vivirían estos momentos. Me responden que no. “Entonces, den gracias a la vida por estar vivos y poder contar a sus nietos que sobrevolaron al cataclismo.” Sonríen, me dan la razón, y siguen peleando. Compruebo que el tener razón es condición necesaria pero no suficiente. Es muy difícil que otro cambie nuestras convicciones. Tal cambio se produce por imperio de las circunstancias.

Me recuerdo a mí mismo que, aparte de mostrar erudición cosmopolita al lector, debo obediencia a mis antepasados diaguitas. El Maledetto Coronavirus viene a ser un malón de los Indios Ranqueles, donde cada uno de nosotros es La cautiva.

Pasamos de la hiperkinesia a la depresión, varias veces por día. Es comprensible y justificable. Incorporar a nuestros hábitos disfraces de buzo no es fácil. Siempre se puede estar peor. Una violada dixit. Los canales progresistas nos alarman tanto como los que están en manos del Poder Real. El colectivo de Mujeres actrices se expidió en contra de la liberación de violadores de las cárceles y exigió la renuncia de Alejandro Vanoli, ex director de ANSES por una supuesta morosidad del organismo en los tiempos que corren. Propios y ajenos dicen que se trata de diferencias entre abertistas y cristinistas. El ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni, se cruza con el ex secretario de seguridad por la misma cuestión. Y la “oposición constructiva” de Macri, pato Bullrich y la banda de Alí Babá aprovecha para secretar veneno.

Si este circo no es para ver gratis y celebrar, las películas Metrópolis y Brasil dejan de ser clásicos. Todo conocimiento surge del caos primitivo. Después, acomodamos lentamente los patitos y vemos cada vez más claro. Mientras tipeo estas líneas sufro por no estar al tanto de cómo va la secuencia Vanoli. Por suerte cuento con Flow y puedo verlo más tarde en programa ya emitido. El Planetavirus es bienvenido. Mis planteos se confirman. A usanza de los mejores locutores, tildo la idea en mi libreta y continúo.

Casi diría que me estoy recostando mansamente en la Pandemia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

         Jueves 8 de Mayo de 2020

  

                                                                                                                Viernes 9 de Mayo de 2020

TROPIEZOS DE LA MENTE

 

Es un concepto recientemente inventado por este servidor público. Se le ocurrió cuando, bajo la lluvia, buscó desesperado, el paquete de cigarrillos en sus bolsillos. Lo encontró. Buscó su encendedor. Al intentar prender fuego al pitillo, descubrió que tenía uno en la boca.

 

Gracias a la Maldita Pandemia, funcionamos como dínamos de bicicleta. Pedaleamos y pedaleamos para que la luz no se apague. Como un cucciolo de bicicleta que requiere de combustible para marchar, pues de no hacerlo, tendremos que usar las patas.

 

Las consecuencias psíquicas y morales de la Amenaza Letal son, para todas las edades, de efectos desconocidos hasta la fecha. Los niños que comienzan a dominar (dificultosamente) el habla, dicen Colonaviru, poco después que papá y mamá, o, como hacían mis mellizos, pa-má o ma-pá. Los/as púberes se apuran como nunca para entrar en la edad del adolecer.

Los jóvenes, por razones energéticas, físicas y existenciales, le dan al dínamo con más fuerza y velocidad. Los de mediana edad se preguntan si no les tacará en suerte pasar al hotel de los occisos sin comerla ni beberla. Otros dedican su tiempo a atorarse con películas que jamás habrían visto en condiciones normales. O, los que se encierran en un mutismo digno de monjas/es de clausura. También están quienes rejuvenecer por efecto de la adrenalina que fluye incesantemente por nuestro sistema nervioso. Esta última opción es la que practico. El sábado cumplí 75. Mi mujer dice que soy un pendeviejo.

 

La cuca es la más sufriente en este combate. Escribo esto y me olvido de las palabras que tengo que emplear. Las recupero de mi disco rígido y las tipeo. Para acelerar, voy de la laptop al celular. Gugleo nombres, apellidos y situaciones que salía tocar en mis clases teóricas. Todo rápido, rapidísimo como si quemara en la mente, los dedos y las patas. Pero, si algo me sobra, es tiempo. Duermo poco con las ideas que plasmaré en los panfletos al día 

siguiente. Gasto miles de dólares en pinturas originales (Alonso, Müller, Zabala, etc.). Mi esposa me acusa de loco, pero se la banca porque me ama y no nos falta plata.

 

 

Fuente: Cuadernos de Oski – La medicina 1 – Editorial Mutante – Buenos Aires – s/f.

 

Qué opinar sobre los famosos adultos mayores y mega mayores, que hacían todo manualmente y ahora deben recurrir a la informática emblematizada de los cajeros automáticos de los Bancos. Mi suegra actual llama a su hija varias veces por día, atormentada porque entendió algo mal en la tele. Tiene la Enciclopedia Británica, capítulo de las enfermedades graves, en el cuerpito y una farmacia bien surtida en su departamento. Cumplió 83 y hasta hace dos años, tenía por novio a un gerontofílico de 73. Por suerte se pelearon. Por suerte para ambos. No alcanzamos a imaginar las piruetas a que recurrían en sus juegos amorosos. Tenemos, ambos dos, que cuidarla como si fuera de porcelana. Pero es un paragolpes de fierro. Un puente de acero y aluminio de última generación. Hace años que está pidiendo pista, pero, seguro, que nos va a mandar a Chacarita a nosotros.

 

Y, por casa ¿cómo andamos? Andamos andando. Con un adulto mayor demente e insano y una mayor de sesenta. Mi amorcito se queja de todo todo el día y el que escribe se caga de risa de todo todo el día. Así andamos andando.

 

La cajerita de Coto, en el día de hoy, comprendió pragmáticamente lo que acabo de descubrir. Hasta el “seguridad”, que monta guardia para que no me zarpe, asiente. La niña (20-22) limpia obsesivamente la mesa en que se depositan las compras después de la partida de cada cliente, se le caen cosas, tipea el ticket de la compra, frunce el ceño, recuerda a su novio. Todo a la vez con prisa y sin pausa.

 

Corro de la mesa a la cocina, de la cocina al baño, de éste a uno de los sillones del living, miro tele, regreso a ala compu encendida sin sonido, enciendo un cigarrillo, aprieto el Go en el pasa CD; hablo por whatsapp con algún amigo, llama mi hijo por el teléfono inalámbrico, corto el whatsapp y me preparo o mando a preparar un sándwich, solicito que sea con vino. Escribo hasta las 4 de la mañana con fondo de canciones de la Guerra civil española, Sabina, Queen, Beatles, etc.

 

¡Meu deus!, ¡My godness!, ¡Jesús Cristo!, ¡Jehová! ¡Dioses hindúes encabezados por Siddhartha Gautama (dito Buda)! ¡Los Wandijna!, ¡Los Orishas afroamericanos de Cuba y Brasil! ¡Quetzalcoatl!¡Mahotanos sunnitas y chiitas! ¡Tetragrámaton o Elohim! ¡Tupá¡ ¡Ateos y agnósticos del mundo, uníos! ¡Etc. etc. etc.!

 

¡Mi dios! (en portugués), ¡Mis diosas! (Muy usado por lesbianas inglesas), ¡Jesús Cristo! (común a los católicos de Occidente)! ¡Jehobá (común entre los protestantes),! ¡Wandijna (dioses de los aborígenes australianos)! ¡Quetzalcoatl de los aztecas!, ¡Mahometanos divididos en sunnitas y chiitas! Tetragrámaton o Elohim de los judíos! ¡Tupá de los pueblos guaraníes! ¡Ateos y agnósticos del mundo, uníos (famoso comienzo del Manifiesto Comunista de Marx y Engels! ¡Etc.,etc.etc.!

 

                                                                      Viernes 9 de Mayo de 2020

 

VENIA A MI ESCROTO

La venia es un saludo militar empleado en muchos países del mundo. Constituye un significante, ante todo, de lealtad (a la Patria y/o al pueblo). Me permito el atrevimiento de saludarlo porque se lo merece. Para este escriba, y, pienso que, para todos los hombres de mi cultura, es una parte del cuerpo tardíamente descubierta. Al comenzar los manoseos de la masturbación, queda totalmente fuera de la atención. En mi experiencia, su importancia se evidenció con un cólico renal en tiempos mozos. Aclaro, para los hombres que no tuvieron oportunidad de padecerlo, que obliga a caminar con las patas abiertas por causa del dolor de testículos. Si es necesario desplazarse más allá de la cama o la bañera llena de agua, se avanza con lentitud evidente. Ni en el lecho ni en la bañadera hay posición que calme la penuria.

Dicho esto, pasaré a justificar mis sentimientos hacia ese noble órgano. De lo dicho anteriormente, se desprende que es, en primer lugar, un trabajador modesto y silencioso. Nada que ver con su compañero el pene, que luce con orgullo la erección y expele fluidos (fertilizador o prostático), se refugia prácticamente en el anonimato, cuando su función es tan sustancial como la del vecino de arriba.

Sucede que, debido a la cuarentena, es muy problemático acudir a un dermatólogo. Tengo ahí, una comezón aguda que me molesta bastante. Llamé a mi dermatóloga de confianza (de la Obra Social de la Universidad de Buenos Aires) para pedirle un turno. Tiene pasado el teléfono a su domicilio. Es una excelente profesional, pero me parece que está excesivamente atacada por el asunto de la Pandemia. Le comento mi cuita y responde que, lamentablemente, no hace diagnósticos virtuales. Que, al no poder hacer la clínica del paciente sin su presencia real, no pude saber si se trata de un hongo, una bacteria o una alergia. Me ofrezco para concurrir a su departamento de Recoleta. Contesta que carece del equipo que posee en la consulta. Medito sobre la angustia de esta pobre mujer y trato de tranquilizarla. Le cuento que aplico un paño de agua helada en las partes y me calma. “Está bien, pero eso no lo va a curar” Insisto en mi propósito de calmarla. Le digo que mi clínico de DOSUBA atiende a siete cuadras de casa y no va a tener inconvenientes en recetarme una pomada, crema o pastilla para resolver mi afección.

Llamo al clínico y me contestan número equivocado. Supongo que está asustado o muerto pues es, o, era, una persona de lo que hoy denominamos grupos de riesgo. Trato de conseguir otro clínico, pero el contestador automático de la Obra Social y está saturado. “Pienso luego soy”[30] Tomo el toro por las astas y, como tengo sangre diaguita en las venas, decido curarme solo. Cuento con una crema humectante muy eficaz, la apliqué sobre el nobilísimo servidor varias veces. Me calma, pero no cura la picazón. Apelo a una solución más compleja. Tomo un pañuelo, lo mojo con agua y le tiro un poco de alcohol fino. Esta operación la cumplo por la noche, antes de acostarme.

A la mañana siguiente, me miro al espejo del baño para afeitarme y, de paso, controlo al escroto. Está rojo como un tomate. Estamos en fin de semana y seguramente me va a costar ubicar un clínico o un dermatólogo cercano. Final abierto.

 

 

 

 

 

 

                                                                                      Sábado 10 de Mayo de 2020

LA FLACA ESCOPETA[31]

Entro al almacén ecológico a comprar leche. En su interior está comprando una flaca fea vestida con una remera que dice “30.000 desaparecidos” y un puño cerrado. Le echo el ojo. La saludo con mi puño izquierdo en alto y la ve en la mano derecha. Me contesta: “El puño sí, la señal peronista no.” “Entonces ¿Sos comunista?” “No, soy trotskista.” “¿Del FIT?” “No, de Nahuel Moreno.” “¿El Nahuel Moreno que, en el 5to. Congreso de PRT quedó en minoría y fundó el PRT La verdad?” “El mismo. Lo conocí personalmente.” “Yo no lo conocí, pero unos amigos míos estuvieron muy cerca de la Dirección. Cuando perdió la votación, convenció a mis amigos para que prepararan un foco.” “Eso es mentira, una infame mentira” “Averiguá, fueron a Sierra de la Ventana a entrenar” “Sos un mentiroso. Es un invento tuyo.”

La flaca escopeta sigue poniendo su compra en el mostrador. Nueces con cáscara, Mizuna (lechuga japonesa), dulce de leche ecológico, leche descremada, etc. Me tinca que puede ser: 1) macoñera; 2) marimacho; 3) 4) Le gusta comer sano porque sí; 5) Vegana con plata; 6) Ninguna de las opciones mencionadas.

Su inmenso sectarismo impide que entre en razones. Vuelvo al ataque. Para sacar chapa le tiro al corazón: “Conocí a Silvio Frondizi y a su sobrino el Nono, mellizo de un guerrillero abatido en el asalto al destacamento de Rincón de Milberg, en Tigre.”  Cae a la lona, pero se levanta a la cuenta de cinco. Me mira desafiante. “Estuve con el Canca en el Santelmaso.” “No lo conozco.” “Juan Carlos Dante Gullo.” A ese sí, pero lo de San Telmo no.” “Estábamos cansados de tirar piedras a la cana y nos sentamos en el cordón de la vereda. Juan Carlos, compañero mío en Sociología, me dijo “Estos morochos de la U.O.C.R.A. son incansables, máquinas de destruir” “No me hables de ese sindicato de vendidos, Gerardo Martínez es un traidor, aún sigue al frente de ese gremio.” “Lo conocí en las mesas de concertación donde yo me sentaba como representante del Estado.” “¡Basura!”

Mi contrincante no tenía un gramo de grasa en el cuerpo y músculos marcados. “Hay algo en lo que vas a coincidir conmigo. Asistimos al fin del capitalismo. El dinero no vale para nada, gobiernos liberales nacionalizan bancos y empresas, tratan de anular paritarias, etc.” “La Revolución será cuando los trabajadores se levanten en insurrección y no cuando vos lo digas”. Me rindo. Me tupí. Salgo del local con mi saludo militante.

 

 

                                                       

 

 

Domingo 10 de mayo de 2020

 

LEPRA

Un hecho curioso me obliga a recordar ese mal que tantas veces castigó a los humanos. Cuando en la calle fumo, las personas que me cruzan me miran con ojos suspicaces, como si se cruzaran con un leproso. El límite de esa acusación larvada, se dio en Junín y Sarmiento. Esquina, éste, Lord Cheseline. Así me llama mi bruja sin escoba, cuando está pacífica. Cuando está iracunda me denomina Lord Fístula. Vuelvo a la esquina. Sale de un edificio de departamentos una señora (¿señorita?) con un mastín alemán ladrón (de ladrar). El can tira de una soga ad hoc y obliga a la dueña a frenarlo con violencia. Me dispongo a encender el pucho, y la chabona me grita: “¡Súbase el tapa boca!” “Voy por a fumar.” Retrocede para guardar distancia social y escupe: “¡Usted no puede fumar en la calle!” “¿No me diga?”

“¡Usted es un criminal!, ¿no ve que me puede contagiar?” El mejor amigo del hombre (en este caso de la mujer) con mirada perruna, como si quisiera decir: ¿viste la loca que tengo por ama? ¡Es un asesino porque cuando larga el humo me puede contagiar!” “Miro con cara de bobo. “¡Váyase a fumar a su casa en lugar de andar contagiando en la calle!” Lo único que la contiene es la luz roja del semáforo y cuando abre verde, sale corriendo al ritmo del perro que la apura. Primera asunción: los fumadores somos portadores de Covid19. Segundo corolario: Yo pretendo fumar en público y seguro que la contagio. Conclusión: “¡Andate a la puta que te parió, colifa!”

En sociología llamamos a esto “falacia ad verecundiam o magister dixit”. Falacia de nivel equivocado. Consiste en defender algo como verdadero porque quien lo usa tiene autoridad en la materia. En el barrio lo llamábamos pelotudez innata o adquirida. Regreso al título. La enfermedad de Hansen fue bien conocida en la antigüedad, en la Biblia (Job es un leproso), en los relatos de las Cruzadas y en las expediciones de la Edad Media, el Renacimiento y la época moderna. Don Quijote de la Mancha, lidia con leprosos (o Gaiferos)…”se aparta de Don Lorenzo para auxiliar a unos leprosos…”.

Saltando en el tiempo, el escritor francés Guy des Cars, publicó, en 1946, “La impura”, novela que narra los padecimientos de una mujer enigmática y bella que encuentra el amor, cuando ya había contraído lepra.

Si nos acercamos a las Gestas del S.XX., el doctor en medicina Ernesto Guevara de La Serna, en su periplo hacia México, pasa un tiempo en el leprosario de San Pablo (ver película “Diarios de motocicleta”).

Me pare que mi asociación es correcta. ¿N´est pas?

 

 

 

 

 

 

JOSÉ EL ESCULTOR (*)

José Lallana es hijo de Coco, un amigo de Jorge Vibes que murió cortando el pasto de la casa que tienen en Mina Clavero, justo frente al balneario municipal. El occiso regenteaba, junto a su hermano Tata, una de las casas de antigüedades más importantes de “Córdoba la docta”, o, si se prefiere, Córdoba la heroica”, o, por último, la “Córdoba del Cordonazo”(1969), liderado por Agustín Tosco (PCR entonces y fallecido de cáncer militando en la clandestinidad para el ERP), Hipólito Atilio López (Peronismo combativo), Elpidio Torres (peronismo revolucionario) y René Salamanca (PCR en el SMATA, fundador de los gremios de SITRAC-SITRAM). 

Coco pertenecía a una familia de muy buena posición, y, como suele suceder con algunos de esa capa, fue acompañado por la suerte. Cierto día, pasaban por la “Quema”.  Desde el auto, Coco observó que algo brillaba en la montaña de desperdicios. Bajaron, llamaron a un chango de los que viven de recuperar metales en ese lugar, y le pidieron que trajera eso que brillaba allí cerca entre la basura. El pibe les trajo una moneda de oro. “¿Habrá más?” “Un montón, entre los ladrillos.” ”Si nos las traes, te ganás unos pesos.” Al parecer la fortuna estuvo oculta dentro de una pared de una casona colonial que fue a demolición.  Con el producido de ese hallazgo compraron una playa de estacionamiento en el centro de la ciudad.

La playa fue heredada por José, quien la alquila por cuenta de sí y su tío. Por lo cual, el petit heredero, habita el fondo de la casa familiar y alquila a una heladería la parte del frente. Con esos ingresos solventa la marihuana y cocaína que consume. Cosecha tomates Cherry y los vende a los restaurantes de la segunda ciudad turística de la provincia. Jorge tiene una muy buena relación con el vástago de Coco. A punto tal, que le regaló, la última vez que visitó el lugar, un bloque de piedra sapo para que lo esculpiera. Días atrás, José envió a Jorge fotos (2) en las que se observan los avances de la obra. Se presenta el último resultado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El porteño lo visitó varias veces con el propósito de comprarle alguna antigüedad de su agrado, pues había destinado 400 dólares para ello. José precisaba esa plata para saldar una deuda con la Cooperativa Aguas de Mina Clavero, pues, de no cubrirla, le embargarían un departamento. Jorge le dio los verdes y el anfitrión puso sobre la mesa tantas antigüedades que Jorge se vio obligado a rechazar las de mayor tamaño.

En el curso de esas visitas, José contó a su amigo que, siendo estudiante de arquitectura en la Universidad de Córdoba, se encontró, durante una clase, dibujando un boceto para esculpir. El resultado de esa idea fue una pequeña casita tallada en piedra dura, obra que regaló al visitante en esa ocasión. José abandonó arquitectura y se dedicó a esculpir. Como se constata por lo escrito, el muchacho cuenta con un patrimonio considerable, y, si fuera más precavido, podría vivir sin problemas. Viajó a Barcelona a vivir con su hermana. Paraba la olla con dibujos y esculturas realizadas ad hoc. Recorrió toda España.

Uno de los hijos de Jorge (los dos son viejos amigos de José) está afincado en Madrid. Es CEO de una empresa internacional de Mass Media para el territorio español. José pidió a Jorge el teléfono de su hijo para verlo en Madrid. Pensaba viajar en una moto (1000 de cilindrada) que le prestaban, tomar un café con su amigo y regresar a Barza en el mismo día. Locura que finalmente no se concretó, según el hijo “español” confesó a su padre argentino.

Volviendo a la hermana cordobesa de José, diremos que emparda a Coco, Tata y José juntos. La señorita fue de turista a Colombia, se enamoró de un aborigen, se casó con él y fueron a vivir al medio de la selva. El padre del novio les regaló un chalet, construido junto a otros varones de la tribu en el mato. Puso únicamente una condición: que la novia le regalara un tractor y una topadora. La parte femenina de la nueva familia las compró. José fue de visita a la cabaña de los recién casados. Para llegar, navegó río arriba como hace uno de los protagonistas de “Apocalipsis Now”. Cuenta que, a las márgenes del río, pudo ver cocinas de cocaína a cada rato. Aconseja a Jorge que entre en un negocio de esos. “Comprás el kilo a mil dólares y te lo entregan en aguas internacionales. Lo llevás a Europa y sacás diez mil.” “Gracias, me gusta, pero me privo.”.

Durante una visita previa, el huérfano había confesado al citadino que no había tenido suerte con las mujeres. Aclaro que es un bello ejemplar de macho humano. Rubio, alto, delgado y con una sonrisa angelical. Confieso que nunca la probé ni la probaré. Durante una noche de copas y música, el cordobés dijo al amigo de su padre (yo): “Volví con antiguas novias locales y no locales. Fracasé. Tengo pensado viajar a Filipinas para comprar una virgen adolescente al padre de familia. Corrijo, dos, una para mí y otra para vender a algún amigo.” Ronda por finales de los cuarenta (como mis hijos mellizos), y da todo lo sentimental por perdido. Compró unas hectáreas arriba de Las calles, en plena montaña, para armar un jardín botánico. En eso andaba, pre Covid19. Aprovecha la cuarentena para esculpir la piedra sapo en el block que recibió de regalo. Jorge, vuelto a Buenos Aires, le envió, por Chevallier, un libro titulado “British Trees”, ilustrado con magníficas láminas en blanco y negro de todas las especies existentes en esas Islas.

Jorge, impedido de viajar por causa de la Pandemia, ignora cuándo finalizará la operación de venta de su chalet, realizada hace mucho tiempo y pendiente aún de ser escriturada.

(*) Autorizada por José Lallana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                               

       lunes 11 de mayo de 2020

GENTILEZAS

No me jacto de ser memorioso, pero en medios de Pandemia, es lógico que olvide mi tarjeta SUBE. No dejo mis bolas en casa porque las tengo pegadas. Viniendo de Maipú y Paraguay, descubro que olvidé dicha lámina en mi domicilio. Patear hasta Congreso me resulta una pérdida de tiempo. Camino hasta Tucumán y espero el colectivo 6. Asciendo al bondi con un billete de 20 en la mano. Digo al colectivero que me haga el favor de cobrarme con plata. No puede. Silencio en la sala. Estamos solos. “¿Hasta dónde viaja?” “Hasta Plaza de Congreso.” “Pase.”

Días después, rumbo a mi psiquiatra en Peña y Uriburu, otra vez sopa. Repito la canción y recibo la misma respuesta con una variante “Pida a alguien una tarjeta y pague.” Me dirijo a un par de hombres en el asiento más cercano. Suplico. El más joven piensa. Pela SUBE y abono el viaje. Previamente, le di dos billetes de 10 pesos. Cuando apoyo el plástico en la máquina, el saldo es de 9 pesos.

Nobleza obliga. Entrego asiduamente a los homeless con que cruzo en la calle unos pesos (generalmente 10). Se acercan tres de la especie. El más atrasado me pide un cigarrillo. Se lo entrego alegando que un polvo a una mina y un cigarro a un amigo nunca se puede negar. “¡Esa!” Uno de los colegas de profesión me dice: “¡A ese, no le des nada porque es un adicto al paco!”. “No le haga caso, usted es un caballero.” Le hago al censor la señal de la paja. Me contesta “¡Esa!”. Mi ruta, al Banco para poner o sacar plata.

Me digo que tengo que soltar la pata del acelerador. Pero ¡el pingo pa´l rancho tira! No puedo contener las ganas de provocar. En Coto, pido un piquito a una señora de limpieza. Me dice, ofendida: “¡Otra vez!” Tomo el changuito de la firma y comienzo a meter comestibles en él. Se acerca un repositor y me pide que por favor deje de molestar a las empleadas, porque se quejaron y, si persisto en esa actitud, se verán obligados a impedirme la entrada. Acepto el convite. En la caja me esperan la cajera, el supervisor de la cajera y el guardia de Corps de la sucursal. La señorita me cobra y pregunto al supervisor: “¿Tienen libro de quejas?” “Sí, fulana…pasale el libro de quejas al señor.” “Lo pido porque, así como apunto las cosas que no me gustan, debo registrar las que me agradan. Una vez, en Disco, estuve con una cajera revisando los números de mi compra y llegué a la conclusión de que me había equivocado”. El gordo (supervisor) y El Flaco (repositor) dijeron al unísono “Es lo que corresponde.” La subalterna me tira el broli en la barra y el super ratón me pide que complete la compra y escriba luego en el libro. Obedezco. Una vez frente a la hoja en blanco, escribo: “Agradezco a todo el personal, cajeras, señora de limpieza, supervisor y guardia por la gentileza con que me tratan.” Llamo al capanga y le digo: “Leé para que los asciendan a todos. Tienen que sentirse orgullosos por ser como son.” El tira lee desde lejos (imposible alcanzar a ver que digo en el libro) y me cuenta que lo trasmitirá a los empleados.

Actué como los japoneses en el harakiri o seppuku, que es el peor castigo que puede recibir un samurai. El ofendido se abre las tripas en la puerta de la casa del ofensor y muere. La comunidad conoce que fulano procedió mal con mengano y le quita el respeto.

 

 

martes 12 de mayo de 2020

EROS Y TANATOS     

Mis amigos Enrique y Natalia (responsables de la tapa de Porteños Argentos) me visitan en la puerta. Se inscribieron en la ayuda del ANSES de 10.000 pesos. Salgo con el salvavidas y me acompañan a Coto. Voy fumando un habano Principes Corona Natutal. Nati me dice que parezco Fidel. “No, el Ché Guevara, porque el comandante que mandó a parar fumaba cigarros grandes y El Heroico, habanos como éste.” Mientras caminamos, les cuento que estoy comenzando un cuento al que llamaré Eros y Tanatos, porque compruebo que andamos todos calientes. El restaurador me dice que estoy obsesionado con el sexo, pero él estuvo retomando su arte y tiró a la basura toda esa producción porque era excesivamente pornográfica. La asistente le pregunta si es mucho quilombo sacar de la mochila sus últimos logros. Contesta que sí, que en otra ocasión.

La ocasión se presentó cuando me acompañaron a Coto (ver “Gentilezas” más arriba) y quedaron en esperarme fuera. Cuando salgo les cuento lo del libro de quejas y me repiten que un día de éstos terminaré preso. La semana pasada también pasaron por oxígeno y decidimos gastar una broma a Nancy. Natalia tocó el portero eléctrico y le dijo que tirara mis documentos por la ventana porque la policía me quería meter en galera. Mi graciosa tormenta le respondió: “¡Que se lo lleven, me hacen un favor!”. Nati contó que le pasó algo fuerte: “Estaba haciendo cola para que me entregaran los remedios que necesito para mantener el equilibrio mental y una vieja de mierda me pidió que le mostrara la receta. Como soy joven, la guacha desconfiaba. La mandé a cagar con todas las letras. Por botona y perversa.”

Como había llevado cigarrillos Parliament, los convidé y fumamos en el trayecto. Les dejé uno al entrar al supermercado pues fuman de a dos. Cortan el filtro y se los pasan como si fuera marihuana. Pregunto por Rodolfo, el hermano prófugo. Pasaron por el Centro Cultural, pero está cerrado. Seguramente se refugió en un campo que uno de los amigos con los que pensaba ir a extraer oro en el Sur.

Al salir de Coto, Enrique había encontrado la ocasión que pintan calva y me mostró dos carbonillas excelentes, de distinto tamaño, en las que se notaba que había regresado al Leonardismo, según él, salieron parecidas a Julia Roberts. Yo lo llamo Leonardo Da Vinci joven, por lo bien que dibuja, esculpe, restaura y pinta. La más chica, 20x30 cm. era un retrato y la segunda, 30x40 cm. de su torso con un pecho fuera. Y me cargaba acusándome de sexualón.

Quedaron en acercarme unas fotografías en blanco y negro que habían rescatado del departamento. Son unas 15, con marca de agua y en la mejor, aparece un busto de Carlos Marx en Berlín Oriental. Dijeron que podría ser interesante para ofrecer a un anticuario amigo y sacar una moneda, pero yo contesté que las quería para mi colección. El leonardista dijo que podrían servir para ilustrar alguno de mis libros. Espero que sigamos vivos la semana que viene para aprovechar esos incunables.

Mi adorada compañera, cuando se lo conté, me dijo: “Vos, un día de estos, vas a ir preso.” “Nada que ver. Lo hago de un modo tan sutil que no saben si es en serio o en broma.” “De ahora en adelante te voy a llamar “Coto, yo te conozco.”

En rigor de verdad, lo que anoté en el libro de quejas es una venganza a lo japonés. El seppuku o harakiri, es una retaliación que hace el ofendido en puerta de casa del ofensor, o del samurai que comete algún error en combate. En el caso de la venganza delivery, el ofendido se corta las tripas con un Tanto y cae muerto. El ofensor pierde el respeto de la comunidad y carga con la culpa por el asesinato.

Para la cultura occidental es una lógica incomprensible e imperdonable, pero en las mafias chinas actuales, ese código moral se practica hoy en día.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                   Miércoles 13 de mayo de 2020

RESPIRACIÓN ENTRECORTADA

Propia de enfermos cardíacos al borde del infarto, moribundos de enfermedades terminales, amantes de todos los tiempos antes o después del orgasmo y locos asintomáticos no contagiosos, como este desubicado ubicado que aprovecha para escribir.

Mientras tipeo miro a Víctor Hugo en C5N, me enredo con el cable de la laptop, miro a mi esposa que me mira enojada (de mentiritas), escucho el sonido que hace algún Chat hace en mi celular, comento algo a mi mujer, me contesta o no me contesta, presto atención a Pichetto, limpio con un trapito, apago el cigarrillo, vuelvo al laburo.

Caminando por Bartolomé Mitre a la altura del anexo de diputados, un señor de mi edad y porte, con un barbijo blanco igualito al que estoy usando, se encuentra meando desde la vereda a la calzada, lo más campante, entre dos autos estacionados. Me mira y dice: “¡No hay dónde mear!”. Efectivamente, los bares y restaurantes trabajan sólo por delivery. “No se aflija, las coyas y las aimaraes se levantan las polleras, se agachan y hace pipí o popó sin ningún problema. Lo mismo hacían los mongoles. El wáter es un invento moderno.” “No me extraña, los mongoles y los bolivianos son muy parecidos.” Parecería que el hombre, probablemente prostático, es algo chauvinista. Hay de todo en la viña del señor, justos y pecadores, probos y mendaces, chantas y argentinos.

Me levanto de la mesa para descolgar un cuadro de la pared del living y reemplazarlo por otro. Envuelvo al descolgado y lo preparo para que se sume a la pinacoteca que tengo en el placar de nuestro dormitorio. No, tengo que concurrir a la toilette. Me siento en el trono con el libro que estoy leyendo a ratos, salgo con toda la intención de finalizar el traslado de los cuadros. Se me ocurre que tengo que mirar en la maleta que tengo en la baulera, la edición repetida de Historia Social de la Literatura y el Arte, de Arnold Hauser, para hacerla boleta en el negocio de un librero amigo.

Recuerdo que por la mañana visité a la heladería Tiberio, gestionada por una cumpa amiga. Aprovecho que Mariana le trae el pedido para pedirle su mail. Está comprando una señorita muy prolija, recién bañada con champú y acondicionador, peinada a la moda. Estoy a su espalda y exclamo: “¡Qué bonita! Parece vestida para un casorio.” Mi amiga anota su mail para que le mande el Chat con el Profe. La clienta se da vuelta y me dice: “Ah, eras vos.” No la reconozco porque, el tapa boca, la convierte en una bandolera. “¿Viste que el barbijo es del mismo color que la campera?” Es cierto, pero todavía estoy preguntándome quien era.

Decido no bajar a la baulera. Comenzó el programa de El Gato Silvestre. “¡Últimos datos! ¡Otro récord!”, atiendo el llamado de mi hijo Federico. Hablamos. Reviso mis whatsapp , anoto el programa para la rotation de mañana. Cuando salí a vender 200 dólares estaba a 127 pesos. Llego al cuevero, que está a cuatro cuadras de casa. Subió a 130. En la laptop, compruebo que está a 133. ¡La fin del mundo!

 

 

 

 

                                                                                  Miércoles 13 de mayo de 2020

BANCOS

El panorama pandémico me obliga a reordenar mi cartera financiera. Cierro mi cuenta en el ICBC porque jamás pude canjear puntos por mercadería. Mantengo American Express por el débito automático de servicios. Aparte, manejo Credicoop por la jubilación y Banco Nación por la pensión. Entro y salgo de estas dos últimas entidades como pancho por su casa. En el Nación viví una experiencia interesante. Cierto día, antes de fin de 2019, me llama una empleada para ofrecerme un crédito de ANSES. Aunque estoy pagando dos, lo tomo.

Al día siguiente, me llama la misma empleada y me ruega que pase por el Banco para resolver un problema. Voy. El gerente de la sucursal me explica que la empleada se equivocó y que no puedo tener un tercer crédito. Le pregunto qué debo hacer. Contesta: “Hay dos caminos. Uno consiste en que devuelva la plata y el otro es que lo pague yo.” “De cuánto se trata?” “De Xx.” “Voy a casa a buscarlos.” Los cajeros no podían creer que hubiera un imbécil que aceptara devolver semejante suma. Espero mientras registran la operación. En el interín, el gerente me dice que por suerte yo soy honesto y va a poder pasar las fiestas de fin de año tranquilo. En realidad, los cajeros tienen un fondo de compensación que los cubre de posibles errores. Eso explica el interés de los cajeros, la oficial de negocios y el mismo gerente.

Durante la espera, le cuento que yo procedo así. “En los ’90, cuando mi primera esposa era importadora, traía juguetes de Taiwán y Hong Kong con plata depositada por jugueteros. Los recibía por containers y los comerciantes se los repartían. En la cuenta corriente iban y venían millones de dólares. Una tarde, viene mi esposa del Banco de Londres y América de Sur con resumen en mano y me dice que depositaron 1 millón de dólares de más por equivocación. “¿Qué hacemos?” “Devolvélo. Si llega a ser de lavado de dinero o plata del narco, vamos presos.” El empleado que arregló la devolución le dijo que, como el arqueo general se hace a fin de año, era muy probable que no saltara. Unos meses después, volvimos de las vacaciones y nos habían cerrado la cuenta porque había un descubierto de 15 pesos. Fui a quejarme y conté al empleado la historia de la cuenta. El bancario bancario me respondió que no era nada personal, que él no tenía nada que ver y que era una cuestión del Banco. Pagué los miserables pesos y me largué.

En Credicoop me ponen la alfombra roja. Conozco a Carlos Heller desde hace años y se enteraron casualmente porque nos saludamos con un peso pesado del Once. En rigor de verdad, no soy íntimo ni amigo del boquense. Crucé algunas palabras algunas veces y concurrí a alguna charla suya en el Teatro de la Cole, pero no es necesario entrar en detalles con ellos. Percibo una jugosa jubilación, y cuando encontré a Heller en una marcha, le conté que había cambiado el domicilio de cobro a una sucursal de su banco. “Hiciste muy bien.” Con el asunto del Covid19, olvido con frecuencia las tarjetas en el cajero automático. Hoy mismo, no encuentro en casa la de Banco Nación. Por fortuna, en Credicoop quedó atrapado mi plástico y me lo entregaron en tiempo y forma. Espero que en el Nación suceda lo mismo. Caso contrario, deberé esperar 10 días para poder usarlo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                                        

    Jueves 14 de mayo de 2020

BANCO SANTANDER

A las once de la mañana fui al Banco Santander a pagar la cuota de DOSUBA. El lunes en la casa central me indicaron que debía depositar en esa entidad. Como vence el 26, no me calenté hasta hoy. Como en todos los Bancos, hay cola. No muy larga, pero cola. Me acerco a la puerta y el guardia de Prosegur, con barbijo, sin abrir la puerta, me manda a la fila. Voy a la amansadora. Pienso: “A lo mejor, si le explico, gano tiempo.” En la puerta hay, al menos, tres personas quejándose y el grupo aumenta en volumen e irritación conforme pasan los minutos. El 1 pregunta al guardador cómo hacer para sacar dólares de su cuenta dólar. El increpado lo manda al cuarto de cajeros automáticos. Aprovecho para decirle qué es lo que vengo a hacer y que el mes pasado me cobraron en ventanilla. Me ladra que no hay cajeros en las ventanillas y me entrega un volante con indicaciones varias.

Entro en la sala de cajeros. Estoy solo con las máquinas, pero sólo por unos segundos. Me pregunto si ganaría algo pidiendo ayuda a un cliente. Decido que no vale la pena. Sigo las instrucciones y fracaso. Vuelvo a la carga. El susodicho se manda para el fondo y me deja garpando. Un 2 golpea el vidrio y amenaza con hacer quilombo. Una 3 le dice que respete la cola. 2 dice que tiene turno. 3 le contesta que ella también, que tiene que cubrir un cheque rechazado. Un 4, jovencito, grita que el guardia es un imbécil. 5 le da la razón. El uniformado de civil llama al empleado del Banco porque está desbordado. El bancario abre la puerta y exige que se respete la distancia social. Un 5 masculino le aconseja que arme dos colas: una para empresas y otra para otros trámites.

El 1 fracasa en su intento de sacar dólares por cajero automático y empieza a patear la vidriosa para que alguien ponga la cara. Yo vengo a ser el O a la izquierda. Estoy muy boludo con el papel de las instrucciones y la plata en la mano. Sale el empleado santanderino en defensa del prosegurista. 4 denuncia a éste por inútil. El defensor le grita que el guardia está para abrir la puerta y no para atender al público. Agito las instrucciones como si fuera la bandera argentina. El bancario dice que se va a atender a los que tienen turno. Son la 12.30 y 2 dice que su turno era para la 11.00 hs. Recibe por respuesta que la intención del Banco es organizar lo mejor posible la atención. Exige nuevamente que se respete la distancia social. El  prosegurista  se refugia a espaldas del empleado, que sale al ruedo. Se para a centímetros de la puerta y explica que defiende al guardia porque lo han escupido, golpeado y puteado unas cien veces por día.

Devuelvo las instrucciones al bancario con ganas de decirle que se las meta en el culo, pero me abstengo. Finalmente, todos estamos locos por la Pandemia. Sigo con mi rutina y me encamino a comprar algo de comida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                   Domingo 17 de mayo de 2020

HOROSCOPERA

Descreo de los horóscopos, la quiromancia y la terapia por cristales, música o danza. Veo en un kiosco las predicciones 2020 de Ludovica Squirru Dari. Si mal no recuerdo, años atrás usaba un solo apellido. Oblo con un verde con jaguar y una gacela con cuernos, animal no nativo de estas pampas (Macri lo hizo). El kiosquero (con tapa bocas) me devuelve un Belgrano de diez. Me remonto a épocas idas. Cuasi monedas provincianas de varios colores y valores (se descontaban por dinero de verdad a razón de una pérdida de entre 15 y 20%, según provincia y localidad). Nada. Estoy contento porque tengo varios en el bolsillo. Los mayores de 70 lo vivimos y estamos para contarlo. Mi esposa me pregunta con qué figura aparecerá el billete de 5 lucas ($ argentinos 5.000). Ojalá que sea con la cara de Néstor.

Soy, en el horóscopo chino, gallo de madera. Abro el libro en la página 182 y leo: “Hombre Gallo. Este gallo galán, simpático y carismático ama brillar en sociedad. Es centro de atención por su inteligencia emocional, su charme y porque le gusta cacarear en debates políticos, en la cancha y en el Congreso de la Nación.”

Cuando se lo mostré a mi esposa, quiso saber qué adivinaba para ella, que es Mono Mujer. “La mujer simia es una de las más buscadas por su personalidad. Excelente Show Woman, con una presencia notable, es buena consejera, amiga, ama de casa, siempre estará lista para salir de viaje, aunque sea para mirar la luna dando una vuelta a la manzana….Niña eterna en su capacidad de asombro, predispuesta a mejorar, perfeccionarse, aprender y salir a combatir cuando lo crea necesario… , intelectual y rebelde, tiene sed de conocimientos, detesta depender de los otros…para la mujer mono, el amor es un motor fundamental de su vida, necesita ser amada como en las historias de amor en la literatura clásica…hay dos tipos de monas, las que tienen instinto maternal y las que no lo tienen…”

En el horóscopo tradicional, soy de Tauro. Esa medición me parece algo insuficiente para mis aspiraciones. Prefiero la quiromancia. Cierta tarde, a orillas del balneario municipal de Mina Clavero, una maestra bonaerense que paraba un mes, todos los eneros, en el Hotel Petit, leyó mis manos. Al descubrir en la izquierda la línea de Venus, predijo que en el futuro tendría mucho éxito con las mujeres. Vaticinó, además, que tendría una larga vida, entrecortada en cierta parte del trayecto por una enfermedad grave. Pegó en el clavo. Acabo de salir de una depre de dos años. ¿O será porque aún tengo que pasar por la prueba del Maledetto?

En su nombre, me animo a mencionar que el Copyright es de 2019 y Ludovica no es adivina. Me recreo con la lectura en cuarentena, pero no lo repaso de un tirón porque la risa me impediría seguir escribiendo.

Compré el pasquín porque Ludovica habita en Traslasierra y eso es suficiente motivo. Me leí todo el mamotreto y no encontré una sola mención a la esferita azul con antenas.

 

 

 

 

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    Viernes 15 de mayo de 2020

NADA

Es bastante frecuente que conductores/as apliquen el Nada a cada rato. Muletilla que sirve para un batido o un fregado. De los Mass Media pasó a los particulares tilingos, que la meten en una conversación cuando no saben de qué se trata o prefieren hacerse los tontos. El nada equivale al “puede ser” de una mina que no se anima a decir que no saldría con uno ni en pedo y revolea la capa de torero. Uno, ingenuamente, interpreta lo contrario e insiste en su error. Sin suerte, pues no advertimos que se trata de una tautología.

Dejando de lado las frivolidades, diré que Martín Heidegger, en “Sein und Zeit“ (“El Ser y el tiempo” publicado en 1927) precisa las modalidades del recobramiento del fenómeno. Fuerte opositor al progreso industrial y S.A.[32], y convencido de que la tecnología era el mayor enemigo de la humanidad, defendió al Yo frente a la cultura de masas. Es una lectura o relectura que me animo a recomendar en 2020, o en su defecto, al libro de José Pablo Feinmann que interpreta a Heidegger.̂

Jean Paul Sartre, trató, en Los caminos de la libertad[33] y otras obras. “El existencialismo es un humanismo” se considera el Manifiesto del Existencialismo y plantea el conflicto entre “etre pour soi” y “etre en soi”, ser para sí y ser en sí (distinción hecha por Marx en los conceptos de clase en sí y clase para sí).

Me considero un inadaptado adaptado. Mis EPOC´s, que otrora permitían que me diagnosticaran como inadaptado, gracias al Covid19, me convierten en adaptado. En el fondo, esas valoraciones son construcciones culturales y provisorias. ¡Buena del bicho! Adicionalmente, esta inadaptación gusta al 90% de los que bromeo en las calles y refuerza mi convicción sobre que soy un genio.

La Nada es nada y el Todo es todo. Fórmula dialéctica que no pierde vigencia. Significa, en otras palabras, que “La única verdad es la realidad” que Juan Domingo Perón gustaba de plagiar. El “Pocho” conoció a Durkheim por medio de uno de los integrantes de Annales Sociologiques y tomó de ese autor las ideas básicas de La comunidad orgánica[34]. El núcleo filosófico de Perón radica en las directrices de esta corriente, fascista para algunos y socialistas para otros.

 Creo haber comentado que soy durkheimista-marxista-leninista-trotskista-comunista hermenéutico-kirchnerista. ¡Gogglee, mi amigo/a! Siempre seré docente y no puedo impedirlo (fábula del alacrán y la rana). El Siempre lleva implícito el Nunca, así como el Todo se espeja en la Nada y el Bien no puede ser entendido sino por oposición al Mal.

Cuando mixturo cosas banales con reflexiones profundas (ajenas o mías), lo hago con toda buena intención. Mi propósito es distender, pasando constantemente de una fábula con mensaje a una anécdota cotidiana. En tiempos de Pandemia, las anécdotas sobran. Me veo obligado a seleccionarlas continuamente porque cada vez que salgo a las calles me enriquezco con algún suceso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

    Sábado 16 de mayo de 2020

CERCANÍAS Y LEJANÍAS

Este comentador se pregunta: ¿Cuán lejanos están nuestros nietos en las proximidades de Madrid, protegidos en mansiones de puta madre? Con Martina, nos comunicamos diariamente y, con los otros cinco, al menos dos veces por semana. Martina, alias Tuti o tutuna, o la chiruza, a según le aumentan los años; Beltrán (Beltri), Simón (Timi), Amparo (ardillita) y Justo (el torito) esperan ansiosamente que podamos viajar a la Madre Patria. Les prometí llevar un cuerno para beber grapa echo en Gualeguaychú, donde nació su bisabuelo. Extrañamos el contacto humano. Festejamos los cumpleaños en modo electrónico, pero no podemos besarnos besarnos. ¿Cuán cercanos estamos, cada uno en su cuarentena haciendo lo que puede y quiere?  Esta nueva libertad no me desagrada. Es un Woodstock hippy en 2020. Estoy pensando algo y se me superpone con otra idea que lo tapa momentáneamente. Apelo a mi libretita para que no se me olvide. Miro y escucho el noticiero, pispeando fecha, hora, temperatura y pronóstico climático para los días siguientes. ¿Cuán lejanos están los días en que sabíamos esos datos imprescindibles? ¿Durará cuánto? ¿Estamos lejos o cerca del fin de la historia, tal como la vivimos hasta aquí?

Tengo en carpeta muchos libros más. En su mayor parte son escritos que llevan años en el freezer. Cada vez que salgo a la calle, recojo alguna nueva anécdota para nutrir mis obras. Hoy, al trasponer la reja, un homeless vomitaba lindo agarrado al container de la basura. ¡Guarp…chusss..guarp… chusss… guarp.. chusss…achís! Le dice a un motoquero: “¿Qué mirás, no tengo coronavirus, es el alcohol?” El de la moto arranca a todo vapor y la homeless que acompañaba al vomitador le pasa una botella de whisky de las que se usan en los aviones. Se pierden en la Jungla del asfalto. Compro algunas historietas interesantes: “Chicas de Divito”, “El diario del Chavo del ocho”, “El tigre de los llanos”, “Los hermanos Barrientos”, “Infamias de una madre”, “Pastor Luna”, “Aparcero”, “Las montañas de la locura”, “Che y Fidel” y “Las aventuras del zorro”. ¡Todo por 100 dólares papel!

Suelo sintonizar el programa de Maximiliano Montenegro para ver la evolución horaria del dólar blue.  Diez obras de arte a razón de 10 u$s cada una es una excelente compra. Tomo la chocolatada de las 5 de la tarde, busco en la biblioteca una historieta de Oski que preciso para una próxima publicación. Preparo pinturas originales para colocar arriba del placar que es mi flamante pinacoteca. Voy al baño a hacer pis. Limpio el piso del baño con un trapo ad hoc. Retomo la escritura. Pateo el cable de alimentación de la laptop. Prendo un cigarrillo. Me estrujo la mente por un rato. Repaso computadora, individual y mantel con otro trapo absorbente. Se consumió el pucho y me inclino por una de mis pipas.

Escucho por la ventana abierta una cortina metálica que cierra. Son las 18.37 horas. Pronto saldrá al aire Víctor Hugo Morales. El inmenso progreso que incorpora Windows tiene una contra, es ansiógeno. Siempre lo fue. Más ahora, que el bicho me respira en la nuca. Leo en la libretita alguna ocurrencia que ocurrió y apunte, para no olvidarla. Las noticias son alentadoras para unos y deprimentes para otros. El conflicto amor/odio se expande por doquier. Hisopados versus no hisopados. Casos válidos y ocultos. Los cronistas culpan a los gobiernos de la vereda de enfrente, según el canal que estés mirando. Hago zapping cuando comienzan las propagandas. Me trabuco con los controles remotos y tardo varios minutos para encontrar la vía correcta. ¿A qué se debe tanto apuro? Nada, per codere. Estoy jubilado y me sobra el tiempo. Corrijo, si me muero mañana, desaproveché algunas horas y mi esposa tendrá que asumir el trabajo de la publicación.

Despierto de mi siesta de una hora. Nancy me espera con medialunas y chocolatada. Sale a comprar remedios. Se queja por la cantidad de gente que hay en las calles. Cuando ingreso, me baña en desinfectante y exige que me lave las manos cuando dejo de escribir.

Arreglo con un director de cine amigo que alquila un departamento a cuadra y media de casa para caminar por plaza de Congreso por una hora. Intercambiamos chismes sobre gomías comunes. Le ofrezco un cuadro que no necesito. Debe elegir entre dos. Este paseo no es un “Encuentro cercano del tercer tipo”, es un tete a tete con alguien que no veo desde hace mucho tiempo. Una cercanía que nos viene bien a los dos.

En la tele dicen que no hay cigarrillos. Por las dudas compro habanos. La adrenalina buena que siento me recuerda a los primeros mese de vida de mis gemelos. La semana pasada fue el S.XV, la próxima, el S.XIV. Nadies tiene idea del dinero que necesitará para comprar ajo. No hay precios y el blue se dispara. Hace 15 días compre a 90, ayer tocó los 140. Como en el 2002 pero peor. Lo bueno es que la esferita azul con antenas es una buena maestra. Desde el homeless más andrajoso hasta el intelectual mejor informado, pasando por las amas de casa sin excluir a los profesionales de las profesiones liberales, opinan de economía, salud, cotización de la moneda, inflación y otras yerbas antes reservadas a los expertos. Las clases sociales se difuminan (en apariencia) porque los de la calle visten ropas que los dadivosos de clase media les regalaron.

¿Cuán cercanos estamos de los otros? ¿Al don pirulero, cada cual atiende su juego? ¿O la perinola cayó en todos ponen?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

    Martes 19 de mayo de 2020

METÁFORA CUASI ANÉCDOTA

Por Jorge Vibes (*)

Se dice -cada vez más insistentemente- que en un país que tiene el Faro del Fin del Mundo existe hoy una pareja interesante. Él no deja de hacerle maldades a Ella. Se casó (sorprendiendo a muchos) sabiéndola heredera muy rica y como su ambición no tiene medida, está dispuesto a chuparle la sangre hasta agotarla y después mudarse. Mediante engaños varios, hipotecó el futuro de ella y nadie sabe cómo se va a honrar esa deuda. La engaña cuanto puede con señoras y señoritas extranjeras de muy dudosa reputación. La humilla sin escrúpulo alguno en público y en privado. Se sabe que comenta esas bajezas con sus amigos íntimos y todos se divierten imaginando nuevos perjuicios para la sufrida esposa. La ataca con la excusa de que comió de más los últimos años y le ordena que adopte un régimen severo muy estricto para convertirse en una hermosa mujer. De seguir así, terminará por hambrearla. Es sabido que ella es fuerte, sana y muy fértil, pero lo que le exige es demasiado y, sin duda, dejará huellas perdurables en su cuerpo.

En verdad, una parte de ella siempre desconfió de este adicto al poder, la trampa, la noche y otras substancias nocivas más gravosas, pero otra parte suya, mínimamente más significativa, prefirió creer en lo que a poco de andar se comprobó como absoluta mentira. Las nupcias son recientes, año y algo. Ella no puede creer que en tan corto plazo se haya deteriorado tanto su matrimonio. A poco del inicio, ella notó lo mal que le hacía esa relación y manifestó su disgusto por diversos medios. Él se dio cuenta, y la fajó duro y peludo, proclamando ante el mundo que lo hacía por amor. La parte confusa e ingenua de ella sabe, por intuición femenina, que no es así, pero tiene vergüenza de reconocerlo. Después de todo, algunas amigas vecinas sufren de iguales males desde hace algún tiempo y siguen, por ahora, casadas con sus verdugos. Por fortuna para los maridos, en esa zona hay jueces Derechos y Humanos que defienden los valores de las uniones consagradas. En un caso, obligaron a la quejosa a hocicar y someterse a su legítimo dueño. En este lamentable caso con final feliz, puede decirse que se impusieron la Ley y el Orden, porque intervino hasta el mismísimo comisario.

Pero, así como le llegan historias feas, también hay noticias alentadoras. Se enteró que en algunos de esos hogares vecinos hay un lío bárbaro y nadie asegura que esos vínculos no terminarán de lo peor. Hasta se dice que el matrimonio de la vecina más rica, subsiste -por ahora- por los buenos oficios de los parientes políticos y un tío rico que es defensor a ultranza de este tipo de contratos maritales. Ese tío rico está muy preocupado porque en el barrio hay algunos ejemplos claramente criticables. En efecto, hacia el norte, cerca del lugar donde la geografía municipal se estrecha, hay un caso de concubinato descarado. Un verdadero escándalo. Un poco más al sur, en las lomas del oeste, hay otros dos casos de extrema concupiscencia y prácticas diabólicas. Es cierto que, bajo diferentes formas, pero, en el fondo, bajo idéntica influencia del Maléfico. Por suerte, el tío rico prometió que aportaría todo tipo de recursos para erradicar del barrio estos pésimos ejemplos.

La sufrida joven de marras se agitaba entre la resignación y la rebeldía. Hace poco se impuso esta última y ella adoptó una resolución valiente. Antes de fin de año le dará una lección al perverso. Las comadres están divididas, pero día a día aumenta el número de defensoras de la dolorida niña. Las purretas de la vecindad están decididamente con la ultrajada y convencen a novios, primos y hermanos.

Adivine el lector cómo se llama el señor y quién es la aludida.

Ayudita: al él se lo conoce como "Gato" y ella es admirada porque tiene una frondosa cabellera plateada.

(*) Miembro de El Manifiesto Argentino

25/5/2017

 

 

 

 

Domingo 17 de mayo de 2020

¿COINCIDENCIAS?

Aún conservo el vicio de las asociaciones pese a dejar de gastar plata hace años en “terraceros”. Las que me propongo presentar son algo rebuscadas, pero valen. Partamos de Heráclito de Éfeso (544-484 a.c.) y su famoso cruce con Parménides y otros. “Nunca te bañarás en el mismo río”. Razonamiento dialéctico que retomarán, entre otros, Hegel, Marx, Lenin y este modesto pensador, que añade, para sus análisis, a Emile Durkheim.

Razono, luego existo. Lo de la esferita multicolor prende mis lamparitas. Conozco un peluquero del barrio que considera y declara, que el arte de la peluquería supera en importancia a la filosofía. Sabe un montón de estilismos, barberías, cortes y quebradas, pero nada de filosofía. Es verdad que la ciencia de las ciencias le importa un bledo. Para mí que se pasa algo de la raya. Se pasa hablando de sillones y espejos (de peluquería) y está orgulloso y satisfecho con lo que le toca en este valle de lágrimas. Cuenta con tres bypass y hace dos meses que no corta una melena. ¿Dónde voy? A que cada uno valora lo que hace y ningunea o ignora lo que hacen otros.

Segundo ejemplo. Un señor que conozco tiene mucha plata. Su esposa es Templaria y trabaja en una universidad templaria. Él es agnóstico, pero el enganche de su mujer abre la puerta a negocios muy jugosos. Que la madre de sus hijos los eduque en esa casa de estudios (jardín de infantes, primaria, secundaria y universidad) carece de importancia en su mundo valorativo, pues está cumpliendo su objetivo de acumulación personal.

Tercera posición: Rolo, un mendocino que sufrió un A.C.V. que lo dejó turulo para siempre. Consiguió un lote cerca del Balneario San Sebastián (Mina Clavero) y construyó una casa. Con su esposa, también mendocina, se pusieron a fabricar alfajores. Que, según él, competían exitosamente con los de havanna. Cierta vez, en invierno, temporada impropia para alfajores, se conchabó en un taller mecánico cuyo dueño estaba preso por robo de automotores. Laburó tres días, con sus noches incluidas, gracias a ese combustible tan usado que se llama cocaína.

Conocido de Jorge Vibes de inmersiones mutuas (paralelas o intermitentes) en el agua fría del Nido de Águilas, supo tener un puesto en la Feria Municipal durante el verano. Cuando el porteño lo visitó en 2017, las moscas custodiaban los alfajores de chocolate y los escasos clientes potenciales huían despavoridos. Nadie más necio que un necio. El de la tierra del buen vino había ganado en una mesa de póker en el Casino de la localidad de Traslasierra. En ese templo del vicio se juega póker americano y el Roli ganó una partida que le significó muchos pesos. Jorge Vibes solía jugar al póker inglés y mira por TV al americano, porque se pierde con las apuestas a ciegas. Moraleja: el mendocino considera al porteño un gil porque dice que, si se sienta en una mesa de póker americano, pierde hasta los calzones.  

Marx dejó, en la XI nota en su crítica a Feuerbach, una oración famosa: “Los filósofos no han hecho más que interpretar al mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.” Prefiero sumar a Durkheim porque enfatiza algo que el Gran Materialista Histórico dejó de lado en sus brillantes observaciones: lo irracional, lo afectivo. Si me apuran, puedo justificar a Carlitos diciendo que los sentimientos afloran desde la materia cerebral. De allí que haya acudido a los dos ejemplos citados.

Yendo, o viniendo, a tiempos más cercanos, diré que el Che se internó en la materia en “Retos de la transición socialista en Cuba 1961-1965”[35] y John William Cook entregó a Perón pasajes para que visitara La Isla, invitación que el Brujo declinó. Jorge Asís, sociólogo y metafísico conocido en nuestro medio, comentó cierta vez en “Animales sueltos” que El General llamaba Brujito, a su secretario personal Josecito López Rega.

Todos no paramos en la vida de cierta manera. Al desnudar al peluquero y al señor, no intenté juzgarlos sino describirlos. Sus respuestas son tan humanas como las mías, las de mi esposa y mis amigos. Nunca dejé Argentina salvo en los viajes académicos y de turismo. Viví, y cuento, todos los eventos que protagonicé. Desde el primer peronismo hasta la presente Pandemia. Algo de esto traté en “Unas obras inconclusas de acá” y pienso insistir en las de próxima aparición. En mi hogar, ambos dos tenemos diferentes vademécums.

El que escribe, desayuna copos con leche, banana y té de manzanilla. La “Niña bonita” de la casa, con pomelo, jengibre y limonada. Odio, o esquivo, la ducha y ella se baña dos veces por día. Tenemos experiencias de vida similares pero distintas. Un componente esencial de nuestra es el humor. A mí, me euforiza la Cobra Global, a ella la aplasta. Miro los programas de las Derechas hasta la madrugada. Nancy acude a Netflix para evadir el bajón y se limita a C5N o lo que pongo con el control remoto porque me banca. Siendo ambos viudos de primeras nupcias, supimos curtir la noche porteña cuando fue preciso. Me cuida y la cuido. Y nos cuida nuestra nieta Martina desde Madrid. No es poco para dos décadas de convivencia, tres hijos y cinco nietos.

Tenemos ensoñaciones distintas, eu, pesadillas ligth y ella, lo que queda picando en su subconsciente de las películas de espanto vistas antes de ingerir sus remedios, rezar y hacer noni. A la lista de filósofos enumerada, sumo a Martín Heidegger, que maldijo, como escribí antes, los progresos de la ciencia y nunca abjuró de su pasado nazi. ¡Cosas vederes Sancho, cosas vederes! Si Marx, Hegel, el Che, John William Cook (asesor de Evita) coincidían en algo o mucho, no soy yo el que va a sacar los pies del plato.

En la calle felicito a las gentes de distinto modo. A algunos les deseo feliz año nuevo…2021, a otros les canto “Cavallo mortum est”. Cuando me preguntan qué quiero decir, les contesto que se traduce como “El caballo ha muerto” porque Felipe Domingo Cavallo no murió y está vivito y coleando…aconseja volver a la Convertibilidad. En paralelo, Spert desea que se emitan nuevamente cuasi monedas (Patacón, Lecor, etc.). Un 90% de los interpelados sonríe, el 10% restante, me importa un carajo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                  Miércoles 27 de mayo de 2020

TRIBUS

Pertenezco a numerosas tribus: la de las Ciencias Sociales (Sociología, economía, antropología, etc.); la de los filósofos (me carteo con filósofos europeos importantes y se ofrecen para publicar alguna nota); la de los anticuarios (colecciono cantidades de objetos antiguos: libros, bronces, óleos, marfiles, etc.). En la Feria de Plaza Dorrego de San Telmo, comento a dos anticuarios que en San Telmo conviven ladrones de tumbas, punguistas y piratas del asfalto con vendedores de libros y herramientas presuntamente honestos. Uno de ellos agrega: “En el medio estamos nosotros dos”.

Milito en las filas de los buscas. Paro cartoneres para preguntarles si encontraron algo viejo. Anteayer, uno me contestó: “Mañana. Mañana tengo que ir a casa de una viejita que me pidió que la ayudara a vaciar algunas piezas. De esta precisa manera, compré libros raros y malentretenidos (como el documento en el que Parón nacionaliza los ferrocarriles en 1952), bijouta linda y peluda, anillos, campanas de bronce y lámparas de colgar. Vendo mochila del ejército suizo, blanco y mantelería heredada, mantones de Manila y un Matra[36], partituras de tango (rechacé las de música lírica porque sí).

Me jacto de manejar algo de Psicología (Freud, Lacán, reflexología rusa y conductismo yanquee). Cuando no alcanzo a comprender algo, consulto al especialista psicobolche Horacio González. No confundir con el homónimo que dirigió la Biblioteca Nacional. Este amigo es economista y lacaniano. No me sorprende. Un economista que conocí en el Ministerio de Economía te adivinaba el futuro con tu carta astral y la cotización de la verde moneda. Sin serlo, interpreto con bastante aproximación, personalidades y actitudes de gentes de mi cercanía. No me resulta difícil, me basta con apelar al cálculo probabilístico y cantar la posta. Predije, hace dos años, la guerra civil regional, la invasión de Venezuela y la disparada del dólar. Durante la convertibilidad, cobrábamos los sueldos quincenalmente en la Secretaría de Planificación de Presidencia de la Nación y, en Banco Nación, cobraba por semana. Corríamos a cambiar los pesos por lechugas y, a medida que avanzaba el mes, recambiábamos para pagar servicios y comida.

Conocí y traté a personajes que hicieron la historia contemporánea de nuestro país. Mercedes Marcó del Pont, Juan Llach, Martín Lusteau, Alberto Sileoni, Silvio Frondizi, su sobrino Nono, Jorge Asís, Juan José Sebreli, Moisés Ikonicoff, Vittorio Orsi[37], Frigerio (nieto), que ocupó una cartera en el gabinete del Macri presidente. Felisa Micheli tenía un contrato externo en la Dirección Nacional del Gasto Social y la veía pasar, mucho tiempo antes de que fuera ministra de economía y fuera procesada por enriquecimiento ilícito.

Pertenecí a los becarios a CEPAL, fui presidente de la Asociación Argentina de Estudios Canadienses (ASAEC), me crucé con Palito Ortega gobernador en un salón VIP en ocasión de asistir a un Congreso de ASAEC. Visité varias veces Canadá. La primera junto a Torcuato Di Tella, el decano de Arquitectura, diseño y urbanismo de la UBA. Un grupo de becarios, entre ellos mi primera esposa, asistimos al congreso Latinomerican and Canada Opportunities, en Calgary, donde nos presentaron al expresidente uruguayo José María Sanguinetti. 

De modo que soy de la tribu de los becarios de CEPAL, de la tribu de los scholarships del Gobierno de Canadá y de la de los profesores que dimos cursos a lo largo y ancho de Argentina sobre Modelos de Desarrollo.

Conocí Erpios, Montos, Fal y Fap. Siendo estudiante asistí al Primer Congreso de SITRAC-SITRAM en Córdoba y al II congreso de FAS en Rosario. Estuve preso en Devoto y protagonicé, junto a miles, la liberación de los presos políticos que decretó Cámpora el 25 de mayo. Dejo de lado otras aventuras que narraré en mis Escritos Políticos en unos meses. De todos esos sucesos tengo infinidad de anécdotas que iré compartiendo paulatinamente.

Creo que la única condición que exige el pertenecer a numerosas tribus radica en no confundir amigos con compañeros y estos con camaradas. La coherencia con los propios principios ayuda en esta labor. Amable con todos, dispuesto a combatir codo a codo, sólo con algunos.

La escuela Funcionalista en Sociología distingue entre Status y Rol. El primero es el conjunto de roles y el segundo el papel (rol) que desplegamos en cada ocasión.

No soy original, todos y todas somos integrantes de numerosas tribus, desde el modesto albañil de la Villa 31 al Presidente de la Nación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                                    Martes 26 de mayo de 2020

CATRUFLA

Lecho, letto, cama, catre, catrufla[38], muchos llegaron al mundo en una de ellas y otros partieron a quién sabe donde desde una. En ellas, todos y todas vivimos ensoñaciones de amor húmedo, combates a muerte por unos polvos, el desengaño de la impotencia temporaria, la frigidez, fidelidades e infidelidades, Lágrimas y sonrisas, cucharitas[39], yerberas[40], hijos rompepelotas que se meten en el medio, parientes convalescientes, desfloraciones, sangre a borbotones de hímen o glande, Saltos del Tigre[41], pesadillas, caídas de la catrufla, imaginaciones con otro/a mientras se practica coito con la pareja estable, puteadas cuando suena el despertador, tropezones con las pantuflas por no prender la luz y otros avatares menores.

En el caso de este modesto analista, se presenta un caso interesante (o no tanto). Mi cónyugue ronca (por momentos) como una tormenta de verano, Io (Yo en italiano) emito, según ella, un sisido suave que le encanta. Según yo, puede ser el silvido de la serpiente cascabel y ella, en su amor, no se da cuenta. Suelo escribir hasta altas horas de la noche. Con frecuencia, ella me espera despierta, tranquila únicamente cuando estoy a su lado. Toma su pastilla, reza y hace noni. Si no tengo sueño, miro alguna serie en Netflix que me recomendó (uno, máximo dos capítulos). Mi pastilla para dormir hace efecto y pongo la cara en la almohada, cuidando que mi dentadura postiza (parcial) no moleste. Unto mi escroto y nalgas con una crema humectante recetada por mi dermatóloga. Espero que se absorba. Me descalzo sentado en la toalla que tiendo sobre la sábana para no babearla. Me lanzo a la toalla como si fuera una pileta de natación. Me acuesto boca abajo y me acomodo para la primera etapa. Consiste en ponerme de costado con un almohadón chico entre las rodillas para que no se produzcan marcas. Si me duele la oreja por la posición, quito el dolor con la palma de mi mano. El calor de la palma disueve ese malestar.

Tardo unos buenos minutos en caer en sueño profundo. Si estoy de cúbito derecho, pego la voltereta y quedo en cúbito izquierdo. Mastico mi dentadura para comprobar que no provocará modestias. Apoliyo un par de horas. Me levanto a ciegas para mear. Golpeo la tele con la cabeza y me adelanto por el pasillo como un zombi. Hago pis y vuelvo a la cama. El asunto de andar a tientas es para no desvelarme. Aunque no recé porque soy ateo, sueño con los angelitos. Me levanto a mear otra vez. No porque sea prostático sino porque tomo mucho líquido. Despierto tipo nueve o diez de la mañana. Si mi Tormento sigue durmiendo, preparo mi desayuno. Ella se levanta cuando pega un manotazo y advierte que no estoy.

Me acompaña mientras hago mi colación de la mañana. Hace lo propio con pomelo exprimido y una tostada con Mendicrim y dulce de arándanos BC. Mi mujer se encarga de hacer la cama. Eufemismo correcto porque ya está construida y hay que organizar sábanas, colchas y almohadas. El armado queda inconcluso porque visitamos la cama durante el día. Nan para mirar algo en Netflix y I (yo en inglés) para dormir una siestita a dehoras. El desaliño camastril se explica porque mi Dulcinea del Toboso tiene la columna hecha bosta y lo peor que le puede pasar, según su traumatólogo, es tender la cama. A mí me importa poco, de mochilero supe dormir en la arena en una bosa de dormir.

Mi “Dama de Hierro” argenta (Tatcher fue Heidi comparada con ella) me dice que me va a denunciar por salir tanto de casa siendo población de riesgo. “No me digas nada porque vos sos la mejor antigüedad que poseo.” “Viejo choto, me llevás 12 años” “¿Entonces tu madre es una vieja rechota?” “No te metas con mi santa madre. Tiene 8 años más que vos.”

                                                                    

 

 

 

 

 

 

 

 

                        Lunes 25 de mayo de 2020                                  Fecha Patria

 

LUGARES COMUNES

“Soy yo” “¿Quién” “Yo, boludo.”…¿Lleva mucho ese video?...¿Me escuchás?...”Esperá que paso a video llamada.”…”¿ Me ves?”…”Hablá más fuerte.”…”Volvé al teléfono.”…”Murió Sutano de Covid19.”…”Se corta?...”No, mándalo otra vez que no lo recibí.”…”Me acusaron, me dfiendo en este canal amigo.”…”Niki Caputo se fue a Miami para defenderse desde allí.”…”Yo extraño mucho a mis perros (¿zoofilia?)”…”¡Tal cual!”…”¡Mienten descaradamente para perjudicarme!”…”¡Excelente la vicepresidenta cuando saludó a la senadora con un Gracias señor senador!” …“Esa fue de la cúpula de Montoneros.”… “Y ese fue del Erp.”...“¡La tipa no es abogada y le modificaron el reglamento para que asumiera!...”¡Hasta mañana, si el de arriba lo permite!”...”Fugó millones de dólares”…”Toma de decisiones.” “Mató a GGG (Ginés González García) porque se internó para un control con la excusa de que a su padre le pasó lo mismo.”…”¡Con Skype no es lo mismo!”…”¡Ni con Whatsapp, a veces prefiero volver a la comunicación clásica por teléfono!”…”Los empresarios son buenos, la culpa es del Estado.”…”¡Los argentinos compramos dólares porque el que con leche se quema, ve una vaca y llora!” ”¿Populismo? No, esto es comunismo cubano.”…”Ajuste, hay que achicar el Estado y abrir la economía.”… “¡DNU, AFI, EFE, UFI, AFIP y la puta madre que los parió!” “¡En cuanto pueda me las pico!”..”¿Dónde?”… “¡Qué te importa!

Ecuación derechosa: Total de casos menos desocupados más pedidos de “incentivos”[42] multiplicado por número de días de Pandemia menos zonas abiertas o cerradas por bares con Take Away. Corchete. Dividido por población más ingreso por cápita.

Dime quién te juzga y te diré la condena. Pruebas: Sócrates, Espartaco, Cristo, Galileo Galilei, Nicolás Copérnico, la familia Kirchner, Amado Boudou, etc. “Tenemos que llanar la Isla Martín García de funcionarios macristas corruptos para que se peleen entre sí.” “Patricia Bullrich, si la dejan, es reina de España o de Inglaterra… a Mauricio no le queda otra que presentarse en las elecciones de medio término para diputado en CABA”[43].

 ”¿Me ves?”…”Hablá más fuerte.”…”Volvé al teléfono.”…” “¡Oigo!””¡Murió Mengana!”… “¿De Covid19?”…”No, de cáncer.” “¡Ah, menos mal!...”¡Qué conchuda!”… “¿Te parece? Yo la comprendo.” “Último momento!” “En Argentina: X infectados, U contagiados, W muertos, hasta ahora.” “Menos mal que no reeligieron a Macri, nos mandaba al horno a todos y vendía el territorio vacío.”

Ayer estaba haciendo la cola del kerosén (de la verdulería). En Ayacucho y Perón. Allí para taxistas a tomar un café. Per codere pregunto al más cercano si votó a Macri. Contestó: “Por supuesto y lo voy a volver a votar.” “No vas a poder porque se va a morir de coronavirus” “Eso no se le desea a nadie. En todo caso la que se tiene que morir de coronavirus es la vicepresidenta”. Reflexiono y le comento a mi compañero de línea: “Este labura 15 horas por día y va a votar a Macri nuevamente” “Así son algunos” Cuando avancé en la cola para el carbón de leña (la verdulería), le conté al joven compinche que yo había comido pan negro en la época de Perón. “Ignoraba que eso hubiera sucedido, ¿porqué?” “Porque el trigo se lo acaparaban los exportadores y los agiotistas.” “¿Qué es eso?” “Agio, especulación, como ahora pero 70 años antes.”

“Soy yo” “¿Quién?” “Yo, boludo.”…¿Quién?... “Yo, boludo.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

       s/f (sin fecha)

INFIDELIDADES

Hay fidelidades y fidelidades. En equipos de sonido, High Fidelity, FM, etc. y en morales: high, medium y large o, lo que viene a ser lo mismo, XS, Sl, médium, large y XXL. Lo mismo sucede con los adeptos a ciertas asociaciones que arrancan de nuestra alta y baja Edad Media: templarios, masones, horoscoperos, quirománticos, cartománticos y de los cimientos del Imperio Celeste: tiradores de I Chin, acupunturistas, leedores de caca del Emperador, etc.

Cuando la fidelidad se torna método, en las bellas artes, se habla de una Escuela o un Estilo, como en los oficios de los escribas y en las modas clásicas. Su contrario, la infidelidad, se presenta cuando se violenta, en más o en menos, a alguien o algo. A veces ese comportamiento deriva en peleas domésticas, reproches, golpizas y hechos de sangre. Hay infidelidades de mentiritas, por coquetería femenina o masculina, y amagues para dar celos.

Qué decir de lo que pasa en el arte de la política. Las panquequeadas de la ex dirigente montonera que preside hoy el mayor partido de Derechas autóctonas y comanda su ala dura. No menos grave es la excesiva fidelidad (al marxismo, al troskismo y a la Doctrina Peronista) pues desemboca en el fanatismo. Neo jesuítas, ex siloístas como la vicepresidenta saliente, ex ministros menemistas que se cobijan en el PRO, un expresidente provisional que llamó a la reconciliación de los que aman a Videla y los que odian a Videla y sigue dando que hablar. Un exministro inventor de la convertibilidad argentina, insiste en que se debe aplicar nuevamente en 2020 y siguen las firmas.

Un terreno fértil para este tipo de elucubraciones está en los juicios acerca de las relaciones de pareja: abiertas, cerradas, trigonométricas, múltiples, a distancia o de contacto estrecho, fantaseadas, negadas o confirmadas. Discuto con un gran amigo mío sobre este capítulo de la novela humana. Mi ateo amigo sostiene que, si, a mí, que estoy felizmente casado, me gusta otra niña, caigo en el abismo de una actitud infiel. Este reflexionador le opone un argumento irrebatible: si así fuera, nunca fui fiel porque la mujer es un animal humano muy bello, digno de ser admirado y deseado. Insiste en su tozudez y retruca que no es necesario el contacto carnal para ser infiel. Me cuenta que una camarera de un bar que frecuentaba, entró en confianza con él y lo invitó a tomar cocaína en la plaza. Mi amigo, también felizmente casado, se negó. Vaya a saber si por pruritos morales, inseguridad, temor a ser descubierto o algo que no se me ocurre. Probablemente fuera por culpa (elemento freudiano que no cesa de molestar).

Me consta que estuvo de los dos lados de la fidelidad. Corneó y fue corneado. Fue fiel escucha de mis pesares de amores y yo lo fui de los suyos. Pero le pasa como a todos. Dice que no juzga y se la pasa emitiendo juicios sobre todo y todos. No me jacto de esa virginidad. El hecho de existir en sociedad implica opinar algo bueno o malo sobre los otros. Quien se proclama neutro o apolítico, a sabiendas o no, miente. O se es frío o se es caliente, a los tibios los vomita Dios (Apocalipsis 3: 15-19).

La fidelidad hacia la moneda local es un gesto. Los hermanos brasileros confían en el cruzeiro, los chilenos en el peso chileno, y los argentos en el dólar. Los uruguayos en ambas denominaciones, pero prefieren los pesos uruguas. Fidelidad, fiabilidad y fideicomiso[44] son valores relacionados y relativos. Nunca debe confiarse en un ladrón porque los buenos ladrones existen sólo en la Biblia Nuevo Testamento.

Los tenedores de bonos jurisdicción extranjera (o local) desconfían o confían de acuerdo a su calculadora mental clink caja. El riesgo país es, desde el punto de vista de los cuervos acreedores, un invento necesario para juzgar la capacidad de pago de los países deudores. El confesado confía en que el confesor no ventile sus pecados o los emplee de modo impropio (pecado venial), y otro tanto sucede con los Galenos, que no pueden contar que el paciente que recién salió del consultorio disfruta de un hermoso chancro o es sidoso. Menos mal que el “Conchavirus” obliga a los facultativos a denunciar y tratar a los contagiados.

Suele asociarse la confiabilidad con raza, etnia, género, nacionalidad y franja etárea. Algunos viejos sostienen que, al serlo, no tienen necesidad de aceptar los preceptos morales y conozco el caso de un vejete que dejó de pagar los impuestos de su casa y lo justificó ante sus hijos diciendo que ellos heredarían la propiedad.

El Papa Francisco dice, (palabra de Dios en el buen sentido) , que una de las curas para el Cornudovirus es el humor. Asociación libre. Segunda acepción, humor acuoso: Líquido que se encuentra n el globo del ojo delante del cristalino. Asociación libre, tercera acepción (no confundir con Tercera Posición). En la teoría de los cuatro humores de filósofos antiguos griegos y romanos, son: bilis negra, bilis amarilla, flema y sangre. De vivir entre nosotros, agregarían un quinto jinete del Apocalipsis, el Coronavirus19.

Caminé alegremente desde la fidelidad en música y termino ponderando a la Plaga. Mis asociaciones libres son psicoanalíticas freudianas, pero creo que valen para estos segundos de vida que resto a mi existencia terrenal. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lunes 25 de mayo de 2020                                  Fecha Patria

JUST IN TIME

Justo a tiempo es un método de trabajo que se practica desde hace mucho en Japón. Consiste en evitar la pérdida de tiempo en el lugar de trabajo. Si una computadora de escritorio se queda sin papel o la impresora carece de ese insumo, se malgasta tiempo. Es una forma de racionalizar el proceso.

Con la llegada de Megaexcremento a nuestras playas, todos y todas entramos al Just in Time. Pensamos y actuamos más ágilmente. Con frecuencia demasiado. Sufrimos tropiezos de la mente con evolución exponencial y aprendemos ciencias duras (matemática, física, estadística, etc.) y lenguajes blandos (sociología, filosofía, historia, psicología, etc.) on line, es decir, en las pantallas de TV. Dormimos más y mejor o menos y peor, dependiendo de la etapa de la vida que transitemos y nuestro estado de salud previo. Higienizamos cuerpos y almas con insistencia obsesiva, nos tornamos comunicativos con propios y ajenos, generosos cuando no pródigos. Gastamos el poco o mucho dinero que tenemos porque no sabemos si mañana estaremos vivos. Dependiendo de nuestro estado patrimonial, bebemos vinos finos y comidas sofisticadas. Los que podemos, practicamos ejercicios con bicis fijas o mancuernas y pesas.

Se enriquece nuestro vocabulario: oligo elementos, frecuencia cardíaca, micro globulitos de respiración, micro gotitas que flotan en el aire y se posan en distintos materiales caseros (mesas, manteles, mesadas de acero inoxidable, etc.), leemos tablas y gráficos a la perfección, nos capacitamos en palabras como testeo, respirador, insumos imprescindibles, emergencia sanitaria, asistencia psicológica, arraigos y desarraigos, distanciamiento social, barrera sanitaria y contactos estrechos.

Gracias a la Troika[45] (Alberto, Kici y el Guasón) nos informamos de la marcha de la batalla y los pronósticos para la guerra, tipos de armamento, tropas disponibles, etc. Creo que tenemos para mucho tiempo de cuarentena y debemos adaptarnos a calles semi vacías, silencio debido al poco tránsito en los barrios, sacar y poner ropa del placar, regalar lo que nos sobra, etc.

El Ciclón de microgotas infecciosas trae nuevas buenas, nos enseña a cuidarnos en todo momento y lugar. Si hay algo que podemos agradecer a Mauricio Macri y sus 40 ladrones, es que cuidamos agua, gas y luz. Del mismo modo, tenemos que decir que lo único que hizo bien Carlos Menem fue abolir el servicio militar obligatorio. ¿Las causas? No importan ya, interesan los efectos.

Otra novedad novedosa es el uso generalizado del lenguaje bélico. Columnas, avances y retrocesos, partes de guerra diarios, Plazas cercadas, quintacolumnistas en villas y geriátricos. Asilos de menores con contagiados, enemigos mortales invisibles, ausencia de vacunas y tiempo de duración de la conflagración. Digo: el miedo es mal consejero, como en los ’70, si se piensa en la muerte, se llama a la muerte. Las armas a nuestra disposición son comunicadas en las conferencias de prensa. Miro por TV el tiroteo entre los periodistas del Ministerio de Mal y las sutiles respuestas de Alberto. El Guasón pone los ojos como ET y traga todos los sapos pensándose alternativa opositora. ¡París bien vale una misa! Hasta mira para otro lado cuando los compañeros de Troika le refriegan las maldades de Heidi, a quien tiene, desde siempre como alumna indócil y procura meter en algún puesto público en CABA.

Afortunadamente, regresa a las mentes la palabra Revolución, desterrada desde los ’90 por el post modernismo neoconservador. Usaban, y nos obligaban a usar el término Utopía. El rescate, desde mi punto de vista, no es obra de actores políticos o económicos, la Naturaleza habló su lenguaje y respondió a la liquidación ecológica que los factores de poder estaban procurando. En Brasil, retornaron los Quilombos[46], pero esta vez, en lugar de concentrar negros cimarrones, agrupa indígenas que huyen de los asesinos enviados por los terratenientes que avanzan sobre el matto para sembrar soja.

Se sabe que la Pandemia está hiriendo de muerte al núcleo duro del sistema: la Propiedad privada de los medios de producción. El Virus Letatis pateó al hormiguero y las antenísticas negras y rojas no saben qué hacer. Aceptan quitas y participación estatal en los directorios, el FMI acompaña a Argentina en su negociación con los fondos de inversión jurisdicción Nueva York. Actúan como si estuviesen en un camoatí al que le tiran humo. La avispa reina deja de gobernar a las esclavas y muere.

 Si este berenjenal se repliegará como desean las derechas globales, es imposible. Tendremos un nuevo mundo en la post pandemia. Mejor y más equitativo, con seres humanos liberados de los prejuicios e intereses pasados.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  

 

 

 

 

 

 

 

         

 

Lunes 25 de mayo de 2020                                  Fecha Patria

 

PROYECTOS

Todos tenemos proyectos. Grandes, medianos y pequeños. Los niños de jardín y primaria piensan en poder salir a la calle y regresar al colegio. Los micro proyectos míos consisten en cagar al menos dos veces por día, comer y beber todo lo bien que pueda y dormir hasta que me plazca. El homeless proyecta encontrar una manta más abrigada o un lugar más guarecido de la lluvia donde esparcir los huesos, recibir al día siguiente mejores propinas para comprar alcohol o falopa y encontrar compañía humana o canina.  Carece de pensamientos de mediano y largo plazo. Quienes viven en la calle han perdido esa posibilidad desde que la vida los arrojó allí.

Hoy, whatsappeando con Ernesto Bersuski, un cirujano de columna amigo, le contaba lo que escribí sobre las tribus. Acotó algo que incorporaré en el relato: en cada tribu no sólo nos comportamos distinto, sino que empleamos vocabularios diferentes. Inteligente observación. La tomo. Ernesto está jubilado del Garrahan, pero tiene consulta una vez por semana cara a cara (o cara a columna) y algunas más on line. Dirige la revista de su especialidad, tiene nietos, esposa y colegas. Fuma en pipa y juega muchos más roles que no vale la pena desarrollar aquí. Le recomendé comprar en Mercado Libre “Diario de un extranjero en París” de Curzio Malaparte. Para entusiasmarlo, le conté que Malaparte pasó cinco años como prisionero político en la isla de Lipara. Me dijo que la conoce, que es pequeña y detenida en el S.XIX.  Que da pavura salir a la calle porque uno teme que aparezca un picciotto con una lupara y te mate tipo “El padrino”. Está más temeroso que yo respecto de la Pandemia y coincide en que hay proyectos de largo plazo muy inciertos.

También recordamos al gran sanitarista Floreal Ferrara, especie de líder de una tribu de facultativos que giraban en torno al Padre Farinello y según yo, votaron por Adolfo Rodríguez Saá. Tanto Ernesto, como Floreal y Ginés González García fueron activos fundadores de SNIS (Servicio Nacional Integrado de Salud) cuyo único nosocomio funcionó en San Luis capital, hasta que Cámpora tuvo que renunciar.

Recordamos nuestros pasos en la cárcel de Devoto, donde coincidimos una quincena cuando visitó el país Nelson Rockefeller. En este plano me ganó porque estuvo como preso político una vez más que yo.

Volviendo a mis proyectos, admito que los de mediano plazo pueden ser simplones: acostarme pensando en el bronce que compraré al día siguiente, armar algún cuadro con material que me regalaron el otro día, preparar cosas que están en mi baulera para vender o trocar y encontrar en la biblioteca alguna imagen que necesito para ilustrar un fragmento o finalizar un libro ajeno que estoy leyendo. En lo estratégico soy más ambicioso: viajar a España para que veamos a los nietos, volver a Toledo, conocer Salamanca (que no conocemos). Probablemente París, que siempre amerita un regreso. Llegarnos a Tánger y/o Sicilia. ¿Diciembre? No, demasiado frío. ¿Mediados de 2021? Puede. No depende de nuestros deseos. En otro estante están los libros de mi autoría. Tengo en barbecho al menos cinco y estoy medianamente seguro que se editarán porque dispongo de dinero para ello.

Leyendo Malaparte siempre se aprende algo. Descubrí, después de estar en París cuatro veces que Folies Bergere se puede traducir como niñas locas. Sobre la locura, tan bien tratada por Erasmo de Rotterdam en Elogio de la locura, tengo algo que comentar. He dicho que salgo con frecuencia a las calles. Mis paseos de compras me nutren notablemente, son una especie de estimulante naturas. Me han ofrecido macoña y cocaína. He conocido heroinómanos recuperados y nunca probé un generador de felicidad química. En mi barrio de Congreso, las gentes (entre las que me incluyo) se comportan como folies. Andan rapidito, usando los celulares mientras caminan -con el consiguiente peligro de que se los afanen-, ríen cuando los provoco con el “se le cayó un coronavirus” o “está prohibido conversar” a unas señoras que están sentadas juntitas en un portal frente al sanatorio Sagrado Corazón. Una de ellas fumando. Las tres sin barbijo. Como advierten mi broma, una de ellas me dice: “Nosotras no tenemos miedo al coronavirus, somos personal sanitario del Sagrado Corazón, que está colapsado”. Por supuesto que abundan colifas de verdad revisando containers de basura y hablando solos. Parejas de señoras entradas en años se comentan algo y ríen, los engaña baldosas[47] y los maltrechos, pero pocos ciegos.

Este comunicador se emborracha con su propia escritura. De madrugada, tiene que obligarse a cesar con la laptop porque el cansancio lo inclina a cometer errores. Voy a la cama y duermo. El ensueño es inspirador porque se libera del súper yo. Enciendo el velador, anoto la idea y regreso al Noni.

Llevamos una existencia paroxística y enajenada por la Pandemia. Tengo la manía de analizar lo que vivo (vivimos) desde múltiples puntos de vista. Con traje de filósofo diré que: “Cuando el Ser está deprimido, siente que la vida no tiene sentido, aunque la tolere y no haya llegado al punto de fantasear con el suicidio. En cambio, si se adquiere la euforia por razones X, se agradece ser protagonista de una catástrofe como la que padecemos. Podremos (podrán) contar a nuestros bisnietos que la remontamos contra viento y marea. Sostengo que el Maledetto Coronavirus aporta una fuerte impronta moral a la humanidad. Saca toda la mierda a la superficie y es imposible volver a los usos y costumbres del pasado. Esta afirmación vale para todo el planeta. Las masas se revelarán, por miedo o desesperación y puede que asistamos a guerras civiles en muchos lados: Brasil, Chile, Ecuador, etc. en nuestra región y países europeos o asiáticos en los que se revitalizan los neonazis en la sociedad civil y las fuerzas de seguridad.

En mi hogar no existe lucha de clases. Como nos llevamos bien, el enfrentamiento se reduce al volumen de la tele, la graduación de la estufa y el número de mantas en la cama. Ambos fumamos lindo y compartimos chocolates Neugelbauer, pastelitos de dulce de batata por la fecha patria y humores. Cada uno lleva su propia dieta. Nancy está convencida de que bajará de peso comiendo crackines, pero se manda medio chocolate para no dejarme solo en la audacia. Pesé a manyar como loco, no aumento un gramo de peso. Al parecer, nuestros metabolismos responden de modo diferente. El otro día “se enojó” porque la presenté como mi antigüedad más preciada. Recordó que le llevo 12 años. Bebo vinos finos gracias al descuento del 20% en Coto, me castigo con castañas de Cayú y cerveza Stella Artois durante las desveladas literarias.

¿Proyectos con proyectos o proyectos con Proyectos? Veremos.

 

 

 

                                                            

 Sábado 30 de Mayo de 2020

DIÁLOGOS PANDÉMICOS

Salimos a caminar por las Plazas de los dos Congresos con Germán Barbizzotti, fotógrafo de arte, director de cine, galerista y con conchabo en planta permanente del Museo Síbori. Atardece y, a nuestras espaldas se recorta en el cielo la silueta del Congreso de la Nación in restauro[48].

La caminata discurre durante una hora. Pasé por su departamento y, as usual (como siempre), me dice que baja en cinco minutos. En ocasión de la filmación de un corto metraje (tipo 2015) me tuvo juntando pis durante una hora en la puerta de su depto. de Corrientes y Montevideo. Dí varias vueltas con el auto hasta que finalmente bajó. La locación del corto estaba en Villa Urquiza y este colifa, que la iba de director, llegaba a rodar 15 veces una misma toma.

Apenas pisamos la baldosas de la plaza, me felicita porque adquirí una obra de Pablo Müller, a quien llamo Hemingway joven, por su parecido con el escritor. Pablo regresó, antes Covid19, de una beca en Alemania y etá redactando su tesis de doctorado.

- ¿Cómo anda tu hija? ¿La ves?

- No, mi ex mujer impide que nos veamos. Ayer cumplió 15 años y, por segunda vez, no pude verla.

- Lástima ¿Hay alguna posibilidad de pautar una tregua con tu ex?

-  Ninguna, yo amo a mi hija pero apelo a los ejercicios de yoga para procesar el dolor. Prefiero que esté con su madre, que es una hija de puta pero la va a cuidar, aunque por el momento me odie. Con el tiempo, iremos a tomar un café y le contaré mi versión. ¿Tus hijos bien?

- Muy bien. Sebastián es CEO de Warner Bros España y Federico Capo de bogas en ESPN deportes. Por lado de Sebi tenemos 4 nietos en Madrid y una más, Martina, que viene por el lado de Nancy.

- ¿Los visitan?

- La última vez en 2019. Martina partió hacia Madrid el día anterior a que se cerraran los vuelos a España. Fue a vivir con su padre y sus hermanastros pequeños que la extrañaban mucho. Nos comunicamos con ella diariamente. Puerta por medio de su casa vive Pablo Iglesias, vicepresidente de Pedro Sánchez.

- Bueno, cuando esto aclare los vas a ver. Yo ando corto de fondos porque gasté mucho en el alquiler de este departamento. Me encantó y no reparé en el costo. Lo estoy amueblando de a poco. Cuando se pueda, te invito a chupar unos tintos de Luján de Cuyo que encargué.

- Tengo dos reproducciones de fotografías del MoMA. Venís a casa, elegís una y te la llevás.

- Dale. Mañana paso.

- Lamame antes. Te muestro las fotos en mi celular y te bajo el que prefieras.

Seguimos en la vuelta de perro. Me contó que el cornudo de Mauricio Macri tiró a la basura todo el patrimonio artístico del Museo del Humor. Dijeron que sacarían microfilms, pero no lo hicieron. Se perdió todo. Son unos hijos de remilputas. Lo sé por Pablo, que, como sabrás, trabaja allí. ¿Lo conocés?

- Claro, una vez estuvimos tomando café en la London City a las dos de la mañana junto a ese otro amigo y compañero de trabajo tuyo.

- Es verdad.

Finalizada la ronda, cada uno volvió a su cucha.

 

 

ELEGANCIAS

Los argentinos, es decir los porteños para los porteños fueron y son, en especial en las clases altas, finos y elegantes. Afrancesados en cultura y súbditos ingleses en el comercio. Incluso los obreros europeos cuidaban su aspecto para bailes y paseos. Polacos, españoles, italianos y franceses, mayoritariamente anarquistas, llegaban a sus conventillos luego del trabajo, se daban un baño y partían para el comité a escuchar la conferencia de algún camarada doctor (en Medicina o Derecho). Hay abundantes testimonios de fotografías tomadas en casas de fotografía de los casamientos, bautismos y aniversarios. Conservo la foto de mi padre posando frente a uno de los primeros colectivos que circularon en Buenos Aires. Línea 37 para más datos.

En Argentina, al menos hasta el primer peronismo, los laburantes y sus féminas cuidaban los aspectos de la familia. Los varoncitos con traje de marinerito y las nenas con vestiditos hechos por la madre. Con los tiempos, el sombrero se dejó de lado. Como las medias largas de las señoras, tan dispuestas a correrse. El accidente se salvaba mandando la prenda a una costurera de medias. En este panorama, florecían las tintorerías donde se lavaban y planchaban las prendas a mano.

Con el empoderamiento de los trabajadores, la vestimenta de los gremialistas encumbrados se diferenciaba de la de los oligarcas por sus  camperas de cuero (Ubaldini, Rucci, etc.). Los varones dejaban el pantalón corto casi al finalizar la primaria y la señorita que no festejaba sus 15 con una fiesta era muy desgraciada. Una de las cosas que los católicos no perdonaron nunca a Perón fue la Ley de Divorcio. La jerarquía cristianuchi aceptaba la separación de cuerpos y vientres (bienes). La fusiladora puso las cosas en su lugar. Menem era antidivorsista públicamente confeso y hubo que esperar a que Don Raúl legalizara lo que se venía practicando desde siempre.

En un país extenso y despoblado como el nuestro, las elegancias que respetaban la moda se limitaban a las grandes ciudades y a las fuerzas vivas de los pueblos menos poblados. El fósil paleolítico Mirtha Legrand, que saludó al genocida Alfredo Astiz en un restaurante, mientras el resto de los comensales lo miraban oscamente, confesó: “Yo jamás me puse un jean” y “Como te ven te tratan”. 

En una reunión en el INAP, tratando el tema de la firma digital, se discutía sobre el adelanto brasileño en materia de informática. Uno de los porteños presentes se refirió al Interior, no importa poqué ni para qué. Saltó un provinciano furioso y le preguntó: “Si nosotros somos del Interior, ustedes los porteños, son del Exterior?” Punto en boca. Chist. Decía, que en el S.XX, especialmente en la Capital, las clases pudientes marcaban la moda para toda Latinoamérica. Recordemos, entre muchos otros, a los íconos Bioy Casares, Mujica Laínez, Victoria Ocampo y el semiginebrino Jorge Luis Borges.

Siempre viví en Buenos Aires. Como estudiante secundario y universitario, con pesos en el bolsillo procedentes de mis tías. Recuerdo que nuestras noviecitas nos exigían convinar como se debe, los colores de medias, corbata y saco. Durante mis estudios de Derecho, comencé a revelarme a esa tiranía y asistía a los conciertos de la orquesta sinfónica de los sábados por la tarde con sweater. Heregía que alguno de mis condiscípulos se encargaba de marcar. Cuando me liberé de las normas codificadas y comencé Sociología, ningún militante osaba vestir a la moda. A lo sumo, los varones vestíamos gamulanes[49] como los Héroes de Trelew y borceguíes, en tanto que las niñas lucían ropas hiposas.

Con el aterrizaje del Tren Fantasma 2019, el clima de temor a la muerte ha compensado a la industria textil. Todos salimos al ruedo con nuestras mejores galas. Hoy por la tarde, fui a buscar un remedio a la Farmacia Azul de Las Heras casi Pueyrredón. Hice, como corresponde, la cola en la vereda. Una señora del barrio tenía una camisa blanca bordada a mano que era un primor. Bastante entrada en años pero, al parecer, poco maltratada por la vida. Me tocó estar detrás de ella. Per codere le digo que está muy elegante. Me agradece. Añado: “Compruebo que todos estamos vistiendo lo mejorcito por si el Covid19 se acuerda de nosotros y no queremos estar malentrazados en el cajón. Sonrisa de cortesía. Me dio la razón como a los locos.

 

                                                                  Día 73 del Aislamiento

CAÑOS

Hay años y caños. El futbolero, tan festejado por las hinchadas, el caño donde torraba[50] el linyera[51], el tubo de los torturadores, los paquetes lanzapanfletos de los guerrilleros urbanos de ERP, las bombas con que los grupos armados atacaban a las fuerzas de seguridad de las dictaduras, los explosivos que se usaban en atentados de torres de comunicación de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) en la época brava, maniobra de cualquier tipo que sorprenda al adversario, etc.

Hay un diputado del FIT, Nicolás del Caño, al que la derecha llama trosko-liberal y derrotó a Altamira en la elección interna del Partido Obrero. Los dichos de Patricia Bullrich y Juan José Sebreli sobre Villa Azul, donde Pato habló de Gueto y Sebreli del Gueto de Varsovia son ejemplos paradigmáticos de irse a los caños. Lo mismo que y, las declaraciones de Felicitas Beccar Varela, Pichetto, los libertarios del Obelisco y los Radicales radicales anticuarentena.

El rompehuevos que redacta estas elucubraciones acepta que suele irse a los caños (a la mierda) de cuando en vez. Es decir, casi siempre que sale a la calle. Estamos atravesando la primera de la segunda de la tercera etapa de la Pandemia y el tiempo se ha convertido en la mercancía más preciada para la humanidad. Ciertamente, siempre lo fue, pero se disimulaba mejor. Ahora se caen las caretas. Las derechas descubren las pobrezas y prometen resolverlas. “¡A mí porqué me miran!” “¡Yo no fui!” “¡Tenemos que resignar privilegios! (señora de Piñera dixit).  Las hipocrecías se concentran en un polo de la contradicción y las sinceridades en el otro. Los derechosos de paladar negro sacan psicopateadas como mejores galas y se van a los caños.

Insisto en que la Pandemia implica una revolución moral. De importancia similar a la emergencia de la filosofía griega, el cristianismo, los viajes espaciales y la Internet.

Los viejos regresamos a la infancia. Preguntamos porqués, no por ignorancia sino por hipoacusia. En lo personal, creo haberlo dicho, me escuendo bajo la mesa y dejo de respirar para que no me descubra el Bicho que no es bicho.

En este bendito lugar que es CABA (dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires), están de moda las polémicas constitucionales. ¿Hacerse la paja, es constitucional o anticonstitucional?, ¿negarse a coger es un Derecho Humano o la cuarentena justifica todo? ¿Qué tiene que ver el culo con la témpera? Falacia de nivel equivocado. Ingnoro si soy alcalino o ácido, pero en realidad, no me importa.

Camino Corrientes en sentido del Río de la Plata. Hay dos deliveries con barbijo están cargando sus motos para reparto. Uno trabaja para Pedidos ya y el otro para Globo. Pregunto a uno de ellos a cuánto cotiza el soberano. “¿Cómo?” “La moneda venezolana.” “No sé, pregúntele a él.” El apátrida se quita el casco y atiende mi requerimiento.Digo: “Creo que esa cripto moneda es lo que se viene.” “Mentiras, todas mentiras del traidor.” “Sin embargo, lo que dice El Pajarito puede ser una solución para destronar al dólar yanqui.” “Todas mentiras, esa moneda no existe, es un invento de los rusos y los chinos.” “Pero, ¿sabes a cuánto cotiza el soberano” “No existe, Venezuela es un infierno y me alegro de estar en Argentina.

Decía más arriba que asistimos a una revolución moral. Ayer estaba en SUMAK COOP boludeando y una señora de riesgo llamó a Daniela y le entregó tres pesos que había quedado debiendo. Me quedé pensando si ese acto de honestidad minúsculo, se debía a esa virtud o no quería llegar al más allá con otro pecado a cuestas.

Compro libros en la vereda impar de Av. de Mayo casi Paraná. Varios y buenos. Entre ellos “Marlon amor imposible” escrito por Tarita Teriipaia, viuda del inmenso actor. Converso un rato con el vendedor, un anciano normal interesante. Gasto X pesos y me agradece. A medida que transcurre la parla se va sincerando. Por edad, sufrió intensamente la homofobia expresa y le quedó el hábito. Hablamos de literatura y, cuando le cuento que escribo, me pregunta si tengo editor. Contesto que sí, pero que pago la edición. Resultó, según sus dichos, que él también es escritor. Nunca publicó nada. Bueno, en realidad, sí. Unos poemas ilustrados creados por un “amigo”. Le comento la anécdota que plasmo en “Horoscopera”. Me pregunta de qué signo soy. Taurino. “Ah, taurino con ascendencia (o sería descendencia) en Venus.” “Descreo de dioses y diosas, salvo las de carne y huesos.” “Yo conocí a Ludovica, es muy buena. Cursé con ella un seminario de dos cuatrimestres.” “A mí me tiraron I Ching en una oportunidad” “¡Esa sí que es una Ciencia milenaria, como la acupuntura!” “Eso no lo probé”. “Debería.”

Pregunta: ¿Se fue a los caños? ¿Me fui a los caños?, o nos fuimos ambos a los caños.

Todos no vamos o no fuimos a los caños alguna vez. Hasta Nicolás del Caño.       

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                           Día 73 del Aislamiento

PAROLES

Paroles[52] es lo que tejo y destejo en la laptop. Especie de corte y confección sin tijera (o con ella) que me divierte, pero me agota. Decidí no crear más de dos cuentos por día. Es también una famosa canción francesa de la que Alain Delon dijo:

           Es extraño

Yo no sabía que es lo que me acomete esta tarde

            Te recuerdo cómo era la primera vez

            Hasta los apodos, siempre los apodos …

Trato de adornar estas notas con dibujos, carteles, fotos, partituras, etc. sin excederme por cuestiones de presupuesto. Saldrán, en esta edición en Blanco y Negro, como las vidas nuestras. Conversando con un amigo anticuario le dije que todas las antigüedades y obras de arte que compro pueden ir a parar a mis nietos. Me retrucó que eso sería si les interesan. Canté quiero vale cuatro[53] diciendo: “Entonces, les quedarán mis libros.”

Franco Macri dejó su malhabida fortuna en manos de sus maledettos hijos. No pudo llevarse otra cosa que un cajón de lujo y el comentario de Mauricio diciendo que estaba loco. Cristiano Ratazzi, Alejandro Bulgeroni y Agostino Rocca -todos mafiosos de alcurnia- no pueden esperar un tratamiento mejor. Los despidos de obreros y las trampas con el Estado se plasmarán en palabras de los historiadores. Mirando rabanitos crecer desde abajo, poco les importará el destino de sus patrimonios. Puede suceder que sus descendientes de primera, segunda o tercera generación se las patinen en putas y putos o las revienten en viajes inimaginables para los hombres y mujeres de a pie. En todo caso, sostengo que se evaporizarán con granos de arena fina en el curso de los tiempos.

Todo eso si no los atrapa la “Manga de bolitas infectocontagiosas invisibles” cuando el chófer abra la puerta del auto para llevarlos al Coloquio de IDEA. Esta ficción no ficcional registra los sucesos que presencio dentro y fuera de mi departamento. Siendo, como soy, un filósofo de pacotilla, tengo que tirar “perdigonadas”[54] para no errar el tiro. Hoy, cocino una sopa de letras a fuego lento y mañana un guiso de lentejas y rapidezas con cierto ingenio. Si algo sé por mi profesión de sociólogo, es manejar las variables para que digan lo que yo deseo o mis superiores quieren. Me asumo como reflexionólogo (no confundir con reflexólogo). Abuso de las reflexiones y suelo irme a la mierda. No importa, algo quedará. Estas noches pasadas, escribí (o corregí) con Chabela Vargas de fondo. Recomiendo el Cd “Las 20 grandes de…” una acompañada por Joaquín Sabina y otra por Ana Belén.

¿TOC[55]? Yo, argentino. Si me acusan de pecar de mala praxis escriturum los ignoro. Que me hagan juicio. El señor Tribunales está esperando ansioso que le lleguen más denuncias.

Un conocido del barrio, peluquero de oficio y vocación, está tan loquillo por el Covid19 que me hace entrar por debajo de la persiana metálica porque no quiere realizar los trámites habilitantes que exige el gobierno de CABA. Le pregunto cómo anda el trabajo y dice que en el día hizo un solo corte (cuatrocientos pesos), que tiene que pagar alquiler, luz, etc. Y que no sabe si va a poder aguantar. Me conoce desde, al menos 40 años. Sabiendo que me llamo Jorge me dice: “¿Me entendés, Carlos?” Para echarle un cabo, le pido que me venda algún libro de los que le dejó el Gobierno de CABA, gratariola, cuando descubrió el curro de las bibliotecas en las peluquerías. Para JxC (Juntos por el Cambio) actúa bajo la siguiente consigna: “Donde hay una necesidad, puede haber un curro”. Má que cambio, todo el billete todo.

El corta melenas, al rato, me denomina José. Me dice que a él le alcanza con que lo dejen hacer lo que le gusta, mientras repasa el sillón de peluquero con lavandina en spray y me ofrece un toque para mis manos. “¡Lo que me entusiasma es limpiar todo lo que esté al alcance de mis manos, todo el día, mientras espero a los clientes!” “¡Pero así estás trabajando en la clandestinidad, sos un subversivo!” “No, no hay libertad de comercio. A los únicos que favorecen es a los venezolanos y colombianos narcos que montan peluquerías para joder a los argentinos.” “Bueno, me las pico.” “Adapté el tango Volver a mi estilo. Después te lo mando.” Justo en Pandemia se le ocurre adaptar el gotán que habla de la frente marchita. 

El fígaro me entrega lo peorcito y se reserva un libro de tapa dura que me interesaba. “Ese no te lo puedo dar porque me lo entregó el gobierno en préstamo.” Verso, “te conozco mascarita” y me llevo varios fascículos sobre el Buenos Aires de antaño.

Lo dicho, el virus con pelos saca a superficie lo mejor y lo peor de las gentes. Sin término medio. En Blanco y Negro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

       Día 73 del Aislamiento

DE LAS ARTES

De las artes era (es) una confitería que todos los estudiantes de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UBA conocieron. Cuando pasé, fugazmente, por esa casa de estudios, solía tomar un café en compañía de alguna dama que tenía en la mira o algún amigo. Todo aquí, todo sano, todo fresquito en este país único en el mundo, tan bien definido por un soldado de los Mass Media como único caso de Subdesarrollo sustentable.

Todo tiene que ver con todo (dialéctica básica). Aquí deliraré sobre las artes nobles (el femicidio es una de las artes bastardas). Un abordaje posible agrega al humor (Papa Francisco dixit), la música, el cine, el teatro, poesía y prosa, declamación, deportes, físico culturismo, maratón, oratoria, masturbación, yoga, coito, filosofía, etc.

Santiago Zabala (hijo de Horacio Zabala), en Why Only Art can save us: Aesthetics and the absence of Emergency (Porqué solo el Arte puede salvarnos: Estética y ausencia de emergentes) presenta una gran contribución al discurso del arte socialmente comprometido. Santiago ofrece una visión crítica de la forma actual de enmarcar el mundo y la vida humana en el marco de una teoría estético ética. Agregaré que entiendo al arte como una forma superior del amor.

Escuché en estos días de cuarentena una reflexión genial: “Las maneras son importantes para ser hipócrita”. Genial. Y muy aplicable a tiempos de Ciscovid19. En mi caso, juego con palabras. Camino pensando frases, entresueño palabras e ideas para jugar con palabras. El entresueño es un momento ideal para la creación. Se relajan las inhibiciones y aflora el inconsciente. Debo anotar en mi libretita lo que surge para registrarlo por la mañana. Otra técnica artística que empleo es la de la entrevista callejera.

Anteayer fui a comprar algo al almacén ecológico. Todos con tapabocas y distancia social. Cerca de mí había una señorita alta, elegante, bonita en la parte del rostro visible, con una parka Timberland comprando hongos. Esperé fuera fumando con Emmanuel, uno de los socios de la cooperativa. Le pregunté por la fémina. Me contó que era alemana. En el interior le hablé en inglés y me dijo que era cordobesa. Emmanuel me dijo que estaba en pareja con un argentino macanudo. Finalmente, el toro salió al ruedo. Encaro: “¿Du sprichst Deutsch” “¡Ja” “Mir nein. I spoke you in English because you look like a british lady” “Nicht”. Yo: “Hablo portugués”, ella: “Portugiesisch” Yo: “Inglés”, ella: “Englisch” Yo: “Italiano” ella: “Italienisch”. Todo esto dicho con una dulzura que yo creía imposible en el idioma de Wagner. La gringa estaba partiendo y le espeté: ¿Sabés que yo colecciono niñas bonitas como vos? Emmanuel gritó: “Volcó” y ella dijo: “No soy coleccionable”. Se fue riendo y moviendo el culo rumbo a Río Bamba. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                          

 

 

 

 

                                                                                                                                                                                             Día 74 del Aislamiento

ANTIGÜEDADES

Con toda justicia, tras haber cumplido tres cuartos de siglo, me considero una antigüedad argenta. Desde adolescente gusté de coleccionar objetos viejos. Mi padre, que fue un mal comerciante, “¡Pobre mi padre querido, cuántos disgustos le daba (a mi madre)!” me regaló cierta vez un Remington del ejército usado en la Campaña del Desierto. Más tarde cambié ese fusil por uno de la Guerra Franco-prusiana, hermoso, con cargador delante del disparador, adaptado para usar como escopeta calibre 12. Se perdió en algunas de las mudanzas.

A medida que gasté mis años de vida, compré, en mis viajes, al menos una antigüedad local y un libro de historia de los que se usan en las universidades. Dependiendo del estado de mis arcas, el objeto era más o menos pesado. Aconsejo viajar con objetos irrompibles: cuero, tejidos, papel, piedra y metal. Nuca vidrio o cerámica, que requieren de un embalaje demasiado ampuloso (con cartones y globitos).

Una vez regresado a este Granero del Mundo, si mis alforjas están forradas, suelo insistir en el tema. Hoy compré una escultura de la Virgen con el niño en un brazo y el Globo Terráqueo en la otra. Cuando desenvolví el paquete, descubrí, para mi asombro, que no era virgen. Tenía detalles[56]. De todos modos, fue una buena compra. Cuarenta y tres centímetros firmada.

La firma está estampada en un sello de lacre.

 

En los ’70, bajo dictadura genocida, me dediqué a tomar cursos de cine. Además de intentar, sin éxito, realizar algo de dibujos animados, tuve la intención de filmar un documental sobre anticuarios. Hubiera consistido en entrevistas a personas que compran y venden objetos amables. He llegado a poseer cierta cantidad de antigüedades gracias al tipo de cambio, los retroactivos de mis andanzas por el Ministerio de Economía, becas del gobierno de Canadá y otras suertes, me intrigaba lo que podrían sentir estos comerciantes al desprenderse de esas valiosas (o no tanto) piezas.

A esta altura del partido, no preciso entrevistarlos. Conozco perfectamente sus sentimientos. Como todo comerciante, tienen el corazón en el bolsillo. Y lo confiesan con orgullo. Son seres cultivados y sensibles, pero llevan el pan a sus casas, traficando belleza. Domino su vocabulario, sus tretas y sus gustos. Pierdo en alguna compra y gano en otra que compensa la pérdida. Comparto sus ansiedades cuando se me plantó entre ojo y ojo algo (como la virgen citada) y tengo que aguardar hasta el lunes para adquirirla. El amigo que me la vendió me dijo que a él le pasó lo mismo, pero del otro lado del mostrador.

El auriga de la Redención mata a justos y pecadores por igual, o desigual. Caen bajo sus garras, ancianos, jóvenes y niños (si bien en una proporción menor), aquí y en el mundo. U.S.A. al borde de una nueva guerra civil por obra y gracia de Trump. En Brasil el Messias Bolsonaro, que, según dijo, no hace milagros, trata de ser el aprendiz de brujo en cuanto a finados, contagiados y negros revoltosos. Negros que, junto a blancos honestos, desafían al White Power fascista. Seguro que estos herederos del Ku Klux Klan lo van a proteger si, en algún caso, aterriza en una cárcel federal.

Decía que los anticuarios están de parabienes. Por causa de la Pandemia, las gentes se ven compelidas a desprenderse de objetos que tenían olvidados en las bauleras. Daño colateral común a las clases medias de CABA. Llaman a cartoneros para que se hagan cargo de sus recuerdos (buenos y malos) para no dejar pruebas sueltas para el Juicio Final. Con esas antigüedades, marchan a los carritos culpas y caridades de sus antepasados. Culpas y caridades que seguramente no conocen porque “de eso, en esta casa no se habla”, ni les interesa saber porque no entrará en los platos de la balanza personal cuando se inclinen ante El Supremo. Los cartoneros llevan esas mercancías a los anticuarios, que les pagan las chirolas que garanticen su próxima cena.

Todo tiempo pasado fue mejor. Con corazón en boca por la proximidad de La Guadaña, las gentes restan importancia a los gratos momentos pasados, porque son pasado y no sirven para descargar mochila. Su preocupación principal es el ¿Cuándo… mi vida…cuándo? y apenas quedan minutos para comprar comida y engullirla. A lo sumo, añaden a sus cuitas episodios banales como el dormir, cagar y criticar al prójimo.

En una librería de viejo, converso el tema de las pichinchas que, hoy, pueden aprovechar los libreros. Es dueño de una de las casas del ramo más importantes. Con puesto dominguero en Parque Rivadavia (antes Covid19) y miles de ejemplares en depósito. Yo afirmo lo que afirmé sobre las oportunidades. Me da la razón pero agrega: “Para eso hay que tener resto.”

En las calles veo barbijos de Boca, del Guasón, de payaso, blancos, negros y con la bandera argentina (Rodríguez Larreta); enjutos y enjutas arrastrando sus osamentas (me recuerdan a Viridiana de Luis Buñuel), parejitas amorosas y hoy, una gitana anciana retando a su gitano hijo (o gitano nieto) acaloradamente. Le grito: “¡Deje de reñir a su hijo!”. El acusado me guiña un ojo. Toda la escena poblada por los tapabocas respectivos.

Mañana espero encontrarme en el local de un anticuario amigo, con un amigo coleccionista para venderle cosas que ya no me sirven y comprarle cosas que quiere liquidar. Con frecuencia pienso en las sangres que contienen las navajas sevillanas y los facones criollos que colecciono. Es imposible que no las hayan tenido, aunque el matador haya limpiado cien veces el arma.

De lo dicho se desprende que este acumulador de porquerías (así dice mi esposa) no es tan especial como piensa. Le corren las generales de la ley. Mañana por la mañana (te espero Juana en el café), desayuno y parto de Rotation, siempre dentro de mi “Salón de los pasos perdidos”.

Llevo lo que me pesa por visto y espero regresar con otras cosas que no me pesarán por novedosas. Con esas antigüedades, marcharé al anticuario amigo sin culpas y con caridades de antepasados de antepasados.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿TRAGEDIAS O COMEDIAS?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Miércoles 9 de abril de 2020

FARMACITY TALES

Farmacity es una cadena de farmacias cuyo dueño es Nicolás (Nicky) Caputo, integrante de la mafia de Mauricio Macri y condiscípulo suyo en el Cardenal Newman. Como atiende muchas Obras Sociales y tarjetas de crédito, suelo pagar algo más, pero financiarme con cuotas sin interés. Formo parte de la cola que debe hacerse por el Coronavirus (se ingresa a medida que sale alguna persona) y, como no éramos muchos, pasé a los cinco minutos. En el mostrador, en cambio, esperé bastante más debido a que una cajera estaba ayudando a sobrevivir a un anciano con consejos acerca de qué medicamentos eran más baratos y cómo tenía que presentar el reclamo al PAMI. Yo era involuntario testigo de una muestra de decrepitud humana que se hacía repetir las cosas varias veces. Tenía barbijo y audífono en un oído. Pequeño de estatura, encorvado y con bastón, salió finalmente airoso hacia la caja. Una vez que compré lo que necesitaba, fui a la caja. En la cola de las cajas estaba el pobre hombre esperando. Le grité desde dos metros de distancias “Yo también tomo alguno de los remedios que usa”. “Sí, ¿Porqué?” “Porque tengo una enfermedad preexistente.” “¿Cuál?” “Demencia.” “Mire usted. Qué lástima.” “No, hombre, es una chanza.” El viejo respiró aliviado. “¡Que lo dije en broma, tío, en broma, coño!”. Mientras esperaba mi turno, escuché como hablaba el tío, supuse que era homosexual, mi mente podrida se preguntó si no tendría SIDA.  Me fui cantando bajito.

 

 

 

 

 

 

 

 

                                 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                                                                                                                                                 Día 74 del Aislamiento

Reescrito porque se perdió en la lontananza del Windows 10.

FARMACIA DEL CONGRESO

 

Se desprende, de lo dicho, que las farmacias son uno de mis socorros en “Tiempos del Cólera” (García Marquez) , junto a los comercios de comida. Fui, en mi ahora temprana juventús, visitador médico de un laboratorio de oftalmología. Acudí al refugio que titula estas líneas en pos de unas gotitas para ojos que contuvieran antibiótico y cortisona. Pedí las más baratas. Al ser atendido le aclaré al empleado que había sido “valija” y no me era necesario comprar las más caras. “¿En qué laboratorio?” “En Laboratorios Oftalmológicos Argentinos” “Oí hablar de ellos, pero no los conocí. Entré en esta farmacia en 1991.” “Para entonces ya se había vendido a Allergan años atrás.” “LOA perteneció a un conjunto de oculistas, ya que, por entonces, tenían prohibido ser dueños de laboratorios. Usaron como testaferros a dos valijas de Laboratorios Poen. Yo llevaba los cheques con los dividendos cuando cerraba el ejercicio. Sacaron un montón de plata cuando se vendió.” 

 

Como el hombre prestaba atención y yo tenía tiempo de sobra, continué con mi clase de “Historia de las empresas medicinales argentinas” como sigue: “Durante los ’70, teníamos un producto japonés para las cataratas muy eficaz para los perros bulldog, que son muy propensos a contraer ese mal. Los “valijas” recitábamos el versito obligatorio ante los miraojos. De tocar alguno de los accionistas, entraba en confianza y decía que andaba muy bien en los perros, pero no está probado que sea así en los humanos. Nuestra respuesta, también aprendida en la “escuelita” de las reuniones semanales consistía en sugerirles que lo recetaran y que, después de que el cliente corroborara que no había mejoría, lo pasaban a cuchillo. Pero, en tanto, le sacaban unos pesos.

 

Entré a LOA a instancias de un pariente. Entre los valijas estaba Raúl Fanetti, con quienes llegamos a ser muy amigos. Ambos dos teníamos respectivas admiradoras. Yo, a la bibliotecaria, él a una empleada adiministrativa. Sucede en las mejores familias: hospitales, empresas, seminarios prolongados, cruceros, carreras de grado y post grado, clubes deportivos, equipos femeninos o masculinos, etc.

 

En mi opinión, habría que fusilar a todos los propietarios de laboratorio junto a sus líneas gerenciales por corruptos.” “Estoy de acuerdo, pero, en este país ¿Quién no está corrompido?” “Pocos.” “En especial los que practican profesiones liberales. Desde esta farmacia lo veo.” “LOA pagaba dividendos, pero Alcon los pasajes aéreos, inscripciones y estadías para asistir a ʽCongresos Internacionales.” “Otro pagaba excursiones en transatlánticos.”

 

La charla me resultaba amable y proseguí con la arenga. “Para cerrar el capítulo de oftalmología te voy a contar otra. En una cena poblada de personajes curaojos, de una treintena de comensales, el entonces director de Santa Lucía, medio picado por el tinto, dijo que los residentes lo tenían podrido con los pedidos de aumento de sueldo. Pero nada decían de los ojos que se perdían para que ellos hicieran sus manos a la cirugía.” “¡Qué barbaridad!” “Pero, para no dejar solos a los oculistas, te ilustro algo más. El viejo Sebastián Bagó, fundador de la casa que tiene por slogan ʽÉtica al servicio de la saludʼ, era, según los gerentes de LOA, el primer coimero de Argentina.” 

   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RECUERDOS Y OLVIDOS

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   

 

 

Domingo 26 de Abril de 2020

 

 

Día posterior al onomástico del nativo Jorge Vibes. No recibió ningún regalo porque sus amigos y parientes están en cuarentena.

¡Snif!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RECUERDOS Y OLVIDOS

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo 26 de Abril de 2020

 

 

Día posterior al onomástico del nativo Jorge Vibes. No recibió ningún regalo porque sus amigos y parientes están en cuarentena.

¡Snif!

 

 

HIPERKINESIAS

Mañana de lunes 20 de abril de 2020. Me encuentro frente a mi Laptop en la mesa del comedor. A mano tengo: la jarra de agua; mis antidepresivos; mi anticoagulante (Aspirinetas); mi pastilla para el colesterol, el mío relajante; el salero que olvidamos en la mesa anoche, cigarrillos y encendedor, cenicero, celular y su lápiz, un frasco con un preparado para aumentar las defensas, la libretita donde apunto ideas para escribir, diversos papeles de diferente tamaño con anotaciones de códigos, claves, direcciones de e-mail que me pasaron y, en el apuro, decidí registrar así, el trapito absorbente que traje de Italia, birome y mi soplamocos.

Mientras tecleo, estoy escuchando el noticiero en la tele, que miro de cuando en vez si oigo algo que me llame la atención. Detrás mío está la radio CD a pilas que utilizo cuando me voy a trabajar a otro ambiente. Los controles de la tele y el equipo principal de audio; varios Pen Drives; la zapatilla donde conecto todos esos aparatos y un velador de mesa para iluminar las cajitas de tarjetas personales y comerciales; un tubo con lápices y lapiceras; uno de los routers y el teléfono inalámbrico. En una mesita ratona a mi derecha, tengo una pipa; una tijera de costura; un pequeño cepillo de los que se usan para limpiar las lentes en fotografía; prensa papeles y mi servilleta. Este conjunto se completa, dignamente, con mi vaso irrompible francés.

El agente infeccioso que sufrimos me obliga a exagerar todos los mecanismos habituales con precisión de pájaro carpintero.

Leo en el inodoro mientras hago popó. Actualmente, disfruto “Diario de un extranjero en París” de Curzio Malaparte, uno de mis literatos de cabecera. Tengo en barbecho cuatro más.

Mi reto actual consiste en equivocarme lo menos posible en mis acciones. Suelo derramar bebidas sobre el mantel, volcar botellas de vino, tropezar con el cable de alimentación de la computadora y tratar de reducir la tasa de más torpezas.

Escribo. Bebo agua o vino según la hora. Ingiero las substancias psicoactivas que me prescribió el terracero[21]. Hago zapping con la tele. Escucho música de la radio o algún CD. Controlo el tembleque de origen incierto (medicamentos o stress). Apago el aparato de música y enciendo la tele. Apago la tele y camino un rato por el departamento. Voy regularmente al baño para ducharme o hacer chucherías. Limpio la ceniza con el trapito. Anoto alguna idea en la libretita para que no se escape. Atiendo el teléfono fijo. Sigo escribiendo. Hablo por Whatsapp desde mi celular. Abro las distintas aplicaciones de mis artefactos. Respondeo mensajes y pondero videítos que me gustaron. Mando y recibo e-mails. Procuro controlar el tabaco (20 cigarrillos y 3 pipas al día). Me peleo con la compu cuando no sé cómo hacer algo. Llamo a amigos por teléfono fijo o celular. Registro cuestiones en el calendario del celular. Consulto a uno de mis sobrinos o al Coach informático para salir de algún brete. Atiendo mi celular otra vez. Quito sonido de la tele. Para ejercitar la musculatura, voy a la biblioteca-videoteca-pinacoteca-taller para ordenar los títulos o utilizar alguna herramienta para componer algo roto. Tiro ropa al lavarropas. Me preparo el desayuno cuando mi mujer duerme. Acreciento mis obsesiones. Bebo alguna infusión, una cerveza Stella Artois o un fernet con cola. Mastico almendras, alfajores, vigilantes[22], galletitas dulces o saladas. Me mando la chocolatada de la tarde, ordeno las tarjetas de crédito y débito junto al carnet de la Obra Social. Consulto el calendario del celular. Llamo a mis hijos por Whatsapp. Comento con mi esposa las nuevas manías y mis sueños de la noche anterior. Regreso a la escritura.

Así de simple.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Miércoles 23 de Abril de 2020

                       

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Viernes 24 de Abril de 2020

Noche previa al cumpleaños del autor. No puede conciliar el sueño pensando en los regalos que va a recibir. Se duerme a la cinco de la mañana.

 

Nota bene: En los próximos escritos rescato notas escritas previamente para que se observe que la inmensa mayoría de los personajes políticos está presente en nuestros agitados días.

 

GUERRAS DE 5TA. GENERACIÓN

En 2018 publiqué, en Facebook, el siguiente artículo:

GUERRAS DE 4TA. GENERACIÓN - AMÉRICA LATINA HOY

En algún escrito de este mes nombré a "las guerras de 4ta. generación". Hasta ese día yo mismo no sabía que existiera esa conceptualización. Me enteré mirando TeleSur (el canal internacional preferido de CFK). La cosa viene así: hubo: una 1ra. Guerra Mundial y una 2da. Hasta aquí todo bien. Luego vinieron las de 3ra. generación (Primera guerra de Irak, de Los Balcanes, etc.). En la I guerra de Irak, vimos en las pantallas fuegos artificiales porque los EE.UU. habían aprendido, en la Guerra convencional de Vietnam, que no se debían exhibir muertos -propios y ajenos- al público porque afectaban la imagen de las administraciones asesinas. Entonces, los think tank[27] estadounidenses crean las guerras de 4ta. generación.

En el programa citado (buscar el 18/6/18) se produce un intercambio entre intelectuales latinoamericanos y europeos acerca de los alcances de estas nuevas formas de enfrentamientos bélicos.

Los llamaré a y b. Los a) los ven revolucionarios y los b) contra revolucionarios. Los primeros piensan que en el seno de la globalización del S.XXI las revoluciones clásicas se fueron para no volver. Que lo nuevo son ejemplos revolucionarios fundamentalistas (Al Qaeda, ISIS, etc. o narcos globalizados) con novedosas tácticas y estrategias -11S/2001, 11M/2004, lobos solitarios, etc.-. Los fundamentalistas más importantes son internacionalistas, imperialismos de corte medieval que emplean fanáticos decididos a inmolarse a partir de la creencia en el edén mahometano, que promete una corte de vírgenes para esos héroes; b) los que los ven como contra revolucionarios sostienen. como ejemplos, a las guarimbas en Venezuela, cómo se ubican las iglesias protestantes hegemónicas en la región (Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Perú. Detrás de los triunfos en elecciones de Macri, Piñera, Kuczynski en Perú y Duque en Colombia y Temer en Brasil con el golpe parlamentario a Dilma), están los partidos políticos reaccionarios, los medios masivos de comunicación de la derecha y las ONG's financiadas por USA y el narco. Citan a Nicaragua ejemplo: proveen de 30 millones de dólares a lo que llaman Defensa Civil contra Ortega.

Los b) agregan que "las guerras de 4ta. generación" exceden al Estado Nación. La derecha aprovecha la debilidad del Estado Nación. Esto es claro en el caso de Colombia, donde el uribista Duque adelantó que romperá los acuerdos de paz con las FARC, que, junto a otras fuerzas progresistas sacaron el 41% contra el 54% de Duque y el resto de votos en blanco o nulos. Final cantado: las FARC regresarán al monte y se reiniciará la guerra que Santos y el colectivo de comandantes de las FARC trataron de resolver. Pero la cosa no termina allí: la comunidad LGTB se manifiesta preocupada por el resultado electoral y, como frutilla del postre, hay que saber que Nicaragua construye con China un canal interoceánico que competirá con el canal de Panamá. Las "guerras de 4ta. generación" son alentadas por la NUEVA DERECHA continental: Trump, Macri, Temer, Piñera, Kuczynski y Duque (habrá que ver lo que pasa en México).

En nuestro país cuadra lo expresado como anillo al dedo. Las compras de armamento a Israel y la presencia de tropas yankees e israelíes nos están alertando.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Viernes 24 de abril de 2020

Noche previa al cumpleaños del autor. No puede conciliar el sueño pensando en los regalos que va a recibir. Se duerme a la cinco de la mañana.

 

PASILLO DEL SEMIPISO

Comparto, junto a mi mujer, el pasillo de los ascensores del edificio. Mis vecinos son Marta y Ricardo. Famosos, para todos los consorcistas (que escuchan por el aire y luz) por los alaridos que Ricardo lanzaba cuando le venía el gusto[28]. Es abogado y se pasa el día tirado en la cama porque en CABA no puede ejercer su profesión. Solía importunarnos con el ruido del taladro en la pared medianera a horas inapropiadas, mas, con “El Atacante Traicionero”, debe haber caído en una depresión que le impide salir de la catrera. Marta cuenta con secundario aprobado, pero compensa esa falencia con cursos de teatro, pintura y dibujo. Tienen una hija que estudia medicina en la UBA. El hogar se mantiene gracias a los ingresos de Marta, producto de la renta de muchas hectáreas de soja que heredó de sus antepasados. El aporte de Ricardo, exiguo ya antes de la Pandemia, pasó a ser Cero porque no atiende el buffet donde labura.

Los tres son macristas de paladar negro. En cierto momento sospeché que el cartel del Gobierno de la Cuidad instando a cuidarnos, lo había pegado Ricardo, pero el encargado me contó que debían ser, Carlitos, el administrador, o, su madre también macrista. La brecha argentina y mundial se expresa con plenitud en este edificio. Los hay que tuvieron padre preso en épocas de Perón. Por “contrera” (del Partido Radical); los que lo son por considerarse de gente bien y seguir a la manada, una católica fundamentalista, los que han pertenecido al radicalismo desde siempre y los que no se sabe muy bien porqué. O, mejor dicho, ni ellos lo saben, pero les parece que ser Nacional y Popular es mersa. En el otro polo, estamos mi esposa y yo (marxistas kirchneristas), la viuda de un subsecretario de DD.HH. en el gobierno de Néstor Kirchner, un comerciante y su esposa, el matrimonio de una contadora y un psicólogo, el encargado y sus dos hijos.

En relación con el pasillo, ya que me fui por la tangente, marcaré que, al comienzo de la Peste, mis vecinos avanzaron a marcha lenta pero segura como el General Alais[29]. Al comienzo no dejaron nada en el pasillo común. Posteriormente, fueron agregando elementos: un taburete, zócalos y un riel de cortinas. A medida que se extendía la cuarentena, sumaron más chucherías. Primero el calzado, después las bosas de compras y la cartera de Marta. Días después enriquecieron ese patrimonio con un sweater (por si refresca) y, por último, un changuito. Ayer sentí la tentación de esconderles el chango, pero no sabía dónde ponerlo. De hacerlo, comprometería a algún cumpa o a un “contrera” que se comería el garrón sin comerla ni beberla. Hoy se me ocurrió otra maldad: el lugar de ir a Coto con nuestro changuito, usar el de ellos. Claro que no tengo seguridad de que lo advirtieran antes de mi regreso. Decidí prohibirme ese gustazo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   

      Sábado 25 de abril de 2020

 

Onomástico del nativo Jorge Vibes. Se despierta a las diez de la mañana pensando en los regalos.

 

 

ODA A LA ESFERA ROJA CON ANTENITAS

 

El que tipea estas líneas medio graciosas y a menudo trágicas, se representa al Covid19 de acuerdo a lo que los productores de televisión muestran a los telespectadores de Argentina. De allí que titule con esa metáfora esta entrega.

 

Debo admitir que la pandemia deber ser reconocida como corresponde. En su defensa, allá voy.

 

Cuando estoy mirando algo interesante, como el video de Bartolomeu Payeras, el biólogo catalán en Youtube y deseo que finalice (repito que me fascina) para poder abrir otro de la entrevista al Pepe Mujica, que resulta complementario al anterior desde otro tipo de sabiduría.

 

Hasta los que viven en la calle andan con sus mejores pilchas encima como si a la Guadaña le interesara nuestro look. Especialmente los viejos y viejas, aunque estén en ruinas física y espiritualmente. La higiene personal es cuidada hasta los roñosos consuetudinarios y el maquillaje de las mujeres es del que usarían para concurrir a un evento importante. Gracias a los barbijos nos habituamos a comunicarnos por señas y usar el Oficio Mudo como cuando éramos niños.

 

Olvidamos al Fiscal Nisman y al falso ingeniero Juan Carlos Blumberg, que, en su momento, reunieron multitudes de apoyo en Buenos Aires. Hasta la voladura de la embajada de Israel y la AMIA dejaron de ocupar lugar en nuestros cerebros y los de los comunicadores de Mass Media.  Pasamos a archivo los brulotes del exministro de Trabajo Jorge Triaca hijo y la exvicepresidenta Gabriela Michelli (ambos en sillas de ruedas) debido a la vertiginosidad de las noticias locales e internacionales.

 

Releemos toda la gama de libros clásicos y publicaciones. Desde La Divina Comedia hasta la Revista Barcelona que titula en tapa: “La pandemia entra en una nueva fase CAGAZO TOTAL.

 

Los "cuervos"[1] se guardan de concurrir a los sanatorios y hospitales porque son núcleos de contagio masivo.

 

Salgo a la calle cuando es imprescindible, pero en cada salida vuelvo con jugosas anécdotas para reflejar en el papel cuando consiga una imprenta que los publique.

 

Ante el temor a lo postergable pero inevitable, algunos pasamos a restarle importancia al dinero y lo gastamos sin culpa ni control. Otros incrementan su avaricia y calculan hasta el gasto más insignificante.

 

Los homeless enriquecen su vocabulario y hablan como especialistas debido a su contacto televisivo con opinadores de distinta factura.

 

Todos estamos al día de los infectados, muertos y recuperados en nuestro país y el mundo de modo tal que ya somos estadísticos consumados, prestos a interpretar los números publicados minuto a minuto.

 

Si bien siempre fuimos jueces de los políticos de todas las naciones, hoy acusamos y juzgamos, en un sentido u otro, a los que están en escena en cada lado.

 

El “animal”[2] se ensaña con enfermos próximos al Más Allá o que padecen patologías incurables, con el consiguiente ahorro para el Estado y sus familiares.

 

Los escolares de primaria en España aprueban los niveles automáticamente y, como la necesidad tiene cara de hereje, se agudizan las imaginaciones más fértiles tales como usar ataúdes de cartón o bolsas plásticas de residuos para los difuntos (el Ecuador de Lenin Moreno).

 

La “bestia” es invisible, silenciosa y ataca de traición, evitando a niños, permitiendo la sobrevida de jóvenes sin enfermedades previas aún cuando hayan sido infectados.

 

Los animales no domésticos se animan a tomar sol en hábitats que hasta ahora les estaban vedados (lobos marinos en el puerto de Mar del Plata, etc.).

 

El agujero de la capa de Ozono se achica porque disminuyen los gases tóxicos que provocan el efecto invernadero.

 

Desaparecen los apoyadores (hombres que aprovechaban los colectivos repletos para pegarse al culo de alguna mujer y excitarse.

 

Los punguistas y los arrebatadores no tienen lugar para ejercer su oficio en el transporte público.

 

Los policías, salvo raras excepciones, tratan bien a la ciudadanía. Ayudan a cruzar la calle a los cieguitos y dejan de percibir externalidades.

 

Es seguro que aumentarán los embarazos por efecto de la cuarentena y disminuirán los abortos clandestinos. Sólo por estas dos causas, las consecuencias demográficas serán sin duda, positivas. Vaticino un nuevo “Baby boom” para los próximos tiempos. Es decir, dentro de la transición del CV, y la post transición. El ¡A coger que se acaba el mundo! Incide no sólo en los nacimientos sino, también, en los abortos (clandestinos y no clandestinos).

 

Podría extenderme mucho más, pero espero que los argumentos expuestos sean suficientes para convencer a muchos de que el Covid19 no es tan malo como lo pintan.

 

En lo personal, solía somatizar en el aparato digestivo. Parece que el chucho por el “Maldito” me cambió el metabolismo y morfo chocolate, fritangas y chupo “Fernandos”[3]. Me castigo con flanes, almendras y alfajores. Ninguna de las comidas que antes me caían mal lo hacen ahora.



[1] Seres despreciables que concurren a hospitales para convencer a familiares de difuntos para que contraten funerarias y/o abogados en caso de accidentes de tránsito fatales.

[2] Así llama el gobernador de California al Covid19.

[3] Mezcla de Fernet con coca cola. Trago inventado por los cordobeses.

 

 

 

 

Domingo 26 de abril de 2020

 

 

Día posterior al onomástico del nativo Jorge Vibes. No recibió ningún regalo porque sus amigos y parientes están en cuarentena.

¡Snif!

 

 

HIPERKINESIAS

Mañana de lunes 20 de abril de 2020. Me encuentro frente a mi Laptop en la mesa del comedor. A mano tengo: la jarra de agua; mis antidepresivos; mi anticoagulante (Aspirinetas); mi pastilla para el colesterol, el mío relajante; el salero que olvidamos en la mesa anoche, cigarrillos y encendedor, cenicero, celular y su lápiz, un frasco con un preparado para aumentar las defensas, la libretita donde apunto ideas para escribir, diversos papeles de diferente tamaño con anotaciones de códigos, claves, direcciones de e-mail que me pasaron y, en el apuro, decidí registrar así, el trapito absorbente que traje de Italia, birome y mi soplamocos.

Mientras tecleo, estoy escuchando el noticiero en la tele, que miro de cuando en vez si oigo algo que me llame la atención. Detrás mío está la radio CD a pilas que utilizo cuando me voy a trabajar a otro ambiente. Los controles de la tele y el equipo principal de audio; varios Pen Drives; la zapatilla donde conecto todos esos aparatos y un velador de mesa para iluminar las cajitas de tarjetas personales y comerciales; un tubo con lápices y lapiceras; uno de los routers y el teléfono inalámbrico. En una mesita ratona a mi derecha, tengo una pipa; una tijera de costura; un pequeño cepillo de los que se usan para limpiar las lentes en fotografía; prensa papeles y mi servilleta. Este conjunto se completa, dignamente, con mi vaso irrompible francés.

El agente infeccioso que sufrimos me obliga a exagerar todos los mecanismos habituales con precisión de pájaro carpintero.

Leo en el inodoro mientras hago popó. Actualmente, disfruto “Diario de un extranjero en París” de Curzio Malaparte, uno de mis literatos de cabecera. Tengo en barbecho cuatro más.

Mi reto actual consiste en equivocarme lo menos posible en mis acciones. Suelo derramar bebidas sobre el mantel, volcar botellas de vino, tropezar con el cable de alimentación de la computadora y tratar de reducir la tasa de más torpezas.

Escribo. Bebo agua o vino según la hora. Ingiero las substancias psicoactivas que me prescribió el terracero[21]. Hago zapping con la tele. Escucho música de la radio o algún CD. Controlo el tembleque de origen incierto (medicamentos o stress). Apago el aparato de música y enciendo la tele. Apago la tele y camino un rato por el departamento. Voy regularmente al baño para ducharme o hacer chucherías. Limpio la ceniza con el trapito. Anoto alguna idea en la libretita para que no se escape. Atiendo el teléfono fijo. Sigo escribiendo. Hablo por Whatsapp desde mi celular. Abro las distintas aplicaciones de mis artefactos. Respondeo mensajes y pondero videítos que me gustaron. Mando y recibo e-mails. Procuro controlar el tabaco (20 cigarrillos y 3 pipas al día). Me peleo con la compu cuando no sé cómo hacer algo. Llamo a amigos por teléfono fijo o celular. Registro cuestiones en el calendario del celular. Consulto a uno de mis sobrinos o al Coach informático para salir de algún brete. Atiendo mi celular otra vez. Quito sonido de la tele. Para ejercitar la musculatura, voy a la biblioteca-videoteca-pinacoteca-taller para ordenar los títulos o utilizar alguna herramienta para componer algo roto. Tiro ropa al lavarropas. Me preparo el desayuno cuando mi mujer duerme. Acreciento mis obsesiones. Bebo alguna infusión, una cerveza Stella Artois o un fernet con cola. Mastico almendras, alfajores, vigilantes[22], galletitas dulces o saladas. Me mando la chocolatada de la tarde, ordeno las tarjetas de crédito y débito junto al carnet de la Obra Social. Consulto el calendario del celular. Llamo a mis hijos por Whatsapp. Comento con mi esposa las nuevas manías y mis sueños de la noche anterior. Regreso a la escritura.

Así de simple.

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

RECUERDOS Y OLVIDOS

Miércoles 23 de abril de 2020

EL CINTO EN LA PUERTA

Reconozco que soy un poco ácido. Mediatarde en Bartolomé Mitre al 2000. Regreso de Banco Nación de arreglar un asunto. Trato de abrir la puerta. Sale mi vecino Santiago. Le pregunto porqué carajo deja un cinturón en el pasillo junto a sus pertenencias que invaden mi espacio. Sale mi esposa a dejar la basura. El invasor me dice que ellos dejan toda su ropa fuera. ¿Hasta cuándo? Hasta que termine la cuarentena. Revisa la luz vigía de su puerta y amaga a entrar. Se ve a María de las Mercedes detrás de su marido. Le digo que pensaba que ella había colocado el cinturón sobre el caballete porque Santiago la fajaba. Se caga de risa. “No, para nada, nos llevamos bastante bien” dice Santiago. Yo declaro ante el abogado que nosotros también y que, si escuchan gritos de cuando en cuando, son míos para la madre de mi mujer que porta 84 pirulos mal llevados.

 Mi “es lo que me tocó” para la oreja porque sabe que lo estoy gastando. “Le grito porque no entiende nada de nada y queremos saber si permanece viva o espichó”. Ma. de las Me. ríe ante mi humor negro. Mi esposa pone cara de culo porque cuento intimidades. Santi cierra la puerta y este sátiro le grita: “Departamentito de dos ambientes en Villa Crespo. No es mucho, pero ayuda.”  Ma. de las Me, detrás de su vago y mal entretenido dice: “¿Qué humor negro?”

 

 

 

 

 

 

 

Miércoles 23 de abril de 2020

                       

3 PADRENUESTROS Y 5 AVEMARÍAS

En una novela que estaba escribiendo, uno de los personajes me condujo a investigar el tema de la pedofilia en la iglesia Católica Apostólica Romana de Argentina. Creyente o no, difícilmente haya una persona adulta a la que no le llame la atención la respuesta que ha dado esa institución al abuso de menores. En el occidente católico esa conducta es considerada delito, entre los musulmanes de ciertas zonas, es aceptado, incluso como rito iniciánico de ingreso a la adultez, como en algunos pueblos primitivos de Oceanía. Es raro que se practique en comunidades protestantes. Durkheim ha demostrado en "Formas elementales de la vida religiosa" (como Freud) que los tótems y tabúes son relativos (en relación con) al grupo humano que se observe. Las religiones mismas, se presentan a sí mismas como productos de la deidad, pero se puede verificar con facilidad su comienzo en el tiempo. Son temporales y, por tanto, alguna vez morirán. 

Hace un rato vi en La trama del Poder (canal La Nación +) el reiterado capítulo del abuso de poder en el terreno sexual. Digo reiterado porque lo pasan a cada rato. Para mí fue una suerte porque no había podido verlo antes. El entrevistado se llama Sebastián Cuattrona y fue abusado por un cura en el colegio marianista de Caballito cuando era menor de edad. A raíz de mi investigación me desayuné de que en el Derecho Penal Vaticano (Código Canónico) no es delito (pecado) el abuso a niños. Los curas, como los militares, no son juzgados por la Justicia normal sino por la propia. En el Código Canónico no hay un sólo artículo que pene ese proceder. Me pregunté porqué y, asociando fragmentos, concluí que: el hombre (Adán) es tentado por el diablo transformado en manzana y rechaza el ofrecimiento. Pero la mujer (Eva) no pudo contenerse y mordió el fruto prohibido del Jardín del Edén.

De allí la diferencia que hacen entre sexos. Hombre inocente y mujer pecadora, con la excepción de la Inmaculada Virgen María, sin pecado concebida. El dedo acusador de la Iglesia condena a la mujer y absuelve al hombre. Siglos de discusiones políticas bajo la forma teológica para llegar a una síntesis aún vigente. No es pecado el sexo entre hombres. De ahí la demonización de la puta y el ninguneo de María Magdalena, mencionada, tanto en el Nuevo Testamento como en varios evangelios apócrifos, como una distinguida discípula de Jesús de Nazaret. Bocatto di Cardinale [30]para las/os feministas.

Le entro a esto por las manifestaciones millonarias que acompañaron la media sanción de la Ley de aborto legal, seguro y gratuito en Diputados. En el programa citado Cuattrone, bastante ayudado por la periodista (que, como a todo invitado central en todos los canales) le pasó las preguntas previamente. El abusado contó su historia y el cómo su abusador terminó 8 o 9 años preso. Contó también que, allá por los comienzos del S.XXI (el hecho había sucedido en 1994) él y un amigo suyo se animaron a denunciar. Que las autoridades del colegio, que los obispados, que el arzobispado de Buenos Aires, nadie negaba el abuso. El Rector de la Universidad del Salvador (Jesuitas) Jorge Bergoglio, a poco de asumir como tal, rajó a los sacerdotes pertenecientes a la Corriente interna Curas del Tercer Mundo de la USAL. En sus tiempos mozos el tal Jorge supo ser guía espiritual de Guardia de Hierro (think tank del peronismo de derecha).

Acá entra El diablo y Dios, famosa pieza de Jean Paul Sartre. En esos tiempos, Monseñor Bergoglio y Néstor y Cristina se profesaban mutua antipatía. Cristina dejó de asistir al Tedeum del 25 de mayo en la Plaza y lo celebraba en provincias. Cuando Bergoglio llego al papado como Francisco, los actores de la zaga cambiaron de roles. De enemigos íntimos pasaron a ser, al menos, cordiales amigos. Razones: CFK es católica y Francisco orienta a uno de los movimientos sociales más importantes, el dirigido por Juan Gravois (hijo de Roberto "Pajarito" Gravois, notable dirigente del peronismo setentista).

Ahora Francisco es, para la derecha, el Papa piquetero, el golpista, y le pegan con cuanto tienen a mano. No es una labor fácil, porque el jefe del Vaticano deja en Argentina a compañeros. La Conferencia Episcopal Argentina eligió en noviembre sus autoridades para el trienio 2017-2020.  Mario Poli (Buenos Aires) como único cardenal activo y primado argentino. El que le dijo algunas verdades al oído a Macri en el Tedéum próximo pasado. En La Plata, el renunciado y fallecido este año Monseñor Aguer es sucedido por Monseñor Víctor Manuel Fernández, "soldado" del Papa Francisco. Es notorio que Francisco tiene preferencias por CFK y animadversión por MM. Política y religión en tiempos de crisis. 

Como corolario diré que la política está omnipresente en nuestras vidas. En la sociedad obvio. En la familia: padres empoderados e hijos obedientes. Padre mandón y madre fregona, etc. Es decir que todos somos objetos y sujetos de la política. Los autodenominados apolíticos son, por omisión, tan políticos como los militantes. Voten o no, sean ciudadanos o extranjeros radicados, están igualmente inmersos en la "caca" de la política. La sociedad argentina actual está tan altamente politizada por fuerza de las circunstancias. Compañeros y derechistas de niveles de conciencia desiguales. Jóvenes, maduros y viejos, todos en la misma olla. Bienvenidos sean estos tiempos "turbulentos". 

P.D. ¿Sabés qué? La inmensa mayoría de los setentistas no bailabamos tango y yo escribo esto escuchando la emisora 2x4 (compás del tango).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Viernes 24 de abril de 2020

Noche previa al cumpleaños del autor. No puede conciliar el sueño pensando en los regalos que va a recibir. Se duerme a la cinco de la mañana.

 

Nota bene: En los próximos escritos rescato notas escritas previamente para que se observe que la inmensa mayoría de los personajes políticos está presente en nuestros agitados días.

 

GUERRAS DE 5TA. GENERACIÓN

En 2018 publiqué, en Facebook, el siguiente artículo:

GUERRAS DE 4TA. GENERACIÓN - AMÉRICA LATINA HOY

En algún escrito de este mes nombré a "las guerras de 4ta. generación". Hasta ese día yo mismo no sabía que existiera esa conceptualización. Me enteré mirando TeleSur (el canal internacional preferido de CFK). La cosa viene así: hubo: una 1ra. Guerra Mundial y una 2da. Hasta aquí todo bien. Luego vinieron las de 3ra. generación (Primera guerra de Irak, de Los Balcanes, etc.). En la I guerra de Irak, vimos en las pantallas fuegos artificiales porque los EE.UU. habían aprendido, en la Guerra convencional de Vietnam, que no se debían exhibir muertos -propios y ajenos- al público porque afectaban la imagen de las administraciones asesinas. Entonces, los think tank[27] estadounidenses crean las guerras de 4ta. generación.

En el programa citado (buscar el 18/6/18) se produce un intercambio entre intelectuales latinoamericanos y europeos acerca de los alcances de estas nuevas formas de enfrentamientos bélicos.

Los llamaré a y b. Los a) los ven revolucionarios y los b) contra revolucionarios. Los primeros piensan que en el seno de la globalización del S.XXI las revoluciones clásicas se fueron para no volver. Que lo nuevo son ejemplos revolucionarios fundamentalistas (Al Qaeda, ISIS, etc. o narcos globalizados) con novedosas tácticas y estrategias -11S/2001, 11M/2004, lobos solitarios, etc.-. Los fundamentalistas más importantes son internacionalistas, imperialismos de corte medieval que emplean fanáticos decididos a inmolarse a partir de la creencia en el edén mahometano, que promete una corte de vírgenes para esos héroes; b) los que los ven como contra revolucionarios sostienen. como ejemplos, a las guarimbas en Venezuela, cómo se ubican las iglesias protestantes hegemónicas en la región (Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Perú. Detrás de los triunfos en elecciones de Macri, Piñera, Kuczynski en Perú y Duque en Colombia y Temer en Brasil con el golpe parlamentario a Dilma), están los partidos políticos reaccionarios, los medios masivos de comunicación de la derecha y las ONG's financiadas por USA y el narco. Citan a Nicaragua ejemplo: proveen de 30 millones de dólares a lo que llaman Defensa Civil contra Ortega.

Los b) agregan que "las guerras de 4ta. generación" exceden al Estado Nación. La derecha aprovecha la debilidad del Estado Nación. Esto es claro en el caso de Colombia, donde el uribista Duque adelantó que romperá los acuerdos de paz con las FARC, que, junto a otras fuerzas progresistas sacaron el 41% contra el 54% de Duque y el resto de votos en blanco o nulos. Final cantado: las FARC regresarán al monte y se reiniciará la guerra que Santos y el colectivo de comandantes de las FARC trataron de resolver. Pero la cosa no termina allí: la comunidad LGTB se manifiesta preocupada por el resultado electoral y, como frutilla del postre, hay que saber que Nicaragua construye con China un canal interoceánico que competirá con el canal de Panamá. Las "guerras de 4ta. generación" son alentadas por la NUEVA DERECHA continental: Trump, Macri, Temer, Piñera, Kuczynski y Duque (habrá que ver lo que pasa en México).

En nuestro país cuadra lo expresado como anillo al dedo. Las compras de armamento a Israel y la presencia de tropas yankees e israelíes nos están alertando.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Viernes 24 de abril de 2020

 

Noche previa al cumpleaños del autor. No puede conciliar el sueño pensando en los regalos que va a recibir. Se duerme a la cinco de la mañana.

 

SODOMA Y GOMORRA

Adán y Eva. La muerte de Abel a manos de Caín. La quema de balso ídolo de oro. El diluvio universal. El arca de Noé. Las siete plagas de Egipto. Moisés cruzando el Desierto del Sinaí llevando al pueblo judío a la Tierra Prometida, los incendios de la Torre de Babel y la Biblioteca de Alejandría, el Talmud y Kabbaláh o Cábala judía. La espera del nuevo Mesías (Antiguo Testamento). La resurrección de la carne, la vida perdurable, amén (así sea). Los pecados capitales y los siete pecados capitales. Los padres nuestros y las aves marías. San Agustín, San Francisco de Asís, los Borgia, el celibato y el aborto. Esta no me la pierdo. El día del Juicio Universal. Tomás Moro y Santo Tomás de Aquino. Eduardo VIII y la República católica de Cromwell en Inglaterra. Las incontables aperturas del cristianismo hacia agrupaciones protestantes. El Papa polaco Nazi. El Gheto de Varsovia y las cámaras de gas. Juan Pablo II, el Papa asesinado que redactó la encíclica Veratis Splendor y muchas otras.

El Opus Dei y los templarios, llamados también caballeros o soldados de La Santa Orden de Jesucristo (que aún existen). Todos ellos respetando el Nuevo Testamento. La encíclica Rerum novarum de León XIII y Pio XI  (fuente de la doctrina Peronista). El Papa Francisco (asesor espiritual de “Guardia de Hierro”[18]). Bolsonaro y sus seguidores. El pastor Jones de Guyana, que murió y mandó morir a 800 seguidores (incluyendo niños) que espicharon con una sonrisa en los labios, seguros de ascender al paraíso. Trump, que apuesta por la recuperación de la economía y se niega a reflotar el Obama Health Care[19] mientras defiende a capa y espada la Sociedad Americana de Armas[20]. El Opus en Argentina y los Templarios en México. El Pastor Jiménez y su venta de alcohol en gel bendecido.

Hoy salí de mi departamento a pagar las expensas en un cajero automático. Frente a mi casa hay un almacén ecológico de cuyos dueños me hice amigo. Las regalé libros que me sobran y les compro leche descremada de campo. En la vereda me barajó una homeless con una botella de Licor de Huevo en la mano. Le di diez pesos y entré al local gritando “Sodoma y Gomorra”. De a uno, fueron diciendo: “Eso no. Eso no puede ser.”, y se cagaron de risa. Taimado, les dije: “¡A coger que se acaba y el mundo!” señalando a la homeless que me estaba esperando en la vereda. Para acentuar mi gesto hice un aro con mis dedos de la mano izquierda y lo traspasé varias veces con el dedo índice de mi mano derecha. Los chicos festejaron con carcajadas. Salí y le pregunté: “¿Vos estás caliente?” Se acercó su pareja o amigo y me espetó: “Estamos todos prendidos fuego. En Campana le partí la concha a un bombón que vive en la calle como nosotros.” La señorita de marras me dijo: “Hoy cumplo años, 33, la edad de Cristo.” Parecía de 60. “Quiero festejar con este licor mi cumple porque yo no me drogo, tomo bebidas sanas.” Ese latiguillo lo escucho cada vez que me pongo a charlar con algún homeless. El varón portaba una campera de cuero que debe provocar envidia en Barrio Norte – producto, seguramente, de algún choreo- y manoseaba a la novia.

Satisfecho con mi diablura, me encaminé al Banco pensando que esta catástrofe culminará con el nacimiento de “El hombre nuevo” del Ché Guevara.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

      Sábado 25 de abril de 2020

 

Onomástico del nativo Jorge Vibes.Se despierta a las diez de la mañana pensando en los regalos.

 

 

ODA A LA ESFERA ROJA CON ANTENITAS

 

El que tipea estas líneas medio graciosas y a menudo trágicas, se representa al Covid19 de acuerdo a lo que los productores de televisión muestran a los telespectadores de Argentina. De allí que titule con esa metáfora esta entrega.

 

Debo admitir que la pandemia deber ser reconocida como corresponde. En su defensa, allá voy.

 

Cuando estoy mirando algo interesante, como el video de Bartolomeu Payeras, el biólogo catalán en Youtube y deseo que finalice (repito que me fascina) para poder abrir otro de la entrevista al Pepe Mujica, que resulta complementario al anterior desde otro tipo de sabiduría.

 

Hasta los que viven en la calle andan con sus mejores pilchas encima como si a la Guadaña le interesara nuestro look. Especialmente los viejos y viejas, aunque estén en ruinas física y espiritualmente. La higiene personal es cuidada hasta los roñosos consuetudinarios y el maquillaje de las mujeres es del que usarían para concurrir a un evento importante. Gracias a los barbijos nos habituamos a comunicarnos por señas y usar el Oficio Mudo como cuando éramos niños.

 

Olvidamos al Fiscal Nisman y al falso ingeniero Juan Carlos Blumberg, que, en su momento, reunieron multitudes de apoyo en Buenos Aires. Hasta la voladura de la embajada de Israel y la AMIA dejaron de ocupar lugar en nuestros cerebros y los de los comunicadores de Mass Media.  Pasamos a archivo los brulotes del exministro de Trabajo Jorge Triaca hijo y la exvicepresidenta Gabriela Michelli (ambos en sillas de ruedas) debido a la vertiginosidad de las noticias locales e internacionales.

 

Releemos toda la gama de libros clásicos y publicaciones. Desde La Divina Comedia hasta la Revista Barcelona que titula en tapa: “La pandemia entra en una nueva fase CAGAZO TOTAL.

 

Los "cuervos"[1] se guardan de concurrir a los sanatorios y hospitales porque son núcleos de contagio masivo.

 

Salgo a la calle cuando es imprescindible, pero en cada salida vuelvo con jugosas anécdotas para reflejar en el papel cuando consiga una imprenta que los publique.

 

Ante el temor a lo postergable pero inevitable, algunos pasamos a restarle importancia al dinero y lo gastamos sin culpa ni control. Otros incrementan su avaricia y calculan hasta el gasto más insignificante.

 

Los homeless enriquecen su vocabulario y hablan como especialistas debido a su contacto televisivo con opinadores de distinta factura.

 

Todos estamos al día de los infectados, muertos y recuperados en nuestro país y el mundo de modo tal que ya somos estadísticos consumados, prestos a interpretar los números publicados minuto a minuto.

 

Si bien siempre fuimos jueces de los políticos de todas las naciones, hoy acusamos y juzgamos, en un sentido u otro, a los que están en escena en cada lado.

 

El “animal”[2] se ensaña con enfermos próximos al Más Allá o que padecen patologías incurables, con el consiguiente ahorro para el Estado y sus familiares.

 

Los escolares de primaria en España aprueban los niveles automáticamente y, como la necesidad tiene cara de hereje, se agudizan las imaginaciones más fértiles tales como usar ataúdes de cartón o bolsas plásticas de residuos para los difuntos (el Ecuador de Lenin Moreno).

 

La “bestia” es invisible, silenciosa y ataca de traición, evitando a niños, permitiendo la sobrevida de jóvenes sin enfermedades previas aún cuando hayan sido infectados.

 

Los animales no domésticos se animan a tomar sol en hábitats que hasta ahora les estaban vedados (lobos marinos en el puerto de Mar del Plata, etc.).

 

El agujero de la capa de Ozono se achica porque disminuyen los gases tóxicos que provocan el efecto invernadero.

 

Desaparecen los apoyadores (hombres que aprovechaban los colectivos repletos para pegarse al culo de alguna mujer y excitarse.

 

Los punguistas y los arrebatadores no tienen lugar para ejercer su oficio en el transporte público.

 

Los policías, salvo raras excepciones, tratan bien a la ciudadanía. Ayudan a cruzar la calle a los cieguitos y dejan de percibir externalidades.

 

Es seguro que aumentarán los embarazos por efecto de la cuarentena y disminuirán los abortos clandestinos. Sólo por estas dos causas, las consecuencias demográficas serán sin duda, positivas. Vaticino un nuevo “Baby boom” para los próximos tiempos. Es decir, dentro de la transición del CV, y la post transición. El ¡A coger que se acaba el mundo! Incide no sólo en los nacimientos sino, también, en los abortos (clandestinos y no clandestinos).

 

Podría extenderme mucho más, pero espero que los argumentos expuestos sean suficientes para convencer a muchos de que el Covid19 no es tan malo como lo pintan.

 

En lo personal, solía somatizar en el aparato digestivo. Parece que el chucho por el “Maldito” me cambió el metabolismo y morfo chocolate, fritangas y chupo “Fernandos”[3]. Me castigo con flanes, almendras y alfajores. Ninguna de las comidas que antes me caían mal lo hacen ahora.



[1] Seres despreciables que concurren a hospitales para convencer a familiares de difuntos para que contraten funerarias y/o abogados en caso de accidentes de tránsito fatales.

[2] Así llama el gobernador de California al Covid19.

[3] Mezcla de Fernet con coca cola. Trago inventado por los cordobeses.

 

 

 

 

 

 

Domingo 26 de abril de 2020

 

 

Día posterior al onomástico del nativo Jorge Vibes. No recibió ningún regalo porque sus amigos y parientes están en cuarentena.

¡Snif!

 

 

HIPERKINESIAS

Mañana de lunes 20 de abril de 2020. Me encuentro frente a mi Laptop en la mesa del comedor. A mano tengo: la jarra de agua; mis antidepresivos; mi anticoagulante (Aspirinetas); mi pastilla para el colesterol, el mío relajante; el salero que olvidamos en la mesa anoche, cigarrillos y encendedor, cenicero, celular y su lápiz, un frasco con un preparado para aumentar las defensas, la libretita donde apunto ideas para escribir, diversos papeles de diferente tamaño con anotaciones de códigos, claves, direcciones de e-mail que me pasaron y, en el apuro, decidí registrar así, el trapito absorbente que traje de Italia, birome y mi soplamocos.

Mientras tecleo, estoy escuchando el noticiero en la tele, que miro de cuando en vez si oigo algo que me llame la atención. Detrás mío está la radio CD a pilas que utilizo cuando me voy a trabajar a otro ambiente. Los controles de la tele y el equipo principal de audio; varios Pen Drives; la zapatilla donde conecto todos esos aparatos y un velador de mesa para iluminar las cajitas de tarjetas personales y comerciales; un tubo con lápices y lapiceras; uno de los routers y el teléfono inalámbrico. En una mesita ratona a mi derecha, tengo una pipa; una tijera de costura; un pequeño cepillo de los que se usan para limpiar las lentes en fotografía; prensa papeles y mi servilleta. Este conjunto se completa, dignamente, con mi vaso irrompible francés.

El agente infeccioso que sufrimos me obliga a exagerar todos los mecanismos habituales con precisión de pájaro carpintero.

Leo en el inodoro mientras hago popó. Actualmente, disfruto “Diario de un extranjero en París” de Curzio Malaparte, uno de mis literatos de cabecera. Tengo en barbecho cuatro más.

Mi reto actual consiste en equivocarme lo menos posible en mis acciones. Suelo derramar bebidas sobre el mantel, volcar botellas de vino, tropezar con el cable de alimentación de la computadora y tratar de reducir la tasa de más torpezas.

Escribo. Bebo agua o vino según la hora. Ingiero las substancias psicoactivas que me prescribió el terracero[21]. Hago zapping con la tele. Escucho música de la radio o algún CD. Controlo el tembleque de origen incierto (medicamentos o stress). Apago el aparato de música y enciendo la tele. Apago la tele y camino un rato por el departamento. Voy regularmente al baño para ducharme o hacer chucherías. Limpio la ceniza con el trapito. Anoto alguna idea en la libretita para que no se escape. Atiendo el teléfono fijo. Sigo escribiendo. Hablo por Whatsapp desde mi celular. Abro las distintas aplicaciones de mis artefactos. Respondeo mensajes y pondero videítos que me gustaron. Mando y recibo e-mails. Procuro controlar el tabaco (20 cigarrillos y 3 pipas al día). Me peleo con la compu cuando no sé cómo hacer algo. Llamo a amigos por teléfono fijo o celular. Registro cuestiones en el calendario del celular. Consulto a uno de mis sobrinos o al Coach informático para salir de algún brete. Atiendo mi celular otra vez. Quito sonido de la tele. Para ejercitar la musculatura, voy a la biblioteca-videoteca-pinacoteca-taller para ordenar los títulos o utilizar alguna herramienta para componer algo roto. Tiro ropa al lavarropas. Me preparo el desayuno cuando mi mujer duerme. Acreciento mis obsesiones. Bebo alguna infusión, una cerveza Stella Artois o un fernet con cola. Mastico almendras, alfajores, vigilantes[22], galletitas dulces o saladas. Me mando la chocolatada de la tarde, ordeno las tarjetas de crédito y débito junto al carnet de la Obra Social. Consulto el calendario del celular. Llamo a mis hijos por Whatsapp. Comento con mi esposa las nuevas manías y mis sueños de la noche anterior. Regreso a la escritura.

Así de simple.

 

Domingo 26 de abril de 2020

 

 

ADRENALINAS


Marcos Peña Brown dijo, de la pandilla de Mauricio Macri, en una de las provocaciones que lo caracterizan, que La adrenalina es buena y que no hay nada mejor que estar sin trabajo y vivir en la incertidumbre. Pero Adrenalina es lo que me viene cuando me pongo el barbijo, los guantes, el calzado para caminar y el carrito para las compras. O cuando me miran en la calle porque soy un geronte y me atrevo a salir.


Cuando entro a mi casa y mi mujer me rocía con desinfectante, me ordena que me lave las manos. Cuando debo hacer cola en el súper y el empleado de la puerta me tira alcohol en gel a las manos.


O cuando tengo que ingerir antidepresivos y tranquilizantes, que compro diciendo "deme dos" como en tiempos de la "Tablita de Martínez de Hoz", ministro de Economía de la Dictadura Genocida, las clases medias viajaban a Miami y volvían con todo por duplicado.


Adrenalina es lo que me atrapa cuando tengo que escribir lo que escribo, en parte para pasar el tiempo y en parte para hacer catarsis. Cuando releo libros en el inodoro para entretenerme.


¡Esas son adrenalinas que valen la pena! Doy gracias a la naturaleza por estar vivo para asistir a una guerra tan cruel e innecesaria como las I y II guerras mundiales, que dejaron millones y millones de muertos y heridos. Espero poder contarlo a mis nietos más pequeños.


Si mi esposa se empastilla y duerme muchas más horas para evadirse y prevenirse de la úlcera que la atacaría si no encontrara remedio en el sueño y fumar menos. Cuando yo alterno pipas y cigarrillos para proteger mis pulmones.


 Adrenalina es lo que sentimos todos cuando, ante la sospecha de la muerte propia y ajena, recapitulamos la vida. Cuando nos tornamos generosos porque "el dinero no hace la felicidad" y gritamos "Salud y pesetas" como ironía.


Si estamos sufriendo por la cuarentena, reconfortémonos recordando la Guerra Civil española y su posguerra, los campos de concentración nazis donde, además de judíos, exterminaron comunistas, anarquistas, homosexuales y deformes. O evoquemos, al mismo fin, los campos de concentración israelíes donde confinaban a los palestinos. O los de la Guerra de Ruanda, la de los Balcanes y tantas otras. En todos esos ejemplos, la gente estaba abombada por el terror y se prostituía por una comida. Y nosotros protestamos por el distanciamiento social y las correctas medidas que adopta el gobierno. Traigamos a nuestra memoria el espanto que cundía en la Londres bombardeada por las bombas V1 y V2, en las trincheras cavadas en las fronteras europeas, en las guerras químicas y en las bombas atómicas.


Adrenalina se siente cuando el Pepe Mujica, Tupamaro que llegó a ser presidente de Uruguay, declara que vivirá mientras haya una causa por la que luchar. Y cuando todos los "grupos de riesgo" se defienden como pueden de la Pandemia. Y cuando Bolsonaro sale a abrazarse con sus seguidores y se pelea con su ministro de salud. Cuando Trump privilegia la economía estadounidense a la supervivencia de los habitantes del Gran País del Norte. En lugar del "sepamos disimular" argentino o el "Hazte el huevón" chileno, no disimulemos más, porque en ello nos va la vida.


Adrenalina es lo que me viene cuando me pongo el barbijo, los guantes, el calzado para caminar y el carrito para las compras. Cuando entro a mi casa y mi mujer me rocía con desinfectante, me ordena que me lave las manos. Cuando debo hacer cola en el súper y el empleado de la puerta me tira alcohol en gel a las manos. O, cuando tengo que ingerir antidepresivos y tranquilizantes, que compro diciendo "deme dos" por si se acaban, como en tiempos de la "Tablita de Martínez de Hoz", ministro de Economía de la Dictadura Genocida, las clases medias viajaban a Miami y volvían con todo por duplicado.

 

Adrenalina dendeveras[15] es la que genera el Coronavirus19 cuando salimos a las calles y encuentro un homeless que, cuando le deseo Feliz Año Nuevo...2021 me dice, temblando y tartamudo: 'No lo entiendo...no puedo hablar ni pensar...tomo 20 pastillas por día y estoy abombau...soy un vegetal, una ameba, un lagarto´". 

 

 

 

 

 

 

                                                                                    Sábado 3 de mayo de 2020

CRISIS SON LAS CRISIS (*)

Horario de protección a apolíticos. Se recomienda mantener lejos de la pantalla a menores de 10 años

Tengo 50+20+3 años bien cumplidos (cuando lo escribí los tenía). Los pasados 3 resistiendo al gobierno de Cambiemos a nivel nacional y los últimos 11 puteando a MM y Rodríguez Larreta en CABA. No es poco. Cocarda, diploma y banda para mí y mi esposa.

Las crisis son críticas (como el diario de Natalio Botana - abuelo de Maru- que contribuyó tanto al derrocamiento de Hipólito Yrigoyen). Crisis, por otra parte, era el nombre de un famoso semanario de izquierdas editado en Montevideo.

Crisis es aceleración, por eso escribo esto a los pedos y me las paso haciendo zapping hacia los canales de derechas y me veo obligado a redactar 2 y hasta 3 notas por noche. Hay ciertas noches que no escribo porque necesito masticar el vidrio hasta que pueda escupirlo en forma de sal. Tengo el disco rígido caliente. Tanto, que me trabuco con mis remedios (antidepre, ansiolíticos, para el colesterol, etc.) y me zampo uno en lugar del otro. O me olvido las llaves de casa y mi mujer me las tira por la ventana, o no encuentro el telefonito y ella me llama y resulta que lo tengo en el bolsillo de una de las camperas que visto. O busco el libro que estoy leyendo 15 minutos en el living-comedor hasta que descubro que estaba en la mesa ratona del living.

Crisis porque Clarín está nerviosho. Y porque me obliga a deconstruir lo que dijo Carrió con eso de la esperanza desde la desesperanza. Para mí, no fue un furcio, la ballena blanca es consecuente en su locura sin sentido, pero con sentido. Deconstruyo: la sociedad argentina está desesperanzada por lo que hace el gobierno de Cambiemos del que ella forma parte importante. Según su lógica, crisis es oportunidad. ¿Para qué? Para renacer de las cenizas. No nos puede pasar nada mejor porque lo bueno está por venir en el porvenir (futuro incierto).

Clarín está nerviosho porque nuestra K menos brillante entre los famosos es Dalma Maradona (Ver TVR de ayer) y ellos tienen unos pocos cómicos buenos (Mirta, Susana, la Granato, la Mónica Gutiérrez, Fantino, etc.) pero nada que ver. Les ganamos por 6 a 1. Pero reconozco que, aún las mejores de mis notas, van a ser olvidadas por mis kumpas como "noticias" al día siguiente de subirlas. Aceleración en tiempos de crisis. Por vivir en Buenos Aires -que es dónde atiende Dios- tengo tanto naipe (hechos a comentar) que tengo que descartar algunos. 

(*) CABA, 8/7/2018 

 

 

         Día 72 del Aislamiento

PASOS PERDIDOS

El salón de los Pasos perdidos del Congreso de la Nación es un lugar con historial Bonus. Allí se velaron los restos mortales de Yrigoyen, Perón, Alfonsín y de De la Rúa. También se despidieron, entre otros a la diputada nacional Marcela Bordenabe (viuda de Germán Abdala), al dibujante e historietista Carlos Loiseau (Caloi) y muchos otros. Vivo a tres cuadras del lugar y asistí a algunos de esos magnos eventos.

Mi salón de los pasos perdidos es más modesto, pero bastante más extendido geográficamente. Limita, hacia el norte, con Pacheco de Melo, hacia el Este, con calle Florida, al sur con avenida Independencia y al oeste con Plaza Miserere. Obvio que no recorro todas esas cuadras de un saque. Las dosifico a según estea de ánimo, dolor de patas, clima, viento y rayos UV. De mis correrías dentro de este período de Pandemia, atesoro infinidad de anécdotas que, seleccionadas con escalpelo, paso a narrar.

1)     Entro a cobrar mi pensión en Banco Nación Balvanera. Paso. Presento mi DNI a la cajera. Pregunto para cuántos dólares me alcanza. Contesta que no se venden dólares. Dame entonces dame todo en acciones de NASDAQ. Salgo de la caja contando los pesos y le recito a una señora: “Plata en mano, culo en tierra.” Ríe. Saludo a empleada que reconozco detrás de su barbijo blanco. El botón me pide que lleve mi tapabocas de modo que tape la nariz.

Saludo al Colorado que atendía la puerta. Cuando le conté que venía a cobrar mi pensión me mandó a la cola, detrás de un señor con barbijo de payaso y casco de moto bajo el brazo. Pregunto al susodicho si él era el de barbijo de Clown. Me contesta que sí. Yo agrego que debajo de mi tapa bocas negro, soy un payaso.

 

2)     Todos los personajes que intervienen en esta historia portan tapabocas. Salgo de cobrar. Bajo el barbijo para encender un cigarrillo, un homeless me manguea moneda o cigarro. Opto por la segunda opción. Cruzo Corrientes para caminar por la sombra en la vereda norte. Encaro a dos Policemen de Buenos Aires City Pregunto al más bajo sobre la cotización de las acciones NASDAQ. Me pregunta qué es eso. Respondo que son las acciones de las industrias tecnológicas de Wall Street. Me indica que el que sabe es el compañero más alto. Reitero mi requerimiento. El Alto toma su celu, lee, y me dice: ” 8.467”. “Muy caro, entonces compro Techint” El tira sonríe debajo del barbijo dando a entender que sabe que lo gasté.

 

3)     Continúo mi periplo rumbo a Callao. Cruzo muchas damas. Selecciono en base a puntaje. Le grito a una brasilera blanca o rusa o catalana: ”¡Estás muy linda!” Me responde: “¡Gracias!” Aclaración: no pude identificar su procedencia porque el barbijo distorsiona la voz. La lindura se nota, el maquillaje también. Como el porte. Lástima que no le deben faltar Romeos y estoy apurado para tocar el violín.

 

4)     Repito el tip con otra de menor puntaje. Me contesta: “¡Vos También!” Olé. Sigo haciendo footing con tres cuartos de siglo en la osamenta. Al usar barbijo, oculto mis pirulos porque me mantengo erecto y suelen confundirse. Fantaseo con que se tiraron un lance. ¡Hay tanta soledad en esta “Jungla del asfalto!”

 

5)     Me gustó el tip de acciones NASDAQ. Troco Techint por SOCMA. Entro a Tesaurus, librería de un matrimonio conocido. Está el marido. Pregunto cómo andan su esposa e hijo. Guardan cuarentena. Hace tiempo ya, dediqué “Unas obras inconclusas de acá” a la señora, escribiendo que era una mujer inquietante. Ella se lo dio a leer a su amo. El tipo frunció el ceño y ella me dijo con los ojos: “Diculpalo, es joven e ingenuo como todos los hombres”. Entré con intención de ayudar, en la medida de mis posibilidades, a la economía hogareña de la pareja. Una mañana, estaba ojeando libros Eduardo Grüner. Fuimos compañeros en la facultad. Le cuento que soy un comunista hermenéutico y responde que él es trotskista hermenéutico. Compro varios libros de humor gráfico y me hace precio. Hace años le compré The Europeans, libro de fotografías de Henry Cartier-Bresson en 2.000 dólares. Para los libreros, esa es la mejor prueba de amistad que existe y siempre me descuenta una moneda en la compra.

 

6)     Llevo mi mochila completa de libros que adquirí en otra librería de Corrientes. Añado una bolsa con las nuevas adquisiciones. Ayacucho en dirección sur. Entro a saludar a mis amigos de SUMAK COOP. Emmanuel me pregunta si voy a llevar leche. “Dame dos, pero no tengo plata.” “Es igual, para vos va de regalo.” Una señorita con tapaboca pregunta a Daniela si tienen ajo. La cooperativista señala una ristra colgada en la puerta de acceso. “¿Cuántos querés?” “Una cabeza.” Se me enciende la lamparita y le digo que así no la voy a poder besar esta noche. Contesta que entonces vamos a tener que dejarlo para otra ocasión. Salgo del local y una señora que estaba haciendo fila me escupe que yo estaba adentro hablando sin barbijo. Se aparta de mí como si fuera leproso. Ignoro la provocación y cruzo decidido a prepararme el almuerzo porque mi Dalila está en el dentista. Desde anoche, cuando me cortó el pelo, la llamo Dalila.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                      Domingo 4 de mayo de 2020

           

CRISIS SON LAS CRISIS II (*)

Horario de protección a apolíticos. Se recomienda mantener lejos de la pantalla a menores de 10 años

Con las crisis se acelarán las ansias de vender en los súper de primera línea. Muchos ofrecen 3x2 o 80% de descuento en la segunda unidad + cuotas, etc. ¿Sabés porqué? Porque durante la semana están vacíos y te tientan por 2 o 3 días. La técnica es sabida. No estoquear. Rematar, aunque sea cerca del costo para rotar el capital más velozmente.

Las crisis me impulsan a usar el meta mensaje traducido al alcance de toda la gente. Meta mensaje es lo que está (implícito) detrás del mensaje (explícito). Me obligan a escribir palabras encadenadas claramente de tal manera que ojalá hagan pensar a diestra y siniestra.

He mencionado que acostumbro a mirar La Nación + en trasnoche. Hoy de madrugada vi la excelente entrevista (altamente recomendable). que le hizo un periodista que regresó del frío a Ramón "Palito" Ortega. Me detentré en una parte simpática. La de la anécdota contada mita y mita por Duhalde Malo y Palito. Vía Skype apareció antes el ex presidente provisorio desde Miami y largó la primera mitad sobre el caso del Caimánchomba, hecho real ocurrido cuando el creador de "La felicidad" era gobernador de Tucumán y el Cabezón idem. de la Pcia. de Buenos Aires. Resulta que en la residencia del gobernador tucu había, todas las mañanas un chango pequeño de unos 7 que gritaba: "¡Caimánchomba, caimánchomba, compreme caimánchomba! Todas las mañanas cuando el Palo salía de la residencia. Hasta que el marido de Evangelina se cansó y, cuando estaba subiendo al auto de la gobernación, le dijo al chofer que llamara al changuito. Que vino. El padre de Julieta le preguntó: "¿Qué vendes pues?". "Caimánchomba". "¿Y eso, que viene a ser?, porque no veo nada". El susodicho sacó de un bolsillo un cocodrilo bebé y se lo ofreció. Caimánchomba, caimán para la chomba. El cocodrilo de Lacoste para la remera.

Ya dije que ganamos por afano. Si fuera una encuesta, 90% a 6 con un 4 de indecisos. Desde hace relativamente poco hablo-entrecortado-como- los locutores-de la tele- y la gente cool. Me rompe las pelotas que esté de moda esa forma de comunicación audio-visual. Así no se vale. Todos han adoptado esa manía para llamar la atención. Si las comunicadoras son bellas o graciosas como la de Muy liebre, mi ira se apacigua.

En un principio pensé en escribir esto en el estilo de fluir de la conciencia (sin puntuación) como James Joyce en "Ulises" y yo en "Que viva AMLO, buey". Después caí en la cuenta que hay demasiados signos de interrogación en nuestra actualidad y no sería posible porque no soy Cortázar para que se me entienda.

(*) CABA, 8/7/2018 

 

DIÁLOGOS DENTRO DE LA OLA DE CORONDAVIRUS

Jueves 8 de Mayo de 2020

                                                                                                               

 

 

 



[1]Editorial Espacio. Buenos Aires

[2] Ansart, Pierre 1990, Les sociologies contemporaines. París, Seuil, p. 257.

[3] Borurdieu, Pierre (1984), Questions de sociologie, París, Editions de Minuit y otras.

[4] Foucault, Michel (1975), Survellier et punir, Naissance de la prisión, París, Gallimard, pp. 137-171; Foucault, Michel (1972), Histoire de la folie a l’age classique, París, Gallimard.

[5] Riccardo Lucchini, Belfaux, octubre de 2013.

[6] Todas las cosas.

[7] Pueblos originarios andinos.

[8] Grupo peronista de derecha en el que militaban Guillermo Moreno y su esposa, Ana María Edwin y la exvicepresidenta Michetti, que pasó de la Democracia Cristiana a la Nueva Democracia Cristiana, la secta de Silo y finalmente al PRO.

[9] Sistema de Salud que impuso Obama y abolió Trump.

[10] Sociedad que defiende el uso de armas de fuego amparándose en la Constitución

[11] Famoso autor italiano que narra sus experiencias de preguerra y II Guerra Mundial.

[12] Sonsonete preferido de Raúl Alfonsín.

[13] Cuando existía el servicio militar obligatorio, a los subalternos de esa leva forzosa los llamaban colimbas: corre-limpia-barre.

 

 

mantelería y ropa interior. Nótese que dije su pues no considero que sea una máquina que deba ser usada por los hombres. Plancha. Tiene una montaña de cosas para planchar, pero posterga ese laburo diciendo que lo deja para días más frescos. En realidad, lo tira pa´lante (para adelante), por fiaca nomás.

No le disgusta planchar, pero tiene una montaña de ropa esperando en las dependencias de servicio. Canta que va avanzar en ese frente cuando refresque. Digo que es meramente fiaca. Su lavarropas es una especie de piano de cola al que acude con frecuencia. De allí la montaña acumulada. En lo que a mí me toca, jamás planché ni un pañuelo. Cuando viví solo, lavaba las sábanas en la bañera con jabón en polvo, las secaba en el tender y las planchaba debajo del colchón. Quizás por haber tomado la teta hasta los cuatro años, soy un mimado. Al menos esa es la interpretación de mi mujer (con cuatro años de estudios de psicología) que me acusa – con cierto grado de razón- de andar siempre prendido a la teta.

CONTINÚA EN CORONAVIRUS XL



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 

 

 

 

[14] Rubia para los chilenos.

[15] Por joder.

[16] Movimiento de Integración y desarrollo fundado por Arturo Frondizi.

[17] Inmigración judía a Tierra Santa.

[18] Así llamó Cristina Fernández de Kirchner a Mauricio Macri.

[19] Tomado barbitúricos.

[20] Revólver.

[21] Maricón.

[22] Nueva ola francesa en cine.

[23] Policía.

[24] Sueño.

 

 

[25] Penitencia es lo que clamaban los Marianos, secta cristiana que liquidó la Santa Inquisición porque adoraban a la virgen María en lugar de Jesucristo.

[26] Eso le decía Néstor Kirchner a Magnetto, CEO del grupo Clarín.

[27]Pantalón.

[28] Alzado.

[29] Acá está.

[30] Cogito ergo sum. René Descartes.

[31] Programa cómico creado por Linda Peretz y salió a las pantallas de TV en 1993.

[32] Grupo militarizado nacionalsocialista descabezado por las S.S. en la Noche de los cuchillos largos.

[33] Trilogía compuesta por La edad de la razón, El aplazamiento y La muerte en el alma.

[34] Discurso de Perón en el Congreso de filosofía celebrado en la Universidad de Cuyo en 1949.

[35] Ernesto Guevara, Ocean Sur, La Habana, 2008.

[36] Manta de lana de camélido, cabra u oveja que tiene distintos precios en función del telar en el que se tejió y el grosor de la fibra.

[37] Sucedió a Ikonicoff en el cargo. Había combatido en la II Guerra Mundial y contó, en una conferencia en el INAP, que en Rusia, en 1990, se practicaba canibalismo.

[38] Mueble para dormir.

[39] La pareja duerme culo con pelvis.

[40] La pareja duerme culo contra culo.

[41] Dícese del salto que efectúa el hombre desde lo alto del ropero hacia su amada.

[42] La corresponsal de La Nación más en Miami dice incentivos de Estado en lugar de subsidios.

[43] Animales sueltos. 27 de Mayo de 2020.

[44] Disposición de un testador que deja su herencia o parte de ella, a una persona para que, de acuerdo a criterios determinados, la trasmita a otros o la invierta del modo que se le indica.

[45] Triunvirato o alianza de tres para gestionar algo.

[46] Cuidades estado fundadas por los esclavos brasileños en tiempos de dominio portugués. El más famoso fue el Quilombo de los Palmares. Llegó a albergar 15.000 personas y resistió casi todo el S.XVII.

[47] Tienen una pata medio chueca y no pisan nunca donde se supone que lo van a hacer con ese pie.

[48] En restauración.

[49] Parcas de cuero de oveja con el pelo hacia dentro.

[50] Atorrante. Torrar es dormir en lunfardo.

[51] Durante la crisis de los años ’30, en el puerto se apilaban caños de buen diámetro que se emplearían para obras públicas. Los sin calle de entonces dormían en ellos. De ahí la expresión “se fue a los caños” para indicar quebranto, ruina, etc.

[52] Palabras.

[53] Expresiones del Truco, juego de naipes muy popular en estas pampas.

[54] En la jerga médica, cuando el facultativo no sabe que pasa y prescribe una andanada de medicamentos.

[55] Trastorno obsesivo-compulsivo.

[56] Reitero que en el rubro de las antigüedades, se llama detalle a los pequeños daños.

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