MALEDETTO
CORONAVIRUS

PALOMA EN RIVADAVIA Y AYACUCHO
(14/4/2020).

Caos en la mesa de comedor del autor
(15/4/2020).
Jorge Vibes es porteño, argento y
sociólogo. Nació en Santa María de los Buenos Aires hace tres cuartos de siglo.
Publicó trabajos de carácter académico en Argentina, Canadá (inglés y francés)
y cursó becas de perfeccionamiento otorgadas por los gobiernos de Argentina (en
CEPAL Chile) y Canadá (universidad de York – Toronto). Publicó diversos
trabajos sobre la pobreza en argentina, la historia colonial de Canadá, la
historia del movimiento obrero canadiense desde los orígenes hasta la firma de
FTA y participó en Planes de Desarrollo de Argentina (1984-2016).
Se jubiló en 2012 en INdec, para
entonces dependiente de la Unidad Ministro del Ministerio de Economía de la
Nación. Desde su retiro escribe notas de naturaleza política y obras de
ficción. Esos escritos están en su blog “Narrativa no convencional Jorge
Vibes”, en su muro y en soporte papel.
Esta entrega
“Porteños Argentos”, es, de alguna manera, una extensión de “Unas obras
inconclusas de acá”, y precede, a su vez “Maledetto Coronavirus”, próxima a
entrar en imprenta
Agradecimientos
A mi compañera y esposa Nancy. Primera lectora y correctora de los
originales. Fan entusiasta y crítica severa. Siempre dispuesta a disimular mis
depresiones y festejar mis ciclos maníacos.
A mis maestros Juan Carlos Portantiero, Torcuato Di Tella (h), Néstor
Lavergne (asesor del Ché cuando fue Ministro de Industrias) y Miguel Murmis
(uno de los traductores de El Capital en la edición de S.XXI).
A les homeless con que converso en las “Callecitas de Buenos Aires” y a
los hombres y mujeres de a pie que entretengo en las colas del supermercado,
los almacenes y kioscos, cuando espero pacientemente.
A los venezolanos/as que importuné en diversas colas, a los bolivianos
que entrevisté mientras compraba verdura y frutas, a las putas que paré en la
calle y a algunos amigos que ponderan lo que escribo.
Finalmente,
Al Covid19, por inspirar estos divagues.
PREFACIO
En realidad, el conjunto de
relatos que aquí presento es una mezcla de proyectos inconclusos comenzados en
2013, 2015, 2017 y unos pocos que añadí ahora. Es decir que llevo tres años
tecleando e imprimiendo hojas. Al comienzo redacté unos 30 que pensaba subir a
mi blog bajo el título “Antibabushka”,
que aludía a los políticos argentinos de entonces a través de la metáfora de
las muñequitas rusas en las que se agrupan varias dentro de la mayor (en 2011,
en París exhibían en una vidriera una que contaba con más de 800 piezas y
abarcaba todo el escaparate). Las comunes son de 3 piezas). Como se sabe, estos adornos rusos consisten en muñecas de
distinto tamaño que contienen otras más pequeñas. Las más simples subsumen
tres, pero en París tuve oportunidad de contemplar un juego de alrededor de 800
piezas. Las abuelas son (por lo general) viejas, tiernas, astutas y sabias,
atributos femeninos por excelencia. Garantía de la supervivencia y reproducción
de la especie humana. Como la política. El arte de la política participa -mal
que les pese a los neoliberales de antigua y nueva estirpe- de esas
características, sea ejercido por varones, mujeres o gays. Sostengo que
los cuadros políticos hacen esa jugarreta: mandan un speech, pero guardan para sí otra cosa. El
discurso del político burgués viene en capas como la cebolla y con formas
iguales, con decorados que pueden, incluso, ser distintos. Como las muñecas
rusas citadas. En política pasan cosas.
¡Si lo sabremos
los argentinos!
REFLEXIONES SOCIOLÓGICO-FILOSÓFICAS
¿FIN DE CAPITALISMO REALMENTE EXISTENTE O
FIN DEL CAPITALISMO?
Carlos
Marx dijo, hace unos 180 años, que el capitalismo como modo de producción se
derrumbaría sólo cuando haya agotado todas las formas en que es capaz de
existir. Sostenía que una vez finalizado su siclo ascendente daría paso, como
pasó en el caso del feudalismo, a algo nuevo en el que las formas de
producción, distribución y cambio, serían novedosas. Mi hipótesis consiste en
afirmar que la pandemia del Coronavirus 2019, está produciendo esos efectos. La
crisis, por ahora en transición a no sabemos qué, ya generó cambios e
interrupciones en las finanzas globalizadas, el comercio internacional y local,
las relaciones de poder a escala planetaria, regional y de los Estados Nación.
Los
Modelos de Desarrollo dan vueltas de campana y, en los de factura liberal, se
privilegia el rol del Estado en el Estado Nación, cuco que hasta anteayer
espantaba hasta los más moderados de esa corriente de pensamiento. Las
relaciones sociales y los comportamientos sociales tienden a configurar los dos
polos dialécticos. Los que eran generosos se tornan pródigos y los egoístas se
contraen a su mínima posibilidad. Los dadivosos, entre los que me cuento,
transitamos la peste como descartando que nos atrapará y moriremos. Como reza
un refrán alemán: “El último traje
no tiene bolsillos”. En estos momentos estoy regalando, dentro de los
límites geográficos que marca la ley argentina, libros (en el edificio que
habito y comercios de cercanía). Reviso mi biblioteca y selecciono los que
tengo repetidos -muchos a causa de que compré las Obras Completas de los
autores- y otros que leí y no necesito poseerlos.
La
plaga es, en los sentidos mencionados, progresista, pues no diferencia por
clase social, ideología, credo, geolocalización, prácticas esotéricas, sangre
azul o roja, género o edad. Todos somos potencialmente portadores
asintomáticos. Las relaciones interpersonales se trastocan igualmente. Al menos
en Buenos Aires, verifico una serie de contradicciones secundarias nacidas del
encierro: hijos contra padres (tanto en primera generación como en las otras:
abueles y bisabueles) y miembros de las parejas entre sí.
Los
metrosexuales están preocupados por si llegan a faltar las cremitas con las que
se embadurnan diariamente. Algunos, previsores, acumularon antiarrugas,
humectantes, y, si te descuidás un poco, rouges para ponerse cierto rubor en las mejillas. Para mí que
son putos que no salieron del closet.
Las
parejas que se llevaban bien se siguen llevando bien, las que no lo hacían
encuentran más motivos para separarse. Se sabe que el humor es excelente
herramienta para curar casi todos los males, pero los que carecían de ese don,
acrecientan sus espíritus vinagre. Las potencias mundiales siguen enfrentadas,
pero y cada una de ellas adopta la respuesta que se le antoja. Israel, fiel a
sus tradiciones nefastas, lustra su arsenal atómico, por las dudas. En América
Latina y el Caribe, los países con gobiernos de izquierda (Cuba, Venezuela, El
Salvador, etc.) capean el temporal con bastante soltura. En cambio, los de
derechas Brasil, Ecuador, Chile, etc.) que privilegian al Capital
sobre los hombres y mujeres que los sufren, compiten en torno a las tragedias y
desastres que provocan.
Los
miedos y la angustia (según Sartre aparecía cuando se piensa en la Nada) están
a la orden del día y comienzan a escasear antidepresivos y píldoras para
dormir. Los Organismos Internacionales de Crédito revisan sus biblias y hasta
es posible que los países en Vía de Desarrollo se beneficien en el corto plazo.
Hay
los que mastican la comida 200 veces, y, los que, como yo, tragamos los bocados
de una. En todos cunde el fatalismo y se entregan mansamente a su
destino. Se exacerban las fobias y, por el temor a la muerte, se relajan
las prácticas sexuales ordinarias y se experimentan placeres nuevos que rondan
en el extremismo. Desaparece la noción del “Ahorro” y se potencia la
prodigalidad. O, por el contrario, los odiadores odian más que nunca y llevan
ese sentimiento a la acción. Todos repasan sus vidas previas y constatan la
vigencia del “Nunca duele la verdad, lo que no
tiene es remedio” de
Antonio Machado.
Marx
(y Engels) se refirieron a la sociedad comunista en muchas de sus obras (La
ideología alemana, los Grundrisse 1857-1858,
etc.) del siguiente modo:
…”Al paso que en la sociedad comunista,
donde el hombre no tiene acotado un círculo exclusivo de actividad, sino que
puede desarrollar sus aptitudes en la rama que mejor le parezca, la sociedad se
encarga de regular la producción general, de manera que pueda por la mañana
cazar, por la tarde pescar y por la noche apacentar el ganado, y después de
cenar, si me place, dedicarme a criticar, sin necesidad de ser exclusivamente
cazador, pescador o crítico, según los casos”…
Marx
también observó que los modos de producción nuevos surgen cuando el vigente no
puede seguir existiendo. Esas transformaciones son, por así decirlo,
evoluciones naturales (secuencia esclavista al feudal, feudalismo al
capitalismo, etc.). Surgen en forma larvada y van evolucionando hasta que se
consolidan. En las transiciones ocurren cambios por efecto de las necesidades.
La tecnología presente y futura permitirían un “ingreso universal global” que
satisficiera las necesidades de todos, de modo que se abriría paso a nuevas
formas de producción, intercambio y distribución del Ingreso. A su vez, la
tecnología cibernética podría acabar con el Mercado como forma de distribuir en
función de la oferta y la demanda. Con los programas que existen para procesar
Grandes Números estamos en condiciones de calcular con total precisión el valor
(y el plusvalor) de todas las mercancías. Podrían conocerse los Productos
Brutos Internos (PBI) de las economías nacionales, regionales y de la “Aldea
Global”[20]. Todo tiene que ver con todo, un de las primeras formas de
globalización fue la de Internet. Desde que el canadiense publicó eso, las
redes (principalmente Whatsapp, Twiter,
Facebook, Messenger, etc.) han crecido en popularidad y capacidades.
Entre
los clásicos de las Ciencias Sociales, también Emile Durkheim propuso una
sociedad más justa (abolición de la herencia, gobierno de las corporaciones,
etc.) y John Maynard Keynes está al orden del día.
Ciertamente,
lo que muchos desprestigiaron como Utopía, bien podría suceder en después del
cataclismo del Covid19. Si entendemos el curso de la pandemia como transición,
el caos presente debe cesar en algún momento. Bien puede incluir esa
transición, guerras locales, regionales o una guerra atómica total entre las
grandes potencias. Es muy probable que no desaparezcan los seres humanos por el
bicho, pero una es una posibilidad que no debe descartarse. Todo dependerá de
las relaciones de fuerza que se verifiquen en el plano político.
El
mundo entró a una guerra de 5ta. generación (contra el Covid19), por
eso es preferible acudir a uno de nuestros grandes poetas, Pablo Neruda,
que escribió:
Si nada nos salva
De la muerte,
Al menos que el amor
Nos salve de la vida.
Martes 28 de abril de 2020
ESTERTORES
DE LAS TRANSICIONES
Día tras día
encuentro mejores argumentos para confirmar mi tesis sobre el fin del
capitalismo. Para aclararlo, compararé dos transiciones. Una, la del feudalismo
al capitalismo (FalC), es
suficientemente conocida. La otra es la actual (TCaCV), que estamos aún,
estudiando.
Durante la FalC, que
ubicaremos entre la Alta edad Media y la Revolución Industrial, se
verificaron cambios
-tanto paulatinos como bruscos- que abonaron el terreno para el surgimiento y
la consolidación del Modo de producción capitalista.
En la actualidad se
registra un proceso similar de cambios paulatinos o bruscos, generados por
distintos actores, pero coincidentes en la el cumplimento de una misma
ecuación.
Aclaro con ejemplos para
que no oscurezca.
Expondré una nueva
aproximación a las previas, sintéticamente y con algunos pocos ejemplos, pues
no es necesario extenderme a los innumerables que podría citar. En la FalC, se dieron (los nombro
sin precisión) enfrentamientos inter europeos entre las principales naciones,
guerras religiosas, levantamientos campesinos, la conquista de América, etc.,
etc., etc. Focalizando algo más, recordaré: la Ley de los mil y un días[4]; la
conculcación del uso concreto, en pleno Renacimiento Italiano, del telar
mecánico; la evolución de los talleres textiles domiciliarios en talleres
colectivos, precursores de la Gran Industria; la aparición de la Reforma
Protestante; la sustitución de los ejércitos de mercenarios por fuerzas armadas
regulares a cargo del Estado.
Si se observa con
atención, se verá que tomé –exprofeso-, hechos que se cumplieron en planos
estructurales y superestructurales. Sobre la secuencia capitalista que recorre
un largo trecho desde el capitalismo inicial, proteccionista y productivo, al
capitalismo financiero globalizado del presente, no diré nada pues es bien
conocida y discutida.
Toda transición se
expresa en una crisis, que sólo finaliza cuando es consolidado un nuevo estado
de cosas[5]. Durante esa
época de inestabilidad, la sociedad está inmersa en la anomia (ausencia de
normas) y todos luchan contra todos. La esfera de lo jurídico, entonces, es una
de las principales formas en que se verifica la mutación. Si acudimos a la
FalC, veremos que la propiedad comunal troca en propiedad privada de los medios
de producción, distribución y cambio.
En TCaCV, para citar algo
cercano, empecemos por Argentina, donde la oposición de algunas fracciones de
Radicales y Proístas lucha a brazo partido para que se discuta el impuesto a
las grandes fortunas. En Brasil, el ex ministro de justicia milita por la renuncia
de Bolsonaro y en EE.UU. los Demócratas procuran la destitución de Trump.
Otro tanto presenciamos
en el sustrato económico. Nacionalización de grandes empresas, transporte, de
la mano de “ataques” a los Bancos. No por los vilipendiados populismos, sino
por gobiernos neoliberales. Crecen las formas cooperativas, tan caras a los
primeros socialistas (Berstein) y aplicadas tanto por Lenin como por Stalin
(koljoses y sovjoses)[6] y los
kibutz de los tiempos izquierdistas de Israel. En Argentina florecieron a
partir de los Movimientos Sociales emergidos en el 2001. Digo, entonces, que
tenemos formas larvadas de regímenes de propiedad y apropiación de la riqueza,
madurarán en su momento.
Las fábricas recuperadas[7] aumentan
en número por efecto del gobierno macrista y la Pandemia, y, seguramente,
seguirán haciéndolo en el corto y mediano plazo, porque la desocupación llegó
nuevamente para quedarse. Pinta bien a tu aldea y pintarás el mundo. No es una
exclusividad argenta. Está apareciendo en diversas partes del Capitalismo
realmente existente.
CATARSIS POR EL
CORONAVIRUS
Mi
nombre es Jorge y habito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Argentina),
cumplo 75 el 25 de abril de 2020. Jubilado desde 2011.Tengo artrosis bilateral
de rodillas, columna y escoliosis. A las que se agregan mis altibajos de
maníaco depresivo medicado. Hasta mediados de marzo estaba hecho un trapo por
la edad, los nietos en Madrid y otras yerbas del país, los compañeros que
fueron al más allá recientemente y otros que están pidiendo pista. Tengo el
culo cáido[13] y las
nalgas paspadas. El Cornudovirus (como llama al castigo Perro Mojado. Le
decimos así porque llega a la casa por la noche y la mujer no lo deja subir a
la cama) tiene en vilo a varios de mis amigos, parientes cercanos y lejanos. A
Pedro (77) porque tiene ateroesclerosis y una esposa (75) a la que le amputaron
una pierna a causa de un cáncer y se maneja con una prótesis que disimula con
pollera larga; Horacio (77) luce un cáncer en la sangre (que no es leucemia),
no tiene cura ni tratamiento y la única molestia que le causa es un gran
agotamiento. El diagnóstico actual es de una sobrevida de entre 5 y 10 años.
Adolfo (79) tiene un cáncer de pleura por el que se le acumula líquido en esas
membranas. Enrique (66) dice que, al estar solo en su departamento, juega al
truco con el Coronavirus; Alberto (Perro mojado) tiene la misma edad que
Enrique, pero está algo más preocupado porque se está fundiendo. Soportó como
pudo en su corralón de materiales de construcción los 4 años de macrismo y si
el nuevo presidente Alberto Ángel Fernández no reactiva la obra pública en
breve se cae. En la crisis del 2001 quebró fiero y pasó de tener tres camiones
con acoplado y un galpón inmenso en Lugano a arrinconarse en el primigenio local
que actualmente maneja. Se deprimió tanto que agarró el 38 y se quiso matar,
pero la esposa y los hijos lo impidieron.
Yo
guardo cuarentena como corresponde en compañía de mi jubilada esposa Nuria (63), que no las lleva todas consigo pues de las
cinco vértebras lumbares tiene tres destruidas, picos de loro y artrosis en un
hombro. Mi casa es, por ahora, una farmacia bien provista y un almacén
medianamente completo que reponemos de comestibles una vez a la semana. Con mi
hijo Federico (46), mis sobrinos Gabriel (47) y Julián (40) y mis amigos nos
comunicamos telefónicamente o por Whatsapp.
Vivimos en un edificio de 14 departamentos con semipisos de 100 m2. y un bar
restaurante, a dos cuadras del Congreso de la Nación cuyo, dueño mantuvo
cerrado el local durante meses por su enfermedad y cuya esposa anda en silla de
ruedas. Desde ayer está con las persianas bajas por obligación ya que el
Presidente Alberto Fernández decretó el aislamiento forzado. La mayoría de los
consorcistas somos vejestorios: Luciana (83) es viuda, vive sola y baja a la
puerta a atender al delivery de
la farmacia con barbijo, guantes de cuero y la solapa levantada. Nuria (mi peor
es nada) dice que se disfrazó de espía. Cinthia (sesenta y pico) es viuda, vive
sola y padece de esclerosis progresiva. Tiene dos hijas, una en el extranjero y
la otra a pocas cuadras, que se encarga de asistirla en todo. Por suerte, todo
el consorcio tiene al día el pago de las expensas, cosa que no es menor en el
Buenos Aires de hoy. En el tercer piso vive un matrimonio sexagenario (María
Alejandra y otro) que sufrió dos internaciones hace dos años (él salió con
varios bypass y ella zafó del cuore enfermo
sin cuchillo). Los más jóvenes son Julio (cuarentón) el encargado, su mujer,
sus hijos menores de edad (17 y 15); el médico (venezolano, colombiano,
peruano, boliviano o jujeño), su mujer y su niño de jardín de infantes que
alquilan. Nuestros vecinos de piso Miriam y Santiago (cuarentones ambos dos)
son padres de Bárbara (22). El virus los hizo discutir fuerte porque él es
abogado y no hay actividad tribunalicia y ella heredó campos de arroz en
Corrientes de sus antepasados que guerrearon en la Guerra del Paraguay (Guerra
Paraguá-Guazú para los paraguas). En orden creciente, en el semipiso del quinto
se ubican Beatriz (59) y Ángel (que transita la sexta década). Él es
psicoanalista y ella tiene mucha experiencia como contadora, cosa muy útil para
controlar las expensas por que el administrador Carlitos (¿treinta y pico?) es,
cuanto menos, incompetente. Hay un departamento vacío porque el dueño vive
normalmente en Tucumán y en otro una de sesenta y más que perdió a su madre el
año pasado y se encuentra en juicio con su hermana (que vivía en el otro
semipiso y se mudó dejando a su hija y su yerno como ocupantes). No se hablan
entre ellas y si se cruzan se evitan. En el sexto viven el ingeniero Alejandro
(proxi 70) y su esposa (ídem), que tienen una casa en las Islas del Tigre donde
pasan habitualmente los fines de semana y la cuarentena se lo impide. Su vecino
de piso Roberto (70) es comerciante y su esposa (que anda por ay) tiene a la
madre internada. Por último, en el séptimo vive Daniel (66), solo, pero con
novia que suele pasar temporadas con él, pero con domicilio en algún lugar de
la Capital Federal. Como tiene el campo visual muy estrecho debe girar la
cabeza a izquierda y derecha. Se me queja porque sus anteojos especiales no le
sirven al atardecer y a veces se cae en la calle. Asimismo, lamenta quedar tan
cansado cuando sale a caminar y que lo hayan jubilado del Consejo Federal de
Inversiones porque el trabajo ordena el día a día y ahora tiene mucho tiempo
libre.
Domingo 6 de abril
de 2020
CHICOS DE LA
CALLE
Desde que el Visitante Horroroso se
pasea por “Las callecitas de Buenos Aires” se ven pocos niños/adolescentes
sueltos. Antes, solíamos encontrarlos limpiando parabrisas a los autos cuando
regresábamos de la autopista CABA-Avellaneda y otros tantos lugares. Con el
Covid19 suelto, vemos apenas bebés o infantes de corta edad, junto a sus padres
o a alguno de ellos. Los mencionados al comienzo nos regalaban sus sonrisas aún
cuando no les diéramos la moneda que nos solicitaban. Se peleaban entre ellos,
un poco en broma y a veces en serio.
Rodolfo García Silva, que
fue ayudante de 1ra. del autor en el CBC de la UBA, sede Avellaneda, escribió
una excelente investigación, luego publicada como libro que tengo en mis manos:
“Los
chicos en la calle. Llegar, vivir y salir de la intemperie urbana”[1].
Nadie mejor, como presentador, que Riccardo Lucchini, redactor del prólogo a
dicha edición. “La investigación de Rodolfo García Silva muestra que los niños
en situación de calle (NSC) o out of
place) no son simples víctimas de
las condiciones socio-económicas y afectivas en que viven, ni delincuentes que
amenazan el orden social. Muestra que los NSC constituyen una categoría social
muy diversificada, y allí reside uno de sus grandes méritos…Una perspectiva
sistémica e interaccionista [que] pone el acento en la comprensión más que en
la explicación de los fenómenos observados, y permite la antinomia tradicional
entre determinismo e indeterminismo”.[2]…”Los
recursos del niño se corresponden con los diferentes tipos de capital (social,
cultural, simbólico y económico) y de habitus de los que habla Bourdieu[3]. Es
a partir de la interacción entre esos recursos y determinados campos (familiar,
vecindario, grupo de iguales, escuela, etc.), que la acción toma forma y se
construyen las biografías individuales”…”La cosificación del chico, como por
otra parte la de todos los que son excluidos de un sistema social que reposa
sobre los desempeños cuantificables, se apoya, entre otras cosas, sobre el
biopoder analizado por Michel Foucault[4].
El biopoder constituye un instrumento de gestión de la población que permite a
la sociedad intervenir sobre sí misma. Aplicado a los excluidos y, a los chicos
de la calle en particular, el biopoder se nutre ante todo de la lógica de la
seguridad”[5].
Dado que, en esta entrega me ocupo de
la en varios cuentos Pandemia y sus blancos, encuentro adecuado comenzar por
esta introducción de Lucchini. Tengamos presente que los out of place de principios de los 2000, son hoy, hombres y mujeres
adultos que, al menos en parte (numérica y ética), han conservado sus
tradiciones de antaño.
VIEJOS SON
LOS TRAPOS
Hace ya tiempo de padezco (como dijo
J.L. Borges, el autor de La Milonga
de las dos hermanas) la humillación de la vejez. Hace ya tiempo que
tuve un cáncer de piel en la mejilla izquierda –que por suerte no desata
metástasis- que fue quemado con criocirugía y me obliga a usar protector +50,
sombrero y caminar por la sombra. Una vez curado, recuperé mis artrosis:
bilateral de rodillas, con preferencia por vértebras cervicales y lumbares.
Porto prótesis (parcial) de dentadura superior que hace que deba buscar
posiciones incómodas en la cama. Suelo tener pesadillas ligth (antiguas novias, mi
fallecida esposa, mi actual mujer, mis hijos en edades varias, mis nietos) y en
todas soy el héroe de la película. Tengo la virtud de que me despierto a mear
en la noche y retomo, continuado, el sueño interrumpido. Cuando me
asalta la depresión, duermo 12 horas más siesta, pero en la fase maníaca que la
sucede, me reconvierto en un Speedy
González. Ordeno biblioteca, videoteca y arreglo las cosas de la casa que
esperaron pacientemente la resurrección. En pocos días comenzaré mis
tres cuartos de siglo. Llevo a mi mujer presente 12 años, pero ella está algo
depre por cosas que pensábamos serían de otro modo: nietos en el extranjero,
hijos con sus padres en Madrid y otras yerbas que mejor no cuento. Nos apoyamos
mutuamente y pasamos la cuarentena por el coronavirus19 sin pelearnos.
Camino más lento y, poco a poco, me
resigno a las malarias y sigo. Hasta diría que les he tomado afecto. Se me
volaron las chapas (pelos), uso anteojos con corrección para leer, escribir y
unos Cartier de cristales ahumados con marco de oro. Como me quemaron con
criocirugía un carcinoma (que no hace metástasis) en la mejilla izquierda,
tengo que andar con sombrero y protector solar. De casi nada me arrepiento de
mi vida pasada. Como dicen los mexicanos “mejor pedir perdón que permiso”.
Trato de seguir escribiendo mis ácidos y cómicos relatos (no dicho por mí sino
por amigos). Mi actual esposa tiene la columna jodida y debe tomar unas gotas
de opiáceos. Entre ambos gastamos una fortuna en remedios. A lo que se suma que
también solventamos los de mi suegra actual (83). Porque aún vive, alimentada
por sonda gástrica, mi suegra primera (94). Lo bueno de mi fase maníaca es que
me devuelve el humor y hablo constantemente. Frases graciosas que hacen sonreír
a mis circunstanciales socios de cola o en la mismísima calle: el otro día salí
a comprar comida y un joven treintañero con barbijo se largó con el semáforo en
rojo pues estaba abusando de su celular. Le grito el alto, retrocede, y le
digo: “Si seguís así no te va a matar el coronavirus sino un auto”. “Gracias,
el celular me tiene loco”.
Como soy casi analfabeto digital,
aunque trabajé muchos años en computadoras con dos dedos en casa y en el
ministerio (soy sociólogo) usando Word y Excel, tecleo lento y seguro en mi
mini laptop. Me enojo con ella cuando no puedo subir una imagen. Tengo además
una laptop que uso con mouse y la mini con teclado táctil. En ambas tengo
archivos distintos y paso de una a otra para asegurarme de no perder nada. Me
trabuco y olvido en cuál de ellas están guardados. Sigo luchando a brazo
partido. Uno de mis sobrinos me pasó un tutorial pero no consigo abrirlo. No
importa. Se me ocurren nuevos cuentos o refloto algunos que tengo guardados de
proyectos anteriores.
Entre ordenar mi taller, mirar los
noticieros, escribir, dormir las 8 horas, ver películas en Netflix o flow,
organizar las antigüedades que colecciono y hacer las compras, se me pasa el
día volando. Calculo que para cuando pase el aislamiento forzoso después de
Semana Santa (si todo sale como las autoridades esperan) habré finalizado
4 libros más para subir a otros tantos blogs. En “Narrativa no convencional Jorge Vibes” se podrán consultar.
“Unas obras inconclusas de acá”, ya publicado, tiene más de 4.000 entradas
desde muchos países. Espero que los próximos tengan un éxito similar.
El dolor de espaldas y rodillas lo
ataco con una bicicleta fija, ejercicios y el ir y venir por el departamento
(100 m2.). La depresión superada me significó la pérdida de unos 10 kg., que
trato de recuperar comiendo bien. Sumé chocolate en barra a mi dieta y meriendo
chocolatada. Como cuando era niño. Desayuno copos de maíz con leche porque
descubrí que la miel pura me afecta los dientes. Me despierto y preparo la
primera ingesta. Como cada cuatro horas. Por los medicamentos. 50 gotas de un
preparado que me acercó una amiga, medio comprimido de un antidepresivo, el
inhibidor de colesterol y una Aspirineta (otro regreso a la infancia). Mis
comidas fuertes consisten en pastas, omelettes ,
atún con fideos, milanesas de pollo fritas en aceite de oliva, paté con champignones, morrón rojo, tartas
de jamón y queso o verdura, purés de papa y batata y lomo picado en
procesadora.
Sostengo que el covid19 cambió las
relaciones de poder en Argentina y el mundo. En los hogares biparentales o
multi parentales, el que antes tenía el poder (hombre o mujer) dominaba al que
estaba sometido por su dependencia. Ahora, de ser el caso, los roles se
invierten. De los infantes, ni hablar. El/la que detenta el mando los tiene
carpiendo. Cuando el hogar es de una sola persona, no cambia nada porque no se
puede. Deben recurrir a la masturbación (con o sin pornografía escrita o filmada).
Las mascotas sufren a su manera la cuarentena. Si los sacan a pasear, su
libertad callejera dura lo que un suspiro. Deben hacer sus necesidades en la
puerta de casa y conformarse con ello.
Cuando escribí mi primer cuento de
este volúmen (“Catarsis por el corona virus”), contábamos en Argentina con 2
fallecidos, ambos de muchos años con enfermedades crónicas preexistentes e importados
por personas que llegaban de Europa. Hoy, a dos semanas y pico, estamos
próximos a los cien. Nuestro gobierno, a diferencia de los de EE.UU., Brasil y
Ecuador -que convierten la situación en una tragicomedia de mal gusto. Estaba
transitando de la depresión a la euforia de un saque y retomé las computadoras.
Obsesionado, -como todos con el tema- lo sublimé en palabras y sueños (Freud
dixit) y el SIDA (hace 30 años), la gripe aviar, la gripe asiática H2N2, la
gripe de Hong Kong H3N2 A medida que transcurre el drama, mi ansiedad aumenta y
tecleo. Atrás quedaron los ataques a Irak, el fusilamiento del líder libio
Muamar el Gadafi, los casi bombardeos atómicos a Corea del Norte. Muchos dicen
que la naturaleza es sabia y otros lo asignan a la voluntad de sus dioses o
fuerzas maléficas. Prefiero atenerme al presente y confiar en que la humanidad
la peste superará en el mediano plazo. Todos los interesados en la política
internacional suponíamos que la tercera guerra mundial que acabaría con gran
parte de la población planetaria.
Por fortuna, nuestros gobernantes
tomaron las medidas adecuadas con antelación y estamos morigerando el avance.
La derecha de nuestro continente, más aferradas al acrecentar su dinero que en
defender la vida de los habitantes se hundieron en la infamia. Trump,
Bolsonaro, el traidorzuelo Lenin
Moreno, Piñera, el golpista Añez en Bolivia y el presidente paralelo Guaidó en
Venezuela (reconocido por U.S.A., Israel y unos pocos más). En los tres casos
se verifica una caída de popularidad que puede llevarlos a perder sus
investiduras. Doy fe de que el bicho estremece las hormonas mediante una
anécdota. Días atrás me acerqué a la sucursal de Callao y B. Mitre para hacer
una transferencia a la señora que viene una vez por semana. Decidimos girarle
el dinero que gana en casa una vez a la semana. En la zona de cajeros
automáticos estaba una mujer dormitando en su colchón. Rubia de 6 puntos en una
escala de 10. Tuve que esperar dentro pues una señora demoró 20 minutos en el
cajero para clientes. La homeless me
miró desde su cama. Yo le ofrecí diez pesos y para tomarlos se incorporó
lentamente de modo que pude ver parcialmente sus pechos. “Gracias, lindo.” No
suelo jactarme de mi pinta, pero cumplo 75 pirulos el próximo 25. Se levantó y
llevó la plata a su marido, que, al parecer, estaba mangando en la cuadra.
Cada vez que salgo regreso con unas
novedades que divierten a mi esposa. Anteayer crucé a un almacén situada a
media cuadra. Había una consabida cola con pocas personas. Llegó una mocosa
preciosa y se ubicó frente a mí. Los esperantes respetábamos la distancia
aconsejada, y debíamos hablarnos a viva voz. Miré a la niña. Estatura mediana y
pelo castaño. Shorts muy cortitos y una trompa generosa. Le pregunto si es
venezolana o colombiana. “No, soy brasilera”. “¿Dónde vivís?” “¿En Buenos
Aires?” “Sí.” “Enfrente.” Señaló un edificio en el que deben alquilar piezas
porque entran y salen muchos hermanos latinoamericanos. “¿Y en Brasil? ”En la
capital de Mina Gerais.” “Conozco bastante: Salvador, Santa Cruz de Cabralia y
Porto Seguro, Río, San Pablo, Uberlandia, Porto Alegre, Foz de Iguazú y
Uruguayana”. Pasé a falar brasileiro.
¿Cuánto hace que viniste?” “Unos meses”. Le comenté que el día anterior había
policías tocando timbre a la vuelta, en la calle Junín y que como tenían
barbijos puestos, presumo que estaban por inspeccionar el lugar. Como la espera
era larga se me ocurrió ir a joder a una policía que conversaba con la
quiosquera justo a la altura del almacén. Pensaba preguntarle cómo se arreglaba
los dealers para atender a
sus clientes. Se lo dije a la brasileiriña y
a los dos minutos se las piró.
A los venezolanos que encuentro
(supermercado, almacenes, verdulerías) les digo que es mejor que se vuelvan a
su país porque “El pajarito” (Maduro), en cierta oportunidad dijo en
televisión que Hugo Chávez se comunicaba con él por medio de un pajarito que se
posaba en su hombro. Que tiene interferón Alfa que llevaron de Cuba y lo
fabrican internamente. Y que hasta instalaron en China una fábrica. Rió abundante
por lo de pajarito. Seguro que es uno de los anti bolivarianos que abundan en
estos lares, especialmente durante los cuatro años que gobernó Macri.
Otro blanco preferido son los
bolivianos. En Buenos Aires la inmensa mayoría de las verdulerías son gestionadas
por nativos de el país de Sucre o sus descendientes. Cuando compro algo apunto
y digo, al momento de pagar, que están haciendo el agosto con el tema del
Coronavirus. Siempre me contestan que a ellos les aumentan en el Mercado
Central. Incluso uno que, según me enteré por infidencia de coterráneo, tiene
un puesto en dicho lugar de concentración de abastos. Como conozco algunas
partes de Bolivia y Perú, entramos en confianza mientras me seleccionan la
verdura y la fruta. En una farmacia donde también hacía cola, me llamó la
dependiente pues reconoció que pertenecía a una de las franjas etáreas de
riesgo. Pasé salteando a dos personas y le agradecí. Al reconocer un acento no
argentino le pregunté si era colombiana o venezolana. “No, soy boliviana.” ”¿De
qué parte?” “De Sucre, que es la capital política de Bolivia pese a que todos
piensan que es La Paz.”” Fui de luna de miel a tus pagos. En tren hasta La Paz
y luego a Tiahuanaco, Copacabana y cruzamos el lago Titicaca en un buque inglés
en el que nos sirvieron la cena con cubertería de plata. Al amanecer pude gozar
del espectáculo antes de desembarcar en Puno. Continuamos viaje hasta Cuzco.
Nos alojamos allí y tomamos el tren local hasta Machu Pichu. Había un convoy
para turistas, pero era mucho más caro.” “Yo justamente soy de Sucre.” “¿En
Santa Cruz de la Sierra?” “No. Pero está cerca.” ”Supongo que sos partidaria de
Evo.” “Para nada. A ese lo odian todos.” .” “Bueno, todos no. Los del Alto y
los de Oruro le apoyan.” “Los de Oruro, no.” “Los ponchos Rojos son de Oruro.”.
Como era de tez blanca intuí un tufillo racista. Los santacruceños intentaron
sesecionarse, pero fracasaron. Es la parte petrolera del país y podría
sostenerse si se alía con otras provincias. La grieta boliviana es triple:
serranos, costeños y departamentos situados al Este de Los Andes.
Cuando converso con estos hermanos
lo hago respetuosamente y nunca me cortaron el rostro. Una vez que trajo los
medicamentos, los pasó a la caja. Pregunté si tenían barbijos. Me dijo que
sí pero que eran los mejores de plaza, pero eran un poco caros. Seiscientos
pesos. Un verdadero afano porque los comunardos[18] cuestan ochenta. Le recuerdo que Evo Morales incluyó
en la Constitución del Socialismo del S. XXI, el precepto “No mentir-no
robar-no ser flojo”. Me contestó que ya no se acordaba porque había venido a
Argentina muchos años atrás.
Para información del lego, incluyo lo que tomé de Wikipedia:
Afirma el jesuita, lingüista y escritor italiano, radicado en Perú desde 1578,
Ludovino Bertonio en su obra de 1612 “Vocabulario de la lengua
Aymara” que la palabra ayllu, tiene ese origen y su significado es el de
“comunidad”.
En el período preincaico, los ayllus eran grupos de población que conformaban
los habitantes de la zona andina de Sud América, ubicados en distintos
ambientes, como costas, selvas o altiplanos. Cada poblado, unidos sus
integrantes por vínculos familiares, era un ayllu, que se autoabastecía y el
excedente lo mandaban a otros ayllus, en un sistema de cooperación, reciprocidad y solidaridad, pues los que recibían
estos productos a su vez les enviaban sus propios excedentes de producción.
Los ayllus, que eran una
unidad económica, religiosa y social, estaban organizados en jerarquías, y
tenían una divinidad tutelar. Las funciones políticas, económicas, militares y
religiosas estaban a cargo del curaca, que era el descendiente del fundador de
la familia. Además, elegían un jefe o “mallcu” que ejecutaba las directivas,
asistido por un consejo de ancianos o amautas.

El
eternaútico virus (ver El Eternauta,
historieta con guión de Oesterheld y varios dibujantes en cada una de sus 3
partes) para apreciar lo anticipatoria que resulta el arte. En Baires flota un
vaho des inhibitorio que hace que las personas se animen a decir cosas que
antes no solían pronunciar o hacer. Una especie de borrachera ligth agradable. Tiende a provocar
hipersensibilidad artística y afectiva.
Lunes 13 de abril de 2020
LA
PURGACIÓN CON CORONA
La pandemia que sacude al mundo
desde hace unos meses tiene víctimas y beneficiarios. Entre los primeros
tenemos a los infectados y los muertos, las productoras y distribuidoras
de energía fósil, las putas, taxi boys,
proxenetas, la población LGTV (pues se modifican sus modos de ganarse el pan y
disminuyen sus posibilidades afectivas; los mayores de 60 analfabetos digitales
que se aterrorizan con las noticias trasmitidas por los medios de comunicación
masiva. Entre los que se frotan las manos (con o sin alcohol en gel) están, en
primer lugar, los feos y las feas, los enanos, las pajeras/os; inválidos en
general y los/las adolescentes -hayan o no visto la cara a Dios. En el segundo
puesto está la industria farmacéutica, las fuerzas armadas y de seguridad, los
productores y vendedores de alimentos, los trabajadores del transporte y los
sistemas de salud privados. Agregar monopolios u oligopolios de todo tipo, los
bancos legales e ilegales, los usureros y cartoneros y homeless haciendo la
salvedad de que tienen más anti cuerpos pero están más expuestos. Como ya no
hay “Solos y solas” el levante se complica. Es cierto que se puede recurrir a
la amiga masturbación o practicar el sexo on line, o en su defecto, acudir a la imaginación o los recuerdos.
La consulta a materiales pornográficos en soporte papel o páginas XXX, también
está aconsejado por profesionales de la salud. El “a coger que se acaba el
mundo” invade nuestras próstatas y clítoris; nuestros ojos y manos. La convivencia
se complica y los golpeadores/as ejercitan sus malas costumbres. Los viciosos y
perversos, con la sola excepción de los voyeurs, están de fiesta. El sadomasoquismo se renueva gracias a la
imaginación de sus cultores, quienes, al estar cerrados los pornoshops, se castigan con cinturones
vestidos con ropas negras y se atan a los picaportes con hilo sisal. Los
desesperados consultan por internet las obras completas del Marqués de Sade y
Memorias de una princesa rusa (de autor anónimo). Los/as exhibicionistas se
muestran por ventanas y puertas balcón sin ninguna clase de pruritos.
Los que saben dicen que equivale a
las crisis económicas de 1890 y 1929 (Crisis periódicas según la descripción de
Marx), más la Gripe española y el Ébola juntos.
Se reduce el agujero de ozono y
surge la piratería a cargo de Estados (ej: Francia con China, Turquía con
Alemania) pero, a diferencia de los antiguos corsarios, lo hacen sin patentes
de corso. Los que están jodidos son los piratas del Mar de la China porque no
pasan buques de turismo que puedan abordar. El presidente de Filipinas, que se
pegó la purgación y está al borde de la muerte, volvió a las andadas (terminó
con la corrupción de funcionarios de la administración nacional y local y
privados con una solución económica y sencilla porque los fusiló a todos en
plaza pública) y ahora manda meter bala a los que no respeten la cuarentena.
Las grandes perjudicadas son las industrias del entretenimiento, del ocio y del
turismo.
Está descripto por los psiquiatras y
psicólogos que, en escenarios donde la Muerte es central (guerras,
establecimiento de salud, refugiados y epidemias) aumenta la libido. Me animo a
decir que en Buenos Aires todos los que somos activos sexualmente estamos
calientes. Lo he comprobado en las calles cuando hago las compras. De lo que se
deduce que habrá más nacimientos y menos abortos subterráneos. En cambio, crece
el número de femicidios (que varían en cuanto a los medios empleados: en México
los machos matan a las balas y en Argentina prefieren el cuchillo). La
cuarentena (voluntaria y/o impuesta) quiebra los nervios de los
golpeadores, y, en no pocos casos, pasan de fajar a matar. Las pocas veces que
me mando a la calle saludos a quien se cruce con un Feliz año nuevo (estando en
abril) 2021 porque todos confiamos en que se supere la pálida el año que
viene.
En una excelente película española
cuyo nombre no recuerdo pero que es protagonizada por Paco Raval, el actor
asume el rol de un anciano cuyas últimas palabras son: “¡Qué linda es la vida
cuando se acerca la muerte!”. Una suegra mía por parte de mi difunta esposa
tiene 94 años y es alimentada por sonda gástrica. Cuando hace un mes tomé el té
en su casa, me confesó: “a mis 94, habiendo pedido a mi hija y a mi marido con
seis meses de diferencia, estoy segura de que encontraré a mi hija en el cielo.
Vos sabés que mi existencia no fue fácil. La plata que tengo y lo
que me ofrece mi hijo me permiten sobrevivir con enfermeras y empleadas las 24
horas, pero si pudiera vivir hasta los 150 lo haría”. En “La conquista de
Albania, película vasca excelente, uno de los cruzados ruega a Dios por
saber morir: con el estómago lleno y la conciencia tranquila.
León Felipe escribió el poema “SEGADOR
ESFORZADO” en VERSOS Y
ORACIONES DEL CAMINANTE (1917), que forman parte de POEMAS MAYORES.
Transcribo sólo unas estrofas.
¡He, Muerte…,escucha!
Yo soy el
último que hablo:
El
miedo y la ceguera de los hombres
Han llenado
de viento tu cráneo,
Han enchido
de orgullo tus huesos
Y hasta el
trono de un dios te han levantado.
Y eres necia
y altiva
Como un
dictador totalitario.
Tiraste un
día una gran línea negra
Sobre el
globo terráqueo;
Te
atrincheraste en los sepulcros y dijiste:
“Yo soy el
límite de todo lo creado”
¡Atrás,
seres humanos!
Y no eres
más que un segador,
Un esforzado
segador…un buen criado.
Tu guadaña
no es un cetro
Sino una
herramienta de trabajo.
PARA REÍR Y/O LLORAR
VENEZOLANOS
Ayer estaba haciendo cola para pagar
dos celulares en el único lugar del barrio en que cobraban sólo con tarjeta de
débito. Antes había peregrinado por las cercanías sin éxito. Delante de mí
había unas cuatro personas y detrás las que iban cayendo al enterarse que ahí
podían pagar servicios. Como la cola no avanzaba, pregunté el porqué. El
primero de la fila, cuarentón en buen estado y con barba, me contestó que el
sistema se había caído y que estaban esperando que volviera. Por su acento,
percibí que era venezolano. Al preguntarle confirmó mi presunción. Decidí
esperar un rato por si se componía el sistema. Recurrí al truco que les hago a
los de la Patria de Bolívar (ver “Niñas
bonitas” en este mismo panfleto). La tercera en la línea también era
venezolana de mediana edad que, al parecer, conocía al anteriormente aludido.
“No le dé charla a ése porque no lo va a dejar hablar.” “No se preocupe que no
tengo apuro”. Y continué mi arenga. El “Venezuela” arrancó
con todo: “¿Tú sabes que lo del interferón Alfa puede ser verdad, pero, como
dijo esa chica, de seguro que los reservan para los colocados. Yo conozco a muchos argentinos que fueron a trabajar a
Venezuela hace mucho tiempo y con mucho trabajo y sacrificios se hicieron de
una posición. Un almacén, un tallercito, una tienda. Pero cuando vinieron estos
hijos de puta se quedaron sin nada, repito, sin nada. Tenían su carro, su
departamento, mandaban a sus hijos a escuelas privadas, y, de la noche a la
mañana, se quedaron sin nada y tuvieron que volverse para Argentina.” “¡No me
diga!” “Cómo se lo cuento. No podían cargar combustible para el carro, pagar
los gastos de sus departamentos, pagar la cuota de los colegios ni nada y tuvieron
que volverse.” “Mire usted.” “Que cómo se lo digo y se lo estoy diciendo.
Fíjese que no podían cambiar los neumáticos porque uno, sólo uno, les costaba
más que el propio auto.” “¿Y porqué pasó eso, por culpa del Pajarito?[23]” “Por obra y gracia del mismo Chávez, que dios lo tenga en
el infierno friéndose en una sartén” “¿Te refieres al Comandante Hugo Chávez?”
“Al mismo, maldito sea. Quieren mantener el Socialismo y el comunismo a costas
del pueblo pero yo prefiero al capitalismo y me tuve que venir.”. Terció
entonces su compatriota: “El capitalismo no es malo. A ti te habrán tocado
patrones malos, pero no todos son así. Estamos viviendo en Argentina y el
gobierno es capitalista y sin embargo cuida a las personas de abajo. Yo aplaudo
al Presidente Alberto Fernández porque no teme a emitir dinero.” “Bueno, está
muy bien que emita porque Trump también emite. Claro que como el dólar es
moneda de transacción internacional, no tiene límites.” “Sí, puede
darle a la maquinita todo lo que quiera” Yo intervine y les recordé que La
República Popular China era socialista en lo político y capitalista en lo
económico.” El chantapufi se salía de la vaina por seguir hablando pero le gané
de mano: “Pienso que el virus hace retroceder a la humanidad a tiempos de la Edad
Media. Vuelven los piratas con nuevos bríos. Los turcos son robados por los
alemanes. Los españoles por los franceses y la CIA desvía aviones para que
lleven la carga de insumos críticos a los Estados Unidos y entrega a sus
pilotos maletines llenos de dólares. Por suerte, el gobierno nuestro está
emitiendo moneda como nunca antes se había emitido.” La fémina caribeña dijo:
“eso está muy bien. Es un buen gobierno.“ ““Eso yo lo vi en la tele,
pero me parece que no fue así. Creo que el asunto fue en Filipinas, cuando un
aeroplano paró para abastecerse de combustible, el gobierno incautó la carga.”
“Sí, puede ser. El dictador de filipinas, que tiene un 80% de aprobación, acabó
con la corrupción de un solo golpe. Juntó a los funcionarios coimeros con los
particulares que los coimeaban y los fusiló a todos.” “Pero ese es un Hitler,
qué barbaridad.” “Ciertamente, mandó matar a los drogadictos, los homosexuales
y las prostitutas. Si alguien deja un chicle usado en la calle, va preso”. El
charleta[24] quería meter un bocadillo pero
nosotros seguíamos hablando. Yo calé al vuelo al venezolano porque en su país
la gasolina es la más barata del mundo y porque si los argentinos de que
hablaba no podían tener generaciones y generaciones en el país. Sepamos
disimular. No obstante, este tipo de intercambios me demuestra que estamos
politizados o en vías de ello. Mis circunstanciales vecinos de fila están, pese
a ser del pópolo grosso[25] están muy actualizados.
No todo es malo con esta pandemia.
Todes[26] nos convertimos en
farmaceúticos, economistas, filósofos, sociólogos, enfermeros y médicos de pies
descalzos[27]. Como estamos todes estamos
informados al minuto, enriquecemos nuestros vocabularios y cuidamos salud y
hermosura (en el caso de que exista. Por otra parte, en las colas, pese al
distanciamiento social, se pueden conocer nuevas personas y hasta realizar un
levante.
Como el
sistema seguía sin aparecer, decidí dejar el pago para otro día.
Martes 14 de abril de 2020
FARMACITY
TALES
Farmacity es una cadena de farmacias
cuyo dueño es Nicolás (Nicky) Caputo, integrante de la mafia de Mauricio Macri
y condiscípulo suyo en el Cardenal
Newman. Como atiende muchas Obras Sociales y tarjetas de crédito, suelo
pagar algo más, pero financiarme con cuotas sin interés. Formo parte de la cola
que debe hacerse por el Coronavirus (se ingresa a medida que sale alguna
persona) y, como no éramos muchos, pasé a los cinco minutos. En el mostrador,
en cambio, esperé bastante más debido a que una cajera estaba ayudando a
sobrevivir a un anciano con consejos acerca de qué medicamentos eran más
baratos y cómo tenía que presentar el reclamo al PAMI. Yo era involuntario
testigo de una muestra de decrepitud humana que se hacía repetir las cosas
varias veces. Tenía barbijo y audífono en un oído. Pequeño de estatura,
encorvado y con bastón, salió finalmente airoso hacia la caja. Una vez que
compré lo que necesitaba, fui a la caja. En la cola de las cajas estaba el
pobre hombre esperando. Le grité desde dos metros de distancias “Yo también
tomo alguno de los remedios que usa”. “Sí, ¿Porqué?” “Porque tengo una
enfermedad preexistente.” “¿Cuál?” “Demencia.” “Mire usted. Qué lástima.” “No,
hombre, es una chanza.” El viejo respiró aliviado. “¡Que lo dije en broma, tío,
en broma, coño!”. Mientras esperaba mi turno, escuché como hablaba el tío,
supuse que era homosexual, mi mente podrida se preguntó si no tendría
SIDA.
Me fui
cantando bajito.
Martes 14 de abril de 2020
NIÑAS
BONITAS
Volvía del Banco sin poder sacar
plata porque estaba cerrado por la Pandemia y tenía problemas con mi celular
(no lo puedo abrir porque pide una contraseña. La escribo y la revota) En
Corrientes y Junín, doblo y me dirijo a Rivadavia. Por la segunda arteria
mencionada caminaba un joven alta y bonita hablando por celular. Esperé que
cortara y la paré. “¿Sabes leer inglés?” “Un poco lo puedo ayudar.” Yo llevaba
un buzo con una leyenda: Compared to
Einstein, I´m an Idiot. Compared to you, I´m a Genius (Comparado con
Ainstein, soy un idiota, comparado contigo, soy un genio. Advertí que era una
hermana latinoamericana e inquirí sobre su origen. “Venezuela.” ”Y entonces
porqué no vuelves allí? “Porque vivo aquí y estoy bien. ”Pues si regresaras
estarías mejor porque El pajarito (Maduro) relató en su programa diario en la
televisión que el Comandante Chávez se comunica con él a través de un pajarito
que se posa en su hombro. Tienen Interferón Alfa cedido por los cubanos y hasta
instalaron una planta en China para fabricarlo.” “Mentiras.” “No, es verdad.”
“Entonces, en todo caso, estará disponible sólo para los Enchufados.” ”¿Los
bolivarianos?” ”Claro.” ”Te voy a contar una anécdota sobre lo que viví en
Santiago de Chile poco tiempo atrás.” “Bueno.” “Resulta que estaba sentado en un
bar en el barrio de Bella Vista y una señora compatriota tuya, con sus hijos
adultos presentes. Era una exiliada como vos. Pienso que, dejando de lado la
política, dentro de 50 años las mujeres nuestras serán muy hermosas por causa
de la e mezcla. Hasta las chilenas “guasas”[19] , que son bien feúchas. Las de clase alta y media alta
están buenas (como en todo el mundo. El hijo mayor me preguntó si también
apoyaba a los Castro y contesté que sí. “Lástima.” La señora habló
nuevamente: “Lo que acaba de decir es bien bonito, bien bonito. Mi
circunstancial contertulia -rápida como una centella- captó el piropo. Como
íbamos en el mismo sentido caminamos juntos hasta la esquina. Ella partió hacia
la izquierda y yo seguí derecho. Cuando nos saludamos me halagó con un “Eres un
genio”
Una vez solo, reflexioné. En
encuentro me recordó que, en días anteriores volvía yo de Corrientes por la
Avenida Callao y divisé, de lejos, a una señorita alta, espigada y canosa.
Estaba de espaldas a mí. Al llegar yo a Callao y Sarmiento, comprobé que no era
una mujer cincuentona como yo calculaba sino una treintañera en su mejor
esplendor. Estaba cruzada de piernas como las modelos en la mismísima esquina.
Al pasar le dije: “Yo combato al virus con tabaco. Me sonrió. Era una cultora
del oficio más antiguo del mundo y, probablemente, la venezuelanita que abordé también.
Martes 14 de abril de 2020
LA CAJERITA
VENEZOLANA
En uno de
los locales de Farmacity cercanos a mi domicilio, llegué a la caja para pagar
mi compra. Pregunté a la cajera si era boliviana o peruana. Me respondió que
era venezolana. Apelé al archisabido latiguillo que empleo con los nativos de
la nación caribeña gobernada por Maduro (esa que comienza con un ¿Porqué no te
vuelves a tu país?). Es joven y bonita, veinteañera a lo sumo y simpática y
amable como todas las hijas de Venezuela. Tiqueteó la compra, aboné con mi
American Express Gold y tomé lo comprado. En el interín entre la confección del
recibo me dijo: “Porque no encuentro quién me pague el pasaje”. Preferí
morderme la lengua y no retrucarle que Maduro ya lo estaba haciendo y que, si
se anotaba, regresaría en un avión de la Fuerza Aérea Bolivariana porque
seguramente lo sabía y no quise hacer bardo. La aparición del Muñeco Maldito debe
haber modificado la repatriación, pero si quisiera regresar, lo podría hacer
cuando pase el huracán. Ayer miré en Telesur, un programa donde se trataba la invasión
yanqui-colombiana-gusana en el que Maduro decía que las repatriaciones
continuaban.
POBRES
Los pobres coleccionan problemas. Yoli, la señora que nos limpia
el departamento los martes, vive en Merlo (tercer cordón de la provincia de
Buenos Aires -culo del mundo si los hay-. Sobrevive a un cáncer gracias a
nuestra amiga Alicia, cuyo derpa limpia no sé cuántas veces por semana. Junto a
otros cumpas, le transferimos lo que le corresponde escrupulosamente. Tiene una
nieta internada en "Casa Cuna" (hospital pediátrico de Barracas).
Yoli se comporta como lo qué es. Guarda las cosas donde quiere y tenemos que
reordenarlas cuando se retira. No hay forma de hacerle entender que la
escalerita que hay en nuestro dormitorio no debe quedar sobre la caja del aire
acondicionado del balcón. Carga con una culada de nietos de diversas edades.
Uno de ellos no come dulce si no es de marca. Nancy le guarda los frascos
vacíos de mermelada para que los llene de mermelada casera. Para colmo de
males, al marido lo rajaron de la empresa en que trabajaba, con lo cual se quedó
sin CBU. Por suerte, Yoli tiene el suyo porque es jubilada. Todos los martes le
mando la transferencia.
Otro caso citable es el de Mirtha (con hache). Alquila dos ambientes en Flores,
es evangelista, macrista y madre soltera de Rocío, quien, para no quebrar la
tradición familiar, la munió con 5 nietos también sin papeles. Los
“gurises” son de distintos padres. Los dos primeros fueron incubados con un
compañero de secundario (también drogadicto perdido), otro, con otro
homeless, que la embarazó y se tomó el buque, el cuarto con su primera pareja
porque se habían reconciliado y el más pequeño, que Rocío se reserva para sí
porque con un bebé en brazos factura más.
Un día, Rocío denunció a su padrastro por violación reiterada. El padre de
alguno de sus hijos, que tenía prohibición de acercamiento, no la respetó,
subió al departamento y le quebró varios huesos. Adentro mi alma por asalto y
violencia agravada. Lo metieron en cana y se comió unas semanitas a
la sombra. Salió por una recomendación que hizo un guardaespaldas de
Macri.
Como si esto fuera poco, era verdad que violó a Rocío, pero el desgraciado, en
un vómito de sinceridad, adujo ante Mirtha, que, desde hacía mucho tiempo,
desde que Rocío era menor de edad, le pagaba unos pesitos y eso no constituía violación.
La santa nona se resigna pensando que "Dios sabe lo que hace" o
"Dios proveerá" (como los judíos ortodoxos, que se niegan a cualquier
tipo de prevención para el Coronavirus19). Renunció al trabajo en nuestra casa
porque somos kirchneristas.
DE LAS PSIQUIS HUMANAS
Domingo 26 de abril de 2020
Día posterior al
onomástico del nativo Jorge Vibes. Día posterior al onomástico del nativo Jorge Vibes. No recibió
ningún regalo porque sus amigos y parientes están en cuarentena.
¡Snif!
ADRENALINAS
Marcos Peña Brown dijo,
de la pandilla de Mauricio Macri, en una de las provocaciones que lo
caracterizan, que La adrenalina es buena y que no hay nada mejor que estar sin
trabajo y vivir en la incertidumbre. Pero Adrenalina es lo que me viene cuando
me pongo el barbijo, los guantes, el calzado para caminar y el carrito para las
compras. O cuando me miran en la calle porque soy un geronte y me atrevo a
salir.
Cuando entro a mi casa y mi mujer me rocía con desinfectante, me ordena que me
lave las manos. Cuando debo hacer cola en el súper y el empleado de la
puerta me tira alcohol en gel a las manos.
O cuando tengo que ingerir antidepresivos y tranquilizantes, que compro dicendo
"deme dos" como en tiempos de la "Tablita de Martínez de
Hoz", ministro de Economía de la Dictadura Genocida, las clases medias
viajaban a Miami y volvían con todo por duplicado.
Adrenalina es lo que me atrapa cuando tengo que escribir lo que escribo, en parte
para pasar el tiempo y en parte para hacer catársis. Cuando releo libros en el
inodoro para entretenerme. Cuando no llegaban las boletas de gas, luz y agua
durante la presidencia de Macri y sabíamos que seguirían aumentando y no las
podríamos pagar
¡Esas son adrenalinas que valen la pena! Doy gracias a la naturaleza por estar
vivo para asistir a una guerra tan cruel e innecesaria como las I y II guerras
mundiales, que dejaron millones y millones de muertos y heridos. Espero poder
contarlo a mis nietos más pequeños.
Si mi esposa se empastilla, como yo, y duerme muchas más horas para evadirse y
prevenirse de la úlcera que la atacaría si no encontrara remedio en el sueño y
fumar menos. Cuando yo alterno pipas y cigarrillos para proteger mis pulmones.
Adrenalina es lo que sentimos todos cuando, ante la sospecha de la muerte
propia y ajena, recapitulamos la vida. Cuando nos tornamos generosos porque
"el dinero no hace la felicidad" y gritamos "Salud y
pesetas" como ironía.
Si estamos sufriendo por la cuarentena, reconfortémonos recordando la Guerra
Civil española y su posguerra, los campos de concentración nazis donde, además
de judíos, exterminaron comunistas, anarquistas, homosexuales y deformes. O
evoquemos, al mismo fin, los campos de concentración israelíes donde confinaban
a los palestinos. O los de la Guerra de Ruanda, la de los Balcanes y tantas
otras. En todos esos ejemplos, la gente estaba abombada por el terror y se
prostituía por una comida. Y nosotros protestamos por el distanciamiento social
y las correctas medidas que adopta el gobierno. Traigamos a nuestra memoria el
espanto que cundía en la Londres bombardeada por las bombas V1 y V2, en las
trincheras cavadas en las fronteras europeas, en las guerras químicas y en las
bombas atómicas.
Adrenalina se siente cuando el Pepe Mujica, Tupamaro que llegó a ser presidente
de Uruguay, declara que vivirá mientras haya una causa por la que luchar. Y
cuando todos los "grupos de riesgo" se defienden como pueden de la
Pandemia. Y cuando Bolsonaro sale a abrazarse con sus seguidores y se pelea con
su ministro de salud. Cuando Trump privilegia la economía estadounidense a la
supervivencia de los habitantes del Gran País del Norte. En lugar del
"sepamos disimular" argentino o el "Hazte el huevón"
chileno, no disimulemos más, porque en ello nos va la vida.
Adrenalina es lo que me viene cuando me pongo el barbijo, los guantes, el
calzado para caminar y el carrito para las compras. Cuando entro a mi casa
y mi mujer me rocía con desinfectante, me ordena que me lave las manos. Cuando
debo hacer cola en el súper y el empleado de la puerta me tira alcohol en
gel a las manos.O cuando tengo que ingerir antidepresivos y tranquilizantes,
que compro dicendo "deme dos" por si se acaban, como en tiempos de la
"Tablita de Martínez de Hoz", ministro de Economía de la Dictadura
Genocida, las clases medias viajaban a Miami y volvían con todo por duplicado.
Adrenalina dendeveras es la que genera el Coronavirus19 cuando
salimos a las calles y encuentro un homeless que, cuando le deseo Feliz Año
Nuevo...2021 me dice, temblando y tartamudo: 'No lo entiendo...no puedo hablar
ni pensar...tomo 20 pastillas por día y estoy abombau...soy un vegetal, una
ameba, un lagarto´".
ANSIEDADES
Armando Manzanero primero, el Trío los Panchos y Cristian Castro
después, cantaban un bolero llamado “Ansiedad”, con un estribillo que rezaba
así:
Ansiedad,
Ansiedad de tenerte
en mis brazos,
y besarte en la boca
otra vez…
El que redacta este pedido de auxilio, tiene una
ansiedad permanente que lo lleva a gritar: “Yo me quiero ir con mi mamá.” Tengo
casi 75 e, inconscientemente, clamo por la teta. De vivir mi madre, tendría los
pechos secos y no podría satisfacer mi deseo. La Pandemia es una mezcla de
films y series de ciencia ficción: Alien; 2001 la odisea del espacio, Blod
Runner; V invasión extraterrestre; Corazón Valiente y Highlander. Los
protagonistas de esta serie tienen la capacidad de viajar en el tiempo y yo
querría transportarme a la Edad Media, a tiempos de Luis Vives, filósofo y
catedrático de la Universidad de Salamanca. Mi apellido de heráldica es Vives,
pero a mi padre lo anotaron mal y nació un nuevo second name[1]. Mi progenitor nunca lo cambió, tampoco
yo, ni mis hijos, y por lo tanto mis nietos, que -en el caso de los varones-,
seguirán firmando Vibes.
Mi ansiedad está lejos de querer besar en los labios al Maledetto
Virus. Más bien, trato de mantenerlo a distancia. No quiero abrazarlo ni tener
que ver nada con él. Prefiero zafar de la pálida y esperar la guadaña mucho más
adelante. El “chantavirus” tiene también sus ventajas: más de una jovencita,
convencida de que La Muerte puede golpear a su puerta en cualquier momento,
piensa en probar alguna experiencia novedosa. Lo que significa, en buen
romance, que no tendría inconvenientes en curtirse algún viejardo inteligente.
En el día de hoy, concurrí al Coto más cercano a mi casa. A una cajera amiga,
que estaba conversando con una colega le espeté: “Cuando finalize esto del
Coronavius19, ¿Tendrían inconveniente en que salgamos los tres?” Sonrieron
pícaramente.
Mis ansiedades me hacen comer, fumar, beber y escribir en la
laptop al mismo tiempo. Cuando me pongo loco por el Windows 10 que no
alcanzo a dominar (la computadora en sí misma es generadora de ansiedad. Olvido
las cosas que pensaba hacer, el celular, la lista de las compras, el dinero y
las tarjetas de débito y crédito. En uno de los bancos, en el que cobro la
jubilación, saqué el dinero y me fui dejando la tarjeta en el cajero
automático. En la carnicería donde compro de a 2 lomos enteros, me hicieron
cumplir con la cola y entrar con barbijo puesto. La cajera se esconde detrás de
un plástico y con su barbijo, impide que vea su linda sonrisa. Se lo dije y no
me dio bola. Siguió tecleando su celular hasta que salió el ticket y me pudo
dar el paquete por una rendija.
EN PANDEMIA, ELLO MATA A SUPERYÓ
En
la noche porteña tenemos un dicho: “billetera mata galán”. Adapto esa sentencia
a nuestro panorama actual. El famoso Edmund Freud, dividía a la conciencia en
tres ámbitos: el Yo, el superyó y el Ello. Éste último es el territorio donde
mandan los instintos primitivos (placer profundo, dolor absoluto, etc.). El
superyó es la censura que controla los apetitos del Ello. Y el Yo, la
conciencia presente.
Gracias
al Fin del Mundo y la llegada del Juicio Universal del Covid19, las
inhibiciones desaparecen y tod@s se animan a soltar a sus animales internos.
Los largan a pastorear libremente. El obispo cristiano superyó se repliega y se
esconde bajo la sotana o el traje de Pastor. Reconoce la derrota y se bate en
retirada. Las fieras lascivas salen a cazar en las calles y obtienen sus
presas. Presas y presos infectados, junto a civiles de todas las edades, pero
los diminutos enanitos sólo medibles por la nanotecnología, se ensañan,
especialmente, con los mayores de 70 en geriátricos y villas miseria.
Pruebas
al canto. En relatos incluidos en este volumen, escribí acerca de mis
experiencias con el sexo opuesto (y el no opuesto) en relación a las pulsiones
eróticas, insatisfechas y satisfechas. Abono con estiércol humano esa pastura
fértil, tal como hacían las aristocracias europeas del medioevo para que las
perdices no tuvieran mal gusto.
En
efecto, tod@s estamos prendidos fuego: Le@s homeless
y le@s policías, le@s jovencitas, le@s maduritas y maduritos, el personal de
salud (primero en la trinchera y que cae vuelta a vuelta en tierra de nadie.
Los pendeviejos como el que escribe y los que esperan la llegada del Mesías. El
nuevo mesías, queridos amigos, amados míos, es el Coronavirus. No lo digo yo,
lo declaman, junto a mí, presidentes y fascistas de toda ralea.
Al
caer las murallas de la Jericó cananea, sentimos tan cerca a la Muerte que
exprimimos la vida a fondo. El decaimiento de prohibiciones internas conduce al
hedonismo, el onanismo y, si me apuran, al istmo de Suez. La moral y las buenas
costumbres ya no sirven para contener a los “argentinos derechos y humanos”
(consigna de la dictadura genocida). La paja no es lo mismo que el trigo. La
ingenuidad extrema cae como anillo a dedo a los inescrupulosos, que aprovechan
la bolada para arriar sus manadas. “Propietarios del mundo, uníos” dice el
Manifiesto Comunista de 1848. ¿O era proletarios del mundo…?
Hoy,
paso frente a dos masculinos de la Policía de La Cuidad. Les deseo Feliz Año
Nuevo…2021. Uno de ellos me contesta: “¡Felisa, me muero!” Alude a un chiste de
circulación local, que cuenta que, un fin de año, estaban dos viejitos tarde en
la cama. El anciano le dice a su mujer “Felisa, me muero” “Pero viejo, cómo me
deseas Feliz Año Nuevo, si estamos acostados juntos aquí.” “Felisa, me muero”.
Y se murió nomás.
Lo
que antes del Ángel exterminador eran horribles pesadillas (incestos varios y
otras yerbas), hoy son agradables sueños, pues desapareció el elemento
culpógeno, y, con él, los remordimientos. De ahí, a llevar a la práctica esas
ansiedades, hay un corto paso. El incesto es una construcción cultural e
histórica (ver Emilio Durkheim- Las formas elementales de la vida religiosa)
donde devela que, en algunos grupos de bosquimanos el rito iniciático de los
varones, consistía en que…un tío los desvirgara.
Me
considero un escritor libre, como antes que yo, se autodenominó Curzio
Malaparte y, dos siglos antes, se comportó (en el manicomio, sin usar ese
concepto), el Marqués de Sade.
Es
tiempo de lavar la conciencia. De escarbar entre las ruinas, todas la acciones
y omisiones que hicieron de nosotros lo que somos. De “Esa precisa manera” nos
postramos ante el Juez Supremo que decidirá nuestro futuro próximo.
Nada
tengo, nada temo. Iré donde mi destino mande. ¿Prodigalidad? No, realismo
científico. Si Mario Bunge murió a los cien años en Montreal, este humilde
escriba aspira a no ser menos.
Miércoles 15 de abril de 2020
DANIEL EL
TRAVIESO
Mi vecino
Daniel es un personaje de aquellos y ya hablé de él en “Catarsis por el
coronavirus”, de modo que remito a ese relato. Vive solo y ya le regalé un
libro de teatro de Jean Paul Sartre. Sigo organizando la biblioteca y aparto,
para él, dos libros: Las elecciones internas en los partidos norteamericanos y
uno que se usa en la carrera de Antropología de la U.B.A. que se centra en la
historia de los indios ranqueles. Toco timbre y me observa por la mirilla. “Ah,
sos vos. Pasá.” Paso. Le entrego los libros y me pregunta ¿Porqué estás sin
barbijo? Los libros, que te agradezco, ¿no tendrán el bichito?”. Lo miro medio
en serio y medio en broma. Me caga a pedos “tenés que cuidarte, somos personas
de los grupos de riesgo”…“Yo agradezco tu amabilidad, pero me hice un barbijo
casero”. Me lo muestra. “Vos perdóname pero a vos te atiendo porque somos
vecinos, pero ahora tengo que desinfectar a los libros, la mesa, el picaporte
de la puerta, la botonera del ascensor y estoy aterrado, estoy cagado en las
patas.”…”Ya empecé a leer ese libro que me trajiste que ¿Cómo se llama?”…”Ah,
ahora me acuerdo, es de Sartre”…”Estoy tan abombado que se me olvidan las
cosas.” Le dije que yo no estoy preocupado y que ya vivimos lo suficiente y
valió la pena. “Cumplo tres cuartos de siglo el próximo 25 y me arrepiento de
muy pocas cosas. Afortunadamente salté de la depresión a la euforia y me lo
tomo con soda.” “Yo estoy histérico, realmente histérico. Nunca me pasó.”…”Te
pido mil disculpas porque sé que sos buena persona, pero no puedo controlarme.”
“No te aflijas, ya me voy”. “Repito que quiero que me disculpas, porque lo
tengo derecho a maltratarte, pero estoy histérico” Nos dimos los codos (la
forma correcta de saludar) y bajé a mi departamento a buscar las bolsas para
comprar comida. Fui al súper mercado y regresé con lo que necesitamos. Me meto
en la computadora y escribo cuentos. A la media hora suena el teléfono y es
Daniel. “Disculpame, pero estoy muy preocupado por la forma en que te traté
hace un rato cuando me trajiste los libros, no te o merecés. Tengo culpa por
que me comporté como un maleducado y nunca fui ni maleducado ni mal aprendido.”
“Bueno, yo no me ofendí y te comprendo.” “Pero yo quedé muy abatido y tenía que
llamarte.” “Ya te dije que no tenés que preocuparte porque considero que no me
ofendiste.” “¿Seguro que no lo tomaste a mal?” “Seguro, no tenés que
disculparte más, quédate tranquilo” “Me sacas un peso de encima, gracias.”
Colgué y
seguí escribiendo.
Miércoles 15 de abril de 2020
PÁNICO
Estoy redactando y suena el teléfono
fijo. Es Daniel. Con voz angustiada me confiesa que está al borde de un ataque
de pánico. “¿Porqué”? “Vos me mandaste un mail?” “Sí.” “Cuando lo abrí saltó un
mensaje de alerta que me advertía que yo nunca había recibido un mail tuyo. Me
asusté porque pensé en un hackeo y me sacan lo que tengo en mi caja de ahorros
en el banco.” “Pienso que debe saltar por sistema. Antes de éste, nunca te
mandé un mail” “Bueno, me tranquilizás, te pido disculpas por molestarte otra
vez” “No hay problema, no es molestia. A propósito, el mail que te mandé decía
Asamblea Ordinaria.” “Sí, pero nada más” “Bueno, eso es porque soy analfabeto
informático y estoy tratando de mandar a todo el consorcio, pues Bibiana me
redactó un escrito para consultarles sobre realizar la Asamblea en forma
virtual y, como no sé cómo hacerlo, pese a que Bibi incluye los mails de todos,
no me dí maña para incluir en el CC a todos. Tenemos tiempo. En la tarde voy a
intentarlo nuevamente.” “No sabés cuánto me tranquiliza oírte eso.” “Me crucé
con el administrador en el hall y le pregunté cuándo se concretará la asamblea.
Me contestó que cuando el gobierno lo autorice.” “Es un caradura, trata de
ganar tiempo porque tiene el culo sucio.” “Eso ya lo sabemos, nos toma por boludos,
pero se equivoca. Se le acabó la cuerda.” “El pelotudo es él, además de
chorro.”
Como conozco el paño y me divierte
charlar con un buen tipo, seguí conversando. “Si pudo venir hasta aquí a casa
de sus padres, bien podría aparecer para traer, al menos, el libro de actas.”
“Antes vivía a veinte cuadras de acá y podía venir caminando. Tengo entendido
que se mudó.” “Se mudó a Palermo Soho y tiene que rendir cuentas por el
ejercicio pasado.” “Vamos a hablar con la administradora que convocamos el otro
día y le preguntaremos que hacer en caso de que se retobe y no nos entregue el
libro. Opino que, si un administrador muere o se fuga con una amante dejando la
administración en banda, debe existir un procedimiento para subsanar el
problema.” “Seguro.” “Lo importante es que estamos en marcha y no nos va a
joder.” “El jueves fui a buscar una receta para un medicamento para los ataques
de pánico. Mi médico no atiende en el consultorio, pero me llegué a su casa y
me dio la receta. Este sinvergüenza nos quiere bicicletear.” “O teme que lo
mandemos preso.” “Veremos.” “Perdoname, te pido mil disculpas por molestarte,
pero me asustó lo del mail.” “En el fin de semana les mando el mail completo”
(Vaffanculo).”
Martes 14 de abril de 2020
TEATRO BARATO
Escenografía: La acción transcurre un
día hábil durante la tarde en CABA en abril de 2020. Iluminación acorde. Alto,
en la pared hay un cartel que indica que se está en la Calle Pichincha. Como
fondo, almacén de barrio. Tres personas, todas con barbijo, hacen cola en la
vereda. Se acerca una cuarta (de género masculino) y saluda a la última de la
fila (femenino de 50 años proxy). Él.- ¡Tanto tiempo sin verte!
Ella.- Desde la facultad.
Él.- Claro. ¿Qué es de tu vida?
Ella.- Me mudé la semana pasada, aquí
a la vuelta.
Él.- Es por eso que nunca nos
cruzamos.
Ella.-Yo me casé hace 12 años. ¿Vos
tenés pareja?
Él.- Sí. Hace 8. Tenemos dos hijos,
una nena de 12 y un varón de 10.¿Vos?
Ella.- Una señorita de 14. Paramos
ahí.
Él.- Siempre me acuerdo de vos.
Ella.- Yo también.
Él.- Con esto del Covid19, creo que
vamos a salir todos más rápidos.
Ella.- Y más limpitos.
Él.- Más ordenaditos con las cosas y
más despelotados en la cuca.
Élla.- Sí. Lavo y plancho mucha ropa.
La lavandina es la reina de la casa.
Él.- Tal cual.
Ella.- Supe que laburabas en TELAM.
Él.- La pasamos muy mal con el hijo
de puta de Avelluto.
Ella.- A mí me agarró en el AFCA. Nos
rajaron a todos. Una masacre estos años
de Macri.
Él.- Por suerte tenemos a GGG como
mariscal en Salud, y a los Fernández en el ejecutivo. Si llegaba a ganar Macri,
la Pandemia nos acuesta a todos.
Personajes secundarios intercambian
palabras: “No se puede estar sin tapabocas” “Estoy por fumar un cigarrillo”,
“No debe fumar, trae cáncer”.
Él.- ¿Sabés que Cristina se contagió?
Se enteró cuando volvió de Europa y se tuvo que comer la cuarentena. Ahora está
bien.
Ella.- Mis viejos murieron hace años.
Con poca diferencia.
Él.- Ley de la vida. Allá vamos.
Ella.- Sí.
Él.- Yo me divierto jodiendo en la
calle. Digo: “Sr. (o Sra.), se le cayó algo.” Mira para ver qué se le cayó. “Es
un coronavirus. Pero no se preocupe porque está muerto. Se ahogó con las
lluvias de la semana pasada.” El (la) aludido contesta: “Menos mal.” Y nos
cagamos de risa.
Ella.- La verdad que la pasamos bien
en la Facu. ¡Qué nochecitas!
Él.- Amanecidas dirás. Me decías
Duracell.
Ella.- ¡Éramos tan jóvenes!
Él.- El tiempo pasa…
Ella.- Así es, pasa.
Él.- Yo tengo un buen rato porque Ana
fue a visitar a la madre. La vieja tiene 83 y vive sola.
Ella.- ¡Qué casualidad! Luis está en
el trabajo. Es médico.
Él.- ¡Querés conocer las
instalaciones del telo del barrio?
Ella.- Bueno… pero por única vez.
Salen del almacén rumbo al Hotel
Alojamiento con las bolsas de las compras en la mano.
Viernes 17 de abril de 2020
LA
AMBULANCIA EN LA PUERTA
Habito en un edificio en Bartolomé
Mitre al 2000, rodeado de sanatorios y clínicas. Días atrás, saliendo de ese
lugar para hacer compras, me encontré con una desagradable sorpresa. Había una
ambulancia con la puerta lateral abierta, dos ambulancieros desinfectando el
interior y una médica en la puerta. Todos con barbijo, guantes y Tutti le fiocci [6]Me
dirigí a la facultativa y pregunté si era para algún paciente del inmueble. Me
tranquilizó (o mintió) diciendo que habían trasladado un apestado a un centro
de internación. Por su acento, inferí que era una hermana latinoamericana de
las que abundan en Buenos Aires porque existe la enseñanza universitaria es
gratuita de excelencia. Resultó boliviana. Baja, tez blanca con rasgos incaicos
y bonita. Aclaro lo del color de la piel porque las aimaras y quechuas son de
tez cobriza. Le conté que conocía parte de su país: La paz, Tiahuanaco,
Copacabana, el lago Titicaca (que cruzamos en luna de miel con mi primera esposa).
La travesía se hizo de noche, en un buque inglés que nos sirvió la cena con
cubertería de plata y pudimos gozar del amanecer arribando a Puno (Perú).
Íbamos a conocer Machu Pichu vía
Puno. Conocía todos esos lugares y era oriunda de Sucre. Me desasnó sobre que
Sucre es la capital político-administrativa del país, cuando todo el mundo
piensa que es La Paz. Sucre queda cerca de Santa Cruz de la Sierra, una de las
provincias que ensayaron la secesión durante la presidencia de Evo Morales. Los
separatistas desprecian a los cholos[7]
y se vanaglorian de su fenotipo blanco-español. Viene a cuento pues la médica
pertenecía a esa fracción. Le pregunté que pensaba de Evo Morales y Álvaro
García Lineras y me respondió que los odiaba, al primero por cocalero y al
segundo por comunista. Nadie es profeta en su tierra. Rumbo a La paz desde
Villazón, un universitario boliviano nos contó que presenció el ataque de
bandas fascistas de coyas a una dependencia del gobierno.
Odio de clase y odio de raza. Así
anda por la vida esa niña. Por lo respetuoso de mi abordaje, aceptó mis
conceptos y, finalizada la desinfección, subió al asiento delantero de la
ambulancia.
En el hall del edificio, llamé al
ascensor. Llegaba en ese momento la hija médica de Cristina, que vive sola y padece
esclerosis progresiva. Yo pensé, erróneamente, que era la paciente que venían a
buscar. Portaba un bolso con las compras para su madre. No le conté mi falsa
premonición porque era de mal gusto. Subimos a la máquina transportadora y nos
despedimos amablemente.
Sábado 18 de abril de 2020
SODOMA Y
GOMORRA
Adán y Eva. La muerte de
Abel a manos de Caín. La quema de balso ídolo de oro. El diluvio universal. El
arca de Noé. Las siete plagas de Egipto. Moisés cruzando el Desierto del Sinaí
llevando al pueblo judío a la Tierra Prometida, los incendios de la Torre de
Babel y la Biblioteca de Alejandría, el Talmud y Kabbaláh o Cábala judía. La
espera del nuevo Mesías (Antiguo Testamento). La resurrección de la carne, la
vida perdurable, amén (así sea). Los pecados capitales y los siete pecados
capitales. Los padres nuestros y las aves marías. San Agustín, San Francisco de
Asís, los Borgia, el celibato y el aborto. Esta no me la pierdo. El día del
Juicio Universal. Tomás Moro y Santo Tomás de Aquino. Eduardo VIII y la
República católica de Cromwell en Inglaterra. Las incontables aperturas del
cristianismo hacia agrupaciones protestantes. El Papa polaco Nazi. El Gheto de
Varsovia y las cámaras de gas. Juan Pablo II, el Papa asesinado que redactó la
encíclica Veratis Splendor y muchas
otras.
El Opus Dei y los templarios,
llamados también caballeros o soldados de La Santa Orden de Jesucristo (que aún
existen). Todos ellos respetando el Nuevo Testamento. La encíclica Rerum novarum de León XIII y Pio XI
(fuente de la doctrina Peronista). El Papa Francisco (asesor espiritual de
“Guardia de Hierro”[8]).
Bolsonaro y sus seguidores. El pastor Jones de Guyana, que murió y mandó morir
a 800 seguidores (incluyendo niños) que espicharon con una sonrisa en los
labios, seguros de ascender al paraíso. Trump, que apuesta por la recuperación
de la economía y se niega a reflotar el Obama Health Care[9]
mientras defiende a capa y espada la Sociedad Americana de Armas[10]. El
Opus en Argentina y los Templarios en México. El Pastor Jiménez y su venta de
alcohol en gel bendecido.
Hoy salí de mi departamento a pagar
las expensas en un cajero automático. Frente a mi casa hay un almacén ecológico
de cuyos dueños me hice amigo. Las regalé libros que me sobran y les compro
leche descremada de campo. En la vereda me barajó una homeless con una botella
de Licor de Huevo en la mano. Le di diez pesos y entré al local gritando
“Sodoma y Gomorra”. De a uno, fueron diciendo: “Eso no. Eso no puede ser.”, y
se cagaron de risa. Taimado, les dije: “¡A coger que se acaba y el mundo!”
señalando a la homeless que me estaba
esperando en la vereda. Para acentuar mi gesto hice un aro con mis dedos de la
mano izquierda y lo traspasé varias veces con el dedo índice de mi mano derecha.
Los chicos festejaron con carcajadas. Salí y le pregunté: “¿Vos estás
caliente?” Se acercó su pareja o amigo y me espetó: “Estamos todos prendidos
fuego. En Campana le partí la concha a un bombón que vive en la calle como
nosotros.” La señorita de marras me dijo: “Hoy cumplo años, 33, la edad de
Cristo.” Parecía de 60. “Quiero festejar con este licor mi cumple porque yo no
me drogo, tomo bebidas sanas.” Ese latiguillo lo escucho cada vez que me pongo
a charlar con algún homeless. El
varón portaba una campera de cuero que debe provocar envidia en Barrio Norte –
producto, seguramente, de algún choreo- y manoseaba a la novia.
Satisfecho con mi diablura, me
encaminé al Banco pensando que esta catástrofe culminará con el nacimiento de
“El hombre nuevo” del Che Guevara.
Domingo
21 de Abril de 2020
ASSPERA
Los sobrinos de Jorge Vibes, Gabriel y Julián
Barrett han recorrido muchos escenarios. Lo más popular que han hecho es
acompañar como músicos de la banda solista de Adrián Barilari, cantante de Rata
Blanca. Recorrieron varios países con su banda. El conjunto inicial fue
Lorihen, que, con los hermanos e integrantes diferentes, ofició como telonero
cuando Kiss tocó en el estadio de Vélez Sarfield en la capital argentina.
Visitaron, juntos o por separado la playa Ale
Ivanova en la Federación de Repúblicas Rusas y Helsinski, capital de Finlandia
(con Tarja Turunen). Con Asspera, tocaron en Argentina, México, Uruguay, Cuba,
Paraguay, Bolivia y Perú.
En 2019, entusiasmados con los éxitos logados, se animaron
a reservar el Luna Park (5.000 butacas) para el 18 de octubre de 2020. Con el
Choque de los planetas, quedaron colgados del pincel. La producción del recital
está a su cargo, de modo que, arriesgaban mucha plata. A principios de mayo,
los llamó el gerente del Luna y les comunicó que se posponía para 2021.
Transcribo dos de sus clásicos a continuación:




Lunes 22 de abril de 2020
FUENTES
LITERARIAS
Suelo
usar los libros como fuente para mis escritos. Se habrá comprobado respecto de
León Felipe, Pablo Neruda, Antonio Machado, etc. Tengo la suerte de contar con
ellos en mi biblioteca. Leo más de una novela a la vez. Una de las que consulto
en el inodoro es “Diario de un extranjero en París” de Curzio Malaparte[11]. Lo
conocí a través de “Kapput” y siempre compro algo más (hoy, por medio de
Mercado Libre).
Me
cuesta elegir qué incluir en este artículo. Finalmente, me decido y trascribo
dos párrafos del “Diario…”:
“En general,
los hombres mueren por sí mismos. Tengo cierta experiencia de cómo y porqué
mueren los hombres. En el fondo de la muerte de un hombre en una revolución o
una guerra hay siempre un pequeño ʽYoʼ, un pequeño miedo o una pequeña vanidad.
No se muere más que por una fe propia y por la propia cruz. No se muere más que
por uno mismo…El amor patrio, la fe revolucionaria, el altruismo, todo está
bien, todo eso existe, aunque en menor medida. Pero existe también la
disciplina, el código militar, el espíritu de emulación, el amor propio, la
vanidad, el afán de gloria y el valor. El valor desempeña un gran papel en la
muerte de un hombre que cree sacrificarse por los demás. El deseo de mostrase a
los demás y a sí mismo que se tiene valor y al mismo tiempo el instinto ciego
del valor, esa fuerza ciega, instintiva, irresistible, que nos empuja al
frente, hacia la muerte, y que es el valor”.
Me permito ser iconoclasta y afirmar
que esas palabras, no pueden salir de otra boca que no sea de la de un heredero
del Dante, Boccaccio y Petrarca. De un italiano valiente y orgulloso, que, en
su juventud, adhirió primero al fascismo, fue preso a una isla como preso
político, por cinco años, pues se atrevió a criticar a Mussolini, y que, luego
de cumplir la condena, fue a Francia para juntarse con los antifascistas. Que,
cuando el gobierno del Duce entró en guerra, regresó a su país y, con el grado
de capitán del ejército italiano, trabajó como corresponsal de guerra en el
frente oriental. Los dos párrafos
citados nos muestran, además, a un consumado poeta que no teme a las
reiteraciones cuando están al servicio del verso. Un hombre que conoció a toda
la nobleza italiana y al Conde Ciano en la República de Saló. Así como al General Patton, jefe de la ocupación
norteamericana en Italia. Que sobrevivió a la catástrofe y sus lacras, pero
contó sus andanzas maravillosamente. A medida que lo leo, asisto a las
reflexiones de un ser profundamente escéptico, y, por ello, dotado de un
profundo humanismo. Un anarquista en el buen sentido de ese concepto.
He escrito, reiteradamente, que
pienso que la humanidad está en guerra contra el Covid19. En esta contienda se
observan todas las conductas típicas de las guerras. Cuando salgo de compras
(limitadas a lo posible), descubro situaciones impensadas. El otro día voy fumando
por Ayacucho con el barbijo en el cuello, y una señora de mi edad, con el
tapabocas puesto me dice: “Tiene que dejar el cigarrillo.” “Mire, le agradezco,
pero el sábado cumplo 75 y estoy amortizado.” “¿Setenta y cinco? Yo tengo 78 y
me cuido.”
“Estoy persuadido”[12] de
que la epidemia aporta varias delicatessen:
nos da oportunidad, a los vivos, de ser protagonistas de un episodio nunca
visto o vivido por los seres humanos; disciplina a los pueblos latinos;
beneficia a las economías emergentes (antes llamadas subdesarrolladas) y
promueve la autenticidad -y su socia inseparable- la sinceridad, en muchas
gentes que previamente no las practicaban. Hechos que demuestran,
palpablemente, que la naturaleza es sabia. Morirán digo (y, no moriré) porque
merezco que la Peste me posibilite continuar escribiendo sobre ella. Apelo a su
vanidad.
Si bien a contrapelo,
refuerza notablemente nuestras obsesiones. En lo que respecta a mi hogar, yo,
que siempre fui obse, multiplico la atención a los detalles más insignificantes
al punto que respeto todas las órdenes que recibo de mi esposa. La Bruja, que
siempre fue una encantadora desbolada, se convirtió en una soberana y
encantadora hincha pelotas. El que escribe oscila entre zapatear en el trapo
con lavandina que colocamos en la puerta del departamento a salir sin barbijo a
la calle. Hablo constantemente (nada nuevo) con cuánta persona tenga la mala
suerte de compartir la fila conmigo en alguna farmacia o negocio de venta de
alimentos. Mi “adorable tormento”, que A.C19. (antes del Covid19) dormía lo
justo, ahora no baja de las catorce horas. Yo, que salo de una depresión de dos
años, no alcanzo a apolillar cinco horas. Llevo mi libretita de apuntes a la
mesita de luz, y cuando me asalta una idea, prendo el velador y la anoto para
no tener que exigir a mi memoria al día siguiente.
Escribo mirando tele. Subo la estufa.
Tengo calor. Bajo la estufa. Tipeo mirando “La Repregunta” en La Nación+, donde
entrevistan a Juan Gravois. Mientras escribo, escucho las preguntas que hace
Luciana Vázquez a un biólogo estadounidense en inglés. Como es mi segunda
lengua, no preciso desatender la laptop. Subo la estufa. Bajo la estufa. Trato
de recordar algo que me dijo mi mujer. Ah, sí, cuando me irrita y le canto
“Maja”, ella me tira con un “Pues que eres chulo, Majo.”
Mi “duele, pero me gusta” procede
como colimba[13]
todo el día. Actúa como si su lavarropas fuera un piano de cola y mete
constantemente pilchas,
EL
CINTO EN LA PUERTA
Reconozco que soy un poco
ácido. Mediatarde en Bartolomé Mitre al 2000. Regreso de Banco Nación de
arreglar un asunto. Trato de abrir la puerta. Sale mi vecino Santiago. Le
pregunto porqué carajo deja un cinturón en el pasillo junto a sus pertenencias
que invaden mi espacio. Sale mi esposa a dejar la basura. El invasor me dice
que ellos dejan toda su ropa fuera. ¿Hasta cuándo? Hasta que termine la
cuarentena. Revisa la luz vigía de su puerta y amaga a entrar. Se ve a María de
las Mercedes detrás de su marido. Le digo que pensaba que ella había colocado
el cinturón sobre el caballete porque Santiago la fajaba. Se caga de risa. “No,
para nada, nos llevamos bastante bien” dice Santiago. Yo declaro ante el
abogado que nosotros también y que, si escuchan gritos de cuando en cuando, son
míos para la madre de mi mujer que porta 84 pirulos mal llevados.
Mi “es lo que me tocó” para la oreja porque
sabe que lo estoy gastando. “Le grito porque no entiende nada de nada y
queremos saber si permanece viva o espichó”. Ma. de las Me. ríe ante mi humor negro.
Mi esposa pone cara de culo porque cuento intimidades. Santi cierra la puerta y
este sátiro le grita: “Departamentito de dos ambientes en Villa Crespo. No es
mucho, pero ayuda.” Ma. de las Me,
detrás de su vago y mal entretenido dice: “¿Qué humor negro?”
Miércoles 23 de abril de 2020
3 PADRENUESTROS Y 5 AVEMARÍAS
En una novela que
estaba escribiendo, uno de los personajes me condujo a investigar el tema de la
pedofilia en la iglesia Católica Apostólica Romana de Argentina. Creyente o no,
difícilmente haya una persona adulta a la que no le llame la atención la
respuesta que ha dado esa institución al abuso de menores. En el occidente
católico esa conducta es considerada delito, entre los musulmanes de ciertas
zonas, es aceptado, incluso como rito iniciánico de ingreso a la adultez, como
en algunos pueblos primitivos de Oceanía. Es raro que se practique en
comunidades protestantes. Durkheim ha demostrado en "Formas elementales de
la vida religiosa" (como Freud) que los tótems y tabúes son relativos (en
relación con) al grupo humano que se observe. Las religiones mismas, se
presentan a sí mismas como productos de la deidad, pero se puede verificar con
facilidad su comienzo en el tiempo. Son temporales y, por tanto, alguna vez
morirán.
Hace un rato vi
en La trama del Poder (canal La Nación +) el reiterado capítulo del abuso de
poder en el terreno sexual. Digo reiterado porque lo pasan a cada rato. Para mí
fue una suerte porque no había podido verlo antes. El entrevistado se llama
Sebastián Cuattrona y fue abusado por un cura en el colegio marianista de
Caballito cuando era menor de edad. A raíz de mi investigación me desayuné de
que en el Derecho Penal Vaticano (Código Canónico) no es delito (pecado) el
abuso a niños. Los curas, como los militares, no son juzgados por la
Justicia normal sino por la propia. En el Código Canónico no hay un sólo
artículo que pene ese proceder. Me pregunté porqué y, asociando fragmentos,
concluí que: el hombre (Adán) es tentado por el diablo transformado en manzana
y rechaza el ofrecimiento. Pero la mujer (Eva) no pudo contenerse y mordió el
fruto prohibido del Jardín del Edén.
De allí la
diferencia que hacen entre sexos. Hombre inocente y mujer pecadora, con la
excepción de la Inmaculada Virgen María, sin pecado concebida. El dedo acusador
de la Iglesia condena a la mujer y absuelve al hombre. Siglos de discusiones
políticas bajo la forma teológica para llegar a una síntesis aún vigente. No es
pecado el sexo entre hombres. De ahí la demonización de la puta y el ninguneo
de María Magdalena, mencionada, tanto en el Nuevo Testamento como en varios
evangelios apócrifos, como una distinguida discípula de Jesús de Nazaret. Bocatto di Cardinale [30]para las/os feministas.
Le entro a esto
por las manifestaciones millonarias que acompañaron la media sanción de la Ley
de aborto legal, seguro y gratuito en Diputados. En el programa citado
Cuattrone, bastante ayudado por la periodista (que, como a todo invitado
central en todos los canales) le pasó las preguntas previamente. El abusado
contó su historia y el cómo su abusador terminó 8 o 9 años preso. Contó también
que, allá por los comienzos del S.XXI (el hecho había sucedido en 1994) él y un
amigo suyo se animaron a denunciar. Que las autoridades del colegio, que los
obispados, que el arzobispado de Buenos Aires, nadie negaba el abuso. El Rector
de la Universidad del Salvador (Jesuitas) Jorge Bergoglio, a poco de asumir
como tal, rajó a los sacerdotes pertenecientes a la Corriente interna Curas del
Tercer Mundo de la USAL. En sus tiempos mozos el tal Jorge supo ser guía
espiritual de Guardia de Hierro (think
tank del peronismo de derecha).
Acá entra El
diablo y Dios, famosa pieza de Jean Paul Sartre. En esos tiempos, Monseñor
Bergoglio y Néstor y Cristina se profesaban mutua antipatía. Cristina dejó de
asistir al Tedeum del 25 de mayo en la Plaza y lo celebraba en provincias.
Cuando Bergoglio llego al papado como Francisco, los actores de la zaga
cambiaron de roles. De enemigos íntimos pasaron a ser, al menos, cordiales
amigos. Razones: CFK es católica y Francisco orienta a uno de los movimientos
sociales más importantes, el dirigido por Juan Gravois (hijo de Roberto
"Pajarito" Gravois, notable dirigente del peronismo setentista).
Ahora Francisco
es, para la derecha, el Papa piquetero, el golpista, y le pegan con cuanto
tienen a mano. No es una labor fácil, porque el jefe del Vaticano deja en
Argentina a compañeros. La Conferencia Episcopal Argentina eligió en noviembre
sus autoridades para el trienio 2017-2020. Mario Poli (Buenos Aires) como
único cardenal activo y primado argentino. El que le dijo algunas verdades al
oído a Macri en el Tedéum próximo pasado. En La Plata, el renunciado y
fallecido este año Monseñor Aguer es sucedido por Monseñor Víctor Manuel
Fernández, "soldado" del Papa Francisco. Es notorio que Francisco
tiene preferencias por CFK y animadversión por MM. Política y religión en
tiempos de crisis.
Como corolario
diré que la política está omnipresente en nuestras vidas. En la sociedad obvio.
En la familia: padres empoderados e hijos obedientes. Padre mandón y madre
fregona, etc. Es decir que todos somos objetos y sujetos de la política. Los
autodenominados apolíticos son, por omisión, tan políticos como los militantes.
Voten o no, sean ciudadanos o extranjeros radicados, están igualmente inmersos
en la "caca" de la política. La sociedad argentina actual está tan altamente
politizada por fuerza de las circunstancias. Compañeros y derechistas de
niveles de conciencia desiguales. Jóvenes, maduros y viejos, todos en la misma
olla. Bienvenidos sean estos tiempos "turbulentos".
P.D. ¿Sabés qué?
La inmensa mayoría de los setentistas no bailabamos tango y yo escribo esto
escuchando la emisora 2x4 (compás del tango).
Viernes 24 de Abril de 2020
Noche
previa al cumpleaños del autor. No puede conciliar el sueño pensando en los
regalos que va a recibir. Se duerme a la cinco de la mañana.
PASILLO
DEL SEMIPISO
Comparto, junto a mi
mujer, el pasillo de los ascensores del edificio. Mis vecinos son Marta y
Ricardo. Famosos, para todos los consorcistas (que escuchan por el aire y luz)
por los alaridos que Ricardo lanzaba cuando le venía el gusto[28]. Es abogado y
se pasa el día tirado en la cama porque en CABA no puede ejercer su profesión.
Solía importunarnos con el ruido del taladro en la pared medianera a horas
inapropiadas, mas, con “El Atacante Traicionero”, debe haber caído en una
depresión que le impide salir de la catrera. Marta cuenta con secundario
aprobado, pero compensa esa falencia con cursos de teatro, pintura y dibujo.
Tienen una hija que estudia medicina en la UBA. El hogar se mantiene gracias a
los ingresos de Marta, producto de la renta de muchas hectáreas de soja que
heredó de sus antepasados. El aporte de Ricardo, exiguo ya antes de la
Pandemia, pasó a ser Cero porque no atiende el buffet donde labura.
Los tres son macristas de
paladar negro. En cierto momento sospeché que el cartel del Gobierno de la
Cuidad instando a cuidarnos, lo había pegado Ricardo, pero el encargado me
contó que debían ser, Carlitos, el administrador, o, su madre también macrista.
La brecha argentina y mundial se expresa con plenitud en este edificio. Los hay
que tuvieron padre preso en épocas de Perón. Por “contrera” (del Partido
Radical); los que lo son por considerarse de gente bien y seguir a la manada,
una católica fundamentalista, los que han pertenecido al radicalismo desde
siempre y los que no se sabe muy bien porqué. O, mejor dicho, ni ellos lo
saben, pero les parece que ser Nacional y Popular es mersa. En el otro polo,
estamos mi esposa y yo (marxistas kirchneristas), la viuda de un subsecretario
de DD.HH. en el gobierno de Néstor Kirchner, un comerciante y su esposa, el
matrimonio de una contadora y un psicólogo, el encargado y sus dos hijos.
En relación con el
pasillo, ya que me fui por la tangente, marcaré que, al comienzo de la Peste,
mis vecinos avanzaron a marcha lenta pero segura como el General Alais[29]. Al comienzo
no dejaron nada en el pasillo común. Posteriormente, fueron agregando
elementos: un taburete, zócalos y un riel de cortinas. A medida que se extendía
la cuarentena, sumaron más chucherías. Primero el calzado, después las bosas de
compras y la cartera de Marta. Días después enriquecieron ese patrimonio con un
sweater (por si refresca) y, por último, un changuito. Ayer sentí la tentación
de esconderles el chango, pero no sabía dónde ponerlo. De hacerlo,
comprometería a algún cumpa o a un “contrera” que se comería el garrón sin
comerla ni beberla. Hoy se me ocurrió otra maldad: el lugar de ir a Coto con
nuestro changuito, usar el de ellos. Claro que no tengo seguridad de que lo
advirtieran antes de mi regreso. Decidí prohibirme ese gustazo.
Noche
previa al cumpleaños del autor. No puede conciliar el sueño pensando en los
regalos que va a recibir. Se duerme a la cinco de la mañana.
SODOMA
Y GOMORRA
Adán y Eva. La muerte de
Abel a manos de Caín. La quema de balso ídolo de oro. El diluvio universal. El
arca de Noé. Las siete plagas de Egipto. Moisés cruzando el Desierto del Sinaí
llevando al pueblo judío a la Tierra Prometida, los incendios de la Torre de
Babel y la Biblioteca de Alejandría, el Talmud y Kabbaláh o Cábala judía. La
espera del nuevo Mesías (Antiguo Testamento). La resurrección de la carne, la
vida perdurable, amén (así sea). Los pecados capitales y los siete pecados
capitales. Los padres nuestros y las aves marías. San Agustín, San
Francisco de Asís, los Borgia, el celibato y el aborto. Esta no me la pierdo.
El día del Juicio Universal. Tomás Moro y Santo Tomás de Aquino. Eduardo VIII y
la República católica de Cromwell en Inglaterra. Las incontables aperturas del
cristianismo hacia agrupaciones protestantes. El Papa polaco Nazi. El Gheto de
Varsovia y las cámaras de gas. Juan Pablo II, el Papa asesinado que redactó la
encíclica Veratis Splendor y muchas otras.
El Opus Dei y los
templarios, llamados también caballeros o soldados de La Santa Orden de
Jesucristo (que aún existen). Todos ellos respetando el Nuevo Testamento. La
encíclica Rerum novarum de León XIII y Pio XI (fuente de la doctrina
Peronista). El Papa Francisco (asesor espiritual de “Guardia de Hierro”[18]). Bolsonaro y
sus seguidores. El pastor Jones de Guyana, que murió y mandó morir a 800
seguidores (incluyendo niños) que espicharon con una sonrisa en los labios,
seguros de ascender al paraíso. Trump, que apuesta por la recuperación de la
economía y se niega a reflotar el Obama Health Care[19] mientras
defiende a capa y espada la Sociedad Americana de Armas[20]. El Opus en
Argentina y los Templarios en México. El Pastor Jiménez y su venta de alcohol
en gel bendecido.
Hoy salí de mi
departamento a pagar las expensas en un cajero automático. Frente a mi casa hay
un almacén ecológico de cuyos dueños me hice amigo. Las regalé libros que me
sobran y les compro leche descremada de campo. En la vereda me barajó una
homeless con una botella de Licor de Huevo en la mano. Le di diez pesos y entré
al local gritando “Sodoma y Gomorra”. De a uno, fueron diciendo: “Eso no. Eso
no puede ser.”, y se cagaron de risa. Taimado, les dije: “¡A coger que se acaba
y el mundo!” señalando a la homeless que
me estaba esperando en la vereda. Para acentuar mi gesto hice un aro con mis
dedos de la mano izquierda y lo traspasé varias veces con el dedo índice de mi
mano derecha. Los chicos festejaron con carcajadas. Salí y le pregunté: “¿Vos
estás caliente?” Se acercó su pareja o amigo y me espetó: “Estamos todos
prendidos fuego. En Campana le partí la concha a un bombón que vive en la calle
como nosotros.” La señorita de marras me dijo: “Hoy cumplo años, 33, la edad de
Cristo.” Parecía de 60. “Quiero festejar con este licor mi cumple porque yo no
me drogo, tomo bebidas sanas.” Ese latiguillo lo escucho cada vez que me pongo
a charlar con algún homeless. El
varón portaba una campera de cuero que debe provocar envidia en Barrio Norte –
producto, seguramente, de algún choreo- y manoseaba a la novia.
Satisfecho con mi
diablura, me encaminé al Banco pensando que esta catástrofe culminará con el
nacimiento de “El hombre nuevo” del Ché Guevara.
Onomástico del nativo
Jorge Vibes. Se despierta a las diez de la mañana pensando en los regalos.
ODA A LA ESFERA ROJA CON
ANTENITAS
El que tipea estas líneas medio graciosas y a menudo trágicas, se
representa al Covid19 de acuerdo a lo que los productores de televisión
muestran a los telespectadores de Argentina. De allí que titule con esa
metáfora esta entrega.
Debo admitir que la pandemia deber ser reconocida como
corresponde. En su defensa, allá voy.
Cuando estoy mirando algo interesante, como el video de Bartolomeu
Payeras, el biólogo catalán en Youtube y
deseo que finalice (repito que me fascina) para poder abrir otro de la
entrevista al Pepe Mujica, que resulta complementario al anterior desde otro
tipo de sabiduría.
Hasta los que viven en la calle andan con sus mejores pilchas
encima como si a la Guadaña le interesara nuestro look. Especialmente los
viejos y viejas, aunque estén en ruinas física y espiritualmente. La higiene
personal es cuidada hasta los roñosos consuetudinarios y el maquillaje de las
mujeres es del que usarían para concurrir a un evento importante. Gracias a los
barbijos nos habituamos a comunicarnos por señas y usar el Oficio Mudo como
cuando éramos niños.
Olvidamos al Fiscal Nisman y al falso ingeniero Juan Carlos Blumberg,
que, en su momento, reunieron multitudes de apoyo en Buenos Aires. Hasta la
voladura de la embajada de Israel y la AMIA dejaron de ocupar lugar en nuestros
cerebros y los de los comunicadores de Mass
Media. Pasamos a archivo los brulotes del exministro de Trabajo
Jorge Triaca hijo y la exvicepresidenta Gabriela Michelli (ambos en sillas de
ruedas) debido a la vertiginosidad de las noticias locales e internacionales.
Releemos toda la gama de libros clásicos y publicaciones. Desde La
Divina Comedia hasta la Revista Barcelona que titula en tapa: “La pandemia entra en una nueva fase CAGAZO
TOTAL.
Los "cuervos"[1] se guardan de concurrir a los sanatorios y
hospitales porque son núcleos de contagio masivo.
Salgo a la calle cuando es imprescindible, pero en cada salida
vuelvo con jugosas anécdotas para reflejar en el papel cuando consiga una
imprenta que los publique.
Ante el temor a lo postergable pero inevitable, algunos pasamos a
restarle importancia al dinero y lo gastamos sin culpa ni control. Otros
incrementan su avaricia y calculan hasta el gasto más insignificante.
Los homeless enriquecen
su vocabulario y hablan como especialistas debido a su contacto televisivo con
opinadores de distinta factura.
Todos estamos al día de los infectados, muertos y recuperados en
nuestro país y el mundo de modo tal que ya somos estadísticos consumados,
prestos a interpretar los números publicados minuto a minuto.
Si bien siempre fuimos jueces de los políticos de todas las
naciones, hoy acusamos y juzgamos, en un sentido u otro, a los que están en
escena en cada lado.
El “animal”[2] se ensaña con enfermos próximos al Más
Allá o que padecen patologías incurables, con el consiguiente ahorro para el
Estado y sus familiares.
Los escolares de primaria en España aprueban los niveles
automáticamente y, como la necesidad tiene cara de hereje, se agudizan las
imaginaciones más fértiles tales como usar ataúdes de cartón o bolsas plásticas
de residuos para los difuntos (el Ecuador de Lenin Moreno).
La “bestia” es invisible, silenciosa y ataca de traición, evitando
a niños, permitiendo la sobrevida de jóvenes sin enfermedades previas aún
cuando hayan sido infectados.
Los animales no domésticos se animan a tomar sol en hábitats que
hasta ahora les estaban vedados (lobos marinos en el puerto de Mar del Plata,
etc.).
El agujero de la capa de Ozono se achica porque disminuyen los
gases tóxicos que provocan el efecto invernadero.
Desaparecen los apoyadores (hombres que aprovechaban los
colectivos repletos para pegarse al culo de alguna mujer y excitarse.
Los punguistas y los arrebatadores no tienen lugar para ejercer su
oficio en el transporte público.
Los policías, salvo raras excepciones, tratan bien a la
ciudadanía. Ayudan a cruzar la calle a los cieguitos y dejan de percibir
externalidades.
Es seguro que aumentarán los embarazos por efecto de la cuarentena
y disminuirán los abortos clandestinos. Sólo por estas dos causas, las
consecuencias demográficas serán sin duda, positivas. Vaticino un nuevo “Baby
boom” para los próximos tiempos. Es decir, dentro de la transición del CV, y la
post transición. El ¡A coger que se acaba el mundo! Incide no sólo en los
nacimientos sino, también, en los abortos (clandestinos y no clandestinos).
Podría extenderme mucho más, pero espero que los argumentos
expuestos sean suficientes para convencer a muchos de que el Covid19 no es tan
malo como lo pintan.
En lo personal, solía somatizar en el aparato digestivo. Parece
que el chucho por el “Maldito” me cambió el metabolismo y morfo chocolate,
fritangas y chupo “Fernandos”[3].
Me castigo con flanes, almendras y alfajores. Ninguna de las comidas que antes
me caían mal lo hacen ahora.
[1] Seres
despreciables que concurren a hospitales para convencer a familiares de
difuntos para que contraten funerarias y/o abogados en caso de accidentes de
tránsito fatales.
[2] Así llama el
gobernador de California al Covid19.
[3] Mezcla de Fernet
con coca cola. Trago inventado por los cordobeses.
Día posterior al
onomástico del nativo Jorge Vibes. No recibió ningún regalo porque sus amigos y
parientes están en cuarentena.
¡Snif!
HIPERKINESIAS
Mañana de lunes 20 de
abril de 2020. Me encuentro frente a mi Laptop en la mesa del comedor. A mano
tengo: la jarra de agua; mis antidepresivos; mi anticoagulante (Aspirinetas);
mi pastilla para el colesterol, el mío relajante; el salero que olvidamos en la
mesa anoche, cigarrillos y encendedor, cenicero, celular y su lápiz, un frasco
con un preparado para aumentar las defensas, la libretita donde apunto ideas
para escribir, diversos papeles de diferente tamaño con anotaciones de códigos,
claves, direcciones de e-mail que me pasaron y, en el apuro, decidí registrar
así, el trapito absorbente que traje de Italia, birome y mi soplamocos.
Mientras tecleo, estoy
escuchando el noticiero en la tele, que miro de cuando en vez si oigo algo que
me llame la atención. Detrás mío está la radio CD a pilas que utilizo cuando me
voy a trabajar a otro ambiente. Los controles de la tele y el equipo principal
de audio; varios Pen Drives; la zapatilla donde conecto todos esos aparatos y
un velador de mesa para iluminar las cajitas de tarjetas personales y
comerciales; un tubo con lápices y lapiceras; uno de los routers y el teléfono inalámbrico. En
una mesita ratona a mi derecha, tengo una pipa; una tijera de costura; un
pequeño cepillo de los que se usan para limpiar las lentes en fotografía;
prensa papeles y mi servilleta. Este conjunto se completa, dignamente, con mi
vaso irrompible francés.
El agente infeccioso que
sufrimos me obliga a exagerar todos los mecanismos habituales con precisión de
pájaro carpintero.
Leo en el inodoro
mientras hago popó. Actualmente, disfruto “Diario de un extranjero en París” de
Curzio Malaparte, uno de mis literatos de cabecera. Tengo en barbecho cuatro
más.
Mi reto actual consiste
en equivocarme lo menos posible en mis acciones. Suelo derramar bebidas sobre
el mantel, volcar botellas de vino, tropezar con el cable de alimentación de la
computadora y tratar de reducir la tasa de más torpezas.
Escribo. Bebo agua o vino
según la hora. Ingiero las substancias psicoactivas que me prescribió el
terracero[21]. Hago zapping
con la tele. Escucho música de la radio o algún CD. Controlo el tembleque de
origen incierto (medicamentos o stress). Apago el aparato de música y enciendo
la tele. Apago la tele y camino un rato por el departamento. Voy regularmente
al baño para ducharme o hacer chucherías. Limpio la ceniza con el trapito.
Anoto alguna idea en la libretita para que no se escape. Atiendo el teléfono
fijo. Sigo escribiendo. Hablo por Whatsapp desde mi
celular. Abro las distintas aplicaciones de mis artefactos. Respondeo mensajes
y pondero videítos que me gustaron. Mando y recibo e-mails. Procuro controlar el
tabaco (20 cigarrillos y 3 pipas al día). Me peleo con la compu cuando no sé
cómo hacer algo. Llamo a amigos por teléfono fijo o celular. Registro
cuestiones en el calendario del celular. Consulto a uno de mis sobrinos o al
Coach informático para salir de algún brete. Atiendo mi celular otra vez. Quito
sonido de la tele. Para ejercitar la musculatura, voy a la
biblioteca-videoteca-pinacoteca-taller para ordenar los títulos o utilizar
alguna herramienta para componer algo roto. Tiro ropa al lavarropas. Me preparo
el desayuno cuando mi mujer duerme. Acreciento mis obsesiones. Bebo alguna
infusión, una cerveza Stella Artois o un fernet con cola. Mastico almendras,
alfajores, vigilantes[22], galletitas
dulces o saladas. Me mando la chocolatada de la tarde, ordeno las tarjetas de
crédito y débito junto al carnet de la Obra Social. Consulto el calendario del
celular. Llamo a mis hijos por Whatsapp.
Comento con mi esposa las nuevas manías y mis sueños de la noche anterior.
Regreso a la escritura.
Así de simple.
Día posterior al
onomástico del nativo Jorge Vibes. Día posterior al onomástico del nativo Jorge Vibes. No recibió
ningún regalo porque sus amigos y parientes están en cuarentena.
¡Snif
ANSIEDADES
Armando Manzanero primero, el Trío los Panchos y Cristian Castro
después, cantaban un bolero llamado “Ansiedad”, con un estribillo que rezaba
así:
Ansiedad,
Ansiedad de tenerte
en mis brazos,
y besarte en la boca
otra vez…
El que redacta este pedido de auxilio, tiene una ansiedad
permanente que lo lleva a gritar: “Yo me quiero ir con mi mamá.” Tengo casi 75
e, inconscientemente, clamo por la teta. De vivir mi madre, tendría los pechos
secos y no podría satisfacer mi deseo. La Pandemia es una mezcla de films y
series de ciencia ficción: Flash
Gordon, Encuentros cercanos del
tercer tipo, Alien; 2001 la odisea
del espacio, Blood Runner; V invasión extraterrestre; Corazón Valiente y
Outlander. Los protagonistas de esta serie tienen la capacidad de
viajar en el tiempo y yo querría transportarme a la Edad Media, a tiempos de
Luis Vives, filósofo y catedrático de la Universidad de Salamanca. Mi apellido
de heráldica es Vives, pero a mi padre lo anotaron mal y nació un nuevo second name[1]. Mi progenitor nunca lo cambió, tampoco yo, ni mis hijos, y por
lo tanto mis nietos, que -en el caso de los varones-, seguirán firmando Vibes.
Mi ansiedad está lejos de querer besar en los labios al Maledetto
Virus. Más bien, trato de mantenerlo a distancia. No quiero abrazarlo ni tener
que ver nada con él. Prefiero zafar de la pálida y esperar la guadaña mucho más
adelante. El “chantavirus” tiene también sus ventajas: más de una jovencita,
convencida de que La Muerte puede golpear a su puerta en cualquier momento,
piensa en probar alguna experiencia novedosa. Lo que significa, en buen
romance, que no tendría inconvenientes en curtirse algún viejardo inteligente.
En el día de hoy, concurrí al Coto más cercano a mi casa. A una cajera amiga,
que estaba conversando con una colega le espeté: “Cuando finalice… esto del
Coronavius19, ¿Tendrían inconveniente en que salgamos los tres?” Sonrieron
pícaramente.
Mis ansiedades me hacen comer, fumar, beber y escribir en la
laptop al mismo tiempo. Cuando me pongo loco por el Windows 10 que no
alcanzo a dominar (la computadora en sí misma es generadora de ansiedad. Olvido
las cosas que pensaba hacer, el celular, la lista de las compras, el dinero y
las tarjetas de débito y crédito. En uno de los bancos, en el que cobro la
jubilación, saqué el dinero y me fui dejando la tarjeta en el cajero
automático. En la carnicería donde compro de a 2 lomos enteros, me hicieron
cumplir con la cola y entrar con barbijo puesto. La cajera se esconde detrás de
un plástico y con su barbijo, impide que vea su linda sonrisa. Se lo dije y no
me dio bola. Siguió tecleando su celular hasta que salió el ticket y me pudo
dar el paquete por una rendija.
SUCESOS ARGENTINOS
Los
que peinamos canas, o vimos que el viento se llevó los pelos, estamos en
condiciones de burlarnos del Covid19. Disculpas si te abrumo, lector, pero la
ansiedad potencia mi memoria:
“La
guerra de los mundos” es un episodio radial de la CBS (“The Mercury Theatre on the Air”), dirigida y trasmitida por Orson
Welles. Cuando salió al aire en 1938, se suicidaron cientos de estadounidenses
que creyeron que era verdad.
En
buenos Aires, todos somos Hannibal Dexter,
por los barbijos que portamos. Estuve a punto de preguntar a un Police de Buenos Aires City, que portaba
barbijo color verde, si era pro aborto. Retrocedí en mi idea loca, por las
dudas.
En
Chile, cuando los tiempos de Allende, hubo un grupo armado, Vanguardia Obrera
Proletaria (VOP), fracción del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que
postulaba que los ladrones y asesinos que pueblan las cárceles, eran
proletarios valientes que se revelaban contra el sistema.
El
cinematógrafo está plagado de filmes asociables: Highlander, Calígula, Hace un año en Marienbad, Odisea, la
aventura del Espacio, Teorema, Germania, anno zero, Metrópolis, Brasil,
Apocalipsis Now, Lo que el viento se llevó, Alphaville, La guerra ha terminado,
Outlander, Los cuentos de Boccaccio, Hiroshima mon amour, etc.
En
la novelística clásica, comenzando por La Odisea (del Homero inédito), todo
Platón y el inefable Aristóteles, San Agustín y Santo Tomás de Aquino, Thomas
Hobbes, Macchiavello, etc., nos rememora a Opus
Nigrum, (Margerite Youcenar), La guerra de los mundos (D.H.Wells), Kapputt
(Curzio Malaparte) y todas las obras en que se basaron las películas
asociadas.
El
género de la historieta no se queda atrás: El
Eternauta, Sherlock Time y todas las viñetas de Ciencia Ficción que abordan las
catástrofes, etc.
Entre
los grandes políticos tenemos, entre muchos otros, a Marx y Engels, Durkheim y
Weber, Winston Churchill (sangre, sudor y lágrimas), Franklin Delano Roosevelt
(New Deal), los Castro cubanos, el León herbívoro argentino (Perón), Néstor,
Cristina y Alberto, Correa, Evo, el Pepe Mujica y este humilde escriba.
Las féminas feministas revolucionarias del
S.XX, dejaron grandes recuerdos, saco de la manga dos ases: Dolores Ibárruri
(La Pasionaria) y Eva Perón -que, por otra parte, fueron contemporáneas-. Los
reyes del mazo serían: Cristina Fernández de Kirchner y Lucía Topolansky
(esposa del Pepe Mujica). En el mazo hay cuatro reinas: Rosario Murillo (esposa
de Daniel Ortega), Delcy Rodríguez (vicepresidenta de Venezuela), Michelle
Bachelet (ex presidenta de Chile y actual Alta Comisionada para los Derechos
Humanos de la Secretaría General de Naciones Unidas.
Paso
del mouse al dedo mayor en las compus, me pregunto si fumé o no fumé, si comí o
no y cuándo. Si sigo regular en mis deposiciones sólidas, si tomé los antidepresivos,
si guardé los alimentos perecederos en la heladera, si pagué las tarjetas de
crédito y con cuál de las que tengo, si hay suficiente lavandina en casa, si
hay efectivo en mi hogar, si es hora de ir a dormir o tengo que hacer como
Newton, que escribía con una bola de plomo en su mano, pues al caer en el
sueño, caía en una palangana de metal que tenía en el piso y se sobresaltaba.
Asimismo, duermo poco y bien (satisfecho con haber recibido la buena noticia de
que este libro se imprimirá en una veintena de días. Camino unos pasos para
tonificar los músculos, salgo a la calle y me saludo con el codo con
desconocidos, bromeo con mi eficaz chascarrillo: “Sra., se le cayó un
Coronavirus. El/la mira hacia el suelo, no se preocupe, está muerto…se ahogó con
la lluvia de ayer. Risas, sonrisas, caras de culo y algún “Siga nomás que no
estoy para bromas”, etc. ¡Cómo me divierto en mis pastoreos a la fresca!
Se
me cae el celular. Mi mujer me caga a pedos. Calla boca. Lleno la pipa par dar
un respiro a mis pulmones. Me voy a dormir una siesta (horita o dos), tomo el
té con chocolatada y galletitas Granix, vuelvo a escribir, me saco el saco y me
pongo el pongo para salir a la calle. Nancy me pregunta si llevo documentos y
llaves. Abro la puerta sin barbijo. Regreso a casa a por él. Doy unos pesos a
los homeless que están en todas las veredas del rededor.
Atiendo
al dueño del taller de marcos. Le doy una lámina de Carlos Alonso.
Visito
a Mercedes Alonso, hija del famoso plástico y ella misma orfebre, pintora, dramaturga,
directora de teatro y sensibilísima persona. Caigo por casa con antigüedades y
“mi peor es nada” me dice “Otra vez sopa”.
Se
acabaron las vestales de los templos (monasterios e iglesias de pastores
degenerados), los abortos y entierros de fetos en los conventos de clausura.
Las orgías en los harenes de los sheikhs de Medio Oriente.
Con
la Pandemia, están de parabienes: pedófilos (on line), zoófilos en cuarentena,
necrofílicos (cuidando que el/la difunta no porte Covid19). El sexo virtual, aconsejado por la OMS,
reemplaza al sexo telefónico que practicábamos antes. El padre Grassi pide
prisión domiciliaria. Los genocidas presos aún vivos exigen salir de las
cárceles y aceptan usar tobillera electrónica (sabiendo que no hay
suficientes).
El
gran pueblo argentino salud se defiende como en las invasiones inglesas y los
londinenses cantan, frente a un geriátrico, la canción que rememora la
rendición de los nazis. Los “contreras” argentos se prestan para salir a
reclamar el fin de la cuarentena. Un juez santafesino se los prohíbe mediante
una sentencia. Los PRO duros y los Radicales radicales de la
Coordinadora se diferencian de los PRO blandos que votarán por el impuesto a
las Grandes Fortunas.
Martes 28 de
Abril de 2020
END OF THE ROAD
El título, en castellano “Fin del
camino”, es, una famosa canción de los Beatles y un cartel que avisa a los
automovilistas estadounidenses que no se puede avanzar más. Voy a tomar otra
ruta. Afirmaré que el capitalismo está acabado. En verdad, numerosísimos
científicos, políticos y militantes acuerdan en que la vida “después de CV19”
ya no será la misma. Discuto con compañeros cooperativistas (peronistas) que
dudan de la validez de mi aseveración. Menciono que tienen una cooperativa de
consumo porque, en el fondo, son comerciantes y se manejan con lógicas de
comerciantes. El contrapunto se da entre un sociólogo (Yo), una politóloga y un
estudiante universitario avanzado.
Mi planteo posee muchos puntos
fuertes y no los expondré por completo. Varios se pueden leer en relatos de
este mismo libro. Los novedosos para el lector son:
a) En la etapa del capitalismo
financiero, el dinero pierde uno de sus roles, el de “Equivalente general de
todas las mercancías” y conserva su otra forma de expresión de valor. Retiene
su valor como mercancía dinero, que, como toda mercancía, tiene valor de uso y
valor de cambio. Seguimos, por ahora, usándolo como valor de uso, pero es más
importante su valor de cambio. Es, precisamente en tanto esta forma, que EE.UU.
tiene la batuta en la mano, porque es el dueño de la maquinita. Los argentinos
comprendemos cabalmente esta forma. Se desconoce, desde hace mucho tiempo, la
cantidad de dólares que circulan o están atesorados en el mundo. Dicho de otra
manera, esto significa que el Tesoro fija el valor a piaccere. No es ese el caso argentino. Sin embargo, el gobierno
Nacional y Popular emite a todo trapo pues privilegia la vida sobre la
economía. Trump hace lo mismo, pero por razones diferentes. Si se emite de ese
modo, el papel moneda pierde fuerza (en ambos ejemplos). Se trastocan los
precios relativos y se resiente todo el aparato económico. Cuando vamos a
comprar víveres nos damos cuenta, con independencia de nuestra posición social.
Hasta la más modesta ama de casa, descubre que el dinero no sirve para nada.
b) Dejo fuera un análisis de lo que
se viene dando en U.S.A., en parte porque no tengo suficientes elementos de
juicio, y en parte porque es más útil focalizar en el caso argentino. Mi
referencia a que el dinero no sirve para nada, nos conecta con otro fenómeno
relacionado: la inflación. La puja distributiva entre nuestro gobierno y los
grandes (y medianos) capitalistas que operan en Argentina, es tan feroz como
debe ser. La patronal se opone a pagar costos, aún en escenario de Pandemia, y
fuerza a la Administración a aplicar un alto subsidio para que las empresas
puedan pagar los salarios. La medida es acompañada por grandes gremios como la
UOM y FAECYS (Federación de Empleados de comercio), sindicatos de la educación,
etc. De modo que la situación es altamente dinámica, y, dependerá de la
relación de fuerzas. Esto no desdice lo que afirmo. Más bien, lo confirma.
c) La probabilidad de repercusiones
sociales de envergadura está en agenda. Los motines en las cárceles es una
muestra de lo que podría pasar. No en vano, la oposición de derechas está
agitando para que no se produzcan liberaciones. La segura cantidad de internos
muertos se facturará a nombre del oficialismo y la perversidad de Radicales y
Proístas es asombrosa. De empeorar la precaria ayuda oficial en favor de la
demanda de los desposeídos, sucederá lo que pasa en todas las guerras: no
tendrán otro remedio que recurrir a los levantamientos. Nuestro gobierno lo
sabe y hace lo que puede. Esperemos que ese escenario no se concrete. Al menos
en CABA, el aumento de homeless es exponencial. Ellos no constituyen un
peligro. Lo peligroso es el alineamiento de los “contras” que salen a
cacerolear a las 20.00 hs. Echan kerosene al fuego a las órdenes de Macri y su
Banda de Alí Babá.
Sufi. Espero que se haya comprendido.
Miércoles
29 de Abril de 2020
FARMACIA AZUL DE LAS HERAS
Ayer
concurrí a la farmacia Azul de Las Heras casi Pueyrredón. Una señora, según
supe, llamada Manuela, estaba completando el pedido y hablaba con el
expendedor. Al parecer, la gordita fea y el empleado eran conocidos pues se
llamaban por nombre. Yo aguardaba mi turno y le di a la lengua “Ave Caesar, los que van a morir te
saludan”. Ninguno festejó mi dicho. Manuela, entre consultas al celular,
correcciones al vendedor y consulta a las tarjetas que portaba, me presta
atención. Le doy mi tarjeta personal donde paso el “chivo” de “Unas obras
inconclusas de acá”. La recibe. Saludo con la vé de la victoria y el puño cerrado.
Señalándose, me dice: “Esta solterona es medio comunarda”. Presto atención.
Sigue: “Mi madre es devota de Juan Pablo II y del Papa Francisco”. Respondo:
“¿Juan Pablo II, el Papa polaco que gobernó la Inquisición moderna
(Congregación para la Santa doctrina de la Fe) y el Bergoglio asesor espiritual
de Guardia de Hierro?” Añado: “Juan Pablo II, de nombre secular Karol Wojtyla,
a los 14 años vistió uniforme de las juventudes hitlerianas?” “¡No me diga!”
Esto sucedía mientras ella indicaba al empleado cómo completar una receta. Se
llamaban por nombre, lo que indica que se trataban asiduamente. El despachante
de botica suele ser amable conmigo. Esta vez no. Parece que lo del Ave Caesar no le agradó.
Me
entregan el producto y paso a la caja. La solterona era la anterior a mí.
Retomamos la conversa. “El asunto nos tiene a todos prendidos fuego, como en
las prisiones y campos de concentración (según yo, eso explicaría, sin
justificar, las violaciones de los torturadores a las prisioneras y, algún caso
de Síndrome de Estocolmo).” “Eso es verdad.” “Los de la calle andan peleándose
como gatos por hembra en celo. Los escucho todas las noches desde el primer
piso.” “A propósito de los velorios. A un tío mío, Teniente Coronel en
funciones, tuvimos que velarlo con el cajón cerrado.” Omití preguntarle si fue
porque lo limpiaron sus colegas de armas, una bomba guerrillera o un accidente
de auto que lo carbonizó. “Tengo que actualizar a mi madre”. “Más le vale.”
A
los 75 recién cumplidos, trato de exprimir mi vida.
Miércoles 29 de Abril de 2020
Vengo de hacer un trámite en el Banco
Credicoop de Corrientes casi Callao por la calle Ayacucho. En la vereda de
números pares, entre Sarmiento y Gral. Perón, hay una señora sentada en el umbral
de una casa. La puerta está cerrada. Calculo que ronda la quinta década. Se
encuentra en posición de meditación. Le pregunto: “¿Meditando?” “No, estoy
esperando una llamada”. Advierto que tiene un celular en mano. Me lo muestra.
“Es un tiempo ideal para reflexionar sobre nuestra vida pasada.” “Sí, tiene
razón.” “Yo tengo una teoría: después que pase el Covid19, los buenos vamos a
ser más buenos y los malos van a ser más malos.” “¿Le parece?” “Estoy seguro.
Creo que el sistema capitalista ha agotado sus formas de existencia y se abre
un nuevo mundo. Fíjese, el dinero ya casi no tiene importancia, pues, no sólo
en Argentina, sino en los mismísimos Estados Unidos, se está emitiendo moneda
descontroladamente. No hay precios en ningún lado, pues los especuladores, ya
sean formadores de precios o kioscos minoritas, aplican lo que se les canta.
Los Estados gobernados por liberales nacionalizan o controlan empresas
privadas, bajan las tasas de interés por préstamos a cero y el barril de
petróleo cotiza negativamente porque se extrae y está, en aguas
internacionales, en buques-tanque que no pueden refinarlo y Trump lo compra por
millones para evitar la debacle. Parece que entendió porque me despidió con un
“Gracias.”
Sigo mi camino y me detengo en el
almacén ecológico sito en Bartolomé Mitre y Ayacucho. Las personas que atienden
forman parte de una cooperativa de consumo de la Provincia de Buenos Aires y
somos cumpas y amigos desde que me convertí en socio asiduo. Cuando entro,
Emmanuel está atendiendo a un corredor que le ofrece artículos. Queda en
mandarle una lista de precios. Se me ocurre que, como están solos, puedo
compartir con ellos un versito italiano que, al menos para mí, es excelente: “Cuando il vigore e bene, avanti con il
pene; cuando el vigore mengua, avanti con la lingua; cuando il vigore e nulo,
avanti con il culo…má siempre avanti.” Ya lo conocían.
Pido mis consabidas 2
leches descremadas y, cuando comento a mi amigo que acabo de comprar un samovar
ruso, me dice que con ellos trabaja un ruso que está en la parte trasera fuera
del alcance de la vista de la clientela. Lo llama: “¡Serguí!” El convocado
acude y nos presentan. Abre el diálogo y me dice: “En realidad no soy ruso
porque nací en Varsovia, pero mis padres se mudaron a Rusia y cuando saqué pasaporte
pusieron ruso, y así quedó. Pasé mi infancia y juventud en Moscú. Cumplí con el
servicio militar de dos años en Siberia.” “¿Entonces te armaron con un
Kalashnicov?” “Claro.” “Te cuento que colecciono armas blancas y antigüedades
varias.“ “¡Lindo!” “Tengo bayonetas de AKA 47 soviéticas y chinas, y un
revólver Smith Wesson 1881 calibre 32.” En ese momento se acercó a nosotros
Mariana, otra militante del local, una rubiecita que me tira onda. “El
anticuario que me lo vendió me dijo que perteneció a un agente del FBI, pero no
puede ser verdad -a menos de que fuera enano- ya que es muy pequeño, debió ser
de una prostituta o una pareja de un mafioso.” “La rubita afirmó: “Que andaba
enfierrada.” “Ciertamente, pero está en muy buenas condiciones pese a que fabricado
hace más de 40 años atrás.” Serguei continuó con su historia de vida. “Soy
ingeniero civil y militar, porque en la Unión Soviética estaban en la misma
carrera, no como en Argentina, que se cursan por separado.” “Sí, conozco porque
el fallecido esposo de mi actual mujer era ingeniero civil.” “Cuando cumplí los
dos años de servicio, me casé. Para progresar, embarqué en un pesquero de la
U.R.S.S. que capturaba centollas en la costa argentina. Mi esposa, cansada de
esperarme, se fue con otro.” “Mi mujer con papeles actual, porque yo también
soy viudo, también me caga a pedos.” “La rucia[14]
tenía los ojazos abiertos como una lechuza. No perdía palabra de lo que
decíamos. “Per codere”[15], le
digo: “Soy multilingüe y, a las jovencitas lindas como vos, las seduzco con la
lengua.” Sonrió como hace habitualmente ante las barbaridades que digo.
Emmanuel me entregó las dos leches. Pagué, aclarando que yo soy
marxista-kirchnerista. Él dijo: “¡Qué mezcla!” “Sí, pero todos respondemos al
mando de los jefes Alberto, Cristina y Axel” “Seguro”. Partí con las leches en
la mochila saludando con el puño cerrado en la mano izquierda y la ve de la
victoria peronista.
Tres días más tarde, salgo a comprar
cigarrillos y veo a Serguei frente al edificio del MID[16],
bendiciendo al inmueble, persignándose y efectuando reverencias. Sigue hacia
Rivadavia, se detiene 6 metros después, y repite el rito. Apuro mi paso para
alcanzarlo. Lo saludo. Con los barbijos puestos, hay que prestar atención para
reconocer a alguien. “¿Nos conocemos?” “Claro, de SUMAK COOP, el otro día.”
“Ahora sí. Usted es el sociólogo.” “El tóvarish.” “Sí. ¿Qué estabas haciendo?”
“Yo hago bien, a todos.” “¿A las casas también?” “Sí, a personas y casas.”
Vamos en el mismo sentido y conversamos durante el trayecto hacia Rivadavia.
Serguei dice: “Estoy muy preocupado porque perdí el celular y no puedo comprar
otro porque todo está cerrado. Yo soy técnico de motores recibido en la
U.R.S.S. y trabajé en un buque de pesca de centollas” Nótese que en el almacén
ecológico había sacado chapa de ingeniero naval. “Mis marineros, todas buenas
personas, no se pueden comunicar conmigo. Muy preocupado.” Sacó un fajo de
billetes en el que, al menos, había uno de 500. “No tengo plata para comer,
estoy muy preocupado.” “Bueno, acompañame al kiosco que te voy a ayudar.”
Compro los tabacos y le tiro cien pesos. “Pero ¿Cómo se los voy a devolver? No
tengo su dirección.” “No hay problema, se los dejás a los chicos del almacén.”
Puse primera y regresé a casa.
Dos días después entré a hablar con
mis amigos. Encaré a Lucy, la boliviana dueña de la verdulería que había antes
y cofundadora de la cooperativa en los siguientes términos: “Vengo a cobrar mis
dividendos como socio.” “Vuelva a fin de año.” Me cagó. Yo pensaba salir con
las leches sin pagarlas.
TATIANA
Mediodía
nublado del año de la Pandemia. Entro a un local que gestiona una rusa madura
con su hijo, al que conozco de otras compras. Sospecho, es decir, supongo que
ambos pertenecen, o padecen la extorsión de la mafia rusa del Buenos Aires 2020
(como todos los inmigrantes de todas las épocas que necesitan protección). Por
su edad, se educó en la Unión Soviética.
Pregunto si
tiene algún samovar chico. Contesta que tuvo uno, pero se vendió. En un estante
descubro uno pequeño, de acero inoxidable. “¿Y ese?” “Ese es una réplica.” “¿Me
lo muestra?”. Me lo trae. Me gusta. “¿Cuánto cuesta?” “Trescientos pesos.” Lo
llevo. Como estábamos a comienzos del Corona virus, no había cuarentena y no se
usaban barbijos. Nos ponemos a conversar, pago y me retiro.
Voy al Banco Credicoop a cobrar mi jubilación. En el
trayecto, recuerdo que la saludé con un “Tovarich” y me contestó algo que no
comprendí. Una vez finalizado el trámite, regreso para preguntarle qué me contestó
cuando compré el samovar. Me lo dice y no entiendo. Pido que em lo escriba en
un papelito (que aún conservo). Escribe: “Tovarish, hombre camarada o amigo y
podrúga, mujer camarada o amiga.” Me permito pedir disculpas por mi ignorancia
(Borges). Dice que, al contrario, que a ella le gusta que la corrijan y le
gusta corregir. Le cuento que un judío amigo de un pariente mío, hizo Aliyá o
aliá[17] y
le dijo que la mejor forma de aprender un idioma ajeno, consiste en hablar con
niños pequeños, porque ellos siempre te corrigen. Añadí que una inglesa, casada
con un sargento de la British Army.
En la Joya de la Corona (India). ¡Casi nada! Decía que en esos casos había que
recurrir al Bed Dictionary, es decir
al diccionario de la cama. Lo que significa, en buen cristiano, que te lo
enseña tu amante nativa.
Le comento
que, con el asunto de la Pandemia en China e Italia, todo el mundo anda
caliente como una pava. Asiente. “Como en las cárceles, los hospitales y los
campos de concentración. Esta última aseveración la hago a propósito para
significar el Gulag. Se hace la tonta. Di en el blanco. “¿Hace mucho que vino a
Argentina?” “Unos bastantes años.” “Yo nunca salí del país salvo para dar o
asistir a cursos. ¿Lees en la computadora?” “Sí? Paso mi tarjeta personal donde
figura mi blog. “Lo voy a abrir.” “Para mejorar el castellano.” “Sí, me llamo
Tatiana.” El teléfono figura en la vidriera.
La saludo con
un ¡podrúga! y me responde ¡tovarish! con una sonrisa. Decido llegar a casa e
inmortalizarla en este cuento.
LAS SIGUIENTES NOTAS PERTENECEN A MI MURO
“ESCRITOS KIRCHNERISTAS”. SE INCLUYEN PORQUE LA INMENSA MAYORÍA DE LOS
POLÍTICOS CITADOS ESTÁN HOY EN ACTIVIDAD.
¡AY VÁ!
“Síntesis por
razones de espacio. En la Alta Edad Media, el desarrollo de las fuerzas productivas
estaba trabado por la propiedad comunal feudal (relaciones de producción), es
decir tierra en manos de los señores feudales defendidas por ejércitos
privados. En criollo: el sistema feudal ataba a los súbditos (nobles y siervos)
a la tierra de los señores de la guerra. Los reyes por obra de Dios gobernaban
un conjunto de feudos. No había libertad de circulación, de domicilio y de
prensa. Los comerciantes y artesanos de las ciudades (burgos) comenzaron a
prosperar y necesitaron mano de obra para expandirse (fuerzas productivas) y
nuevas relaciones de producción (propiedad privada plena) y convertirse en una
nueva clase social: la burguesía. Los feudos eran autosuficientes y contaban
con un escaso excedente para mercar. Cada cual tenía, además de sus campesinos,
sus herreros, sus carpinteros, sus hilanderos y sus tejedores, imposibilitados
de dejar la heredad. La proto burguesía de las ciudades requería de fuerza de
trabajo libre para sus negocios. La ley de los mil días vino a subsanar ese
inconveniente profundamente anticuado. Decretó que aquellos que permanecieran
mil y un días en un burgo pasaban a ser libres, es decir, de estar sujetos a la
servidumbre. Los que optaron por esa mudanza, dejaron el campo junto a sus
familias y se urbanizaron. Así nació el capitalismo europeo, que, en sus
tiempos, representó un gran avance.
“Machirulo”[18]
hace justito lo contrario: trata de reconvertir un país débilmente
industrializado pero industrializado al fin, en una extensa estancia que retome
el modelo de desarrollo primario exportador del S.XIX. Pretende atrasar el
reloj de la historia un siglo y pico por medio de los Medios y las Mañas. Por
las buenas o por las malas. Medio Blanco Villegas por nacimiento, ignora -a
propósito-, que el 75% de la población de Argentina vive en ciudades. Ignora
-adrede-, que la monarquía absoluta fue barrida por las revoluciones inglesa y
francesa siglos ha y que los imperios coloniales tienen dificultades de
funcionamiento. Puede sospechar que, a lo sumo, le toca el triste papel de
virrey, pero se conforma. Todos y cada uno de sus gestos y acciones marchan en
esa dirección.
Es probable
que Mauri se abrace a Marcos Peña Brown Menéndez, de ADN latifundista puro (no
contaminado por la mezcla de sangre con mafia italiana) y eso explique su tenaz
defensa del jefe de gabinete de ministros. O por otras cuestiones ignotas para
el vulgo. El porqué es lo de menos. Lo que importa es el hecho. Su medio cuerpo
oligarca delira por el granero del mundo y la peonada leal. Concesión graciosa
a los exportadores: retenciones de mentirita. Un mar de commodities sazonado con pizcas de emprendorzuelos y tecnologías de
punta para que aplauda la gilada. Los Cambiadores buscan expulsar a los
trabajadores de las ciudades con la remanida fórmula de la falta de puestos de
trabajo y que agarren la pala y el pico. La letra con sangre entra. Ya verán.
Lo divertido
es que son tan transparentes que se la pasan hablando de que tal y cual (el
Presi por ejemplo) apuestan por Argentina. Lenguaje de timberos. Apuesta, ganancia,
pérdida. Saben que siempre gana la casa. Llámese Casino o USA.
Todo en mil
días. Más bien que es demasiado. Me parece a mí...y a Maxi Montenegro, que
escupió en Animales Sueltos que el
Gato sumó nuevos rencores a su colección: los Fondos de Inversión Globales, que
le juraron vendetta y lo hacen sufrir
los peores cinco días de su vida, con excepción de los que estuvo secuestrado.
Nadie asegura que esa tormenta pasó. Romina Manguel añade otro frente
nuevo: judiciales. Porque los
ingresantes a la carrera tendrán que pagar ganancias. Piumato, secretario
general de Judiciales pasa, de llevar la bandera de Nisman en primera fila a
desafiar al Ejecutivo por tamaño pecado. Con todo el cuerpo tribunalicio
detrás. Nunca es tarde para sumar enemigos. Macri lo hizo.
Quien se tome
el trabajo de leer mis notas anteriores comprobará que vengo insistiendo en que
la Mauricio Macri le quedan pocos días de ejercicio presidencial aparte de los
mil que disfrutó. Recalculando, macho, recalculando. Veremos cómo y cuándo.
Tictac tictac...”
Jueves 30 de
Abril de 2020
NAIROBI
Ayer fuimos a
contemplar "La vida a palos" con
mi jermu. Emanuel Arias y gran gran elenco. Pieza imborrable para todos los que
la vieron. Salimos tan conmovidos que apenas nos hablamos por un rato. Forte (fuerte) Cierra con Tristeza nao tem fin (Tristeza no tiene
fin) lei motiv del film Orfeo Negro en una historia flamenca de
España. Lo de Nairobi viene a cuento porque un amigo mío, arquitecto, trabajó
para el Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas construyendo
campamentos para refugiados de la guerra civil de Ruanda (1967/70), conflicto
armado político-étnico causado por el intento de secesión de las provincias del
sudeste de Nigeria bajo el nombre de República de Biafra. Cuenta el susodicho
que la presión de estar bajo fuego era tan insoportable que papá ONU sacaba a
los técnicos del campo bélico y los llevaba a serenarse en un hotel 5 estrellas
en Nairobi. Añade que a veces salía a pasear por el centro. Y que las grandes
tiendas, cerradas desde hacía años, exhibían en las vidrieras los maniquíes
vestidos e inmóviles (como debe ser) cubiertos de polvillo atemporal. Tal como
si hubiera explotado la Bomba Neutrónica (mata todo ser viviente pero respeta
la propiedad material, que queda intacta). Pues bien. Al salir del Maipo a las
21.30 de ayer, caminamos hasta la parada del 6...en Nairobi. Saturday evening night (sábado por la
noche). Calles vacías, restaurantes vacíos, pizzerías vacías, cafés vacíos,
presumo que cines y otros teatros semivacíos en la otrora capital de la cultura
de América Latina y el Caribe. Macri lo hizo. ¡Qué mishiadura, Man! ¡Macri lo hizo!
En el Maipo,
98% de setentistas, mayoritariamente del palo. Pullman a $ 600.00 (apenas un
billete de 20 u$S). Barato para gente (K) como uno. ¿Caras? Ana María Picchio,
Julieta Ortega, Luis Novaresio y algunas decenas de colegas alta gama nativos
amigos de Emanoel. Penúltima función a teatro lleno. No me saqué la foto (la
acomodadora nos dijo que él se presta) porque sentí que era una falta de
respeto al (mío, nuestro) rito compartido. Prefiero llevarlo en la memoria sin
pruebas.
Por la tarde,
otra experiencia Forte (fuerte) Me entero
por Telesur, que el gobierno bolivariano lanzó otra contraofensiva: la
Revolución Económica capítulo moneda nacional. Responde así a la Guerra
Económica que le declaró El Imperio. En
Episodio 1 de la Guerra de las Galaxias: Contraataque de La Fuerza cuando
la Federación de Comercio corta todas las rutas al planeta Naboo. Cualquier
similitud con la realidad es producto de la fantasía y la imaginación creativa.
Los quías petrolizaron. ¿Lo qué? En sencillo: el ministro de comunicaciones
explicó que el Presidente Maduro petrolizó la economía. Creó el Petro,
equivalente general de todas las mercancías en el territorio liberado de
Venezuela. 1 soberano: 1 barril de petróleo. Única o principal riqueza
transable internacionalmente de esa nación. Flotación libre del Petro en
relación a otras monedas y sujeta al valor del barril de combustible fósil en
el mundo. La nueva moneda física, el Bolivariano Soberano se espeja en el
Petro, moneda virtual. Ergo, se acabó la inflación, se tiende a déficit cero,
se acaba el contrabando de combustible hacia Colombia, el desabastecimiento y
el agio. Los que tienen bolívares viejos tendrán que cambiarlos por Bolívares
Soberanos. Se acabó el atesoramiento de u$s dólares. Si quieren seguir operando
en el mercado local tendrán que cambiarlos por Soberanos. En 300 bocas de
cambio entregadas en concesión a privados. Bajo control estatal. La economía de
mercado seguirá funcionando junto a la estatal y se favorecerá al comercio, la
industria, el agro, la tecnología nacional y el orgullo bolivariano. El salario
mínimo aumentó considerablemente, impulsando así un mercado interno herido por
la especulación de la derecha antichavista pro yanqui. Círculo virtuoso
dinero-mercancía-dinero. ¿Te suena?
Ejercicio
perverso de imaginación basado en nuestra historia reciente. Con la
Convertibilidad Cavallo frenó la inflación. 1 peso: 1 dólar u$s. ¿N'est pas? (¿Cierto?) Cierto. La
diferencia radica en que esa paridad estuvo referida a una moneda que Argentina
no emite. Salvando las enormes diferencias de activos entre los dos países
(multi commodities en el nuestro,
bastante tecnología avanzada y materia gris ibidem. y sólo petroleum en
Venezuela), si forzáramos una nivelación tendríamos, en esta lejana tierra mía,
por ejemplo: el soja-peso. Peso atado al precio internacional de la soja. Cosa
que arriesgo a decir no agradaría de los Dueños del Campo y los puertos
privados.
Pese a los
denodados esfuerzos de Cambiemos para que regresemos al paraíso perdido de
"Argentina Granero de Mundo" de principios del siglo pasado.
Conservas Swift entonces a lo sumo y poco valor agregado en el presente. A
juzgar por las políticas industriales y de tecnología propia extra
agropecuarias y mineras, de Investigación y Desarrollo, etc. la cosa está
cantada. Para no insistir en las políticas sociales, tan manoseadas ellas. En
efecto, el sistemático ninguneo efectivo total de lo nacional (pues
popular-democrático-inclusivo ni pensar), acompañado por el grito del tero de
los Cambiadores y sus cómplices del peronismo mimoso apunta a un futuro de
factoría semicolonial en el mejor de los casos, o al remate a precio vil de
todo lo realizable en las lides globales.
Domingo 1 de Mayo de 2020
Día del trabajador en Argentina
FLAN, FLAN,
FLAN...DAÑO, DAÑO, DAÑO...(*)
Las dos palabras del título provienen
de frases hechas de gente del palo de los Cambiadores. La primera de boca de
uno de los capo cómicos del gobierno, denominado Casero (el otro es Luis Juez).
No son los únicos. Lo divertido es que la segunda salió de la lengua del
mismísimo presidente de la Nación MM (alias El Gato). Que un primer mandatario
tema en público a la locura no es moco de pavo. Como el que escribe es muy
malintencionado, trata de sacarle punta al lápiz. Es decir, encontrar algún
tipo de lógica a la inusitada frase. Hipótesis fruto de la razón: el asesor Star elucubra una salida al laberinto
del tipo a las que nos tiene acostumbrados, una salida duranbarbista. Declarar
al jefe de los Cambiadores insano. Inimputable y susceptible de ser destituido
dentro de la Ley. En este hipotético caso el susodicho no saldría de la Casa
Rosada en helicóptero sino en ambulancia y con chaleco de fuerza. Dicho lo cual
asumiría la vicepresidenta. Renuncia vis en el mejor equipo por razones propias
y ajenas. Pinedo llama a Asamblea Legislativa y se repite el 2001 en 2018. Ya
lo dije y lo subí a Face. Escenarios probables, pero no imposibles: El
oficialismo Cambiario junto al massismo de five
o'clock tee sortean un presidente provisional (Urtubey, Morales, Schiareti,
Heidi y siguen los nombres). Ganan 180 días. Elecciones presidenciales
y...veremos.
En el mientras
tanto, el verde no para su ascenso a los infiernos, la remarcación sigue su
ritmo alocado (sin chaleco) Tudo goia,
tudo legal (todo bien, todo legal, juro todos los días que reafirmo el
rumbo). Sepamos disimular. Nosotros, los de la clase media mierda que nos están
haciendo eso. Daño. ¿Hasta cuándo, mi vida, hasta cuándo? Vieja, andá
preparando la cacerola que la vas a precisar. Los Medios magnetos tratan de
emparchar el buco de tamaño del Titanic. Granito de arena en un bache machazo
al que ni Rodríguez Larreta puede rellenar. La gente está rara. Un señor de
barrio norte, del Campo él, preguntado sobre las retenciones, contesta que está
desilusionado, aclarando que no está decepcionado y que lo va a votar a Macri
nuevamente.
La micro está
en llamas. Para la esperanzada media y media baja con delirios de grandeza
"Ur Dió". Autos: caída;
viviendas: caída; créditos Uvita, a la lona; colegio privado cada vez más
privativo para la clase mierda; prepaga: no va más; las expensas para los que
alquilan y los que son propietarios: morosidad creciente. Me eximo de
pormenorizar sobre los laburantes con y sin trabajo, los jubilados y
pensionados, los mono tributistas cuenta propia y fuera de la cancha y los homeless (sin techo). Alimentos
dolarizados, medicamentos dolarizados y funcionarios Cambiadores dolarizados.
Cóctel explosivo si los hay y que los hay los hay. Los del mejor equipo
intervienen en el mercado cambiario para lograr que el dólar haga la plancha,
pero los formadores de precios dolarizan los productos. La culpa es de la
Historia. Décadas y centurias de cultura de grieta. Peligran los depósitos en
verdes de los bancos. Ojo al piojo. De repente el asunto de los Cuadernos se
mete en las cajas de seguridad y se contagian a las vecinas. "No me tires
malas ondas. Prefiero cerrar los ojos y contener la respiración."
"Pero si te pasás de rosca sin respirar te morís." "Oia, tenés
razón."
De provincias
inviables del menemismo y la Alianza a provincias chantajistas de la reunión de
mañana. Martes 11/9 (aniversario del golpe contra Allende en Chile y de las
Torres Gemelas) de marchas en la calle contra el ajuste fondomonetarista y el
hasta Grecia no paramos en Metrobús última maravilla de la obra pública o por
prometidas autopistas de PPP. MM impertérrito y con ojos celestes cielo de
bandera patria. Dicen sus seguidores "Incapaz de hacer daño a una
mosca". Mosca es la que tienen en paraísos fiscales. Canuta que se ve amenazada
por un supuesto impuesto que afectaría principalmente a socios y simpatizantes.
La Justicia no se rinde. Otro frente que provoca dolores en la frente del
Presi. Que tiene miedo que dentre pá dentro y lo vuelva loco. Entonces, promete
que hará daño no colateral. Directo al estómago de sus gobernados. Para este
analista, el as que le queda en la manga es irse en ambulancia a un loquero
carísimo con todas las comodidades como le corresponde. Truco quiero retruco
quiero vale cuatro. Veremos dijo Lemos.
(*) Publicado en mi muro el 6/9/2018
Domingo 1 de Mayo de 2020
Día del
trabajador en Argentina
LOS CUADERNOS DE MACRI (*)
En 1970
trabajé (junto a otros universitarios de toda Argentina) en la cosecha del té
en el establecimiento donde se elaboraba el de marca Jamboreé como proletario(s) agrícolas(s). San Carlos (Misiones).
Enero, verdes fuertes y tierra roja. Fue en el marco de los CUT (Campamentos Universitarios de Trabajo,
motorizados por los Curas del Tercer Mundo). Jóvenes de clase media y media
alta abocados a trabajo manual durante 1 mes. Jóvenes de buena voluntad y
corazón generoso (30.000 detenidos-desaparecidos HLVS). Universitaries revolucionaries de todo pelo, aunque un seminarista
del Colegio San Miguel. Después de cenar, los varones lavábamos los platos (¿o
era rotativo? y nos juntábamos en fogón. De movida, los cordobeses contaban sus
andares durante El Cordobazo
(29/5/69) y en otras jornadas varias los ateos departíamos sobre teología con
el seminarista. Empate técnico con respeto mutuo. Finalizado el programa, un
grupo numeroso nos auto compensamos visitando Cataratas del Iguazú y otro grupo
menos numeroso dentro del inicial que disfrutó la Garganta del Diablo definimos
continuar ruta hacia el Carnaval de Río de Janeiro. Como debe ser. A dedo,
mochila en espalda, como corresponde. En Foz de Iguazú conocí fugazmente a un
universitario paraguayo que me dijo orgullosamente que Puerto Stroessner (hoy
Cuidad de Este) competía con Hong Kong como centro del contrabando mundial. ¿Y
esto con qué se come? Con patatas.
Hoy sintonicé
a Jorge Lanata en PPT. Editorial. Cuadernos y Korrupción. Como si el tinto se
me hubiera subido al tanque de agua, imaginé a mi tocayo abrir la laptop en la
carpeta "Empresarios made in
Argentina" y picar el archivo "Los cuadernos de Macri". Why?
(¿Porqué?). Porque el gordo chanta ya tenía el guión y el Story board (guión dibujado) con la familia Macri como
protagonistas y sólo tenía que reemplazar ese ilustre apellido por Kirchner.
Entre las copiosas entrevistas aportadas, las hubo de hermanos latinoamericanos
de la República del Paraguay, que se refirieron al Complejo Hidroeléctrico
Yacyretá-Apipé. Carlos Saúl Menem, en una frase célebre, lo llamó «Monumento a
la Corrupción. El Ente Binacional Yacyretá (EBY) nació en 1973, coincidiendo
ese evento con la crisis del petróleo. Firmaron los cancilleres en presencia
del dictador paraguayo y María Estela de Perón. A lo largo de la accidentada
historia de la construcción del complejo, por la parte argentina, SOCMA sacó la
mayor porción, ya que en cierto momento sumó dos empresas: Sideco Americana y
Supercemento. Los otros integrantes del consorcio fueron Techint, SADE,
Conevial, IMPSA, EACA, CODI, José Cartellone, Petersen, Thiele y Cruz, Polledo,
Sollazo y Tecnomatter. También era parte de la sociedad IGLYS, que pertenecía a
Impregilo, lo que convertía a la poderosa constructora de FIAT en el mayor
tenedor, con el 27,13% de las acciones. Siguen la firmas. ¿Te suena? Gordo
mentiroso y perverso.
El obeso
fumador responsable de la quiebra de Página 12 y del despido sin indemnización
de decenas de periodistas a su cargo no se esforzó demasiado en la compu:
reemplazar y pegar. Cuando comparó la Korrupción con la dictadura cívico
militar, omitió escrupulosamente mencionar a los milicos. Sabe de que lo que
habla y calla. Es una de las principales plumas amarillas del Grupo Clarín y no es políticamente
correcto citar que Papel Prensa fue adquirida al Grupo Graiver por Clarín, La Nación y La Razón en la mesa
de tortura. Si los que leen desean profundizar, basta googlear como yo.
En el Panteón
de los Héroes en París están depositados los restos de casi todos los que
dedicaron sus vidas a Francia. Napoleón es la honrosa excepción. Tiene tumba
propia al costado del Champ de Mars (Campo
de Marte). Justificadamente. Los empresarios Made in Argentina nunca tendrán panteón propio. En mínima parte
porque nunca fueron nacionales y en un mucho porque gustan de tomar sol donde
más calienta. No les calienta si son civiles o milicos, genocidas o financieros. En la noche de anoche, Lanata pareció
ensañarse con Wagner, titular de la CAC (Cámara Argentina de la Construcción)
en tiempos de K, puesto en valor por Néstor. Las empresas afiliadas no tuvieron
nada que ver con esa designación. Son empresarios Naïf (ingenuos). Normalmente llega al sillón el "primus inter pares" (primero
entre los iguales) por casualidad pura. Cargo generalmente rotativo, como en
todas las corporaciones (patronales, profesionales, etc.) que se precien, aquí,
allá y acullá. Capitalismo que le dicen.
La miríada de
Korruptos expuestos con nombre, apellido y causa por el Gordo Infame dista,
según su leal saber y entender, de ser la completa. Seguirán las indagaciones
de "una Justicia que por fin se pone los pantalones largos", según su
leal saber y entender. Promete más a medida que vayan pasando. Tufillo.
¿Será que el
Tío Sam está implementando una mani
pulite latinoamericana? En los '80 armó las "transiciones a la
democracia" porque las armas no pueden perdurar indefinidamente en el poder
y hay que cambiar algo para que nada cambie. Usó y tiró a los milicos como
preservativo usado. En el hoy, los lavajatos
en la superficie podrían gestar una nueva oleada de depuraciones. MM bien
gracias. Serán que están pensando en democracias adictas consolidadas pero
presentables. Michel Temer, bem gracas a
deus. El problema es que las derechas tienen pocos candidatos presentables.
¿Es probable que la Democracia Madre Occidental y Cristiana empuje hacia un
sistema transparente como el vigente en los EE.UU? Tan posible como que pululan
en la tele juristas como Luis Gabriel Moreno Ocampo, primer Fiscal Jefe de la
Corte Penal Internacional y colaborador de Transparencia
Internacional. Como fiscal Luis Gabriel llevó a cabo una investigación
sobre el titular de la SIDE de Fernando de la Rúa, Fernando de Santibañes y su
Ministro de Justicia, Ricardo Gil Lavedra, por "tráfico de
influencias" en beneficio de directivos del Banco Galicia en una causa judicial. Otro baluarte consultado con
frecuencia por la prensa canalla es el citado Ricardo Gil Lavedra (UCR). Punto.
¡AL GRAN PUEBLO ARGENTINO
SALUD! (*)
Algunos Cambistas alegan que los K inventaron la brecha. En su infinita
ignorancia desconocen que la grieta está desde antes de la Declaración de la
Independencia, a principios del S.XIX. Sin ánimo de mencionar a todos, les
recordaré la Primera Junta (Saavedra y Liniers vs. Moreno y Castelli; Rivadavia
por un lado y San Martín y Belgrano; unitarios y federales (Lavalle/Dorrego),
federales y federales (Urquiza/Rosas, Rosas/caudillos); Felipe Varela contra la
Triple Alianza, Sarmiento contra Alberdi; Buenos Aires vs. Interior, Roca
contra los araucanos; 1880 como la "Pax Romana". Conservadores y radicales;
radicales personalistas y antipersonalistas; FORJA, Braden o Perón, el
laborismo y Perón; UCR y UCRI; azules/colorados en el ejército argentino;
revolucionarios en armas/dictaduras cívico militares en los '60 y '70;
Grinspun/Sourrouille; Menem/Cafiero; Rojos Punzó contra Celestes (menemistas de
la primera hora enfrentados a Duhalde Malo); Macri/CFK. Tres siglos de puja por
el poder. Con armas y urnas.
Avellaneda se presentó como el presidente de la reconciliación; Arturo
Frondizi hizo algo parecido al pactar con El Viejo y traicionarlo; MM habla
siempre de diálogo y margina a sus aliados en Cambiemos, mostrando qué piensa
de todos los que no sean él. No puede conciliar al dólar con el peso, a la
inflación con las paritarias, pacificar a la Mesa de Enlace + la UIA + las
PyME's + las CTA´s + lebacs/otros bonos de corto o largo plazo +
jubilados/inflación+ laboratorios de especialidades medicinales + fórmulas de
actualización de haberes + fallos negativos de la Corte Suprema + internas en
el PRO y Cambiemos, etc.
La ensoñación de una sociedad sin conflicto es tan vieja como las
dictaduras en Roma. En realidad, la historia de la humanidad evoluciona
superando contradicciones. El resto, es paja. Onanismo. Masturbación. Se llame
Fin de la Historia, budismo o New Age.
Las guerras de 4ta. Generación se libran, entre otros lados, en la nube
intangible de los medios de comunicación.
Mariposas al aire (mariposas son los cuadraditos que los militantes
lanzan en las manifestaciones). Nunca se sabe cuántas personas las recogieron.
Como en Internet. Cuando replican una nota y el receptor la comparte. Es
imposible mensurar el boca a boca en el colectivo o el subte. Yo practico eso y
aconsejo a los kumpas hacer lo propio en la cola del banco o la feria.
Las PyME's ocupan cerca del 70% de los trabajadores (formales e
informales) de nuestro país. Las leyes Nacionales Nº 25300 y de Fomento de la
Micro, Pequeña y Mediana Empresa y la Nº 27264 de Programa de Recuperación
Productiva dividen a las empresas en Micro, Pequeña y Mediana Empresa. Micro
empresa es la del cantautor callejero; Pequeña es la de menos de 250 empleados;
Mediana entre 250 y 1000 empleados (zapatero y familiares sin remuneración) y
Grandes (Nacionales e internacionales con más de 1000 trabajadores
(automotrices, etc.).
A este analista se le ocurre otra tipología: Micro, media y grande:
(limpiavidrios de semáforos o locales, taller textil con mano de obra esclava
(emprendedores); taller de indumentaria con todo el personal en blanco (rara
avis); Empresas (todos en blanco en gran cantidad) y Companías (con n) de
propiedad extranjera. Todo tiene que ver con todo. En la Nación + dijeron ayer
que, al menos 2 o 3 grandes empresas argentinas están presentándose a concurso
de acreedores. ¡Qué me contursi!
Me parece que es tiempo de presentar en sociedad un glosario de lo que
escucho a los economistas del establishment.
Crush: quebró o está por
quebrar.
MIT: Massachusetts Institute
of Tecnology. De cada 10.000 ingresantes egresa 1. Tenemos muchos argentos
diplomados allí.
MBA: Master in Bussiness
Administration (maestro en Administración de negocios). Se estudia en las
universidades privadas.
ONG´s despolitizadas (¿?). Encargadas en cerrar
grietas en múltiples actividades. Aterrizaron recientemente en Argentina.
Vienen de EE.UU. (guerras de 4ta. generación).
Equema tóxico: dícese de una sociedad o
grupo humano que se la pasa acuchillándose, que no se escuchan y ninguna
parcialidad convence a la otra. Se sana con una ONG´s despolitizada.
Eyaculatio Precox: Eyaculación precoz. Santiago
Kovadloff, entrevistado ayer por La Nación + dijo que los argentinos somos
todos eyaculadores precoces (no tenemos paciencia). En esa charla exalta a
Shakespeare en Hamlet. Pienso que se olvidó del Shakespeare que la cole tilda
de antisemita. El de The Merchant of
Venice (El mercader de Venecia, también considerada comedia de conflicto).
En esta obra, la víctima es Shylock, el usurero judío.
Habiendo repasado historia, economía, sociología, estadística, arte, moda
y brechas pasadas y presentes me despido con un:
(*) CABA, 9/7/2018
Lunes 2 de Mayo de 2020
¡QUE VIVA AMLO, BUEY! (*)
Pos mira
manito, que la vieja me dejó salir de la casa en el vecindario Nueva Roma y me
fuí a festejar al Zócalo y allí me encontré con mi compadre Pancho que me
invitó a conocer a Frida y Chabuca, unas estudiantas de no se cual universidad
que pronto se van a convertir en licenciadas y quieren conocer pueblo y también
a unas Guanajuatecas que están turisteando por el D.F. que estaban con sus con
sus chamacos y entonces nos separamos el Pancho y las licens y nos fuimos
derechito al "Sanborn de los Azulejos" porque mi compadre había
cobrado la champa y estaba generoso y ahí mismito nos convidó con unos tacos
bien picantitos que acompañamos con tequila con sal y limón y que al ratito
salimos para la Plaza Garibaldi donde nos sentamos en una mesa a escuchar
mariachi y beber más tequila con unas cervecitas bien heladitas que eran un
primor y Frida que era la más bonita ya empezaba a entrar en una tranca padre y
entonces el trompetista la comenzó a mirar con unos ojos saltones que se le
saltaban de la cara y la susodicha respondió con una inclinación de cabeza y
entonces a mí se me vino el coraje y me paré de la mesa para darle su merecido
a ese cabrón y que si no en agarra Pancho saco mi pistola y lo mando a festejar
en día de los muertos desde el otro lado y que gracias a Dios que los mariachi
arrancaron entonces con vivas al licenciado Don Andrés Manuel López Obrador y ahicito nomás nos todos aplaudimos y nos
hicimos hermanos porque los mariachi también son pueblo y trabajadores como los
campesinos y los obreros pero que nomás se ganan la vida cantando y tocando
hasta que a los 35 ya no les queda voz para alcanzar los agudos y tienen que
retirarse a ofrecerse en las casas de comida barata por propinas de los
turistas y yo que supe calzar ojotas de cauchos y pelarme las uñas en una
hacienda porque soy campesino sin tierra en las afueras de Aguascalientes
cuando Aguascalientes era la de antes del terremoto del '85 rodeada de desierto
seco y que me cansé y me vine para la capital a trabajar en la construcción
porque entonces se construía mucho y cada día se levantaba una colonia y ahí
conocí a la vieja mía que venía de trabajar en la maquila en el norte y tenía
un vestidito blanco con florcitas bordadas de todos colores y toditos los
dientes y una risa fácil y era tan joven que se podía ver que era joven y no
como ahora que no tiene edad como yo que le doy al tequila pa' no pensar en
cómo estoy de viejazo a los treinta y uno años y que es muy buenaza pero casi
me pega un palizón padre cuando llegué curadazo al nido porque era tarde de
noche y me perdí aunque si fuera día que no me pasaba entonces salimos toditos
de la plaza garibaldi y nos metimos en la procesión que marchaba por
Insurgentes hacia el Zócalo con mariachi y todo porque uno no tiene muchas
alegrías en la vida y cuando aparece una hay que aprovecharla y le dije a la
chamaca Frida que total reciencito nos conocemos y que entonces no había
problema en que se fuera con el mariachi y me senté en un banco y me quedé
dormido por un rato pero al menos no me llevó la policía como otras veces y las
gentes no cesaban de pasar porque esta vez ganó el pueblo y el licenciado ALMO
que va a ser como me contaron que fue el general Lázaro Cárdenas y nos va a
hacer felices a todos los mexicanos y no como "el guapo" de la tele
que se puso a presidente por el PRI imitando a los gringos traicionando a la
Revolución Mejicana.
¡QUE VIVA MÉJICO! ¡QUE VIVAN LOS CAMPESINOS Y TRABAJADORES
MEJICANOS! ¡MUERAN LOS GRINGOS! ¡VOLVEREMOS EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE MÁS
PRONTO QUE TARDE!
(*) CABA, 2/7/2018
Domingo 1 de Mayo de 2020
¡QUE LINDO ES DAR BUENAS NOTICIAS! (*)
El argento
común (el que lee esto y el que lo garabatea), así como el resto de los
mortales, prefiere recibir buenas noticias a asumir otras que no lo son tanto.
Hasta ahí, todo bien. A mi dudoso y dudable juicio, ese fundamento explica tres
triunfos electorales recientes, llamativos por lo inesperados: 1) Menem,
1989/1999; 2) De la Rúa, 1999/2001 y 3) MM 2015/... Rememoro: "Siganmé que
no los voy a defraudar"; "¡Qué lindo es dar buenas noticias!";
"Vamos a mantener lo bueno y mejorar lo malo". En Fin...Si la crisis
o la percepción de crisis (inducidas o no) calan hondo, la gente opta por los
tiempos felices, reales o ficticios en la subjetividad profunda.
Según todo
indica, estamos retornando al Horror (que es más feo que el Terror).
Retrocedemos en la máquina del tiempo hacia 2001. ¿Exagero? Un tanto, pero no
tanto. En efecto, acudamos a unos ejemplos verificables: la economía está
dolarizada; se intenta privatizar todo lo privatizable, se recurre a un
endeudamiento insostenible, vuelve a aparecer el Club del Trueque, pronto
reverdecerán las cuasi monedas y se sepulta a los jubilados. Peor aún, se
rebaja la AUH, condenando a millones de niños a la deprivación alimentaria, se
recorta el número de beneficiarios de pensiones por invalidez, se hambrea
nuevamente a docentes y servidores públicos, y hasta los ciudadanos de a pie que
viajan (por ahora) en transporte colectivo tendrán que cumplir literalmente con
ese sano ejercicio en lo sucesivo.
La misma
receta, pero más intragable. De té de yuyos sin azúcar o mate cocido solo a
carqueja amarga por un tiempito. Dizque el gobierno que es para deputar el
hígado y las glándulas biliares. Sector Salud, ídem.; Sector Vivienda, ibid.
Las "explicaciones/excusas/mentiras" del oficialismo fenecen de
muerte natural. Naturalmente en agonía, están pidiendo pista para dejar esta
tierra (en auto, en avión o helicóptero). En Las brujas de Salem, Arthur Miller evoca hechos que rodearon a los
juicios de brujas en Salem, en el Massachusetts de 1692. Esas magas apóstatas -
inocentes- terminaron en la hoguera por voluntad del pueblo y las autoridades. En
Argentina modelo 2018, parece que la turbamulta ma non troppo tiende a proceder del mismo modo, pero por causas
contrarias. En el primer caso, las señoritas eran inocentes, en el segundo, los
beneficiarios son culpables. Aquí y ahora crecen las ansias de mandar al pasto
al mejor equipo sin auxilio mecánico. Las declaraciones de ayer de D´Elía
generaron comentarios fuertes de propios y ajenos. Tan fuertes como los dichos
del modesto maestro que comanda el partido político Miles, quien acusó al
gobierno de Cambiemos de fusilador (Calificativo irritante en nuestra historia
de los siglos pasado y presente si los hay). Dijo fusilador de maestros,
empleados públicos, empresarios PyMES, economías regionales, etc.
Nuestra
historia del siglo antepasado es ilustrativa en este campo. El prócer de los
oligarcas del Puerto Coronel Friedrich Rauch (el del pueblo del mismo nombre)
era germano y no hablaba castellano. Entre otras delicatessen decía (en alemán) "A los indios hay que
degollarlos. No merecen ni que se gaste una bala en ellos." En la Campaña
del Desierto sembraron ropa infectada con tifus, erradicaron pueblos
originarios enteros (Quilmes) y esclavizaron a los sobrevivientes. Botón de la
muestra de lo que fue, es y será capaz la derecha argentina. Si los dejamos. La
modernización que declama MM se cumple rigurosamente en esos términos, pero los
parias actuales son los cabecitas negras del aluvión zoológico que se mojaban
las patas en la fuente, negros, zambos, pardos y mestizos nativos y migrantes.
Los muchachos de “Machirulo” se entretienen tirando bombas neutrónicas 24x7
(todos los días toda la semana). Las veinticuatro horas del día toda la semana.
Esas que afectan o dan muerte a los seres vivos, incluyendo hombres y animales
sin afectar seriamente a los edificios del lugar en que son lanzadas. Esa es la
política que aplica hoy el oficialismo.
Mi tía
Florinda tendría hoy 110 años. Si viviera, estoy seguro que no votaría
Cambiemos en las próximas elecciones presidenciales. He practicado entrevistas sui generis a venerables ancianas
gorilas que, ante mi pregunta respecto de su preferencia futura en las urnas,
me contestaron: "Mi mascota". Blanco o nulo. Otra alternativa
atractiva es que se queden en casita. Otro tanto para los morochos/as que
aportaron lo suyo para concretar la catástrofe que padecemos. Mejor para
nosotros. Se viene el cambio. Ésta sí que es una prognosis. ¡Una paponia!
(*) CABA, 26/7/2018
ORIENTACIONES
Y ENSOÑACIONES
Lunes 2 de Mayo de 2020
LÁGRIMAS Y SONRISAS (*)
A ver. Nunca,
que yo recuerde, se juntaron, para los argentinos, tantos fenómenos
contradictorios pasibles de ser analizados desde Freud, Durkheim, Hegel y Marx.
El conflicto odio/amor descripto por el fundador del psicoanálisis en varios
escritos como "Análisis de un caso de neurosis obsesiva",
"Análisis de la fobia de un niño de cinco años", etc. Ese tema es
permanentemente abordado por sus continuadores. Sintéticamente, se trata del
conflicto hijo/padre, hija/madre presente en los seres humanos. Placer y dolor
alternando en nuestras vidas.
Hablo ahora
del partido Argentina-Francia jugado en el día de hoy.
Lágrimas-sonrisas-lágrimas que vivimos todos en 95 minutos. Hablo de ira y
perdón de los comentaristas. De chevaliers
y gauchos en los saludos posteriores al partido. De pulmotores y
desfibriladores. De "¡Alé le
cocq!" (adelante el gallo francés) y de "¡Vamos Argentina!".
De guapos cuchilleros de Borges con valentía por la valentía misma en el duelo
y su mezcla de respeto por el adversario que se animó a desafiarlo. Y del
brillo y el filo letal de ambas armas.
La selección
mereció salir del campo con las armas al hombre, como salieron las derrotadas
tropas francesas cuando el asalto a la fortaleza de Quebec, homenajeadas por
los británicos victoriosos en la guerra anglo-gala por el control del actual
Canadá. Para nuestros muchachos ¡Chapeau!
Esperanzas que no cristalizaron. Frustración sí, fracaso no.
MM dijo que si
no volvían campeones no los iba a recibir. Más bien pienso que en su mesa chica
se debe estar discutiendo si es mejor ir para obtener algo de rédito político,
o, como en el día de la bandera, esquivar el abucheo del pueblo. En estos días
de efervescencia y odios a flor de piel en las calles, suelo conversar con
grupitos mixtos de Colombianes y
Venezolanes. Los provoco y terminan
riendo conmigo. A los venezolanes
les tiro ¿Chavistas? ¿Maduristas? Se calientan,
y ahí empiezo a bajar línea. En una de esas recorridas por Callao, estoy
charlando con cuatro o cinco colombianes
y pasa una morocha madura argenta. Les grita "¡Colombianos, todos narcos,
vuelvansé a su país, aquí no los queremos, narcos de mierda!" Las
“colombias” le contestaron como corresponde y me contaron que la loca había
pasado antes, llegó a la esquina y regresó para tirarles una segunda andanada.
Aprovecho la
ocasión para complementar lo que dije sobre la vicepresidenta en
"Gestiones y trayectorias" (ver escritos kirchneristas 2018 Jorge
Vibes). Allí fui generoso con la paralítica porque omití parte de su historia
antes del accidente. Silo fue recibido por miles de seguidores en Uspallata
allá por 1969. Bajaba del Aconcagua el día de su cumple 33 (como Cristo). El
rito iniciánico en su movimiento consistía, entre otras fórmulas, en formar en
un gran círculo a los iniciados. A las mujeres le hacían romper sus elementos
de maquillaje con los pies para que demostraran que renunciaban a su vida
pasada. En la rotonda humana cada uno recibía un bofetón del que tenía a su
lado derecho y debía cachetear a quien tenía a su izquierda. Claro, si te
ligabas una palmada no pasaba nada, pero si el choque era fuerte, multiplicabas
el impacto al siguiente aumentado. Eran formas de entrenar en parapsicología a
los acólitos. De allí proviene Gabriela Michetti, fundadora del Partido
Humanista convertido en Partido Humanista Popular. Etc. Vincular esta info con las aristas evangelistas,
budistas y New Age de Mauricio Macri.
Mencioné a
Hegel y Marx porque Freud aplica la dialéctica al conocimiento de la psiquis. Y
Durkheim se focaliza en el aspecto irracional (emotivo) de las conductas
sociales grupales. Soy un comunista hermenéutico atípico. Un García Lineras
gramsciano en argentina.
Con motivo del
Mundial, se ha hablado hasta el hartazgo de la unión del equipo, de conducción,
de táctica y estrategia (todos conceptos salidos de la teoría militar). Carl
Philipp Gottlieb Von Clausewitz (1792-1831) decía que la guerra es la
continuación de la política por otros medios. Pensá en la brecha actual y busca
las diferencias. ¿Qué tul?
(*) CABA, 30/6/2018
Lunes de Mayo de 2020
LECCIONES DE MACROECONOMÍA
PARA PRINCIPIANTES (*)
Buenas noches.
Como profesor invitado a esta Cátedra Libre, voy a introducirlos en un tema
apasionante: la Macroeconomía. No se asusten, no voy a enseñarles cómo se
desagrega la Ley de Presupuesto. Pese a ser licenciado en Sociología, me jacto
de contar con una fuerte formación en Economía Política. Tiraré sólo algunas
puntas. Dicha ley se envía al Congreso anualmente y contiene la previsión de
gastos del Estado Central para el siguiente ejercicio. Debería ser aprobada o desestimada antes de
fin de año. Si es rechazada, no pasa nada, el oficialismo prorrogará la actual
sometida a ajustes.
Titulo la nota
para principiantes (todos los habitantes de nuestro suelo) pues, en la calle predominan
las charlas sobre sociología, economía, política, filosofía y otras yerbas
relacionadas que afectan nuestro diario padecer. Al voleo, en principio me
referiré a las explicaciones oficialistas sobre las causas de las crisis
presentes aquí y ahora. Hoy, Marcos Peña Brown describió las que -a su juicio-
son las causas principales: 1) Shock externo: apreciación del dólar a escala
global y depreciación de las monedas locales en distintas proporciones; 2)
Aumento de las tasas en la Fed (especie de Banco Central de USA), que llevó las
tasas anuales del 1% con Obama a 2.75% en la administración Trump, atrayendo
capitales de todas las latitudes y obligando a las economías emergentes a
ofrecer tasas inusitadas. Este punto explica en parte el fracaso de la lluvia
de inversiones prometida por MM y 3) La sequía (para mí de cerebro en el mejor
equipo de los últimos 50 años). En efecto, la seca es de una magnitud enorme
dentro de una secuencia de varias décadas (soja -30%). Esto compromete
seriamente las arcas públicas y tiene graves consecuencias políticas y
sociales. Pero curiosamente, los Propietarios del Campo niegan auxilio.
Las excusas de
los más altos magistrados (con MM a la cabeza reconociendo errores propios)
suenan a cómicas. Los dueños de consultoras devenidos en periodistas en la tele
traducen esas fórmulas para la videoaudiencia. Ej.: Raúl Timerman, ingeniero,
sobrino de Jacobo y primo de Héctor (ex canciller de Cristina), dueño de una
consultora. Raúl, radical de toda la vida, responde con el latiguillo de Peña
cuando debe aclarar la caída de imagen del gobierno. Hace malabares para
disimular que "pasaron cosas". Lo traté personalmente durante muchos
años y le tengo estima. No es ese el sentimiento que me provoca Carlos
Rodríguez (CEMA/Roque Fernández-ex ministro de economía). En "La mirada de Roberto García", llama
"muchacho" al Gato Macri.
Le pega por derecha: "que no tiene idea de dónde se metió, está rodeado de
inútiles, habría que ir urgentemente a la dolarización, etc." y otras
gentilezas y barbaridades (con perdón de Julio Bárbaro, ex Guardia de Hierro).
Uno de los
titánicos esfuerzos del gobierno para bajar el déficit público consiste en un
conjunto de medidas que suenan a poco para todos. Economistas del establishment
y de los nuestros. Grande Kici. Dicen que van a bajar el déficit el año próximo
en unos 20.000 millones de pesos. Estimando un dólar de $ 28 serían unos u$s
750 millones. Frente al endeudamiento macrista (u$s 140.000 millones) es una
hormiguita en la selva del Amazonas. Los veinte mil palos de ahorro llegarían
vía: prohibición del canje de viajes por pesos en el Congreso; mandando a
viajar en clase turística a la mayoría de los funcionarios; venta de rodados
(usados) del Estado no imprescindibles, retiros voluntarios, no revocación de
contratos de Ley Marco y Planta Transitoria; caducidad en diciembre de los
contratos con universidades, etc. En orden creciente de gravedad están el
ralentamiento de la obra pública (nacional y provincial) y la probable
reprivatización de YPF y las jubilaciones y pensiones (volver a las AFJP). El Titanic pretende esquivar el iceberg con
remos de palo. Imposible sin que el pueblo reaccione como debe.
Doy vuelta la
hoja. Trabajé en el INdec y se de lo que hablo. Es probable que muchos de Uds.
no sepan que significa congelación de vacantes dejadas por los empleados bajo
Ley Marco y planta transitoria (despedidos encubiertos) ni contratos con las
universidades. A ver. Los empleados de Estado Central pueden ser: planta
permanente (juegan en primera), Ley Marco y transitorios. Los privilegiados son
los de planta permanente (no los pueden echar sin causa, gozan de Obra Social
paga, aguinaldos e indemnización si los rajan); los de Ley Marco juegan en
segunda. Disfrutan de todos los beneficios de los citados menos indemnización;
los transitorios (tercera) carecen de Obra Social paga e indemnización. Como
son contratados, se puede prescindir de ellos a la finalización del contrato.
Contratos con
universidades. Como la planta permanente del Estado Central está congelada
desde hace décadas, las diferentes administraciones desde Alfonsín recurrieron
a distintos subterfugios para ajustar el número de técnicos y administrativos.
Con excepción de las gestiones K, todas emplearon copiosamente las modalidades
de contratos de Obra y Contratos por Prestación de Servicios. Los contratos con
universidades son triangulaciones. La universidad x presenta un proyecto (obra
o servicio). La dependencia que necesita tal o cual personal aprueba el
proyecto y lo financia. El trabajador presta servicios en la dependencia o
trabaja en su casa u oficina de una consultora, pero cobra a través de la
universidad x. No aparece en la nómina salarial de la dependencia, pero cumple
con un trabajo específico dentro de un programa. No son ñoquis.
En la planilla
de cálculo macrista se suman: los jubilables, los que optan por la jubilación
anticipada, los que se retiran voluntariamente, los de Ley Marco que quedan
fuera, los de Planta transitoria que se van a sus casas y los de contratos de
Obra o Servicios que dejan de servir a su contratante. Miles y miles sólo en la
Administración Central. Los cálculos para provincias y municipios corren por
cuenta de esas jurisdicciones. Otros miles y miles en los planes de Cambiemos y
sus aliados. Durante el Mayo Francés se popularizó la consigna "La
imaginación al poder". En la Argentina actual se concreta, desde los
gobiernos no K, una novedosa: "La impotencia en el poder". MM pegado
con moco, los gobernadores apretados desde arriba (MM) y desde abajo (sus
votantes). Esto es laboratorio. Masturbación de tecnócratas
liberal-conservadores.
La
macroeconomía trata, entre otras cosas, de magnitudes observadas en las Cuentas
Nacionales (especie de balance del erario público), el Índice de Precios al
Consumidor (inflación); el balance de pagos (comercio exterior e interior), el
empleo formal e informal, el impacto de las migraciones (hacia y desde
Argentina); la Cuenta Turismo (viajes desde y hacia), y mucho más de lo que
está en todos los oídos atentos. Les he presentado meramente algunos de los
capítulos para que los profundicen con su profesor habitual (la realidad
cotidiana).
Espero haber
cumplido con sus expectativas. Hasta la próxima.
(*) CABA, 11/7/2018
PARÍS
BALVANERA
Josephine es una
sexagenaria francesa de París de pura cepa. Javier es un argento porteño que
comenzaba a transitar la séptima década de su vida y habita con su consorte un
departamento situado a dos cuadras del Congreso de la Nación. Se conocieron
allá por 2017 en Bartolomé Mitre y Río Bamba porque ambos querían asistir a una
multitudinaria marcha contra las políticas represivas de Macri.

La del país de Asterix conversaba con un poli en su
castellano ininteligible y el quía capitalino se acercó a ver si podía darle
una mano. En ese lugar había un cerco de metal que impedía pasar y la franchuta
alegaba que tenía que encontrarse con unos amigos en la manifestación. Javier
domina el inglés y se defiende con el idioma de Voltaire. Se presenta y le dice
a ella que podía oficiar de traductor. Al trasmitir el mensaje al uniformado
recibe por contestación que tienen que caminar hasta la avenida Independencia
por Ayacucho y tratar de meterse por alguna de las calles que cruzan Avenida de
Mayo. Veinte cuadritas, fácil, a patacón por cuadra.
La –según ella- colega de Simone de Beauvoir, pues era egresada como licenciada en filosofía
en la Sorbona. Y por tanto prima de profesión de Javier, que es Sociólogo, lo
invitó a tomar un café. Como todo estaba cerrado, él la llevó a su
departamento, sito a dos cuadras de Congreso de la Nación. Una vez sentados a
la mesa, la dueña de casa preguntó: “¿Té o café?” “Té, pog favog”. Estaban sentados, ella a derecha del
sociólogo y su jermu a la izquierda. La recién llegada peló pasaporte francés
sin que se lo pidieran y dijo (en inglés) que su ex marido estaba preso en
Ezeiza junto con sus hijos porque viajaron para ayudarla en su misión. Que era
la de organizar la visita del Papa Francisco a Buenos Aires. La pareja se miró
y preguntaron, casi al unísono, que Francisco no vendría a Argentina mientras
Mauricio Macri gobernara. “Por supuesto que lo oculta y me manda a mí, que soy
del Servicio Secreto del Vaticano, a organizar todo”. Comentó que se alojaba en
un Hostel cerca del Congreso pero que debía cambiar a menudo de vivienda (como
buena espía). El matrimonio sospechó que se estaba tirando el lance para que la
invitaran a quedarse en el departamento. Le hicieron ¡Holé! y acusó recibo.
Siguieron charlando en francés/inglés/castellano de las manifestaciones que se
producían casi a diario en la zona y llegada la despedida, Monique sacó de su bolso-cartera tipo banana con motivos peruanos
bien progre, un rubí (de plástico) de unos 4 cm. de diámetro, que -según sus
palabras- fabricaba su hijo. Dijo que se los regalaba porque habían sido muy
gentiles con ella.
Al día siguiente comenzó la tortura telefónica para Javier.
La francesa lo llamó al celular para contarle que la habían rajado del Hostel
por falta de pago y que necesitaba plata y la dirección de otro albergue. El
sociólogo le dio un negativo y la saludó cortésmente. La molestia se repitió
por la mañana posterior. Javier tenía que asistir a una conferencia de un
profesor chino de la Universidad de Beijing a la que lo invitó
Fortunato Malimaci porque en la facu había militado con los maoístas. La charla
se efectuaba en el CONICET (Consejo Nacional de Ciencia y Técnica) donde
Fortunato es Investigador Senior. Antes de salir llamó a la viuda de Eduardo
Duhalde (el bueno) para pedirle el tubo del SERPAJ (Servicio de Paz y Justicia)
que preside el premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel y algún otro lugar al que
pudiera dirigirse Monique. Llegó
al CONICET y comprobó que el pekinés estaba realizando una investigación sobre
el maoísmo en América Latina. Para su sorpresa, escuchó que en la República
Popular China hay una provincia que mantiene las costumbres de la época de la
Revolución Cultural. Entre los concurrentes había ex montos, en erpios (ERP),
un sacerdote del Tercer Mundo, un integrante del Movimiento Evita, dos maoístas
y varios cursantes, en total unas 20 personas. El profesor chino aclaró que no
es miembro de PCCH (Partido Comunista Chino) y en la ronda de intervenciones
del público saltó que durante la dictadura genocida de Argentina había una
sucursal de la editorial Lenguas Extranjeras desde la que enviaban el material
a Buenos Aires. Javier aprovechó la ocasión para pedir a Fortunato el teléfono
del SERPAJ aunque ya lo tenía y consiguió el particular de Pérez Esquivel. Ya
en casa, se lo pasó a Josephine, quien le dijo que su ex y sus
hijos estaban detenidos en una comisaría de Ezeiza y temía que los fueran a
torturar.
Por la noche, la francesa
volvió a llamar. En ese momento llovía a cántaros y le contó que podía ir a
dormir a la Ciudad Universitaria (media hora en colectivo). Javier le aconsejó
que buscara algún policía de la Policía Federal porque esa fuerza tenía
alberges. El sociólogo sabía que cuando lo hiciera, el cana la llevaría a la
comisaría 5ta, se comunicarían con la embajada francesa y la repatriarían como
demente.
Javier ignora qué es de la vida de Josephine porque con La ola de vómito negro que se abatió sobre el
mundo, tanto puede estar en un correccional para mujeres, en la Villa 31, o, en
su país de origen.
EL HOMELESS DESPIERTO
Un
mediodía de mayo, Ricardo fue al Banco ICBC (industrial and Comercial Bank of
China) sito en Callao al 300. Debía hacer un depósito para abonar el resumen de
su tarjeta American Express. Se bajó el barbijo y, con el resumen en mano, se
ubicó en uno de los cajeros automáticos y buscó la opción que necesitaba.
Estaba Ingresando el dinero y entró un homeless con tapabocas en el lugar.
Seguro que estaba espiando al vejete desde la vereda y pensó que tenía una
palomita a mano. Dijo: “Tío, dame alguna moneda para comprar una pizza en Pizza
Hut.” “Esperá que termine y te veo en la vereda”. Ricardo finalizó y salió. El
despatarrado lo estaba aguardando. “Amigo, dame algo para que podamos comer”.
El depositador peló los billetes que tenía en el bolsillo derecho de Jean de
corderoy, pero carecía de billetes de 10 pesos. Sólo varios de 100 y uno de 20.
Le preguntó: “¿Tenés cambio de cien?” “Tío, dame uno de 100 y te doy el
vuelto.” “Bueno, pero antes sacá el vuelto.” “Pero no, amigo, yo no soy ningún
choro, no te voy a robar, dame el de 100 y te paso los 80 que tengo”. “No,
primero dame los 80 y te doy los 20.” ”Pero…amigo, yo no me voy a escapar, dame
los 100.” “Primero dame los 80.” “Tengo 70, amigo, dame para la Pizza Hunt.”
Ricardo cazó la mosca al vuelo. Empezó mangando una moneda, pasó a un billete
de 100, de ese pedido se saltó a uno de 20 y, por último, a uno de cien. Todas
triquiñuelas para salir corriendo porque sabía que el anciano no lo iba a
correr. Cansado del tira y afloja, Ricardo le pasó el papel de 20 y se fue. Un
joven que asistía al espectáculo, para salir en defensa del viejo, se convirtió
en el próximo mangado. Lo sacó carpiendo.
VELORIO DE UN SUICIDA
Introducción
En la edición que tengo a la vista del Nuevo Manual de
Urbanidad y Buenas Costumbres, publicado en 1902, subtitulado "para uso de
la juventud de ambos sexos en la escuela y en el hogar", sub subtitulado
"en el cual se encuentran las principales reglas de civilidad y etiqueta
que deben observarse en las diversas situaciones de la vida; con un breve
tratado sobre los deberes morales", se lee, en la Sección Quinta -de los
duelos, entierros y honras fúnebres- lo siguiente:
"...V.- La puntual observancia de estas reglas
ahorrará á las personas que sufren la pérdida de un miembro querido, el
tormento de ver en su casa, en los momentos más terribles de su dolor, una
reunión numerosa y llena de indolencia que conversa, ríe y celebra los chistes
de cada cual, y que ofrece el chocante y horrible contraste de la alegría y los
placeres de la mesa, dentro de un recinto enlutado y tétrico, en medio de una
familia llorosa y desolada, y á veces aun al
lado de un cadáver!".
Los hechos
Velatorio en Av. Córdoba al 5000. Primer piso
compartido con otro finado. A esa hora de la noche están presentes (vivos) casi
todos los vecinos del consorcio, el peón del taxi que acababa de licenciar el
finado por haber tenido que vender el “tacho” y los amigos más cercanos
(pocos). La madre (85) no pudo asistir por prescripción médica. Están Daniel,
Horacio y Cristina, más David, el único amigo y ex camarada del PC que se animó
a seguir dándole pelota cuando volvió al país. Escenografía parca: atriles
negros de los que se usan como porta coronas pelados, porque ya casi no se
estila mandar flores. Ambientes sin ventanas y paredes mustias. La madre,
respetando el agnosticismo de Pedro, se negó a que colocaran crucifijos. Los
asistentes se mueven despacio y conversan en voz baja. El ambiente está frío y
piden que enciendan la estufa de la sala y traigan café. Daniel presenta a
Cristina a David porque no se conocían personalmente. Los tres primeros se
sientan en sillas ubicadas en una esquina, contra la pared. David está parado y
se sostiene en su bastón.
Daniel dice "Recuerdo todos los suicidas que
conocí, tocaron de cerca a amigos o velé por compromiso. Hugo y el pollo (como
la llamaba él) se suicidaron juntos. Juan tocó mi portero eléctrico a altas
horas de la noche. Bajé a abrirle. ‘¿Qué pasa?’ ‘Hugo se suicidó…con su mujer.”
“Pasá.” “No puedo, estoy avisando a los gomías.” El suceso nos partió la cabeza
a todos y anduvo rondando por allí durante mucho tiempo. Parece que Hugo, pese
a estar enpastillado[19],
vaciló a último momento. Ella le pegó el tiro de gracia y después se metió el
bufoso[20] en
la sien y disparó. Estaba Fulano, un conocido. Fulano espantado, Policía.
Drama. Como tenían previsto viajar, sobre la mesa había 20.000 dólares. Nunca
se supo quién se los había llevado. Repensando el hecho, lo que más me
impresionaba por lo perverso era que hubiera estado Fulano de testigo. Pero me
planteo la eventualidad de que Fulano hubiera pasado por casualidad de visita y
hubiera quedado pegado. Desde luego que para quienes tienen decidido matarse el
hecho de que haya alguien más presente carece totalmente de entidad”
“También rememoro a Rosemary, pelo negro, lacio y
largo con ojazos del mismo color, a quien apodábamos en la adolescencia ‘la
dama del perrito’ porque paseaba con su caniche de pedigree por todo Mina Clavero en los veranos, y llegó a los
treinta tan consumida por la falopa que se alimentaba y alimentaba a su hijo
exclusivamente con huevos duros, a raíz de lo cual pasó a ser conocida como
´huevo duro´; al Santa (santiagueño), campeón de bromas y chistes del mismo
grupo, que se coheteó pisando los 40, probablemente porque ya no aguantaba la
impotencia sexual provocada por el chupi y la certeza de que la cirrosis lo
llevaría muy pronto a la Chacarita.”
Se detuvo porque había llegado el café y lo
necesitaba. Horacio preguntó si tenían coñac. El empleado le contestó “Ya le
traigo uno.”
Daniel prosiguió: “A Miguel, alguna vez ayudante de
1a. A mi cargo en el CBC de la UBA, que conocí Posadista (Partido de la 4ta.
Internacional dirigido por el camarada Posadas) en “Filo”, después que cambió
Sociología por el Seminario abandonado cuando estaba a punto de ordenarse cura
y con quien llegamos a Profesores Regulares Adjuntos en el mismo concurso, que
después hizo todo el periplo interno y al momento de la boleta ocupaba aún esa
posición, que salió al patiecito trasero de su casa en el segundo cordón del
conurbano, de mediodía, con su esposa e hijos todavía en la mesa, y se prendió
fuego a lo bonzo; al gordo -se me escapa el nombre (promediando la treintena),
Jefe de Trabajos Prácticos en la misma unidad académica, que vivía solo y fue
descubierto cuando los vecinos de piso sintieron un mal olor tan intenso que
llamaron al encargado y éste llamó a la policía, que tiró la puerta abajo y
encontraron un cadáver en avanzado estado de descomposición pues llevaba muerto
muchos días.”
El mozo trajo el coñac y preguntó “¿algo más?” y ante
la respuesta negativa se retiró. Como suele pasar en todo velorio que se
precie, comenzó la tanda de chistes, clásico recurso para cortar
momentáneamente la angustia que provoca el confirmar que somos mortales, a la
que se suma la certeza de que ya nunca tendrán contacto material con el ser
querido.
Daniel abrió fuego: “Resulta que había un sociólogo
que, como muchos universitarios que debían cumplir con el Servicio Militar
Obligatorio, pedía prórroga hasta recibirse. Cuando no tuvo otro remedio que
alistarse, se presentó al cuartel que tenía asignado. Una vez en el patio
estaba con todo el contingente en el patio y un sargento dijo ‘Levanten la mano
todos los que vienen con prórroga’. Lo hicieron. Se dio destino, uno a uno, de
acuerdo a su especialidad. Al sociólogo lo mandaron a reportarse con uno de los
tenientes de la guarnición. Llegado a la oficina se presentó “permiso mi
teniente T., me reporto por orden del sargento S. “Ah, vos sos el sociólogo.”
“Sí.” “Bueno, mirá, te voy a dar una tarea simple pero delicada.” “A la orden,
mi teniente.” “¿Viste ese campito que se encuentra pegado al norte del
cuartel?”…”Me lo vas a tener que arar todito. Tenés una semana para completar
el trabajo.” El sociólogo fue y, a los cinco días, se cuadró ante su teniente y
le comunicó que había cumplimentado el encargo. “Muy bien felicitado 10. Lo
terminaste antes de que venciera el plazo.” “Gracias.” “Ahora, vas y abonás lo
arado dentro de un plazo de cinco días.” “A la orden, mi teniente.” A los tres
días vuelve el colimba (corre-limpia-barre) presentar los resultados.
“Fenómeno, no tengo palabras, sos un excelente soldado.”... “Ahora, debido a tu
eficiencia, te voy a mandar a cumplir una tarea decisiva para la compañía.”...
“Al sur, detrás de la caballeriza, hay una montaña de papas. Vas y me las
seleccionás por tamaño. Grandes, medianas y chicas.” “Tenés una semanita para
terminar.” Parte el conscripto en pos del objetivo señalado. Pasa la semana.
Otra más. Y, transcurrida la mayor parte de la tercera. el teniente T. llama a
su subordinado. “Pero ché. ¿Qué te pasa? Te mando a arar y a abonar el campito
y lo cumplís antes de tiempo, pero te mando a seleccionar las papas por tamaño
y todavía no terminaste.” ”Disculpe, mi teniente, pero resulta que los sociólogos
somos especialistas en mover el piso y tirar mierda, pero cuando hay que tomar
una decisión, estamos jodidos.” Todos rieron casi al unísono. Alguno en tono
demasiado alto para la circunstancia.
David quiso incorporar el humor judío en el aparte del
cuarteto: “Cuando se declaró la epidemia de SIDA, no se sabía muy bien de dónde
venía, si era contagioso o no, y si lo era, cómo se propagaba. Una mañana, se
encuentran Sarita y Raquel en la calle Pasteur. Se saludan y Sara pregunta
“Raquelita, ¿es cierto que tu Samuelito tiene SIDA?” ”Es cierto.” “Y ustedes
¿cómo se las arreglan?” ”Mirá Sarita, el secreto está en tratarlo con amor, con
mucho amor y matzele?”. ”¿Porqué matzele?” ”Es lo único que pasa por la
rendija de la parte de abajo de la puerta.” “Muy bueno.” dijo Daniel. “Entonces
te tiro otro: resulta que venían por un camino, en dirección opuesta, un
catalán y un judío. Al cruzarse, descubren simultáneamente una moneda en el
suelo. Se abalanzan y la toman. Ambos tiran con igual entusiasmo y fuerza.” ”¿Y
quién ganó?” ”Ninguno, pero inventaron el alambre.” Cristina dijo: “Este es
mejor que el anterior.”
Daniel disparó nuevamente “Un puto va de visita al
departamento de un manflorón[21]
amigo. Toca timbre. El dueño de casa abre la puerta ataviado con un quimono
dorado y unos zapatos puntiagudos color piel. Intercambian besos en las
mejillas y el recién llegado dice: ¡”Qué lindos zapatitos! ¿de qué son?”
”De cuero de pija.” ”¡ Ay, loca!, ¿no me
das una patadita? Lisa apunta “Sos un homofóbico de aquellos. ¡Qué tremendo
hijo de putas! (sabiendo que no era así y que su marido entraba en la
provocación para llamar la atención nomás).
Cristina, como la inmensa mayoría de las mujeres,
carece de memoria para los cuentos, recurrió a una anécdota. Recordó que dos
años atrás, estaban en Madrid con Joaco, picando algo en el Museo del Jamón
cercano a Plaza del Sol, ubicados en una mesa del entrepiso. Hicieron el pedido
de lo que preferían comer y el susodicho preguntó a la camarera que cervezas
tenían "Bueno, tenemos Heineken y de la otra" "¿Y qué diferencia
hay?" "Hombre, la Heineken es Heineken y la otra es la otra ".
La esposa Daniel, inspirada por lo que acababa de
contar, recurrió a otra anécdota que contaba un amigo. “Un primo mío, gallego
migrado a estas tierras de adolescente, hizo fortuna y, ya casado, decidió
visitar “sua terra galega” (su tierra
gallega) con sus cinco hijos y su esposa. Era verano. Alquiló una van en Madrid y partió a las montañas de
su provincia natal. Manejó por caminos de cornisa hasta el mediodía, momento en
que sus descendientes clamaron de hambre. Estacionó su camioneta en una posada
amable y se sentaron todos a la mesa bajo la sombra de un castaño centenario.
El posadero acudió presto y preguntó qué apetecían los señores. “Por favor,
traiga Ud. siete emparedados de jamón.” “¿Y para beber?” “Siete Coca Colas”
“Mire Ud. señor, me parece que les conviene pedir, en lugar de siete Coca Colas
chicas, dos de dos litros y medio.” “Perfecto, traiga entonces dos grandes.”
“No tengo.”
Danny, después de aplaudir sin ruido la ocurrencia,
retomó su relato: “A Rubén -alguna vez dueño de la principal casa de artículos
regionales de Mina Clavero- quien, a los cincuenta, solísimo y arruinado por su
adicción a la “rula”, eligió como punto de partida a un borde de la montaña
cerca de Copina. Auto mirando al valle, una botella de whisky vacía, somníferos
y pistola; al Conejo (49) -ex compañero de partidas de póker, pase inglés y
"chuchos" al que dejé de frecuentar añares atrás pero tenía y tengo
presente su risa de dientes grandes. Una vez me invitó al hipódromo de Palermo
porque tenía una “fija”. Le contesté que andaba seco. No importa, mi padre me
dio plata para mi cumpleaños y, en lugar de comprarme la Penguin y te pago lo que te debo del poker. Vamos a las carreras y el dato era bueno. Yo me compré el
reloj Tissot caro. Terminó sus días
abriendo el gas”.
Daniel señaló que en esos días se viralizó en las
redes sociales un diálogo extremadamente gorila. “Voy a matar cinco mil
kirchneristas y un perrito”. ”¿y por qué un perrito?.
Cris había aceptado café y Daniel bebió un primer
sorbo antes de continuar: “También recuerdo a Jorgito, compañero de 5to. del
Nacional y dos años en la facultad de Derecho, que una vez recibido se
estableció en Bariloche con su esposa (también boga), que, según su hermano,
era proclive a avanzar machos en presencia de su marido –cosa que me consta
personalmente- ejecutó su elección última sellando el dormitorio con el brasero
encendido y terminó sus días acostado en la cama matrimonial con un frasco de
somníferos en la mesa de luz; al compañero del Servicio Internacional de ENtel
-edificio viejo-, que en su veintena, no hablaba con nadie, se fumaba 3
cigarrillos en cada 10 minutos de descanso, recorría en ida y vuelta el palier
del ascensor a donde salíamos con paso vivo, y del cual supimos un lunes que se
había tirado del balcón del décimo piso a la calle.”
“Otro caso terrible fue el del hijo del titular de
Antropología, que, según supe por el propio padre, se ahorcó a los 20. Pese a
que mi colega docente no alcanzaba a explicarse el porqué, yo, que conocía el
paño, me aproximé a una hipótesis. El progenitor de marras era alcohólico
perdido y andaba por el cuarto matrimonio. Brillante, ocurrente y divertido,
pero como suele pasar, difícil. Al momento de este encuentro acababa de casarse
de nuevo con la segunda y lo proclamaba a cuatro vientos. Criado en ese contexto,
no es riesgoso pensar que el hijo padecía de una fuerte inestabilidad
afectiva.”
“¿Pedimos otros cafés?””; “Para mí no.” “Paso.”
“Bueno.”
Daniel continuó con el macabro recorrido: “A la madre
de una de las mujeres de Santiago en su etapa ginebrina, que de repente entró a
regalar cosas de su casa. Objetos de valor y sin él (el piano, joyas, pocillos
para café y lápices). Uno de los hijos la fue a visitar y encontró el
departamento prácticamente vacío. Llamó a sus hermanos y les contó. Pocos días
después, la madre se despojó de lo último que le quedaba -la vida-, metiéndose
en el lago Lemán después de recorrer el laberinto sin salida de su insania.”
Horacio dijo: va otra: “También lo que pasó Adriana,
compañera socióloga en la Secretaría de Programación Económica del MECON, cuya
madre, presa de una depresión de larga duración, se mandó de una por el pozo de
aire del edificio." Hizo una pausa y continuó: “Comentando la actitud
final de la madre, dije a Adriana y a nuestro jefe ‘yo, la única forma de muerte
que respeto, es la muerte heroica’.”
David agregó: “Pedro era antisemita, como casi todos
los estalinos. Yo, pese a mi ascendencia, me quedé en el Partido para dar la
lucha interna. Dejé de lado lo que considero una contraposición secundaria y
reconozco al PCA no pocos aportes: popularizó la literatura marxista en
ediciones baratas; formó a buena parte de la intelectualidad de los ‘60 y ‘70
que, luego, por oposición, digamos edípica, hacia el Partido como padre
opresor, generaron opciones abiertas de raíces marxistas. Boris Spivacow, emblema de ese intelectual comprometido y
pluralista, había sido expulsado de la Fede en 1966 y toda su carrera de editor
estuvo signada por ese ideario izquierdista no dogmático. Junto a otros
expulsados de la Fede o del Partido, erigieron las columnas de parte del
edificio del pensamiento social argentino de izquierdas. La otra parte
pertenece al PCA. En conjunto, esas tribus enfrentadas políticamente estuvieron
detrás de la editorial Centro Editor de América Latina; de los Cines Lorraine,
Cosmos 70 y Arte, salas que conectaron a los entonces veinteañeros con el cine
italiano (desde el neorrealismo a la comedia dramática de los ‘70), la Nouvelle Vague[22],
la cinematografía rusa y de los países satélites de la URSS; la New Wave inglesa y el cine crítico
latinoamericano.”
Daniel dijo: “Reconozco que el PCA sostuvo a la
Revolución Cubana y mantuvo relaciones subterráneas con la guerrilla no
peronista (a la que criticaba en público, etc.). No obstante, metió la pata
muchas veces. Como cuando trenzó con Viola considerando que, de esa manera,
impedía que la dictadura pasase a degüello a miles de militantes comunistas. En
fin, no todo es del color de que lo pintan.” “Cierto, pero todas las
expresiones del arte contaban con células (en algunos casos frentes) del
Partido.” Horacio se sintió obligado a terciar: “Recordar que el FATRAC, el
frente de teatro del PRT-ERP contó en sus equipos a Norma Aleandro, Alfredo
Alcón y otros varios.” “Sí, pero el Partido tenía al teatro IFT, templo del
teatro independiente de esa época”. “Piensen que, para nosotros, el Partido era
la vida. Familia, amigos, trabajo, militancia. Todo giraba en torno al Partido
y el Partido era la Dirección.” ”Una especie de catolicismo mundial comunista
bajo la bota de la URSS.” “En lo existencial eso se relativizaba. Uno se
entregaba totalmente a su deber militante. La disciplina partidaria era todo y
los díscolos se convertían en muertos, ni siquiera los saludábamos en la
calle.” Cristina se indignó: “Ese enfoque de la militancia es una mierda.” “No
tanto, siempre nos daban una justificación atendible.” Daniel dijo: “Bonita
interpretación del centralismo democrático.”
David prosiguió: “Pedro y yo supimos tener un camarada
-responsable de finanzas del PCA para una gran parte de la zona sur- que fue
injustamente acusado de malversación y al regresar a su casa expulsado, cazó la
45 y se voló los sesos. Después se comprobó había sido una falsa denuncia
efectuada por otro camarada, pero ya era tarde”. Emocionado por la evocación
murmuró “No merecía terminar así.”
Daniel
acotó: “Tu anécdota me recuerda a Milcíades Peña (padre), que se suicidó cuando
solo tenía 33 años (en 1965). Entre los militantes del PRT La Verdad circulaba
el dato de que lo hizo cuando no encontró salida a la contradicción que lo
presionaba: su producción teórica y la guita que le estaba dando su floreciente
empresa de investigación de mercado.” Prendió su último cigarrillo y continuó: "Cuando saltan estas
cosas no puedo evitar poner en el tapete las muertes inesperadas que viví de
cerca o me llegaron por personas conocidas. La de Laura, compañera de facultad
y madre de gemelos, que terminó como los desgraciados muertos-vivos de los
campos de concentración nazis devorada por un cáncer agudo de mama a los 42; el
de Elinita, alguna vez noviecita de vacaciones, que pasó por el mismo incendio
interior de células malignas cuando tenía esa edad.”
El relator de turno cambió de tema porque David se
había retirado al baño. Al regresar “el ruso” volvió al anterior: “El de
Mariana, de treinta y pico, para entonces pareja de un amigo que la doblaba en
edad, que fue al médico para un chequeo de rutina y de allí, inmediatamente a
internación porque le detectaron un cáncer extendido imposible de parar que la
fulminó en una semana, y el de un tocayo mío, que, preso de una honda depresión
originada en la estafa de un amigo-socio traicionero y que seguramente lo
conduciría a la bancarrota, en vísperas de ir al juzgado en el que le fallarían
sin dudas en contra, cayó seco en la cancha de tenis por efecto de un infarto
masivo antes de cumplir 38.”
Daniel terminó su coñac y prosiguió: “A Alejandro, el
subteniente de caballería veinteañero destinado en el regimiento de Chajarí
(Entre Ríos), que cayó del caballo en un partido de pato y se quebró el cuello;
al primo hermano de mi amigo Raúl, cadete del Colegio Militar que, en sus
veinte exactos, estaba de guardia nocturna en un polvorín que estalló vaya a
saber porqué, y se lo llevó puesto; al batero de la banda de unos sobrinos que,
sin llegar a los treinta, calculó mal la dosis; a los hermanos Daniel y César
(44 y 38), los archimillonarios que exigieron a sus venas más de lo que podían
dar y se fueron con pocos meses de diferencia."
Daniel había asociado con otras muertes inesperadas y
retomó la palabra diciendo: "También el hermano de Nelson, que, volviendo
tempranito de un asado que se prolongó hasta bien amanecido, salió despedido de
la caja de la chata cuando el conductor se comió los taquitos del puente
sumergible de Nono y terminó en el lecho del río con la cervical rota."
Cristina, seguramente por necesidad de sublimar la
angustia, acotó: “Pálidas trágicas fueron las que presencié o me contaron
algunos allegados. “Estando en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez a raíz
del accidente del hijito de una amiga (nueve años) al que le pasó un colectivo
por encima y afortunadamente fue salvado, pasó en una camilla rumbo al
quirófano de cirugía cardiovascular, un niñito de no más de cinco que se comía
con ojos ávidos el entorno girando su cabecita en todas las direcciones. Como
si supiera que se estaba despidiendo del mundo; y la del adolescente de doce
que vivía en la Villa 31 que, perseguido por la cana[23]
en las vías del ferrocarril San Martín en virtud de un “achaco”, cayó abatido.
Cuando fue velado, se disimuló el hecho diciendo que lo había pisado el tren.”
Horacio, tan movido como Lisa, dijo: “Me disparás
otros dos, tuve un jefe que, estando de finde en el campo de un amigo, tuvo que
sufrir la muerte de su hijita de seis años, que jugando a las escondidas se
metió en un silo, hecho ignorado por el operario que descargó el grano y la
tapó; el del hermano menor del “alemán” y unos gomas (todos en plena
adolescencia), que estuvieron esperando en un boliche del bajo de Vicente López
que pasasen los autos del Gran Premio de Turismo de Carretera y matizaron las
horas chupando fiero. Finalizada la pasada bien tarde en la noche, se subieron
al auto y el conductor, sintiéndose émulo de Juan Manuel Fangio, pisó el
acelerador hasta que en la curva de Libertador que hay después del puente de la
Lucila, en lugar de seguir por el trazado del pavimento, fue derechito a
clavarse en un poste de alumbrado (por ese entonces de madera). Lo dejó colgando
en el aire y acometió dos más. El tercero también se cortó de cuajo y terminó
por convertir al auto en descapotable y a sus seis ocupantes en seres sin
cabeza”.
Como para cortar la mala onda, Horacio cuenta que días
atrás concurrió a la manifestación de "Ni una Menos" en Plaza
Congreso. Había ido a buscar a una ex compañera a la que le tenía que pedir el
celular de otra, abogada de profesión, a la que quería interesar para que
tomara el caso de un trámite sucesorio de un conocido. “Me acerqué a María y le
pregunté por Fulana. Me la señaló. Como siempre que me encuentro con María le
tiro alguna pulla, le digo que tengo una hipótesis a la que titulo: Ley de la
Compensación de la Naturaleza en relación a la cuestión de género.” “¿Y en qué
consiste?” “Muy simple. He comprobado que, desde hace algunos años, las mujeres
se presentan más apetitosas que tiempos atrás.” “¿Entonces?” “Entonces que es
por obra de la sabia naturaleza. Porque como cada día hay más hombres ambiguos
en sus respuestas a la seducción femenina, no tienen otro remedio que
entretenerse entre ellas, o, en su defecto, tratar de atraer a los machos con
propuestas más explícitas y llamativas. De acuerdo a mis deducciones, la
naturaleza hace eso para asegurar la reproducción de la especie.” Una señora
que estaba con María dijo: ¿No te parece algo provocador eso que decís?”
Significando que ese comentario era impropio para un acto impulsado por mujeres
que denunciaban al machismo. “Horacio es un provocador.” "Aclaro que con
María nos cruzábamos esos metamensajes porque ambos sabíamos de las reiteradas
maldades que me había hecho cuando compartíamos militancia y de las maldades
con que yo solía responderle. Que, como hipócrita que es, disimulaba con su
mejor cara de ‘Yo no fui, soy incapaz de proceder así’ o, sin más, haciéndose
la boluda". Finalizó: "Satisfecho con mi reciente tocada de culo a
María, fui en busca de Fulana y le pedí los datos que necesitaba".
Cristina se puso de lado de María y su amiga, no
porque María le cayera bien, todo lo contrario, pero ante el relato, hizo causa
común con las agraviadas que organizaban el acto. Daniel, en cambio, le hizo
notar que Horacio es defensor de las mujeres pero que usa la ironía para
practicar un humor negro sutil. David emitió juicio sobre el fondo y la forma.
Para él, miembro de una minoría, era un humor negro poco feliz.
Cristina pregunta “¿Alguien tiene un pucho?” “No”.
“Entonces bajo a comprar.” Deja la sala y los tres hombres siguen charlando de
política. La muchacha regresa y se prende en la conversación. Agotados los
comentarios sobre la situación nacional, pasan a hablar de música –se aproxima
la visita de un famoso cantante lírico al Teatro Colón- y cine. Daniel y
Cristina recomiendan alguna peli a los otros. Tratan de matar el tiempo.
Todos tenían ganas de irse porque habían llegado con
el cajón y las horas hacían lo suyo, pero como en parte todavía no aceptaban lo
sucedido y en parte no quedaba nadie, tuvieron que seguir en continuado hasta
que terminó el entierro. Se les pasó el sueño porque, como es sabido, pasado un
punto de inflexión, el noni[24] ya
no se percibe. Sentían un cansancio físico y anímico enorme y cuando llegaron a
sus casas durmieron veinte horas de un saque.
Miércoles 3 de junio de 2020
TRAQUEOTOMÍA
Hoy se cortó la luz en el edificio
por tercera vez en las últimas 24 horas. Salí de compras a Coto aprovechando
que contábamos con fluído eléctrico y, al volver, tuve que acarrear los bolsos
a pulso. No es grave porque habitamos en el primer piso, pero Daniel el
travieso vive en el séptimo y no se anima a salir a la calle. Repito otra vez,
es decir que reitero: salí con luz y se cortó mientras estaba en el súper. Mi
tip del día de la fecha es “¡Penitenciagite!”[25].
Vuelvo locos a dios y maría santísima con ese tip. Me asombra que la mayoría de
los interpelados hayan visto el film “El nombre de la rosa”, basado en la
novela de Umberto Ecco, pero no hayan leído el libro. Lo recomiendo.
Formo la fila. Suelto el
tip a una pareja (varón y mujer) de policías de civil de CABA. Como interrumpo
al hombre que le hacía la corte a la mujer, me dan bola por cortesía y luego
siguen en lo suyo. Un señor que está delante de mí, mueve las piernas nervioso.
Le largo: “¡Eshtás nerviosho, qué te pasa, Clarín que eshtás nerviosho!”[26] En
rigor de verdad, yo estoy nervioso y todos estamos nerviosos por La ola de bichitos negros invisibles.
Constato que las manos me tiemblan de cuando en vez. Entramos en grupos de a
diez personas porque la sucursal es grande. Cambié de local porque aquí se
avanza más rápido.
El otro tip que utilizo en
este día es: “¡Y yo que me la llevé a río creyendo que era mozuela pero tenía
marido!” (Federico García Lorca. Romancero gitano). Poco antes de entrar, sale
un señor munido de barbijo, máscara y uno de esos aparatos que usan los que
tienen traqueotomía. El pobre, o rico, o bromista, se abría paso diciendo ¡Graacias! Con esa voz de ultratumba
que lucen esos operados. Tres pasos y un nuevo ¡Graacias!, mediante un micrófono que llevaba bajo la máscara.
Tenía mi celular a mano pero no se me ocurrió filmarlo. Esas cosas pasan tan
rápido que uno no las graba por prurito o temor a que se tome a mal o porque
vaya a saber porqué. La custión (cuestión) es que se me escapó la tortuga.
En llegando a las casas, abrí la
puerta. Mi Dulcinea del Toboso sacó su culo de la silla desde dónde miraba una
serie en su Tablet. Lo advierto por el ruido que hace al correr la silla. Como
se dijo, la luz estaba sin luz y la e emergencia había interrumpido su
mortecina luz, pues tiene una duración limitada. Sudando como negra en baile,
transporté la carga en tres ocasiones. Mi esposa me fumigó como hace cada vez
que entro. Me embola porque rocía mis anteojos y los tengo que limpiar. Me
ordena que me lave las manos. Le digo: “¡Encontré un tipo más bizarro que yo!”
“¡Imposible!” Le cuento. Nos quedamos con la duda sobre si era digno de
lástima, inconsciente o un hijo de mil putas que quería contagiar a cuantos
pudiera.
Ya dije que
ganamos por afano. Si fuera una encuesta, 90% a 6 con un 4 de indecisos. Desde
hace relativamente poco hablo-entrecortado-como- los locutores-de la tele- y la
gente cool. Me rompe las pelotas que
esté de moda esa forma de comunicación audio-visual. Así no se vale. Todos han
adoptado esa manía para llamar la atención. Si las comunicadoras son bellas o
graciosas como la de Muy liebre, mi
ira se apacigua.
En un
principio pensé en escribir esto en el estilo de fluir de la conciencia (sin
puntuación) como James Joyce en "Ulises" y yo en "Que viva AMLO,
buey". Después caí en la cuenta que hay demasiados signos de interrogación
en nuestra actualidad y no sería posible porque no soy Cortázar para que se me
entienda.
(*) CABA, 8/7/2018
A VECES SE
ME LENGUA LA TRAVA
Saliendo de la verdulería. Hoy.
Encontré, a punto de entrar, a un judío ortodoxo. Lo saludé así: “Rosh Hashana.” Me miró con asombro.
Insistí: “Feliz Año Nuevo…miércoles 8 de
setiembre de 2021, porque el del 2020 ya fue”. Asintió detrás del barbijo
Hannibal Dexter y contestó: “Larga vida.”
Para no ser menos, me despedí con: “Talmud,
Jehová, Jabad”. Creo que se quedó pensando si yo era Sefaradí, pro
palestino o agnóstico/ateo con ganas de joder.

Con La Lepra Invisible, me convertí
en loco asintomático no contagioso. Preveo una futura Democracia Digital, sin
trabajo alienado, sin dinero y sin géneros. Dos viejas de clase alta, en
Coronel Díaz y Santa fe, son únicas asistentes al llamado libertario cacerolero
de Spert, Boggiano, Milei (el del sexo tántrico), a los que se suma Domingo
Felipe Cavallo, Mariano Grondona (con ACV, accidente cerebro vascular en 2020).
Cago como los aborígenes machos y
hembras, niños o adultos, herederos del incario. Como los guerreros Tchatogas de H.G. Oesterheld, los de
Verano Indio de Hugo Pratt. Todos ellos corren o trabajan y, cuando el vientre
llama, bajan el taparrabos, y deponen. Siendo yo un Porteño Argento, civilizado
en Occidente, me despojo del lompa[27],
me siento en el trono, y leo “Diario de un extranjero en París” de Curzio
Malaparte.
Me digo y digo: “¡Pico y pala contra
el Coronavirus!”…”¡No pasarán (grito de los Republicanos en las batallas de la
Guerra Civil Española”. Incorporo nuevas palabras y modismos de moda: ¡Ay vá!,
¡Últimas noticias!, ¡Nano microbio!, ¡CEO´s de fondos de inversión que
defienden a sus jefes (vaya a ver quiénes son) para asegurarse el bonus de fin
de año!, ¡Economía proto financiera!, ¡Democracias complejas!”, ¡La restricción
externa, concepto amado por los jóvenes viejos de la Coordinadora!”, “Las
leliq, lecop, la neoconvertivilidad y el regreso de las cuasi monedas!”. La
pregunta del millón que todos nos hacemos: ¿Cómo será el mundo post Covid19?
El Virus Chino (como gustan decir
Chump (los periodistas latinos en U.S.A. lo pronuncian así), el Vox español y
su padre el PP, Bolsonaro, Lenin Moreno y otros buitres regionales y mundiales,
Daniel Innerarity, filósofo de la patria de Cervantes y Quevedo, las derechas
todas) está en las mentes y lenguas de todos los que tienen micrófono o cámara
a disposición. Marina Dal Poggetto, economista senior de la derecha dura
argentina, habla de los flujos de los pagos que se vienen, las complejidades de
la economía argenta, las dead lines
que aguardan al gobierno central y al de la Provincia de Buenos Aires. Sigue
con el canje de bonos por bonos y cómo y cuándo. Junio es el S.XXII, menor
margen de negociación, Default virtual o real.
Desde una aproximación dialéctica, la
incertidumbre, como estado cognitivo y espiritual, se contrapone con el
fatalismo. Estas dos circunstancias, tan crudamente humanas, nos cobijan
gracias a la Gran Amenaza. Estoy analizando constantemente mi estado presente y
puedo asegurar que estoy compelido a un apuro sistemático. Mientras tecleo me
pasan por la cabeza incontables ideas. Apelo a mi libretita y las anoto. Dejo
la tele prendida, pero sin sonido, ojeo de cuando en vez, la pantalla por si
aparece algo interesante en el zócalo.
Siento, y actúo en consecuencia, como
si estuviera condenado a que me partiera un rayo en el curso de la próxima
hora. Recupero el sonido televisivo cuando voy al baño, a la cocina o a la
biblioteca. Traigo un libro que voy a usar como fuente, escucho algún CD.
Tropiezo con el cablerío de las computadoras, la lámpara de pie que me ayuda
por la noche, el teléfono inalámbrico. Puteo. Doy sonido para saber cómo está
la situación en Brasil. Capto lo esencial de la noticia. Quito sonido y reanudo
la escucha con el CD de Tracy Chapman. Me pregunto si estaré volviéndome loco.
Me contesto que no, porque en la calle confirmo que todos están histéricos.
Cada vez que salgo a comprar víveres,
regreso con alguna anécdota jugosa. Ayer mismo, camino por Ayacucho en
dirección a Rivadavia. Una septuagenaria, con barbijo, mira atentamente lo que
sucede en la puerta de la verdulería de enfrente. Se me prende la lamparita y
le digo: “Espíe nomás, señora, antes estaba mal visto, pero ahora se acepta
como medio para constreñir el aburrimiento”. Se ríe -debajo de la mascarilla- y
contesta: “Cierto, además, con los tapabocas, estamos todos de incógnito.”
Creo haber aclarado que soy un
analfabeto digital y me trabuco con mis aparatos informáticos. Bueno, resulta
que, vaya a saber cómo, abrí varios muros a mi nombre en distintas fechas con
fotografías diferentes pero el mismo perfil. No sé cómo solucionarlo y resulta
que yo, Jorge Vibes a), contesto a Jorge Vibes b), o a Jorge Vibes c), y hasta
me doy el lujo de likearme a mí mismo. Esquizofrenia total acentuada por el Covid19.
Temo resolverlo pues intuyo que puedo perder archivos.
Soy un gran admirador del sexo
femenino, lo que ya era una desgracia AA.CC. (antes Coronavirus), porque la
belleza de las argentinas es famosa en todo el orbe. El asunto del barbijo
viene a empeorar las cosas. Veo (o imagino) a todas las jovencitas como
preciosuras y comprendo a las islamitas fervientes que usan Hiyab. Creo que es
una excusa de los esposos para ocultar la fealdad de sus esposas o, de ellas
para aprovechar la bolada. Adicionalmente, refuerzan el misterio con túnicas
enormes. El hecho es que vuelvo a casa más alzaú[28]
de lo que estaba. Mi esposa me rocía con Lisoform, pregunta si me lavé las
manos apenas traspongo el umbral, me caga a pedos constantemente por todo. La
comprendo. Mejor dicho, no me interesa entenderla porque la quiero y es
imposible comprender a las mujeres. Así como a ellas les resulta igualmente
imposible comprendernos. Ni te cuento con los géneros -112 según alguna
clasificación extraoficial- cada uno con su propia lógica.
Claro que el humor salva y perpetúa
nuestra unión. Infidencias: insiste en que me aplique gotas oftálmicas. Agacho
la cabeza y dejo que me las aplique. Toma el prospecto, lo lee, y me dice:
“Aquí, en contraindicaciones dice que no pueden usarlo los que padecen
trastornos de conducta. Ciclotímicos, los que sufren exceso de ansiedad,
bipolaridad, etc.” Entro como un corcel y retruco: “Como ex valija, te cuento
que los laboratorios se cubren por las moscas y agregan contraindicaciones
inventadas.” “Boludo, es una joda”.
A mi edad, se achican los espacios
intervertebrales. En mi caso, eso se agrava por una escoliosis. La turra me
dice que voy a terminar como la jueza de la Corte Suprema de La Nación. Elena
Highton de Nolasco, la torcida que parece estar diciendo “Acá tá”.[29]
A esta altura del partido,
permanecemos juntos gracias a las pullas que intercambiamos. Cuando me tira un
penal, le escupo: “¡Guapa!”. Contesta “¡Majo! Quiero retruco: “¡Digáme
Licenciado!” “¡Licenciado!” Ahorita mesmo, está en Youtube con Los Luthiers y
nos cagamos de risa mientras yo escribo.
Miércoles 7
de Mayo de 2020
SIN FILTRO
Comencé a fumar a los 14 años.
Saratoga rubios, sin filtro. En los sesenta no había cigarrillos con filtro en
nuestro país. El primero que fumé me produjo asco y mareo, más tenía que probar
(y probarme) lo macho que era. De allí pasé a los negros: Galois y Gitanes
(fuertes como sabaco de negro), volvía a los rubios con una marca egipcia, que
traía boquilla como la de los rusos. Desde entonces, probé todas las marcas,
hasta cigarros cubanos. Ignorando que no debía tragar el humo, degusté uno
durante una rata al Tomás Guido de San martín. Me agarré un pedo de aquellos.
Cuando viajamos con mi padecer con gusto a Europa, llevamos cartones de
Marlboro y Pall Mall suaves, pues en el viejo continente cuestan entre 5 y 7
euros, según el territorio de que se trate.
Voy a referirme a otra acepción del
“sin filtro”, la que alude a un estado de la conciencia que sale por la lengua.
Propia de los cocainómanos, la que genera un acelere que desemboca en raptos de
sinceridad involuntaria. No es mi caso. Jamás recurrí a otra aventura química
fuera del néctar de Baco. Leo y escribo. De la lectura, recibo enseñanzas
constantemente, y, además de provocarme placer, me sirven para escribir. Escupo
lo que siento en el papel o mis blogs. La mayoría de las respuestas son
afirmativas, pues comprenden mi autenticidad. Abordar lo literario como autor,
en cualquiera de sus géneros, debe respetar, ante todo, un solo principio: No
temer a exponerse más allá de lo necesario. Pienso que el ocultar, más allá de
lo necesario o posible (nadie se conoce tanto como para no errar) es nocivo.
Por el Covid19, estoy sometido a
estados mentales y físicos, en los que no me reconozco. Para sublimar esa
adrenalina, camino y digo, a muchos de los que cruzo: ¡“Ave, Caesar, morituri te salutant”! (¡Ave César, los que van a
morir te saludan! La mayoría lo acepta como la ironía que es, pero no faltan
los que me mandan, educadamente, a la puta que me parió. Un joven, que entra
dentro de la primera categoría, me retrucó con una salida inteligente: “No es
necesario porque todos los días nos estamos suicidando.”
Con la más sana intención, corto una
pelea de pareja. Les pregunto si hubieran pensado alguna vez que vivirían estos
momentos. Me responden que no. “Entonces, den gracias a la vida por estar vivos
y poder contar a sus nietos que sobrevolaron al cataclismo.” Sonríen, me dan la
razón, y siguen peleando. Compruebo que el tener razón es condición necesaria
pero no suficiente. Es muy difícil que otro cambie nuestras convicciones. Tal
cambio se produce por imperio de las circunstancias.
Me recuerdo a mí mismo que, aparte de
mostrar erudición cosmopolita al lector, debo obediencia a mis antepasados
diaguitas. El Maledetto Coronavirus viene a ser un malón de los Indios
Ranqueles, donde cada uno de nosotros es La cautiva.
Pasamos de la hiperkinesia a la
depresión, varias veces por día. Es comprensible y justificable. Incorporar a
nuestros hábitos disfraces de buzo no es fácil. Siempre se puede estar peor.
Una violada dixit. Los canales progresistas nos alarman tanto como los que
están en manos del Poder Real. El colectivo de Mujeres actrices se expidió en
contra de la liberación de violadores de las cárceles y exigió la renuncia de
Alejandro Vanoli, ex director de ANSES por una supuesta morosidad del organismo
en los tiempos que corren. Propios y ajenos dicen que se trata de diferencias
entre abertistas y cristinistas. El ex ministro de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, Eugenio Zaffaroni, se cruza con el ex secretario de seguridad por
la misma cuestión. Y la “oposición constructiva” de Macri, pato Bullrich y la
banda de Alí Babá aprovecha para secretar veneno.
Si este circo no es para ver gratis y
celebrar, las películas Metrópolis y Brasil dejan de ser clásicos. Todo
conocimiento surge del caos primitivo. Después, acomodamos lentamente los
patitos y vemos cada vez más claro. Mientras tipeo estas líneas sufro por no
estar al tanto de cómo va la secuencia Vanoli. Por suerte cuento con Flow y
puedo verlo más tarde en programa ya emitido. El Planetavirus es bienvenido.
Mis planteos se confirman. A usanza de los mejores locutores, tildo la idea en
mi libreta y continúo.
Casi diría que me estoy recostando
mansamente en la Pandemia.

Viernes 9 de Mayo de 2020
Es
un concepto recientemente inventado por este servidor público. Se le ocurrió
cuando, bajo la lluvia, buscó desesperado, el paquete de cigarrillos en sus
bolsillos. Lo encontró. Buscó su encendedor. Al intentar prender fuego al
pitillo, descubrió que tenía uno en la boca.
Gracias
a la Maldita Pandemia, funcionamos como dínamos de bicicleta. Pedaleamos y
pedaleamos para que la luz no se apague. Como un cucciolo de bicicleta que
requiere de combustible para marchar, pues de no hacerlo, tendremos que usar
las patas.
Las
consecuencias psíquicas y morales de la Amenaza Letal son, para todas las
edades, de efectos desconocidos hasta la fecha. Los niños que comienzan a
dominar (dificultosamente) el habla, dicen Colonaviru, poco después que papá y
mamá, o, como hacían mis mellizos, pa-má o ma-pá. Los/as púberes se apuran como
nunca para entrar en la edad del adolecer.
Los
jóvenes, por razones energéticas, físicas y existenciales, le dan al dínamo con
más fuerza y velocidad. Los de mediana edad se preguntan si no les tacará en
suerte pasar al hotel de los occisos sin comerla ni beberla. Otros dedican su
tiempo a atorarse con películas que jamás habrían visto en condiciones
normales. O, los que se encierran en un mutismo digno de monjas/es de clausura.
También están quienes rejuvenecer por efecto de la adrenalina que fluye
incesantemente por nuestro sistema nervioso. Esta última opción es la que
practico. El sábado cumplí 75. Mi mujer dice que soy un pendeviejo.
La
cuca es la más sufriente en este combate. Escribo esto y me olvido de las
palabras que tengo que emplear. Las recupero de mi disco rígido y las tipeo.
Para acelerar, voy de la laptop al celular. Gugleo nombres, apellidos y
situaciones que salía tocar en mis clases teóricas. Todo rápido, rapidísimo
como si quemara en la mente, los dedos y las patas. Pero, si algo me sobra, es
tiempo. Duermo poco con las ideas que plasmaré en los panfletos al día
siguiente. Gasto miles de dólares en pinturas
originales (Alonso, Müller, Zabala, etc.). Mi esposa me acusa de loco, pero se
la banca porque me ama y no nos falta plata.

Fuente:
Cuadernos de Oski – La medicina 1 – Editorial Mutante – Buenos Aires – s/f.
Qué
opinar sobre los famosos adultos mayores y mega mayores, que hacían todo
manualmente y ahora deben recurrir a la informática emblematizada de los
cajeros automáticos de los Bancos. Mi suegra actual llama a su hija varias
veces por día, atormentada porque entendió algo mal en la tele. Tiene la
Enciclopedia Británica, capítulo de las enfermedades graves, en el cuerpito y
una farmacia bien surtida en su departamento. Cumplió 83 y hasta hace dos años,
tenía por novio a un gerontofílico de 73. Por suerte se pelearon. Por suerte
para ambos. No alcanzamos a imaginar las piruetas a que recurrían en sus juegos
amorosos. Tenemos, ambos dos, que cuidarla como si fuera de porcelana. Pero es
un paragolpes de fierro. Un puente de acero y aluminio de última generación.
Hace años que está pidiendo pista, pero, seguro, que nos va a mandar a
Chacarita a nosotros.
Y,
por casa ¿cómo andamos? Andamos andando. Con un adulto mayor demente e insano y
una mayor de sesenta. Mi amorcito se queja de todo todo el día y el que escribe
se caga de risa de todo todo el día. Así andamos andando.
La
cajerita de Coto, en el día de hoy, comprendió pragmáticamente lo que acabo de
descubrir. Hasta el “seguridad”, que monta guardia para que no me zarpe,
asiente. La niña (20-22) limpia obsesivamente la mesa en que se depositan las
compras después de la partida de cada cliente, se le caen cosas, tipea el ticket
de la compra, frunce el ceño, recuerda a su novio. Todo a la vez con prisa y
sin pausa.
Corro
de la mesa a la cocina, de la cocina al baño, de éste a uno de los sillones del
living, miro tele, regreso a ala compu encendida sin sonido, enciendo un
cigarrillo, aprieto el Go en el pasa
CD; hablo por whatsapp con algún
amigo, llama mi hijo por el teléfono inalámbrico, corto el whatsapp y me preparo o mando a preparar un sándwich, solicito que
sea con vino. Escribo hasta las 4 de la mañana con fondo de canciones de la
Guerra civil española, Sabina, Queen, Beatles, etc.
¡Meu deus!, ¡My godness!, ¡Jesús Cristo!,
¡Jehová! ¡Dioses hindúes encabezados por Siddhartha Gautama (dito Buda)! ¡Los
Wandijna!, ¡Los Orishas afroamericanos de Cuba y Brasil! ¡Quetzalcoatl!¡Mahotanos
sunnitas y chiitas! ¡Tetragrámaton o Elohim! ¡Tupá¡ ¡Ateos y agnósticos del
mundo, uníos! ¡Etc. etc. etc.!
¡Mi
dios! (en portugués), ¡Mis diosas! (Muy usado por lesbianas inglesas), ¡Jesús
Cristo! (común a los católicos de Occidente)! ¡Jehobá (común entre los
protestantes),! ¡Wandijna (dioses de los aborígenes australianos)!
¡Quetzalcoatl de los aztecas!, ¡Mahometanos divididos en sunnitas y chiitas!
Tetragrámaton o Elohim de los judíos! ¡Tupá de los pueblos guaraníes! ¡Ateos y
agnósticos del mundo, uníos (famoso comienzo del Manifiesto Comunista de Marx y
Engels! ¡Etc.,etc.etc.!
La venia es un saludo militar
empleado en muchos países del mundo. Constituye un significante, ante todo, de
lealtad (a la Patria y/o al pueblo). Me permito el atrevimiento de saludarlo
porque se lo merece. Para este escriba, y, pienso que, para todos los hombres
de mi cultura, es una parte del cuerpo tardíamente descubierta. Al comenzar los
manoseos de la masturbación, queda totalmente fuera de la atención. En mi
experiencia, su importancia se evidenció con un cólico renal en tiempos mozos.
Aclaro, para los hombres que no tuvieron oportunidad de padecerlo, que obliga a
caminar con las patas abiertas por causa del dolor de testículos. Si es
necesario desplazarse más allá de la cama o la bañera llena de agua, se avanza
con lentitud evidente. Ni en el lecho ni en la bañadera hay posición que calme
la penuria.
Dicho esto, pasaré a justificar mis
sentimientos hacia ese noble órgano. De lo dicho anteriormente, se desprende
que es, en primer lugar, un trabajador modesto y silencioso. Nada que ver con
su compañero el pene, que luce con orgullo la erección y expele fluidos
(fertilizador o prostático), se refugia prácticamente en el anonimato, cuando
su función es tan sustancial como la del vecino de arriba.
Sucede que, debido a la cuarentena,
es muy problemático acudir a un dermatólogo. Tengo ahí, una comezón aguda que
me molesta bastante. Llamé a mi dermatóloga de confianza (de la Obra Social de
la Universidad de Buenos Aires) para pedirle un turno. Tiene pasado el teléfono
a su domicilio. Es una excelente profesional, pero me parece que está
excesivamente atacada por el asunto de la Pandemia. Le comento mi cuita y
responde que, lamentablemente, no hace diagnósticos virtuales. Que, al no poder
hacer la clínica del paciente sin su presencia real, no pude saber si se trata
de un hongo, una bacteria o una alergia. Me ofrezco para concurrir a su
departamento de Recoleta. Contesta que carece del equipo que posee en la
consulta. Medito sobre la angustia de esta pobre mujer y trato de
tranquilizarla. Le cuento que aplico un paño de agua helada en las partes y me
calma. “Está bien, pero eso no lo va a curar” Insisto en mi propósito de
calmarla. Le digo que mi clínico de DOSUBA atiende a siete cuadras de casa y no
va a tener inconvenientes en recetarme una pomada, crema o pastilla para
resolver mi afección.
Llamo al clínico y me contestan
número equivocado. Supongo que está asustado o muerto pues es, o, era, una
persona de lo que hoy denominamos grupos de riesgo. Trato de conseguir otro
clínico, pero el contestador automático de la Obra Social y está saturado.
“Pienso luego soy”[30] Tomo el toro por las
astas y, como tengo sangre diaguita en las venas, decido curarme solo. Cuento
con una crema humectante muy eficaz, la apliqué sobre el nobilísimo servidor
varias veces. Me calma, pero no cura la picazón. Apelo a una solución más
compleja. Tomo un pañuelo, lo mojo con agua y le tiro un poco de alcohol fino.
Esta operación la cumplo por la noche, antes de acostarme.
A la mañana siguiente, me miro al
espejo del baño para afeitarme y, de paso, controlo al escroto. Está rojo como
un tomate. Estamos en fin de semana y seguramente me va a costar ubicar un
clínico o un dermatólogo cercano. Final abierto.

LA FLACA
ESCOPETA[31]
Entro al almacén ecológico
a comprar leche. En su interior está comprando una flaca fea vestida con una
remera que dice “30.000 desaparecidos” y un puño cerrado. Le echo el ojo. La
saludo con mi puño izquierdo en alto y la ve en la mano derecha. Me contesta:
“El puño sí, la señal peronista no.” “Entonces ¿Sos comunista?” “No, soy
trotskista.” “¿Del FIT?” “No, de Nahuel Moreno.” “¿El Nahuel Moreno que, en el
5to. Congreso de PRT quedó en minoría y fundó el PRT La verdad?” “El mismo. Lo
conocí personalmente.” “Yo no lo conocí, pero unos amigos míos estuvieron muy
cerca de la Dirección. Cuando perdió la votación, convenció a mis amigos para
que prepararan un foco.” “Eso es mentira, una infame mentira” “Averiguá, fueron
a Sierra de la Ventana a entrenar” “Sos un mentiroso. Es un invento tuyo.”
La flaca escopeta sigue
poniendo su compra en el mostrador. Nueces con cáscara, Mizuna (lechuga
japonesa), dulce de leche ecológico, leche descremada, etc. Me tinca que puede
ser: 1) macoñera; 2) marimacho; 3) 4) Le gusta comer sano porque sí; 5) Vegana
con plata; 6) Ninguna de las opciones mencionadas.
Su inmenso sectarismo
impide que entre en razones. Vuelvo al ataque. Para sacar chapa le tiro al
corazón: “Conocí a Silvio Frondizi y a su sobrino el Nono, mellizo de un
guerrillero abatido en el asalto al destacamento de Rincón de Milberg, en
Tigre.” Cae a la lona, pero se levanta a
la cuenta de cinco. Me mira desafiante. “Estuve con el Canca en el Santelmaso.”
“No lo conozco.” “Juan Carlos Dante Gullo.” A ese sí, pero lo de San Telmo no.”
“Estábamos cansados de tirar piedras a la cana y nos sentamos en el cordón de
la vereda. Juan Carlos, compañero mío en Sociología, me dijo “Estos morochos de
la U.O.C.R.A. son incansables, máquinas de destruir” “No me hables de ese
sindicato de vendidos, Gerardo Martínez es un traidor, aún sigue al frente de
ese gremio.” “Lo conocí en las mesas de concertación donde yo me sentaba como
representante del Estado.” “¡Basura!”
Mi contrincante no tenía
un gramo de grasa en el cuerpo y músculos marcados. “Hay algo en lo que vas a
coincidir conmigo. Asistimos al fin del capitalismo. El dinero no vale para
nada, gobiernos liberales nacionalizan bancos y empresas, tratan de anular
paritarias, etc.” “La Revolución será cuando los trabajadores se levanten en
insurrección y no cuando vos lo digas”. Me rindo. Me tupí. Salgo del local con
mi saludo militante.
Domingo 10 de mayo de 2020
LEPRA
Un hecho curioso me obliga a recordar
ese mal que tantas veces castigó a los humanos. Cuando en la calle fumo, las
personas que me cruzan me miran con ojos suspicaces, como si se cruzaran con un
leproso. El límite de esa acusación larvada, se dio en Junín y Sarmiento.
Esquina, éste, Lord Cheseline. Así me
llama mi bruja sin escoba, cuando está pacífica. Cuando está iracunda me
denomina Lord Fístula. Vuelvo a la
esquina. Sale de un edificio de departamentos una señora (¿señorita?) con un
mastín alemán ladrón (de ladrar). El can tira de una soga ad hoc y obliga a la
dueña a frenarlo con violencia. Me dispongo a encender el pucho, y la chabona
me grita: “¡Súbase el tapa boca!” “Voy por a fumar.” Retrocede para guardar
distancia social y escupe: “¡Usted no puede fumar en la calle!” “¿No me diga?”
“¡Usted es un criminal!, ¿no ve que
me puede contagiar?” El mejor amigo del hombre (en este caso de la mujer) con
mirada perruna, como si quisiera decir: ¿viste la loca que tengo por ama? ¡Es
un asesino porque cuando larga el humo me puede contagiar!” “Miro con cara de
bobo. “¡Váyase a fumar a su casa en lugar de andar contagiando en la calle!” Lo
único que la contiene es la luz roja del semáforo y cuando abre verde, sale
corriendo al ritmo del perro que la apura. Primera asunción: los fumadores
somos portadores de Covid19. Segundo corolario: Yo pretendo fumar en público y
seguro que la contagio. Conclusión: “¡Andate a la puta que te parió, colifa!”
En sociología llamamos a esto
“falacia ad verecundiam o magister dixit”. Falacia de nivel equivocado.
Consiste en defender algo como verdadero porque quien lo usa tiene autoridad en
la materia. En el barrio lo llamábamos pelotudez innata o adquirida. Regreso al
título. La enfermedad de Hansen fue bien conocida en la antigüedad, en la
Biblia (Job es un leproso), en los relatos de las Cruzadas y en las
expediciones de la Edad Media, el Renacimiento y la época moderna. Don Quijote
de la Mancha, lidia con leprosos (o Gaiferos)…”se aparta de Don Lorenzo para
auxiliar a unos leprosos…”.
Saltando en el tiempo, el escritor
francés Guy des Cars, publicó, en 1946, “La impura”, novela que narra los
padecimientos de una mujer enigmática y bella que encuentra el amor, cuando ya
había contraído lepra.
Si nos acercamos a las Gestas del
S.XX., el doctor en medicina Ernesto Guevara de La Serna, en su periplo hacia
México, pasa un tiempo en el leprosario de San Pablo (ver película “Diarios de
motocicleta”).
Me pare que mi asociación es
correcta. ¿N´est pas?
JOSÉ EL
ESCULTOR (*)
José Lallana es hijo de Coco, un
amigo de Jorge Vibes que murió cortando el pasto de la casa que tienen en Mina
Clavero, justo frente al balneario municipal. El occiso regenteaba, junto a su
hermano Tata, una de las casas de antigüedades más importantes de “Córdoba la docta”,
o, si se prefiere, Córdoba la heroica”, o, por último, la “Córdoba del
Cordonazo”(1969), liderado por Agustín Tosco (PCR entonces y fallecido de
cáncer militando en la clandestinidad para el ERP), Hipólito Atilio López
(Peronismo combativo), Elpidio Torres (peronismo revolucionario) y René
Salamanca (PCR en el SMATA, fundador de los gremios de SITRAC-SITRAM).
Coco pertenecía a una familia de muy
buena posición, y, como suele suceder con algunos de esa capa, fue acompañado
por la suerte. Cierto día, pasaban por la “Quema”. Desde el auto, Coco observó que algo brillaba
en la montaña de desperdicios. Bajaron, llamaron a un chango de los que viven
de recuperar metales en ese lugar, y le pidieron que trajera eso que brillaba
allí cerca entre la basura. El pibe les trajo una moneda de oro. “¿Habrá más?”
“Un montón, entre los ladrillos.” ”Si nos las traes, te ganás unos pesos.” Al
parecer la fortuna estuvo oculta dentro de una pared de una casona colonial que
fue a demolición. Con el producido de
ese hallazgo compraron una playa de estacionamiento en el centro de la ciudad.
La playa fue heredada por José, quien
la alquila por cuenta de sí y su tío. Por lo cual, el petit heredero, habita el fondo de la casa familiar y alquila a una
heladería la parte del frente. Con esos ingresos solventa la marihuana y
cocaína que consume. Cosecha tomates Cherry y los vende a los restaurantes de
la segunda ciudad turística de la provincia. Jorge tiene una muy buena relación
con el vástago de Coco. A punto tal, que le regaló, la última vez que visitó el
lugar, un bloque de piedra sapo para que lo esculpiera. Días atrás, José envió
a Jorge fotos (2) en las que se observan los avances de la obra. Se presenta el
último resultado.

El porteño lo visitó varias veces con
el propósito de comprarle alguna antigüedad de su agrado, pues había destinado
400 dólares para ello. José precisaba esa plata para saldar una deuda con la
Cooperativa Aguas de Mina Clavero, pues, de no cubrirla, le embargarían un
departamento. Jorge le dio los verdes y el anfitrión puso sobre la mesa tantas
antigüedades que Jorge se vio obligado a rechazar las de mayor tamaño.
En el curso de esas visitas, José
contó a su amigo que, siendo estudiante de arquitectura en la Universidad de
Córdoba, se encontró, durante una clase, dibujando un boceto para esculpir. El
resultado de esa idea fue una pequeña casita tallada en piedra dura, obra que
regaló al visitante en esa ocasión. José abandonó arquitectura y se dedicó a
esculpir. Como se constata por lo escrito, el muchacho cuenta con un patrimonio
considerable, y, si fuera más precavido, podría vivir sin problemas. Viajó a
Barcelona a vivir con su hermana. Paraba la olla con dibujos y esculturas
realizadas ad hoc. Recorrió toda España.
Uno de los hijos de Jorge (los dos
son viejos amigos de José) está afincado en Madrid. Es CEO de una empresa
internacional de Mass Media para el
territorio español. José pidió a Jorge el teléfono de su hijo para verlo en
Madrid. Pensaba viajar en una moto (1000 de cilindrada) que le prestaban, tomar
un café con su amigo y regresar a Barza en el mismo día. Locura que finalmente
no se concretó, según el hijo “español” confesó a su padre argentino.
Volviendo a la hermana cordobesa de
José, diremos que emparda a Coco, Tata y José juntos. La señorita fue de
turista a Colombia, se enamoró de un aborigen, se casó con él y fueron a vivir
al medio de la selva. El padre del novio les regaló un chalet, construido junto
a otros varones de la tribu en el mato. Puso únicamente una condición: que la
novia le regalara un tractor y una topadora. La parte femenina de la nueva
familia las compró. José fue de visita a la cabaña de los recién casados. Para
llegar, navegó río arriba como hace uno de los protagonistas de “Apocalipsis
Now”. Cuenta que, a las márgenes del río, pudo ver cocinas de cocaína a cada
rato. Aconseja a Jorge que entre en un negocio de esos. “Comprás el kilo a mil
dólares y te lo entregan en aguas internacionales. Lo llevás a Europa y sacás
diez mil.” “Gracias, me gusta, pero me privo.”.
Durante una visita previa, el
huérfano había confesado al citadino que no había tenido suerte con las
mujeres. Aclaro que es un bello ejemplar de macho humano. Rubio, alto, delgado
y con una sonrisa angelical. Confieso que nunca la probé ni la probaré. Durante
una noche de copas y música, el cordobés dijo al amigo de su padre (yo): “Volví
con antiguas novias locales y no locales. Fracasé. Tengo pensado viajar a
Filipinas para comprar una virgen adolescente al padre de familia. Corrijo,
dos, una para mí y otra para vender a algún amigo.” Ronda por finales de los
cuarenta (como mis hijos mellizos), y da todo lo sentimental por perdido.
Compró unas hectáreas arriba de Las calles, en plena montaña, para armar un
jardín botánico. En eso andaba, pre Covid19. Aprovecha la cuarentena para
esculpir la piedra sapo en el block que recibió de regalo. Jorge, vuelto a
Buenos Aires, le envió, por Chevallier,
un libro titulado “British Trees”,
ilustrado con magníficas láminas en blanco y negro de todas las especies existentes
en esas Islas.
Jorge, impedido de viajar por causa
de la Pandemia, ignora cuándo finalizará la operación de venta de su chalet,
realizada hace mucho tiempo y pendiente aún de ser escriturada.
(*) Autorizada por José Lallana.
GENTILEZAS
No me jacto de ser memorioso, pero en
medios de Pandemia, es lógico que olvide mi tarjeta SUBE. No dejo mis bolas en
casa porque las tengo pegadas. Viniendo de Maipú y Paraguay, descubro que
olvidé dicha lámina en mi domicilio. Patear hasta Congreso me resulta una
pérdida de tiempo. Camino hasta Tucumán y espero el colectivo 6. Asciendo al
bondi con un billete de 20 en la mano. Digo al colectivero que me haga el favor
de cobrarme con plata. No puede. Silencio en la sala. Estamos solos. “¿Hasta
dónde viaja?” “Hasta Plaza de Congreso.” “Pase.”
Días después, rumbo a mi psiquiatra
en Peña y Uriburu, otra vez sopa. Repito la canción y recibo la misma respuesta
con una variante “Pida a alguien una tarjeta y pague.” Me dirijo a un par de
hombres en el asiento más cercano. Suplico. El más joven piensa. Pela SUBE y
abono el viaje. Previamente, le di dos billetes de 10 pesos. Cuando apoyo el
plástico en la máquina, el saldo es de 9 pesos.
Nobleza obliga. Entrego
asiduamente a los homeless con que
cruzo en la calle unos pesos (generalmente 10). Se acercan tres de la especie.
El más atrasado me pide un cigarrillo. Se lo entrego alegando que un polvo a
una mina y un cigarro a un amigo nunca se puede negar. “¡Esa!” Uno de los
colegas de profesión me dice: “¡A ese, no le des nada porque es un adicto al
paco!”. “No le haga caso, usted es un caballero.” Le hago al censor la señal de
la paja. Me contesta “¡Esa!”. Mi ruta, al Banco para poner o sacar plata.
Me digo que tengo que soltar la pata
del acelerador. Pero ¡el pingo pa´l rancho tira! No puedo contener las ganas de
provocar. En Coto, pido un piquito a una señora de limpieza. Me dice, ofendida:
“¡Otra vez!” Tomo el changuito de la firma y comienzo a meter comestibles en él.
Se acerca un repositor y me pide que por favor deje de molestar a las
empleadas, porque se quejaron y, si persisto en esa actitud, se verán obligados
a impedirme la entrada. Acepto el convite. En la caja me esperan la cajera, el
supervisor de la cajera y el guardia de Corps de la sucursal. La señorita me
cobra y pregunto al supervisor: “¿Tienen libro de quejas?” “Sí, fulana…pasale
el libro de quejas al señor.” “Lo pido porque, así como apunto las cosas que no
me gustan, debo registrar las que me agradan. Una vez, en Disco, estuve con una
cajera revisando los números de mi compra y llegué a la conclusión de que me
había equivocado”. El gordo (supervisor) y El Flaco (repositor) dijeron al
unísono “Es lo que corresponde.” La subalterna me tira el broli en la barra y
el super ratón me pide que complete la compra y escriba luego en el libro.
Obedezco. Una vez frente a la hoja en blanco, escribo: “Agradezco a todo el
personal, cajeras, señora de limpieza, supervisor y guardia por la gentileza
con que me tratan.” Llamo al capanga y le digo: “Leé para que los asciendan a
todos. Tienen que sentirse orgullosos por ser como son.” El tira lee desde
lejos (imposible alcanzar a ver que digo en el libro) y me cuenta que lo
trasmitirá a los empleados.
Actué como los japoneses en el
harakiri o seppuku, que es el peor castigo que puede recibir un samurai. El
ofendido se abre las tripas en la puerta de la casa del ofensor y muere. La
comunidad conoce que fulano procedió mal con mengano y le quita el respeto.
Mis amigos Enrique y Natalia
(responsables de la tapa de Porteños Argentos) me visitan en la puerta. Se
inscribieron en la ayuda del ANSES de 10.000 pesos. Salgo con el salvavidas y
me acompañan a Coto. Voy fumando un habano Principes
Corona Natutal. Nati me dice que parezco Fidel. “No, el Ché Guevara, porque
el comandante que mandó a parar fumaba cigarros grandes y El Heroico, habanos
como éste.” Mientras caminamos, les cuento que estoy comenzando un cuento al
que llamaré Eros y Tanatos, porque compruebo que andamos todos calientes. El
restaurador me dice que estoy obsesionado con el sexo, pero él estuvo retomando
su arte y tiró a la basura toda esa producción porque era excesivamente
pornográfica. La asistente le pregunta si es mucho quilombo sacar de la mochila
sus últimos logros. Contesta que sí, que en otra ocasión.
La ocasión se presentó cuando me
acompañaron a Coto (ver “Gentilezas” más arriba) y quedaron en esperarme fuera.
Cuando salgo les cuento lo del libro de quejas y me repiten que un día de éstos
terminaré preso. La semana pasada también pasaron por oxígeno y decidimos
gastar una broma a Nancy. Natalia tocó el portero eléctrico y le dijo que
tirara mis documentos por la ventana porque la policía me quería meter en galera.
Mi graciosa tormenta le respondió: “¡Que se lo lleven, me hacen un favor!”.
Nati contó que le pasó algo fuerte: “Estaba haciendo cola para que me
entregaran los remedios que necesito para mantener el equilibrio mental y una
vieja de mierda me pidió que le mostrara la receta. Como soy joven, la guacha
desconfiaba. La mandé a cagar con todas las letras. Por botona y perversa.”
Como había llevado cigarrillos
Parliament, los convidé y fumamos en el trayecto. Les dejé uno al entrar al
supermercado pues fuman de a dos. Cortan el filtro y se los pasan como si fuera
marihuana. Pregunto por Rodolfo, el hermano prófugo. Pasaron por el Centro
Cultural, pero está cerrado. Seguramente se refugió en un campo que uno de los
amigos con los que pensaba ir a extraer oro en el Sur.
Al salir de Coto, Enrique había
encontrado la ocasión que pintan calva y me mostró dos carbonillas excelentes,
de distinto tamaño, en las que se notaba que había regresado al Leonardismo,
según él, salieron parecidas a Julia Roberts. Yo lo llamo Leonardo Da Vinci
joven, por lo bien que dibuja, esculpe, restaura y pinta. La más chica, 20x30
cm. era un retrato y la segunda, 30x40 cm. de su torso con un pecho fuera. Y me
cargaba acusándome de sexualón.
Quedaron en acercarme unas
fotografías en blanco y negro que habían rescatado del departamento. Son unas
15, con marca de agua y en la mejor, aparece un busto de Carlos Marx en Berlín
Oriental. Dijeron que podría ser interesante para ofrecer a un anticuario amigo
y sacar una moneda, pero yo contesté que las quería para mi colección. El
leonardista dijo que podrían servir para ilustrar alguno de mis libros. Espero
que sigamos vivos la semana que viene para aprovechar esos incunables.
Mi adorada compañera, cuando se lo
conté, me dijo: “Vos, un día de estos, vas a ir preso.” “Nada que ver. Lo hago
de un modo tan sutil que no saben si es en serio o en broma.” “De ahora en
adelante te voy a llamar “Coto, yo te conozco.”
En rigor de verdad, lo que anoté en
el libro de quejas es una venganza a lo japonés. El seppuku o harakiri, es una
retaliación que hace el ofendido en puerta de casa del ofensor, o del samurai
que comete algún error en combate. En el caso de la venganza delivery, el ofendido se corta las
tripas con un Tanto y cae muerto. El ofensor pierde el respeto de la comunidad
y carga con la culpa por el asesinato.
Para la cultura occidental es una
lógica incomprensible e imperdonable, pero en las mafias chinas actuales, ese
código moral se practica hoy en día.
RESPIRACIÓN
ENTRECORTADA
Propia de enfermos cardíacos al borde
del infarto, moribundos de enfermedades terminales, amantes de todos los
tiempos antes o después del orgasmo y locos asintomáticos no contagiosos, como
este desubicado ubicado que aprovecha para escribir.
Mientras tipeo miro a Víctor Hugo en
C5N, me enredo con el cable de la laptop, miro a mi esposa que me mira enojada
(de mentiritas), escucho el sonido que hace algún Chat hace en mi celular,
comento algo a mi mujer, me contesta o no me contesta, presto atención a
Pichetto, limpio con un trapito, apago el cigarrillo, vuelvo al laburo.
Caminando por Bartolomé Mitre a la
altura del anexo de diputados, un señor de mi edad y porte, con un barbijo
blanco igualito al que estoy usando, se encuentra meando desde la vereda a la
calzada, lo más campante, entre dos autos estacionados. Me mira y dice: “¡No
hay dónde mear!”. Efectivamente, los bares y restaurantes trabajan sólo por
delivery. “No se aflija, las coyas y las aimaraes se levantan las polleras, se
agachan y hace pipí o popó sin ningún problema. Lo mismo hacían los mongoles.
El wáter es un invento moderno.” “No me extraña, los mongoles y los bolivianos
son muy parecidos.” Parecería que el hombre, probablemente prostático, es algo
chauvinista. Hay de todo en la viña del señor, justos y pecadores, probos y
mendaces, chantas y argentinos.
Me levanto de la mesa para descolgar
un cuadro de la pared del living y reemplazarlo por otro. Envuelvo al
descolgado y lo preparo para que se sume a la pinacoteca que tengo en el placar
de nuestro dormitorio. No, tengo que concurrir a la toilette. Me siento en el trono con el libro que estoy leyendo a
ratos, salgo con toda la intención de finalizar el traslado de los cuadros. Se
me ocurre que tengo que mirar en la maleta que tengo en la baulera, la edición
repetida de Historia Social de la
Literatura y el Arte, de Arnold Hauser, para hacerla boleta en el negocio
de un librero amigo.
Recuerdo que por la mañana visité a
la heladería Tiberio, gestionada por una cumpa amiga. Aprovecho que Mariana le
trae el pedido para pedirle su mail. Está comprando una señorita muy prolija,
recién bañada con champú y acondicionador, peinada a la moda. Estoy a su
espalda y exclamo: “¡Qué bonita! Parece vestida para un casorio.” Mi amiga
anota su mail para que le mande el Chat con el Profe. La clienta se da vuelta y
me dice: “Ah, eras vos.” No la reconozco porque, el tapa boca, la convierte en
una bandolera. “¿Viste que el barbijo es del mismo color que la campera?” Es
cierto, pero todavía estoy preguntándome quien era.
Decido no bajar a la baulera. Comenzó
el programa de El Gato Silvestre.
“¡Últimos datos! ¡Otro récord!”, atiendo el llamado de mi hijo Federico.
Hablamos. Reviso mis whatsapp , anoto
el programa para la rotation de mañana.
Cuando salí a vender 200 dólares estaba a 127 pesos. Llego al cuevero, que está
a cuatro cuadras de casa. Subió a 130. En la laptop, compruebo que está a 133.
¡La fin del mundo!
BANCOS
El panorama pandémico me obliga a
reordenar mi cartera financiera. Cierro mi cuenta en el ICBC porque jamás pude
canjear puntos por mercadería. Mantengo American Express por el débito
automático de servicios. Aparte, manejo Credicoop por la jubilación y Banco
Nación por la pensión. Entro y salgo de estas dos últimas entidades como pancho
por su casa. En el Nación viví una experiencia interesante. Cierto día, antes
de fin de 2019, me llama una empleada para ofrecerme un crédito de ANSES.
Aunque estoy pagando dos, lo tomo.
Al día siguiente, me llama la misma
empleada y me ruega que pase por el Banco para resolver un problema. Voy. El
gerente de la sucursal me explica que la empleada se equivocó y que no puedo
tener un tercer crédito. Le pregunto qué debo hacer. Contesta: “Hay dos
caminos. Uno consiste en que devuelva la plata y el otro es que lo pague yo.”
“De cuánto se trata?” “De Xx.” “Voy a casa a buscarlos.” Los cajeros no podían
creer que hubiera un imbécil que aceptara devolver semejante suma. Espero
mientras registran la operación. En el interín, el gerente me dice que por
suerte yo soy honesto y va a poder pasar las fiestas de fin de año tranquilo.
En realidad, los cajeros tienen un fondo de compensación que los cubre de
posibles errores. Eso explica el interés de los cajeros, la oficial de negocios
y el mismo gerente.
Durante la espera, le cuento que yo
procedo así. “En los ’90, cuando mi primera esposa era importadora, traía
juguetes de Taiwán y Hong Kong con plata depositada por jugueteros. Los recibía
por containers y los comerciantes se
los repartían. En la cuenta corriente iban y venían millones de dólares. Una
tarde, viene mi esposa del Banco de Londres y América de Sur con resumen en
mano y me dice que depositaron 1 millón de dólares de más por equivocación. “¿Qué
hacemos?” “Devolvélo. Si llega a ser de lavado de dinero o plata del narco,
vamos presos.” El empleado que arregló la devolución le dijo que, como el
arqueo general se hace a fin de año, era muy probable que no saltara. Unos
meses después, volvimos de las vacaciones y nos habían cerrado la cuenta porque
había un descubierto de 15 pesos. Fui a quejarme y conté al empleado la
historia de la cuenta. El bancario bancario me respondió que no era nada
personal, que él no tenía nada que ver y que era una cuestión del Banco. Pagué
los miserables pesos y me largué.
En Credicoop me ponen la
alfombra roja. Conozco a Carlos Heller desde hace años y se enteraron
casualmente porque nos saludamos con un peso pesado del Once. En rigor de
verdad, no soy íntimo ni amigo del boquense. Crucé algunas palabras algunas
veces y concurrí a alguna charla suya en el Teatro de la Cole, pero no es
necesario entrar en detalles con ellos. Percibo una jugosa jubilación, y cuando
encontré a Heller en una marcha, le conté que había cambiado el domicilio de
cobro a una sucursal de su banco. “Hiciste muy bien.” Con el asunto del
Covid19, olvido con frecuencia las tarjetas en el cajero automático. Hoy mismo,
no encuentro en casa la de Banco Nación. Por fortuna, en Credicoop quedó
atrapado mi plástico y me lo entregaron en tiempo y forma. Espero que en el
Nación suceda lo mismo. Caso contrario, deberé esperar 10 días para poder
usarlo.
Jueves
14 de mayo de 2020
BANCO
SANTANDER
A las once de la mañana fui al Banco
Santander a pagar la cuota de DOSUBA. El lunes en la casa central me indicaron
que debía depositar en esa entidad. Como vence el 26, no me calenté hasta hoy.
Como en todos los Bancos, hay cola. No muy larga, pero cola. Me acerco a la
puerta y el guardia de Prosegur, con barbijo, sin abrir la puerta, me manda a
la fila. Voy a la amansadora. Pienso: “A lo mejor, si le explico, gano tiempo.”
En la puerta hay, al menos, tres personas quejándose y el grupo aumenta en
volumen e irritación conforme pasan los minutos. El 1 pregunta al guardador
cómo hacer para sacar dólares de su cuenta dólar. El increpado lo manda al
cuarto de cajeros automáticos. Aprovecho para decirle qué es lo que vengo a
hacer y que el mes pasado me cobraron en ventanilla. Me ladra que no hay
cajeros en las ventanillas y me entrega un volante con indicaciones varias.
Entro en la sala de cajeros. Estoy
solo con las máquinas, pero sólo por unos segundos. Me pregunto si ganaría algo
pidiendo ayuda a un cliente. Decido que no vale la pena. Sigo las instrucciones
y fracaso. Vuelvo a la carga. El susodicho se manda para el fondo y me deja
garpando. Un 2 golpea el vidrio y amenaza con hacer quilombo. Una 3 le dice que
respete la cola. 2 dice que tiene turno. 3 le contesta que ella también, que tiene
que cubrir un cheque rechazado. Un 4, jovencito, grita que el guardia es un
imbécil. 5 le da la razón. El uniformado de civil llama al empleado del Banco
porque está desbordado. El bancario abre la puerta y exige que se respete la
distancia social. Un 5 masculino le aconseja que arme dos colas: una para
empresas y otra para otros trámites.
El 1 fracasa en su intento de sacar
dólares por cajero automático y empieza a patear la vidriosa para que alguien
ponga la cara. Yo vengo a ser el O a la izquierda. Estoy muy boludo con el
papel de las instrucciones y la plata en la mano. Sale el empleado santanderino
en defensa del prosegurista. 4 denuncia a éste por inútil. El defensor le grita
que el guardia está para abrir la puerta y no para atender al público. Agito
las instrucciones como si fuera la bandera argentina. El bancario dice que se
va a atender a los que tienen turno. Son la 12.30 y 2 dice que su turno era
para la 11.00 hs. Recibe por respuesta que la intención del Banco es organizar
lo mejor posible la atención. Exige nuevamente que se respete la distancia
social. El prosegurista se refugia a espaldas del empleado, que sale
al ruedo. Se para a centímetros de la puerta y explica que defiende al guardia
porque lo han escupido, golpeado y puteado unas cien veces por día.
Devuelvo las instrucciones al
bancario con ganas de decirle que se las meta en el culo, pero me abstengo.
Finalmente, todos estamos locos por la Pandemia. Sigo con mi rutina y me
encamino a comprar algo de comida.
HOROSCOPERA
Descreo de los horóscopos, la
quiromancia y la terapia por cristales, música o danza. Veo en un kiosco las
predicciones 2020 de Ludovica Squirru Dari. Si mal no recuerdo, años atrás
usaba un solo apellido. Oblo con un verde con jaguar y una gacela con cuernos,
animal no nativo de estas pampas (Macri lo hizo). El kiosquero (con tapa bocas)
me devuelve un Belgrano de diez. Me remonto a épocas idas. Cuasi monedas
provincianas de varios colores y valores (se descontaban por dinero de verdad a
razón de una pérdida de entre 15 y 20%, según provincia y localidad). Nada.
Estoy contento porque tengo varios en el bolsillo. Los mayores de 70 lo vivimos
y estamos para contarlo. Mi esposa me pregunta con qué figura aparecerá el
billete de 5 lucas ($ argentinos 5.000). Ojalá que sea con la cara de Néstor.
Soy, en el horóscopo chino, gallo de
madera. Abro el libro en la página 182 y leo: “Hombre Gallo. Este gallo galán,
simpático y carismático ama brillar en sociedad. Es centro de atención por su
inteligencia emocional, su charme y
porque le gusta cacarear en debates políticos, en la cancha y en el Congreso de
la Nación.”
Cuando se lo mostré a mi esposa,
quiso saber qué adivinaba para ella, que es Mono Mujer. “La mujer simia es una
de las más buscadas por su personalidad. Excelente Show Woman, con una presencia notable, es buena consejera, amiga,
ama de casa, siempre estará lista para salir de viaje, aunque sea para mirar la
luna dando una vuelta a la manzana….Niña eterna en su capacidad de asombro,
predispuesta a mejorar, perfeccionarse, aprender y salir a combatir cuando lo
crea necesario… , intelectual y rebelde, tiene sed de conocimientos, detesta
depender de los otros…para la mujer mono, el amor es un motor fundamental de su
vida, necesita ser amada como en las historias de amor en la literatura
clásica…hay dos tipos de monas, las que tienen instinto maternal y las que no
lo tienen…”
En el horóscopo tradicional, soy de
Tauro. Esa medición me parece algo insuficiente para mis aspiraciones. Prefiero
la quiromancia. Cierta tarde, a orillas del balneario municipal de Mina
Clavero, una maestra bonaerense que paraba un mes, todos los eneros, en el
Hotel Petit, leyó mis manos. Al descubrir en la izquierda la línea de Venus,
predijo que en el futuro tendría mucho éxito con las mujeres. Vaticinó, además,
que tendría una larga vida, entrecortada en cierta parte del trayecto por una
enfermedad grave. Pegó en el clavo. Acabo de salir de una depre de dos años. ¿O
será porque aún tengo que pasar por la prueba del Maledetto?
En su nombre, me animo a mencionar
que el Copyright es de 2019 y Ludovica no es adivina. Me recreo con la lectura
en cuarentena, pero no lo repaso de un tirón porque la risa me impediría seguir
escribiendo.
Compré el pasquín porque Ludovica
habita en Traslasierra y eso es suficiente motivo. Me leí todo el mamotreto y
no encontré una sola mención a la esferita azul con antenas.
̂
Es bastante frecuente que
conductores/as apliquen el Nada a cada rato. Muletilla que sirve para un batido
o un fregado. De los Mass Media pasó
a los particulares tilingos, que la meten en una conversación cuando no saben
de qué se trata o prefieren hacerse los tontos. El nada equivale al “puede ser”
de una mina que no se anima a decir que no saldría con uno ni en pedo y revolea
la capa de torero. Uno, ingenuamente, interpreta lo contrario e insiste en su
error. Sin suerte, pues no advertimos que se trata de una tautología.
Dejando de lado las
frivolidades, diré que Martín Heidegger, en “Sein und Zeit“ (“El Ser y el
tiempo” publicado en 1927) precisa las modalidades del recobramiento del
fenómeno. Fuerte opositor al progreso industrial y S.A.[32],
y convencido de que la tecnología era el mayor enemigo de la humanidad,
defendió al Yo frente a la cultura de masas. Es una lectura o relectura que me
animo a recomendar en 2020, o en su defecto, al libro de José Pablo Feinmann
que interpreta a Heidegger.̂
Jean Paul Sartre, trató, en Los
caminos de la libertad[33] y
otras obras. “El existencialismo es un humanismo” se considera el Manifiesto
del Existencialismo y plantea el conflicto entre “etre pour soi” y “etre en
soi”, ser para sí y ser en sí (distinción hecha por Marx en los conceptos de
clase en sí y clase para sí).
Me considero un inadaptado
adaptado. Mis EPOC´s, que otrora permitían que me diagnosticaran como
inadaptado, gracias al Covid19, me convierten en adaptado. En el fondo, esas
valoraciones son construcciones culturales y provisorias. ¡Buena del bicho!
Adicionalmente, esta inadaptación gusta al 90% de los que bromeo en las calles
y refuerza mi convicción sobre que soy un genio.
La Nada es nada y el Todo es todo.
Fórmula dialéctica que no pierde vigencia. Significa, en otras palabras, que
“La única verdad es la realidad” que Juan Domingo Perón gustaba de plagiar. El
“Pocho” conoció a Durkheim por medio de uno de los integrantes de Annales Sociologiques y tomó de ese
autor las ideas básicas de La comunidad orgánica[34].
El núcleo filosófico de Perón radica en las directrices de esta corriente,
fascista para algunos y socialistas para otros.
Creo haber comentado que soy
durkheimista-marxista-leninista-trotskista-comunista hermenéutico-kirchnerista.
¡Gogglee, mi amigo/a! Siempre seré docente y no puedo impedirlo (fábula del
alacrán y la rana). El Siempre lleva implícito el Nunca, así como el Todo se
espeja en la Nada y el Bien no puede ser entendido sino por oposición al Mal.
Cuando mixturo cosas banales con
reflexiones profundas (ajenas o mías), lo hago con toda buena intención. Mi
propósito es distender, pasando constantemente de una fábula con mensaje a una
anécdota cotidiana. En tiempos de Pandemia, las anécdotas sobran. Me veo
obligado a seleccionarlas continuamente porque cada vez que salgo a las calles
me enriquezco con algún suceso.
Este comentador se
pregunta: ¿Cuán lejanos están nuestros nietos en las proximidades de Madrid,
protegidos en mansiones de puta madre? Con Martina, nos comunicamos diariamente
y, con los otros cinco, al menos dos veces por semana. Martina, alias Tuti o
tutuna, o la chiruza, a según le aumentan los años; Beltrán (Beltri), Simón
(Timi), Amparo (ardillita) y Justo (el torito) esperan ansiosamente que podamos
viajar a la Madre Patria. Les prometí llevar un cuerno para beber grapa echo en
Gualeguaychú, donde nació su bisabuelo. Extrañamos el contacto humano.
Festejamos los cumpleaños en modo electrónico, pero no podemos besarnos besarnos.
¿Cuán cercanos estamos, cada uno en su cuarentena haciendo lo que puede y
quiere? Esta nueva libertad no me
desagrada. Es un Woodstock hippy en
2020. Estoy pensando algo y se me superpone con otra idea que lo tapa
momentáneamente. Apelo a mi libretita para que no se me olvide. Miro y escucho
el noticiero, pispeando fecha, hora, temperatura y pronóstico climático para
los días siguientes. ¿Cuán lejanos están los días en que sabíamos esos datos
imprescindibles? ¿Durará cuánto? ¿Estamos lejos o cerca del fin de la historia,
tal como la vivimos hasta aquí?
Tengo en carpeta muchos
libros más. En su mayor parte son escritos que llevan años en el freezer. Cada
vez que salgo a la calle, recojo alguna nueva anécdota para nutrir mis obras.
Hoy, al trasponer la reja, un homeless vomitaba
lindo agarrado al container de la basura.
¡Guarp…chusss..guarp… chusss… guarp.. chusss…achís! Le dice a un motoquero:
“¿Qué mirás, no tengo coronavirus, es el alcohol?” El de la moto arranca a todo
vapor y la homeless que acompañaba al
vomitador le pasa una botella de whisky de las que se usan en los aviones. Se
pierden en la Jungla del asfalto. Compro algunas historietas interesantes:
“Chicas de Divito”, “El diario del Chavo del ocho”, “El tigre de los llanos”,
“Los hermanos Barrientos”, “Infamias de una madre”, “Pastor Luna”, “Aparcero”,
“Las montañas de la locura”, “Che y Fidel” y “Las aventuras del zorro”. ¡Todo
por 100 dólares papel!
Suelo sintonizar el programa de
Maximiliano Montenegro para ver la evolución horaria del dólar blue. Diez obras de arte a razón de 10 u$s cada una
es una excelente compra. Tomo la chocolatada de las 5 de la tarde, busco en la
biblioteca una historieta de Oski que preciso para una próxima publicación.
Preparo pinturas originales para colocar arriba del placar que es mi flamante
pinacoteca. Voy al baño a hacer pis. Limpio el piso del baño con un trapo ad
hoc. Retomo la escritura. Pateo el cable de alimentación de la laptop. Prendo
un cigarrillo. Me estrujo la mente por un rato. Repaso computadora, individual
y mantel con otro trapo absorbente. Se consumió el pucho y me inclino por una
de mis pipas.
Escucho por la ventana abierta una
cortina metálica que cierra. Son las 18.37 horas. Pronto saldrá al aire Víctor
Hugo Morales. El inmenso progreso que incorpora Windows tiene una contra, es
ansiógeno. Siempre lo fue. Más ahora, que el bicho me respira en la nuca. Leo
en la libretita alguna ocurrencia que ocurrió y apunte, para no olvidarla. Las
noticias son alentadoras para unos y deprimentes para otros. El conflicto
amor/odio se expande por doquier. Hisopados versus no hisopados. Casos válidos
y ocultos. Los cronistas culpan a los gobiernos de la vereda de enfrente, según
el canal que estés mirando. Hago zapping cuando comienzan las propagandas. Me
trabuco con los controles remotos y tardo varios minutos para encontrar la vía
correcta. ¿A qué se debe tanto apuro? Nada, per
codere. Estoy jubilado y me sobra el tiempo. Corrijo, si me muero mañana,
desaproveché algunas horas y mi esposa tendrá que asumir el trabajo de la
publicación.
Despierto de mi siesta de una hora.
Nancy me espera con medialunas y chocolatada. Sale a comprar remedios. Se queja
por la cantidad de gente que hay en las calles. Cuando ingreso, me baña en
desinfectante y exige que me lave las manos cuando dejo de escribir.
Arreglo con un director de cine amigo
que alquila un departamento a cuadra y media de casa para caminar por plaza de
Congreso por una hora. Intercambiamos chismes sobre gomías comunes. Le ofrezco
un cuadro que no necesito. Debe elegir entre dos. Este paseo no es un “Encuentro cercano del tercer tipo”, es
un tete a tete con alguien que no veo desde hace mucho tiempo. Una cercanía que
nos viene bien a los dos.
En la tele dicen que no
hay cigarrillos. Por las dudas compro habanos. La adrenalina buena que siento
me recuerda a los primeros mese de vida de mis gemelos. La semana pasada fue el
S.XV, la próxima, el S.XIV. Nadies tiene idea del dinero que necesitará
para comprar ajo. No hay precios y el blue se dispara. Hace 15 días compre a
90, ayer tocó los 140. Como en el 2002 pero peor. Lo bueno es que la esferita
azul con antenas es una buena maestra. Desde el homeless más andrajoso hasta el intelectual mejor informado,
pasando por las amas de casa sin excluir a los profesionales de las profesiones
liberales, opinan de economía, salud, cotización de la moneda, inflación y
otras yerbas antes reservadas a los expertos. Las clases sociales se difuminan
(en apariencia) porque los de la calle visten ropas que los dadivosos de clase
media les regalaron.
¿Cuán cercanos estamos de los otros?
¿Al don pirulero, cada cual atiende su juego? ¿O la perinola cayó en todos
ponen?
Martes 19 de mayo de 2020
METÁFORA CUASI ANÉCDOTA
Por Jorge Vibes (*)
Se dice -cada vez más insistentemente- que en un país que tiene el Faro
del Fin del Mundo existe hoy una pareja interesante. Él no deja de hacerle
maldades a Ella. Se casó (sorprendiendo a muchos) sabiéndola heredera muy rica
y como su ambición no tiene medida, está dispuesto a chuparle la sangre hasta
agotarla y después mudarse. Mediante engaños varios, hipotecó el futuro de ella
y nadie sabe cómo se va a honrar esa deuda. La engaña cuanto puede con señoras
y señoritas extranjeras de muy dudosa reputación. La humilla sin escrúpulo
alguno en público y en privado. Se sabe que comenta esas bajezas con sus amigos
íntimos y todos se divierten imaginando nuevos perjuicios para la sufrida
esposa. La ataca con la excusa de que comió de más los últimos años y le ordena
que adopte un régimen severo muy estricto para convertirse en una hermosa
mujer. De seguir así, terminará por hambrearla. Es sabido que ella es fuerte,
sana y muy fértil, pero lo que le exige es demasiado y, sin duda, dejará
huellas perdurables en su cuerpo.
En verdad, una parte de ella siempre desconfió de este adicto al poder,
la trampa, la noche y otras substancias nocivas más gravosas, pero otra parte
suya, mínimamente más significativa, prefirió creer en lo que a poco de andar
se comprobó como absoluta mentira. Las nupcias son recientes, año y algo. Ella
no puede creer que en tan corto plazo se haya deteriorado tanto su matrimonio.
A poco del inicio, ella notó lo mal que le hacía esa relación y manifestó su disgusto
por diversos medios. Él se dio cuenta, y la fajó duro y peludo, proclamando
ante el mundo que lo hacía por amor. La parte confusa e ingenua de ella sabe,
por intuición femenina, que no es así, pero tiene vergüenza de reconocerlo.
Después de todo, algunas amigas vecinas sufren de iguales males desde hace
algún tiempo y siguen, por ahora, casadas con sus verdugos. Por fortuna para
los maridos, en esa zona hay jueces Derechos y Humanos que defienden los
valores de las uniones consagradas. En un caso, obligaron a la quejosa a
hocicar y someterse a su legítimo dueño. En este lamentable caso con final
feliz, puede decirse que se impusieron la Ley
y el Orden, porque intervino hasta el mismísimo comisario.
Pero, así como le llegan historias feas, también hay noticias
alentadoras. Se enteró que en algunos de esos hogares vecinos hay un lío
bárbaro y nadie asegura que esos vínculos no terminarán de lo peor. Hasta se
dice que el matrimonio de la vecina más rica, subsiste -por ahora- por los
buenos oficios de los parientes políticos y un tío rico que es defensor a
ultranza de este tipo de contratos maritales. Ese tío rico está muy preocupado
porque en el barrio hay algunos ejemplos claramente criticables. En efecto,
hacia el norte, cerca del lugar donde la geografía municipal se estrecha, hay
un caso de concubinato descarado. Un verdadero escándalo. Un poco más al sur,
en las lomas del oeste, hay otros dos casos de extrema concupiscencia y
prácticas diabólicas. Es cierto que, bajo diferentes formas, pero, en el fondo,
bajo idéntica influencia del Maléfico. Por suerte, el tío rico prometió que
aportaría todo tipo de recursos para erradicar del barrio estos pésimos
ejemplos.
La sufrida joven de marras se agitaba entre la resignación y la rebeldía.
Hace poco se impuso esta última y ella adoptó una resolución valiente. Antes de
fin de año le dará una lección al perverso. Las comadres están divididas, pero
día a día aumenta el número de defensoras de la dolorida niña. Las purretas de
la vecindad están decididamente con la ultrajada y convencen a novios, primos y
hermanos.
Adivine el lector cómo se llama el señor y quién es la aludida.
Ayudita: al él se lo conoce como "Gato" y ella es admirada
porque tiene una frondosa cabellera plateada.
(*) Miembro de El
Manifiesto Argentino
25/5/2017
Domingo 17 de mayo de 2020
¿COINCIDENCIAS?
Aún conservo el vicio de las
asociaciones pese a dejar de gastar plata hace años en “terraceros”. Las que me
propongo presentar son algo rebuscadas, pero valen. Partamos de Heráclito de
Éfeso (544-484 a.c.) y su famoso cruce con Parménides y otros. “Nunca te bañarás en el mismo río”.
Razonamiento dialéctico que retomarán, entre otros, Hegel, Marx, Lenin y este
modesto pensador, que añade, para sus análisis, a Emile Durkheim.
Razono, luego existo. Lo de la
esferita multicolor prende mis lamparitas. Conozco un peluquero del barrio que
considera y declara, que el arte de la peluquería supera en importancia a la
filosofía. Sabe un montón de estilismos, barberías, cortes y quebradas, pero
nada de filosofía. Es verdad que la ciencia de las ciencias le importa un
bledo. Para mí que se pasa algo de la raya. Se pasa hablando de sillones y
espejos (de peluquería) y está orgulloso y satisfecho con lo que le toca en
este valle de lágrimas. Cuenta con tres bypass y hace dos meses que no corta
una melena. ¿Dónde voy? A que cada uno valora lo que hace y ningunea o ignora
lo que hacen otros.
Segundo ejemplo. Un señor que conozco
tiene mucha plata. Su esposa es Templaria y trabaja en una universidad
templaria. Él es agnóstico, pero el enganche de su mujer abre la puerta a
negocios muy jugosos. Que la madre de sus hijos los eduque en esa casa de
estudios (jardín de infantes, primaria, secundaria y universidad) carece de
importancia en su mundo valorativo, pues está cumpliendo su objetivo de
acumulación personal.
Tercera posición: Rolo, un mendocino
que sufrió un A.C.V. que lo dejó turulo para siempre. Consiguió un lote cerca
del Balneario San Sebastián (Mina Clavero) y construyó una casa. Con su esposa,
también mendocina, se pusieron a fabricar alfajores. Que, según él, competían
exitosamente con los de havanna. Cierta vez, en invierno, temporada impropia
para alfajores, se conchabó en un taller mecánico cuyo dueño estaba preso por
robo de automotores. Laburó tres días, con sus noches incluidas, gracias a ese
combustible tan usado que se llama cocaína.
Conocido de Jorge Vibes de
inmersiones mutuas (paralelas o intermitentes) en el agua fría del Nido de
Águilas, supo tener un puesto en la Feria Municipal durante el verano. Cuando
el porteño lo visitó en 2017, las moscas custodiaban los alfajores de chocolate
y los escasos clientes potenciales huían despavoridos. Nadie más necio que un
necio. El de la tierra del buen vino había ganado en una mesa de póker en el
Casino de la localidad de Traslasierra. En ese templo del vicio se juega póker
americano y el Roli ganó una partida que le significó muchos pesos. Jorge Vibes
solía jugar al póker inglés y mira por TV al americano, porque se pierde con
las apuestas a ciegas. Moraleja: el mendocino considera al porteño un gil
porque dice que, si se sienta en una mesa de póker americano, pierde hasta los
calzones.
Marx dejó, en la XI nota en su
crítica a Feuerbach, una oración famosa: “Los filósofos no han hecho más que
interpretar al mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.” Prefiero
sumar a Durkheim porque enfatiza algo que el Gran Materialista Histórico dejó
de lado en sus brillantes observaciones: lo irracional, lo afectivo. Si me
apuran, puedo justificar a Carlitos diciendo que los sentimientos afloran desde
la materia cerebral. De allí que haya acudido a los dos ejemplos citados.
Yendo, o viniendo, a tiempos más
cercanos, diré que el Che se internó en la materia en “Retos de la transición
socialista en Cuba 1961-1965”[35] y
John William Cook entregó a Perón pasajes para que visitara La Isla, invitación
que el Brujo declinó. Jorge Asís, sociólogo y metafísico conocido en nuestro
medio, comentó cierta vez en “Animales sueltos” que El General llamaba Brujito,
a su secretario personal Josecito López Rega.
Todos no paramos en la vida de cierta
manera. Al desnudar al peluquero y al señor, no intenté juzgarlos sino
describirlos. Sus respuestas son tan humanas como las mías, las de mi esposa y
mis amigos. Nunca dejé Argentina salvo en los viajes académicos y de turismo.
Viví, y cuento, todos los eventos que protagonicé. Desde el primer peronismo
hasta la presente Pandemia. Algo de esto traté en “Unas obras inconclusas de
acá” y pienso insistir en las de próxima aparición. En mi hogar, ambos dos
tenemos diferentes vademécums.
El que escribe, desayuna copos con
leche, banana y té de manzanilla. La “Niña bonita” de la casa, con pomelo,
jengibre y limonada. Odio, o esquivo, la ducha y ella se baña dos veces por
día. Tenemos experiencias de vida similares pero distintas. Un componente
esencial de nuestra es el humor. A mí, me euforiza la Cobra Global, a ella la
aplasta. Miro los programas de las Derechas hasta la madrugada. Nancy acude a
Netflix para evadir el bajón y se limita a C5N o lo que pongo con el control
remoto porque me banca. Siendo ambos viudos de primeras nupcias, supimos curtir
la noche porteña cuando fue preciso. Me cuida y la cuido. Y nos cuida nuestra
nieta Martina desde Madrid. No es poco para dos décadas de convivencia, tres
hijos y cinco nietos.
Tenemos ensoñaciones distintas, eu,
pesadillas ligth y ella, lo que queda
picando en su subconsciente de las películas de espanto vistas antes de ingerir
sus remedios, rezar y hacer noni. A la lista de filósofos enumerada, sumo a
Martín Heidegger, que maldijo, como escribí antes, los progresos de la ciencia
y nunca abjuró de su pasado nazi. ¡Cosas
vederes Sancho, cosas vederes! Si Marx, Hegel, el Che, John William Cook
(asesor de Evita) coincidían en algo o mucho, no soy yo el que va a sacar los
pies del plato.
En la calle felicito a las gentes de
distinto modo. A algunos les deseo feliz año nuevo…2021, a otros les canto “Cavallo mortum est”. Cuando me preguntan
qué quiero decir, les contesto que se traduce como “El caballo ha muerto”
porque Felipe Domingo Cavallo no murió y está vivito y coleando…aconseja volver
a la Convertibilidad. En paralelo, Spert desea que se emitan nuevamente cuasi
monedas (Patacón, Lecor, etc.). Un
90% de los interpelados sonríe, el 10% restante, me importa un carajo.
Miércoles 27
de mayo de 2020
TRIBUS
Pertenezco a numerosas tribus: la de
las Ciencias Sociales (Sociología, economía, antropología, etc.); la de los
filósofos (me carteo con filósofos europeos importantes y se ofrecen para
publicar alguna nota); la de los anticuarios (colecciono cantidades de objetos
antiguos: libros, bronces, óleos, marfiles, etc.). En la Feria de Plaza Dorrego
de San Telmo, comento a dos anticuarios que en San Telmo conviven ladrones de
tumbas, punguistas y piratas del asfalto con vendedores de libros y
herramientas presuntamente honestos. Uno de ellos agrega: “En el medio estamos
nosotros dos”.
Milito en las filas de los buscas.
Paro cartoneres para preguntarles si
encontraron algo viejo. Anteayer, uno me contestó: “Mañana. Mañana tengo que ir
a casa de una viejita que me pidió que la ayudara a vaciar algunas piezas. De
esta precisa manera, compré libros raros y malentretenidos (como el documento
en el que Parón nacionaliza los ferrocarriles en 1952), bijouta linda y peluda,
anillos, campanas de bronce y lámparas de colgar. Vendo mochila del ejército
suizo, blanco y mantelería heredada, mantones de Manila y un Matra[36],
partituras de tango (rechacé las de música lírica porque sí).
Me jacto de manejar algo de
Psicología (Freud, Lacán, reflexología rusa y conductismo yanquee). Cuando no
alcanzo a comprender algo, consulto al especialista psicobolche Horacio
González. No confundir con el homónimo que dirigió la Biblioteca Nacional. Este
amigo es economista y lacaniano. No me sorprende. Un economista que conocí en
el Ministerio de Economía te adivinaba el futuro con tu carta astral y la
cotización de la verde moneda. Sin serlo, interpreto con bastante aproximación,
personalidades y actitudes de gentes de mi cercanía. No me resulta difícil, me
basta con apelar al cálculo probabilístico y cantar la posta. Predije, hace dos
años, la guerra civil regional, la invasión de Venezuela y la disparada del
dólar. Durante la convertibilidad, cobrábamos los sueldos quincenalmente en la
Secretaría de Planificación de Presidencia de la Nación y, en Banco Nación,
cobraba por semana. Corríamos a cambiar los pesos por lechugas y, a medida que
avanzaba el mes, recambiábamos para pagar servicios y comida.
Conocí y traté a personajes que
hicieron la historia contemporánea de nuestro país. Mercedes Marcó del Pont,
Juan Llach, Martín Lusteau, Alberto Sileoni, Silvio Frondizi, su sobrino Nono,
Jorge Asís, Juan José Sebreli, Moisés Ikonicoff, Vittorio Orsi[37],
Frigerio (nieto), que ocupó una cartera en el gabinete del Macri presidente.
Felisa Micheli tenía un contrato externo en la Dirección Nacional del Gasto
Social y la veía pasar, mucho tiempo antes de que fuera ministra de economía y
fuera procesada por enriquecimiento ilícito.
Pertenecí a los becarios a CEPAL, fui
presidente de la Asociación Argentina de Estudios Canadienses (ASAEC), me crucé
con Palito Ortega gobernador en un salón VIP en ocasión de asistir a un
Congreso de ASAEC. Visité varias veces Canadá. La primera junto a Torcuato Di
Tella, el decano de Arquitectura, diseño y urbanismo de la UBA. Un grupo de
becarios, entre ellos mi primera esposa, asistimos al congreso Latinomerican and Canada Opportunities,
en Calgary, donde nos presentaron al expresidente uruguayo José María
Sanguinetti.
De modo que soy de la tribu de los
becarios de CEPAL, de la tribu de los scholarships
del Gobierno de Canadá y de la de los profesores que dimos cursos a lo largo y
ancho de Argentina sobre Modelos de Desarrollo.
Conocí Erpios, Montos, Fal y Fap.
Siendo estudiante asistí al Primer Congreso de SITRAC-SITRAM en Córdoba y al II
congreso de FAS en Rosario. Estuve preso en Devoto y protagonicé, junto a
miles, la liberación de los presos políticos que decretó Cámpora el 25 de mayo.
Dejo de lado otras aventuras que narraré en mis Escritos Políticos en unos
meses. De todos esos sucesos tengo infinidad de anécdotas que iré compartiendo
paulatinamente.
Creo que la única condición que exige
el pertenecer a numerosas tribus radica en no confundir amigos con compañeros y
estos con camaradas. La coherencia con los propios principios ayuda en esta
labor. Amable con todos, dispuesto a combatir codo a codo, sólo con algunos.
La escuela Funcionalista en
Sociología distingue entre Status y Rol. El primero es el conjunto de roles y
el segundo el papel (rol) que desplegamos en cada ocasión.
No soy original, todos y todas somos
integrantes de numerosas tribus, desde el modesto albañil de la Villa 31 al
Presidente de la Nación.
CATRUFLA
Lecho, letto, cama, catre, catrufla[38],
muchos llegaron al mundo en una de ellas y otros partieron a quién sabe donde
desde una. En ellas, todos y todas vivimos ensoñaciones de amor húmedo,
combates a muerte por unos polvos, el desengaño de la impotencia temporaria, la
frigidez, fidelidades e infidelidades, Lágrimas y sonrisas, cucharitas[39],
yerberas[40],
hijos rompepelotas que se meten en el medio, parientes convalescientes,
desfloraciones, sangre a borbotones de hímen o glande, Saltos del Tigre[41],
pesadillas, caídas de la catrufla, imaginaciones con otro/a mientras se
practica coito con la pareja estable, puteadas cuando suena el despertador,
tropezones con las pantuflas por no prender la luz y otros avatares menores.
En el caso de este modesto analista,
se presenta un caso interesante (o no tanto). Mi cónyugue ronca (por momentos)
como una tormenta de verano, Io (Yo en italiano) emito, según ella, un sisido
suave que le encanta. Según yo, puede ser el silvido de la serpiente cascabel y
ella, en su amor, no se da cuenta. Suelo escribir hasta altas horas de la
noche. Con frecuencia, ella me espera despierta, tranquila únicamente cuando
estoy a su lado. Toma su pastilla, reza y hace noni. Si no tengo sueño, miro
alguna serie en Netflix que me recomendó (uno, máximo dos capítulos). Mi
pastilla para dormir hace efecto y pongo la cara en la almohada, cuidando que
mi dentadura postiza (parcial) no moleste. Unto mi escroto y nalgas con una
crema humectante recetada por mi dermatóloga. Espero que se absorba. Me
descalzo sentado en la toalla que tiendo sobre la sábana para no babearla. Me
lanzo a la toalla como si fuera una pileta de natación. Me acuesto boca abajo y
me acomodo para la primera etapa. Consiste en ponerme de costado con un
almohadón chico entre las rodillas para que no se produzcan marcas. Si me duele
la oreja por la posición, quito el dolor con la palma de mi mano. El calor de
la palma disueve ese malestar.
Tardo unos buenos minutos en caer en
sueño profundo. Si estoy de cúbito derecho, pego la voltereta y quedo en cúbito
izquierdo. Mastico mi dentadura para comprobar que no provocará modestias.
Apoliyo un par de horas. Me levanto a ciegas para mear. Golpeo la tele con la
cabeza y me adelanto por el pasillo como un zombi. Hago pis y vuelvo a la cama.
El asunto de andar a tientas es para no desvelarme. Aunque no recé porque soy
ateo, sueño con los angelitos. Me levanto a mear otra vez. No porque sea
prostático sino porque tomo mucho líquido. Despierto tipo nueve o diez de la
mañana. Si mi Tormento sigue durmiendo, preparo mi desayuno. Ella se levanta
cuando pega un manotazo y advierte que no estoy.
Me acompaña mientras hago mi colación
de la mañana. Hace lo propio con pomelo exprimido y una tostada con Mendicrim y
dulce de arándanos BC. Mi mujer se encarga de hacer la cama. Eufemismo correcto
porque ya está construida y hay que organizar sábanas, colchas y almohadas. El
armado queda inconcluso porque visitamos la cama durante el día. Nan para mirar
algo en Netflix y I (yo en inglés) para dormir una siestita a dehoras. El
desaliño camastril se explica porque mi Dulcinea del Toboso tiene la columna
hecha bosta y lo peor que le puede pasar, según su traumatólogo, es tender la
cama. A mí me importa poco, de mochilero supe dormir en la arena en una bosa de
dormir.
Mi “Dama de Hierro” argenta (Tatcher
fue Heidi comparada con ella) me dice que me va a denunciar por salir tanto de
casa siendo población de riesgo. “No me digas nada porque vos sos la mejor
antigüedad que poseo.” “Viejo choto, me llevás 12 años” “¿Entonces tu madre es
una vieja rechota?” “No te metas con mi santa madre. Tiene 8 años más que vos.”
Lunes 25 de mayo de
2020 Fecha Patria
LUGARES
COMUNES
“Soy yo” “¿Quién” “Yo,
boludo.”…¿Lleva mucho ese video?...¿Me escuchás?...”Esperá que paso a video
llamada.”…”¿ Me ves?”…”Hablá más fuerte.”…”Volvé al teléfono.”…”Murió Sutano de
Covid19.”…”Se corta?...”No, mándalo otra vez que no lo recibí.”…”Me acusaron,
me dfiendo en este canal amigo.”…”Niki Caputo se fue a Miami para defenderse
desde allí.”…”Yo extraño mucho a mis perros (¿zoofilia?)”…”¡Tal
cual!”…”¡Mienten descaradamente para perjudicarme!”…”¡Excelente la
vicepresidenta cuando saludó a la senadora con un Gracias señor senador!” …“Esa
fue de la cúpula de Montoneros.”… “Y ese fue del Erp.”...“¡La tipa no es
abogada y le modificaron el reglamento para que asumiera!...”¡Hasta mañana, si
el de arriba lo permite!”...”Fugó millones de dólares”…”Toma de decisiones.”
“Mató a GGG (Ginés González García) porque se internó para un control con la
excusa de que a su padre le pasó lo mismo.”…”¡Con Skype no es lo mismo!”…”¡Ni
con Whatsapp, a veces prefiero volver a la comunicación clásica por
teléfono!”…”Los empresarios son buenos, la culpa es del Estado.”…”¡Los
argentinos compramos dólares porque el que con leche se quema, ve una vaca y
llora!” ”¿Populismo? No, esto es comunismo cubano.”…”Ajuste, hay que achicar el
Estado y abrir la economía.”… “¡DNU, AFI, EFE, UFI, AFIP y la puta madre que
los parió!” “¡En cuanto pueda me las pico!”..”¿Dónde?”… “¡Qué te importa!
Ecuación derechosa: Total de casos
menos desocupados más pedidos de “incentivos”[42]
multiplicado por número de días de Pandemia menos zonas abiertas o cerradas por
bares con Take Away. Corchete.
Dividido por población más ingreso por cápita.
Dime quién te juzga y te diré la condena.
Pruebas: Sócrates, Espartaco, Cristo, Galileo Galilei, Nicolás Copérnico, la
familia Kirchner, Amado Boudou, etc. “Tenemos que llanar la Isla Martín García
de funcionarios macristas corruptos para que se peleen entre sí.” “Patricia
Bullrich, si la dejan, es reina de España o de Inglaterra… a Mauricio no le
queda otra que presentarse en las elecciones de medio término para diputado en
CABA”[43].
”¿Me ves?”…”Hablá más fuerte.”…”Volvé al
teléfono.”…” “¡Oigo!””¡Murió Mengana!”… “¿De Covid19?”…”No, de cáncer.” “¡Ah,
menos mal!...”¡Qué conchuda!”… “¿Te parece? Yo la comprendo.” “Último momento!”
“En Argentina: X infectados, U contagiados, W muertos, hasta ahora.” “Menos mal
que no reeligieron a Macri, nos mandaba al horno a todos y vendía el territorio
vacío.”
Ayer estaba haciendo la
cola del kerosén (de la verdulería). En Ayacucho y Perón. Allí para taxistas a
tomar un café. Per codere pregunto al
más cercano si votó a Macri. Contestó: “Por supuesto y lo voy a volver a
votar.” “No vas a poder porque se va a morir de coronavirus” “Eso no se le
desea a nadie. En todo caso la que se tiene que morir de coronavirus es la
vicepresidenta”. Reflexiono y le comento a mi compañero de línea: “Este labura
15 horas por día y va a votar a Macri nuevamente” “Así son algunos” Cuando avancé en la cola para el carbón de leña
(la verdulería), le conté al joven compinche que yo había comido pan negro en
la época de Perón. “Ignoraba que eso hubiera sucedido, ¿porqué?” “Porque el
trigo se lo acaparaban los exportadores y los agiotistas.” “¿Qué es eso?”
“Agio, especulación, como ahora pero 70 años antes.”
“Soy yo” “¿Quién?” “Yo,
boludo.”…¿Quién?... “Yo, boludo.”
s/f (sin fecha)
INFIDELIDADES
Hay fidelidades y
fidelidades. En equipos de sonido, High
Fidelity, FM, etc. y en morales: high,
medium y large o, lo que viene a ser lo mismo, XS, Sl, médium, large y XXL. Lo mismo sucede con los adeptos a
ciertas asociaciones que arrancan de nuestra alta y baja Edad Media:
templarios, masones, horoscoperos, quirománticos, cartománticos y de los
cimientos del Imperio Celeste: tiradores de I Chin, acupunturistas, leedores de
caca del Emperador, etc.
Cuando la fidelidad se torna método,
en las bellas artes, se habla de una Escuela o un Estilo, como en los oficios
de los escribas y en las modas clásicas. Su contrario, la infidelidad, se
presenta cuando se violenta, en más o en menos, a alguien o algo. A veces ese
comportamiento deriva en peleas domésticas, reproches, golpizas y hechos de
sangre. Hay infidelidades de mentiritas, por coquetería femenina o masculina, y
amagues para dar celos.
Qué decir de lo que pasa en el arte
de la política. Las panquequeadas de la ex dirigente montonera que preside hoy
el mayor partido de Derechas autóctonas y comanda su ala dura. No menos grave
es la excesiva fidelidad (al marxismo, al troskismo y a la Doctrina Peronista)
pues desemboca en el fanatismo. Neo jesuítas, ex siloístas como la
vicepresidenta saliente, ex ministros menemistas que se cobijan en el PRO, un
expresidente provisional que llamó a la reconciliación de los que aman a Videla
y los que odian a Videla y sigue dando que hablar. Un exministro inventor de la
convertibilidad argentina, insiste en que se debe aplicar nuevamente en 2020 y
siguen las firmas.
Un terreno fértil para este tipo de
elucubraciones está en los juicios acerca de las relaciones de pareja:
abiertas, cerradas, trigonométricas, múltiples, a distancia o de contacto
estrecho, fantaseadas, negadas o confirmadas. Discuto con un gran amigo mío
sobre este capítulo de la novela humana. Mi ateo amigo sostiene que, si, a mí,
que estoy felizmente casado, me gusta otra niña, caigo en el abismo de una
actitud infiel. Este reflexionador le opone un argumento irrebatible: si así
fuera, nunca fui fiel porque la mujer es un animal humano muy bello, digno de
ser admirado y deseado. Insiste en su tozudez y retruca que no es necesario el
contacto carnal para ser infiel. Me cuenta que una camarera de un bar que
frecuentaba, entró en confianza con él y lo invitó a tomar cocaína en la plaza.
Mi amigo, también felizmente casado, se negó. Vaya a saber si por pruritos
morales, inseguridad, temor a ser descubierto o algo que no se me ocurre.
Probablemente fuera por culpa (elemento freudiano que no cesa de molestar).
Me consta que estuvo de
los dos lados de la fidelidad. Corneó y fue corneado. Fue fiel escucha de mis
pesares de amores y yo lo fui de los suyos. Pero le pasa como a todos. Dice que
no juzga y se la pasa emitiendo juicios sobre todo y todos. No me jacto de esa
virginidad. El hecho de existir en sociedad implica opinar algo bueno o malo
sobre los otros. Quien se proclama neutro o apolítico, a sabiendas o no,
miente. O se es frío o se es caliente, a los tibios los vomita Dios
(Apocalipsis 3: 15-19).
La fidelidad hacia la moneda local es
un gesto. Los hermanos brasileros confían en el cruzeiro, los chilenos en el
peso chileno, y los argentos en el dólar. Los uruguayos en ambas
denominaciones, pero prefieren los pesos uruguas. Fidelidad, fiabilidad y
fideicomiso[44] son
valores relacionados y relativos. Nunca debe confiarse en un ladrón porque los
buenos ladrones existen sólo en la Biblia Nuevo Testamento.
Los tenedores de bonos jurisdicción
extranjera (o local) desconfían o confían de acuerdo a su calculadora mental clink caja. El riesgo país es, desde el
punto de vista de los cuervos acreedores, un invento necesario para juzgar la
capacidad de pago de los países deudores. El confesado confía en que el
confesor no ventile sus pecados o los emplee de modo impropio (pecado venial),
y otro tanto sucede con los Galenos, que no pueden contar que el paciente que
recién salió del consultorio disfruta de un hermoso chancro o es sidoso. Menos
mal que el “Conchavirus” obliga a los facultativos a denunciar y tratar a los
contagiados.
Suele asociarse la confiabilidad con
raza, etnia, género, nacionalidad y franja etárea. Algunos viejos sostienen
que, al serlo, no tienen necesidad de aceptar los preceptos morales y conozco
el caso de un vejete que dejó de pagar los impuestos de su casa y lo justificó
ante sus hijos diciendo que ellos heredarían la propiedad.
El Papa Francisco dice, (palabra de
Dios en el buen sentido) , que una de las curas para el Cornudovirus es el
humor. Asociación libre. Segunda acepción, humor acuoso: Líquido que se
encuentra n el globo del ojo delante del cristalino. Asociación libre, tercera
acepción (no confundir con Tercera Posición). En la teoría de los cuatro
humores de filósofos antiguos griegos y romanos, son: bilis negra, bilis
amarilla, flema y sangre. De vivir entre nosotros, agregarían un quinto jinete
del Apocalipsis, el Coronavirus19.
Caminé alegremente desde la fidelidad
en música y termino ponderando a la Plaga. Mis asociaciones libres son
psicoanalíticas freudianas, pero creo que valen para estos segundos de vida que
resto a mi existencia terrenal.
Lunes 25 de
mayo de 2020 Fecha Patria
JUST IN TIME
Justo a tiempo es un método de
trabajo que se practica desde hace mucho en Japón. Consiste en evitar la
pérdida de tiempo en el lugar de trabajo. Si una computadora de escritorio se
queda sin papel o la impresora carece de ese insumo, se malgasta tiempo. Es una
forma de racionalizar el proceso.
Con la llegada de Megaexcremento a
nuestras playas, todos y todas entramos al Just
in Time. Pensamos y actuamos más ágilmente. Con frecuencia demasiado.
Sufrimos tropiezos de la mente con evolución exponencial y aprendemos ciencias
duras (matemática, física, estadística, etc.) y lenguajes blandos (sociología,
filosofía, historia, psicología, etc.) on
line, es decir, en las pantallas de TV. Dormimos más y mejor o menos y
peor, dependiendo de la etapa de la vida que transitemos y nuestro estado de
salud previo. Higienizamos cuerpos y almas con insistencia obsesiva, nos
tornamos comunicativos con propios y ajenos, generosos cuando no pródigos.
Gastamos el poco o mucho dinero que tenemos porque no sabemos si mañana
estaremos vivos. Dependiendo de nuestro estado patrimonial, bebemos vinos finos
y comidas sofisticadas. Los que podemos, practicamos ejercicios con bicis fijas
o mancuernas y pesas.
Se enriquece nuestro
vocabulario: oligo elementos, frecuencia cardíaca, micro globulitos de
respiración, micro gotitas que flotan en el aire y se posan en distintos
materiales caseros (mesas, manteles, mesadas de acero inoxidable, etc.), leemos
tablas y gráficos a la perfección, nos capacitamos en palabras como testeo,
respirador, insumos imprescindibles, emergencia sanitaria, asistencia
psicológica, arraigos y desarraigos, distanciamiento social, barrera sanitaria
y contactos estrechos.
Gracias a la Troika[45]
(Alberto, Kici y el Guasón) nos informamos de la marcha de la batalla y los
pronósticos para la guerra, tipos de armamento, tropas disponibles, etc. Creo
que tenemos para mucho tiempo de cuarentena y debemos adaptarnos a calles semi
vacías, silencio debido al poco tránsito en los barrios, sacar y poner ropa del
placar, regalar lo que nos sobra, etc.
El Ciclón de microgotas infecciosas
trae nuevas buenas, nos enseña a cuidarnos en todo momento y lugar. Si hay algo
que podemos agradecer a Mauricio Macri y sus 40 ladrones, es que cuidamos agua,
gas y luz. Del mismo modo, tenemos que decir que lo único que hizo bien Carlos
Menem fue abolir el servicio militar obligatorio. ¿Las causas? No importan ya,
interesan los efectos.
Otra novedad novedosa es el uso
generalizado del lenguaje bélico. Columnas, avances y retrocesos, partes de
guerra diarios, Plazas cercadas, quintacolumnistas en villas y geriátricos.
Asilos de menores con contagiados, enemigos mortales invisibles, ausencia de
vacunas y tiempo de duración de la conflagración. Digo: el miedo es mal
consejero, como en los ’70, si se piensa en la muerte, se llama a la muerte.
Las armas a nuestra disposición son comunicadas en las conferencias de prensa.
Miro por TV el tiroteo entre los periodistas del Ministerio de Mal y las
sutiles respuestas de Alberto. El Guasón pone los ojos como ET y traga todos
los sapos pensándose alternativa opositora. ¡París bien vale una misa! Hasta
mira para otro lado cuando los compañeros de Troika le refriegan las maldades
de Heidi, a quien tiene, desde siempre como alumna indócil y procura meter en
algún puesto público en CABA.
Afortunadamente, regresa a las mentes
la palabra Revolución, desterrada desde los ’90 por el post modernismo
neoconservador. Usaban, y nos obligaban a usar el término Utopía. El rescate,
desde mi punto de vista, no es obra de actores políticos o económicos, la
Naturaleza habló su lenguaje y respondió a la liquidación ecológica que los
factores de poder estaban procurando. En Brasil, retornaron los Quilombos[46],
pero esta vez, en lugar de concentrar negros cimarrones, agrupa indígenas que
huyen de los asesinos enviados por los terratenientes que avanzan sobre el
matto para sembrar soja.
Se sabe que la Pandemia está hiriendo
de muerte al núcleo duro del sistema: la Propiedad privada de los medios de
producción. El Virus Letatis pateó al
hormiguero y las antenísticas negras y rojas no saben qué hacer. Aceptan quitas
y participación estatal en los directorios, el FMI acompaña a Argentina en su
negociación con los fondos de inversión jurisdicción Nueva York. Actúan como si
estuviesen en un camoatí al que le tiran humo. La avispa reina deja de gobernar
a las esclavas y muere.
Si este berenjenal se repliegará como desean
las derechas globales, es imposible. Tendremos un nuevo mundo en la post
pandemia. Mejor y más equitativo, con seres humanos liberados de los prejuicios
e intereses pasados.
Lunes 25 de
mayo de 2020 Fecha Patria
PROYECTOS
Todos tenemos proyectos. Grandes, medianos
y pequeños. Los niños de jardín y primaria piensan en poder salir a la calle y
regresar al colegio. Los micro proyectos míos consisten en cagar al menos dos
veces por día, comer y beber todo lo bien que pueda y dormir hasta que me
plazca. El homeless proyecta
encontrar una manta más abrigada o un lugar más guarecido de la lluvia donde
esparcir los huesos, recibir al día siguiente mejores propinas para comprar
alcohol o falopa y encontrar compañía humana o canina. Carece de pensamientos de mediano y largo
plazo. Quienes viven en la calle han perdido esa posibilidad desde que la vida
los arrojó allí.
Hoy, whatsappeando con Ernesto
Bersuski, un cirujano de columna amigo, le contaba lo que escribí sobre las
tribus. Acotó algo que incorporaré en el relato: en cada tribu no sólo nos
comportamos distinto, sino que empleamos vocabularios diferentes. Inteligente
observación. La tomo. Ernesto está jubilado del Garrahan, pero tiene consulta
una vez por semana cara a cara (o cara a columna) y algunas más on line. Dirige la revista de su
especialidad, tiene nietos, esposa y colegas. Fuma en pipa y juega muchos más
roles que no vale la pena desarrollar aquí. Le recomendé comprar en Mercado
Libre “Diario de un extranjero en París” de Curzio Malaparte. Para entusiasmarlo,
le conté que Malaparte pasó cinco años como prisionero político en la isla de
Lipara. Me dijo que la conoce, que es pequeña y detenida en el S.XIX. Que da pavura salir a la calle porque uno
teme que aparezca un picciotto con
una lupara y te mate tipo “El padrino”. Está más temeroso que yo respecto de la
Pandemia y coincide en que hay proyectos de largo plazo muy inciertos.
También recordamos al gran
sanitarista Floreal Ferrara, especie de líder de una tribu de facultativos que
giraban en torno al Padre Farinello y según yo, votaron por Adolfo Rodríguez
Saá. Tanto Ernesto, como Floreal y Ginés González García fueron activos
fundadores de SNIS (Servicio Nacional Integrado de Salud) cuyo único nosocomio
funcionó en San Luis capital, hasta que Cámpora tuvo que renunciar.
Recordamos nuestros pasos en la
cárcel de Devoto, donde coincidimos una quincena cuando visitó el país Nelson
Rockefeller. En este plano me ganó porque estuvo como preso político una vez
más que yo.
Volviendo a mis proyectos, admito que
los de mediano plazo pueden ser simplones: acostarme pensando en el bronce que
compraré al día siguiente, armar algún cuadro con material que me regalaron el
otro día, preparar cosas que están en mi baulera para vender o trocar y
encontrar en la biblioteca alguna imagen que necesito para ilustrar un
fragmento o finalizar un libro ajeno que estoy leyendo. En lo estratégico soy
más ambicioso: viajar a España para que veamos a los nietos, volver a Toledo,
conocer Salamanca (que no conocemos). Probablemente París, que siempre amerita
un regreso. Llegarnos a Tánger y/o Sicilia. ¿Diciembre? No, demasiado frío.
¿Mediados de 2021? Puede. No depende de nuestros deseos. En otro estante están
los libros de mi autoría. Tengo en barbecho al menos cinco y estoy medianamente
seguro que se editarán porque dispongo de dinero para ello.
Leyendo Malaparte siempre se aprende
algo. Descubrí, después de estar en París cuatro veces que Folies Bergere se puede traducir como niñas locas. Sobre la
locura, tan bien tratada por Erasmo de Rotterdam en Elogio de la locura, tengo
algo que comentar. He dicho que salgo con frecuencia a las calles. Mis paseos
de compras me nutren notablemente, son una especie de estimulante naturas. Me
han ofrecido macoña y cocaína. He conocido heroinómanos recuperados y nunca
probé un generador de felicidad química. En mi barrio de Congreso, las gentes
(entre las que me incluyo) se comportan como folies. Andan rapidito, usando los celulares mientras caminan -con
el consiguiente peligro de que se los afanen-, ríen cuando los provoco con el
“se le cayó un coronavirus” o “está prohibido conversar” a unas señoras que
están sentadas juntitas en un portal frente al sanatorio Sagrado Corazón. Una
de ellas fumando. Las tres sin barbijo. Como advierten mi broma, una de ellas
me dice: “Nosotras no tenemos miedo al coronavirus, somos personal sanitario
del Sagrado Corazón, que está colapsado”. Por supuesto que abundan colifas de
verdad revisando containers de basura y hablando solos. Parejas de señoras
entradas en años se comentan algo y ríen, los engaña baldosas[47] y
los maltrechos, pero pocos ciegos.
Este comunicador se emborracha con su
propia escritura. De madrugada, tiene que obligarse a cesar con la laptop
porque el cansancio lo inclina a cometer errores. Voy a la cama y duermo. El
ensueño es inspirador porque se libera del súper yo. Enciendo el velador, anoto
la idea y regreso al Noni.
Llevamos una existencia paroxística y
enajenada por la Pandemia. Tengo la manía de analizar lo que vivo (vivimos)
desde múltiples puntos de vista. Con traje de filósofo diré que: “Cuando el Ser
está deprimido, siente que la vida no tiene sentido, aunque la tolere y no haya
llegado al punto de fantasear con el suicidio. En cambio, si se adquiere la
euforia por razones X, se agradece ser protagonista de una catástrofe como la
que padecemos. Podremos (podrán) contar a nuestros bisnietos que la remontamos
contra viento y marea. Sostengo que el Maledetto Coronavirus aporta una fuerte
impronta moral a la humanidad. Saca toda la mierda a la superficie y es
imposible volver a los usos y costumbres del pasado. Esta afirmación vale para
todo el planeta. Las masas se revelarán, por miedo o desesperación y puede que
asistamos a guerras civiles en muchos lados: Brasil, Chile, Ecuador, etc. en
nuestra región y países europeos o asiáticos en los que se revitalizan los
neonazis en la sociedad civil y las fuerzas de seguridad.
En mi hogar no existe lucha de
clases. Como nos llevamos bien, el enfrentamiento se reduce al volumen de la
tele, la graduación de la estufa y el número de mantas en la cama. Ambos
fumamos lindo y compartimos chocolates Neugelbauer,
pastelitos de dulce de batata por la fecha patria y humores. Cada uno lleva su
propia dieta. Nancy está convencida de que bajará de peso comiendo crackines, pero se manda medio chocolate
para no dejarme solo en la audacia. Pesé a manyar como loco, no aumento un
gramo de peso. Al parecer, nuestros metabolismos responden de modo diferente.
El otro día “se enojó” porque la presenté como mi antigüedad más preciada.
Recordó que le llevo 12 años. Bebo vinos finos gracias al descuento del 20% en
Coto, me castigo con castañas de Cayú y cerveza Stella Artois durante las
desveladas literarias.
¿Proyectos con proyectos o proyectos
con Proyectos? Veremos.
Sábado 30 de Mayo de 2020
DIÁLOGOS
PANDÉMICOS
Salimos a caminar por las Plazas de
los dos Congresos con Germán Barbizzotti, fotógrafo de arte, director de cine,
galerista y con conchabo en planta permanente del Museo Síbori. Atardece y, a
nuestras espaldas se recorta en el cielo la silueta del Congreso de la Nación in restauro[48].
La caminata discurre durante una
hora. Pasé por su departamento y, as
usual (como siempre), me dice que baja en cinco minutos. En ocasión de la
filmación de un corto metraje (tipo 2015) me tuvo juntando pis durante una hora
en la puerta de su depto. de Corrientes y Montevideo. Dí varias vueltas con el
auto hasta que finalmente bajó. La locación del corto estaba en Villa Urquiza y
este colifa, que la iba de director, llegaba a rodar 15 veces una misma toma.
Apenas pisamos la baldosas de la
plaza, me felicita porque adquirí una obra de Pablo Müller, a quien llamo
Hemingway joven, por su parecido con el escritor. Pablo regresó, antes Covid19,
de una beca en Alemania y etá redactando su tesis de doctorado.
- ¿Cómo anda tu hija? ¿La ves?
- No, mi ex mujer impide que nos
veamos. Ayer cumplió 15 años y, por segunda vez, no pude verla.
- Lástima ¿Hay alguna posibilidad de
pautar una tregua con tu ex?
-
Ninguna, yo amo a mi hija pero apelo a los ejercicios de yoga para
procesar el dolor. Prefiero que esté con su madre, que es una hija de puta pero
la va a cuidar, aunque por el momento me odie. Con el tiempo, iremos a tomar un
café y le contaré mi versión. ¿Tus hijos bien?
- Muy bien. Sebastián es CEO de
Warner Bros España y Federico Capo de bogas en ESPN deportes. Por lado de Sebi
tenemos 4 nietos en Madrid y una más, Martina, que viene por el lado de Nancy.
- ¿Los visitan?
- La última vez en 2019. Martina
partió hacia Madrid el día anterior a que se cerraran los vuelos a España. Fue
a vivir con su padre y sus hermanastros pequeños que la extrañaban mucho. Nos
comunicamos con ella diariamente. Puerta por medio de su casa vive Pablo
Iglesias, vicepresidente de Pedro Sánchez.
- Bueno, cuando esto aclare los vas a
ver. Yo ando corto de fondos porque gasté mucho en el alquiler de este
departamento. Me encantó y no reparé en el costo. Lo estoy amueblando de a
poco. Cuando se pueda, te invito a chupar unos tintos de Luján de Cuyo que
encargué.
- Tengo dos reproducciones de
fotografías del MoMA. Venís a casa, elegís una y te la llevás.
- Dale. Mañana paso.
- Lamame antes. Te muestro las fotos
en mi celular y te bajo el que prefieras.
Seguimos en la vuelta de perro. Me
contó que el cornudo de Mauricio Macri tiró a la basura todo el patrimonio
artístico del Museo del Humor. Dijeron que sacarían microfilms, pero no lo
hicieron. Se perdió todo. Son unos hijos de remilputas. Lo sé por Pablo, que,
como sabrás, trabaja allí. ¿Lo conocés?
- Claro, una vez estuvimos tomando
café en la London City a las dos de la mañana junto a ese otro amigo y
compañero de trabajo tuyo.
- Es verdad.
Finalizada la ronda, cada uno volvió
a su cucha.
ELEGANCIAS
Los argentinos, es decir los porteños
para los porteños fueron y son, en especial en las clases altas, finos y
elegantes. Afrancesados en cultura y súbditos ingleses en el comercio. Incluso
los obreros europeos cuidaban su aspecto para bailes y paseos. Polacos,
españoles, italianos y franceses, mayoritariamente anarquistas, llegaban a sus
conventillos luego del trabajo, se daban un baño y partían para el comité a
escuchar la conferencia de algún camarada doctor (en Medicina o Derecho). Hay
abundantes testimonios de fotografías tomadas en casas de fotografía de los
casamientos, bautismos y aniversarios. Conservo la foto de mi padre posando
frente a uno de los primeros colectivos que circularon en Buenos Aires. Línea
37 para más datos.
En Argentina, al menos hasta el
primer peronismo, los laburantes y sus féminas cuidaban los aspectos de la
familia. Los varoncitos con traje de marinerito y las nenas con vestiditos
hechos por la madre. Con los tiempos, el sombrero se dejó de lado. Como las
medias largas de las señoras, tan dispuestas a correrse. El accidente se
salvaba mandando la prenda a una costurera de medias. En este panorama,
florecían las tintorerías donde se lavaban y planchaban las prendas a mano.
Con el empoderamiento de los
trabajadores, la vestimenta de los gremialistas encumbrados se diferenciaba de
la de los oligarcas por sus camperas de
cuero (Ubaldini, Rucci, etc.). Los varones dejaban el pantalón corto casi al
finalizar la primaria y la señorita que no festejaba sus 15 con una fiesta era
muy desgraciada. Una de las cosas que los católicos no perdonaron nunca a Perón
fue la Ley de Divorcio. La jerarquía cristianuchi aceptaba la separación de
cuerpos y vientres (bienes). La fusiladora puso las cosas en su lugar. Menem
era antidivorsista públicamente confeso y hubo que esperar a que Don Raúl
legalizara lo que se venía practicando desde siempre.
En un país extenso y despoblado como
el nuestro, las elegancias que respetaban la moda se limitaban a las grandes
ciudades y a las fuerzas vivas de los pueblos menos poblados. El fósil
paleolítico Mirtha Legrand, que saludó al genocida Alfredo Astiz en un
restaurante, mientras el resto de los comensales lo miraban oscamente, confesó:
“Yo jamás me puse un jean” y “Como te ven te tratan”.
En una reunión en el INAP, tratando
el tema de la firma digital, se discutía sobre el adelanto brasileño en materia
de informática. Uno de los porteños presentes se refirió al Interior, no
importa poqué ni para qué. Saltó un provinciano furioso y le preguntó: “Si
nosotros somos del Interior, ustedes los porteños, son del Exterior?” Punto en boca.
Chist. Decía, que en el S.XX, especialmente en la Capital, las clases pudientes
marcaban la moda para toda Latinoamérica. Recordemos, entre muchos otros, a los
íconos Bioy Casares, Mujica Laínez, Victoria Ocampo y el semiginebrino Jorge
Luis Borges.
Siempre viví en Buenos Aires. Como
estudiante secundario y universitario, con pesos en el bolsillo procedentes de
mis tías. Recuerdo que nuestras noviecitas nos exigían convinar como se debe,
los colores de medias, corbata y saco. Durante mis estudios de Derecho, comencé
a revelarme a esa tiranía y asistía a los conciertos de la orquesta sinfónica
de los sábados por la tarde con sweater. Heregía que alguno de mis
condiscípulos se encargaba de marcar. Cuando me liberé de las normas
codificadas y comencé Sociología, ningún militante osaba vestir a la moda. A lo
sumo, los varones vestíamos gamulanes[49]
como los Héroes de Trelew y borceguíes, en tanto que las niñas lucían ropas
hiposas.
Con el aterrizaje del Tren Fantasma
2019, el clima de temor a la muerte ha compensado a la industria textil. Todos
salimos al ruedo con nuestras mejores galas. Hoy por la tarde, fui a buscar un
remedio a la Farmacia Azul de Las Heras casi Pueyrredón. Hice, como
corresponde, la cola en la vereda. Una señora del barrio tenía una camisa
blanca bordada a mano que era un primor. Bastante entrada en años pero, al
parecer, poco maltratada por la vida. Me tocó estar detrás de ella. Per codere le digo que está muy
elegante. Me agradece. Añado: “Compruebo que todos estamos vistiendo lo
mejorcito por si el Covid19 se acuerda de nosotros y no queremos estar
malentrazados en el cajón. Sonrisa de cortesía. Me dio la razón como a los
locos.
Hay años y caños. El futbolero, tan
festejado por las hinchadas, el caño donde torraba[50]
el linyera[51], el
tubo de los torturadores, los paquetes lanzapanfletos de los guerrilleros
urbanos de ERP, las bombas con que los grupos armados atacaban a las fuerzas de
seguridad de las dictaduras, los explosivos que se usaban en atentados de
torres de comunicación de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) en
la época brava, maniobra de cualquier tipo que sorprenda al adversario, etc.
Hay un diputado del FIT, Nicolás del
Caño, al que la derecha llama trosko-liberal y derrotó a Altamira en la
elección interna del Partido Obrero. Los dichos de Patricia Bullrich y Juan
José Sebreli sobre Villa Azul, donde Pato habló de Gueto y Sebreli del Gueto de
Varsovia son ejemplos paradigmáticos de irse a los caños. Lo mismo que y, las
declaraciones de Felicitas Beccar Varela, Pichetto, los libertarios del
Obelisco y los Radicales radicales anticuarentena.
El rompehuevos que redacta estas
elucubraciones acepta que suele irse a los caños (a la mierda) de cuando en
vez. Es decir, casi siempre que sale a la calle. Estamos atravesando la primera
de la segunda de la tercera etapa de la Pandemia y el tiempo se ha convertido
en la mercancía más preciada para la humanidad. Ciertamente, siempre lo fue,
pero se disimulaba mejor. Ahora se caen las caretas. Las derechas descubren las
pobrezas y prometen resolverlas. “¡A mí porqué me miran!” “¡Yo no fui!”
“¡Tenemos que resignar privilegios! (señora de Piñera dixit). Las hipocrecías se concentran en un polo de
la contradicción y las sinceridades en el otro. Los derechosos de paladar negro
sacan psicopateadas como mejores galas y se van a los caños.
Insisto en que la Pandemia implica
una revolución moral. De importancia similar a la emergencia de la filosofía
griega, el cristianismo, los viajes espaciales y la Internet.
Los viejos regresamos a la infancia.
Preguntamos porqués, no por ignorancia sino por hipoacusia. En lo personal,
creo haberlo dicho, me escuendo bajo la mesa y dejo de respirar para que
no me descubra el Bicho que no es bicho.
En este bendito lugar que es CABA
(dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires), están de moda las
polémicas constitucionales. ¿Hacerse la paja, es constitucional o
anticonstitucional?, ¿negarse a coger es un Derecho Humano o la cuarentena
justifica todo? ¿Qué tiene que ver el culo con la témpera? Falacia de nivel
equivocado. Ingnoro si soy alcalino o ácido, pero en realidad, no me importa.
Camino Corrientes en sentido del Río
de la Plata. Hay dos deliveries con
barbijo están cargando sus motos para reparto. Uno trabaja para Pedidos ya y el
otro para Globo. Pregunto a uno de ellos a cuánto cotiza el soberano. “¿Cómo?”
“La moneda venezolana.” “No sé, pregúntele a él.” El apátrida se quita el casco
y atiende mi requerimiento.Digo: “Creo que esa cripto moneda es lo que se
viene.” “Mentiras, todas mentiras del traidor.” “Sin embargo, lo que dice El
Pajarito puede ser una solución para destronar al dólar yanqui.” “Todas
mentiras, esa moneda no existe, es un invento de los rusos y los chinos.”
“Pero, ¿sabes a cuánto cotiza el soberano” “No existe, Venezuela es un infierno
y me alegro de estar en Argentina.
Decía más arriba que asistimos a una
revolución moral. Ayer estaba en SUMAK COOP boludeando y una señora de riesgo
llamó a Daniela y le entregó tres pesos que había quedado debiendo. Me quedé
pensando si ese acto de honestidad minúsculo, se debía a esa virtud o no quería
llegar al más allá con otro pecado a cuestas.
Compro libros en la vereda impar de
Av. de Mayo casi Paraná. Varios y buenos. Entre ellos “Marlon amor imposible”
escrito por Tarita Teriipaia, viuda del inmenso actor. Converso un rato con el
vendedor, un anciano normal interesante. Gasto X pesos y me agradece. A medida
que transcurre la parla se va sincerando. Por edad, sufrió intensamente la homofobia
expresa y le quedó el hábito. Hablamos de literatura y, cuando le cuento que
escribo, me pregunta si tengo editor. Contesto que sí, pero que pago la
edición. Resultó, según sus dichos, que él también es escritor. Nunca publicó
nada. Bueno, en realidad, sí. Unos poemas ilustrados creados por un “amigo”. Le
comento la anécdota que plasmo en “Horoscopera”. Me pregunta de qué signo soy.
Taurino. “Ah, taurino con ascendencia (o sería descendencia) en Venus.”
“Descreo de dioses y diosas, salvo las de carne y huesos.” “Yo conocí a
Ludovica, es muy buena. Cursé con ella un seminario de dos cuatrimestres.” “A
mí me tiraron I Ching en una oportunidad” “¡Esa sí que es una Ciencia
milenaria, como la acupuntura!” “Eso no lo probé”. “Debería.”
Pregunta: ¿Se fue a los caños? ¿Me
fui a los caños?, o nos fuimos ambos a los caños.
Todos no vamos o no fuimos a los
caños alguna vez. Hasta Nicolás del Caño.
PAROLES
Paroles[52]
es lo que tejo y destejo en la laptop. Especie de corte y confección sin tijera
(o con ella) que me divierte, pero me agota. Decidí no crear más de dos cuentos
por día. Es también una famosa canción francesa de la que Alain Delon dijo:
Es
extraño
Yo no sabía que es lo que me acomete esta tarde
Te recuerdo cómo era la primera vez
Hasta los
apodos, siempre los apodos …
Trato de adornar estas notas con
dibujos, carteles, fotos, partituras, etc. sin excederme por cuestiones de
presupuesto. Saldrán, en esta edición en Blanco y Negro, como las vidas
nuestras. Conversando con un amigo anticuario le dije que todas las
antigüedades y obras de arte que compro pueden ir a parar a mis nietos. Me
retrucó que eso sería si les interesan. Canté quiero vale cuatro[53] diciendo:
“Entonces, les quedarán mis libros.”
Franco Macri dejó su malhabida
fortuna en manos de sus maledettos hijos. No pudo llevarse otra cosa que un
cajón de lujo y el comentario de Mauricio diciendo que estaba loco. Cristiano
Ratazzi, Alejandro Bulgeroni y Agostino Rocca -todos mafiosos de alcurnia- no
pueden esperar un tratamiento mejor. Los despidos de obreros y las trampas con
el Estado se plasmarán en palabras de los historiadores. Mirando rabanitos
crecer desde abajo, poco les importará el destino de sus patrimonios. Puede
suceder que sus descendientes de primera, segunda o tercera generación se las
patinen en putas y putos o las revienten en viajes inimaginables para los
hombres y mujeres de a pie. En todo caso, sostengo que se evaporizarán con
granos de arena fina en el curso de los tiempos.
Todo eso si no los atrapa la “Manga
de bolitas infectocontagiosas invisibles” cuando el chófer abra la puerta del
auto para llevarlos al Coloquio de IDEA. Esta ficción no ficcional registra los
sucesos que presencio dentro y fuera de mi departamento. Siendo, como soy, un
filósofo de pacotilla, tengo que tirar “perdigonadas”[54]
para no errar el tiro. Hoy, cocino una sopa de letras a fuego lento y mañana un
guiso de lentejas y rapidezas con cierto ingenio. Si algo sé por mi profesión
de sociólogo, es manejar las variables para que digan lo que yo deseo o mis
superiores quieren. Me asumo como reflexionólogo (no confundir con
reflexólogo). Abuso de las reflexiones y suelo irme a la mierda. No importa, algo
quedará. Estas noches pasadas, escribí (o corregí) con Chabela Vargas de fondo.
Recomiendo el Cd “Las 20 grandes de…” una acompañada por Joaquín Sabina y otra
por Ana Belén.
¿TOC[55]?
Yo, argentino. Si me acusan de pecar de mala
praxis escriturum los ignoro. Que me hagan juicio. El señor Tribunales está
esperando ansioso que le lleguen más denuncias.
Un conocido del barrio, peluquero de
oficio y vocación, está tan loquillo por el Covid19 que me hace entrar por
debajo de la persiana metálica porque no quiere realizar los trámites
habilitantes que exige el gobierno de CABA. Le pregunto cómo anda el trabajo y
dice que en el día hizo un solo corte (cuatrocientos pesos), que tiene que
pagar alquiler, luz, etc. Y que no sabe si va a poder aguantar. Me conoce desde,
al menos 40 años. Sabiendo que me llamo Jorge me dice: “¿Me entendés, Carlos?”
Para echarle un cabo, le pido que me venda algún libro de los que le dejó el
Gobierno de CABA, gratariola, cuando descubrió el curro de las bibliotecas en
las peluquerías. Para JxC (Juntos por el Cambio) actúa bajo la siguiente
consigna: “Donde hay una necesidad, puede haber un curro”. Má que cambio, todo
el billete todo.
El corta melenas, al rato, me
denomina José. Me dice que a él le alcanza con que lo dejen hacer lo que le gusta,
mientras repasa el sillón de peluquero con lavandina en spray y me ofrece un
toque para mis manos. “¡Lo que me entusiasma es limpiar todo lo que esté al
alcance de mis manos, todo el día, mientras espero a los clientes!” “¡Pero así
estás trabajando en la clandestinidad, sos un subversivo!” “No, no hay libertad
de comercio. A los únicos que favorecen es a los venezolanos y colombianos
narcos que montan peluquerías para joder a los argentinos.” “Bueno, me las
pico.” “Adapté el tango Volver a mi estilo. Después te lo mando.” Justo en
Pandemia se le ocurre adaptar el gotán que habla de la frente marchita.
El fígaro me entrega lo peorcito y se
reserva un libro de tapa dura que me interesaba. “Ese no te lo puedo dar porque
me lo entregó el gobierno en préstamo.” Verso, “te conozco mascarita” y me
llevo varios fascículos sobre el Buenos Aires de antaño.
Lo dicho, el virus con pelos saca a
superficie lo mejor y lo peor de las gentes. Sin término medio. En Blanco y
Negro.
DE LAS ARTES
De las artes era (es) una confitería
que todos los estudiantes de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la
UBA conocieron. Cuando pasé, fugazmente, por esa casa de estudios, solía tomar
un café en compañía de alguna dama que tenía en la mira o algún amigo. Todo
aquí, todo sano, todo fresquito en este país único en el mundo, tan bien
definido por un soldado de los Mass
Media como único caso de Subdesarrollo sustentable.
Todo tiene que ver con todo (dialéctica
básica). Aquí deliraré sobre las artes nobles (el femicidio es una de las artes
bastardas). Un abordaje posible agrega al humor (Papa Francisco dixit), la
música, el cine, el teatro, poesía y prosa, declamación, deportes, físico
culturismo, maratón, oratoria, masturbación, yoga, coito, filosofía, etc.
Santiago Zabala (hijo de Horacio
Zabala), en Why Only Art can save us:
Aesthetics and the absence of Emergency (Porqué solo el Arte puede
salvarnos: Estética y ausencia de emergentes) presenta una gran contribución al
discurso del arte socialmente comprometido. Santiago ofrece una visión crítica
de la forma actual de enmarcar el mundo y la vida humana en el marco de una
teoría estético ética. Agregaré que entiendo al arte como una forma superior
del amor.
Escuché en estos días de cuarentena
una reflexión genial: “Las maneras son importantes para ser hipócrita”. Genial.
Y muy aplicable a tiempos de Ciscovid19. En mi caso, juego con palabras. Camino
pensando frases, entresueño palabras e ideas para jugar con palabras. El
entresueño es un momento ideal para la creación. Se relajan las inhibiciones y
aflora el inconsciente. Debo anotar en mi libretita lo que surge para
registrarlo por la mañana. Otra técnica artística que empleo es la de la
entrevista callejera.
Anteayer fui a comprar
algo al almacén ecológico. Todos con tapabocas y distancia social. Cerca de mí
había una señorita alta, elegante, bonita en la parte del rostro visible, con
una parka Timberland comprando
hongos. Esperé fuera fumando con Emmanuel, uno de los socios de la cooperativa.
Le pregunté por la fémina. Me contó que era alemana. En el interior le hablé en
inglés y me dijo que era cordobesa. Emmanuel me dijo que estaba en pareja con
un argentino macanudo. Finalmente, el toro salió al ruedo. Encaro: “¿Du sprichst Deutsch” “¡Ja” “Mir nein. I
spoke you in English because you look like a british lady” “Nicht”. Yo: “Hablo portugués”, ella: “Portugiesisch” Yo: “Inglés”, ella: “Englisch” Yo: “Italiano” ella:
“Italienisch”. Todo esto dicho con
una dulzura que yo creía imposible en el idioma de Wagner. La gringa estaba
partiendo y le espeté: ¿Sabés que yo colecciono niñas bonitas como vos?
Emmanuel gritó: “Volcó” y ella dijo: “No soy coleccionable”. Se fue riendo y
moviendo el culo rumbo a Río Bamba.
ANTIGÜEDADES
Con toda justicia, tras
haber cumplido tres cuartos de siglo, me considero una antigüedad argenta.
Desde adolescente gusté de coleccionar objetos viejos. Mi padre, que fue un mal
comerciante, “¡Pobre mi padre querido,
cuántos disgustos le daba (a mi madre)!” me regaló cierta vez un Remington
del ejército usado en la Campaña del Desierto. Más tarde cambié ese fusil por
uno de la Guerra Franco-prusiana, hermoso, con cargador delante del disparador,
adaptado para usar como escopeta calibre 12. Se perdió en algunas de las
mudanzas.
A medida que gasté mis años de vida,
compré, en mis viajes, al menos una antigüedad local y un libro de historia de
los que se usan en las universidades. Dependiendo del estado de mis arcas, el
objeto era más o menos pesado. Aconsejo viajar con objetos irrompibles: cuero,
tejidos, papel, piedra y metal. Nuca vidrio o cerámica, que requieren de un
embalaje demasiado ampuloso (con cartones y globitos).
Una vez regresado a este Granero del
Mundo, si mis alforjas están forradas, suelo insistir en el tema. Hoy compré
una escultura de la Virgen con el niño en un brazo y el Globo Terráqueo en la
otra. Cuando desenvolví el paquete, descubrí, para mi asombro, que no era
virgen. Tenía detalles[56]. De
todos modos, fue una buena compra. Cuarenta y tres centímetros firmada.
La firma está estampada en un sello
de lacre.

En los ’70, bajo dictadura genocida,
me dediqué a tomar cursos de cine. Además de intentar, sin éxito, realizar algo
de dibujos animados, tuve la intención de filmar un documental sobre
anticuarios. Hubiera consistido en entrevistas a personas que compran y venden
objetos amables. He llegado a poseer cierta cantidad de antigüedades gracias al
tipo de cambio, los retroactivos de mis andanzas por el Ministerio de Economía,
becas del gobierno de Canadá y otras suertes, me intrigaba lo que podrían
sentir estos comerciantes al desprenderse de esas valiosas (o no tanto) piezas.
A esta altura del partido, no preciso
entrevistarlos. Conozco perfectamente sus sentimientos. Como todo comerciante,
tienen el corazón en el bolsillo. Y lo confiesan con orgullo. Son seres
cultivados y sensibles, pero llevan el pan a sus casas, traficando belleza.
Domino su vocabulario, sus tretas y sus gustos. Pierdo en alguna compra y gano
en otra que compensa la pérdida. Comparto sus ansiedades cuando se me plantó
entre ojo y ojo algo (como la virgen citada) y tengo que aguardar hasta el
lunes para adquirirla. El amigo que me la vendió me dijo que a él le pasó lo
mismo, pero del otro lado del mostrador.
El auriga de la Redención mata a
justos y pecadores por igual, o desigual. Caen bajo sus garras, ancianos,
jóvenes y niños (si bien en una proporción menor), aquí y en el mundo. U.S.A.
al borde de una nueva guerra civil por obra y gracia de Trump. En Brasil el
Messias Bolsonaro, que, según dijo, no hace milagros, trata de ser el aprendiz
de brujo en cuanto a finados, contagiados y negros revoltosos. Negros que,
junto a blancos honestos, desafían al White
Power fascista. Seguro que estos herederos del Ku Klux Klan lo van a
proteger si, en algún caso, aterriza en una cárcel federal.
Decía que los anticuarios
están de parabienes. Por causa de la Pandemia, las gentes se ven compelidas a
desprenderse de objetos que tenían olvidados en las bauleras. Daño colateral
común a las clases medias de CABA. Llaman a cartoneros para que se hagan cargo
de sus recuerdos (buenos y malos) para no dejar pruebas sueltas para el Juicio
Final. Con esas antigüedades, marchan a los carritos culpas y caridades de sus
antepasados. Culpas y caridades que seguramente no conocen porque “de eso, en
esta casa no se habla”, ni les interesa saber porque no entrará en los platos
de la balanza personal cuando se inclinen ante El Supremo. Los cartoneros
llevan esas mercancías a los anticuarios, que les pagan las chirolas que
garanticen su próxima cena.
Todo tiempo pasado fue mejor. Con
corazón en boca por la proximidad de La Guadaña, las gentes restan importancia
a los gratos momentos pasados, porque son pasado y no sirven para descargar
mochila. Su preocupación principal es el ¿Cuándo… mi vida…cuándo? y apenas
quedan minutos para comprar comida y engullirla. A lo sumo, añaden a sus cuitas
episodios banales como el dormir, cagar y criticar al prójimo.
En una librería de viejo, converso el
tema de las pichinchas que, hoy, pueden aprovechar los libreros. Es dueño de
una de las casas del ramo más importantes. Con puesto dominguero en Parque
Rivadavia (antes Covid19) y miles de ejemplares en depósito. Yo afirmo lo que
afirmé sobre las oportunidades. Me da la razón pero agrega: “Para eso hay que
tener resto.”
En las calles veo barbijos de Boca,
del Guasón, de payaso, blancos, negros y con la bandera argentina (Rodríguez
Larreta); enjutos y enjutas arrastrando sus osamentas (me recuerdan a Viridiana
de Luis Buñuel), parejitas amorosas y hoy, una gitana anciana retando a su
gitano hijo (o gitano nieto) acaloradamente. Le grito: “¡Deje de reñir a su
hijo!”. El acusado me guiña un ojo. Toda la escena poblada por los tapabocas
respectivos.
Mañana espero encontrarme en el local
de un anticuario amigo, con un amigo coleccionista para venderle cosas que ya
no me sirven y comprarle cosas que quiere liquidar. Con frecuencia pienso en
las sangres que contienen las navajas sevillanas y los facones criollos que
colecciono. Es imposible que no las hayan tenido, aunque el matador haya
limpiado cien veces el arma.
De lo dicho se desprende que este
acumulador de porquerías (así dice mi esposa) no es tan especial como piensa.
Le corren las generales de la ley. Mañana por la mañana (te espero Juana en el
café), desayuno y parto de Rotation, siempre
dentro de mi “Salón de los pasos perdidos”.
Llevo lo que me pesa por visto y
espero regresar con otras cosas que no me pesarán por novedosas. Con esas
antigüedades, marcharé al anticuario amigo sin culpas y con caridades de
antepasados de antepasados.
¿TRAGEDIAS O COMEDIAS?
Miércoles 9 de abril de 2020
FARMACITY
TALES
Farmacity es una cadena de farmacias
cuyo dueño es Nicolás (Nicky) Caputo, integrante de la mafia de Mauricio Macri
y condiscípulo suyo en el Cardenal
Newman. Como atiende muchas Obras Sociales y tarjetas de crédito, suelo
pagar algo más, pero financiarme con cuotas sin interés. Formo parte de la cola
que debe hacerse por el Coronavirus (se ingresa a medida que sale alguna
persona) y, como no éramos muchos, pasé a los cinco minutos. En el mostrador,
en cambio, esperé bastante más debido a que una cajera estaba ayudando a
sobrevivir a un anciano con consejos acerca de qué medicamentos eran más baratos
y cómo tenía que presentar el reclamo al PAMI. Yo era involuntario testigo de
una muestra de decrepitud humana que se hacía repetir las cosas varias veces.
Tenía barbijo y audífono en un oído. Pequeño de estatura, encorvado y con
bastón, salió finalmente airoso hacia la caja. Una vez que compré lo que
necesitaba, fui a la caja. En la cola de las cajas estaba el pobre hombre
esperando. Le grité desde dos metros de distancias “Yo también tomo alguno de
los remedios que usa”. “Sí, ¿Porqué?” “Porque tengo una enfermedad
preexistente.” “¿Cuál?” “Demencia.” “Mire usted. Qué lástima.” “No, hombre, es
una chanza.” El viejo respiró aliviado. “¡Que lo dije en broma, tío, en broma,
coño!”. Mientras esperaba mi turno, escuché como hablaba el tío, supuse que era
homosexual, mi mente podrida se preguntó si no tendría SIDA. Me fui
cantando bajito.
Día 74 del
Aislamiento
Reescrito porque se perdió en la
lontananza del Windows 10.
FARMACIA DEL CONGRESO
Se desprende, de lo dicho, que las farmacias son uno de mis
socorros en “Tiempos del Cólera” (García Marquez) , junto a los comercios de
comida. Fui, en mi ahora temprana juventús, visitador médico de un laboratorio
de oftalmología. Acudí al refugio que titula estas líneas en pos de unas
gotitas para ojos que contuvieran antibiótico y cortisona. Pedí las más
baratas. Al ser atendido le aclaré al empleado que había sido “valija” y no me
era necesario comprar las más caras. “¿En qué laboratorio?” “En Laboratorios
Oftalmológicos Argentinos” “Oí hablar de ellos, pero no los conocí. Entré en
esta farmacia en 1991.” “Para entonces ya se había vendido a Allergan años
atrás.” “LOA perteneció a un conjunto de oculistas, ya que, por entonces,
tenían prohibido ser dueños de laboratorios. Usaron como testaferros a dos
valijas de Laboratorios Poen. Yo llevaba los cheques con los dividendos cuando
cerraba el ejercicio. Sacaron un montón de plata cuando se vendió.”
Como
el hombre prestaba atención y yo tenía tiempo de sobra, continué con mi clase
de “Historia de las empresas medicinales argentinas” como sigue: “Durante los
’70, teníamos un producto japonés para las cataratas muy eficaz para los perros
bulldog, que son muy propensos a contraer ese mal. Los “valijas” recitábamos el
versito obligatorio ante los miraojos. De tocar alguno de los accionistas,
entraba en confianza y decía que andaba muy bien en los perros, pero no está
probado que sea así en los humanos. Nuestra respuesta, también aprendida en la
“escuelita” de las reuniones semanales consistía en sugerirles que lo recetaran
y que, después de que el cliente corroborara que no había mejoría, lo pasaban a
cuchillo. Pero, en tanto, le sacaban unos pesos.
Entré
a LOA a instancias de un pariente. Entre los valijas estaba Raúl Fanetti, con
quienes llegamos a ser muy amigos. Ambos dos teníamos respectivas admiradoras.
Yo, a la bibliotecaria, él a una empleada adiministrativa. Sucede en las
mejores familias: hospitales, empresas, seminarios prolongados, cruceros,
carreras de grado y post grado, clubes deportivos, equipos femeninos o
masculinos, etc.
En
mi opinión, habría que fusilar a todos los propietarios de laboratorio junto a
sus líneas gerenciales por corruptos.” “Estoy de acuerdo, pero, en este país ¿Quién
no está corrompido?” “Pocos.” “En especial los que practican profesiones
liberales. Desde esta farmacia lo veo.” “LOA pagaba dividendos, pero Alcon los
pasajes aéreos, inscripciones y estadías para asistir a ʽCongresos
Internacionales.” “Otro pagaba excursiones en transatlánticos.”
La charla me resultaba
amable y proseguí con la arenga. “Para cerrar el capítulo de oftalmología te
voy a contar otra. En una cena poblada de personajes curaojos, de una treintena
de comensales, el entonces director de Santa Lucía, medio picado por el tinto,
dijo que los residentes lo tenían podrido con los pedidos de aumento de sueldo.
Pero nada decían de los ojos que se perdían para que ellos hicieran sus manos a
la cirugía.” “¡Qué barbaridad!” “Pero, para no dejar solos a los oculistas, te
ilustro algo más. El viejo Sebastián Bagó, fundador de la casa que tiene por
slogan ʽÉtica al servicio de la saludʼ, era, según los gerentes de LOA, el
primer coimero de Argentina.”
RECUERDOS Y OLVIDOS
Domingo 26 de Abril de 2020
Día posterior al
onomástico del nativo Jorge Vibes. No recibió ningún regalo porque sus amigos y
parientes están en cuarentena.
¡Snif!
RECUERDOS Y OLVIDOS
Domingo 26 de Abril de 2020
Día posterior al
onomástico del nativo Jorge Vibes. No recibió ningún regalo porque sus amigos y
parientes están en cuarentena.
¡Snif!
HIPERKINESIAS
Mañana de lunes 20 de
abril de 2020. Me encuentro frente a mi Laptop en la mesa del comedor. A mano
tengo: la jarra de agua; mis antidepresivos; mi anticoagulante (Aspirinetas);
mi pastilla para el colesterol, el mío relajante; el salero que olvidamos en la
mesa anoche, cigarrillos y encendedor, cenicero, celular y su lápiz, un frasco
con un preparado para aumentar las defensas, la libretita donde apunto ideas
para escribir, diversos papeles de diferente tamaño con anotaciones de códigos,
claves, direcciones de e-mail que me pasaron y, en el apuro, decidí registrar
así, el trapito absorbente que traje de Italia, birome y mi soplamocos.
Mientras tecleo, estoy
escuchando el noticiero en la tele, que miro de cuando en vez si oigo algo que
me llame la atención. Detrás mío está la radio CD a pilas que utilizo cuando me
voy a trabajar a otro ambiente. Los controles de la tele y el equipo principal
de audio; varios Pen Drives; la zapatilla donde conecto todos esos aparatos y
un velador de mesa para iluminar las cajitas de tarjetas personales y
comerciales; un tubo con lápices y lapiceras; uno de los routers y el teléfono inalámbrico.
En una mesita ratona a mi derecha, tengo una pipa; una tijera de costura; un
pequeño cepillo de los que se usan para limpiar las lentes en fotografía;
prensa papeles y mi servilleta. Este conjunto se completa, dignamente, con mi
vaso irrompible francés.
El agente infeccioso que
sufrimos me obliga a exagerar todos los mecanismos habituales con precisión de
pájaro carpintero.
Leo en el inodoro
mientras hago popó. Actualmente, disfruto “Diario de un extranjero en París” de
Curzio Malaparte, uno de mis literatos de cabecera. Tengo en barbecho cuatro
más.
Mi reto actual consiste
en equivocarme lo menos posible en mis acciones. Suelo derramar bebidas sobre
el mantel, volcar botellas de vino, tropezar con el cable de alimentación de la
computadora y tratar de reducir la tasa de más torpezas.
Escribo. Bebo agua o vino
según la hora. Ingiero las substancias psicoactivas que me prescribió el
terracero[21]. Hago zapping
con la tele. Escucho música de la radio o algún CD. Controlo el tembleque de
origen incierto (medicamentos o stress). Apago el aparato de música y enciendo
la tele. Apago la tele y camino un rato por el departamento. Voy regularmente
al baño para ducharme o hacer chucherías. Limpio la ceniza con el trapito.
Anoto alguna idea en la libretita para que no se escape. Atiendo el teléfono
fijo. Sigo escribiendo. Hablo por Whatsapp desde mi
celular. Abro las distintas aplicaciones de mis artefactos. Respondeo mensajes
y pondero videítos que me gustaron. Mando y recibo e-mails. Procuro controlar
el tabaco (20 cigarrillos y 3 pipas al día). Me peleo con la compu cuando no sé
cómo hacer algo. Llamo a amigos por teléfono fijo o celular. Registro
cuestiones en el calendario del celular. Consulto a uno de mis sobrinos o al
Coach informático para salir de algún brete. Atiendo mi celular otra vez. Quito
sonido de la tele. Para ejercitar la musculatura, voy a la
biblioteca-videoteca-pinacoteca-taller para ordenar los títulos o utilizar
alguna herramienta para componer algo roto. Tiro ropa al lavarropas. Me preparo
el desayuno cuando mi mujer duerme. Acreciento mis obsesiones. Bebo alguna
infusión, una cerveza Stella Artois o un fernet con cola. Mastico almendras,
alfajores, vigilantes[22], galletitas
dulces o saladas. Me mando la chocolatada de la tarde, ordeno las tarjetas de
crédito y débito junto al carnet de la Obra Social. Consulto el calendario del
celular. Llamo a mis hijos por Whatsapp.
Comento con mi esposa las nuevas manías y mis sueños de la noche anterior.
Regreso a la escritura.
Así de simple.
Miércoles 23 de Abril
de 2020
Viernes 24 de Abril de 2020
Noche
previa al cumpleaños del autor. No puede conciliar el sueño pensando en los
regalos que va a recibir. Se duerme a la cinco de la mañana.
Nota bene: En los próximos escritos rescato notas escritas
previamente para que se observe que la inmensa mayoría de los personajes
políticos está presente en nuestros agitados días.
GUERRAS DE 5TA. GENERACIÓN
En 2018 publiqué, en
Facebook, el siguiente artículo:
“GUERRAS DE
4TA. GENERACIÓN - AMÉRICA LATINA HOY
En algún
escrito de este mes nombré a "las guerras de 4ta. generación". Hasta
ese día yo mismo no sabía que existiera esa conceptualización. Me enteré
mirando TeleSur (el canal internacional preferido de CFK). La cosa viene así:
hubo: una 1ra. Guerra Mundial y una 2da. Hasta aquí todo bien. Luego vinieron
las de 3ra. generación (Primera guerra de Irak, de Los Balcanes, etc.). En la I
guerra de Irak, vimos en las pantallas fuegos artificiales porque los EE.UU.
habían aprendido, en la Guerra convencional de Vietnam, que no se debían
exhibir muertos -propios y ajenos- al público porque afectaban la imagen de las
administraciones asesinas. Entonces, los think tank[27] estadounidenses
crean las guerras de 4ta. generación.
En el programa
citado (buscar el 18/6/18) se produce un intercambio entre intelectuales
latinoamericanos y europeos acerca de los alcances de estas nuevas formas de
enfrentamientos bélicos.
Los llamaré a
y b. Los a) los ven revolucionarios y los b) contra revolucionarios. Los
primeros piensan que en el seno de la globalización del S.XXI las revoluciones
clásicas se fueron para no volver. Que lo nuevo son ejemplos revolucionarios
fundamentalistas (Al Qaeda, ISIS, etc. o narcos globalizados) con novedosas
tácticas y estrategias -11S/2001, 11M/2004, lobos solitarios, etc.-. Los
fundamentalistas más importantes son internacionalistas, imperialismos de corte
medieval que emplean fanáticos decididos a inmolarse a partir de la creencia en
el edén mahometano, que promete una corte de vírgenes para esos héroes; b) los
que los ven como contra revolucionarios sostienen. como ejemplos, a las
guarimbas en Venezuela, cómo se ubican las iglesias protestantes hegemónicas en
la región (Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Perú. Detrás de los triunfos en
elecciones de Macri, Piñera, Kuczynski en Perú y Duque en Colombia y Temer en
Brasil con el golpe parlamentario a Dilma), están los partidos políticos
reaccionarios, los medios masivos de comunicación de la derecha y las ONG's
financiadas por USA y el narco. Citan a Nicaragua ejemplo: proveen de 30
millones de dólares a lo que llaman Defensa Civil contra Ortega.
Los b) agregan
que "las guerras de 4ta. generación" exceden al Estado Nación. La
derecha aprovecha la debilidad del Estado Nación. Esto es claro en el caso de
Colombia, donde el uribista Duque adelantó que romperá los acuerdos de paz con
las FARC, que, junto a otras fuerzas progresistas sacaron el 41% contra el 54%
de Duque y el resto de votos en blanco o nulos. Final cantado: las FARC
regresarán al monte y se reiniciará la guerra que Santos y el colectivo de
comandantes de las FARC trataron de resolver. Pero la cosa no termina allí: la
comunidad LGTB se manifiesta preocupada por el resultado electoral y, como
frutilla del postre, hay que saber que Nicaragua construye con China un canal
interoceánico que competirá con el canal de Panamá. Las "guerras de 4ta.
generación" son alentadas por la NUEVA DERECHA continental: Trump, Macri,
Temer, Piñera, Kuczynski y Duque (habrá que ver lo que pasa en México).
En nuestro
país cuadra lo expresado como anillo al dedo. Las compras de armamento a Israel
y la presencia de tropas yankees e israelíes nos están alertando.
Noche
previa al cumpleaños del autor. No puede conciliar el sueño pensando en los
regalos que va a recibir. Se duerme a la cinco de la mañana.
PASILLO
DEL SEMIPISO
Comparto, junto a mi
mujer, el pasillo de los ascensores del edificio. Mis vecinos son Marta y
Ricardo. Famosos, para todos los consorcistas (que escuchan por el aire y luz)
por los alaridos que Ricardo lanzaba cuando le venía el gusto[28]. Es abogado y
se pasa el día tirado en la cama porque en CABA no puede ejercer su profesión.
Solía importunarnos con el ruido del taladro en la pared medianera a horas
inapropiadas, mas, con “El Atacante Traicionero”, debe haber caído en una depresión
que le impide salir de la catrera. Marta cuenta con secundario aprobado, pero
compensa esa falencia con cursos de teatro, pintura y dibujo. Tienen una hija
que estudia medicina en la UBA. El hogar se mantiene gracias a los ingresos de
Marta, producto de la renta de muchas hectáreas de soja que heredó de sus
antepasados. El aporte de Ricardo, exiguo ya antes de la Pandemia, pasó a ser
Cero porque no atiende el buffet donde labura.
Los tres son macristas de
paladar negro. En cierto momento sospeché que el cartel del Gobierno de la
Cuidad instando a cuidarnos, lo había pegado Ricardo, pero el encargado me
contó que debían ser, Carlitos, el administrador, o, su madre también macrista.
La brecha argentina y mundial se expresa con plenitud en este edificio. Los hay
que tuvieron padre preso en épocas de Perón. Por “contrera” (del Partido
Radical); los que lo son por considerarse de gente bien y seguir a la manada,
una católica fundamentalista, los que han pertenecido al radicalismo desde
siempre y los que no se sabe muy bien porqué. O, mejor dicho, ni ellos lo
saben, pero les parece que ser Nacional y Popular es mersa. En el otro polo,
estamos mi esposa y yo (marxistas kirchneristas), la viuda de un subsecretario
de DD.HH. en el gobierno de Néstor Kirchner, un comerciante y su esposa, el
matrimonio de una contadora y un psicólogo, el encargado y sus dos hijos.
En relación con el
pasillo, ya que me fui por la tangente, marcaré que, al comienzo de la Peste,
mis vecinos avanzaron a marcha lenta pero segura como el General Alais[29]. Al comienzo
no dejaron nada en el pasillo común. Posteriormente, fueron agregando elementos:
un taburete, zócalos y un riel de cortinas. A medida que se extendía la
cuarentena, sumaron más chucherías. Primero el calzado, después las bosas de
compras y la cartera de Marta. Días después enriquecieron ese patrimonio con un
sweater (por si refresca) y, por último, un changuito. Ayer sentí la tentación
de esconderles el chango, pero no sabía dónde ponerlo. De hacerlo,
comprometería a algún cumpa o a un “contrera” que se comería el garrón sin
comerla ni beberla. Hoy se me ocurrió otra maldad: el lugar de ir a Coto con
nuestro changuito, usar el de ellos. Claro que no tengo seguridad de que lo
advirtieran antes de mi regreso. Decidí prohibirme ese gustazo.
Sábado 25
de abril de 2020
Onomástico del nativo
Jorge Vibes. Se despierta a las diez de la mañana pensando en los regalos.
ODA A LA ESFERA ROJA CON
ANTENITAS
El que tipea estas líneas medio graciosas y a menudo trágicas, se
representa al Covid19 de acuerdo a lo que los productores de televisión
muestran a los telespectadores de Argentina. De allí que titule con esa
metáfora esta entrega.
Debo admitir que la pandemia deber ser reconocida como
corresponde. En su defensa, allá voy.
Cuando estoy mirando algo interesante, como el video de Bartolomeu
Payeras, el biólogo catalán en Youtube y
deseo que finalice (repito que me fascina) para poder abrir otro de la
entrevista al Pepe Mujica, que resulta complementario al anterior desde otro
tipo de sabiduría.
Hasta los que viven en la calle andan con sus mejores pilchas
encima como si a la Guadaña le interesara nuestro look. Especialmente los
viejos y viejas, aunque estén en ruinas física y espiritualmente. La higiene
personal es cuidada hasta los roñosos consuetudinarios y el maquillaje de las
mujeres es del que usarían para concurrir a un evento importante. Gracias a los
barbijos nos habituamos a comunicarnos por señas y usar el Oficio Mudo como
cuando éramos niños.
Olvidamos al Fiscal Nisman y al falso ingeniero Juan Carlos
Blumberg, que, en su momento, reunieron multitudes de apoyo en Buenos Aires.
Hasta la voladura de la embajada de Israel y la AMIA dejaron de ocupar lugar en
nuestros cerebros y los de los comunicadores de Mass Media. Pasamos a archivo los brulotes del exministro
de Trabajo Jorge Triaca hijo y la exvicepresidenta Gabriela Michelli (ambos en
sillas de ruedas) debido a la vertiginosidad de las noticias locales e
internacionales.
Releemos toda la gama de libros clásicos y publicaciones. Desde La
Divina Comedia hasta la Revista Barcelona que titula en tapa: “La pandemia entra en una nueva fase CAGAZO
TOTAL.
Los "cuervos"[1] se guardan de concurrir a los sanatorios y hospitales porque
son núcleos de contagio masivo.
Salgo a la calle cuando es imprescindible, pero en cada salida
vuelvo con jugosas anécdotas para reflejar en el papel cuando consiga una
imprenta que los publique.
Ante el temor a lo postergable pero inevitable, algunos pasamos a
restarle importancia al dinero y lo gastamos sin culpa ni control. Otros
incrementan su avaricia y calculan hasta el gasto más insignificante.
Los homeless enriquecen
su vocabulario y hablan como especialistas debido a su contacto televisivo con
opinadores de distinta factura.
Todos estamos al día de los infectados, muertos y recuperados en
nuestro país y el mundo de modo tal que ya somos estadísticos consumados,
prestos a interpretar los números publicados minuto a minuto.
Si bien siempre fuimos jueces de los políticos de todas las
naciones, hoy acusamos y juzgamos, en un sentido u otro, a los que están en
escena en cada lado.
El “animal”[2] se
ensaña con enfermos próximos al Más Allá o que padecen patologías incurables,
con el consiguiente ahorro para el Estado y sus familiares.
Los escolares de primaria en España aprueban los niveles
automáticamente y, como la necesidad tiene cara de hereje, se agudizan las
imaginaciones más fértiles tales como usar ataúdes de cartón o bolsas plásticas
de residuos para los difuntos (el Ecuador de Lenin Moreno).
La “bestia” es invisible, silenciosa y ataca de traición, evitando
a niños, permitiendo la sobrevida de jóvenes sin enfermedades previas aún
cuando hayan sido infectados.
Los animales no domésticos se animan a tomar sol en hábitats que
hasta ahora les estaban vedados (lobos marinos en el puerto de Mar del Plata,
etc.).
El agujero de la capa de Ozono se achica porque disminuyen los
gases tóxicos que provocan el efecto invernadero.
Desaparecen los apoyadores (hombres que aprovechaban los
colectivos repletos para pegarse al culo de alguna mujer y excitarse.
Los punguistas y los arrebatadores no tienen lugar para ejercer su
oficio en el transporte público.
Los policías, salvo raras excepciones, tratan bien a la
ciudadanía. Ayudan a cruzar la calle a los cieguitos y dejan de percibir
externalidades.
Es seguro que aumentarán los embarazos por efecto de la cuarentena
y disminuirán los abortos clandestinos. Sólo por estas dos causas, las
consecuencias demográficas serán sin duda, positivas. Vaticino un nuevo “Baby
boom” para los próximos tiempos. Es decir, dentro de la transición del CV, y la
post transición. El ¡A coger que se acaba el mundo! Incide no sólo en los
nacimientos sino, también, en los abortos (clandestinos y no clandestinos).
Podría extenderme mucho más, pero espero que los argumentos
expuestos sean suficientes para convencer a muchos de que el Covid19 no es tan
malo como lo pintan.
En lo personal, solía somatizar en el aparato digestivo. Parece
que el chucho por el “Maldito” me cambió el metabolismo y morfo chocolate,
fritangas y chupo “Fernandos”[3].
Me castigo con flanes, almendras y alfajores. Ninguna de las comidas que antes
me caían mal lo hacen ahora.
[1] Seres
despreciables que concurren a hospitales para convencer a familiares de
difuntos para que contraten funerarias y/o abogados en caso de accidentes de
tránsito fatales.
[2] Así llama el
gobernador de California al Covid19.
[3] Mezcla de Fernet
con coca cola. Trago inventado por los cordobeses.
Domingo 26 de abril de 2020
Día posterior al
onomástico del nativo Jorge Vibes. No recibió ningún regalo porque sus amigos y
parientes están en cuarentena.
¡Snif!
HIPERKINESIAS
Mañana de lunes 20 de
abril de 2020. Me encuentro frente a mi Laptop en la mesa del comedor. A mano tengo:
la jarra de agua; mis antidepresivos; mi anticoagulante (Aspirinetas); mi
pastilla para el colesterol, el mío relajante; el salero que olvidamos en la
mesa anoche, cigarrillos y encendedor, cenicero, celular y su lápiz, un frasco
con un preparado para aumentar las defensas, la libretita donde apunto ideas
para escribir, diversos papeles de diferente tamaño con anotaciones de códigos,
claves, direcciones de e-mail que me pasaron y, en el apuro, decidí registrar
así, el trapito absorbente que traje de Italia, birome y mi soplamocos.
Mientras tecleo, estoy
escuchando el noticiero en la tele, que miro de cuando en vez si oigo algo que
me llame la atención. Detrás mío está la radio CD a pilas que utilizo cuando me
voy a trabajar a otro ambiente. Los controles de la tele y el equipo principal
de audio; varios Pen Drives; la zapatilla donde conecto todos esos aparatos y
un velador de mesa para iluminar las cajitas de tarjetas personales y
comerciales; un tubo con lápices y lapiceras; uno de los routers y el teléfono inalámbrico.
En una mesita ratona a mi derecha, tengo una pipa; una tijera de costura; un
pequeño cepillo de los que se usan para limpiar las lentes en fotografía;
prensa papeles y mi servilleta. Este conjunto se completa, dignamente, con mi
vaso irrompible francés.
El agente infeccioso que
sufrimos me obliga a exagerar todos los mecanismos habituales con precisión de
pájaro carpintero.
Leo en el inodoro
mientras hago popó. Actualmente, disfruto “Diario de un extranjero en París” de
Curzio Malaparte, uno de mis literatos de cabecera. Tengo en barbecho cuatro
más.
Mi reto actual consiste
en equivocarme lo menos posible en mis acciones. Suelo derramar bebidas sobre
el mantel, volcar botellas de vino, tropezar con el cable de alimentación de la
computadora y tratar de reducir la tasa de más torpezas.
Escribo. Bebo agua o vino
según la hora. Ingiero las substancias psicoactivas que me prescribió el
terracero[21]. Hago zapping
con la tele. Escucho música de la radio o algún CD. Controlo el tembleque de
origen incierto (medicamentos o stress). Apago el aparato de música y enciendo
la tele. Apago la tele y camino un rato por el departamento. Voy regularmente
al baño para ducharme o hacer chucherías. Limpio la ceniza con el trapito.
Anoto alguna idea en la libretita para que no se escape. Atiendo el teléfono
fijo. Sigo escribiendo. Hablo por Whatsapp desde mi
celular. Abro las distintas aplicaciones de mis artefactos. Respondeo mensajes
y pondero videítos que me gustaron. Mando y recibo e-mails. Procuro controlar
el tabaco (20 cigarrillos y 3 pipas al día). Me peleo con la compu cuando no sé
cómo hacer algo. Llamo a amigos por teléfono fijo o celular. Registro
cuestiones en el calendario del celular. Consulto a uno de mis sobrinos o al
Coach informático para salir de algún brete. Atiendo mi celular otra vez. Quito
sonido de la tele. Para ejercitar la musculatura, voy a la
biblioteca-videoteca-pinacoteca-taller para ordenar los títulos o utilizar
alguna herramienta para componer algo roto. Tiro ropa al lavarropas. Me preparo
el desayuno cuando mi mujer duerme. Acreciento mis obsesiones. Bebo alguna
infusión, una cerveza Stella Artois o un fernet con cola. Mastico almendras,
alfajores, vigilantes[22], galletitas
dulces o saladas. Me mando la chocolatada de la tarde, ordeno las tarjetas de
crédito y débito junto al carnet de la Obra Social. Consulto el calendario del
celular. Llamo a mis hijos por Whatsapp.
Comento con mi esposa las nuevas manías y mis sueños de la noche anterior.
Regreso a la escritura.
Así de simple.
RECUERDOS Y OLVIDOS
Miércoles 23 de abril de 2020
EL
CINTO EN LA PUERTA
Reconozco que soy un poco
ácido. Mediatarde en Bartolomé Mitre al 2000. Regreso de Banco Nación de
arreglar un asunto. Trato de abrir la puerta. Sale mi vecino Santiago. Le
pregunto porqué carajo deja un cinturón en el pasillo junto a sus pertenencias
que invaden mi espacio. Sale mi esposa a dejar la basura. El invasor me dice
que ellos dejan toda su ropa fuera. ¿Hasta cuándo? Hasta que termine la
cuarentena. Revisa la luz vigía de su puerta y amaga a entrar. Se ve a María de
las Mercedes detrás de su marido. Le digo que pensaba que ella había colocado
el cinturón sobre el caballete porque Santiago la fajaba. Se caga de risa. “No,
para nada, nos llevamos bastante bien” dice Santiago. Yo declaro ante el
abogado que nosotros también y que, si escuchan gritos de cuando en cuando, son
míos para la madre de mi mujer que porta 84 pirulos mal llevados.
Mi “es lo que me tocó” para la oreja porque
sabe que lo estoy gastando. “Le grito porque no entiende nada de nada y
queremos saber si permanece viva o espichó”. Ma. de las Me. ríe ante mi humor
negro. Mi esposa pone cara de culo porque cuento intimidades. Santi cierra la
puerta y este sátiro le grita: “Departamentito de dos ambientes en Villa
Crespo. No es mucho, pero ayuda.” Ma. de
las Me, detrás de su vago y mal entretenido dice: “¿Qué humor negro?”
Miércoles 23 de abril
de 2020
3 PADRENUESTROS Y 5 AVEMARÍAS
En una novela que
estaba escribiendo, uno de los personajes me condujo a investigar el tema de la
pedofilia en la iglesia Católica Apostólica Romana de Argentina. Creyente o no,
difícilmente haya una persona adulta a la que no le llame la atención la
respuesta que ha dado esa institución al abuso de menores. En el occidente
católico esa conducta es considerada delito, entre los musulmanes de ciertas zonas,
es aceptado, incluso como rito iniciánico de ingreso a la adultez, como en
algunos pueblos primitivos de Oceanía. Es raro que se practique en comunidades
protestantes. Durkheim ha demostrado en "Formas elementales de la vida
religiosa" (como Freud) que los tótems y tabúes son relativos (en relación
con) al grupo humano que se observe. Las religiones mismas, se presentan a sí
mismas como productos de la deidad, pero se puede verificar con facilidad su
comienzo en el tiempo. Son temporales y, por tanto, alguna vez morirán.
Hace un rato vi
en La trama del Poder (canal La Nación +) el reiterado capítulo del abuso de
poder en el terreno sexual. Digo reiterado porque lo pasan a cada rato. Para mí
fue una suerte porque no había podido verlo antes. El entrevistado se llama
Sebastián Cuattrona y fue abusado por un cura en el colegio marianista de
Caballito cuando era menor de edad. A raíz de mi investigación me desayuné de
que en el Derecho Penal Vaticano (Código Canónico) no es delito (pecado) el
abuso a niños. Los curas, como los militares, no son juzgados por la
Justicia normal sino por la propia. En el Código Canónico no hay un sólo
artículo que pene ese proceder. Me pregunté porqué y, asociando fragmentos,
concluí que: el hombre (Adán) es tentado por el diablo transformado en manzana
y rechaza el ofrecimiento. Pero la mujer (Eva) no pudo contenerse y mordió el
fruto prohibido del Jardín del Edén.
De allí la
diferencia que hacen entre sexos. Hombre inocente y mujer pecadora, con la
excepción de la Inmaculada Virgen María, sin pecado concebida. El dedo acusador
de la Iglesia condena a la mujer y absuelve al hombre. Siglos de discusiones
políticas bajo la forma teológica para llegar a una síntesis aún vigente. No es
pecado el sexo entre hombres. De ahí la demonización de la puta y el ninguneo
de María Magdalena, mencionada, tanto en el Nuevo Testamento como en varios
evangelios apócrifos, como una distinguida discípula de Jesús de Nazaret. Bocatto di Cardinale [30]para las/os feministas.
Le entro a esto
por las manifestaciones millonarias que acompañaron la media sanción de la Ley
de aborto legal, seguro y gratuito en Diputados. En el programa citado
Cuattrone, bastante ayudado por la periodista (que, como a todo invitado
central en todos los canales) le pasó las preguntas previamente. El abusado
contó su historia y el cómo su abusador terminó 8 o 9 años preso. Contó también
que, allá por los comienzos del S.XXI (el hecho había sucedido en 1994) él y un
amigo suyo se animaron a denunciar. Que las autoridades del colegio, que los
obispados, que el arzobispado de Buenos Aires, nadie negaba el abuso. El Rector
de la Universidad del Salvador (Jesuitas) Jorge Bergoglio, a poco de asumir
como tal, rajó a los sacerdotes pertenecientes a la Corriente interna Curas del
Tercer Mundo de la USAL. En sus tiempos mozos el tal Jorge supo ser guía
espiritual de Guardia de Hierro (think
tank del peronismo de derecha).
Acá entra El
diablo y Dios, famosa pieza de Jean Paul Sartre. En esos tiempos, Monseñor
Bergoglio y Néstor y Cristina se profesaban mutua antipatía. Cristina dejó de
asistir al Tedeum del 25 de mayo en la Plaza y lo celebraba en provincias.
Cuando Bergoglio llego al papado como Francisco, los actores de la zaga
cambiaron de roles. De enemigos íntimos pasaron a ser, al menos, cordiales
amigos. Razones: CFK es católica y Francisco orienta a uno de los movimientos
sociales más importantes, el dirigido por Juan Gravois (hijo de Roberto
"Pajarito" Gravois, notable dirigente del peronismo setentista).
Ahora Francisco
es, para la derecha, el Papa piquetero, el golpista, y le pegan con cuanto
tienen a mano. No es una labor fácil, porque el jefe del Vaticano deja en
Argentina a compañeros. La Conferencia Episcopal Argentina eligió en noviembre
sus autoridades para el trienio 2017-2020. Mario Poli (Buenos Aires) como
único cardenal activo y primado argentino. El que le dijo algunas verdades al
oído a Macri en el Tedéum próximo pasado. En La Plata, el renunciado y
fallecido este año Monseñor Aguer es sucedido por Monseñor Víctor Manuel
Fernández, "soldado" del Papa Francisco. Es notorio que Francisco
tiene preferencias por CFK y animadversión por MM. Política y religión en
tiempos de crisis.
Como corolario
diré que la política está omnipresente en nuestras vidas. En la sociedad obvio.
En la familia: padres empoderados e hijos obedientes. Padre mandón y madre
fregona, etc. Es decir que todos somos objetos y sujetos de la política. Los
autodenominados apolíticos son, por omisión, tan políticos como los militantes.
Voten o no, sean ciudadanos o extranjeros radicados, están igualmente inmersos
en la "caca" de la política. La sociedad argentina actual está tan
altamente politizada por fuerza de las circunstancias. Compañeros y derechistas
de niveles de conciencia desiguales. Jóvenes, maduros y viejos, todos en la
misma olla. Bienvenidos sean estos tiempos "turbulentos".
P.D. ¿Sabés qué?
La inmensa mayoría de los setentistas no bailabamos tango y yo escribo esto
escuchando la emisora 2x4 (compás del tango).
Viernes 24 de abril de 2020
Noche
previa al cumpleaños del autor. No puede conciliar el sueño pensando en los regalos
que va a recibir. Se duerme a la cinco de la mañana.
Nota bene: En los próximos escritos rescato notas escritas
previamente para que se observe que la inmensa mayoría de los personajes
políticos está presente en nuestros agitados días.
GUERRAS DE 5TA. GENERACIÓN
En 2018 publiqué, en
Facebook, el siguiente artículo:
“GUERRAS DE
4TA. GENERACIÓN - AMÉRICA LATINA HOY
En algún
escrito de este mes nombré a "las guerras de 4ta. generación". Hasta
ese día yo mismo no sabía que existiera esa conceptualización. Me enteré
mirando TeleSur (el canal internacional preferido de CFK). La cosa viene así:
hubo: una 1ra. Guerra Mundial y una 2da. Hasta aquí todo bien. Luego vinieron
las de 3ra. generación (Primera guerra de Irak, de Los Balcanes, etc.). En la I
guerra de Irak, vimos en las pantallas fuegos artificiales porque los EE.UU.
habían aprendido, en la Guerra convencional de Vietnam, que no se debían
exhibir muertos -propios y ajenos- al público porque afectaban la imagen de las
administraciones asesinas. Entonces, los think tank[27] estadounidenses
crean las guerras de 4ta. generación.
En el programa
citado (buscar el 18/6/18) se produce un intercambio entre intelectuales
latinoamericanos y europeos acerca de los alcances de estas nuevas formas de
enfrentamientos bélicos.
Los llamaré a
y b. Los a) los ven revolucionarios y los b) contra revolucionarios. Los primeros
piensan que en el seno de la globalización del S.XXI las revoluciones clásicas
se fueron para no volver. Que lo nuevo son ejemplos revolucionarios
fundamentalistas (Al Qaeda, ISIS, etc. o narcos globalizados) con novedosas
tácticas y estrategias -11S/2001, 11M/2004, lobos solitarios, etc.-. Los
fundamentalistas más importantes son internacionalistas, imperialismos de corte
medieval que emplean fanáticos decididos a inmolarse a partir de la creencia en
el edén mahometano, que promete una corte de vírgenes para esos héroes; b) los
que los ven como contra revolucionarios sostienen. como ejemplos, a las
guarimbas en Venezuela, cómo se ubican las iglesias protestantes hegemónicas en
la región (Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Perú. Detrás de los triunfos en
elecciones de Macri, Piñera, Kuczynski en Perú y Duque en Colombia y Temer en
Brasil con el golpe parlamentario a Dilma), están los partidos políticos
reaccionarios, los medios masivos de comunicación de la derecha y las ONG's
financiadas por USA y el narco. Citan a Nicaragua ejemplo: proveen de 30
millones de dólares a lo que llaman Defensa Civil contra Ortega.
Los b) agregan
que "las guerras de 4ta. generación" exceden al Estado Nación. La
derecha aprovecha la debilidad del Estado Nación. Esto es claro en el caso de
Colombia, donde el uribista Duque adelantó que romperá los acuerdos de paz con
las FARC, que, junto a otras fuerzas progresistas sacaron el 41% contra el 54%
de Duque y el resto de votos en blanco o nulos. Final cantado: las FARC regresarán
al monte y se reiniciará la guerra que Santos y el colectivo de comandantes de
las FARC trataron de resolver. Pero la cosa no termina allí: la comunidad LGTB
se manifiesta preocupada por el resultado electoral y, como frutilla del
postre, hay que saber que Nicaragua construye con China un canal interoceánico
que competirá con el canal de Panamá. Las "guerras de 4ta.
generación" son alentadas por la NUEVA DERECHA continental: Trump, Macri,
Temer, Piñera, Kuczynski y Duque (habrá que ver lo que pasa en México).
En nuestro
país cuadra lo expresado como anillo al dedo. Las compras de armamento a Israel
y la presencia de tropas yankees e israelíes nos están alertando.
Viernes 24
de abril de 2020
Noche
previa al cumpleaños del autor. No puede conciliar el sueño pensando en los
regalos que va a recibir. Se duerme a la cinco de la mañana.
SODOMA
Y GOMORRA
Adán y Eva. La muerte de
Abel a manos de Caín. La quema de balso ídolo de oro. El diluvio universal. El
arca de Noé. Las siete plagas de Egipto. Moisés cruzando el Desierto del Sinaí
llevando al pueblo judío a la Tierra Prometida, los incendios de la Torre de
Babel y la Biblioteca de Alejandría, el Talmud y Kabbaláh o Cábala judía. La
espera del nuevo Mesías (Antiguo Testamento). La resurrección de la carne, la
vida perdurable, amén (así sea). Los pecados capitales y los siete pecados capitales. Los padres
nuestros y las aves marías. San Agustín, San Francisco de Asís, los Borgia, el
celibato y el aborto. Esta no me la pierdo. El día del Juicio Universal. Tomás
Moro y Santo Tomás de Aquino. Eduardo VIII y la República católica de Cromwell
en Inglaterra. Las incontables aperturas del cristianismo hacia agrupaciones
protestantes. El Papa polaco Nazi. El Gheto de Varsovia y las cámaras de gas.
Juan Pablo II, el Papa asesinado que redactó la encíclica Veratis Splendor y
muchas otras.
El Opus Dei y los
templarios, llamados también caballeros o soldados de La Santa Orden de
Jesucristo (que aún existen). Todos ellos respetando el Nuevo Testamento. La
encíclica Rerum novarum de León XIII y Pio XI (fuente de la doctrina
Peronista). El Papa Francisco (asesor espiritual de “Guardia de Hierro”[18]). Bolsonaro y
sus seguidores. El pastor Jones de Guyana, que murió y mandó morir a 800
seguidores (incluyendo niños) que espicharon con una sonrisa en los labios,
seguros de ascender al paraíso. Trump, que apuesta por la recuperación de la
economía y se niega a reflotar el Obama Health Care[19] mientras
defiende a capa y espada la Sociedad Americana de Armas[20]. El Opus en
Argentina y los Templarios en México. El Pastor Jiménez y su venta de alcohol
en gel bendecido.
Hoy salí de mi
departamento a pagar las expensas en un cajero automático. Frente a mi casa hay
un almacén ecológico de cuyos dueños me hice amigo. Las regalé libros que me
sobran y les compro leche descremada de campo. En la vereda me barajó una
homeless con una botella de Licor de Huevo en la mano. Le di diez pesos y entré
al local gritando “Sodoma y Gomorra”. De a uno, fueron diciendo: “Eso no. Eso
no puede ser.”, y se cagaron de risa. Taimado, les dije: “¡A coger que se acaba
y el mundo!” señalando a la homeless que
me estaba esperando en la vereda. Para acentuar mi gesto hice un aro con mis
dedos de la mano izquierda y lo traspasé varias veces con el dedo índice de mi
mano derecha. Los chicos festejaron con carcajadas. Salí y le pregunté: “¿Vos
estás caliente?” Se acercó su pareja o amigo y me espetó: “Estamos todos
prendidos fuego. En Campana le partí la concha a un bombón que vive en la calle
como nosotros.” La señorita de marras me dijo: “Hoy cumplo años, 33, la edad de
Cristo.” Parecía de 60. “Quiero festejar con este licor mi cumple porque yo no
me drogo, tomo bebidas sanas.” Ese latiguillo lo escucho cada vez que me pongo
a charlar con algún homeless. El
varón portaba una campera de cuero que debe provocar envidia en Barrio Norte –
producto, seguramente, de algún choreo- y manoseaba a la novia.
Satisfecho con mi
diablura, me encaminé al Banco pensando que esta catástrofe culminará con el
nacimiento de “El hombre nuevo” del Ché Guevara.
Sábado 25
de abril de 2020
Onomástico del nativo
Jorge Vibes.Se despierta a las diez de la mañana pensando en los regalos.
ODA A LA ESFERA ROJA CON
ANTENITAS
El que tipea estas líneas medio graciosas y a menudo trágicas, se representa
al Covid19 de acuerdo a lo que los productores de televisión muestran a los
telespectadores de Argentina. De allí que titule con esa metáfora esta entrega.
Debo admitir que la pandemia deber ser reconocida como
corresponde. En su defensa, allá voy.
Cuando estoy mirando algo interesante, como el video de Bartolomeu
Payeras, el biólogo catalán en Youtube y
deseo que finalice (repito que me fascina) para poder abrir otro de la
entrevista al Pepe Mujica, que resulta complementario al anterior desde otro
tipo de sabiduría.
Hasta los que viven en la calle andan con sus mejores pilchas
encima como si a la Guadaña le interesara nuestro look. Especialmente los
viejos y viejas, aunque estén en ruinas física y espiritualmente. La higiene
personal es cuidada hasta los roñosos consuetudinarios y el maquillaje de las
mujeres es del que usarían para concurrir a un evento importante. Gracias a los
barbijos nos habituamos a comunicarnos por señas y usar el Oficio Mudo como
cuando éramos niños.
Olvidamos al Fiscal Nisman y al falso ingeniero Juan Carlos
Blumberg, que, en su momento, reunieron multitudes de apoyo en Buenos Aires.
Hasta la voladura de la embajada de Israel y la AMIA dejaron de ocupar lugar en
nuestros cerebros y los de los comunicadores de Mass Media. Pasamos a archivo los brulotes del
exministro de Trabajo Jorge Triaca hijo y la exvicepresidenta Gabriela Michelli
(ambos en sillas de ruedas) debido a la vertiginosidad de las noticias locales
e internacionales.
Releemos toda la gama de libros clásicos y publicaciones. Desde La
Divina Comedia hasta la Revista Barcelona que titula en tapa: “La pandemia entra en una nueva fase CAGAZO
TOTAL.
Los "cuervos"[1] se guardan de concurrir a los sanatorios y hospitales porque
son núcleos de contagio masivo.
Salgo a la calle cuando es imprescindible, pero en cada salida
vuelvo con jugosas anécdotas para reflejar en el papel cuando consiga una
imprenta que los publique.
Ante el temor a lo postergable pero inevitable, algunos pasamos a
restarle importancia al dinero y lo gastamos sin culpa ni control. Otros
incrementan su avaricia y calculan hasta el gasto más insignificante.
Los homeless enriquecen
su vocabulario y hablan como especialistas debido a su contacto televisivo con
opinadores de distinta factura.
Todos estamos al día de los infectados, muertos y recuperados en
nuestro país y el mundo de modo tal que ya somos estadísticos consumados,
prestos a interpretar los números publicados minuto a minuto.
Si bien siempre fuimos jueces de los políticos de todas las
naciones, hoy acusamos y juzgamos, en un sentido u otro, a los que están en
escena en cada lado.
El “animal”[2] se
ensaña con enfermos próximos al Más Allá o que padecen patologías incurables,
con el consiguiente ahorro para el Estado y sus familiares.
Los escolares de primaria en España aprueban los niveles
automáticamente y, como la necesidad tiene cara de hereje, se agudizan las
imaginaciones más fértiles tales como usar ataúdes de cartón o bolsas plásticas
de residuos para los difuntos (el Ecuador de Lenin Moreno).
La “bestia” es invisible, silenciosa y ataca de traición, evitando
a niños, permitiendo la sobrevida de jóvenes sin enfermedades previas aún
cuando hayan sido infectados.
Los animales no domésticos se animan a tomar sol en hábitats que
hasta ahora les estaban vedados (lobos marinos en el puerto de Mar del Plata,
etc.).
El agujero de la capa de Ozono se achica porque disminuyen los
gases tóxicos que provocan el efecto invernadero.
Desaparecen los apoyadores (hombres que aprovechaban los
colectivos repletos para pegarse al culo de alguna mujer y excitarse.
Los punguistas y los arrebatadores no tienen lugar para ejercer su
oficio en el transporte público.
Los policías, salvo raras excepciones, tratan bien a la ciudadanía.
Ayudan a cruzar la calle a los cieguitos y dejan de percibir externalidades.
Es seguro que aumentarán los embarazos por efecto de la cuarentena
y disminuirán los abortos clandestinos. Sólo por estas dos causas, las
consecuencias demográficas serán sin duda, positivas. Vaticino un nuevo “Baby
boom” para los próximos tiempos. Es decir, dentro de la transición del CV, y la
post transición. El ¡A coger que se acaba el mundo! Incide no sólo en los
nacimientos sino, también, en los abortos (clandestinos y no clandestinos).
Podría extenderme mucho más, pero espero que los argumentos
expuestos sean suficientes para convencer a muchos de que el Covid19 no es tan
malo como lo pintan.
En lo personal, solía somatizar en el aparato digestivo. Parece
que el chucho por el “Maldito” me cambió el metabolismo y morfo chocolate,
fritangas y chupo “Fernandos”[3].
Me castigo con flanes, almendras y alfajores. Ninguna de las comidas que antes
me caían mal lo hacen ahora.
[1] Seres
despreciables que concurren a hospitales para convencer a familiares de
difuntos para que contraten funerarias y/o abogados en caso de accidentes de
tránsito fatales.
[2] Así llama el
gobernador de California al Covid19.
[3] Mezcla de Fernet
con coca cola. Trago inventado por los cordobeses.
Domingo 26 de abril de 2020
Día posterior al
onomástico del nativo Jorge Vibes. No recibió ningún regalo porque sus amigos y
parientes están en cuarentena.
¡Snif!
HIPERKINESIAS
Mañana de lunes 20 de
abril de 2020. Me encuentro frente a mi Laptop en la mesa del comedor. A mano
tengo: la jarra de agua; mis antidepresivos; mi anticoagulante (Aspirinetas);
mi pastilla para el colesterol, el mío relajante; el salero que olvidamos en la
mesa anoche, cigarrillos y encendedor, cenicero, celular y su lápiz, un frasco
con un preparado para aumentar las defensas, la libretita donde apunto ideas
para escribir, diversos papeles de diferente tamaño con anotaciones de códigos,
claves, direcciones de e-mail que me pasaron y, en el apuro, decidí registrar así,
el trapito absorbente que traje de Italia, birome y mi soplamocos.
Mientras tecleo, estoy
escuchando el noticiero en la tele, que miro de cuando en vez si oigo algo que
me llame la atención. Detrás mío está la radio CD a pilas que utilizo cuando me
voy a trabajar a otro ambiente. Los controles de la tele y el equipo principal
de audio; varios Pen Drives; la zapatilla donde conecto todos esos aparatos y
un velador de mesa para iluminar las cajitas de tarjetas personales y
comerciales; un tubo con lápices y lapiceras; uno de los routers y el teléfono inalámbrico.
En una mesita ratona a mi derecha, tengo una pipa; una tijera de costura; un
pequeño cepillo de los que se usan para limpiar las lentes en fotografía;
prensa papeles y mi servilleta. Este conjunto se completa, dignamente, con mi
vaso irrompible francés.
El agente infeccioso que
sufrimos me obliga a exagerar todos los mecanismos habituales con precisión de
pájaro carpintero.
Leo en el inodoro
mientras hago popó. Actualmente, disfruto “Diario de un extranjero en París” de
Curzio Malaparte, uno de mis literatos de cabecera. Tengo en barbecho cuatro
más.
Mi reto actual consiste
en equivocarme lo menos posible en mis acciones. Suelo derramar bebidas sobre
el mantel, volcar botellas de vino, tropezar con el cable de alimentación de la
computadora y tratar de reducir la tasa de más torpezas.
Escribo. Bebo agua o vino
según la hora. Ingiero las substancias psicoactivas que me prescribió el
terracero[21]. Hago zapping
con la tele. Escucho música de la radio o algún CD. Controlo el tembleque de
origen incierto (medicamentos o stress). Apago el aparato de música y enciendo
la tele. Apago la tele y camino un rato por el departamento. Voy regularmente
al baño para ducharme o hacer chucherías. Limpio la ceniza con el trapito.
Anoto alguna idea en la libretita para que no se escape. Atiendo el teléfono
fijo. Sigo escribiendo. Hablo por Whatsapp desde mi
celular. Abro las distintas aplicaciones de mis artefactos. Respondeo mensajes
y pondero videítos que me gustaron. Mando y recibo e-mails. Procuro controlar
el tabaco (20 cigarrillos y 3 pipas al día). Me peleo con la compu cuando no sé
cómo hacer algo. Llamo a amigos por teléfono fijo o celular. Registro
cuestiones en el calendario del celular. Consulto a uno de mis sobrinos o al
Coach informático para salir de algún brete. Atiendo mi celular otra vez. Quito
sonido de la tele. Para ejercitar la musculatura, voy a la
biblioteca-videoteca-pinacoteca-taller para ordenar los títulos o utilizar
alguna herramienta para componer algo roto. Tiro ropa al lavarropas. Me preparo
el desayuno cuando mi mujer duerme. Acreciento mis obsesiones. Bebo alguna
infusión, una cerveza Stella Artois o un fernet con cola. Mastico almendras,
alfajores, vigilantes[22], galletitas
dulces o saladas. Me mando la chocolatada de la tarde, ordeno las tarjetas de
crédito y débito junto al carnet de la Obra Social. Consulto el calendario del
celular. Llamo a mis hijos por Whatsapp.
Comento con mi esposa las nuevas manías y mis sueños de la noche anterior.
Regreso a la escritura.
Así de simple.
Domingo 26 de abril de 2020
ADRENALINAS
Marcos Peña Brown dijo,
de la pandilla de Mauricio Macri, en una de las provocaciones que lo
caracterizan, que La adrenalina es buena y que no hay nada mejor que estar sin
trabajo y vivir en la incertidumbre. Pero Adrenalina es lo que me viene cuando
me pongo el barbijo, los guantes, el calzado para caminar y el carrito para las
compras. O cuando me miran en la calle porque soy un geronte y me atrevo a
salir.
Cuando entro a mi casa y mi mujer me rocía con desinfectante, me ordena que me
lave las manos. Cuando debo hacer cola en el súper y el empleado de la
puerta me tira alcohol en gel a las manos.
O cuando tengo que ingerir antidepresivos y tranquilizantes, que compro
diciendo "deme dos" como en tiempos de la "Tablita de Martínez
de Hoz", ministro de Economía de la Dictadura Genocida, las clases medias
viajaban a Miami y volvían con todo por duplicado.
Adrenalina es lo que me atrapa cuando tengo que escribir lo que escribo, en
parte para pasar el tiempo y en parte para hacer catarsis. Cuando releo libros
en el inodoro para entretenerme.
¡Esas son adrenalinas que valen la pena! Doy gracias a la naturaleza por estar
vivo para asistir a una guerra tan cruel e innecesaria como las I y II guerras
mundiales, que dejaron millones y millones de muertos y heridos. Espero poder
contarlo a mis nietos más pequeños.
Si mi esposa se empastilla y duerme muchas más horas para evadirse y prevenirse
de la úlcera que la atacaría si no encontrara remedio en el sueño y fumar
menos. Cuando yo alterno pipas y cigarrillos para proteger mis pulmones.
Adrenalina es lo que sentimos todos cuando, ante la sospecha de la muerte
propia y ajena, recapitulamos la vida. Cuando nos tornamos generosos porque
"el dinero no hace la felicidad" y gritamos "Salud y
pesetas" como ironía.
Si estamos sufriendo por la cuarentena, reconfortémonos recordando la Guerra
Civil española y su posguerra, los campos de concentración nazis donde, además
de judíos, exterminaron comunistas, anarquistas, homosexuales y deformes. O
evoquemos, al mismo fin, los campos de concentración israelíes donde confinaban
a los palestinos. O los de la Guerra de Ruanda, la de los Balcanes y tantas
otras. En todos esos ejemplos, la gente estaba abombada por el terror y se
prostituía por una comida. Y nosotros protestamos por el distanciamiento social
y las correctas medidas que adopta el gobierno. Traigamos a nuestra memoria el
espanto que cundía en la Londres bombardeada por las bombas V1 y V2, en las
trincheras cavadas en las fronteras europeas, en las guerras químicas y en las
bombas atómicas.
Adrenalina se siente cuando el Pepe Mujica, Tupamaro que llegó a ser presidente
de Uruguay, declara que vivirá mientras haya una causa por la que luchar. Y
cuando todos los "grupos de riesgo" se defienden como pueden de la
Pandemia. Y cuando Bolsonaro sale a abrazarse con sus seguidores y se pelea con
su ministro de salud. Cuando Trump privilegia la economía estadounidense a la
supervivencia de los habitantes del Gran País del Norte. En lugar del
"sepamos disimular" argentino o el "Hazte el huevón"
chileno, no disimulemos más, porque en ello nos va la vida.
Adrenalina es lo que me viene cuando me pongo el barbijo, los guantes, el
calzado para caminar y el carrito para las compras. Cuando entro a mi casa
y mi mujer me rocía con desinfectante, me ordena que me lave las manos. Cuando
debo hacer cola en el súper y el empleado de la puerta me tira alcohol en
gel a las manos. O, cuando tengo que ingerir antidepresivos y tranquilizantes,
que compro diciendo "deme dos" por si se acaban, como en tiempos de
la "Tablita de Martínez de Hoz", ministro de Economía de la Dictadura
Genocida, las clases medias viajaban a Miami y volvían con todo por duplicado.
Adrenalina dendeveras[15] es la que genera el Coronavirus19 cuando
salimos a las calles y encuentro un homeless que, cuando le deseo Feliz Año
Nuevo...2021 me dice, temblando y tartamudo: 'No lo entiendo...no puedo hablar
ni pensar...tomo 20 pastillas por día y estoy abombau...soy un vegetal, una
ameba, un lagarto´".
CRISIS SON LAS CRISIS (*)
Horario de
protección a apolíticos. Se recomienda mantener lejos de la pantalla a menores
de 10 años
Tengo 50+20+3
años bien cumplidos (cuando lo escribí los tenía). Los pasados 3 resistiendo al
gobierno de Cambiemos a nivel nacional y los últimos 11 puteando a MM y
Rodríguez Larreta en CABA. No es poco. Cocarda, diploma y banda para mí y mi
esposa.
Las crisis son
críticas (como el diario de Natalio Botana - abuelo de Maru- que contribuyó
tanto al derrocamiento de Hipólito Yrigoyen). Crisis, por otra parte, era el
nombre de un famoso semanario de izquierdas editado en Montevideo.
Crisis es
aceleración, por eso escribo esto a los pedos y me las paso haciendo zapping
hacia los canales de derechas y me veo obligado a redactar 2 y hasta 3 notas
por noche. Hay ciertas noches que no escribo porque necesito masticar el vidrio
hasta que pueda escupirlo en forma de sal. Tengo el disco rígido caliente.
Tanto, que me trabuco con mis remedios (antidepre, ansiolíticos, para el
colesterol, etc.) y me zampo uno en lugar del otro. O me olvido las llaves de
casa y mi mujer me las tira por la ventana, o no encuentro el telefonito y ella
me llama y resulta que lo tengo en el bolsillo de una de las camperas que
visto. O busco el libro que estoy leyendo 15 minutos en el living-comedor hasta
que descubro que estaba en la mesa ratona del living.
Crisis porque
Clarín está nerviosho. Y porque me obliga a deconstruir lo que dijo Carrió con
eso de la esperanza desde la desesperanza. Para mí, no fue un furcio, la
ballena blanca es consecuente en su locura sin sentido, pero con sentido.
Deconstruyo: la sociedad argentina está desesperanzada por lo que hace el
gobierno de Cambiemos del que ella forma parte importante. Según su lógica,
crisis es oportunidad. ¿Para qué? Para renacer de las cenizas. No nos puede
pasar nada mejor porque lo bueno está por venir en el porvenir (futuro
incierto).
Clarín está
nerviosho porque nuestra K menos brillante entre los famosos es Dalma Maradona
(Ver TVR de ayer) y ellos tienen unos pocos cómicos buenos (Mirta, Susana, la
Granato, la Mónica Gutiérrez, Fantino, etc.) pero nada que ver. Les ganamos por
6 a 1. Pero reconozco que, aún las mejores de mis notas, van a ser olvidadas
por mis kumpas como "noticias" al día siguiente de subirlas.
Aceleración en tiempos de crisis. Por vivir en Buenos Aires -que es dónde
atiende Dios- tengo tanto naipe (hechos a comentar) que tengo que descartar
algunos.
(*) CABA, 8/7/2018
Día 72 del
Aislamiento
PASOS
PERDIDOS
El salón de los Pasos perdidos del
Congreso de la Nación es un lugar con historial Bonus. Allí se velaron los
restos mortales de Yrigoyen, Perón, Alfonsín y de De la Rúa. También se
despidieron, entre otros a la diputada nacional Marcela Bordenabe (viuda de
Germán Abdala), al dibujante e historietista Carlos Loiseau (Caloi) y muchos
otros. Vivo a tres cuadras del lugar y asistí a algunos de esos magnos eventos.
Mi salón de los pasos perdidos es más
modesto, pero bastante más extendido geográficamente. Limita, hacia el norte,
con Pacheco de Melo, hacia el Este, con calle Florida, al sur con avenida
Independencia y al oeste con Plaza Miserere. Obvio que no recorro todas esas
cuadras de un saque. Las dosifico a según estea de ánimo, dolor de
patas, clima, viento y rayos UV. De mis correrías dentro de este período de
Pandemia, atesoro infinidad de anécdotas que, seleccionadas con escalpelo, paso
a narrar.
1) Entro a cobrar
mi pensión en Banco Nación Balvanera. Paso. Presento mi DNI a la cajera.
Pregunto para cuántos dólares me alcanza. Contesta que no se venden dólares.
Dame entonces dame todo en acciones de NASDAQ. Salgo de la caja contando los
pesos y le recito a una señora: “Plata en mano, culo en tierra.” Ríe. Saludo a
empleada que reconozco detrás de su barbijo blanco. El botón me pide que lleve
mi tapabocas de modo que tape la nariz.
Saludo al Colorado que
atendía la puerta. Cuando le conté que venía a cobrar mi pensión me mandó a la
cola, detrás de un señor con barbijo de payaso y casco de moto bajo el brazo.
Pregunto al susodicho si él era el de barbijo de Clown. Me contesta que sí. Yo agrego que debajo de mi tapa bocas
negro, soy un payaso.
2) Todos los
personajes que intervienen en esta historia portan tapabocas. Salgo de cobrar.
Bajo el barbijo para encender un cigarrillo, un homeless me manguea moneda o cigarro. Opto por la segunda opción.
Cruzo Corrientes para caminar por la sombra en la vereda norte. Encaro a dos Policemen de Buenos Aires City Pregunto al más bajo sobre la cotización de
las acciones NASDAQ. Me pregunta qué es eso. Respondo que son las acciones de
las industrias tecnológicas de Wall Street. Me indica que el que sabe es el compañero
más alto. Reitero mi requerimiento. El Alto toma su celu, lee, y me dice: ”
8.467”. “Muy caro, entonces compro Techint” El tira sonríe debajo del barbijo
dando a entender que sabe que lo gasté.
3) Continúo mi
periplo rumbo a Callao. Cruzo muchas damas. Selecciono en base a puntaje. Le
grito a una brasilera blanca o rusa o catalana: ”¡Estás muy linda!” Me
responde: “¡Gracias!” Aclaración: no pude identificar su procedencia porque el
barbijo distorsiona la voz. La lindura se nota, el maquillaje también. Como el
porte. Lástima que no le deben faltar Romeos y estoy apurado para tocar el
violín.
4) Repito el tip
con otra de menor puntaje. Me contesta: “¡Vos También!” Olé. Sigo haciendo
footing con tres cuartos de siglo en la osamenta. Al usar barbijo, oculto mis
pirulos porque me mantengo erecto y suelen confundirse. Fantaseo con que se
tiraron un lance. ¡Hay tanta soledad en esta “Jungla del asfalto!”
5) Me gustó el
tip de acciones NASDAQ. Troco Techint por SOCMA. Entro a Tesaurus, librería de
un matrimonio conocido. Está el marido. Pregunto cómo andan su esposa e hijo.
Guardan cuarentena. Hace tiempo ya, dediqué “Unas obras inconclusas de acá” a
la señora, escribiendo que era una mujer inquietante. Ella se lo dio a leer a
su amo. El tipo frunció el ceño y ella me dijo con los ojos: “Diculpalo, es
joven e ingenuo como todos los hombres”. Entré con intención de ayudar, en la
medida de mis posibilidades, a la economía hogareña de la pareja. Una mañana,
estaba ojeando libros Eduardo Grüner. Fuimos compañeros en la facultad. Le
cuento que soy un comunista hermenéutico y responde que él es trotskista
hermenéutico. Compro varios libros de humor gráfico y me hace precio. Hace años
le compré The Europeans, libro de
fotografías de Henry Cartier-Bresson en 2.000 dólares. Para los libreros, esa
es la mejor prueba de amistad que existe y siempre me descuenta una moneda en
la compra.
6) Llevo mi
mochila completa de libros que adquirí en otra librería de Corrientes. Añado
una bolsa con las nuevas adquisiciones. Ayacucho en dirección sur. Entro a
saludar a mis amigos de SUMAK COOP. Emmanuel me pregunta si voy a llevar leche.
“Dame dos, pero no tengo plata.” “Es igual, para vos va de regalo.” Una
señorita con tapaboca pregunta a Daniela si tienen ajo. La cooperativista señala
una ristra colgada en la puerta de acceso. “¿Cuántos querés?” “Una cabeza.” Se
me enciende la lamparita y le digo que así no la voy a poder besar esta noche.
Contesta que entonces vamos a tener que dejarlo para otra ocasión. Salgo del
local y una señora que estaba haciendo fila me escupe que yo estaba adentro
hablando sin barbijo. Se aparta de mí como si fuera leproso. Ignoro la
provocación y cruzo decidido a prepararme el almuerzo porque mi Dalila está en
el dentista. Desde anoche, cuando me cortó el pelo, la llamo Dalila.
Domingo 4 de
mayo de 2020
CRISIS SON LAS CRISIS II (*)
Horario de
protección a apolíticos. Se recomienda mantener lejos de la pantalla a menores
de 10 años
Con las crisis
se acelarán las ansias de vender en los súper de primera línea. Muchos ofrecen
3x2 o 80% de descuento en la segunda unidad + cuotas, etc. ¿Sabés porqué?
Porque durante la semana están vacíos y te tientan por 2 o 3 días. La técnica
es sabida. No estoquear. Rematar, aunque sea cerca del costo para rotar el
capital más velozmente.
Las crisis me
impulsan a usar el meta mensaje traducido al alcance de toda la gente. Meta
mensaje es lo que está (implícito) detrás del mensaje (explícito). Me obligan a
escribir palabras encadenadas claramente de tal manera que ojalá hagan pensar a
diestra y siniestra.
He mencionado
que acostumbro a mirar La Nación + en trasnoche. Hoy de madrugada vi la
excelente entrevista (altamente recomendable). que le hizo un periodista que regresó del frío a Ramón "Palito" Ortega. Me detentré
en una parte simpática. La de la anécdota contada mita y mita por Duhalde Malo y Palito. Vía Skype apareció antes el ex presidente provisorio desde
Miami y largó la primera mitad sobre el caso del Caimánchomba, hecho real ocurrido cuando el creador de "La felicidad" era gobernador
de Tucumán y el Cabezón idem. de la Pcia. de Buenos Aires. Resulta que en la
residencia del gobernador tucu había, todas las mañanas un chango pequeño de
unos 7 que gritaba: "¡Caimánchomba,
caimánchomba, compreme caimánchomba! Todas las mañanas cuando el Palo salía
de la residencia. Hasta que el marido de Evangelina se cansó y, cuando estaba
subiendo al auto de la gobernación, le dijo al chofer que llamara al changuito.
Que vino. El padre de Julieta le preguntó: "¿Qué
vendes pues?". "Caimánchomba". "¿Y eso, que viene a ser?,
porque no veo nada". El susodicho sacó de un bolsillo un cocodrilo
bebé y se lo ofreció. Caimánchomba,
caimán para la chomba. El cocodrilo de Lacoste para la remera.
Ya dije que
ganamos por afano. Si fuera una encuesta, 90% a 6 con un 4 de indecisos. Desde
hace relativamente poco hablo-entrecortado-como- los locutores-de la tele- y la
gente cool. Me rompe las pelotas que
esté de moda esa forma de comunicación audio-visual. Así no se vale. Todos han
adoptado esa manía para llamar la atención. Si las comunicadoras son bellas o
graciosas como la de Muy liebre, mi
ira se apacigua.
En un
principio pensé en escribir esto en el estilo de fluir de la conciencia (sin
puntuación) como James Joyce en "Ulises" y yo en "Que viva AMLO,
buey". Después caí en la cuenta que hay demasiados signos de interrogación
en nuestra actualidad y no sería posible porque no soy Cortázar para que se me
entienda.
(*) CABA, 8/7/2018
DIÁLOGOS DENTRO DE LA OLA DE
CORONDAVIRUS
Jueves 8 de
Mayo de 2020
[1]Editorial Espacio. Buenos Aires
[2] Ansart, Pierre 1990, Les sociologies contemporaines. París,
Seuil, p. 257.
[3] Borurdieu, Pierre (1984), Questions de sociologie, París, Editions
de Minuit y otras.
[4] Foucault, Michel (1975), Survellier et punir, Naissance de la
prisión, París, Gallimard, pp. 137-171; Foucault, Michel (1972), Histoire de la folie a l’age classique, París,
Gallimard.
[5] Riccardo Lucchini, Belfaux,
octubre de 2013.
[6] Todas las cosas.
[7] Pueblos originarios andinos.
[8] Grupo peronista de derecha en
el que militaban Guillermo Moreno y su esposa, Ana María Edwin y la
exvicepresidenta Michetti, que pasó de la Democracia Cristiana a la Nueva
Democracia Cristiana, la secta de Silo y finalmente al PRO.
[9] Sistema de Salud que impuso
Obama y abolió Trump.
[10] Sociedad que defiende el uso
de armas de fuego amparándose en la Constitución
[11] Famoso autor italiano que narra
sus experiencias de preguerra y II Guerra Mundial.
[12] Sonsonete preferido de Raúl
Alfonsín.
[13] Cuando existía el servicio
militar obligatorio, a los subalternos de esa leva forzosa los llamaban
colimbas: corre-limpia-barre.
mantelería y ropa interior. Nótese
que dije su pues no considero que
sea una máquina que deba ser usada por los hombres. Plancha. Tiene una montaña
de cosas para planchar, pero posterga ese laburo diciendo que lo deja para días
más frescos. En realidad, lo tira pa´lante (para adelante), por fiaca nomás.
No
le disgusta planchar, pero tiene una montaña de ropa esperando en las
dependencias de servicio. Canta que va avanzar en ese frente cuando refresque.
Digo que es meramente fiaca. Su lavarropas es una especie de piano de cola al
que acude con frecuencia. De allí la montaña acumulada. En lo que a mí me toca,
jamás planché ni un pañuelo. Cuando viví solo, lavaba las sábanas en la bañera
con jabón en polvo, las secaba en el tender y las planchaba debajo del colchón.
Quizás por haber tomado la teta hasta los cuatro años, soy un mimado. Al menos
esa es la interpretación de mi mujer (con cuatro años de estudios de
psicología) que me acusa – con cierto grado de razón- de andar siempre prendido
a la teta.
CONTINÚA EN CORONAVIRUS XL
[14] Rubia para los chilenos.
[15] Por joder.
[16] Movimiento de Integración y
desarrollo fundado por Arturo Frondizi.
[17] Inmigración judía a Tierra
Santa.
[18] Así llamó Cristina Fernández
de Kirchner a Mauricio Macri.
[19] Tomado barbitúricos.
[20] Revólver.
[21] Maricón.
[22] Nueva ola francesa en cine.
[23] Policía.
[25] Penitencia es lo que clamaban
los Marianos, secta cristiana que liquidó la Santa Inquisición porque adoraban
a la virgen María en lugar de Jesucristo.
[26] Eso le decía Néstor Kirchner a
Magnetto, CEO del grupo Clarín.
[27]Pantalón.
[28] Alzado.
[29] Acá está.
[30] Cogito ergo sum. René
Descartes.
[31] Programa cómico creado por
Linda Peretz y salió a las pantallas de TV en 1993.
[32] Grupo militarizado
nacionalsocialista descabezado por las S.S. en la Noche de los cuchillos
largos.
[33] Trilogía compuesta por La edad
de la razón, El aplazamiento y La muerte en el alma.
[34] Discurso de Perón en el
Congreso de filosofía celebrado en la Universidad de Cuyo en 1949.
[35] Ernesto Guevara, Ocean Sur, La
Habana, 2008.
[36] Manta de lana de camélido,
cabra u oveja que tiene distintos precios en función del telar en el que se
tejió y el grosor de la fibra.
[37] Sucedió a Ikonicoff en el
cargo. Había combatido en la II Guerra Mundial y contó, en una conferencia en
el INAP, que en Rusia, en 1990, se practicaba canibalismo.
[38] Mueble para dormir.
[39] La pareja duerme culo con
pelvis.
[40] La pareja duerme culo contra
culo.
[41] Dícese del salto que efectúa
el hombre desde lo alto del ropero hacia su amada.
[42] La corresponsal de La Nación
más en Miami dice incentivos de Estado en lugar de subsidios.
[43] Animales sueltos. 27 de Mayo
de 2020.
[44] Disposición de un testador que
deja su herencia o parte de ella, a una persona para que, de acuerdo a
criterios determinados, la trasmita a otros o la invierta del modo que se le
indica.
[45] Triunvirato o alianza de tres
para gestionar algo.
[46] Cuidades estado fundadas por
los esclavos brasileños en tiempos de dominio portugués. El más famoso fue el
Quilombo de los Palmares. Llegó a albergar 15.000 personas y resistió casi todo
el S.XVII.
[47] Tienen una pata medio chueca y
no pisan nunca donde se supone que lo van a hacer con ese pie.
[48] En restauración.
[49] Parcas de cuero de oveja con
el pelo hacia dentro.
[50] Atorrante. Torrar es dormir en
lunfardo.
[51] Durante la crisis de los años
’30, en el puerto se apilaban caños de buen diámetro que se emplearían para
obras públicas. Los sin calle de entonces dormían en ellos. De ahí la expresión
“se fue a los caños” para indicar quebranto, ruina, etc.
[52] Palabras.
[53] Expresiones del Truco, juego
de naipes muy popular en estas pampas.
[54] En la jerga médica, cuando el
facultativo no sabe que pasa y prescribe una andanada de medicamentos.
[55] Trastorno obsesivo-compulsivo.
[56] Reitero que en el rubro de las
antigüedades, se llama detalle a los pequeños daños.
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